Está en la página 1de 13

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

SALA CIVIL Y COMERCIAL


CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

SUJETOS PROCESALES
GESTOR PROCESAL. Alcance. Efectos. Interpretación normativa. Funciòn
NOTIFICACIÓN A LA OFICINA. Requisitos de procedencia. Interpretación
normativa.

El caso: la parte actora interpuso recurso de casación en contra del Auto dictado por la
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, de Familia y del Trabajo de Marcos
Juárez, con fundamento en la causal prevista en los incs. 1° y 4° del art. 383 del
C.P.C.C.. El TSJ hizo lugar parcialmente al recurso.

1. En doctrina, se denomina gestor procesal al sujeto que, limitándose a invocar la


representación de un tercero, o careciendo de poder suficiente, comparece en
nombre de aquél para realizar uno o más actos procesales que no admiten
demora, ofreciendo acreditar personería u obtener la ratificación de su actuación
dentro de un plazo determinado, a cuyo fin ofrece contracautela (Conf.:
PALACIO, Lino Enrique, "Derecho Procesal Civil", Edit. AbeledoPerrot, 1970,
Bs. As., Tomo III, pág. 71).
2. El instituto procesal del gestor es de interpretación restrictiva, desde que siempre
va a resultar una excepción al deber de acompañar en la primera presentación los
títulos que justifiquen la personería invocada (art. 90, primer párr. del C.P.C.C.)
y procede en casos de urgencia en los que, por algún motivo justificado, resulta
imposible acompañar el poder (ver por todos: FENOCHIETTO, Carlos Eduardo,
"Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, comentado, anotado y
concordado...", Edit. Astrea, 2001, Bs. As., tomo 1, pág. 228/229 y 230/231).
3. Una de las modalidades de la figura del gestor procesal es el supuesto captado
por la directriz del art. 91 del ordenamiento ritual autóctono. Dentro de este
precepto puede subsumirse la hipótesis del apoderado que, por algún motivo, no
cuenta con la documentación habilitante, y en esas condiciones se presenta al
proceso solicitando su admisión condicional, ofreciendo acompañar los
instrumentos que acrediten la personería en el plazo que el tribunal designe.
4. Una vez cumplidos los requisitos previstos por el rito (explicación de los
motivos que obstan a la presentación del poder y ofrecimiento de fianza
suficiente) el Tribunal otorgará participación condicional al letrado presentante y
fijará un plazo que estime prudencial para la agregación de los documentos que
justifiquen la personería invocada. El plazo concedido por el magistrado es
perentorio fatal en los términos del art. 47, 45 inc. 5°, y 50 del C.P.C.C.. Esto es,
el peticionario deberá cumplir con la carga procesal en tiempo y forma ya que de
no hacerlo quedarán ipso facto sin efecto la admisión al juicio y las demás
diligencias practicadas en interés de quien invocó la representación.
Consecuentemente, resultarán ineficaces todas las actuaciones cumplidas por el
gestor procesal.
5. En lo atinente al comienzo del cómputo del plazo otorgado por el tribunal para
acreditar la personería, cabe precisar que el mismo corre a partir de la
notificación de la respectiva providencia (art. 142 del C.P.C.C.). Por ser un
plazo fatal, vence por el mero transcurso del tiempo, sin necesidad de
declaración judicial ni petición de parte.
6. La resolución que otorga participación condicional al gestor compareciente (art.
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
91 del C.P.C.C.) es una providencia que queda notificada en forma automática,
esto es, por ministerio de la ley (art. 153, C.P.C.C.).
7. Nuestra compilación adjetiva ha receptado el principio según el cual las
resoluciones se consideran notificadas por ministerio de la ley, salvo los casos
en que proceda la notificación a domicilio (arg. art. 153 del C.P.C.C.). Si la
ley no prevé la notificación por cédula (arts. 144 y 145 del C.P.C.C.) la
providencia en cuestión se notifica el primer martes o viernes posterior al día en
que hubiera sido dictada, o el siguiente hábil, si alguno de aquéllos fuere inhábil.
8. El requerimiento "Es la comunicación que se hace a alguien ´con un mandato
judicial´ para que cumpla un acto o se abstenga de hacer alguna cosa, bajo
apercibimiento de sufrir las consecuencias disvaliosas de su omisión o acción"
(MAURINO, Alberto Luis, "Notificaciones Procesales", edit. Astrea, 1995, Bs.
As., pág. 13).
9. No existen decisiones notificables porque participen de esas calidades, en tanto
así no lo haya dispuesto el juez expresamente, lo que denota la necesidad
insalvable de una orden judicial en tal sentido, la que de faltar, hace regir
plenamente lo dispuesto por el art. 153 del C.P.C.C. (Cfr.: VENICA, Oscar
Hugo, "Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba Ley
8465", Edit. Marcos Lerner, 2006, Cba., Tomo II, pág. 149). No habiéndose
consignado en el proveído el vocablo "notifíquese" o expresión similar que nos
conduzca a establecer que el tribunal de primer grado haya utilizado la facultad
discrecional que le acuerda la regla de derecho contenida en el inc. 14° del art.
145 del C.P.C.C., la resolución debía regirse por el principio general previsto
por el art. 153 de nuestra compilación adjetiva.
10. Es cierto que la figura del gestor procesal regulada en el art. 91 del C.P.C.C.
guarda algunas diferencias con la regulación procesal existente a nivel nacional
(art. 48, C.P.C.N.). Entre las diferencias, cabe señalar la atinente al plazo que se
otorga al presentante para que acompañe los documentos que acrediten la
representación. Así, mientras el Código de la Nación otorga un plazo de cuarenta
días para acompañar el poder o ratificar la actuación del gestor, nuestro
ordenamiento ritual no lo establece; es decir, queda librado al arbitrio del juez la
fijación del término.
11. Entiendo que es en función de dicha diferencia (término fijo) que la doctrina
nacional tiene dicho que el plazo para el gestor comienza a correr desde su
presentación en juicio, o sea, parte de la fecha en la cual éste se arroga la
facultad de actuar, independientemente de cualquier providencia recaída sobre el
particular (Cfr.: KIELMANOVICH, Jorge L., "Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, comentado y anotado", Edit. Abeledo Perrot, 2006, Bs.
As., Tomo I, pág. 136; PALACIO, Lino Enrique ALVARADO VELLOSO,
Adolfo, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, explicado y
anotado...", Edit. RubinzalCulzoni, 1997, Bs. As., Tomo II, pág. 473;
COLOMBO, Carlos J. KIPER, Claudio M., Código Procesal Civil..., ob. cit.,
pág. 412, entre otros). Pero en modo alguno el contraste referido puede
hacer pensar que en el caso del rito local el proveído que se dicte de
conformidad a lo dispuesto por el art. 91 deba notificarse por cédula; sino por el
contrario, la doctrina elaborada alrededor de la norma procesal nacional conduce
a la necesaria conclusión de que en éstos supuestos, en los que quien se presenta
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 2
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

