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CRONICA

REUNION SOBRE EL ESPINAL

Durante los días 2 y 3 de julio próximo pasado tuvo lugar en el complejo


turístico de la Universidad Nacional de Córdoba situado en Vaquerías,
Valle Hermoso, una reunión para discutir problemas relacionados con el
Espinal.
Participaron de la misma investigadores de distintos centros, pero la- >.
mentablemente por razones circunstanciales no pudieron asistir algunos
investigadores que habían anunciado su concurrencia.
Se expusieron suscintamente los trabajos realizados sobre esa área co¬
menzando por el Dr. Angel Cabrera del Museo de La Plata quien hizo
una breve reseña sobre la detección del Espinal por Engler -y el geógrafo
italiano Rovereto y al mismo tiempo esbozó sus límites y características ge¬
nerales. A continuación el Dr. J. P. Lewis de la Universidad Nacional de
Rosario relató los resultados de una prospección general del área que per¬
mitió dividir al Espinal por sus características fisonómicas y florísticas en
dos sectores y ocho distritos: Sector de los bosques con los distritos de
los Palmares de Butia yatay, Entrerrianense, Cordubense, Central y Pam-
pense y Sector de las sabanas arboladas con los distritos Uruguayense, Sanc-
tafidense y Psamofítico. Luego el Dr. R. Luti y sus colaboradores B. Brons-
tein y M. A. Herrera de .la Universidad Nacional de Córdoba se refirió al
estudio de ecosistemas situados al norte de la' laguna de Mar Chiquita donde
han detectado cuatro tipos de unidades fisonómicas originadas por la fluctua¬
ción y nivel de las aguas que desembocan en la laguna. En ellas se ha proyec¬
tado estudiar la dinámica de las mismas, productividad primaria y flujo de
energía. E. Gómez del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Pro¬
vincia de Córdoba relató los trabaios realizados sobre la fijación y control
de médanos en el sur de la provincia de Córdoba. Finalmente los inge¬
nieros A. Bernardón y C. Marengo hicieron una breve reseña sobre los
trabajos realizados en los pastizales de San Luis y los llanos de la Rioja.
En el área medanosa del sur de San Luis la climax tiene como dominante
al Sorghastrum pellitum que es una buena forrajera. Según la presión de
pastoreo, el pastizal tiende a degradarse variando la composición, florísticá
del mismo y terminando por ser el chañar (Geojfroea decorticans) que forma
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isletas que pueden tener un área considerable. En los llanos de La Rioja


se están conduciendo trabajos para determinar condición y tendencia del
pastizal y la receptividad ganadera del mismo.
Por último se discutió la información presentada y se llegó a las conclu¬
siones que se resumen a continuación.
Se recomienda que el trabajo sucesivo en el área se realice en escala más
grande y se reúna información básica sobre el ambiente: clima y suelo y
comunidades que permitan definir los economistas que allí se encuentran
y estudiar, aunque en un principio no sea sino en forma rudimentaria, pro¬
ductividad primaria y dinámica de los mismos. Que los trabajos se con¬
centren en la evaluación de los recursos naturales del área, su estado y
tendencia de modo que puedan elaborarse normas de manejo y conservación
de los mismos. La información podría canalizarse a través de los centros
de investigación que se encuentran en el área centralizándose en tres por¬
ciones de la misma que presentan características diferenciales en cuanto al
tipo de problemas: Entre Ríos, Santa Fé, Centro y Sur de Córdoba-San
Luis-La. Pampa. Finalmente que este tipo de reunión en que se vuelca
información obtenida, se discuten problemas comunes a un área y se aúnan
criterios sobre ios mismos y metodología, se repitan como mesas redondas
o simposia en forma periódica paralelamente a las reuniones anuales de
la Sociedad Argentina de Ecología o de Botánica o en forma independiente.

