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Luis Piscoya Investigacion Cientifica y Educacional Un Enfoque Epistemologico Compress
Luis Piscoya Investigacion Cientifica y Educacional Un Enfoque Epistemologico Compress
Un enfoque epistemológico
Luis Piscoya Hermoza
P rofesor P rin cip a l de la
U niversidad N acional M ayor de San M arcos
INVESTIGACION
CIENTIFICA Y
EDUCACIONAL
Un enfoque epistemológico
AMARU
EDITORES
Primera edición: noviembre de 1987
Segunda «lición: abril de 1995
© Amaru Editores
Cubierta: Erik Chtri
Impresión: Editorial Man taro
Jr. Canta 651 - La Victoria
w 4314258 - 4236317
A José Luis y Aurora, mis padres
INDICE
1
ÍV: La formulación de un problema en la investigación educacional
1. La importancia de formular adecuadamente los
problemas educacionales . , . . ..................................... 99
O Problema c ie n tífic o ............................................................. 101
La historicidad de los problemas c ie n tífic o s............ 102
i. Problemas v fronteras disciplinarias............................ 105
Problemas educacionales y fronteras disciplinarias . 106
ii Tipos de p rob lem as............................................................. 107
t, Características relevantes de un problema bien
fo rm u la d o ................................................................................ 108
8. La formulación de un problema educacional . . . . 109
9. Algunas limitaciones a tenerse en cuenta en ¡a for
mulación de problemas .................................................... 115
2
P R O L O G O A L A SE G U N D A E D IC IO N
3
Considerando que nuestro objetivo, en una prim era
aproximación, es fam iliarizar al lector con las propieda
des lógicas que hacen inteligible el funcionam iento del
método de investigación científica y la naturaleza de las
pruebas que adm ite, nos reafirm am os en la actualidad y
pertinencia, en este caso, de la concepción del enunciado,
debido a que proporciona los instrum entos conceptuales
im prescindibles para iniciarse en el análisis lógico del
razonam iento científico y de los m ecanism os que condu
cen al rechazo o a la adm isión de una hipótesis. Esto no
se logra, .con igual eficiencia, recurriendo directam ente a
aproximaciones, como las inscritas dentro de la episte
mología estructural, que teóricam ente presuponen, al me
nos parcialm ente, la concepción del enunciado y que, por
tanto, pedagógicam ente, deben abordarse con posteriori
dad.
4
de uso frecuente en cualquier discusión especializada. Por
ello, hem os decidido enriquecer el glosario, añadiendo
nuevos térm inos o am pliando la definición de los ya exis
tentes en la edición anterior. D e este modo, pretendem os
que el lector em peñado en un estudio serio, encuentre en
el glosario, una ayuda adecuada para conocer el signifi
cado de los conceptos con los que no esté fam iliarizado.
En la m ayor parte de los casos, hem os redactado defini
ciones que, por un lado, estén exentas de las im precisiones
que exhiben algunos vocabularios filosóficos de uso fre
cuente en nuestros m edios académ icos y que, p or otro
lado, no sean tan generales y eruditas com o las conteni
das en un diccionario de filosofía muy serio y de magnitud,
como el de José Ferrater M ora, que es difícilm ente apro
vechable p or nuestros principiantes,, lo que explica que se
hayan publicado versiones sim plificadas que, sin embargo,
no están orientadas hacia la epistem ología.
1
Como se com prende, el sentido esencial de nuestro
trabajo no es la presentacción de reglas m etodológicas
específicas para la planificación o ejecución de proyectos
de investigación, ni la discusión de diseños, ni de m odelos
de informes. L o que se analiza y discute son cuestiones
que se encuentran en los presupuestos lógicos y concep
tuales del m étodo científico, cuyo esclarecim iento es esen
cial para tener una m ejor com prensión, p or ejem plo, de la
naturaleza y validez del razonam ieno científico, de la
lógica en que se apoya, de las lim itaciones con que deben
usarse conceptos tan decisivos com o el de verdad. En otras
palabras, la discusión que proponem os se inscribe em i
nentem ente en el nivel de la filosofía de la ciencia, que es
norm alm ente llam ada Epistem ología, y no en el de la
ciencia misma y su m étodo, que en este caso se convierten
en nuestros objetos de estudio. Por tanto, no pretendem os
enseñar a aplicar reglas específicas, sino contribuir al lo
gro de una com prensión lúcida de lo, que es la ciencia, a
través de una caracterización general de su m étodo y un
examen riguroso dé sus fundam entos.
8
tulo La investigación en ciencias humanas y en educa
ción, hem os concedido un lugar m ayor al concepto de
verdad y a una controversia ya periclitada,. pero lamen
table todavía muy mal com prendida en nuestro medio,
que es la referente a las relaciones entre la lógica m ate
m ática y la conocida com o lógica dialéctica. Asimism o
hem os corregido erratas im portantes y vuelto a redactar
algunos párrafos que lo necesitaban. Tam bién hem os
introducido un conjunto de subtítulos que tienen la fun
ción de facilitar la lectura y destacar algunas ideas, lo
que dism inuye la densidad del m aterial. Finalm ente,
hem os añadido un pequeño glosario, que esperam os que
facilite la comprensión del significado de algunos términos
que consideram os de especial importancia.
9
principalm ente en cum plir con ciertas pautas form ales,
aunque se concluyan banalidades. Estas deficiencias sólo
pueden ser superadas, si el m anejo de las reglas m etodo
lógicas o de los instrum entos estadísticos, es iluminado
p or conceptos que aporten criterios de relevancia y que
perm itan decidir la validez lógica de los argum entos de
los que se vale el investigador.
10
I
LA INVESTIGACION CIENTIFICA
Y SU METODO
LA INVESTIGACION CIENTIFICA Y SU METODO
13
Aspectos epistémicos
1i
internos. Sin embargo, en tanto que los aspectos ex
ternos son importantes para delimitar mejor nuestras
fronteras, resulta inexcusable hacer una breve alusión a
ellos.
Aspectos sociales
Los aspectos sociales están constituidos por los
condicionantes históricos, culturales y económ icos a que
está sujeta la investigación científica.
Afirmamos que las circunstancias históricas operan
com o condicionantes de la investigación científica en
el sentido de que los acontecim ientos dominantes en
una época tienden a favorecer el desarrollo de unos sec
tores del conocim iento científico y a no estimular o
aun obstruir el desarrollo de otros. Así se ha dicho que
nunca avanzó tan velozmente la física atómica com o en
los años previos a la segunda guerra mundial y durante
el acaecimiento de ésta. También se ha señalado que
nunca antes se estudió con tanto apremio los mecanis
mos de retroalimentaeión com o cuando se necesitó un
cañón capaz de apuntar certeramente a los aviones jap o
neses mediante la corrección automática de sus disparos
defectuosos.
15
su época antes de lograr el sitial que hoy tienen dentro
del conocim iento sistemático y riguroso. Puede darse
también una situación en la que la cultura de un grupo,
a través de sus rasgos definitorios, sea incompatible con
el estilo de pensamiento racional que requiere el desarro
llo de la ciencia. C om o ejemplp de ésto podem os se
ñalar lo que puede denominarse el pensamiento mágico,
cuya existencia en tribus de diversos lugares de América,
Africa, Asia y Oceanía es un obstáculo más para que
estas comunidades puedan interactuar en condiciones
productivas con las llamadas sociedades tecnocientíficas.
16
investigación que se encuentran entre los mejores d o
tados del mundo. Esto significa que en el análisis inte
gral de un proyecto de investigación científica es im por
tante considerar sus aspectos financieros para tener una
idea más clara de los objetivos a los que sirve.
A spectos psicológicos
17
por definición la experiencia interna sólo es directamen
te accesible al sujeto que la vive. Contrariamente, lo que
caracteriza a la ciencia es su carácter intersubjetivo,
transferible o comunicable en el sentido de que toda
proposición científica puede ser transmitida de una per
sona a otra en condiciones en las que siempre es posible
decidir objetivamente su verdad.
18
otros errores, com etieron el de confundir las leyes lógi
cas con principios psicológicos, lo cual identificaba la
lógica de la investigación científica con los procesos
psicológicos que se dan en el investigador.
19
2. DETERMINACION DE NUESTRA TEMATICA
20
producto tardío que ha tenido que esperar el plantea
miento y solución de problemas teóricos que sólo han
p od ido darse en etapas de apreciable desarrollo de la
reflexión sobre la ciencia.
21
tos cruciales com o el de la denominada neutralidad
valorativa del m étod o científico. N os limitaremos a
ofrecer algunas consideraciones sobre lo que a menudo
se denomina el m étodo general de la ciencia y los pro
blemas que ello entraña. Asimismo, con cedido que en
algún sentido se puede hablar del m étodo general de la
ciencia, nos referiremos a las relaciones de éste con los
m étodos específicos y de paso plantearemos algunos
problemas filosóficos a la luz de estas distinciones.
3. EL METODO CIENTIFICO
El significado de ‘m étod o’
22
así entendido sugiere la n oción de camino o derrotero
creado y perfeccionado en el desenvolvimiento de la
praxis.
D ebido a que to d o m étod o es de carácter prescrip-
tivo puede ser expresado sin dificultad mediante un con
jun to de normas regulativas a las que es m ejor denomi
nar reglas. Consecuentemente, manejar o usar un m éto
d o significa manejar o usar ciertas reglas para alcanzar
un fin o meta que pueda ser la solución de un problema
de carácter teórico o práctico.
23
tes y no solamente uno en concreto. Se aplica, p or decir
lo así, a una familia de problemas. Sin embargo, la ge
neralidad del m étodo no implica necesariamente que
haya alguno que sirva invariablemente para toda oca
sión, sino solamente que él es aplicable dentro de un
universo bien definido de casos.
Caracterización
Algunas posiciones epistem ológicas importantes
consideran que existe un m étodo científico general, que
está constituido por un conjunto de reglas metódicas
que regulan el proceso de cualquier investigación que
merezca ser calificada de científica. A sí Mario Bunge
lo llama m étodo general de la ciencia.
24
Normalmente los estudios de m etodología co n
sideran a los valores sociales com o absolutamente ajenos
al m étodo científico general, lo que ciertamente es un
error. Y esto debido a que aunque lo estimado social-
mente valioso no aparece form ulado com o reglas m e
tódicas, sin embargo condiciona de manera significativa
al investigador. Este generalmente estudia aquello que
las tendencias dominantes en la sociedad consideran
valioso y desestima lo que de acuerdo a ellas es irrele
vante. Por tanto, si bien no podem os afirmar que los
valores sociales form en parte del m étodo científico
general de una manera igualmente precisable en todos
los casos, podem os en cam bio sostener que la dirección
que asume el m étodo científico general, cuando es apli
cado a una situación concreta, está fuertemente con
dicionada por los valores sociales dominantes. Asimis
m o, este condicionam iento se realiza de tal m odo que
el investigador casi nunca tiene ocasión de discutir lo
que es socialmente valioso porque esto es una de las
evidencias sobre las que descansa su actividad científica
y la totalidad de su vida social. En condiciones norma
les, los valores que asume el investigador com o indis
cutibles son los mismos que son dominantes en la. so
ciedad a la cual pertenece.
25
eos específicos son, entre m uchos otros, el m odo de
hacer un cultivo para hacer un experimento en m icro
biología o la manera de elegir una muestra de niños
para hacer una investigación sobre la inteligencia.
26
Una característica relevante del m étodo científico
específico es que su desarrollo y perfeccionam iento
está muy ligado al proceso de la tecnología. En efecto,
muchos m étodos de laboratorio están fuertemente liga
dos a la posibilidad de disponer de instrumentos com o el
m icroscopio, por ejem plo. Igualmente, m étodos de in
vestigación en psicología, sociología o econom ía, etc.,
que requieren el procesamiento de una cantidad muy
grande de datos, están decisivamente ligados a la posibi
lidad de disponer de una computadora. Asimismo, debi
do a que la tecnología contemporánea produce artificios
cada vez más sofisticados y refinados dejando fuera de
uso los precedentes, ocurre que el m étodo científico
suele sufrir frecuentes y rápidas m odificaciones de
acuerdo a los recursos disponibles en un m om ento dado.
27
pretenda ser científico. Según Mario Bunge las regias
antes mencionadas son las siguientes:
Regla 1: Formular el problem a con precisión y , al prin
cipio, específicamente.
Regla 2: Proponer conjeturas bien definidas y fundadas
de algún m od o, y no suposiciones que no comprom etan
en concreto, ni tam poco ocurrencias sin fundamento
visible.
Regla 3; Someter la hipótesis a contrastación dura, no
laxa.
Regla 4 : No declarar verdadera una hipótesis satisfacto
riamente confirmada; considerarla en el m ejor de los
casos, com o parcialmente verdadera.
Regla 5: Preguntarse por qué la respuesta es com o es,
y no de otra manera1 .
28
' de una hipótesis científica que pretenda responder a la
interrogante que constituye el problema cuya solución
buscamos. En términos generales, son una especie de
derrotero lógico de la investigación científica.
La unidad de la ciencia
29
aproximación que es, en principio, perfectible y susti-
tuible por obras que sean más satisfactorias. A sí plan
teada la cuestión, el m étodo científico general consti
tuiría el m ejor m odo de usar la razón en la búsqueda
del conocim iento de las leyes que rigen el comporta
miento de lo real. Constituiría, por decirlo así, el m o
do óptim o de ejercer la razón y también el m odelo
o paradigma general del pensamiento científico.
Sin embargo, las reglas aportadas por Mario Bunge
presentan una dificultad con relación al propósito antes
descrito. Esta consiste en que ellas se refieren principal
mente a la investigación científica sobre eventos, hechos
o acontecim ientos, esto es, a la investigación, de carácter
em pírico, sin responder a la naturaleza de la investiga
ción en matemática y en lógica que es esencialmente
conceptual.
30
antes, las hipótesis de la lógica y la matemática están
sujetas propiamente a prueba o dem ostración pero no a
contrastación, al m enos si admitimos el significado que
casi unánimemente el pensamiento epistem ológico con
temporáneo adscribe a tales términos.
La regla 2 es tan restringida com o las anteriores,
pues recomienda proponer conjeturas que comprom etan
en algo concreto y que posean un fundamento visible.
Esto fácilmente nos sugiere pensar en las investigaciones
empíricas en las que tiene sentido hablar en términos
sensoriales de fundamento visible. Es claro que esto no
se cumple en las investigaciones lógicas y matemáticas
en las que en la m ayor parte de los casos están en juego
objetos m uy abstractos y fundamentos nada intuitivos
com o los que proporcionan los espacios de infinitas
dimensiones.
Las reglas 1 y 5 sí son compartibles tanto p or la
investigación científica sobre hechos com o por la que
tiene un carácter conceptual en tanto que no contienen
ningún con cepto que las restrinja a uno de esos dos
ámbitos. La necesidad de formular problemas con pre
cisión y de revisar los resultados no es privativa de un
tipo especial de -investigación científica. En cam bio las
reglas 2, 3 y 4 constituyen el elemento diferencial,
pues, tal com o han sido formuladas por Bunge, sólo
tienen vigencia para la investigación científica de carác
ter em pírico.
L o precedente significa que el intento realizado por
Bunge y otros epistem ólogos de cimentar la unidad de la
ciencia en el aquí denominado m étodo científico gene
ral enfrenta dificultades que proceden de las diferencias
fundamentales que existen, en cuanto a m étodo de prue
ba se refiere, entre las ciencias empíricas que tratan
sobre hechos o acontecimientos, y las ciencias formales
com o la matemática y la lógica que tratan de objetos
31
abstractos y que validan sus proposiciones por medios
puramente formales o conceptuales.
32
ya que puede esgrimirse buenos argumentos para apo
yar la tesis opuesta que sostiene que la lógica y la mate
mática son ciencias en sentido estricto y no meros ins
trumentos de otras disciplinas* Es suficiente por ahora
referirnos a la experiencia histórica que muestra el ca
rácter autónom o de la investigación matemática que ha
producido teorías y resultados, frecuentemente muchos
años antes de que a alguien se le ocurra usarlos para
expresar propiedades del m undo real. Un ejemplo es
el conocim iento de los números irracionales, que se
remonta a los pitagóricos y que por centurias no sir
vieron para expresar ninguna propiedad material. Otro
más reciente lo constituyen las geometrías no-eucli-
dianas que se conocieron a mediados del siglo pasado
sin que hubiera ninguna necesidad detectable de ellas
en la física o en la técnica de su tiempo.
33
pedagógica para la exposición. Consecuentemente se
guiremos hablando en nuestra exposición de m étodo
científico general, pero en un sentido débil debido a
que sabemos que sólo las reglas 1 y 5 son com pletam en
te generales y no así las otras. Esto conlleva que las
afirmaciones que form ulem os y que dependan de las
reglas 2 , 3 y 4 sólo tendrán plena validez respecto de
las ciencias empíricas y sólo en situaciones excepcio
nales, que de producirse señalaremos expresamente, pre
tenderán cumplirse también para el cam po de la investi
gación en ciencias formales.
34
otra. Esto permite comprender claramente por qué
cualquier resultado obtenido a través de la investigación
científica es necesariamente provisional en el sentido
de que puede ser sustituido por planteamientos com
pletamente nuevos o por planteamientos más compren
sivos que sean una m ejor aproximación al conocim iento
de lo real. Aunque en general puede afirmarse que una
respuesta científica satisfactoria cancela un problema,
ésta es siempre superable en el sentido de que puede ser
inscrita, en un sistema relaciones m ucho más rico que el
de origen, lo cual permite comprender m ejor sus alcan
ces y limitaciones. Esto significa que la ciencia de hoy
día bien podría ser m odificada de manera sustantiva a la
luz de respuestas a nuevos problemas, pues la cancela
ción de un problema tiene com o precio la posibilidad de
plantear m uchos otros cuya solución ayudará a ubicar
mejor el problema inicial dentro del sistema del con oci
miento.
Problemas significativos
35
o, en general, de los muebles. Y decim os que dicho pro
blema n o es relevante porque su solución no elimina
ría ninguna incertidumbre importante de nuestro h o
rizonte cognoscitivo, por tanto, la cantidad de inform a
ción que nos brindaría sería tan pequeña que podem os
considerarla despreciable desde el punto de vista que
nos ofrece el estado actual de nuestro conocim iento
científicos.
L o anterior significa que si bien el logro de incre
mento del conocim iento se traduce en el hallazgo de
nuevas proposiciones que hayan sido adecuadamente
confirmadas por los hechos, sin embargo es necesario,
además, para que dicho objetivo sea alcanzado plena
mente, que las nuevas proposiciones den respuesta a
cuestiones que no puedan ser resueltas a partir de la me
ra experiencia cotidiana. Esto hay que enfatizarlo de
bido a que hay proposiciones que están sólidamente
confirmadas por los hechos co m o la afirmación “ Todas
las mesas tienen el tablero colocado por encima de las
patas” , pero que nadie consideraría científica debido a
que no resuelve ningún problema significativo.
36
del m étodo científico específico sólo son posibles com o
una prolongación del m étodo científico general para
tratar un problema concreto. Consecuentemente, todo
lo que es objetivo del m étodo científico general tam
bién es por este hecho objetivo de sus prolongaciones en
ramas específicas, por lo que será suficiente que hable
mos del objetivo del m étodo científico general. Asimis
m o, para evitar ambigüedades, aclaramos que usamos
la palabra ‘objetivo’ en el sentido de meta y , de otra
parte, no pretendem os que el objetivo aquí discutido
se identifique necesariamente, con el de la ciencia en
su conjunto.
37
don es que den cuenta satisfactoriamente de lo que
acaece o es el caso. La exigencia de esta necesidad
teórica es lo que enfatizó Aristóteles en el libro prime
ro de su Metafísica cuando afirma: “ T o d o hom bre, por
naturaleza, apetece saber” 3 . Esta famosa afirmación
de Aristóteles pone de relieve, que en el hom bre la ne
cesidad de comprender, de saber, brota espontáneamen
te de su naturaleza y este es un aspecto al que hay que
concederle la debida importancia. La segunda necesidad
es la urgencia por dominar lo real4 , por ser capaz de
aprovechar el margen que ofrecen las regularidades que
presenta la realidad. El filó so fo inglés Francisco Bacon
en una fórm ula sencilla y harto conocida expresó la
forma cóm o se concilla la satisfacción de las necesida
des antes descritas: “ Saber es pod er” . Sin embargo hay
en la fórmula de Bacon algo más que el mero uso del
saber para el dom inio de la naturaleza, pues él se refiere
al poder sin limitaciones. Destacar esto es muy im por
tante en la medida en que el objetivo de increm ento del
conocim iento puede ser proyectado, y de hecho ha sido
así, com o respuesta principalmente a la necesidad de
dominar a otros hombres, y no solamente a la naturale
za. En la etapa histórica que vivimos, en la que se ha
logrado un sustantivo avance en el dom inio de la natura
leza, resulta atinado no soslayar que el saber es m ucho
más que poder de dom inio sobre la naturaleza, con to
das las consecuencias que esto acarrera.