a juicio no puede aún justificar la personería que invoca, el interesado debe


apresurarse a cumplir con este requisito esencial para estar en juicio.
12. Quien comparece en nombre de otro y aún no ha justificado la personería
invocada, no actúa con la buena fe y diligencia requeribles al buen litigante si no
examina las constancias de la causa, especialmente el proveído que le acuerda
participación condicional, con el fin de conocer los alcances de la misma.
Si no cumple con la carga anunciada (comparecer los martes y viernes a
anoticiarse de los proveídos que se dicten en el trámite del proceso arg. art. 153
del C.P.C.C.), no puede luego pretender impugnar en cualquier tiempo los
términos en que fuera admitida su participación provisional (art. 91, 2° párr. del
C.P.C.C.).
13. "Cumplidos los requisitos aludidos, al tiempo de otorgar participación al
gestor el tribunal debe fijar el plazo para la agregación de los documentos
habilitantes, en función de las explicaciones que éste hubiera expuesto.
Comenzará a correr a partir de la notificación de la respectiva providencia (arts.
142 y 153), y es fatal (arts. 49, inc. 5° y 91, 2° párr)" (VENICA, Oscar Hugo,
"Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba...", ob. cit.,
tomo I, pág. 282 y 283; el subrayado es nuestro).
14. La presentación realizada por la demandada
(condicionada en cuanto a la personería invocada) no le eximía de
comparecer al tribunal los martes y viernes (art. 153 C.P.C.) y
tampoco de acompañar el poder respectivo [...] si la demandada
compareció en forma condicional y pidió 72 horas para acreditar la
personería, no podía quedarse a esperar que alguien le diga que
vaya al tribunal con el poder que prometió acompañar, asumiendo
la demandada las consecuencias al no respetar la ma nda que prevé
el art. 153 del C.P.C. que le hubiera permitido controlar la
regularidad procesal que ahora pretende tardíamente (sic.).
15. El art. 107, primera parte, de la ley 8226, dispone: "Toda
actuación destinada a la determinación de honorarios no devenga, a su vez,
honorarios para ninguno de los abogados o procuradores actuantes, sin perjuicio
de los convenios entre letrados y partes" (sic.).

