Está en la página 1de 5

La historia reciente en la escuela: propuestas para pensar históricamente.

La escuela, entre la historia y la memoria:


En los últimos años la sociedad lleva a cabo la práctica de la memoria, donde se
confronta al pasado es una especia de “obsesión”. Está presente en el cotidiano para su
debate, una discusión entre si olvidamos o recordamos los traumas como sociedad. Sin
embargo, esto forma parte indisociable de la memoria colectiva.
Es la escuela la primera en tomar una posición al respecto. Pero acarrea consigo ciertas
dificultades para abordar la historia recién. Es decir, la escuela atravesada por visiones
dispares sobre el pasado, traídos al presente, y no se llega a consensos que sirvan como
base para empezar a abordar los nuevos acontecimientos.
Usualmente las investigaciones sobre la enseñanza de la historia, se ocupan de estudiar
la comprensión de los contenidos históricos, el razonamiento y la comprensión frente a
los textos. En cambio, la historia como memoria colectiva es algo reciente, al punto en
que los historiadores aun discuten que tan reciente debe ser. Esto quizás se da porque, al
profundizar sobre lo reciente, revele puntos frágiles y conflictivos como sociedad.
Efectivamente el rol cultural y político influirán en la enseñanza del pasado. El interés
sobre que se enseña depende de cada contexto: aquellas sociedades democráticas que
sufrieron enfrentamientos civiles internos o guerras, la revisión de este pasado intentará
reivindicar sostenidamente el funcionamiento del sistema democrático, contraponiendo
el otro comportamiento bajo condicionantes morales como “malo y traumático”. Esto
suele apreciarse en casos donde busca dar reparaciones a las víctimas. Las sociedades
se enfrentan a la incertidumbre del futuro, buscando reafianzarse socialmente al pasado.
Muchos recuerdos no se expresar de forma homogénea en la sociedad. Suele darse
apropiaciones del pasado reciente en función a los discursos hegemónicos presentes. El
presente moldea el pasado y al futuro que la sociedad colectiva imagina; es desde el
presente donde se “arregla” ese pasado conflictivo para mantener la paz frente a un
futuro incierto evitando así que peligre. En otros casos las sociedades transitan los
traumas en silencio y olvido, donde las escuelas son primordiales en la impartición del
conocimiento (El franquismo en España). Pero también hay ejemplos donde los
traumas no resueltos del pasado siguen abiertos, donde el olvido y el silencio se rechaza
(juicio a los militares Arg).
Todavía se aprecia que, frente a determinados contexto, se produce selecciones y
recortes intencionados, donde algunas historias son escuchadas y otras olvidadas. Esto
se explica en que hay historias débiles contra historias fuertes. En el caso del
Holocausto, por ejemplo, no fue hasta décadas posteriores a la guerra fría en la que
empezó a tener mayor fuerza. Sin embargo, no muchos no lo consideraban como
memoria colectiva por fuera de los grupos que la transitaron: alemanes, judíos o
europeos, en general. No se veían afectados políticamente, quizás solo en lo moral
(dado al genocidio).
Sin embargo, como enseñantes de la historia, debemos trabajos en reconstruir la historia
desde una memoria política y no de una historia sesgada por la moral, que solo logra
simplificar los acontecimientos. La enseñanza de la historia es reponer el sentido crítico
y contextual que la memoria colectiva excluye para no confrontar su pasado.
Enseñanza de la historia y memoria colectiva: un desafío global.
La revisión del pasado se ha transformado en una “guerra cultural” por los contenidos
históricos. Se debe a las tensiones irresueltas en el recuerdo social y la proyección que
esperan distintos grupos el futuro. Se distinguen dos grupos: la racionalidad crítica de la
ilustración y la emotividad identitaria del romanticismo. En los inicios de la enseñanza
de la historia se pensaban moldear las identidades nacionales, pero desde mediados de
siglo XX los instruccionales e ilustrados comenzaron a enseñar a pensar críticamente
sobre el pasado, siendo consagrado como central tema de enseñanza de la historia. Si
bien se piensa que esta concepción solapó la enseñanza romántica, nunca
desaparecieron. Incluso en la actualidad vemos en los manuales los contenidos relativos
que ponen a la historia como pilar fundamentales de las representaciones
socioculturales. Aquí se encuentra la historia oficial.
Podemos ver como distintos estados nacionales presentan dificultades al momento de
referirse a procesos de la memoria global. Ej: EE. UU, Rusia, China, España, Chile.
Historia Reciente: Un campo en discusión.
Uno de los mayores conflictos que se presenta, en la indefinición del objeto de estudio.