38
apreciable de la necesidad de dominar lo social. Aunque
la necesidad de dom inio sobre la naturaleza sigue vi
gente ya que hay una serie de factores tanto telúricos
com o biológicos que, com o es bien sabido, el hombre
todavía no con oce suficientemente y no está en posibi
lidad de controlarlos, ocurre que desde fines del siglo
pasado, además de la necesidad de dom inio sobre la
naturaleza, aparece nítidamente la necesidad de dom i
nio de lo social, explícitam ente formulada e íntima
mente relacionada con la primera, pues, por ejemplo,
la llamada lucha contra la contaminación ambiental,
que parece que se desarrollara eminentemente en el
plano de dom inio y aprovechamiento de lo natural,
es en realidad indesligable del control de factores so
ciales com o la creciente producción industrial. Por lo
que hemos considerado com o fundamental ligar la ne
cesidad de dom inio de la naturaleza con la de dom inio
de lo social en un sentido muy importante y éste es que
actualmente no se puede dominar lo natural si previa
mente no se controla de manera planificada lo social.
La necesidad de controlar lo social, com o en el c o n o
cido problema de control de la natalidad, parece ser el
paso previo para controlar de manera más eficaz el
aprovechamiento de los recursos naturales y la produc
ción de alimentos, generalmente de la manera más
conveniente a los intereses y proyectos de quien pro
picia el control. Sin embargo, es del caso enfatizar que
el sentido de los beneficios que el control de lo social
pueda producir dependerá decisivamente del tipo de
organización que posea la sociedad donde éste se realice.
De otra parte, cuando se trata de controles sociales
que los organismos internacionales propician en el com
plejo m undo contem poráneo, es necesario reconocer
que sus probables beneficios están severamente limita
dos por un sistema social vigente en la m ayor parte del
planeta y que está caracterizado por una participación
39
progresivamente desigual en el aprovechamiento de los
bienes de tod o orden.
40
logrado en otros campos, sin embargo puede afirmarse,
sin com eter una inexactitud importante, que los con oci
mientos actuales son suficientes para que la necesidad
de dom inio de lo social pueda ser satisfecha en una me
dida apreciable, tanto si es formulada en términos de
planificación social com o si se la formula en términos
de manipulación social. La viabilidad de lo segundo se
desprende, por ejem plo de los trabajos de Skinner5 .
No es éste el lugar para discutir en detalle las inquietu
des y cruciales consecuencias morales que se derivan de
la segunda opción. Por ahora es suficiente señalarlas
com o un problema en torno a la investigación científica,
cuya omisión es una discusión seria y objetiva es cada
vez más difícil atribuirla sólo a un olvido sin despertar
sospechas.
41
4. POSIBLES OBJECIONES A NUESTRO PUNTO
DE. V ISTA
A manera de discusión de lo anteriormente afirma
d o , examinaremos rápidamente dos posibles objeciones
que podrían hacerse a nuestro planteamiento.
La primera podría provenir del pensamiento mar-
xista en los siguientes términos: La presentación hecha
del m étodo cien tífico no es otra cosa que una versión
introductoria de la m etodología positivista que no toma
en cuenta otras concepciones, com o la proporcionada
por el pensamiento dialéctico, que podrían ser más
certeras. A sí el m étodo dialéctico, a diferencia de los
“ enfoques burgueses” , toma en cuenta la naturaleza on-
tológica del objeto de estudio, la misma que se rige por
las leyes de desarrollo de la dialéctica, y de esta manera
adecúa el m étodo científico a su objeto, lo que trae
com o consecuencia que dicho m étodo sea también
dialéctico. Esta limitación de la visión positivista se hace
más patente con el soslayumiento de la función que cum
ple la ideología en la ciencia, pues si se considera el jue
go de intereses y aspiraciones en con flicto, existentes en
la sociedad, se com prende inmediatamente que la cien
cia y su m étodo responden a ideales y aspiraciones ideo
lógicas que alteran de manera sustantiva su objetividad.
De esta suerte el positivismo nos presenta un m étodo
que responde básicamente a los intereses expresados
en la ideología burguesa.
En respuesta a esta posible observación podem os
decir lo siguiente: Los defensores del m étodo dialécti
co reclaman asimismo la generalidad del mismo dentro
del universo de la ciencia, consecuentemente la for
mulación de un m étodo científico general es compatible
con tal posición a condición de que sea dialéctico. N oso
tros no podem os afirmar que el m étodo científico
general, en la form a com o lo hem os caracterizado, sea
42
de naturaleza dialéctica sino que él no es necesariamen
te incompatible con las exigencias del pensamiento dia
léctico. Y esto es así porque lo que se ha form ulado es
un esquema flexible que no presupone una ontología
en especial sino que podría ser armonizado con diver
sas concepciones de la realidad de acuerdo con el conte
nido de los conceptos que se usen para formular pro
blemas y conjeturas. De hecho el esquema propuesto
permite formular conjeturas que contengan conceptos
com o el de clase social, enajenación, plusvalía, etc., las
mismas que pueden ser contrastadas con los hechos si
tales conceptos son definidos con adecuada precisión y
con referencias observables en la realidad empírica.
Ejemplos de un' trabajo de este tipo los proporcionan
las investigaciones sociales y educacionales realizadas
por M. Carnoy en Stanford, y por Bowles en Harvard.
43
mente, se puede conceder sin dificultad el condicona-
miento ideológico del m étodo cien tífico general sin por
ello admitir que sus resultados serán necesariamente
falsos. Es más, sus resultados, aunque sean verdaderos,
siempre serán provisionales y en esta limitación, no es
exagerado conceder responsabilidad a la ideología.
44
sólo en m om entos históricos especiales que son de re
volución científica o cam bio de paradigma, es una cues
tión que no se opone a la naturaleza del m étodo pro
puesto, en tanto que sólo permite comprender mejor las
circunstancias históricas en las que se produce la supe
ración de una-teoría por otra mejor. El hecho de que en
tiempos de “ ciencia norm ar5 los investigadores estén
preocupados sólo por la resolución de “ rompecabezas55,
com o dice Kuhn, dentro de un marco teórico aceptado,
indica mayormente que el uso del m étodo científico
debe estar acompañado de un criterio de relevancia,
com o lo hemos indicado oportunamente en este trabajo.
De otra parte, un punto de vista com o el que expon e
mos ha sido, al menos parcialmente, aceptado por Kuhn
en el C oloquio de Filosofía de la Ciencia realizado en
mos ha sido, al menos parcialmente, aceptado por Kuhn
en el C oloquio de Filosofía de la Ciencia realizado en
Londres en 1965.
45
DIAGRAM A DE LAS ETAPAS DEL M ETODO CIENTIFICO
46
ü
LOS NIVELES DE LA CIENCIA
Y SUS ESPECIFICIDADES
LOS NIVELES DE LA CIENCIA Y SUS
ESPECIFICIDADES
49
pueden ser form ulados por un conjunto de proposicio
nes que expresan relaciones de medida y que se encuen
tran organizadas de manera tal que unas son axiomas y
otras teoremas, y ocurre que este requisito no puede
ser satisfecho, ni aproximadamente, por vastos sectores
de las ciencias sociales y de la psicología, y por no p ocos
de la biología.
50
tóricas en el desarrollo de la ciencia, sino solamente
diferentes grados en la organización lógica del con oci
miento.
51
El nivel de las relaciones de funcionalidad
52
interior de la ley sí están vinculados por la relación de
funcionalidad, pero entre una ley y otra no se logra t o
davía expresar una articulación lógica que le de unidad y
coherencia al conocim iento.
El nivel teorético
53
solutamente que todas las proposiciones que no son
axiomas son deducidas com o teoremas, porque siempre
existe al menos una que es parte de la teoría pero que
no se puede deducir. . Este es un resultado establecido
por un teorema lógico debido a Kurt GÓdel. Consecuen
temente, la caracterización que hemos dado vale en
general para la casi totalidad de las proposiciones de
una teoría que no son axiomas, pero no para todas. Y
tomar debida cuenta de esta limitación es m uy im por
tante, pues ella expresa que aunque en el tercer nivel
se logra el grado más elaborado de organización lógica,
el precio de ello es que toda teoría científicamente in
teresante es necesariamente incompleta, vale decir,
siempre subsiste en ella al menos una proposición que
no se puede demostrar.
54
comprensión y concepción del espacio físico se basó
en los postulados euclidianos que expresan la noción
de un espacio rectilíneo. Las concepciones que tenían
del espacio físico tanto el hom bre com ún com o la me
cánica de Newton presuponían que la única geometría
válida era la de Euclides que describe un espacio recti
líneo, continuo, infinito e ilimitado. A nadie se le ocu
rrió que el espacio podía ser entendido de una manera
radicalmente distinta pero igualmente válida desde el
punto de vista matemático y con las mismas posibilida
des de aplicación, hasta que aparecieron las geometrías
de Riemann y Lobachevski que postulaban un espacio
esférico y un espacio hiperbólico, respectivamente
Esta última afirmación, indudablemente, exige que
hagamos la salvedad de que en los medios matemáticos
hubo precursores de las geometrías no-euclidianas c o
m o Gauss, Saccheri y otros.
55
posiciones se dividen en teorías científico-form ales y
teorías científico-em píricas a las que llamaremos en
atención a la brevedad simplemente teorías formales y
teorías empíricas. Las teorías formales se distinguen
porque son sistemas en los que la verdad de las p rop o
siciones derivadas sólo radica en el hecho de que hayan
sido demostradas de manera lógicamente correcta, es el
caso de las teorías lógicas y matemáticas. Las teorías
empíricas se caracterizan porque son sistemas en los que
la demostración lógica no es suficiente para afirmar la
verdad de las proposiciones derivadas, pues es además
necesario contrastar a éstas c o n los hechos reales para
decidir si éstos las confirm an o las refutan. En caso de
no resultar refutadas por los hechos sino corroboradas
o confirmadas p or ellos se considera que las proposicio
nes derivadas son verdaderas o, en términos más estric
tos, empíricamente verdaderas.
De acuerdo a lo anterior, el problema de la verdad,
en el sentido de la correspondencia con la realidad, sólo
se plantea en las teorías empíricas y es decisivo tener
presente que sin embargo en estas teorías la exigencia
de contrastación no se im pone a los axiomas, llamados
también en este caso hipótesis básicas, sino a las conse
cuencias lógicas de los mismos. La razón por la que los
axiomas de una teoría empírica, suficientemente signi
ficativa, no pueden ser contrastados con los hechos es
que contienen conceptos o términos denom inados teo
réticos debido a que se refieren a objetos y propiedades
que no son directamente observables. Un término
teorético, por ejem plo, es “ electrón” en razón de que
designa un objeto que no es directamente observable y
que sólo con ocem os su existencia por m edio de las
consecuencias observables que se desprenden de los
axiomas que contienen el referido término. Por tanto,
un con cepto teorético es una construcción teórica de
algo que no se puede conocer directamente sino sólo por
56
las consecuencias observables que se desprenden de la
postulación del axioma que contiene el referido término.
Consecuentemente, son las proposiciones derivadas, que
expresan efectos observables, las que de ser verdaderas
nos permiten mantener la teoría o , en caso contrario,
rechazarla.
Hemos dicho ya que las teorías formales más im
portantes son las lógicas y las matemáticas. Las teorías
empíricas a su vez pueden ser de tres clases: naturales,
sociales y psicológicas. Las teorías empíricas naturales
com prenden las físicas y las biológicas. Dentro de las
sociales se encuentran las teorías sociológicas, las ecol-
nómicas, las lingüísticas, las históricas, las de la antro
pología cultural, etc. Dentro de las teorías empíricas
psicológicas se encuentran las diferentes ramas de la
psicología, com o la psicología del aprendizaje, la psi
cología de la m otivación, étc. Sin embargo, habría
que señalar, com o una limitación de esta clasificación,
las teorías que se originan en la investigación interdis
ciplinaria, com o las que integran la psicolingüística,. y
tod o ese renglón representado por la Cibernética que
ha permitido formular teorías que, por ejem plo, presen
tan el sistema nervioso com o circuitos de transmisión
de señales.
57
semánticos están ligados a los objetos o propiedades de
los que habla la teoría.
A specto sintáctico
58
la tarea demostrativa. Una primera respuesta a esta in
quietud podría ser decir que dichos márgenes están da
dos por lo que las reglas de deducción de la teoría per
mítan demostrar, sin embargo ello no sería lo suficien
temente satisfactorio porque sería tedioso mostrar cada
una de dichas reglas y la manera com o operan. Lograre
mos una mejor respuesta si examinamos el hecho de que
tales reglas se basan en algún principio o regla funda
mental que las hace posibles y, por consiguiente, una
referencia a la naturaleza de tal principio puede propor
cionarnos alguna luz sobre los límites de lo que es
demostrable en una teoría y aquello que no lo es.
59
Empero, com o el principio de consistencia simple
es el único que ha existido durante 23 siglos, es al mis
mo tiem po el que más han co n o cid o los filósofos y al
que han recurrido con m ayor frecuencia para funda
mentar sus opiniones sobre la ciencia. Por esta razón se
encuentra estrechamente ligado a algunos requisitos sin
tácticos que los epistem ólogos consideran que deben
satisfacer las teorías que puedan ser llamadas buenas. El
más importante de estos requisitos es el de refutabilidad,
debido al filósofo Karl Popper, que puede ser form ulado
en los siguientes términos: un sistema hipotético deduc
tivo de enunciados es una teoría científico-em pírica si y
solamente si pueden precisarse posibles situaciones o
estados de cosas que de producirse los refutarían o, en
otras palabras, los convertirían en enunciados falsos.
60
que constituye la casi totalidad de la ciencia contem po
ránea.
61
tiempo, debemos señalar que han pasado por diferen
tes niveles de elaboración, siendo una de las versio
nes más sistemáticas la que presenta el académico so
viético P.V. Kopnín. Este tratadista indica que aun
que la lógica form al no es producto de la concepción
marxista del mundo, tam poco debe ser considerada
com o hostil. Asimismo, la lógica dialéctica no pretende,
según Kopnín, reemplazar a la lógica formal en el es
tablecimiento de las reglas que gobiernan el razonamien
to, sino más bien incorporarla dentro de un tod o más
amplio en el que estará sometida a los principios básicos
de la realidad, entre ellos el principio que sanciona el
carácter contradictorio de los procesos materiales o
históricos. Este todo más amplio es a su vez sistemáti
co y articulado y constituye el sistema de la lógica
dialéctica.
Sin embargo, la presentación realizada por Kopnin
del sistema aludido deja m ucho que desear porque lo
hace reclamando una analogía con la presentación
axiomática de la aritmética, pero lo que realmente
ofrece es una clasificación de los elementos y catego
rías de la dialéctica sin mostrar ninguna articulación
entre tales componentes, lo cual está muy lejos del
alto nivel de organización del paradigma que intentó
seguir, Y esta deficiencia es comprensible .porque el
establecimiento de un sistema con las características
de la aritmética axiomática de Peano no puede lograr
se con los recursos de que dispone Kopnin. Ello de
manda de un lenguaje especial y una m etodología
que por ahora sólo la brinda la llamada lógica mate
mática, lo que ha sido recon ocid o.ya por los investiga
dores también de tendencia dialéctica, pero que han
llegado a niveles de mayor elaboración y han planteado
el problema a la luz de instrumentos y m étodos que
exceden la tradición marxista-leniñista, com o lo vere
mos más adelante.
62
El error fundamental de Kopnin y de los que tra
bajan en esa misma dirección es interpretar que la exi
gencia de consistencia usualmente formulada en lógica
matemática implica un desconocim iento o un rechazo
del supuesto carácter contradictorio de la realidad. En
efecto los sistemas de lógica matemática y sus reglas
no se refieren a la realidad empírica, observable o
material y consecuentemente no afirman ni que ésta
no es contradictoria ni que lo es. Simplemente no ha
blan de ella. Ellos se refieren estrictamente a las condi
ciones que debe reunir un lenguaje que hable de manera
racional sobre la realidad y exigen en ese sentido que
en él no se dé el caso que una proposición y su nega
ción sean ambas verdaderas. Pues si ello ocurriera ten
dríamos que aceptar con igual valor dentro de la teoría
proposiciones com o “ El átom o tiene un núcleo5’ y “ El
átom o no tiene un núcleo” lo cuál nos dejaría en las
más absoluta incertidumbre acerca de la naturaleza del
átom o. Consecuentemente, la teoría que contuviera
estas dos proposiciones com o verdadera carecería de
utilidad para el conocim iento de la realidad.
64
se la idea de desarrollo. El sistema no implica toda pro
posición y es por tanto absolutamente consistente.
Lo interesante del esfuerzo de Routley-lvíeyer
es que con instrumentos y métodos, de la lógica formal
han elaborado un sistema que se enmarca dentro de la
lógica matemática, pero que tiene la peculiaridad de
expresar el pensamiento dialéctico en medida apreciable.
Asimismo otra nota saltante es que desde el sistema
Routley-Meyer se puede deducir como un caso parti
cular el cálculo lógico convencional, también llamado
clásico, lo que prueba de manera rigurosa que la intui
ción de Kopnin de que la lógica dialéctica es más gene
ral que la clásica es demostrable a través de los meca
nismos deductivos de la lógica matemática.
Con distintos objetivos y antes que Routley, el
brasileño Newton da Costa ha desarrollado cálculos
lógicos que admiten la inconsistencia simple y que se
pueden aplicar con éxito a la teoría de conjuntos.
Analógicamente y dentro de la línea de la lógica tem
poral el investigador yugoslavo Bodgan V . Sesic7 ha
elaborado un sistema de lógica del cambio y del de
sarrollo que se contrapone a los cálculos convencio
nales. porque éstos son estáticos mientras que el suyo
es compatible con una realidad en permanente flujo,
y como todo movimiento presupone el tiempo, en
tonces su lógica considera la variable tiempo como
criterio que nos permite admitir que una cosa es igual
a sí misma, pero en un tiempo distinto puede dife
renciarse y ser en este sentido la negación de sí mis
ma. De esta manera se rechaza el principio clásico
de identidad por ser estático y no considerar la variación
de los seres, y se asume la identidad dialéctica hegeliana
que ve en la identidad la posibilidad de la diferenciación.
65
La lógica'dialéctica co m o una lógica no-clásica
66
La cuestión que parecería quedar abierta y que es
oportuno resolver ahora es la siguiente* Si una teoría es
refutable, com o indicamos antes, si y sólo si es simple
mente consistente, entonces si utilizamos una teoría
científico-em pírica que se rija por las reglas de un siste
ma lógico no-clásico, esta teoría no será refutáble y por
tanto al ser irrefutable tendrá un estatuto parecido al de
un dogma.
67
Es importante enfatizar <juo la condición ele refuta*
bilidad tjue deben satisfacer las teorías cíentífico-em píri-
eus está libada a la historicidad de la ciencia y su carác
ter antidogmático. Si una'Uniría científica fuera irrefuta
ble entonces sería inconm ovible e insustituible por otra
mejor. Sería eterna com o un dogma. La historia sería
irrolevante para ella.
Pero en electo no es así, las teorías científicas son
producto del devenir histórico y son necesariamente
provisionales en tanto que son refutables en virtud de
su consistencia lógica. Asimismo com o una teoría para
no sor trivial y ser refutable debe ser consistente ya sea
simple o absolutamente, entonces sus características ló
gicas no son accidentales sino condiciones para su histo
ricidad. (Iradas a ellas una teoría científico-em pírica es
sólo una aproximación al conocim iento do la realidad,
sustituidle por otra m ejor8.