AUTO INTERLOCUTORIO NÚMERO: DOSCIENTOS CINCUENTA Y


CINCO
Córdoba, veinticinco de julio de dos mil once.
VISTO:
El recurso de casación interpuesto por la parte actora, mediante apoderado
Dr. Juan Alejandro Olcese, en estos autos: "LA UNIVERSAL CIA.
ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA
ORDINARIO APELACIÓN RECURSO DE CASACIÓN" (Expte.
"L"10/06), en contra del Auto N° 43 de fecha 08 de abril de 2005, dictado por la
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, de Familia y del Trabajo de
Marcos Juárez, con fundamento en la causal prevista en los incs. 1° y 4° del art.
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
383 del C.P.C.C..
Corrido traslado a la contraria por el término de ley (art. 386 del C.P.C.), a
fs. 550/552 vta. de autos lo evacua el Dr. Leopoldo Alberto Rossetto, mediante
apoderada Dra. Carolina Gastaldi, y a fs. 554/554 vta. hace lo propio el
demandado Sr. Mario Brusa, mediante apoderado Dr. Henry Alberto Alberione.
El recurso es concedido por la Cámara de juicio mediante Auto N° 164 de
fecha 29 de diciembre de 2005, sólo por la causal del inc. 1° del art. 383 ib..
Elevadas las actuaciones a esta sede, dictado, firme y consentido el
decreto de autos (fs. 564) quedó la causa en condiciones de ser resuelta.
Y CONSIDERANDO:
I. El escrito de casación, en lo que atañe al asunto que se trae a
conocimiento, admite el siguiente compendio:
I.1. Afirma el impugnante que la resolución recurrida le causa un
gravamen irreparable por cuanto le impide continuar la vía recursiva intentada.
Cita doctrina de este Alto Cuerpo y del Máximo Tribunal de la Nación en apoyo
de su tesitura.
Expresa que la decisión cuestionada adolece de falta de fundamentación.
En tal sentido, denuncia que la Cámara Aquo cita como fundamento de su
decisión, jurisprudencia de la Justicia Nacional, que no resulta de aplicación al
subjúdice.
Manifiesta que, a diferencia de nuestro código de rito, el Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación otorga un plazo de 40 días lo que le permite a la
parte saber de antemano el plazo con el que cuenta.
Impetra que en el caso de marras no es aplicable la doctrina y
jurisprudencia elaborada alrededor de la normativa nacional (art. 48 del
C.P.C.N.) desde que el Tribunal redujo significativamente el plazo solicitado
para acompañar al expediente el poder.
Afirma además que al expresar agravios de apelación, informó al tribunal
que el decreto por el que se le otorgaba condicionalmente participación contenía
un requerimiento y por tanto debía ser notificado al domicilio ad litem (art. 145
inc. 3° del C.P.C.C.) y que dicho argumento no ha sido tratado por el Tribunal de
Mérito.
En relación a ello, expresa que la Cámara omitió analizar la naturaleza del
proveído por el cual se concedía el plazo y se requería la presentación del poder,
sino que partió del presupuesto de que el plazo en cuestión se notificaba a la
oficina, pero olvidó explicar porque ello era así.
Asimismo, aduce que el resolutorio en crisis carece de fundamentación
lógica por cuanto no brinda ninguna explicación de porqué las posibles
consecuencias del no cumplimiento de los recaudos y formas prescriptas para
acreditar la representación procesal no determina el tipo de notificación que
corresponde para anoticiar el plazo otorgado por el Tribunal para acompañar el
título habilitante de la instancia.
Sigue diciendo la opugnante que el Tribunal Aquo no explica porqué el
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 4
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