Nómina de asistentes

Arias Amilcar L. Lewis Juan Pablo


Beeskow Ana María Luti Ricardo
Bemardón Abel Marengo Carlos
Bronstein Gustavo Menghi Mirta
Cabrera Angel L. Montaña Carlos
Castells Alfredo J. Neme Atilio Mario
Collantes Marta Beatriz Nienstedt Ernesto F.
Fernández Héctor Jorge Roque Garzón Julio M.
Ferreira Nélida Müller de Sayago Filormo F.
Gómez Enzo Manuel Sipowicz Diana Inés
Herrera Miguel Angel Solís María A. Bertrán de
Latorre Alberto O. Zardini Elsa M.
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Dr. MARCELINO SAYAGO


Su Fallecimiento (5 de Setiembre de 1972)

Nacido en Belén, Provincia de Catamarca en 1895.


Cursó estudios técnicos de Agronomía y Sacarotecnia en Tucumán, y pos¬
teriormente ingresó a la Escuela de Ciencias Naturales de la Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Cór¬
doba, donde obtuvo el título de Dr. en Ciencias Naturales, Especialidad
Botánica.
En dicha Escuela se inició como Jefe de Trabajos Prácticos de Botá¬
nica I y II, desempeñándose posteriormente como Profesor Encargado,
luego Profesor Titular por Concurso y finalmente Profesor Titular con
Dedicación Exclusiva, en varias Cátedras.
• Había también completado la Carrera Docente, obteniendo el título de
Venia Docenti de la Facultad.
A su Jubilación, producida en 1964, actuaba como Profesor Titular de
Dedicación Exclusiva de “Botánica General” y “Morfología. Vegetal”.
Hasta 1945, el Dr. Sayago había ocupado diversos cargos técnicos en
las Direcciones de Riego y de Catastro de la Provincia de Córdoba.
Al momento de su fallecimiento, era Investigador Jubilado de la Fa¬
cultad. El Dr. Sayago era Miembro Titular de la Academia Nacional de
Ciencias de Córdoba; Socio Activo de la Sociedad Argentina de Botánica;
Miembro de Comité Córdoba para el Estudio de las Regiones Aridas y
Semiáridas; Miembro del Comité Córdoba de Conservación de la Natu¬
raleza y Socio de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos (Gaea).
Además de la Cátedra, ha participado activamente en Congresos, Reu¬
niones y Jornadas varias y en el dictado de Cursillos y Conferencias.
Entre los trabajos realizados, particularmente de índole morfológica y fi-
togeográfica, merece especial mención Estudio Fitogeográfico del Norte
de la Provincia de Córdoba, con el correspondiente mapa de vegetación
y que fuera publicado por la Academia Nacional de Ciencias, labor en la
que invirtiera más de 20 años de actividad de campo en particular.
Científico responsable e investigador infatigable, el Dr. Marcelino Sa¬
yago supo prodigarse plenamente con sus discípulos y colegas, mereciendo
el respeto y afecto de quienes lo trataron.
Numerosos docentes e investigadores de la Escuela de Ciencias Natu¬
rales, que se contaron entre sus alumnos, orientan hoy a las nuevas gene¬
raciones de estudiantes.
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SEMBLANZA DEL DOCTOR MARTIN CARDENAS HERMOSA
Botánico Boliviano
12-XI-1899 - 14-11-1973

Conocí al Dr. Martín Cárdenas Hermosa, durante su primera visita a


Cuzco el 15 de marzo de 1943. En tal ocasión llegó siendo Rector de la
Universidad de San Simón de Cochabamba, (Bolivia). Aquel entonces y
siempre como viajero inquieto y ávido de conocimientos y sensaciones nue¬
vas, y estudioso de vasta cultura intelectual. En tal ocasión manifestó per¬
sonalmente que Cuzco, desde tiempos atrás, constituía para él una de sus
metas, de sus anhelos de interés especial. Así consta cuando escribió al
partir de retorno a su país: “Con un recuerdo imborrable de mi visita a
la soberbia capital Arqueológica de América. . . me despido de Cuzco, ciudad
que llama a toda persona de origen indoperuano como yo”. Así pues tuve
en tal oportunidad la suerte de ganar y profundizar una amistad que, con
el trascurso' del tiempo, se hizo edificante y muy útil para nuestras mutuas
relaciones de índole amical y científica; tanto, más que cuando encontramos
ambos estrechos puntos de vista interés y contacto en el estudio de temas
que, independientemente, habíamos afrontado en nuestros respectivos paí¬
ses, sucedió asi con los Solanum, ( tuberíferos ) y especies del género Ama¬
ryllis. Con tales motivos sostuvimos activa correspondencia y, en las va¬
rias oportunidades que el destino nos juntó al participar en eventos de ca¬
rácter profesional, compartimos y discutimos en charlas muy provechosas
temas de interés mutuo.
De especial significado y recuerdo fue nuestra estadía, durante casi dos
meses, en Bogotá, capital de la república de Colombia, el año de 1950, pues
a favor de una ayuda de la Fundación de Rockefeller, el Dr. Cárdenas y
otros sudamericanos nos reunimos en dicha capital, para estudiar los pro¬
blemas concernientes a la papa, y bajo la dirección y consejo amistoso del
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especialista y amigo, Dr. John G. Hawkes, de nacionalidad inglesa y mun¬