Aspecto semántico
68
m a le s c o m o e m p ír ic a s . U n e j e m p l o d o la s í o r n u t l r s l o
c o n s t i t u y e la a r i t m é t i c a e n la q u e l o s t é r m i n o s d e n o t a n
n ú m e r o s o r e l a c i o n e s c o m o la d e s o r " s u c e s o r d e ” , " m e
nor q u e ” , etc. Un e je m p lo c u a lq u ie r a de la s t e o r í a s
e m p ír ic a s n o s lo p r o p o r c io n a u n a te o r ía m i c r o T ísica e n
la q u e l o s t é r m i n o s d e n o t a n á t o m o s , e l e c t r o n e s , l o n g i t u
d e s d e o n d a , ó r b ita s , e t c . U n e je m p lo d e le o n a e m p ír i-
e a - s o c i a l n o s l o p r o p o r c i o n a u n a t e o r í a e n la q u e l o s t é r
m in o s d e n o ta n c la s e s o c ia l, r e la c io n e s d e p r o d u c c ió n ,
r e la c io n e s d e c o n f l i c t o d e c la s e s , e le .
L o s o b j e t o s , p r o p i e d a d e s y r e l a c i o n e s a q u e si* r e
fie r e u n a t e o r í a in te r p r e ta d a c o n s t it u y e n en s e n t id o es
tr ic to la in t e r p r e t a c ió n o m o d e l o d e la t e o r í a . Estos»
o b je t o s deben ser d e te r m in a d o s u n ív o c a m e n te en el
s e n tid o de que la t e o r í a debe r e f e r i r s e a e l l o s sin d a r
lu g a r a a m b ig ü e d a d p ara sa b e r e x a c ta m e n te a ce rca de
q u é esta rn os h a b la n d o . P a ra las t e o r í a s a b s t r a c t a s o s in
in te r p r e ta r p u e d e n c o n s t r u i r s e d iv e r s a s i n t e r p r e t a c i o n e s
o m o d e lo s p e r o e n c a d a c a s o se d e b e n e s t a b le c e r r e la c io
n e s i n a m b i g u a s e n t r e l o s t é r m i n o s d e la t e o r í a y l o s o b j e
t o s y p r o p ie d a d e s d e l m o d e l o , sea é s te d e l m u n d o real o
a r tific ia lm e n te c o n s t r u id o .
69
Com o señalamos antes, la teorías interpretadas
están constituidas por términos que tienen una signifi
cación específica debido a que hacen referencia a o b je
tos del mundo real o a propiedades del mismo, es el caso
de conceptos físicos com o los de electrón, velocidad,
longitud de onda, etc., o conceptos psicológicos com o
aprendizaje, m otivación, ansiedad y otros. Utilizando
estos conceptos, según sea el caso, se construyen p rop o
siciones que pretenden describir el com portam iento de
la realidad y es en este caso que entra en funciones el
concepto de verdad. Cuando la realidad se com porta
com o lo dice una proposición entonces esta es una pro
posición verdadera y cuando el com portam iento de la
realidad difiere con lo d ich o por la proposición, se trata
de una que es falsa. Consecuentemente, de acuerdo a la
lógica de la ciencia el con cepto de verdad sirve para
expresar la propiedad que tienen ciertas proposiciones
de afirmar lo que realmente ocurre, en otras palabras,
de ser buenas descripciones de lo real. Asim ismo, com o
las teorías son conjuntos de proposiciones, ocurre que
una teoría es verdadera si sus proposiciones com ponen
tes son verdaderas.
70
y, dentro de la lógica standard o clásica, no puede existir
según el con ocid o teorema de Tarski, cuyo desarrollo
porm enorizado excede el nivel de este texto. En térmi
nos de resultados generales lo que probó Tarski es que
el concepto de verdad en la ciencia está necesariamente
ligado al lenguaje que se usa para expresar una teoría,
el mismo que normalmente está constituido por un sim
bolismo lógico y matemático. Esto significa que la defi
nición del concepto de verdad que se puede utilizar con
éxito en una teoría tiene validez sólo para ella y no para
otras que necesitarán sus propias definiciones de verdad
adecuadas a sus lenguajes. Asimismo, las proposiciones
científicas, en sentido estricto, no son verdaderas sin
limitaciones sino s ó lo ' en referencia a la definición del
concepto de verdad que sea adecuada para el lenguaje
en el que están formuladas. Por añadidura dicha defi
nición no puede estar a su vez en el lenguaje en el que
están escritas las proposiciones sino en un lenguaje espe
cial llamado metalenguaje de la teoría en cuestión.
71
verdad pues es posible Ufarlas a definiciones adecuadas
si previamente se las intepreta y se le da un significado
a cada uno de sus términos; en otras palabras, si se cons
truye modelos semánticos para ellas. De esta manera se
logra que expresiones que son formalismos puros
adquieran un significado y puedan convertirse en propo
siciones verdaderas acerca de ciertos objetos. De esto se
deduce que las teorías abstractas que son más interesan
tes pura la ciencia son aquellas que son susceptibles de
ser interpretadas con significados referentes a procesos
u objetos que preocupan a ios investigadores. En este
caso se convierten, además, en teorías empíricas.
72
II!
CLASIFICACION DE LA INVESTIGACION
CIENTIFICA Y UBICACION
DE LA INVESTIGACION EDUCACIONAL
CLASIFICACION DE LA INVESTIGACION
CIENTIFICA Y UBICACION DE L A INVESTIGACION
EDUCACIONAL
1. LA INVESTIGACION CIENTIFICO-TEORICA Y
LA INVESTIGACION TECNOLOGICA -
Es sabido que la Investigación científica puede ser
clasificada de muy diversas maneras de acuerdo al crite
rio que se utilice en cada caso. Empero, probablemente
la clasificación más general y a la vez productiva es la
que distingue entre investigación científico-teórica e
investigación aplicada o tecnológica. El criterio usado
para esta distinción está dado por la naturaleza de las
cuestiones o problemas que son sometidos a tratamiento
científico. Así, hay cuestiones qué plantean la necesi
dad primordial de encontrar una explicación racional pa
ra un fenóm eno, hecho o propiedad del mundo real o.,
también, para una proposición o enunciado de carácter
lógico o matemático, y hay cuestiones que plantean la
necesidad de encontrar la manera de hacer algo con efi
cacia y siguiendo el camino óptim o. A las investigacio
nes que están abocadas a resolver las cuestiones del
primer tipo las denominaremos científico-teóricas y a las
que pretenden resolver las dél segundo tipo, las llama
m os tecnológicas.
75
teórica y la tecnológica de tal suerte que a menudo sue
len complementarse. Por otra parte, aunque ambas co n
tribuyen al logro del objetivo de incremento del co n o ci
miento, parece que la investigación cientítico-teórica
está particularmente orientada a satisfacer la necesidad
de comprensión de lo real o conceptual, o necesidad te o
rética, mientras que la investigación técnica está prefe
rentemente dirigida a la satisfacción de la necesidad de
dom inio de la naturaleza y de lo social o necesidad prag
mática, que se caracteriza por un énfasis en lo práctico y
utilitario. Asimismo el desarrollo de la investigación tec
nológica, que ha cobrado particular impulso en la era in
dustrial, y electrónica, presupone la acumulación de re
sultados de la investigación científico-teórica.
76
investigación. Sin embargo, com o ya lo señalamos antes,
una característica sustantiva de la investigación científi
ca es que es un proceso en perfeccionamiento perma
nente y sujeto indefinidamente a revisiones, lo que im
plica que las explicaciones de los hechos son siempre
susceptibles de ser reemplazadas por otras que estén
mejor apoyadas por las evidencias. Este carácter provi
sional de la explicación científica no es sólo una cues
tión de principio sino que se apoya en la experiencia
histórica que nos muestra la manera progresiva com o,
por ejemplo la física de Galíleo superó a la de Aristóte
les, la de Newton a la de Galiieo y, en nuestro siglo, la
de Eínstein a la de Newton. De esta manera la investiga
ción empírica nos proporciona explicaciones cada vez
más potentes en el sentido de que nos permiten enten
der una mayor variedad de hechos.
De otra parte, la investigación científico-teórica
empírica puede estar dirigida al conocim iento de hechos
u acontecimientos naturales, com o en los ejemplos antes
citados, que están dentro del cam po de las llamadas
ciencias naturales, o puede estar destinada al co n o ci
miento del acontecer social, histórico o cultural, en
cuyo caso se encuentra dentro del dom inio de las deno
minadas ciencias humanas o sociales. Estas últimas tra
dicionalmente incluyen a la sociología, a la antropología
cultural y a la psicología, pero también se encuentran
dentro de su ámbito la econom ía y la lingüística, por
citar dos ejemplos no tradicionales.
78
demostrar es realmente indemostrable. Esto significa
que el ámbito de los problemas solucionados en mate
mática involucra tanto aquellos en los que se ha dem os
trado la validez de una proposición com o los que han
sido resueltos demostrando la indemostrabilidad de una
proposición. Los problemas o cuestiones que no están
en ninguna de las dos condiciones anteriores son estric
tamente los problemas matemáticos pendientes o tam
bién indecidibles. Un ejem plo de problema matemático
por ahora indecidible lo proporciona la proposición de
Fermat conocida también com o ‘ "teorema de Fermat” .
Hasta la fecha y hasta donde llega nuestra información
no se ha demostrado que la proposición de Fermat sea
matemáticamente verdadera pero tam poco se ha demos
trado que la proposición de Fermat sea indemostrable.
Asimismo debemos aclarar que cuando decim os que la
proposición de Fermat constituye un problema mate
mático indecidible no estamos diciendo que ella tenga
el mismo status que otras proposiciones llamadas indeci
dibles cuya existencia dem ostró Kurt G odel en 1930
mediante un teorema que es probablemente, el más fa
m oso que ha producido la investigación en Lógica Mate
mática en el presente siglo. La diferencia es que en el
caso de las proposiciones indecidibles generadas por el
teorema de G odel se demuestra que son indecidibles,
es decir se demuestra que no se puede demostrar su ver
dad y se demuestra que no se puede demostrar que son
indemostrables. Por lo tanto, mientras el “ teorema de
Fermat” es una proposición indecidible en el sentido
que por ahora no se ha encontrado una demostración
para afirmarlo o rechazarlo, las proposiciones de Godel
son indecidibles pero no pendientes de solución, porque
se demuestra que son proposiciones cu yo status está
resuelto por una dem ostración y por tanto no consti
tuye un problema pendiente para la investigación en
Lógica Matemática.
79
También debe incluirse dentro de la investigación
científico-teórica conceptual la denominada investiga
ción metateórica, que en rigor se ocupa de las propieda
des de las teorías científicas. Este tipo de investigación
no pretende formular explicaciones a problemas cientí
ficos en concreto, sino a las cuestiones que surgen cuan
do nos preguntamos cuáles son las condiciones que debe
reunir una teoría científica o cuáles son los criterios
que debemos seguir para elegir entre dos teorías cientí
ficas que son mutuamente antagónicas. Sin embargo, no
todas las cuestiones que preocupan a la Meta teoría pue
den ser resueltas mediante explicaciones que son necesa
riamente demostraciones de teoremas. Esto último ocu
rre estrictamente en la metateoría de la lógica y de la
matemática en la que importantes propiedades de las
teorías se demuestran mediante teoremas. Por ejemplo,
la propiedad que tiene una teoría de ser no contradic
toria se demuestra, cuando os posible, mediante un teo
rema llamado de consistencia. Sin embargo, las dem os
traciones que se hacen en el nivel de la metateoría usual
mente se denominan metateoremas para diferenciarlas
de las que se hacen usualmente dentro de.la matemática.
Por citar un ejem plo, el teorema de Gódel, que m encio
namos anteriormente es, en sentido estricto, un
metateorema porque pertenece a la metateoría de la ma
temática.
so
se refieren fundamentalmente a las propiedades de las
ciencias llamadas empíricas.
La investigación tecnológica
81
com o la primera puede solucionar sus problemas para
estimular a la segunda, también es cierto que las posibi
lidades del desarrollo tecnológico dependen de la ampli
tud y exactitud de los conocim ientos teóricos de que se
disponga en un m omento dado.
Es claro, desde lo anteriormente expuesto, que la
posibilidad de aplicar el m étodo científico general a la
investigación tecnológica requiera algunas aclaraciones
en virtud de que aquél está destinado principalmente a
la validación de hipótesis y no al establecimiento de
reglas. En este caso las reglas del m étodo científico
general deben ayudarnos para arribar a nuevas reglas y
no a hipótesis confirmadas com o en el caso de la investi
gación científico-teórica empírica. Por tanto, en aten
ción a la naturaleza de la investigación tecnológica, es
pertinente introducir algunos reajustes en las reglas del
m étodo científico general que permitan compatibilizar
lo con ella.
82
compartida del mismo m odo por los otros. Sin embar
go, tolerar estas limitaciones parece ser el precio de p o
der hablar aunque sea en un sentido débil de la unidad
de la investigación científica en su conjunto.
83
proyectil con cabezas nucleares, o dirigir el aprendizaje
de una segunda lengua en el salón de clase, o la cons
trucción de cierto tipo de com putadora, etc. A veces se
denomina tecnología a un aparato o máquina; sin em
bargo en sentido riguroso lo que es propiamente tecn o
logía comunicable es el conjunto de reglas que nos per
miten dirigir la construcción del aparato o máquina. La
máquina en sí misma constituye mas que la posibilidad
de utilizarla, mientras que poseer las reglas que regulan
su construcción es tener la capacidad de producirla cada
vez que las circunstancias lo requieran.
84
suficientemente precisa para permitirnos decidir cuándo
un caso concreto confirma o refuta inequívocamente
una hipótesis.
85
todos específicos com o el de cálculo de resistencia de
materiales y otras, usualmente no llamadas tecnologías
pero que estrictamente lo son, com o la medicina en
tod o lo que significa tratamiento m édico o técnicas
quirúrgicas, que no son otra cosa que actividades dirigi
das por reglas fundadas en disciplinas teóricas produci
das por la investigación em pírica com o la fisiología, la
patología, la parasitología, la bioquím ica, la física, etc.
La investigación en tecnologías sociales com prende
el cam po de la llamada pedagogía en to d o lo que
concierne a m étodos de dirección del aprendizaje, com o
son la educación programada, los m étodos globalizados,
los m étodos para la enseñanza de una segunda lengua,
etc. Igualmente son tecnologías sociales la propaganda,
las diferentes técnicas de administración, etc. Todas es
tas tecnologías se fundamentan en los resultados de la
psicología del aprendizaje, la sociología y sus ramas, la
antropología, la lingüística, la econ om ía, etc.
La investigación en tecnologías formales incluye
los campos de la programación de computadoras, el aná
lisis de sistemas y los m étodos que en su conjunto fo r
man lo que se llama la investigación operativa. Es en
este sector donde particularmente se ha desarrollado las
tecnologías algorítmicas, debido a que se fundamenta
en teorías matemáticas en las que los m étodos efectivos
de cálculo son posibles. Las disciplinas que sustentan
este cam po son la teoría de la probabilidad, la teoría de
grafos, la teoría de juegos, el álgebra lineal, el álgebra de
B oole, la lógica proposicional, etc.
Es también del caso señalar que las diversas ramas
de la matemática tienen un rol importante no sólo para
servir de base a las tecnologías formales en sentido es
tricto, sino que en la medida que ellas son usadas com o
medios expresivos de la física, la quím ica y otras cien
cias teóricas de carácter em pírico, resultan siendo deci
86
sivas en tecnologías com o las ingenierías. Existe además
un tipo de investigación teórica de carácter interdisci
plinario que en los últimos treinta años se ha desarrolla
do m ucho y sirve de sustento a diversas tecnologías.
Se trata de la Cibernética, disciplina cuya paternidad es
atribuida al investigador norteamericano Norbert Wie
ner, la misma que utiliza mucho resultados lógicos y ma
temáticos, pero que involucra además el concepto diná
m ico de autorregulación. La cibernética com o estudio
de los sistemas autorregulables ha permitido importantes
avances en el conocim iento de los mecanismos o canales
de transmisión de información, los mismos que han ge
nerado tecnologías aprovechables para la construcción y
perfeccionamiento de redes telefónicas o sistemas de
radiodifusión. Igualmente los m odelos cibernéticos han
permitido un incremento del conocim iento de las redes
neuronales y también de los mecanismos de aprendizaje
en el hombre y en el animal. Estas investigaciones, al
lado de otras en numerosos campos, han generado las
bases teóricas que han perfeccionado tecnologías com o
la del diseño de computadoras, la de construcción de
mecanismos para reemplazar órganos en circunstancias
especiales, la de elaboración de esquemas organizaciona-
les, etc. T o d o esto nos indica que la Cibernética ocupa
un lugar especial porque p or su carácter multidisciplina-
rio fundamenta tecnologías de diverso tipo.
87
mente, el resultado de este tipo de investigación nos
enseña a hacer algo con eficiencia y en condiciones
óptimas, esto es, resuelve problemas praxiológicos. Esta
es la razón por la que la influencia de la tecnología en la
vida social, en la experiencia inmediata, es enorme, en
tal grado que podem os afirmar que el mundo contem
poráneo es esencialmente un producto de la ciencia teó
rica a través de las materializaciones técnicas. Las dife
rencias más inmediatas entre países desarrollados y
subdesarrollados se dan en términos de mayor o menor
uso de las tecnologías, las mismas que están orientadas
hacia la mayor producción y el mayor bienestar de las
sociedades que las crean. El hombre de las sociedades
industriales contemporáneas se caracteriza porque utili
za la técnica, aunque en la m ayor parte de los casos,
ignora sus fundamentos teóricos y no se plantea ningún
problema especial respecto de ellos. Buena parte de la
tecnología se da a manera de “ recetas” , con sus “ tabli-
tas” correspondientes, que permiten resolver un tipo de
problemas sin mayores dificultades.
88
gobiernos. Otras necesidades, que demandan a veces ser
satisfechas con suma urgencia, están ligadas principal
mente a los valores culturales de una determinada socie
dad. Por ejem plo, la necesidad de vestido normalmente
no sé limita a ser una demanda por implementos para
proteger el cuerpo del clima y otros elementos del am
biente físico, sino que su grado de exigencia está fuerte
mente condicionado por la moda, esto es, por el imperio
de normas culturales no dejan pór este hecho de ser sen
tidas con gran intensidad, pues es frecuente que se les dé
preferencia a costa de sacrificar inclusive necesidades'
biológicas. L o mismo se puede decir de otras necesida
des, especialmente de las ligadas a las aspiraciones del
poder social.
89
2. DEFINICION Y CARACTERISTICAS GENERA
LES DE L A INVESTIGACION EDUCACIONAL
La investigación educacional es el proceso de pro
ducción de los conocim ientos que describan y expli
quen los hechos educacionales y de las tecnologías que
orienten eficazmente la acción educativa.
Para precisar las características generales de la in
vestigación educacional es necesario tomar com o marco
de referencia las definiciones y distinciones hechas en
las páginas precedentes.
En primer lugar debemos señalar que la investiga
ción educacional es un caso particular o un tipo com
prendido dentro de la investigación científica en general.
En consecuencia ella se desarrolla respetando las reglas
del m étodo científico general, más un conjunto de reglas
específicas que se adecúan a la naturaleza de los proble
mas a investigarse. Estas reglas específicas se agrupan
formando m étodos particulares que permiten el trata
miento en eoncreto de las cuestiones a investigarse.
La investigación educacional se desarrolla estric
tamente com o una investigación científico-teórica de
carácter em pírico y también se realiza a manera de
investigación tecnológica de tipo social. Para expresar
nos con mayor brevedad, en adelante hablaremos sim
plemente de investigación educacional teórica e investi
gación educacional tecnológica para no repetir las otras
determinaciones, que daremos por comprendidas.
90
y precisa de los problemas y la postulación de hipótesis
de significación unívoca que puedan ser confirmadas o
rechazadas después de una contrastación con los hechos.
En tanto que los hechos educacionales son o de natura
leza social o de naturaleza psicológica, luego las investi
gaciones educacionales teóricas se inscriben dentro del
marco de las ciencias sociales y de la psicología y sus
ramas. Por este m otivo estas ciencias han desarrollado
disciplinas que están particularmente conectadas con los
hechos educacionales, com o son la Psicología del Apren
dizaje, la S ociología de la Educación, etc. Esto no debe
ser entendido de ninguna manera com o una reducción
de las ciencias sociales y de la psicología al campo de la
educación, pues reconocer que ellas han desarrollado
disciplinas que se refieren a los hechos educacionales no
implica de m odo alguno desconocer que en efecto hay
disciplinas científico-sociales, com o la S ociología Polí
tica, y disciplinas psicológicas, com o la Psicofisiología,
que no están directamente ligadas a la investigación edu
cacional, sino a problemas que en sus aspectos más signi
ficativos son claramente no educacionales. Es verdad,
sin embargo, que un estudio en S ociología Política o en
Psicofisiología podría tener interesantes repercusiones
en el cam po de la educación, pero eso no invalida la
distinción hecha anteriormente que fundamentalmente
se basa en el mayor énfasis que las investigaciones cientí
ficas normalmente ponen en ciertos temas, lo que no
descarta subproductos que pueden influir significativa
mente en otros cam pos en los que no se había pensado
al iniciar la investigación. Por consiguiente, la posibili
dad de que alguna rama de la ciencia, considerada nor
malmente alejada de la investigación educativa, resulte
aportando a ésta conocim ientos importantes debe ser
siempre tenida en cuenta.