proveído que otorga un plazo para acompañar el poder no debe ser considerado
una resolución que por su naturaleza, importancia y trascendencia es menester
notificar mediante cédula.
En tal sentido expresa que son escasas las resoluciones que a lo largo del
proceso revisten tanta trascendencia como la que confiere un plazo para
acompañar el poder que acredite la representación invocada; y que de ello se
imponía la notificación por cédula.
Afirma, por último, que siempre debe asegurarse el derecho de defensa, y
que ello implica exigir la notificación mediante cédula de todas las resoluciones
trascendentes que se dicten a lo largo del proceso.
I.2. Asimismo, se queja la opugnante de la manera en que el Tribunal
Aquo impuso las costas.
A este respecto aduce que resulta indudable que su parte pudo
considerarse con derecho a recurrir, y siendo ello así en virtud de lo dispuesto por
el art. 130 última parte, las costas debieron haberse impuesto por el orden
causado.
Asevera, además, que toda vez que la cuestión motivo del recurso es de
naturaleza arancelaria, el Mérito debió haber aplicado la norma contenida en el
art. 107 del C.A..
II. Aclaración previa. Delimitación del thema decidendum:
Si bien en el recurso extraordinario se invocó la causal sustancial de
casación (incs. 3° y 4°, art. 383, C.P.C.C.) como fundamento de la articulación
impugnativa, la competencia de la Sala ha quedado circunscripta exclusivamente
a la causal formal de casación (inc. 1°, art. 383, C.P.C.C.).
Ello así porque en oportunidad de realizar el juicio de admisibilidad
formal del recurso, la Cámara a quo rechazó el segmento de la casación por la
que se denunciaba divergente interpretación de la ley y apartamiento de la
doctrina legal de este Alto Cuerpo (vide fs. 556/556 vta.), en temperamento que
ha quedado firme por falta de articulación del recurso directo.
III. El recurso de casación mediante el cual se denuncia infracción de
formas en los términos del inc. 1° del art. 383 del C.P.C.C. es admisible desde el
punto de vista formal.
Por lo pronto el auto interlocutorio que se impugna es asimilable a una
sentencia definitiva porque es idóneo para provocar un gravamen de carácter
irreparable sobre los derechos de la recurrente, de modo que es susceptible de ser
sometido a la fiscalización de este Alto Cuerpo (art. 384, C.P.C.C.). En efecto y a
pesar de ser un auto interlocutorio que confirma dos proveídos dictados por el
Tribunal de primera instancia (fs. 379 y 382), con todo, genera efecto definitivo,
en tanto la desestimación del recurso de apelación interpuesto por la impugnante
contra la regulación de honorarios practicada a favor del Dr. Leopoldo Alberto
Rosetto y de los Dres. José Luis Lavisse y Henry Alberione, significaría la
pérdida del derecho de apelar los honorarios regulados con el consiguiente
afianzamiento de la cosa juzgada que se formaría con relación a la materia
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
arancelaria.
Por otro lado, "prima facie" concurren las demás condiciones formales en
cuya virtud la ley habilita esta etapa extraordinaria, desde que se invoca la
existencia de "errores in procedendo" respecto de los cuales es competente esta
Sala por la vía propuesta. Por ello corresponde conocer en el fondo la
impugnación deducida.
IV. Por lo demás, estimamos pertinente precisar que el ámbito material de
la competencia ejercible por esta Sala en el trance no se acota a la mera
verificación de los vicios formales denunciados.
Ello así debido a que en la resolución bajo anatema se decidió una
cuestión estrictamente procesal como es la relativa al modo en que corresponde
notificar la providencia mediante la cual se otorga participación condicional al
gestor procesal concediéndosele un plazo para que acompañe el título habilitante
de la instancia (art. 91 del C.P.C.C.), aspecto éste del pronunciamiento cuyo
acierto intrínseco es susceptible de controlarse en casación, a título de violación
de las formas y solemnidades prescriptas para el procedimiento en los términos
del inc. 1° del art. 383 ib..
Una vez establecido el alcance de los poderes que inviste este Alto Cuerpo
sobre el pronunciamiento cuya anulación se pretende, es preciso reparar en que el
planteo sometido a consideración ante esta Sede se dirige a convencer de que el
proveído mediante el cual el tribunal otorgara participación condicional al Dr.
Juan Alejandro Olcese (vide fs. 379) debió serle notificado al domicilio procesal
por él constituido al comparecer invocando la representación de la parte actora.
V. Sintetizado en esos términos el contenido de la pretensión impugnativa
elevada a juzgamiento en esta ocasión, anticipamos criterio en sentido adverso a
su procedencia en virtud de las consideraciones que pasaremos a desplegar.
V.1. Gestor procesal:
En doctrina, se denomina gestor procesal al sujeto que, limitándose a
invocar la representación de un tercero, o careciendo de poder suficiente,
comparece en nombre de aquél para realizar uno o más actos procesales que no
admiten demora, ofreciendo acreditar personería u obtener la ratificación de su
actuación dentro de un plazo determinado, a cuyo fin ofrece contracautela (Conf.:
PALACIO, Lino Enrique, "Derecho Procesal Civil", Edit. AbeledoPerrot, 1970,
Bs. As., Tomo III, pág. 71).
No cabe duda alguna que el instituto analizado es de interpretación
restrictiva, desde que siempre va a resultar una excepción al deber de acompañar
en la primera presentación los títulos que justifiquen la personería invocada (art.
90, primer párr. del C.P.C.C.) y procede en casos de urgencia en los que, por
algún motivo justificado, resulta imposible acompañar el poder (ver por todos:
FENOCHIETTO, Carlos Eduardo, "Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, comentado, anotado y concordado...", Edit. Astrea, 2001, Bs. As., tomo
1, pág. 228/229 y 230/231).
Una de las modalidades de la figura del gestor procesal es el supuesto
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 6
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

captado por la directriz del art. 91 del ordenamiento ritual autóctono.