dialmente conocido a la fecha.
Después, Don Martín (como cariñosamente le llamé), visitó dos veces
más el Cuzco, la segunda vez en comisión botánica con el fin de colectar,
dentro de un amplio programa internacional, los tubérculos “menores”:
ullicos, (Ullicus tuberosum) , oca,( Oxalis tuberosa), etc. Con el material
obtenido emprendió tareas de investigación, hallándose los resultados pu¬
blicados en : “Estudios sobre tubérculos alimenticios de los Andes”, ( Co¬
municaciones de Turrialba, Costa Rica, págs. 5021, 1958).
Su particular sensibilidad, gran interés, inquietud y admiración por las
culturas desarrolladas en estas serranías, le condujo a visitar por tercera vez
el Cuzco, a modo1 de colectar muestras de quinuas, ( Chenopodium quinua).
Fue en esta ocasión que, por suerte y casualidad nos encontramos en la
ciudadela arqueológica de Machupijchu, repasando afanosamente sus hue¬
llas de las dos visitas anteriores cumplidas a tan atrayente lugar.
Por todo lo que antecede y porque me dispensó una amistad y confianza
leal, es que he acogido con suma simpatía y decisión la solicitud del gran
botánico argentino y amigo mío, Dr. Don Angel L. Cabrera, para escribir
la presente semblanza, que conlleva la emoción del recuerdo imperecedero
a la memoria de Don Martín.
Nacido en Cochabamba, (Bolivia), el 12 de Noviembre de 1899, como
él mismo afirma en una de sus últimas obras, de padres modestos; vivió
e hizo sus primeras letras en su ciudad natal. Luego se trasladó a la ca¬
pital, La Paz, donde emprendió estudios superiores en la Universidad de
San Andrés, en el Instituto Superior, Sección Ciencias Biológicas, con el
fin de capacitarse para pedagogo en la enseñanza de las expresadas ciencias.
Empero poco antes de graduarse fue propuesto por el Gobierno de Bolivia,
para enrolarse en la Expedición Botánica Mulford, (USA), que debía ex¬
plorar la zona Amazónica. Dicha expedición estuvo encabezada por el
médico y botánico Dr. H. H. Rusby.
Al término de su compromiso en dicha expedición, la cual fue casi de
un año de duración y llena de incidentes, a cual más peligrosos, pero de
enorme experiencia y provechosos para su información profesional, el Dr.
Cárdenas retornó a la Paz, graduándose de Profesor en Ciencias Biológicas.
Su intervención activa e inteligente, asi como atenta e interesada en el
estudio de la botánica patria, le sirvieron de gran base, asi también para
su definitiva dedicación a la investigación de la flora de su país, afición y
vocación que genéticamente poseía, según el mismo reconoce en su padre,
y de acuerdo a sus palabras: “aunque hijo de un hombre casi iletrado, he
debido heredar de mi progenitor, su predilección por los viajes a las mon¬
tañas selváticas”, (Cap. I, pág. 7, “Memorias de un Naturalista” Cochabam¬
ba, 1973). Al referir su experiencia en la Expedición Mulford, manifiesta:
“Como Rusby era docente de vocación, me explicaba a cada paso, la ta¬
xonomía de las plantas que encontrábamos. Asi resulté haciendo un ver¬
dadero curso de postgraduado, bajo la dirección de un gran profesor en el
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habitat mismo de esa extraordinaria vegetación del Alto Amazonas y la