De acuerdo con lo anterior afirmamos que las cien
cias de la educación son las disciplinas que de manera
91
clara se preocupan fundamenalmente por la descripción
y explicación de los hechos educacionales. Estas disci
plinas son principalmente ramas de la Psicología y de las
Ciencias Sociales com o la Psicología del aprendizaje, la
Psicología de la m otivación educacional, la Psicología de
la inteligencia, la Psicología genética y evolutiva, la S o
ciología de la Educación, la A ntropología educacional,
la Lingüística, etc. T o d o esto indica que no existe una
ciencia teórica que se llame Educación, aunque algunos
tratadistas tradicionales lo hayan pensado asi por falta
de un conocim iento adecuado de la naturaleza de la
ciencia, la misma que es estudiada por la disciplina filo
sófica llamada Epistem ología. Lo que existe es la reali
dad educacional entendida com o el conjunto de los
hechos educacionales, y las disciplinas científicas encar
gadas de estudiar dicha realidad. Es posible designara
tod o este conjunto de disciplinas mediante la palabra
‘Educación’ siempre y cuando se tenga en cuenta que
no nos estamos refiriendo a una disciplina autónoma.
Sin embargo esto tiene el inconveniente de que la palabra
✓
‘Educación’ se usa con m ayor frecuencia para referirnos
a los hechos educacionales mismos y por consiguiente
resulta mejor denominar a las disciplinas que los estu
dian ciencias de la educación, lo que, por un lado, c o
rresponde m ejor a la práctica científica y, por otro, per
mite distinguir claramente entre el nivel de los hechos y
el nivel del conocim iento sobre hechos.
93
eminentemente social. Esta clase de investigación, com o
cualquier otra de carácter tecnológico, presupone la
existencia de un conjunto de resultados de la investiga
ción educacional teórica que puedan ser utilizados com o
fundamentos a partir de los cuales se puedan obtener
reglas técnicas que prescriban có m o realizar la acción
educativa con eficiencia y en condiciones óptimas.
La investigación educacional tecnológica se p ro
pone principalmente solucionar problemas prácticos. Su
propósito no es ni el describir ni el explicar hechos edu
cacionales, sino el dirigirlos en las mejores condiciones
para el logro de ciertos objetivos. Esta investigación
produce m étodos tecnológicos educacionales o simple
mente tecnologías educacionales cu yo grado de eficien
cia, de conformidad con lo dicho en la primera parte de
este trabajo, depende directamente del grado de exac
titud y de la potencia explicativa de las leyes teóricas
que las fundamentan, que son las de la psicología y las
de las ciencias sociales. Asimismo la juventud de éstas,
com o disciplinas rigurosas, experimentales y capaces de
expresarse en lenguaje matemático, hace comprensible
que las tecnologías que se basan en ellas no tengan un
grado de eficiencia comparable al de las tecnologías físi
cas o las formales.
La investigación pedagógica
Dentro de la investigación educacional tecnológica
ocupan un lugar muy importante las indagaciones que
de manera inmediata se proponen la obtención de reglas
para dirigir de m odo eficiente y óptim o el aprendizaje.
Como ejem plo, pueden señalarse las investigaciones para
lograr nuevos m étodos para la enseñanza de la lectura y
de la escritura, para la enseñanza de la matemática, etc.
También en este renglón se encuentran las investigacio
nes sobre ayudas audiovisuales, dinámica de los grupos
escolares, etc. Todas estas investigaciones, que en su
conjunto persiguen un aprendizaje óptim o, son las que'
94
en sentido estricto tienen carácter pedagógico, es decir,
se proponen la aplicación de los conocim ientos brinda
dos por la ciencia teórica para la mejor guía o con du c
ción del proceso de enseñanza-aprendizaje. De ésto se
deduce que la Pedagogía es estrictamente, desde el pun
to de vista brindado por el análisis riguroso de la ciencia,
una disciplina tecnológica. Ahora que la investigación
pedagógica puede tener repercusiones importantes o
decisivas en el nivel teórico es un hecho innegable, pero
no es privativo de ella sino que ocurre en todas las
disciplinas teóricas com o una manifestación de las es
trechas relaciones existentes entre los diferentes niveles
de la investigación científica.
Asimismo otra consecuencia de lo dicho es que la
investigación pedagógica sólo cubre una fracción de la
realidad educacional que es, además, com o lo hemos
puntualizado antes, objeto de las investigaciones teóricas
realizadas por disciplinas sociales u psicológicas. Por
consiguiente, es evidente que la riqueza de la educación
ha determinado que no exista una única disciplina que
la agote com o pretendieron erróneamente algunos trata
distas del pasado, sino que ella es estudiada por diferen
tes disciplinas teóricas que la describen y la explican des
de diversas perspectivas. Por tanto, debe tenerse presen
te que la investigación educacional en su conjunto es de
naturaleza raultidisciplinaria o interdisciplinaria y esto
debe, ser claramente com prendido para tener una co n
ciencia lúcida de la variedad de m étodos especializados
de investigación y de la rica gama de teorías que supone
la realización de una investigación educacional integral,
la misma que ya no puede ser tarea de sólo una persona
sino de un equipo.
96
IV
LA FORMULACION DE UN PROBLEMA
EN LA INVESTIGACION EDUCACIONAL
L A FORM ULACION DE UN PROBLEMA EN LA
INVESTIGACION EDUCACIONAL
99
y significativos es una de las tareas más difíciles del
cien tífico.
Asimismo, refiriéndose específicamente al estado
actual de la investigación educativa, dicho especialista
dice en las páginas 86 y 87 del mismo libro:
El hecho infortunado es que la m ayoría de las
investigaciones realizadas en educación son decidi
damente m onótonas tanto en su concepción com o
en su desarrollo. Si en este capítulo podem os ha
cer algo por reducir siquiera un p o co la chatura de
las investigaciones sobre educación, nos tendremos
por bien recom pensados
Otra opinión que es pertinente citar es la del profe
sor John L. Hayman, quien en su libro Investigación y
educación (p'. 29) sostiene.
La primera tarea de una persona que va a empren
der una investigación, consiste en identificar un
problema. Esto parece ser. una cuestión que ofrece
gran dificultad a los investigadores principiantes, y
resulta en cierta manera una paradoja que sea así.
Una de las verdaderas dificultades que se presentan
en la educación y en realidad en las ciencias de la
conducta en general, es que en ese cam po se han
hecho m uy pocas investigaciones auténticamente
sustanciales. Abundan los. problemas susceptibles
de investigación. La dificultad del principiante
consiste en que no sabe com o localizarlos.
100
nal no se generen problemas sustantivos, pues éstos real
mente existen, sino, al m enos en parte, a que no se los
identifica y plantea con la precisión que demanda la in
vestigación científica.
2. PROBLEMA CIENTIFICO
101
Nosotros consideraremos que existe un problema
en sentido estricto, desde el punto de vista de la inves
tigación científica, cuando es posible determinar las
características relevantes de una dificultad para la que
no existen m edios con ocidos de solución. Tal dificultad
puede haber sido detectada hace m ucho tiem po por
los investigadores com o es el caso de la famosa cuestión
de Goldbach o del Teorem a de Fermat, o puede ser una
dificultad nueva que surja en el transcurso de una investi
gación y que no haya sido detectada con anterioridad.
102
y otras enfermedades infecciosas o del llamado proble
ma de la dem ostración de la hipótesis del continuo en la
matemática transfinita de Cantor, que doblegó en este
siglo a genios c o m o los de G odel y Hilbert, entre otros,
pero que dejó de ser tal desde 1963 en que fue solucio
nado por Paul Cohén. La segunda razón es que hay p ro
blemas que, aunque no llegan a ser solucionados, sin
embargo dejan de tener vigencia debido a que las necesi
dades histórico-sociales concentran la atención de los in
vestigadores en otros cuya solución es considerada más
urgente. Estos problemas que quedan pendientes, pero
que dejan aparecer entre las inquietudes de una o varias
épocas, pueden surgir en cualquier m om ento y adquirir
inclusive m ayor importancia que la que tuvieron en el
pasado. Puede señalarse co m o un ejemplo particular
mente importante el problema de la discontinuidad de la
materia planteado p or primera vez por el filósofo griego
D em ócrito de Abdera que vivió entre los años 460 y 370
A .C . Este pensador form uló ía hipótesis de que todas las
cosas que existen están constituidas por cantidades m í
nimas de materia denominadas átom os y que entre áto
m o y átom o había “ lo v a cío ” . La hipótesis de Dem ócri
to fue desestimada, aunque no rigurosamente refutada
por Aristóteles y p or centurias dejó de ser una preocupa
ción fundamental de los filósofos y científicos. Sin
embargo en nuestro siglo cobró inusitada vigencia y
puede considerarse que los resultados en física atómica
obtenidos p or Rutherford, Bohr y Dirac entre otros,
solucionan en forma positiva el problema planteado por
la conjetura de D em ócrito. E m pero, com o es claro, el
hecho de que el problema de la discontinuidad de la
materia haya estado ausente durante algunas épocas
de las discusiones científicas n o significó que se lo haya
*solucionado sino que presumiblemente las urgencias his
tóricas habían cam biado. De otra parte, en nuestra cen
turia parece, nítidamente detectable, la influencia de
103
la moda en la investigación científica. Frecuentemente
se habla de “ problemas de m oda” y no es raro que un
problema no esté de “ m oda” aunque su solución sea
socialmente urgente y tam poco es raro que estén de
“ m oda” problemas que no tienen ninguna relación con
las urgencias sociales del m undo contem poráneo. Esto
pone en evidencia que la selección de los problemas
interesantes para la investigación cienti'fica está fuerte
mente condicionada por intereses m uy particulares que
frecuentemente no son ajenos a los propósitos de dom i
nación de los centros hegem óm cos.
104
Lo anterior permite reflexionar sobre cóm o en la
investigación científica el planteamiento de problemas
es una tarea tan importante com o la solución de los mis
m os. La genialidad de algunos investigadores ha quedado
expresada con más claridad por los problemas que han
planteado que por los que han solucionado, com o es el
caso de Dem ócrito. Algo parecido puede decirse del
matemático y lógico David Hilbert que a com ienzos de
nuestro siglo planteó veinte problemas que orientaron
fuertemente la investigación matemática y muchos de
los cuales continúan siendo un reto. De igual m o d o ,e í
genio de Newton es apreciado no sólo por sus aportes
sino también por los 31 problemas que dejó a la posteri
dad en su Optica.
105
grar un conjunto de conocim ientos que antes parecían
independientes. En el caso de la investigación educacio
nal esta observación resulta especialmente pertinente y
productiva ya que es un sector que afronta problemas
que por su complejidad con frecuencia demandan solu
ciones que implican el concurso de un conjunto de disci
plinas y no sólo el aporte de una en particular.
5. PROBLEMAS EDUCACIONALES Y FR O N TE
RAS DISCIPLINARIAS
106
empresa no es sencilla y parece que tam poco ha sido
satisfactoriamente desarrollada aun en los llamados
países hegemónicos, al m enos si nos atenemos a los ju i
cios de los tratadistas antes mencionados.
6. TIFOS DE PROBLEMAS
107
intentar construirlo. Asimismo, la solución de problemas
teoréticos en física nuclear sólo ha sido posible porque
se habían lograd o salvar las dificultades técnicas de
experimentación mediante la construcción del instru
mental adecuado. ..
7. CARACTERISTICAS RELEVANTES DE UN
PROBLEM A CIENTIFICO BIEN FORM ULADO
108
a una dificultad, sin embargo para tener visos de bien
form ulado deben quedar bien determinados todos los
elementos relevantes que, a la luz de nuestros co n o ci
mientos lo constituyen, esto es, deben quedar explíci
tamente definidas todas las propiedades, llamadas varia
bles, que están implicadas en el problem a. De esta m a
nera se determinan las incógnitas para formular la
pregunta fundamental que puede ser en términos de
¿Quién...? ¿D ón d e...? ¿Por que',..? ¿ C ó m o ...? ¿C uál...?
¿Cuál es el valor d e ...? etc. Claramente estas preguntas,
que pueden ser respondidas con nombres de objetos,
personas o propiedades, sólo tienen sentido dentro de
un con texto. De la misma manera las respuestas a ellas
sólo tendrán pleno sentido com o casos particulares de
teorías o de .sistemas tecnológicos.
. iii. L o anterior significa que la pregunta que ex
presa un problema se hace asumiendo la validez de un
conjunto de proposiciones que se denomina marco te ó
rico. A estas proposiciones se las llama presuposiciones o
presupuestos. Por ejem plo sólo tiene sentido formular
la pregunta ¿Cuáles son las causas de los conflictos entre
las clases sociales? si previamente se acepta que hay cla
ses sociales inequívocam ente definibles y que en efecto
realmente se producen conflictos entre ellas. Pues evi
dentemente, para alguien que no acepte la existencia de
las clases sociales com o fenóm enos claramente identifi
cados, no tendría sentido la pregunta porque sería un
despropósito preguntarse por las causas de los conflictos
entre entidades que no existen. Asimismo, si alguien
aceptara la existencia de clases sociales claramente
determinables pero considerara que no hay por qué
presuponer que están en co n flicto , pues bien podrían
vivir en armonía, también rechazaría la pregunta por
prejuiciosa en la medida que la formulación asume "que
se produce de hecho algo que, desde su punto de vista,
habría que probar. Se dice que un problema está bien
109
definido cuando el conjunto de presupuestos se encuen
tra claramente explícito y se ha determinado que
ninguna de las presuposiciones es una afirmación falsa a
la luz de los conocim ientos científicos disponibles. Esto
no significa que todos los presupuestos deban ser
afirmaciones científicam ente verdaderas; eso sería en el
caso ideal. Pueden incluirse entre ellos afirmaciones que
aunque no sean científicam ente verdaderas, sin em
bargo sean plausibles, esto es, presumiblemente verda
deras. L o que no debe ocurrir es que entre los presu
puestos exista una afirmación que positivamente sea
falsa, porque eso daría lugar a que la pregunta que
oriente nuestra indagación pierda sentido, pues ella es
significativa solamente si se pueden asumir o suponer
com o válidas las presuposiciones y , obviamente, esto no
se puede hacer con una afirmación que ya se con oce
com o falsa. Asim ismo, el hecho de que algunas presupo
siciones sean sólo plausibles nos indica que ya tan sólo
para- plantear un problema es necesario arriesgar con je
turas. Consecuentemente los primeros pasos explorato
rios deben estar destinados a examinar y poner a prueba
cuidadosamente todos los presupuestos del problema,
porque de detectarse uno falso hay que proceder a una
reformulación.
110
Cuando se encuentra que justamente las presupo
siciones más fundamentales en el planteamiento de un
problema son falsas, entonces es necesario cambiar
completamente de marco teórico y tentar otro que susti
tuya al anterior. Este nuevo marco teórico, de ser confir
mado p or los hechos, constituirá una revolución en los
conocim ientos de una época. Un ejemplo lo constituye
la teoría espacial de la relatividad en física que significó
una sustitución del marco teórico que hasta entonces
brindaba la física de Newton. Sin embargo, en la investi
gación científica, este nuevo marco teórico, com o cual
quier otro, es provisionaLaunque isea el mejor que tenga
m os p or ahora.
111
i. En principio se trata de una investigación en cien
cias sociales destinada a resolver un problema de carác
ter teorético, esto es, un problema que puede ser solu
cionado mediante una hipótesis que sea contrastable con
los hechos. La forma prevista de la hipótesis es la de un
enunciado que establece una relación de funcionalidad
entre dos propiedades relevantes: nivel de escolaridad y
personalidad pasivo dependiente. La primera propiedad
cumplirá en cierto m od o el rol de variable independiente
y la segunda de variable dependiente. El m étod o de deci
dir si la hipótesis es confirmada o no por los hechos es
el análisis de los resultados de la administración indivi
dualizada de una encuesta por muestreo al azar.
ii. El conjunto de presuposiciones o marco teórico
puede ser descrito com o sigue.
Los resultados de las investigaciones sociales sobre
la personalidad del poblador rural de Perú permiten afir
mar que existe una relación directa entre la estructura
de la dom inación tradicional y la personalidad pasiva
dependiente del poblador rural. Esto es, cuanto más
estable es dicha estructura tanto más pasiva y depen
diente es la personalidad del poblador rural peruano y
cuanto menos estable es esa estructura, debido a trans
formaciones que tienden a redistribuir los recursos y a
dar acceso equitativo a las oportunidades sociales, tanto
menor es la pasividad y dependencia de la personalidad
de los afectados.
iii. El problem a puede formularse a través de la pre
gunta: ¿Cuál es la relación que existe entre un cierto
nivel de escolaridad y el grado de pasividad-dependencia
de la personalidad del poblador rural peruano dentro de
una estructura de dom inación tradicional en proceso de
cam bio?
Es claro que en esta pregunta aparece, además de lo
que hemos llamado variables independientes y depen
112
dientes, un tercer elemento constituido por la expresión
‘ ‘una estructura de dom inación en proceso de cam bio” .
A este nuevo elemento se le con oce com o variable Ínter-
viniente, .pero por el m om ento aclarar este con cepto no
tiene importancia decisiva para comprender lo que sigue:
113
presa un problema porque supondría la existencia de
una situación irreal. De la misma manera si alguien
estuviera dispuesto a asumir la proposición a. com o
verdadera o plausible, pero rechazará la proposición
b. por considerar que no existe una propiedad que pue
de ser denominada “ pasividad y dependencia de la per
sonalidad de nuestro poblador rural**, esta persona tam
bién podría sostener que la pregunta no expresa un p ro
blema real por presuponer que la personalidad del pobla
dor rural peruano de hecho posee una propiedad, lo
cual, para ser adm itido, tendría que ser previamente
probado. Por añadidura, si alguien aceptara com o presu
puesto a. y b . pero objetara c. por considerar que la
escolaridad es un fenóm eno que no existe en la pobla
ción rural peruana, esta persona tam poco aceptaría
que la pregunta expresa realmente un problema por la
misma razón que la esgrimida en los casos anteriores.
Com o se entiende, la persona que se colocara en cual
quiera de los casos posibles anteriormente descritos
estaría objetando, la form ulación de nuestro problema
porque discreparía con el marco teórico asumido. Asi
m ism o, es claro que para que se produzca discrepancia
es suficiente que rechace una de nuestras presuposicio
nes. Además, el grado de la discrepancia estará dado por
la cantidad de presuposiciones que rechace nuestro inter
locutor. Consecuentemente, para resolver la discrepan
cia, se plantea la situación de elegir uno entre marcos
teóricos alternativos que pueden diferenciarse en muy
pocos aspectos o , inclusive, ser totalmente opuestos en
contenido. El criterio que se utiliza para decidir estas
situaciones es el que establece que debe preferirse el
marco teórico sustentado en la teoría que m ejor resista
la constrastación de sus proposiciones con los hechos
observables.
114
cuando los hechos n o refutan ninguna de las proposicio
nes fundamentales de T, pero sí al m enos una proposi
ción fundamental de T 1 y además los mismos hechos
confirman todas las proposiciones fundamentales de la
teoría T. Esto significa que la teoría T se adecúa a los
hechos observables m ejor que la teoría T-| y, por tanto,
expresa conocim ientos em píricos más ricos y seguros.
No está demás anotar que dado que la investigación
científica en todos los casos recurre a la crítica perma
nente, el primer objetante es el mismo investigador que
debe someter a prueba sus ideas, pues ellas serán produ c
tivas sólo en la medida que sean capaces de resistir satis
factoriamente las refutaciones que se les'hagan.