Dentro de este precepto puede subsumirse la hipótesis del apoderado que,
por algún motivo, no cuenta con la documentación habilitante, y en esas
condiciones se presenta al proceso solicitando su admisión condicional,
ofreciendo acompañar los instrumentos que acrediten la personería en el plazo
que el tribunal designe.
V.2. Plazo para acompañar los títulos donde conste la procura:
Una vez cumplidos los requisitos previstos por el rito (explicación de los
motivos que obstan a la presentación del poder y ofrecimiento de fianza
suficiente) el Tribunal otorgará participación condicional al letrado presentante y
fijará un plazo que estime prudencial para la agregación de los documentos que
justifiquen la personería invocada.
El plazo concedido por el magistrado es perentorio fatal en los términos
del art. 47, 45 inc. 5°, y 50 del C.P.C.C.. Esto es, el peticionario deberá cumplir
con la carga procesal en tiempo y forma ya que de no hacerlo quedarán ipso facto
sin efecto la admisión al juicio y las demás diligencias practicadas en interés de
quien invocó la representación.
Consecuentemente, resultarán ineficaces todas las actuaciones cumplidas
por el gestor procesal.
En lo atinente al comienzo del cómputo del plazo otorgado por el tribunal
para acreditar la personería, cabe precisar que el mismo corre a partir de la
notificación de la respectiva providencia (art. 142 del C.P.C.C.). Como hemos
dicho, por ser un plazo fatal, vence por el mero transcurso del tiempo, sin
necesidad de declaración judicial ni petición de parte.
V.3. Notificación del proveído que admite condicionalmente al gestor:
Una vez realizada esta breve introducción del instituto bajo la lupa, resta
por fin determinar, atendiendo al elenco de formas previstas por la ley adjetiva
local, en cuál de ellas debe subsumirse la providencia dictada con motivo del
pedido efectuado con fundamento en el art. 91 del C.P.C.C..
En otras palabras, cabe desentrañar cómo es el modo de notificación del
proveído que otorgó participación al casacionista, condicionada a que en el
término de diez días (plazo fijado por el tribunal) acompañase los documentos
acreditantes de la personería invocada.
Adelantando opinión al respecto, adscribimos al temperamento según el
cual la resolución que otorga participación condicional al gestor compareciente
(art. 91 del C.P.C.C.) es una providencia que queda notificada en forma
automática, esto es, por ministerio de la ley (art. 153, C.P.C.C.). Damos razones:
A) En primer lugar, cabe puntualizar que nuestra compilación adjetiva ha
receptado el principio según el cual las resoluciones se consideran notificadas por
ministerio de la ley, salvo los casos en que proceda la notificación a domicilio
(arg. art. 153 del C.P.C.C.).
En otras palabras, si la ley no prevé la notificación por cédula (arts. 144 y
145 del C.P.C.C.) la providencia en cuestión se notifica el primer martes o
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
viernes posterior al día en que hubiera sido dictada, o el siguiente hábil, si alguno
de aquéllos fuere inhábil.
Pero es del caso que contrariamente a lo sostenido por la recurrente el
proveído en cuestión, no puede ser subsumido en alguno de los incisos del art.
145 del ordenamiento ritual autóctono. Veamos.
Ceñiremos nuestro análisis a las hipótesis explicitadas por la quejosa en
las que potencialmente podría encajar el proveído que otorga participación
condicional al letrado que invoca ser apoderado de la parte actora.
Conforme el libelo recursivo, el decreto en cuestión podría subsumirse en
los incisos 3°, 12° y 14° del art. 145 del C.P.C.C..
No le asiste razón. Nos explicamos.
En primer lugar, cabe destacar que no resulta atendible que la admisión
condicional deba notificarse por cédula por aplicación del inc. 3° de la norma de
forma antes aludida, que prevé que las providencias que ordenen requerimientos
deben comunicarse por ese medio.
Conforme lo enseña Maurino, el requerimiento "Es la comunicación que
se hace a alguien ´con un mandato judicial´ para que cumpla un acto o se
abstenga de hacer alguna cosa, bajo apercibimiento de sufrir las consecuencias
disvaliosas de su omisión o acción" (MAURINO, Alberto Luis, "Notificaciones
Procesales", edit. Astrea, 1995, Bs. As., pág. 13).
Pero es del caso que el proveído cuestionado no contiene un requerimiento
en los términos previstos por la ley procesal.
Nótese a este respecto que la providencia en cuestión (de fecha 11/04/02)
reza textualmente: "Bajo la responsabilidad de la fianza ofrecida y ratificada la
que se acepta concédase al compareciente el plazo de diez días a los fines de
acreditar personería..." (fs. 379, el destacado nos pertenece).
Como se aprecia, la resolución no requiere del compareciente ningún acto
procesal sino que concede un plazo para acreditar personería, por expreso
requerimiento del propio interesado al momento de comparecer al juicio.
En otras palabras, en el sublite no existe requerimiento del órgano
jurisdiccional para que el presentante Dr. Olcese "cumpla un acto", mas bien,
puede afirmarse que el plazo otorgado por el tribunal fue motivado por expresa
petición en tal sentido por el interesado.
Atento a ello, estamos en condiciones de afirmar que fue el propio
compareciente quien se obligó de antemano a acompañar el documento de la
procura, por tanto ha sido él y no el tribunal quien asumió voluntariamente la
carga de acompañar el título habilitante de la instancia, situación excepcional que
no puede en modo alguno ser subsumida en el inc. 3° del art. 145 del rito local.
Tampoco resulta admisible que la participación condicional debe
notificarse por cédula de ley en virtud de la manda contenida en el inc. 12 de la
norma citada.
Ello no resiste el menor análisis, desde que las providencias captadas en
dicho inciso son las que "concedan o denieguen recursos" (sic.), no así las que
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 8
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