ayuda valiosa de una biblioteca que llevaba la Expedición. No habría hecho
seguramente un curso mejor en una Universidad americana. Cuando el
Dr. Rusby escribió una carta al Ministro de Instrucción en La Paz inme¬
diatamente después de nuestra incorporación a este selecto grupo de cien¬
tíficos, dijo que había encontrado en mí, un joven capaz y honesto y que
en su opinión, llegaría a ser un buen botánico. Todas estas circunstancias,
iban definiendo y estimulando en alto grado mi dedicación a los trabajos
botánicos”.
Después de su graduación, del año 1922 al 1930 tuvo a su cargo la en¬
señanza de asignaturas de Ciencias Biológicas, en el Instituto1 en el cual
había estudiado y graduado; haciendo énfasis durante el desarrollo de tales
asignaturas en la importancia del conocimiento de la flora de su país. Luego
el año de 1931 fue nombrado Director y Profesor de Ciencias Naturales
del Colegio “Pichincha” en Potosí; donde aprovechando de su estadía rea¬
lizó expediciones y trabajos botánicos de altiplano.
En años sucesivos visita Chile y otros países sudamericanos. El año de
1933 fue comisionado por el Gobierno de su patria para visitar los Estados
Unidos de Norte América, y en particular el Departamento de Agricultura,.
con el fin de adquirir conocimientos y la técnica necesaria para el cultivo
de la Cinchona, pues se iba a construir en dicho país una planta procesa-
dora de quina.
En agosto del año de 1937, Dr. Honoris Causa, se hizo cargo del Rec¬
torado de la Universidad de San Simón de Cochabamba,' después de una
campaña tormentosa del claustro de dicha Universidad, y como para ter¬
minar y mediar la situación reinante. Ya de Rector emprendió una dura
tarea de reorganización y modernización tratando de orientar la Universidad
por mejores cauces. Su período Rectoral concluía en agosto de 1940, cuando
todavía se encontraba delicado de salud, después de un grave accidente que
sufrió durante una expedición botánica. Estando decidido a dedicarse a las
actividades docentes y de investigación fue propuesto para un segundo
período, recibiendo el ánimo del Dr. Prof. Lipschutz, a fin de que aceptara
la designación; en momentos recibe carta de dicho profesional en la cual
le manifiesta: “Sin tener derecho a intervenir en cuestiones como la elec¬

ción de Rector, ( el mencionado Profesor era extranjero contratado para

la Facultad de Medicina ), le sugiero quedar por un período más a la
cabeza de esa Universidad a fin de continuar su obra de organización aca-
démica, porque el fracaso de las Universidades Latinoamericanas, se debe
:a que éstas están en mano de personas de cultura jurídica o literaria que
ingnoran las dos finalidades de la Universidad que son la ENSEÑANZA
Y LA INVESTIGACION”. De tal -manera siguió por otro período hasta
1943. Al final de dicho tiempo, fue consagrado por tercera vez en el cargo
de Rector, que dejó a su finalización el año 1946; después de una brillante
participación en la reorganización de la Universidad a su cargo.
En varias oportunidades, «desde más o menos el año 1938, y en adelante,
representó a su país exitosamente en reuniones científicas internacionales
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realizadas en América y Europa. Este último continente visito el año 1944,