115
chos años antes que la pregunta haya p od id o ser fo r
mulada de m od o inobjetable. Carnap anota el caso de
los creadores del Cálculo Infinitesimal: Leibniz y New-
ton. A m bos podían responder satisfactoriamente a la
pregunta ¿Cuál es la derivada de la función x 3 ? Ellos
respondieron: la función 3x2 , y ocurre que esta resr
puesta es correcta. Sin embargo Leibniz y Newton
sólo con ocían una definición intuitiva e imprecisa de la
derivada de una función y fue necesario más de una
centuria de investigación matemática adicional para que
se logre definir con exactitud la n oción de derivada. Fue
necesario precisar previamente el con cep to de límite ,1o
cual se logró con los aportes de Bolzano y Dedekind casi
a fines del siglo pasado. D e manera análoga, el matemá
tico Laplace tam poco con oció una definición satisfac
toria de probabilidad pero, sin embargo, pudo responder
con éxito muchas preguntas sobre probabilidad. Cierta
mente estos casos no los mencionaremos para que se
los tom e com o regla, sino para indicar que aunque en
general todas las variables de un problema deben estar
correctamente definidas, en algunas situaciones p od e
mos seguir adelante a pesar de que sepamos qué la d efi
nición de alguna de ellas n o es del t o d o satisfactoria por
ser m uy intuitiva y a pesar de que nuestros esfuerzos no
nos permitan detectar con precisión el defecto.
116
no se hayan descubierto hasta el m om ento, (ü) Aplicar
soluciones conocidas a situaciones nuevas y examinar si
siguen valiendo para éstas: si valen, se habría ampliado
el dom inio de esas soluciones; si no valen, se habrá tal
vez descubierto to d o un nuevo sistema de problemas,
(iii) Generalizar viejos problemas: probar con nuevas
variables y jo nuevos dom inios para las mismas, (iv) Bus
car relaciones con problemas pertenecientes a otros
cam pos” .
Evidentemente, estas sugerencias de Bunge pueden
ser de gran utilidad para el investigador educacional
com o una pauta en la búsqueda de problemas. Empero,
ha habido algo que ha estado im plícito a lo largo de esta
exposición y ha llegado la oportunidad de hacerlo exp lí
cito, y es que cualquier orientación en investigación
científica para ser fecunda requiere que quien la siga
posea una form ación científico-teórica adecuada en un
campo de la ciencia. Sin un conocim iento básico de los
resultados de la investigación científica en los campos
relacionados con una determinada área, resulta m uy
aventurado tentar la realización de una investigación
científica realmente significativa. El peligro más inme
diato, es el de desplegar esfuerzos innecesarios por res
ponder a un pregunta que ya no es realmente un p ro
blema para la ciencia y cuya solución la conoce cual
quier investigador medianamente inform ado com o parte
de su cultura especializada.
La investigación científica es el proceso de produc
ción de conocim ientos científicos, consecuentemente
participar en ella con éx ito requiere haber asimilado una
cultura científica básica sin la cual resulta ilusorio inten
tar aplicar supuestos “recetarios m etodológicos” que
com o tales no existen en ningún cam po científicamente
significativo,
117
F O R M U L A C IO N D E L P R O B L E M A
118
V
LA FUNCION DE LA HIPOTESIS EN LA
INVESTIGACION EDUCACIONAL
L A FUNCION DE L A HIPOTESIS EN LA
INVESTIGACION EDUCACIONAL
121
-tración que pruebe o la verdad o la falsedad de la hipóte
sis. Y el problema subsiste en la medida que tal dem os
tración no ha sido encontrada. También podría ocurrir
que la proposición de Goldbach sea de la clase de las
proposiciones indecidibles, esto es, que no se pueda esta
blecer ni su verdad ni su falsedad en la aritmética, pero
esta tercera presunción también tendría que ser p ro
bada mediante una dem ostración, llamada de indepen
dencia, que tam poco existe. En to d o caso, com o puede
apreciarse, en la práctica matemática este problema es
/form ulado a través de una hipótesis y no de una pregun
ta lo que nos pone en alerta sobre cóm o n o siempre las
distinciones m etodológicas corresponden a etapas que
claramente se diferencien en la investigación com o p ro
ceso real.
122
Hipótesis causales
C om o se com prende, la forma lógica de una h ip ó
tesis, o estructura sintáctica de la misma, así com o su
contenido significativo dependen del tipo de pregunta
que se pretende-responder. Las hipótesis que son un
ensayo de respuestas a preguntas de tipo ¿Por q u e ...?
son las que preferentemente se utilizan en las denorrp-
das investigaciones causales y se caracterizan porque
son expresadas a través de enunciados generales que
tienen form a lógica de tipo condicional cuyo contenido
significativo afirma la existencia de una relación causal
entre un fenóm eno o proceso denom inado causa y otro
llamado efecto. Anotam os que por forma de tipo con d i
cional entendemos la que corresponde al esquema “ Si..
e n to n ce s ...” Un ejem plo concreto de enunciado cien
tífico de forma condicional nos lo proporciona la hipó
tesis física confirmada conocida com o ley de Ohm, que
caracteriza la condu cción eléctrica en los metales a tem
peratura normal. Esta ley puede formularse así. “ Si una
fuerza electrom otriz es aplicada a un circuito, entonces
siempre mantiene una corriente eléctrica de intensidad,
constante que es proporcional a ella"’ . La fórmula c o
rrespondiente es e = R x is en la que la letra “ e” desig
na la fuerza electrom otriz constante, “ R ” , designa el
valor de la resistencia del condu ctor y la expresión “ is”
el valor de la intensidad de la corriente. Asimismo es
oportuno aclarar que aunque toda hipótesis causal es de
forma lógica condicional, no to d o enunciado con dicio
nal es una hipótesis causal; por ejem plo el enunciado
“ Si un número es m últiplo de dos entonces es par” es de
forma lógica, condicional pero no es una hipótesis causal
porque no se refiere a hechos u objetos de la realidad
física.
123
la medida que afirma la existencia de una relación causal
entre dos fenóm enos, la fuerza electrom otriz constante
(causa) y la intensidad constante de la corriente eléctrica
(efecto). La virtud especial que tiene esta ley de mostrar
una relación estrictamente causal ha sido señalada por
Bunge en su libro Causalidad (EUDEBA, 1972).
Es importante aclarar que en los párrafos anteriores
hemos hablado de hipótesis científicas sin más y de
hipótesis confirmadas, o leyes científicas, para enfatizar
desde ahora que estas últimas también son hipótesis sólo
que se las considera con un status especial porque han
sido confirmadas por la experiencia.
Hipótesis de covariación
124
investigación en ciencias sociales y en educación. Un
ejemplo nos lo brinda la hipótesis utilizada por Cotler y
Alberti en la investigación citada en la sección anterior.
Ella pretende responder a. una pregunta del tipo ¿Cual
es la relación en tre... y ...? y puede ser formulada así:
“ Existe una relación inversa entre un cierto nivel de
escolaridad y el grado de pasividad y dependencia de la
personalidad del poblador rural peruano dentro de una
estructura de dom inación tradicional en proceso de
cam bio” 11.
125
sentido de la ley de Ohm porque sería desnaturalizarla
interpretar que ella pretende que un cierto nivel de esco
laridad produce siempre un cierto grado de pasividad y
dependencia de la personalidad en el poblador rural
peruano.
Lo dich o revela que la distinción entre hipótesis
de covariación e hipótesis causal puede n o ser siempre
evidente; sin embargo un análisis debe ser suficiente
para poner en claro si estamos respondiendo a un
¿Por q u é ...? o a un ¿Cuál es la relación que hay entre
... y ...? De otra parte no pretendemos que to d o lo
que usualmente se denomina investigación descriptiva
precise de una hipótesis con una estructura que res
ponda a preguntas de la form a ¿Cuál es la relación que
hay entre... y ..,? Ciertamente pueden darse hipótesis
de investigaciones descriptivas que tengan una estructura
distinta por responder a preguntas del tipo ¿Cóm o e s ...?,
por citar un ejem plo. Sin embargo nosotros hemos ele
gido las hipótesis de la form a general “ Existe una rela
ción R entre ... y . . , donde la letra R denota una rela
ción de funcionalidad, porque consideramos que son las
más interesantes y frecuentes dentro de la investigación
tanto en ciencias sociales com o en Psicología, y , conse
cuentemente, en la investigación educacional.
126
municad X ? Sin embargo no tiene objeto responder a
esta pregunta con una hipótesis pues lo que propiam en
te se está demandando es la obtención de ciertos datos,
o , en otras palabras, una recolección de datos y un p ro
cesamiento m ínim o de los mismos* Pero para que pueda
formularse una hipótesis es necesario que tenga sentido
hacer conjeturas sobre posibles conexiones entre fen ó
menos o propiedades de la realidad y tales conjeturas,
aunque se confirman medíante datos, no se reducen a
ellos sino que fundamentalmente son interpretaciones
de la realidad. Consecuentemente sólo son investiga
ciones descriptivas en sentido estricto aquella en las que
existe una hipótesis a contrastarse con los hechos. En los
casos en los que no tiene sentido formular una hipótesis
consideramos que no se trata de investigaciones cientí
ficas en sentido estricto, sino de meras recopilaciones
de datos, com o el ejem plo antes señalado, que son im
propiamente llamadas investigaciones descriptivas.
127
Variables independiente y dependiente
128
variable independiente o de la causa, es posible predecir
por medios lógicos las características de la variable
dependiente o del efecto, según se use com o premisa
una hipótesis de covariación o una causal. Cuando una
predicción se cumple en el mundo real se dice que la
hipótesis tiene a su favor un ejem plo confirm atorio.
Variable experimental
129
parte del horario normal. También puede incluir dentro
de su estudio a grupos de alumnos que no estén som e
tidos a la nueva m etodología y continúen su aprendizaje
por medios tradicionales. El propósito de esta inclusión,
com o en el caso anterior, será, análogamente, establecer
diferencias claras entre los sujetos' sometidos a trata
miento m etod ológico y los que no lo son.
130
dades extrañas no es posible. Por tanto, el investigador
debe hacer un análisis que le permita identificar cuáles
son las propiedades distintas a la variable experimental
que sin embargo pueden estar influyendo en sus resulta
dos. A tales propiedades se las con oce co m o variables
intervinientes y su presencia aunque debe ser limitada al
máximo es prácticamente inevitable en el trabajo expe
rimental.
131
objeto x tiene la propiedad de ser un organismo inva
dido por el bacilo de K och , entonces el objeto x siem
pre tiene la propiedad de ser un organismo en el que se
produce la tuberculosis” . Pero co m o toda hipótesis cien
tífica de la clase que nos interesa no se refiere a u n o b
jeto en concreto, sino a todos los objetos de un univer
so, entonces podem os considerar que la estructura bási
ca de las hipótesis científicas relevantes para esta e x p o
sición es: “ Para to d o objeto x , si x tiene la propiedad P,
entonces x tiene la propiedad Q ” .
Es pertinente señalar, acudiendo al vocabulario de
la Lógica-Matemática, que en la enunciación precedente
la parte “ Para to d o objeto x ” se denomina cuantificador
universal para la variable de individuo x y se escribe así
(x). La afirmación que está después de “ Si” y antes de
“ entonces” se denomina antecedente. La afirmación que
está después de “ entonces” se denomina consecuente.
Tanto el antecedente co m o el consecuente tienen la
forma abreviada “ x tiene la propiedad P” que se escribe
P(x) en notación usual. El esquema “ S i..., en ton ces...”
se expresa por una flecha -*■ . Por tanto la estructura
lógica anterior puede ser expresada por la fórmula ló
gica (x) (P(x) Q (x) )12.
132
viduo en concreto sino a una clase, conjunto o universo
de individuos. Además, debido a que la m ayor parte de
las hipótesis de este sector de la investigación expresan
covariaciones o correlaciones, la relación, de deductibili-
dad expresada p orcia form a condicional n o tiene la
misma fuerza que en el caso de las hipótesis causales,
pues el segundo término (variable dependiente) no se si
gue siempre del primer término (variable independien
te), sino sólo con un determinado grado de probabilidad.
133
afirmación singular tenem os que usar un nom bre propio
tal com o “ Gonzalo Q uevedo” y diremos: “ Gonzalo
Quevedo tiene la propiedad P ’ \ Pero com o en las fó r
mulas lógicas no podem os utilizar nombres propios
com o los usuales, en su lugar emplearemos las primeras
letras minúsculas del alfabeto “ a, b, c , . . . ” que en el
lenguaje lógico constituyen nombres propios que se pue
den asignar a cualquier objeto (no sólo a personas) para
identificarlo de manera inequívoca. Por tanto, la afir
mación “ Gonzalo Quevedo tiene la propiedad P ” en el
lenguaje de la lógica puede ser expresada p or P(a).
Por tanto:
III. a tiene la propiedad Q
C om o se com prende fácilm ente, la inferencia ante
rior establece con precisión que cuando constatamos
que un individuo en concreto llamado, por ejem plo, “ a ” ,
tiene la propiedad “ P ” , entonces podem os deducir lógi
camente que el individuo “ a” tiene propiedad “ Q ” debi
do a que la premisa I. afirma que to d o “ x ” que tiene
134
“ P” también tiene “ Q ” ya que, ciertamente, el individuo
“ a” es uno de los ‘ ‘x ” , por decirlo asi.
135
son indirectamente contrastables con los hechos a través
de sus consecuencias empíricamente contrastables. Cada
consecuencia que resulta empíricamente verdadera pres
ta apoyo a la hipótesis o la confirm a, y si una conse
cuencia resulta empíricamente falsa entonces la debilita
o rechaza.
136
La consecuencia empíricamente contrastable “ á
tiene la propiedad Q ” se sigue en este caso con más
fuerza que la derivada en el caso de la hipótesis de Co-
tler y Alberti, pues el enunciado de la Ley de Ohm c o n
tiene la palabra *‘siempre” para advertimos que se trata
de una ley estrictamente causal de la física y no mera
mente de una ley estadística de correlación. Esto signifi
ca que con toda seguridad la conclusión “ a tiene la pro
piedad Q ” resultará verdadera al ser contrastada con la
experiencia y la ley de Ohm quedará una vez más c o n
firmada. Sin embargo ¿Puede afirmarse que con el caso
dado por “ A ” o con otros más, la ley de Ohm quedará
definitivamente establecida co m o verdadera? La respues
ta es un rotundo no.
137
consiguiente, el ap oyo que proporciona la constatación
empírica a una hipótesis puede ser cada vez m ayor, pero
nunca definitivo.
De otra parte, puede suceder que una consecuen
cia observacional que se deduce lógicamente de una
hipótesis resulte falsa al ser contrastada con los hechos.
Usando el ejemplo anterior, podríam os hallar en la expe
riencia que la proposición “ a tiene la propiedad Q ” es
falsa por no corresponder a la realidad. Esto nos c o lo
caría ante las situación de que aunque la proposición
anterior es una consecuencia de la ley de Ohm, sin em
bargo sería falsa por no corresponder a la realidad. En
tal caso diríamos que la ley de Ohm ha sido refutada,por
la experiencia por tener al menos una consecuencia
observacional falsa. Y esta refutación sí sería definitiva
porque desde la falsedad de sólo una consecuencia o b
servacional se puede concluir lógicamente la falsedad
de una hipótesis que pretende ser universal com o la ley
de Ohm. La razón es que si se ha constatado que la h ipó
tesis no se cumple en un caso, entonces no se cumple
en todos los casos, com o pretende su sentido universal13
138
basta sólo una constatación refutadora para rechazarla.
Evidentemente, las reglas de la lógica sólo permiten refu
tar válidamente tales hipótesis, pero nunca afirmar su
verdad definitiva, porque siempre es lógicamente posible
que, aunque tengamos muchas observaciones favorables,
la siguiente sea refutadora. Por esta razón es propio
decir que las leyes científicas son hipótesis confirmadas
o corroboradas por la experiencia, pero no categórica
mente verdaderas, com o a veces se pretende.
139
7. L A LOGICA DE L A REFUTACION DE HIPO
TESIS.
140
sonalidad pasivo-dependiente que cualquier otro indivi
duo del grupo A ” .
141
decir, a una subclase de individuos. Por consiguiente se
trata de un enunciado de probabilidad, que co m o tal
admite excepciones. En cam bio la ley de Ohm, y todas
las de su tipo, puede argumentarse que no son enuncia
dos estadísticos de probabilidad sino que establecen
relaciones determinadas calculables mediante ecuaciones
algebraicas. En relación a la segunda interrogante puede
responderse que en la medida que las hipótesis del tipo
de la de Ohm establecen relaciones determinadas, ellas
expresan un grado de abstracción en el que se descartan
los factores perturbadores que pueden interferir en el
cumplimiento de lo que enuncian, y , por consiguiente,
no caben las excepciones. En cam bio en el caso de las
hipótesis usadas en la investigación social y educacional
no es posible alcanzar un nivel de abstracción en el que
se descartan los factores que pueden interferir en el
cumplimiento de la relación enunciada. Es más, en estas
investigaciones hay que contar con los factores perturba-
. dores y se debe determinar cuales son los que más signi
ficativamente pueden influir en los resultados esperados.
A estos factores que pueden ser propiedades o procesos
del mundo real, c o m o ya lo hemos dicho antes, se les
conoce com o variables intervinientes, y se les llama así
porque “ intervienen” , por decirlo así, en la relación que
se establece entre la variable independiente y la variable
dependiente, condicionándola. Sin embargo, com o esta
“ intervención” no está completamente controlada,
aunque sea tom ada en cuenta, se producen las excep
ciones. Esta es la razón por la que Cotler y Alberti eñ
el enunciado de su hipótesis incluyen el término “ en un
contexto social cam biante” para señalarnos que este
factor, un tanto difuso, pero presumiblemente significa
tivo, puede influir en la relación entre la variable inde
pendiente y la variable dependiente. Asimismo debe
remarcarse que tener en cuenta una o más variables in
tervinientes no aporta nada significativo al control efec
142
tivo de los hechos observables d e.m od o inmediato, sino
a la interpretación de los alcances de la hipótesis para
formular otras complementarias o sustitutorias.
Es oportuno puntualizar que lo dicho anterior
mente no debe entenderse com o si ello significara que
las hipótesis de naturaleza estadística fueran irrefutables
por los hechos. En efecto, ocurre simplemente que
mientras que en el caso de una hipótesis que establece
una relación determinada sólo un ejem plo refutador es
suficiente para rechazarla, en cam bio en el caso de una
de tipo estadístico esto es insuficiente. Sin embargo, si
se encontrara una muestra del universo, adecuadamente
tomada, en la que la proporción establecida por una
hipótesis estadística no se cumpliera dentro de cierto
intervalo de confianza, ésta quedaría refutada.
143
probabilidad m enor que 1, pero m ayor que el que es
propio de un enunciado azaroso o aleatorio, com o el
referente a las tiradas de un dado que no establece nin
guna tendencia. Consecuentemente, las hipótesis c ie n -,
tíficas serían de dos tipos: las que establecen una rela
ción invariante y las que establecen una tendencia;
ambas sin embargo, permiten arriesgar una predicción
sobre el com portam iento de un individuo, aunque no
con el mismo grado de seguridad dentro del marco del
cálculo de las probabilidades.
144
dad ostensiblemente menor que 1, sin dejar por ello de
ser, evidentemente, causal. Esto significa, además, que la
relación causal no ofrece el mismo grado de determina
ción en la investigación en ciencias- biológicas ¡que en
macrofisica, lo que permite comprender mejor por qué
variantes más acentuadas se encuentran cuando se fo r
mulan hipótesis causales, en las ciencias humanas y en
la investigación educacional, sectores en los que la pre
sencia de las variables intervinientes, com o factores de
m ediación, impiden en la práctica que se puedan postu
lar rigurosamente relaciones lineales, directas o invarian
tes de causa o efecto.
145
VI
LA LOGICA DE LA
CONFIRMACION DE HIPOTESIS
LA LOGICA DE LA CONFIRMACION DE
HIPOTESIS
Por lo tanto:
III. a tiene la propiedad Q.
149
pre” porque toda hipótesis científica es un enunciado
de probabilidad. Nosotros en este trabajo asumimos que
en lo fundamental el punto de vista de Reichenbach es
correcto. Consideramos que un aspecto sustantivo de las
hipótesis científicas es el ser enunciados expresables.en
términos de probabilidades. Sin embargo, desarrollar
esta tesis con la amplitud debida escapa a los alcances de
este trabajo que tiene carácter introductorio. Por esta
razón, en secciones anteriores, hemos optado por utili
zar la palabra “ siempre” para diferenciar las hipótesis
causales de las descriptivas solamente porque nuestro
tratamiento del problema es el de una primera aproxi
mación.
150
mos signos especiales y nos mantendremos sólo en el ni
vel del uso de esquemas de comprensión muy intuitiva.