Surgió apenas terminada la 2da Guerra Mundial, donde no podían dejar dilatar tiempo
que exigía el positivismo para las producciones historiográficas. Franco y Levín
sostienen que es posible plantear que la historia reciente se define por las inquietudes
que interpelan a una sociedad en un contexto particular y transforma los hechos pasados
en problemas actuales. Es sencillo, sin inquietud no hay problematización del pasado.
Por este motivo es que uno de los criterios usado para definir el objeto de la historia
reciente es los “traumas” de un pasado no superado y que se proyecta en el presente.
Otra definición relaciona la historia con la memoria colectiva. Definir con precisión sus
diferencias, sus similitudes y sus vinculaciones es fundamental por sus implicancias
didácticas para la enseñanza de la historia. Sabemos que tanto la historia como la
memoria colectiva son herramientas actuales, que se definen por su manera en indagar
el pasado, con respectivas metodologías, objetivos, etc.
La historia reciente como objetiva //////////// la memoria como subjetiva.
La propuesta superadora es tomar ambos registros sin desconocer que son dos maneras
de comprender el pasado. Para Ricoeur, la historia se relacionará con el discurso de la
memoria con aporte documental (construcción de la memoria), un modo explicativo
(narración histórica que despliega la explicación sobre el pasado) y otro crítico (pondrá
bajo juicio crítico a los discursos de la memoria).
La transmisión de los contenidos en el aula. Hacia el pensar históricamente.
¿Qué desafíos implica tratar los traumas de la historia reciente? a- suelen referirse a
hechos que contradicen los objetivo humanistas y liberales de la modernidad clásica,
ponen en entredicho los valores democráticos. b- los procesos traumáticos remiten a la
violencia del Estado, el mismo estado que pretende transmitir explicaciones históricas
“legítimas y valores”, que en el pasado su propia práctica ha violado sistemáticamente.
c- la enseñanza de los eventos traumáticos de la historia reciente contradicen las bases
tradicionales sobre las cuales se ha sostenido la enseñanza de la historia en la escuela.
Es decir, los eventos traumáticos en muchos casos llevan a replantear la función
histórica del estado-nación moderno, contradicen la ética de las sociedades
democráticas.
El tratamiento de contenido traumático de la historia reciente pone a la escuela el
desafío de trabajar sobre cuestione socialmente controvertidas, sobre un pasado que un
tiene incidencia en la sociedad, por el ejemplo el golpe del 76’.
¿Como enseñar una historia reciente donde posiblemente los sujetos que la vivenciaron,
aún están vivos? La escuela debe ejercer una política activa que no rechace trata los
problemas del pasado reciente. No significa que la escuela deba solapar las disputas y
controversias que persisten en la matriz social, pero si incorporarla. La adquisición del
conocimiento histórico está influenciada por valores sociales, individuales y la ideología
de los sujetos. Por tanto, existen varias interpretaciones sobre el mismo acontecimiento.
¿Cómo encarar la transmisión de acontecimientos controvertidos? Primero, que se
explicite al alumnado la importancia del pasado reciente y su valor en la sociedad. Es de
suma importancia despojar a los alumnos de las cargas morales y tensionar su
comprensión con otras posturas emergentes.
Además de proporcionar al alumno las explicaciones para que puedan situar las causas
de los fenómenos en contextos más amplios. Marcando una distancia de la visión
erudita del conocimiento histórico, los sujetos demandan la necesidad de incluir
metodología histórica que conecte el pasado histórico con las necesidades y urgencias
del presente. Hace uno del conocimiento histórico para comprender las sociedades
actuales, conflictos y dinámicas. Es necesario llevar este párrafo a cabo para que los
alumnos se sientan parte de un presente histórico que no es natural, sino construido.
Conflicto cognitivo y cambio conceptual. Una propuesta de trabajo.
La tarea del docente es de guía y proporcionado de aprendizaje significativos para la
superación de ciertos obstáculos, para poder lograr esto el docente puede poner en
conflictos saberes que lleven a los alumnos a desarrollar una actividad cognitiva más
propia y autónoma. Al ir presentándose estos conflictos, deberá proporcionar el clima
para posibilitar el pensamiento autónomo. Un lugar en donde sea abierto para que el
alumno plantee sus dudas y que se pongan en actividad sus esquemas adquiridos. El
problema propuesto tendrá que orientar a que ellos tomen sus propias decisiones.
Es muy importante para estas estrategias plantear tareas previas con los alumnos. Un
conjunto de hipótesis y representaciones que ponen en juego el aprendizaje de los
contenidos escolares. Viéndolo desde una perspectiva constructivista, son producto de la
interacción social y de las prácticas sociales del individuo en su vida cotidiana. Son
centrales para el aprendizaje, porque están vinculadas a otras redes semíticas que los
alumnos utilizan como interpretación de la información que se les presenta en la
escuela.