invitado por el Consejo Británico (British Council), concretamente Ingla¬
terra y en la Universidad de Cambridge, asociado con el Dr. J. G. Hawkes,
estudió problemas relacionados con la papa alrededor de un año.
A su regreso a su Universidad reanuda sus tareas de Rector y maestro
de las asignaturas tales, Genética, Fitopatología. En agosto del año 1946
deja el Rectorado y como él mismo dice en su libro “Memorias de un Na¬
turalista”, (página 133), “Mi relevo de las funciones de Rector, me per¬
mitió realizar con más frecuencia los viajes botánicos dedicados no solamente
a la recolección de ejemplares de la flora general de Bolivia, sino también
a la de plantas de valor económico y en particular las papas silvestres y
cultivadas”. Asi realiza numerosos viajes por el extenso territorio de Boli¬
via, en especial a sus valles selváticos, en veces acompañando a botánicos
extranjeros que llegaban a su país en afanes de estudio y colección de plan¬
tas silvestres o cultivadas. Es asi que durante su fructífera carrera de maes¬
tro e investigador, e infatigable explorador, formó un rico herbario que
pasa de los seis mil números, cuyos duplicados se hallan depositados en
los principales herbarios de Europa y América. Siendo como Don Martín
lo afirma: “El autor ha recorrido quizás como nadie el extenso territorio
nacional en el curso de cincuenta años, a pie, a muía, en balsa, en batelón,
en carreta de bueyes, en jeep, en camioneta o camión, en lancha de vapor
y avión”. (Introduce, a “Memorias de un Naturalista”, pág. 4, 1973).
Es asi que obtuvo material del género Solanum, ( tuberíferas ) , gran número
de especies silvestres, muchas de las cuales describió como nuevas. Asi¬
mismo llamó su atención y dedicación las plantas suculentas de la familia
de las Cactaceae, habiendo descubierto y descripto alrededor de 120 es¬
pecies nuevas y con cuatro géneros. Habiéndose inclinado su atención a
las Amaryllis de su país por estímulo de su colega Dr. Ira S. Nelson, (USA).,
desde el año de 1954, luego asociado a dicho Profesor, trabajó intensa¬
mente, buscando material vivo de tan bello y valioso género de plantas
ornamentales, con éxito tal que encontró y describió numerosas especies
nuevas, indicando en un artículo dedicado al Dr. Nelson, lo siguiente:
“Prof. Ira S. Nelson and myself were very cordial friends and we had in
common the background of exploration for new Amaryllis species”. Como
prueba de amistad y adhesión dedicó Don Martín a dicho colega, la nueva
especie, Amaryllis nelsonii. Con tales trabajos tenía en mente publicar
una revisión del género Amaryllis de Bolivia.
En sus diversas publicaciones denota el Dr. Cárdenas, su poderosa
mentalidad, ágil y concreto en la descripción, erudito y acucioso en el
detalle, ameno en el lenguaje; cualidades que no siempre son comunes
y que se pueden apreciar en sus varios libros últimamente publicados.
Así en su “Manual de Flautas Económicas de Bolivia”, 1969, dedicado a los
Dres. O. E. White y S. M. Bukasov, en sus 420 páginas, se advierte,
además de la riqueza y dominio de la documentación, la maestría y claridad
del lenguaje expositivo. Creyendo interesante incluyo enseguida los úl-
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timos renglones de la Introducción del citado libro: “Por lo demás, no