151
D ebido a la insuficiencia de la lógica para estable
cer la verdad de proposiciones en la investigación em pí
rica» el esquema anterior abre las siguientes posibilidades
de análisis en relación con el conocim iento específico de
ciertos hechos.
3. PREDICCION
La primera posibilidad es que en un m om ento de
terminado, al que podem os llamar M^, nosotros acepte
mos que la hipótesis que aparece c o m o premisa I. es ver
dadera y que, además, hayamos constatado en la expe
riencia quedo dicho en la premisa II. es verdadero (a lo
denotado por esta premisa le llamaremos estado inicial
debido a que ejemplifica io dicho en el antecedente de la
hipótesis I), pero que en ese m ismo m om ento no este
mos en condiciones de decidir si lo dicho por la p ro p o
sición III. se ajusta o no a los hechos (a lo denotado por
la proposición III.de llamaremos estado final debido a
que ejemplifica lo d ich o 'e n el consecuente de la h ipó
tesis I). En otras palabras, la primera posibilidad consiste
que en el m om ento nosotros asumimos que, a la luz
de los hechos constatados, las proposiciones I. y II. son
empíricamente verdaderas, pero no sabemos si la con clu
sión III. también es empíricamente verdadera porque no
hemos podido constatar en la experiencia si, en efecto,
corresponde a los hechos.
Sin embargo, en la medida que sabemos que la p ro
posición III. es consecuencia lógica de las premisas I. y
II., cuya verdad conocem os, podem os esperar que en un
m om ento futuro, digamos M 2 , podam os constatar que
los hechos se ajustan a lo dicho por la conclusión IIL
Por tanto, debido a que en nosotros no sabemos si
la proposición III. es empíricamente verdadera y espera
mos poder decidir esto en un m om ento futuro, decim os
que la conclusión IIL es una predicción científica. En
caso que en el m om ento M 2 encontrem os que efectiva
152
mente los hechos se com portan de acuerdo a lo dicho
por la proposición III., diremos que la predicción ha si
do empíricamente verdadera y que la hipótesis de la
que ha sido deducida, ha quedado corroborada por
los hechos. Pero si en M 2 encontráramos que los
hechos no corresponden a lo dicho por la proposi
ción III., entonces diremos que la predicción fue
empíricamente falsa y que la hipótesis de la que fue
deducida ha quedado refutada o al menos debilitada.
De lo dicho se deduce que, en breve, una predicción
científica consiste en lo siguiente: a partir de una h ipó
tesis científica y un estado inicial, anticipar por deduc
ción lógica cuál será el estado final.
Ilustraremos lo anterior con un ejemplo concreto.
Es un resultado obtenido a través de las investigaciones
en Psicología de la Educación que el cuociente intelec
tual (CI) está fuertemente asociado a la capacidad de
comprensión de lectura. Esto significa que una hipó
tesis psicológica confiable a la luz de la investigación
contemporánea es: “ Si x es un estudiante con un bajo
CI, entonces x tendrá un bajo rendimiento en una prue
ba de ingreso a la Universidad que conceda especial im
portancia a la comprensión de lectura” . Sí por añadidura
nosotros conocem os al estudiante Peter Samim a quien
se le ha aplicado una batería de pruebas de inteligencia,
mientras cursaba el cuarto año de secundaría, determi
nándose que tiene un bajo CI, entonces podem os cons
truir la siguiente inferencia predictiva.
Por tanto:
153
III. Peter Samin tendrá un bajo rendimiento en
uña prueba de ingreso a la Universidad que
conceda especial importancia a la com pren
sión de lectura.
4. RETRODICCION
La segunda posibilidad de análisis es la siguiente:
Siempre con respecto al esquema inicial, puede darse el
caso que en un m om ento determinado aceptemos la
verdad de la hipótesis que constituye la premisa L y que
conozcam os que la proposición III. es empíricamente
verdadera, pero sin embargo no sepamos si la proposi
ción II. es empíricamente verdadera. En otras palabras,
en el m om ento M j aceptamos la verdad de la hipótesis y
hemos constatado empíricamente el estado final, pero
no hemos p od ido constatar empíricamente la ocurren
cia del estado inicial. Asimismo, lo que podem os afir
mar desde el punto de vista lógico es que para que se
produzca el estado final descrito por la conclusión III.
154
es necesario que previamente se haya producido un
estado inicial (que por alguna razón no hemos podido
observar), describióle por una proposición del tipo de la
premisa II. Consecuentemente, desde el punto de vista
lógico podem os esperar que en un m om ento futuro Mg
encontrem os pruebas empíricas que nos autoricen a
afirmar que, en efecto, el estado inicial conjeturado en
la premisa II. se produjo y que esta proposición ha resul
tado en el m om ento empíricamente verdadera,
aunque en el m om ento no lo era porque no existían
evidencias empíricas que así lo autorizaran. En este caso
también estamos ante una situación predictiva, porque
lo que era una conjetura puramente lógica en el m om en
to M 1 ha resultado una proposición avalada por los he
chos en el m om ento M 2 * Pero com o en este caso lo que
se ha predicho lógicamente no es el estado final sino el
estado inicial, entonces los epistem ólogos, principalmen
te Cari Hempel, han denominado a este tipo de predic
ción una retrodicción. Ciertamente, cuando la retrodic-
ción resulta empíricamente verdadera la hipótesis I. que
da corroborada y cuando la retrodicción resulta em píri
camente falsa la hipótesis L queda refutada o, si es esta
dística, debilitada.
155
constatamos que tiene un alto grado de pasividad y
dependencia* Luego sobre la base de esta información
podem os construir la siguiente inferencia retrodictiva
reordenándola de tal m odo que el estado predicho, en
este caso el inicial, aparezca en la conclusión.
Por ta n to:
III. Paco Yunque tuvo un bajo nivel de escolari
dad (estado inicial).
156
gícamente válido, porque se basa en una regla de deduc
ción 'conocida com o Modus Ponens, la misma que per
mite concluir el consecuente de un condicional desde
la verdad de su antecedente. La reconstrucción es com o
sigue:
Por tanto:
III. Paco Yunque tiene personalidad pasiva y de
pendiente en alto grado.
157
temente, la diferencia entre predicción y retrodicción es
de carácter gnoseológico, porque se produce la una o la
otra en función de los conocim ientos de que dispone
mos en un m om ento determ inado.
5. EXPLICACION
La tercera posibilidad relevante de análisis está ínti
mamente relacionada con una presuposición que hemos
asumido tanto para exponer la predicción com o la retro-
dicción. Esta presuposición consiste en que nosotros he
mos dado por aceptado, sin prueba previa, que podem os
contar siempre que lo necesitemos con una hipótesis
para usarla com o premisa m ayor en una inferencia pre-
dictiva o en una retrodictiva. Sin embargo la m encio
nada presuposición tiene limitaciones que es convenien
te advertir ahora y no lo hicim os antes por razones peda
gógicas más que de principio. En efecto, hay situaciones
en las que se cuenta con una hipótesis plausible para
explicar un fenóm eno y hay otras en las que se cuenta
con diversas hipótesis igualmente plausibles para expli
carlo, pero ellas no son compatibles entre sí ni hay ele
mentos de juicio suficientes para elegir una y rechazar
las otras. Asimismo, cuando no hay una hipótesis para
explicar'un fenóm eno, tam poco hay inform ación acerca
del estado inicial pues éste sólo existe com o tal cuando
hay una hipótesis que postula un sentido para un p ro
ceso.
La situación que estamos sugiriendo es aquella en
la que en un m om ento con ocem os que la proposi
ción III. es empíricamente verdadera pero no contamos
con la premisa I. y , por, ende, tam poco disponemos de la
premisa II. En otras palabras, nos encontram os frente a
una proposición (la conclusión III.), pero no sabemos
desde qué premisas se deduce tal proposición. En este
caso decim os que no contam os con una explicación
158
científica para el hecho descrito por la proposición III. y
que éste constituye un problema. Pero com o es función
esencial de la ciencia el proporcionar explicaciones para
los fenóm enos del mundo real, entonces cuando e^to
ocurre se com ienza a ensayar hipótesis, a partir de las
cuales sea posible deducir lógicamente la proposición
que describe el hecho problem ático, y cuando esto se
logra satisfactoriamente en un m om ento entonces
se tiene una propuesta de explicación científica para el
problema planteado. En breve, puede decirse que la
primera fase de la búsqueda de una explicación cientí
fica es una búsqueda de premisas.
159
fie o em pírico ninguna ley es definitivamente verdadera,
entonces es claro que toda ley científico-em pírica sólo
es ‘ vigente mientras predice o retrodice satisfactoria
mente. En cuanto los hechos previstos no se com portan
de acuerdo a lo establecido por una ley, ésta queda refu
tada o falsada aunque haya gozado de la confianza de
los científicos por m uchos años y haya soportado
muchas contrastaciones empíricas. En caso que la ley
falsada desempeñe un rol fundamental dentro del siste
ma de la ciencia de una época, entonces queda también
falsado tod o el aparato conceptual ligado a ella y se pro
duce una revolución científica que conlleva, además, el
surgimiento de nuevas hipótesis fundamentales y la
construcción de nuevas teorías14.
Esquema de la explicación
A continuación daremos un ejem plo que nos mues
tre a un nivel más específico el mecanismo de la explica
ción científica. Para ello aprovecharemos la información
proporcionada por el articuló titulado Desarrollo mental
y m otor de niños peruanos tratados de desnutrición
severa^ cuyo autor es Ernesto Pollit. Comenzaremos
señalando que el maestro peruano puede presentársele la
situación de encontrar niños con un significativo retraso
en su desarrollo mental y m otor con respecto al grado
de. desarrollo que usualmente alcanzan los niños de clase
media que viven en ciudades. A sí podem os suponer que
160
se ha constatado empíricamente que la proposición
“ Augusto Maqui tiene un severo retraso en su desarrollo
mental y m otor” es verdadera, asumiendo que Augusto
Maqui es un escolar del primer grado de Educación Bási
ca Regular. Asim ismo, examinando al niño Augusto
Maqui e interrogándolo, encontram os que desde su más
temprana infancia padece de un estado agudo de defi
ciencia proteínica; luego para explicar el retraso en su
desarrollo mental y m otor podría recurrirse a la hipóte
sis que dice: “ Para to d o individuo x , si x padece desde
su más temprana infancia de un estado agudo de defi
ciencia proteínica, entonces x presenta un retardo en su
desarrollo mental y m otor” . Evidentemente, en el m o
m ento en que postulamos la hipótesis anterior, también
postulamos que el estado inicial del retraso en el desa
rrollo mental y m otor es la insuficiencia proteínica, esto
es, sólo a partir de ese m om ento esta segundá caracterís
tica adquiere el estatuto de un estado inicial. De esta
manera podem os construir el siguiente razonamiento
com o propuesta de explicación: “ Augusto Maqui tiene
un severo retraso en su desarrollo mental y m otor p or
que to d o individuo que padece desde su más temprana
infancia de un estado agudo de deficiencia proteínica
presenta un retardo en su desarrollo mental y m otor y
Augusto Maqui padece desde su más temprana infancia
de un estado agudo de deficiencia proteínica” . Este
razonamiento puede ser form ulado lógicamente orde
nado en términos que coinciden con nuestro esquema
inicial y que expresan rigurosamente la estructura lógica
de una explicación científica.
161
infancia de un estado agudo de deficiencia
proteínica.
Por tanto:
III. Augusto Maqui presenta un retraso en su desa
rrollo mental y m otor.
162
hemos que la hipótesis es verdadera y que la proposición
que describe el estado inicial también lo es, pero carece
mos de inform ación acerca del estado final, entonces
estamos ante una predicción. Si sabemos que la hipóte
sis es verdadera y que la proposición que describe el
estado final también lo es, pero no poseem os informa
ción acerca del estado inicial, entonces estamos ante una
retrodicción. Y finalmente, si conocem os que la p ro p o
sición que describe el estado final es verdadera pero
carecemos de inform ación acerca del estado inicial y
de la hipótesis, entonces estamos construyendo una
explicación.
6. CAUSALIDAD ESTADISTICA
163
carácter estadístico y probabilístico, fundamentalmente
por la naturaleza de los m étodos que se usa para esta
blecerlas; tal esel caso de la usada en el ejem plo anterior.
164
bien propone un orden en el proceso que puede ser
entendido c o m o irreversible. Esto nos lleva, en este nivel
del análisis a indicar que algunas hipótesis'descriptivas,
com o las indicadas, pueden ser entedidas com o expli
cativas, pero a nivel estadístico. En cam bio, una hipó
tesis que afirmara que entre la habilidad verbal y la habi
lidad aritmética la correlación es de 0.7 no sería causal
en m od o alguno, porque en tal caso no se pretende que
una habilidad produzca la otra y , consecuentem ente, no
se establece un orden irreversible.
165
es completamente co n o cid o debido a la vigencia del
“ Principio de Incertidumbre” . Esto que se cumple
para la mecánica cuántica, puede ser aplicado también
a otros cam pos, especialmente de las ciencias huma
nas, en el sentido de que nunca podem os estar segu
ros de con ocer completamente un estado inicial. C o
nocem os sólo aquello que el desarrollo dél conocim iento
nos permite en un m om ento histórico determinado,
pero esto significa que siempre es posible que hayamos
om itido un factor relevante o que lo hayamos calculado
con m ucho margen de error. Por tanto, en ciencias hu
manas, en m ayor grado que en física, sólo es posible, a
lo sumo, pensar en un causalismo estadístico allí donde
la interpretación de las correlaciones lo permite. .
166
Vil
SOBRE LA NATURALEZA DE
LOS CONCEPTOS TEORICOS
SOBRE L A N A T U R A L E ZA DE LOS
CONCEPTOS TEORICOS
169
mente si en efecto el individuo “ x ” tiene la propiedad
“ P ” . Porque hemos asumido esto es que es posible que
nosotros hayamos p od id o hablar acerca de la verdad de
la conclusión (o de la proposición que describe el estado
final) y lo mismo de la verdad o falsedad de la premisa
menor o de la proposición que describe el estado inicial.
Sin embargo cuando la propiedad “ P ” es la de “ ser blan
c o ” resulta sencillo saber si realmente un individuo la
tiene o n o, pero cuando la propiedad “ P ” es la de “ tener
una personalidad pasiva y dependiente” la situación no
es .igualmente simple, pues la personalidad y su pasividad
y dependencia no son observables en los mismos térm i
nos en que si' son observables propiedades com o blanco,
verde y otras de su género.
170
observamos son m uchos perros concretos, cada uno de
ellos diferentes entre sí, y que llamamos a todo ese
conjunto de individuos el conjunto de los objetos que
tienen la propiedad de ser perros por ciertas peculiarida
des que tienen en com ún. Y en este caso se trata de una
mera generalización pues es posible que nosotros sin des
naturalizar las cosas señalemos un perro en concreto
com o un ejemplo observable y tangible y podam os de
cir: “ Este es un perro’ ". En cam bio en ningún caso n oso
tros podemos, señalar algo co m o un ejem plo tangible y
observable y decir: “ Esta es una personalidad” .
T odo lo que podem os señalar son conductas c o n
cretas com o una agresión, por citar un ejem plo, y decir
que ese com portam iento es la expresión de un cierto
tipo de personalidad. Es más; no hay un uso del térmi
no "personalidad" en el que éste denote un objeto c o n
creto ubicable en el tiem po y en el espacio; com o si
sucede con términos com o "perro" y otros de naturaleza
semejante.
2. DEFINICION OPERACIONAL
Consecuentemente, se hace necesario indicar los
medios que usa la investigación científica para decidir si
un cierto objeto “ x ” tiene o no una propiedad “ P ” cuan
do ésta es un constructo teorético, pues si este aspecto
no es adecuadamente aclarado entonces carecerá de sen
tido lo dicho anteriormente acerca de la verdad o false
dad de las predicciones y de las retrod ice iones, pues ellas
sólo son posibles com o verdaderas o falsas si existen m e
dios de decidir si un individuo ""x"" posee o no la p ro
piedad ‘"P"" aunque ésta sea un constructo teorético.
Las investigaciones en ciencias sociales y en Psi
cología han optado por definir operadonalmente las
propiedades cuando éstas son constructos. Y definirlas
operadonalm ente no es otra cosa que el esfuerzo m e
171
todológico por expresar su contenido en términos de
conductas observables que a su vez son entendidas com o
respuestas a estímulos que el ambiente ofrece a los indi
viduos ya sea de manera espontánea o bajo el control de
un investigador. En esta manera de definir los construc-
tos se encuentra subyacente o im plícito lo que usual
mente se con oce com o el “ m odelo de caja negra” . Este
m odelo puede ser graficado com o a continuación:
Entrada Salida
172
em pírico inmediato. Com o las respuestas son conductas
concretas, m uchos psicólogos conductistas consideraron
que un constructo teorético com o “ personalidad pasiva
y dependiente” podía definirse satisfactoriamente com o
un conjunto determinado de respuestas o conductas. En
otras palabras, acordes con el “ m odelo de caja negra*’ ,
com o un conjunto bien definido de salidas. Y así se
pensó que este conjunto de respuestas o conductas
observables expresaba y agotaba el significado de un
constructo teorético y además preservaba el carácter
em pírico de la ciencia que debe remitirnos siempre a
observaciones que nos permitan decidir la verdad o la
falsedad del enunciado que contiene dicho concepto.
173
lo que se debía hacer era observar si el individuo ux ”
desarrollaba el conjunto de conductas específicas, que
constituían la definición operacional de “ P ” , frente a los
estímulos correspondientes. Pero esto, además facilitó
la m edición en psicología, pues de hecho ocurrió que un
individuo no desarrollaba exactamente todas las con d u c
tas de la definición operacional de “ P ” sino sólo algunas
o , a veces, muchas. Consecuentemente esto facilitó la
elaboración de escalas en tanto que podía decidirse si el
individuo “ x ” tenía la propiedad en una medida deter
minada de acuerdo al m ayor o m enor número de c o n
ductas de la definición operacional de “ P ” que era capaz
de desarrollar. De este m od o también fue posible, dados
dos individuos, señalar la medida en que uno de ellos era
más pasivo y dependiente que el otro.
174
Sin embargo, el objetivo de las definiciones opera -
cinales de los constnietos teoréticos no fue formular
las osadas conjeturas antes descritas. Su propósito fue
garantizar el carácter científico de la psicología de tal
m odo que sus hipótesis sean rigurosamente confirmables
o refutables mediante la experiencia directa, controlada
y expresada en términos de medidas. Se trataba de libe
rar a la psicología de toda forma de interpretación y de
ajustarla rigurosamente a los hechos observables. Este
era considerado el m edio adecuado para eliminar de la
psicología la interpretación y la conjetura y con ello
to d o riesgo de caer en una metafísica que postule la
existencia de entidades suprasensibles para explicar el
com portam iento humano. El alma o el inconsciente
eran conceptos igualmente peligrosos para la ciencia
desde el punto de vista conductista, pues ambos nos re
mitían a entidades inobservables que escapaban a tod o
control experimental.
175
Aunque la posición m etodológica anterior parece
sólida y saludable para la ciencia en la medida que se
propone ajustar a ésta, de la manera más rigurosa posi
ble, a la realidad observable, sin embargo un análisis más
cuidadoso revela que presenta importantes debilidades.
En principio es evidente que en ningún caso la ciencia
está constituida por hechos sino por proposiciones que
son verdaderas en un cierto sentido. Bn el caso de las
hipótesis científicas su verdad consiste estrictamente en
que han sido confirmadas o corroboradas mediante
predicciones o retrodicciones adecuadamente controla
das y solamente en eso. Consecuentemente hablar de
hipótesis verdaderas a secas no es otra cosa que un m odo
genérico, impreciso y no riguroso de expresar ideas
sobre la ciencia que no trae mayores com plicaciones en
la conversación cotidiana pero que resulta inadmisible
si se pretende hacer un examen que posea un real valor
congnoscitivo.
En el caso de los enunciados de observación su ver
dad se establece mediante la constatación de si se pro
duce o no el hecho o estado de cosas que describen.
Pero mientras la verdad de los enunciados de observa
ción se establece directamente en la confrontación con
los hechos, la verdad de las hipótesis se establece a través
de la verdad de sus consecuencias y, por las limitaciones
que ello conlleva, que hemos señalado anteriormente, se
denomina, un tanto más débilmente, grado de confirm a
ción.