Poner en práctica una estrategia basada en el conflicto cognitivo es un requisito
necesario, pero no suficiente, porque no siempre producen un cambio conceptual y muy
pocas veces los conceptos erróneos son reemplazados y coexisten con los nuevos. Esto
sucede por la estrecha relación entre el contenido histórico y las posturas afectivas e
ideológicas del sujeto. Capaz hay que contemplarlo a esta estrategia con explicaciones
de los docentes sobre conceptos de alto nivel de atracción o con la correcta organización
del tiempo histórico, etc.
El rol Docente.
Contribuye a la formación de la conciencia histórica de la comunidad y a su
participación. Los contenidos del pasado reciente refieren a cuestiones delicadas para su
abordaje pedagógico. Lo que suele ocurrir es que muchas veces los docentes no esta los
suficientemente capacitados para tratar estas cuestiones. Estas capacitaciones deberían
ofrecer las instituciones responsables, por la importa de tradiciones escolares y culturas
institucionales de la trasmisión de los contenidos conflictivos reciente, que implica
tratar temas que generan conflictos en el aula y que “obliga” al docente a explicar sus
supuestos ideológicos (no siempre sucede), que muestra cierta “objetividad” o
“neutralidad” a la hora de enseñar historia. Hay muchos profesores que evitan tratar
estos temas y los que lo hacen se ven constreñidos por las demandas temporales que
conllevan el cumplimiento efectivo con el programa curricular. Es una responsabilidad
ineludible de las instituciones escolares y los organismos oficiales proporcionar las
condiciones pedagógicas necesarias para el abordaje de tales contenidos. Hay que tener
en cuenta que el docente cuenta con la libertad para proponer sus propias estrategias. La
actividad principal estará orientada a “gestionar el diseño”, valorando el punto de vista
de los alumnos.
Una tarea primordial será intervenir cuando las discusiones en el aula se trasladen hacia
posiciones “relativistas” que tiendan a negar los acontecimientos traumáticos o crimen
aberrantes. Las investigaciones históricas son una herramienta ineludible para advertir
sobre posiciones “negacioncitas” que se han cometido por diversos motivos.
Los recursos didácticos.
Pueden emplearse diverso recurso, como los tradicionales y el empleo de múltiples
fuentes como la historia oral. Este abordaje puede promover un alumnado crítico y
activo en la compresión del pasado. La tarea de la enseñanza escolar es incluir
herramientas que permita procesar memorias en el juego para promover el dialogo. Otra
herramienta es la inclusión del debate entre alumnados, la participación activa del
alumnado en el análisis y la investigación de eventos históricos conflictivos puede ser
un elemento positivo en su futura participación como ciudadanos. Es indispensable que
el docente habilite intercambios que relaciones nuevos conocimientos y reflexiones
propias de los alumnos, en el marco de discusiones que trabajen las multiperpectiva de
las explicaciones históricas.
Recomponer la memoria, pensar el conflicto.
Las controversias a la conformación de la memoria colectiva que tuvieron y tienen lugar
en distintos países del sigloXX e inicios del siglo XXI expresan los conflictos
suscitados en las sociedades contemporáneas, este tipo de conflictos se inserta en un
contexto internacional atravesado por una “memoria global” que enfatiza el recuerdo de
episodios traumáticos. Si bien cada sociedad tiene su modelo especifico de confrontar
su pasado, en todos los conflictos está presente el ejercicio de una violencia estatal que
no puede ser asimilada por la conciencia democrática de nuestra época.
La escuela tiene el rol central como espacio de trasmisión del pasado reciente y su
compresión crítica y activa de la historia, que debe tener una política activa en la
trasmisión, compresión y análisis histórico sobre por qué ocurrió esa violencia en el
pasado. Entonces, se debe repensar las continuidades y los quiebres entre estructuras
sociales y las mentalidades de los hombres que hicieron ese pasado y lo que hacen su
presente, facilitara la compresión activa y el compromiso de los alumnos con el proceso
de enseñanza-aprendizaje.
La enseñanza de la historia es uno de los pocos ámbitos disciplinares donde los jóvenes
pueden apropiarse críticamente del pasado, evaluar diferentes fuentes históricas,
contraponer diversas interpretaciones sobre los acontecimientos, intercambiar ideas y
puntos de vistas. Pensar el pasado reciente implica proporcionar una compresión
formada desde a multiperpectiva, recreando los contextos históricos en su dimensión
más estructurada y reponiendo las motivaciones de los actores sociales de cada época.
Comprender cuales fueron las motivaciones por lo que se llevaron diversas atrocidades
a ponerse en marchas y que factores sociales se les permitió (por ejemplo, el genocidio).

También podría gustarte