recibimos apoyo ni ayuda económica alguna de las reparticiones guber¬
namentales ni universitarias. En consecuencia, este Manual de las Plantas
Económicas de Bolivia, aún sin considerar el valor de su contenido, tiene
el mérito de haber sido concebido, preparado y puesto al servicio de los
intereses económicos del país, por un docente botánico boliviano, en un
medio atrasado, indiferente para toda inquietud científica, sino mas bien
agresivo a causa de su propia incultura y muy pobre económicamente”.
Los comentarios huelgan.
Su publicación correspondiente al título, “Disertaciones Botánicas y Ame¬
nidades Biológicas” ( 1969); en la primera parte, que es botánica, se ocupa
documentalmente y con bastante conocimiento de aspectos biográficos ( Bo¬
tánicos Autodidactas de Bolivia), y describe motivos sobresalientes de la
flora boliviana, subrayando la riqueza de plantas ornamentales, posible¬
mente aprovechables para introducirlos en jardinería. También se ocupa
de la “Etnobotánica nativa”, relacionándola con la agricultura y la era
que el autor llama “era genética” y el origen de las plantas domesticadas
en esta parte del Nuevo Mundo. En el Capítulo “La Puna boliviana”
afirma, son “pocos los trabajos botánicos relacionados con la flora de la
Puna”, y anota estudios y publicaciones de autores extranjeros que han
realizado trabajos referentes a dicha formación y en particular a la “puna
boliviana”, aunque generalizando1 al sistema Andino, que en lo que res¬
pecto al que escribe ha colectado y escrito algo qué puede merecer aten¬
ción al respecto. A dicha formación el Dr. Cárdenas que llama “puna”,
en el Norte y Centro del Perú, se conoce con el término de “jalea” voz
posiblemente derivada del quéchua hallca, que significa alturas lejanas;
Don Martín a los efectos de la altura y del aire enrarecido apunta como
“apunarse”, en Perú se conoce el vocablo quéchua “soroche”. En “Los
gigantes Solitarios de la alta Cordillera Andina”, comenta la impresionante
y extraña palmiforme Bromeliaceae, “Puya raimondi”, que en Bolivia se
encuentra en varias localidades formando conjuntos extensos alrededor
de un kilómetro de extensión; nosotros también en el Sur de Perú hemos
localizado' formaciones extensas de tan hermosa planta; que como afirma
el Dr. Cárdenas, los nativos tratan de destruirla; en efecto en los lugares
por nosotros observados también existe, la misma tendencia destructora;
los nativos dicen por que causa daño a sus animales,* y utilizan la resina
como combustible y para la brujería y medicina.
“La quina en Bolivia”, constituye un capítulo muy interesante del mismo
libro y comenta con abundancia de datos bibliográficos, entre los que re¬
salta Peruvian Bark de Sir C. R. Markham (1880), y otras obras no
menos importantes. El que escribe recomienda para el mismo tema Viajes
a los Valles de la Quina del francés Paul Marcoy (1870), quien exploró
los valles del Sur de Perú, Marcapata (en Cuzco), y Carabaya (en Puno);
también en demanda de cascarilla.
Finalmente en la segunda parte del nombrado libro el Dr. Cárdenas
comenta con conceptos biológicos y filosóficos, con amplio conocimiento
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y profundo espíritu observador de analista, las causas de la decadencia


actual que aflige a la humanidad toda, señalando las bases y causas de
la “agresividad”, angustia e inseguridad del hombre actual supercivili-
zado y su sumisión a fenómenos económicos-sociales de la hora presente,
y que el autor interpreta de manera muy conceptuosa e innegable.
Su obra postuma Memorias de un Naturalista, que salió de las prensas,
más de un mes antes de su muy sentido deceso, y que pasa de las 400
páginas, es un recuento breve de sus exploraciones botánicas a todo el
largo y ancho de su patria, realizadas con fervor y misticismo “de un
raro naturalista boliviano que durante cincuenta años se dedicó exclusiva¬
mente a enseñar lo que sabía y a aprender de la Naturaleza, la vida de
las plantas para su deleite espiritual, lejos del teatro social de la vida”,
al decir de sus últimas palabras en la nombrada obra.
Sus actividades profesionales, después de su aburado y voluntario re¬
tiro de la docencia universitaria en I960, a raíz de desórdenes lamentables
ocurridos en el claustro universitario, contra los cuales protestó altiva y
decididamente, se compartieron entre expediciones botánicas en compañía
de visitantes extranjeros o con sus compatriotas, asi como también en con¬
ferencias y cursillos dentro y fuera de su patria; y en la preparación de
sus libros ya antes mencionados para su consiguiente publicación. Entre
los viajes en el período de 1966 al 1972, cabe destacar el realizado en
abril de 1966, con el Dr. D.' H. Timothy de la Universidad de North
Carolina, especialista en maíz, en busca de ejemplares de Tripsacum aus-
trale. Asimismo son de recordar sus exploraciones en busca de especies
del género Amaryllis con otros esforzados estudiosos colegas como L. Do-
ran y Hugh Bush (USA). Además acompañó a otros botánicos entre 1971
y principios de 1972, como la Expedición Británica de la Universidad de
Birmingham, dirigida por nuestro común amigo, Dr. J. G. Hawkes; luego
al especialista en Capsicum, H. Eshbaugh de la Universidad de Miami
y por última a la misión Soviética encabezada por el Prof, Anatoly Pau-
chalsky del Instituto Vavilov de Leningrado, colectando en diversas loca¬
lidades, principalmente papas silvestres y cultivadas.
Asi, en plena actividad, se asoma en su destino, irremediablemente la
amenaza de la grave dolencia qúe le venía aquejando, hasta que en la
madrugada del 15 de febrero del presente año se apaga tan fecunda vida.
Al finalizar estas líneas en homenaje y recuerdo del amigo y científico,
debo, además testimoniar que, como amigo fue un cumplido caballero,
cordial y sincero, afable y siempre empeñado en cumplir promesas; y fue
científico esforzado, de vocación, enteramente dedicado a sus afanes de
investigar, acucioso y valiente en todos los. momentos que le tocó actuar.
Al partir definitivamente deja en su país un vacío que en muchos años
no encontrará sucesor digno de su valía y su dimensión. Bolivia, a per¬
dido un valor de talla difícil de alcanzar. Nos inclinamos reverentes y res¬
petuosos ante su nombre. Paz en.su tumba.