176
que aparecen en los enunciados de observación, pues los
primeros son los constructos y los segundos los términos
observacionales que sirven para definir operacional-
mente a los constructos. Además, a este presupuesto' se
añade el planteamiento de que se trata de dos niveles de
contenido significativo muy diferenciado, pues mientras
los constructos expresan generalizaciones o abstraccio
nes, los términos observacionales expresan propiedades
concretas del mundo real. De esta suerte el plantea
miento anterior asume, con algunas limitaciones16 la
validez de la tesis sostenida por el filósofo Carnap co n o
cida com o tesis de la dualidad del lenguaje científico
que estipula que en toda teoría con contenido em pírico
puede distinguirse un lenguaje teorético constituido por
los constructos y un lenguaje observacional constituido
por los términos que describen propiedades tangibles del
mundo real. Sin embargo, en las tesis de los conduetis-
tas, tipo Skinner, hay una pretensión que excede en mu
chos de los planteamientos de Carnap. Pues mien
tras para éste y otros epistem ólogos de orientación
semejante, com o Hempel, los términos teoréticos
no pueden ser reducidos a términos observacionales
porque tienen un significado más rico que éstos, en el
caso de los skinnerianos esta reducción si puede llevarse
a efecto pues si el significado de un término teorético
denota algo más de lo que es observable entonces es
anticientífico porque está incluyendo contenidos que al
no ser em píricos deben tener un carácter m etafísico.
En consecuencia, en una teoría adecuadamente cons
truida, según Skinner y sus seguidores, los términos teo-
^ C o m o es c o n o c id o ,, c o n las o b je c io n e s qu e fo rm u ló co n
a d e cu a d o d e ta lla m ie n to T . K u h n a ctu a lm en te n o es p o s ib le so s
ten er e n fá tica m e n te la tesis d e C arn ap. Sin e m b a rg o , para los
p r o p ó s ito s in tr o d u c to r io s d e este m anual co n sid e ra m o s q u e la
te o r ía d e lo s “ d o s len gu ajes” to d a v ía cu m p le u n a fu n c ió n aclara
toria .
177
rétícos pueden ser. eliminados ¿olocando en su lugar tas
definiciones conductuales respectivas sin que haya
la más mínima pérdida de contenido significativo. Esta
eliminación no tendría más relevancia que la eliminación
de abreviaturas en cualquier texto.
El resultado obtenido en Lógica Matemática por
Craig ha sido invocado para justificar la legitimidad de
la supresión de los términos teoréticos dentro de una
teoría axioma tizada. El teorema de Craig en términos
intuitivos y generales establece que en toda teoría axio-
matízada es posible sustituir los términos de los axio
mas por un conjunto adecuadmente seleccionado de tér
minos que aparecen en los teoremas y obtener de este
m odo otra teoría que es lógicamente equivalente a la
primera. Sin embargo este mismo teorema ha servido
para entender m ejor las limitaciones de la supresión de
términos teoréticos dentro de una teoría, pues ocurre
que el teorema de Craig sólo se cumple cuando el co n
junto de objetos al que se refiere la teoría es finito.
178
término teorético si implica necesariamente la detiaibi-
lidad del término dentro del lenguaje de la teoría. Pero,
además, la segunda parte de los hallazgos de Sneed con
siste en que hay términos teoréticos que se demuestra
que no pueden ser suprimidos por la Regla de elimina-
ción de Ramsey y que por tanto no admiten ninguna de
finición dentro del lenguaje de la teoría. Ocurre además
que estos términos teoréticos no eliminables están pre
sentes necesariamente en .toda teoría científico -empírica
lo suficientemente fuerte com o para predecir un con
junto no finito de fenóm enos que es el caso de la m ayo
ría de las teorías científicas relevantes.
179
lidad de reducir las afirmaciones científicas a un len
guaje puramente observacional resultó ser una ilusión
desmedida de algunos tratadistas que, paradójicamente,
pretendían eliminar la metafísica de la actividad cientí
fica.
180
Hempel ya había notado los inconvenientes que
tenía el hablar de términos teoréticos en general y sin
limitaciones y consideró conveniente relativizar el tér
mino al estado de nuestros conocim ientos en un deter
minado m om ento. Pero esta solución no ha sido tan pre
cisa com o la de Sneed y además no daba cuenta clara
mente de la función de los términos teoréticos en la
ciencia. El aporte de Sneed consiste además en que su
tesis permite entender que la función de los términos
teoréticos en las teorías científicas es ayudar a las
predicciones mediante la exclusión de ciertos estados
de cosas.
181
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185
GLOSARIO
187
un axiom a en una te o ría T e s u na p r o p o s ic ió n v erd a d era p e ro no
d em ostra b le en T .
Sin e m b a rg o , e n las teoría s a b stra cta s d e la ló g ica y d e la
m atem ática lo s axiom a s n o son p ro p o s ic io n e s , e n sen tid o estricto,
sin o s ó lo fórm u las sin u n sig n ifica d o e s p e c ífic o , co m o o cu rre en el
á lgebra d e g ru p o s. A sim ism o, lo s a x iom a s d e u na teoría T p u ed en
n o se r tales en otra m ás g e n e ra l T . P o r e je m p lo , lo s axiom a s d e
P eano s e con vierten en teorem a s en la a ritm ética form alizad a den
tro d e la teoría d e co n ju n to s d e Z erm elo-F ra en k el, lo q u e relativiza
e l co n c e p to d e a xiom a a una teo ría e s p e cífic a (v e r Concepto primi
tivo).
Sí A 1, A# .... A n so n axiom a s d e u na te o ría T , s e d ic e q u e e llo s
. son a d ecu a d os si so n co n siste n te s, in d ep en d ien tes y co m p le to s. Un
con ju n to d e axiom as e s co n siste n te cu a n d o c a r e c e d e co n tra d icció n ,
lo q u e se asegu ra d em ostra n d o q u e e x iste al m e n o s u n a in terpre
ta ción d e lo s m ism os q u e co n v ie rte a to d o s en v e rd a d e ro s. E ste
req u isito en e l len gu a je ló g ic o actu al s e fo rm u la afirm an do q u e un
co n ju n to d e axiom a s e s co n siste n te cu a n d o p o s e e al m e n o s un
m o d e lo (ver Modelo) . A sim ism o, lo s a x iom a s d e u na teoría T son
In d epen dien tes cu a n d o n in gu n o d e e llo s e s d e d u cib le d e lo s o tros,
u sa n d o las re g la s d e d e d u cció n d e T . En e l ca so d e q u e u n axiom a
n o cu m p la la co n d ició n d e in d ep en d en cia , e n to n ce s n o e s prop ia
m en te tal sin o un teorem a . P or e je m p lo P. B e m a y s d e m o s tró q u e el
axiom a 1.5 d e Principia Mathem atica, d e W h iteh ea d y R u ssefi, era
d e d u cib le d e s d e lo s o tro s cu a tro resta n tes. E sto o cu r rió en 1926,
é p o ca en la q u e aún n o s e co n o c ía m é to d o s para p ro b a r la in d e
p en d en cia d e lo s a xiom a s co m o sí o cu r re ah ora. A d icion a lm en te, un
con ju n to d e axiom a s e s co m p le to cu a n d o p erm ite d e d u cir co m o
teorem a s tod as las a firm a cion es in te ip re ta b le s co m o v erd a d era s d e
la teoría dada, q u e n o so n axiom as. E ste re q u isito e s m ás u n ideal
q u e u na e x ig e n cia cu m p lió le p o r to d a s las teoría s, p u e s existen
ejem p los d e teoría s m u y im portan tes q u e n o so n co m p le ta s co m o lo
d em ostró K urt G od el, en 1931, a tra vés d e su te o re m a co n o c id o
co m o teorem a s o b re p ro p o sicio n e s in d e cid ib le s.
188
rre e s e fe cto d e o tro s q u e so n su ca u sa y , a su v e z, él m ism o es
ca u sa d e o tro s e fe cto s. D e esta m anera se c o n c ib e a la naturaleza
co m o u na m u ltiplicidad d e h e c h o s q u e con stitu yen e lem en tos d e
ca d en a s ca u sa les, lo s cu a les p u ed en se r en ten d id os sin n ecesid a d
d e re cu rrir a en tidad sobren atu ral alguna. P or co n sig u ie n te , la ex p li
ca ció n d e un h e ch o s e co n v ierte en la id en tifica ción d e l h e ch o o
h e ch o s q u e lo causan. C on e l su rgim ien to d e la m ecá n ica d e N ew ton
se co m ie n za a h ablar d e ley es ca u sa les q u e rig en la naturaleza y ,
particu larm en te, e l m ovim ien to, las m ism as q u e eran e cu a cio n e s
q u e fu eron p e rfe ccio n a d a s p o r L aplace. D e e s te m o d o , si se co n o cía
lo s v a lo re s n u m éricos d e l momento y d e la posición d e un m óvil, p o r
eje m p lo la Luna, a p lican d o las e cu a cio n e s d iferen cia les d e L aplace
se p od ía determ in ar lo s va lores d e su s m om en tos y p o s icio n e s p o s
te riores. E sto co n d u jo a L aplace al mecanicismo, q u e fu e u na c o
rrien te filo s ó fica q u e co n cib ió al u n iverso co m o u na gra n m áquina
cu y o fu n cion a m ien to está re g id o p o r las le y e s ca u sa les d e N ew ton.
El m e ca n icism o tam bién e s co n o c id o co m o d eterm in ism o.
C on e l su rg im ien to, a p rin cip io s d e s ig lo , d e la m ecá n ica
cu án tica, W e rn e r H eise n b e rg e n co n tró q u e cu a n d o e l m óvil e s una
m icrop artícu la, p o r e jem p lo, u n e le ctró n , la d eterm in a ción p re cisa y
sim ultánea d e lo s v a lo re s n u m éricos d e l m om en to y d e la p o sició n
n o es p o s ib le d e b id o a q u e e x iste u na re la ció n in versa en tre ello s.
E sto e s , cu a n d o s e in crem en ta la p re cis ió n d e la m e d ició n d e l
m om en to, d e c r e c e in evitablem en te la p re cisió n d e la m ed ición d e la
p o s ició n y v ice v e rsa . A e s to H e ise n b e rg d e n o m in ó Principio de
indeterm inación en o p o s ic ió n al m e ca n icis m o d e te rm in ista d e
Laplace.
A lg u n o s filó s o fo s in terpretaron e s to s resu lta d os en el sen tid o
d e q u e en m icro física n o re g ía el p rin cip io d e cau salidad sin o e l d e
in certid u m b re, p u e s p resu p on ía n q u e las re la cio n e s ca u sa les para
ser tales d eb ería n te n e r ca rá cter n e cesa rio. Sin e m b a rg o, lo q u e
H eisen b erg p ro b ó e s q u e en m ecá n ica cu án tica s ó lo p od ía u sa rse el
cá lcu lo d e las p rob a b ilid a d es y q u e siem p re q u e s e d esea b a e n co n
trar un v a lor d e p robabilid ad para e l m om en to d e una m icrop artícu la,
s e in crem en tab a el m argen d e e rro r d e l cá lcu lo d e la p rob a bilid a d
d e la p o s ic ió n , y v icev ersa . D e esta su erte, filó s o fo s co m o H ans
R e ich en b a ch in terpretaron q u e lo a d ecu a d o e ra a d op tar un p rin cip io
d e cau salid ad esta d ística o p rob a bilística .
El p rin cip io d e causalidad en su versión clá sica (G aíileo, B acon ,
K epler, en tre o tro s ) p u ed e s e r en ten d id o co m o u n p rin cip io gu ía
para en te n d e r lo s h e ch o s naturales y s o cia le s, p e ro e l m ism o n o es
una le y cie n tífica en e l sen tid o q u e lo so n las e cu a cio n e s d e N ew ton-
L aplace, las d e E instein o la e cu a ció n on d u latoria d e S ch ro d in g e r,
q u e n o s b rin d a in form a ción e sp e cífica y m atem áticam en te calcu la
b le s o b re p ro p ie d a d e s d el m u n do físico . Si co n sid e ra m o s e l ám bito
189
d e las cie n cia s s o cia le s, el p rin cip io d e cau salidad eu su v e rsió n
p rob a h ilística resu lta ser un p rin cip io guia m ás a d ecu a d o, p u e s las
c o n e x io n e s n e c e s a r ia s p r e c o n iz a d a s p o r e l m e c a n ic is m o s o n
in so ste n ib le s en la realidad socio*h istórica q u e p resen ta un co m
p ortam ien to in com p a tib le c o n fu n cio n e s m atem áticas co m o las d e
L aplace. C ien cia s s o cia le s c o m o la e co n o m ía , la s o c io lo g ía y la
p sico lo g ía con d u ctu a l han lo g ra d o im p orta n tes d e sa rro llo s g ra cia s
al u s o d e la e s ta d ís tic a . D e b id o a e llo p u e d e a firm a rse q u e ,
m e to d o ló g ica m e n te , le s e s m ás a d ecu a d o e l p rin cip io d e cau salidad
en su v e rsió n p rob a b ilística , el m ism o q u e cu m p liría p rin cipalm en te
una fu n ció n h erm en éu tica en e s te y o tro s ca m p o s, au n qu e e x isten
co rrie n te s q u e in sisten en a su m ir al p rin cip io d e cau salid ad co m o
una le y o n to ló g ica .
190
co rre sp o n d e n cia en tre lo q u e afirm a la teoría y e l d om in io d e o b je
to s o h e ch o s a lo s q u e ésta h a ce referen cia* El esta blecim ien to d e
d ich a co rre sp o n d e n cia e s u n p r o c e s o m u y co m p le jo en las m ás im
portantes teorías física s y b io ló g ica s d e n u estro tiem po. N orm alm ente
en e s to s ca s o s lo s a xiom a s se d en om in a n h ip ótesis b á sica s y su
co rre sp o n d e n cia c o n lo s h e c h o s n o s e p u e d e e sta b le ce r directam en
te sin o a través d e la v e rd a d d e en u n cia d o s d e m en or jerarqu ía , q u e
s e d ed u cen d e ellas, y q u e d e s crib e n h e ch o s o b se rv a b le s q u e se
interpretan co m o in d ica d o re s d e la verd a d d e las h ip ótesis básicas.
La m ecá n ica cu án tica, en física y la b io lo g ía m o le cu la r so n ejem p los
q u e ilustran lo com p lejo q u e resu lta esta b le ce r corresp on d en cia entre
teo ría em p írica y h e ch o s . Para re s o lv e r e s to s p rob lem a s, e l filó so fo
R u d olf C am ap c r e ó una ló g ic a d e la con firm a ción q u e fu e con tin u ada
p o r C . H em pel, en tre o tro s , y K arl P op p er c r e ó u na ló g ica d e la
fa lsa ción o refu tación d e h ip ó te sis q u e s e ca ra cteriza p o r rech azar
to d a form a d e m étod o in d u ctivo. U su alm en te a las cie n cia s em píricas
s e le s llam a a posteriori.
191
sí se en tien d e q u e el llam ado cá lcu lo p rep osicion a l clá sico y e l álgebra
d e B o o le so n estru ctu ras isom orfa s.
El a p orte d e S hann on p erm itió co n tro la r y tra n sform a r lo s
circu ito s e lé ctric o s c lá s ico s tom a n d o co m o p u n to d e partida su s
fórm u la s co rre sp o n d ie n te s, d e tal m an era q u e las re g la s d e equ iva
len cia y sim p lifica ción d e la ló g ica p re p o sicio n a l, co n o c id a s co m o
form a s n orm a les, eran totalm en te tra n sferib les al d ise ñ o d e circu i
to s e lé ctric o s . D e e s te m o d o fu e p o s ib le co n stru ir lo s p rim eros
co m p u ta d o re s e le ctró n ico s q u e s e in ician c o n e l M ark I d e la U ni
v ersid a d d e H arvard. D e sd e e n to n ce s s e d ice q u e la estru ctu ra ló
g ica d e l o rd en a d or, llam ada en se n tid o fig u ra d o in telig en cia artifi
cia l, está g o b e rn a d a p o r e cu a cio n e s b oo le a n a s.
P aralelam ente a lo s d e sa rro llo s a n tes re fe rid o s , d e s d e 1919,
T h o ra lf S k olem in ició el estu d io d e las fu n cio n e s recu rsiv a s d en tro
d e l ca m p o d e la teoría d e la p ru eb a a través d e m e d io s fin itos. Lo
q u e s e d en om in ó el “ m o d o re cu rsiv o d e p en sa r” co n sistió fu n da
m en talm en te en adm itir c o m o d e fin icio n e s co rre cta s s ó lo a las d e
tip o re cu rsiv o y c o m o p ru e b a s v á lid a s s ó lo a las rea liza d a s p o r
in d u cció n m atem ática.
U tilizan do lo s tra b a jos d e S k o le m , o tro ló g ic o n o ta b le , A .
C h u rch , atacó en 1936 e l p rob lem a llam ado d e la “com p u ta b ilid a d
efectiv a ” q u e en térm in os in tu itivos eq u iv a le a dar una resp u esta
in eq u ív oca al tip o d e p rob lem a s q u e so n su cep tib les d e s e r s o lu cio
n ad os p o r un com pu tador. C h u rch d em ostró q u e s ó lo eran d ecid ib les
a través d e un com p u ta d or lo s problem as- q u e eran e x p re sa b le s en
e l len gu a je d e las fu n cio n e s recu rsiv a s y s ó lo e llo s . D e esta su erte
e s ta b le c ió q u e la ló g ic a d e p rim e r o r d e n c a r e c ía d e s o lu c ió n
a lgorítm ica, en e l sen tid o d e q u e e l n ú m ero d e G ó d e l q u e co rre s
p o n d e al con ju n to d e su s teorem a s n o e s o b te n ib le p o r m e d io s re cu r
siv o s, au n qu e ca d a teorem a in d ivid u alm en te ten g a un n ú m ero d e
G o d e l recu rsiva m en te d efin ib le. D el m ism o a rtificio s e v a lió T arsk i
para p ro b a r q u e el co n ce p to d e v erd a d a p lica b le o p re d ica b le d e las
form u las d e prim er o rd e n sa tisfa cib les, ta m p o co era recu rsiva m en te
e x p re sa b le d e n tro d e l len g u a je d e p rim er o rd e n p o r n o s e r re
cu rsivam en te d efin ib le.
C asi sim ultáneam ente T u rin g e sta b leció, partien do d e prem isas
intuitivam ente distin tas, un te o re m a c o n o c id o c o m o “m áqu in a d e
T u rin g ” , e l m ism o q u e p ru eb a q u e sola m en te lo s p ro b le m a s d e d -
d ib le s o p ro ce sa b le s p o r alguna m áqu in a d e T u rin g so n d e cid ib le s
a través d e una com pu tadora electrón ica . P osteriorm en te R ado (1962)
p ro b ó q u e para una “m áquina u n iversa l d e T u rin g ” e l p ro b le m a d e l
halting n o era so lu b le , lo q u e eq u ivale en térm in os in tu itivos a q u e
ex isten un con ju n to d e p ro b le m a s, co m o e l d e la d e cis ió n en ló g ica
d e p rim er ord en , q u e n o son so lu b le s p o r m áquina d e T u rin g alguna.
192
O bviam en te para ca s o s p a rticu la res, o m áquinas d e T u rin g e sp e cí
fica s, e l p rob lem a d e l halting tien e so lu ció n com pleta.
In vestiga cion es p o ste rio re s, in iciadas p o r e l p ro p io T u rin g,
d em ostra ron q u e su s resu lta d os y lo s d e C h u rch eran equ ivalen tes,
vale d e cir, e l con ju n to d e las m áquinas d e T u rin g para las q u e el
p rob lem a d e l halting está re su e lto , e s tam bién u n con ju n to recu rsiv o
y to d o p ro b le m a d efin ib le p o r m e d io s re cu rsiv o s, e s p ro ce sa b le p o r
una m áqu in a d e T u rin g d e u n n u m ero fin ito d e esta d os (c o n e l
p rob lem a d e l halting re s u e lto ). A sim ism o a lg oritm os p rop u estos p o r
M a rk ov (1951) para tra n sform a r m ecá n ica m en te u n as secu en cia s
d e sig n os (p rod u ccion es) en otras, resultaron equivalentes a hallazgos
an teriores.