otorgan participación condicional al gestor procesal. Ambas resoluciones son


evidentemente distintas, por lo que no pueden asimilarse.
El hecho de que el acto "urgente" que practicara este sujeto procesal
consistiera en la interposición de un recurso de apelación de honorarios, y que la
presentación tardía de los documentos ocasione la pérdida de ese derecho de
impugnación, no significa que la providencia antes aludida deba seguir en su
forma de notificación la misma suerte que la que se dicte como consecuencia de
su incumplimiento.
Para finalizar resta precisar que tampoco resulta procedente subsumir la
providencia opugnada dentro del inc. 14° del art. 145 del C.P.C.C., que otorga la
facultad al juez de ordenar la notificación por cédula cuando la naturaleza,
importancia o carácter excepcional de la providencia así lo amerite.
Corresponde iterar a este respecto, que no existen decisiones notificables
porque participen de esas calidades, en tanto así no lo haya dispuesto el juez
expresamente, lo que denota la necesidad insalvable de una orden judicial en tal
sentido, la que de faltar, hace regir plenamente lo dispuesto por el art. 153 del
C.P.C.C. (Cfr.: VENICA, Oscar Hugo, "Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Córdoba Ley 8465", Edit. Marcos Lerner, 2006, Cba., Tomo II, pág.
149).
No habiéndose consignado en el proveído cuestionado el vocablo
"notifíquese" o expresión similar que nos conduzca a establecer que el tribunal de
primer grado haya utilizado la facultad discrecional que le acuerda la regla de
derecho contenida en el inc. 14° del art. 145 del C.P.C.C., la resolución debía
regirse por el principio general previsto por el art. 153 de nuestra compilación
adjetiva.
B) Así las cosas, es dable afirmar que, si el Dr. Juan Alejandro Olcese
compareció en forma condicional invocando ser el apoderado de la parte actora y
solicitó treinta días para acreditar personería, no podía válidamente quedarse a la
espera de que alguien le comunicase mediante cédula de ley su deber de
concurrir al tribunal con el poder que él mismo prometió acompañar, so riesgo de
tener que soportar las consecuencias desfavorables al no respetar la regla de
derecho contenida en el art. 153 del C.P.C.C..
En efecto, en la especie quien se arrogaba el carácter de apoderado de la
parte actora compareció al proceso solicitando participación condicional en los
términos del art. 91 del C.P.C.C., para lo cual ofreció fianza y prometió
acompañar los documentos que justificaban la personería invocada.
Como se ve, desde el momento de la presentación el interesado Dr. Olcese
había ofrecido acompañar los títulos que acreditaban el mandato, por tanto, lo
menos que podía hacer era concurrir a los estrados del tribunal a anoticiarse del
proveído que en su consecuencia se dictó. Tal era la carga impuesta por su propio
accionar.
El cumplimiento del tal imperativo de su propio interés le hubiera
permitido conocer el plazo otorgado por el Tribunal de primer grado para
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
justificar la personería invocada (el que resultó menor que el requerido), y de este
modo podría haber cumplimentado en tiempo y forma con la acreditación del
poder invocado, o en su caso, de resultar escaso el plazo acordado, solicitar una
ampliación del mismo, invocando justa causa.
En función de ello, no le asiste razón al opugnante cuando se queja de que,
en tanto el tribunal no le otorgara el plazo por él requerido, no pudo conocer que
el mismo había sido abreviado.
Es que como ya lo desarrolláramos a él le correspondía concurrir al
Tribunal a enterarse del proveimiento que hubiere merecido la presentación
efectuada. Además, el decreto emitido por el juez de primer orden guardaba
íntima relación con la petición formulada; ello, toda vez que concedió el pedido
efectuado, sin que el otorgamiento de un plazo menor para acompañar los
documentos habilitantes de la instancia configure una circunstancia extraña e
impredecible que habilite torcer la manera en que tal decisión debía ser
comunicada al interesado.
No podemos silenciar además que así lo entendió el propio afectado, al
reconocer de modo explícito en el mismo acto de reposición, que el decreto por
el cual se le confiriera el plazo de 10 días para acompañar los poderes
acreditantes de la representación invocada, “...al no ordenar que se notifique al
domicilio constituido, implica que dispone que la notificación se practique a la
oficina” (vide fs. 423 vta.).
C) De otro costado, cabe destacar además que es cierto que la figura del
gestor procesal regulada en el art. 91 del C.P.C.C. guarda algunas diferencias con
la regulación procesal existente a nivel nacional (art. 48, C.P.C.N.).
Entre las diferencias que nos interesan a los fines de resolver el problema
jurídico que se trae a nuestro conocimiento, cabe señalar la atinente al plazo que
se otorga al presentante para que acompañe los documentos que acrediten la
representación.
Así, mientras el Código de la Nación otorga un plazo de cuarenta días para
acompañar el poder o ratificar la actuación del gestor, nuestro ordenamiento
ritual no lo establece; es decir, queda librado al arbitrio del juez la fijación del
término.
Entiendo que es en función de dicha diferencia (término fijo) que la
doctrina nacional tiene dicho que el plazo para el gestor comienza a correr desde
su presentación en juicio, o sea, parte de la fecha en la cual éste se arroga la
facultad de actuar, independientemente de cualquier providencia recaída sobre el
particular (Cfr.: KIELMANOVICH, Jorge L., "Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, comentado y anotado", Edit. Abeledo Perrot, 2006, Bs.
As., Tomo I, pág. 136; PALACIO, Lino Enrique ALVARADO VELLOSO,
Adolfo, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, explicado y
anotado...", Edit. RubinzalCulzoni, 1997, Bs. As., Tomo II, pág. 473;
COLOMBO, Carlos J. KIPER, Claudio M., Código Procesal Civil..., ob. cit.,
pág. 412, entre otros).
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 10
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