J. César Vargas Calderón


Cuzco, Perú, junio 1973
300 BOLETíN DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA XV (2-3), 1973

APENDICE

Según atenta comunicación del Sr. Dr. José L. Márquez muy amigo
del Dr. Martín Cárdenas, “Redactó su testamento serenamente siendo sus
principales disposiciones: Donó su casa en favor del Estado y Gobierno
de Bolivia. Su Herbario con 6.000 ejemplares de la flora boliviana al Ins¬
tituto Miguel Lillo de Tucumán, Argentina. Instituyó “Beca canceroló-
gica” para dos médicos jóvenes que deben estudiar en los Estados Unidos
de Norte América los últimos métodos del tratamiento del cáncer, desig¬
nándome su albacea o ejecutor de su última voluntad”. A continuación
se citan sus principales publicaciones y Distinciones, y asociaciones a las
cuales perteneció:
Miembro Honorario1 de la Facultad de Agronomía de la Universidad
de Chile. Profesor Honorario de la Facultad de Farmacia de la Universi¬
dad de San Andrés, de La Paz. Miembro del International Organization
for Succulent Plant Research. Correspondiente del Museo de Historia Na¬
tural de París, Francia, Corresponding Member del Botanical Society of
America. Foreing Member of the Linean Society of London. Miembro
Honorario de la Sociedad Chilena de Entomología. Socio Activo de la
Sociedad Argentina de Botánica. Fellow del Cactus and Succulent Society
of America.
Autor de: New Bolivian Species of Solanum (Tuberarium), Boletín de
la Sociedad Peruana de Botánica, Vol. 5, Nro. 1-3, págs. 9-42. Publicó la
descripción de más de 1 50 especies y tres géneros de la familia Cactaecae
en XLV partes, aparecidas en Cactus and Succulent Journal of America, en
Cactus de Paris, Kakteen und andere Sukkulsnten, de Alemania, Succulenta
de Holanda.
Asociado con el Dr. J. Stevenson, preparó Lista Preliminar de Hongos
de Bolivia, publicada en Lilloa, Tucumán. En 1969, publicó su Manual de
Plantas Económicas de Bolivia, 428 páginas. Poco después, el mismo año
Disertaciones Botánicas y Amenidades Biológicas. Siendo su obra Pós¬
tuma, Memorias de un Naturalista, 1973.
Entre las varias distinciones que recibió:
Medalla de Plata en el Concurso de Conferencias sobre Llistoria y Geo¬
grafía de Bolivia, 1925.
Medalla Mary Soper Pope, del Instituto de Ciencias de Granbrook,
1951.
Medalla al Mérito de la Universidad “San Simón”, el mismo año.
Condecoración “El Cóndor de los Andes”, 1954.
Primera Medalla Agrícola Interamericana, Instituto Interamericano de
Ciencias Agrícolas, 1960.
Medalla William 'Herbert, de The American Plant Life Society (USA),.
1967.
Crónica 301

Medalla de Oro de la H. Alcaldía Municipal de Cochabamba, “Heroina


de la Coronilla”, 1972.
Medalla de Oro, “Premio al Mérito”, Ministerio de Agricultura, 1972.
Profesor Honorario, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 1973.
El Consejo Nacional de Educación Superior, le confirió el 2 de febrero
del presente año ( poco antes de su muerte ) , el título de Rector Hono¬
rario de las Universidades de Bolivia.

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