Pero en modo alguno el contraste referido puede hacer pensar que en el


caso del rito local el proveído que se dicte de conformidad a lo dispuesto por el
art. 91 deba notificarse por cédula; sino por el contrario, la doctrina elaborada
alrededor de la norma procesal nacional conduce a la necesaria conclusión de que
en éstos supuestos, en los que quien se presenta a juicio no puede aún justificar la
personería que invoca, el interesado debe apresurarse a cumplir con este requisito
esencial para estar en juicio.
De este modo, quien comparece en nombre de otro y aún no ha justificado
la personería invocada, no actúa con la buena fe y diligencia requeribles al buen
litigante si no examina las constancias de la causa, especialmente el proveído que
le acuerda participación condicional, con el fin de conocer los alcances de la
misma.
Si no cumple con la carga anunciada (comparecer los martes y viernes a
anoticiarse de los proveídos que se dicten en el trámite del proceso arg. art. 153
del C.P.C.C.), no puede luego pretender impugnar en cualquier tiempo los
términos en que fuera admitida su participación provisional (art. 91, 2° párr. del
C.P.C.C.).
En la inteligencia expuesta, se impone señalar que la reposición
formalizada por el Dr. Olcese con fecha 13/5/2002, contra el decreto mediante el
cual el Inferior concediera participación condicional, otorgando un plazo de diez
días para adjuntar los instrumentos acreditantes de la representación invocada
(datado el 11/4/2002; fs. 379), habría devenido extemporánea.
La tesis contraria, en cuanto supone atribuir alguna relevancia práctica al
hecho de que el plazo conferido para adjuntar los poderes haya sido inferior al
que el presentante solicitara a dicho fin, conduciría a derivaciones absolutamente
inconcebibles. Piénsese, si no, que si por vía de hipótesis, la participación
condicional hubiese sido denegada, habilitaría al afectado a reponer dicha
providencia, hasta tanto no haya vencido el plazo que su parte requiriera para
acompañar los instrumentos demostrativos de la representación que invocara. Un
verdadero absurdo.
D) Por último, cabe precisar que la inteligencia que propiciamos ha sido
refrendada por la doctrina y jurisprudencia local.
En tal sentido, el Dr. Venica afirma: "Cumplidos los requisitos aludidos,
al tiempo de otorgar participación al gestor el tribunal debe fijar el plazo para
la agregación de los documentos habilitantes, en función de las explicaciones
que éste hubiera expuesto. Comenzará a correr a partir de la notificación de la
respectiva providencia (arts. 142 y 153), y es fatal (arts. 49, inc. 5° y 91, 2°
párr)" (VENICA, Oscar Hugo, "Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Córdoba...", ob. cit., tomo I, pág. 282 y 283; el subrayado es
nuestro).
La doctrina judicial también se ha expedido al respecto. Así, se puede citar
lo decidido por la Cámara Primera de Apelaciones en lo Civil y Comercial de
esta ciudad, in re: "Interplastica S.A. c/ Ovocord S.R.L. Ejecutivo Particular"
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)
(A.I. N° 219 del 19/05/2004). En esa oportunidad, se destacó: "La
presentación realizada por la demandada (condicionada en cuanto
a la personería invocada) no le eximía de comparecer al tribunal
los martes y viernes (art. 153 C.P.C.) y tampoco de acompañar el
poder respectivo [...] si la demandada compareció en forma
condicional y pidió 72 horas para acreditar la personería, no podía
quedarse a esperar que alguien le diga que vaya al tribunal con el
poder que prometió acompañar, asumiendo la demandada las
consecuencias al no respe tar la manda que prevé el art. 153 del
C.P.C. que le hubiera permitido controlar la regularidad procesal
que ahora pretende tardíamente (sic.).
V.4. Las consideraciones expuestas son suficientes para desestimar el
recurso de casación interpuesto por la parte actora al amparo del motivo formal
(art. 383 inc. 1° C.P.C.C.).
Sin imposición de costas en esta instancia extraordinaria por tratarse de
materia arancelaria (art. 107 de la ley 8226).
VI. Imposición de costas en materia arancelaria (art. 107 de la ley
8226).
Mejor suerte que el anterior, corre la crítica referida a la imposición de
costas a la deudora de los honorarios. Veamos.
VI.1. El art. 107, primera parte, de la ley 8226, dispone: "Toda actuación
destinada a la determinación de honorarios no devenga, a su vez, honorarios
para ninguno de los abogados o procuradores actuantes, sin perjuicio de los
convenios entre letrados y partes" (sic.).
Queda claro entonces, que en materia arancelaria, como sucede en el caso,
donde se pretendía impugnar una regulación de honorarios practicada por el
Tribunal de primera instancia, la cuestión relativa a la imposición de costas se
encuentra gobernada por la directriz contenida en el art. 107 de la ley citada.
VI.2. Conforme al temperamento invariablemente mantenido por esta
Sala, la falta de fundamentación legal constituye un vicio de actividad revisable
ante esta Sede, cuando el órgano sentenciante incurre en un ostensible
apartamiento del derecho aplicable al caso, que, excediendo el marco de lo
opinable (arbitrariedad normativa), vacía de sustento jurídico al
pronunciamiento, tornándolo violatorio de las formas y solemnidades prescriptas
para el dictado de un acto jurisdiccional válido (arg. arts. 155, Const.Prov. y 326,
C. de P.C.).
VI.3. Con tal prevención y abordando, entonces, el juzgamiento del
reproche casatorio que accediera al conocimiento de la Sala en esta oportunidad,
anticipamos criterio en sentido favorable a su procedencia, puesto que la Cámara
aquo se abstuvo por completo de esbozar fundamento alguno tendiente a
justificar su decisión de imponer las costas al vencido (vide fs. 528), actividad
ésta que devenía de ineludible cumplimiento en razón de que, en el caso
concreto, la naturaleza inocultablemente arancelaria de la cuestión debatida en
Casación formal. Cuestión Procesal. Gestor procesal (art. 91 del C.P.C.C.). Notificación ministerio legis (art. 153 del C.P.C.C.). 12
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

la instancia excluía al menos, prima facie la vigencia del principio objetivo de la


derrota que rige en materia causídica, por automática operatividad de la norma
especial que regula el punto en este tipo de actuaciones (art. 107, ley 8226).
VI.4. Así las cosas, y siendo que, como principio liminar en materia
arancelaria, no corresponde imponer costas, salvo cuando la oposición exceda los
límites razonables de la defensa (art. 107 de la ley 8226), el Tribunal de Mérito,
para imponer las costas a la parte actora (deudora de los honorarios), debió haber
fundado su decisorio, destacando por qué, a su modo de ver, la situación
engastaba en la hipótesis de excepción. Esto es, por qué existía en el sublite una
defensa que excedía los límites razonables, cosa que no hizo.
Siendo ello así y en tanto la decisión del Tribunal aquo de cargar las
costas devengadas ante su sede a la apelante, fuera impuesta en franco e
infundado apartamiento de la específica previsión arancelaria aplicable al caso,
corresponde hacer lugar al recurso de casación y, en su mérito, anular ese
capítulo del fallo bajo anatema, lo que así dejamos resuelto. Sin costas (arg. art.
107, ley 8226).
VII. A fin de evitar el dispendio de una nueva etapa procesal y atento que
las reflexiones vertidas en el apartado precedente contienen ínsita la solución que
corresponde asignar al punto que deviniera irresoluto a consecuencia de la
anulación parcial dispuesta en el presente pronunciamiento, se estima prudente
prescindir del reenvío y, en ejercicio de la prerrogativa conferida por el art. 390,
C. de P.C., disponer que lo resuelto en sede de Grado es sin imposición de costas,
atento la índole arancelaria de la cuestión debatida (arg. art. 107, ley 8226).
Sin perjuicio de ello, cabe puntualizar que no se dan en los presentes los
requisitos que habilitan la imposición de costas, puesto que si bien ha quedado
perjudicada la apelación tendiente a revocar lo decidido en materia arancelaria,
no se puede inferir que la parte actora haya excedido los límites de su derecho de
defensa en juicio.
Así las cosas, no habiéndose configurado en marras el caso de excepción
captado por la norma del art. 107 de la ley 8226, entendemos que corresponde no
imponer costas tal como resulta ser el principio en materia arancelaria; lo que así
se decide.
Por ello,
SE RESUELVE:
I. Hacer lugar en forma parcial a la casación deducida por el motivo del
inc. 1° del art. 383 del C.P.C.C., y en consecuencia anular parcialmente el Auto
Interlocutorio número cuarenta y tres de fecha 8 de abril de 2005 dictada por la
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, de Familia y del Trabajo de
Marcos Juárez, solamente en cuanto a lo decidido en materia de gastos
causídicos.
II. Sin costas, en ambas instancias impugnativas, atento la naturaleza de la
cuestión planteada (art. 107 de la ley 8226; hoy art. 112, ley 9459). Protocolícese e
incorpórese copia.
FDO.: ADRUET – BLANC DE ARABEL –SESIN
"LA UNIVERSAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS S.A. C/ MARIO BRUSA Y OTRA -ORDINARIO - APELACIÓN - RECURSO DE CASACIÓN" - (Expte. "L"-10/06)

También podría gustarte