C o n c e p t o p r im itiv o . En la co n stru cció n d e teoría s ló g ica
m en te form a liza d a s co m o sistem a s a x io m á tico s (v e r Teoría) se
d istin gu e en tre lo s co n ce p to s cu y o sig n ifica d o p u ed e ser d efin id o
d en tro d e l len gu aje d e la te o ría y a q u ellos q u e n o adm iten d efin ición
d en tro d e d ich o len gu aje. A lo s se g u n d o s s e les c o n o c e co m o co n
ce p to s prim itivos d e b id o a q u e s e asu m e q u e su sign ifica d o e s tan
cla ro y co m p re n sib le q u e n o p u e d e se r re d u cid o , a través d e una
d e fin ició n , al sig n ifica d o d e o tro s co n ce p to s m ás sim ples. C on se
cu en tem en te, lo s co n c e p to s prim itivos d e una teoría T so n lo s co n
ce p to s n o d efin ib les en T y q u e cu m p len la fu n ción d e servir para
d efin ir to d o s los o tro s co n c e p to s en la teoría T . En una d efin ición
d en tro d e la teoría T , un c o n c e p to prim itivo n unca p u ed e o cu p a r e l
lu gar d e l Definiendum sin o s ó lo p u e d e s e r parte d e l Definiens (V er
Definición ) . A sim ism o a lo s co n c e p to s d efin ib les en una teoría T se
le s d en om in a co n ce p to s d eriv a d os.
Lo an terior sig n ifica q u e u na lim itación en la co n stru cció n d e
teorías cien tíficas es q u e n o to d o s su s co n ce p to s pu ed en ser d efin id os
y , p o r c o n s ig u ie n te , h a y q u e a d m itir c o n c e p t o s p rim itiv o s o
irred u ctib les cu y o n ú m ero, d e s d e e l p u n to d e vista m e to d o ló g ico ,
d e b e s e r e l m ín im o p o sib le . P o r e jem p lo, la teoría d e P ean o qu e
presen ta la aritm ética axiom atizada, adm itió explícitam en te s ó lo tres
co n ce p to s prim itivos, “c e r o ” , “n ú m ero” y “s u ce s o r”. Sin e m b a rg o lo s
co n c e p to s q u e son p rim itivos e n una teoría p u ed en n o se rlo en otra
d e m a yor gen era lid a d . A sí lo s co n c e p to s prim itivos d e la teoría d e
P ean o n o lo son en la aritm ética form alizada m edian te la teoría d e
co n ju n to s d e Z erm elo-F raen k el. D en tro d e esta teoría s e d efin en los
co n c e p to s d e “c e r o ” , “n ú m ero” y “ su ce so r” , p e ro , a su v e z, la teoría
d e Z erm elo-F raen k el tien e d o s co n ce p to s prim itivos n o d efin ib les
en ella co m o son ‘cla se ’ y ‘p e rten en cia ’. O tros co n c e p to s im portan
tes co m o e l d e “cla se p rop ia ” , s e in trod u cen p o r d efin ición .
C o n s tr u c to h ip o t é t ic o , E s u n térm in o q u e se re fie re a o b je
to s , en tid ad es o p ro c e s o s q u e n o son d irectam en te o b serv a b les p e ro
193
cu ya ex isten cia se d e d u ce , a partir d e cierta s co n sid e ra cio n e s te ó ri
ca s, d e l an álisis d e cie rto s d a to s o b se rv a b le s q u e cu m p len la fu n ció n
d e in d ica d o re s . U n e je m p lo d e co n s tr u cto h ip o té tico d e n tro d e l
á m bito d e las cie n cia s n atu rales lo o fr e c e e l térm in o e le ctró n q u e
h a ce re fe re n cia a una en tidad q u e n o e s d irecta m en te o b se rv a b le ,
aun u sa n d o e l m ás so fistica d o in stru m en tal, p e ro cu y o com p orta
m ien to p u e d e s e r estu d ia d o a tra vés d e su s e fe c to s o b serv a b les. En
e l ca m p o d e la p s ico lo g ía , so n co n s tru cto s té rm in o s co m o p erson a
lidad, m en te, m em oria, in telig en cia , e tc. A lo s co n stru cto s h ip otéti
c o s tam bién s e lo s llam a térm in os te o ré tico s o co n c e p to s te ó rico s .
C o n t r a s t a d ó n (d e h ip ó te s is ). E s u n co n ce p to q u e s e u sa e n
reem p la zo d e l d e v e rifica ció n p o r in flu en cia d e l filó s o fo K -P op p er,
q u ien h izo u n a crítica m u y sev era al d e n om in a d o p rin cip io d e v e
rifica ció n q u e fu e d e fe n d id o p o r lo s filó s o fo s d e l C írcu lo d e V ien a ,
c o n o c id o s tam bién co m o n eoposxtivistas. P o p p e r so stu v o q u e , p o r
e je m p lo , la afirm ación cie n tífica Todos ¡os átomos de hidrógeno tienen
un único electrón n o p u e d e se r v erifica d a com p leta m en te a través d e
o b se rv a cio n e s sin o s ó lo p a rcia lm en te, d e b id o a q u e e n n in gú n ca s o
lo s in v estig a d ores p u e d e n o b se rv a r la totalidad d e lo s á tom os d e
h id ró g e n o d e l co s m o s . E sto sig n ifica q u e n u n ca p o d e m o s e sta b le
c e r su v erd a d a plen itu d y tal lim ita ción s e cu m p le para to d a s las
le y e s q u e con stitu y en las cie n cia s em p írica s. E n ca m b io la falsedad ,
d e d ich a afirm ación si p od ría e sta b le ce rse , p o r u n con tra -ejem p lo,
d e m anera co n clu y e n te , en e l ca s o d e q u e en con trá ra m os u n á tom o
d e h id ró g e n o c o n d o s e le ctro n e s. C on secu en tem en te, e n la m ed id a
q u e sí e s v ia b le b u sca r u n co n tra ejem p lo p o rq u e e s su ficien te un
ú n ico ca s o , las le y e s cien tífica s si p u ed en s e r refu tadas a través d e
la o b se rv a ció n , p e ro en n in gú n ca so v erifica d a s en e l se n tid o d e
esta b lecid a s c o m o p len a m en te verd a d eras.
194
C o r r e la c ió n . G rado en q u e lo s v a lo re s d e d o s va ria bles va
rían d e m anera con ju n ta, e s d e cir, g ra d o en q u e lo s ca m b io s en una
d e las variables están a com p a ñ ad os p o r ca m b io s en la o tr a La c o
rrela ción s e ex p resa h abitu aím en te e n fu n ció n d e un n ú m ero q u e
p u ed e variar d e -1 ,0 (rela ción n egativa p erfecta ) a 0,0 (a u sen cia d e
re la ció n ) a 1,0 (rela ción p ositiva p e rfe cta ).
C u a n tífíc a d o r . E n ló g ica s e d en om in a cu a n tífíca d or, en g e
neral, a un op e ra d o r q u e n o s p erm ite re fe rim o s a to d o s lo s o b je to s
d e u na cla se , q u e se e scrib e (V x ), y a o tro q u e n o s perm ita afirm ar
q u e una cla se o u n iverso d a d o tien e al m e n o s un o b je to , p u d ien d o
te n e r m u ch o s m ás. E ste se g u n d o se e s c r ib e así: (3 x ). A l p rim ero se
le d e n o m in a cu a n tífíca d o r u n iv e rsa l y al s e g u n d o cu a n tífíca d o r
existen cia!. El cu an ü ficad or (V x ) s e le e “para to d o o b je to x , es e l ca so
q u e ” y e l cu a n tífíca d or (3 x ) se le e “e x iste al m e n o s u n o b je to x tal
q u e ”. D e e s te m o d o la fórm u la (3 x ) P (x ) s e le e “e x iste al m e n o s un
o b je to x tal q u e este x tien e la p ro p ie d a d P” y la fórm u la (V x ) (P (x )
Q (x )) s e le e “ para to d o o b je to x , e s e l c a s o q u e si x tie n e la
p rop ied a d P, e n to n ce s x tien e la p rop ied a d Q ”. U san do e l o p era d or
d e n ega ción io s cu an tificadores son in terdefin ibles y sustituibles entre
sí. A sí la fórm u la (V x ) P (x ) e s d e fin ib le y su stitu idle p o r ~ {3 x ) ~ P (x)
y , d e la m ism a m anera, (3 x ) P (x ) e s reem p la za b le p o r - (V x ) ~ P (x ).
E sto sign ifica q u e un sistem a ló g ic o p u ed e p rescin d ir d e u n o d e ellos.
P ara a lg u n o s ca s o s e sp e cia le s se u sa e l d en om in a d o cu a n tífíca d or
iota, in trod u cid o p o r B . R u ssell, q u e s e e s cr ib e (3 x i) y s e lee “ex iste
u n ú n ico o b je to x tal q u e ". E ste cu a n tífíca d or e s ex isten cia l y su uso
e s m u y lim itado p o rq u e s e p u e d e p re scin d ir d e é l m edian te e l u so
a d ecu a d o d e lo s o tro s d o s.
L os cu a n tific a d o r e s ta m b ié n s e u tiliza n c o n p r e d ic a d o s
relación ales (V er Predicado). P or ejem p lo la fórm ula: (V x ) (3y) R (x,y)
s e le e “para to d o o b je tó x e x iste al m e n o s u n o b je to y tai q u e e s el
ca s o q u e x está en rela ción R c o n y ”. El cu a n tifica d or d e m ayor
jera rq u ía e s e l q u e a p arece al co m ie n z o d e la fórm u la y así en ord en
d e jerarqu ía d e cre cie n te .
D e d u c c ió n . E n L óg ica se afirm a, en g en era l, q u e u na d e d u c
ció n es una in feren cia conclusiva en e l sen tid o d e q u e la verd a d d e
la s p rem isa s asegu ra q u e la co n clu s ió n o b ten id a a partir d e ellas e s
n ecesa ria m en te verd ad era. D e esta m an era s e e sta b le ce d iferen cia
c o n la in feren cia in du ctiva q u e es ca lifica d a co m o no-conclusiva (V er
Inducción) . A sim ism o , una co n clu sió n C e s n ecesa ria m en te verda
d e ra e n e l sen tid o d e q u e su p o n e r q u e su n e g a ció n , ~C , tam bién
p o d ría d e d u cirse d e las p rem isa s, c o n d u ce a una co n tra d icció n .
E n sen tid o rig u ro so s e d istin gu e en tre deducción natural o d e
G en tzen y deducción axiomática. D ad o u n len g u a je ló g ic o L, q u e
p u e d e se r e l q u e habitualm ente s e u sa y q u e co rre s p o n d e a la ló g ica
195
d e p rim er o rd e n , s e d en om in a d e d u c ció n natural a u n sistem a d e
re g la s q u e perm iten d eriva r u n a fórm u la d e s d e otra s, p reviam en te
in trod u cid as a volu n tad y llam adas p rem isa s, co n e l p ro p ó sito d e
o b te n e r una form u la term inal llam ada co n clu sió n . E l n ú m ero d e
reg la s d e d e d u cció n d e e s te sistem a p u e d e variar en tré, ap roxim a
dam en te, 14 y 20, seg ú n e l au tor, y en tre ella s d e b e h a b e r al m e n o s
una q u e a u torice la in tro d u cció n d e p rem isa s y al m e n o s u n a q u e
esta b lezca la elim in ación o ca n ce la ció n d e las m ism as. A sim ism o,
cu a lq u ier fórm ula d e l len gu a je L p u e d e se r p rop u esta c o m o prem isa.
La aplicabilidad d e la d e d u cció n natural al análisis d e lo s argu m en
to s d a d o s en len gu a jes naturales o cie n tífico s d e p e n d e d e la p o sib i
lidad d e exp resa r la estru ctu ra d e d ich o s a rgu m en tos m ed ia n te las
fórm u las d e l len gu a je L a través d e u n p ro c e s o d e n om in a d o d e
formalización.
La d e d u cció n axiom á tica se p ro d u ce d en tro d e u n d eterm i
n ad o sistem a a xiom á tico S y se la en tien d e co m o la p ru eb a d e una
fórm u la A den tro d e S o en S, Para el e fe c to , e s n e ce sa rio d a r p o r
su p u esto q u e S tien e a xiom a s y , gen era lm en te, una s o la re g la d e
d e d u cció n prim itiva, la q u e c o n fre cu e n cia e s la re g la d e separa
ció n co n o c id a co m o Modus Ponens (M P), la m ism a q u e e s u n a d e
las q u e s e u sa en e l sistem a d e d e d u cció n natural. La p ru eb a d e
una fórm u la A en S se d e fin e co m o u na su ce sió n fin ita d e fórm u la s
Fp F2, ... Fa.p Fa , tal q u e ca d a u na d e ellas sola m en te p u e d e estar
en u n a d e las d o s s ig u ie n te s situ a cio n e s: d ich a fó rm u la e s un
a xiom a, o d ich a fórm u la ha sid o ob ten id a d e s d e fórm u la s an terio
re s p o r a p licación d e la reg la d e d e d u cció n utilizada en S. A sim is
m o , la últim a fórm u la, Fa, d e b e se r la fórm u la A . S i e s to o cu r re , se
d ice q u e ex iste en S una pru eb a para A y q u e, a d em á s, la fórm u la
A e s un teorem a d e S, lo q u e s e sim boliza d e la sig u ien te m anera:
S h A . D e esta m an era e l co n ce p to d e d e d u cció n axiom á tica q u ed a
d e fin id o a través d e l d e pru eb a d e una fórm u la determ in ad a e n una
sistem a d ad o. En lo s ca s o s en lo s q u e un sistem a S cu en ta c o n un
a lgoritm o (V er Algoritmo) para d e cid ir si para cu alqu ier, fórm u la B
dada s e p u ed e o n o con stru ir una pru eba, S s e d en om in a u n siste
m a decidible y d ich o algoritm o s e c o n o c e co m o u n p ro ce d im ie n to
d e c is o r io . P or e je m p lo , la ló g ic a p ro p o s ic io n a l a x io m a tiza d a e s
d e cid ib le p ero la aritm ética d e P eano no.
Las d e fin icio n e s an teriores co rre sp o n d e n a lo s p ro ce d im ie n
to s u tilizados en ló g ic a y en m atem ática, y son m u ch o m ás p re cisa s
q u e n o cio n e s co m u n e s y d esorien ta d ora s co m o aqu ella s q u e d efin en
la d e d u cció n co m o la deriva ción d e lo particu lar d e s d e lo g e n e ra l.
En algu n as d e d u ccio n e s o cu rre algo p a re cid o a lo d ic h o en esta
ca ra cteriza ción tra d icion a l, p o r ejem p lo, en el silo g ism o a ristotélico.
Sin e m b a rg o , se trata d e ca s o s m u y particu lares, p u e s e s p o s ib le
h a ce r d e d u ccio n e s , u san do las variantes q u e h e m o s d e scrito an tes,
196
sin q u e in terese la m ayor o m e n o r g en era lid a d d e las p ro p o sicio n e s
q u e p o d ría n s e r in te rp re ta d a s c o m o p re m is a s . A s im is m o , lo s
s ilo g ism o s a ristotélicos tam bién perm iten o b te n e r co n clu sio n e s tan
g e n e ra le s co m o las p rem isa s y n o n ecesa ria m en te d e m a y or parti
cu laridad. La otra n o ció n d esorien ta d ora e s en ten d er a la in d u cción
(ver Inducción) co m o op u esta a la d e d u cció n , sie n d o q u e am bas,
actu alm en te, son tratadas d e m an era m u y sem eja n te a través d el
m étod o axiom ático u sa d o en lo s sistem as corre sp o n d ie n te s, tal com o
lo d e m o stró R. C arnap, en tre otros.
197
s e r d e c id íb le s co m o v erd a d era s o c o m o falsas, ra zón p o r la q u e son
ex p re sa d a s a través d e p ro p o sic io n e s o en u n cia d os.
H ip ó t e s is d e l c o n t in u o d e C a n to r . E s el n om b re d e una
p ro p o s ic ió n q u e e n u n ció e l m a tem á tico d e o rig e n ru so G . C an tor
s o b re n ú m e ro s tran sfm itos. E stos n ú m eros fu e ro n d en om in a d os lo s
“a lep h s” . La h ip ó te sis d ic e q u e e n tre lo s n ú m e ro s aleph0 y a lep h j n o
e x is te n in gú n n ú m ero tran sfm ito. E l ca rá cte r in d ep en d ien te d e esta
h ip ó te sis fu e p ro b a d o p o r e l m a tem á tico P aul C o h é n en 1963.
198
naturaleza m u y distin ta a lo q u e se d en om in a in d u cció n en la filo s o
fía tradicion al (V er Inducción) : D ich o p rin cip io afirm a q u e si una
propiedad cualquiera se cumple para el cero, y si se cumple además
para un número natural cualquiera bajo la presuposición de que se
cumple para su antecesor, entonces todos los números naturales tienen
la propiedad en cuestión, U san do la sim b o lo g ía in trod u cid a en este
g lo sa rio (V er Predicado y Cuantificador), u na form u la ción a cep table
d e l qu in to p ostu la d o d e P ean o e s la sigu ien te:
199
m e a to s m u y r e d u c id o s d e io s le n g u a je s n a tu ra le s p ara lu e g o
p o te n cia rlo s co n u na g ra m á tica m atem atizada q u e p erm ite co n s tru c
c io n e s y re g la s d e tra n sform a ción q u e apuntan a h a ce r v ia b le e l
c o n c e p to d e pru eba.
El sen tido d e l r e c o r te a n teriorm en te su g e rid o s e orig in a en el
h e c h o d e q u e tanto el lin gü ista co m o e l ló g ic o están in teresa d os en
e l len g u a je co m o o b je to d e e stu d io, c o n la d ife re n cia d e q u e el
seg u n d o tien e un in terés m á s e s p e c ífic o , en tan to q u e se p re o cu p a
esen cia lm en te d e l len g u a je co m o m ed io d e tra n sferen cia d e la v e r
dad, d e tal m anera q u e ex ista n garan tías para a partir d e un co n ju n
to m u y p eq u eñ o d e p ro p o sic io n e s , prem isas o axiom a s cu y a verd a d
se a su m e, tra n sferir d e m an era seg u ra e in falible, p o r d e cirlo así,
esta p rop ied a d a o tra s p ro p o s ic io n e s cu ya v erd a d n o p o d e m o s d e
cid ir d e m anera d irecta .
P rueba. En fim ció n d e esta n e ce sid a d el ló g ic o o p era u n r e c o r
te q u e elim in e to d o s a q u e llo s e lem en tos d e l len gu a je natural q u e
perturban un p r o c e s o co n fia b le d e tra n sferen cia d e la v erd a d . E ste
p ro c e s o c o m o está lig a d o a la v e rd a d y n o a lo s co n te n id o s o sig
n ifica d os d e ca d a p ro p o s ic ió n particu lar, tien e q u e estar su jeto a
re g la s sin tácticas, e stru ctu ra les o form a les q u e co rre cta m e n te apli
cad as perm iten la co n s tr u cció n d e u na prueba. A sim ism o p o r p ru e
b a s e en tien d e u na e s p e c ie d e ca d en a d e p ro p o sicio n e s q u e n os
garantiza q u e el ú ltim o e s la b ó n e s v e rd a d ero d e b id o a qu e lo s esla
b o n e s in icia les lo son . Y esta a firm a ción e s p o s ib le cu a n d o hay
e v id e n d a d e q u e e l p r o c e s o d e tra n sferen cia d e la verd a d está a se
g u ra d o.
La p rop ied a d d e l len g u a je natural q u e resu lta m ás in com pati
b le co n la naturaleza d e la ló g ica está dada p o r e l h e ch o d e q u e
d en tro d e é l, sin fo rza r su s re g la s, siem p re e s p o sib le co n stru ir
co n tra d iccio n e s ilu stradas p o r la fa m osa paradoja d e l m e n tiro so ,
sim plificada en e l co m p orta m ien to d e la p ro p o sició n “Y o m ie n to ”.
U n lig e ro an álisis m u estra q u e la verdad d e esta p r o p o s id ó n im p lica
su fa lsed ad y , re cíp ro ca m e n te , su fa lsed a d im p lica su verd a d . C om o
e s c o n o c id o , e l h e c h o d e q u e u na p ro p o sició n sea v erd a d era y falsa
a la v e z tra sg red e e l p rin cip io d e n o co n tra d icció n q u e e s u n o d e io s
p ilares d e la ló g ica clá sica y d e la m atem ática. La v io la d ó n d e l
p rin cip io d e n o co n tra d icció n e n la cie n cia o ccid e n ta l h a equ ivalid o
a ca e r en lo q u e s e ha llam ad o absurdo, q u e e s e l eq u ivalen te d e la
n o d ó n d e irra d on a lid a d .
D e b id o a lo a n terior u n o d e lo s id ea les q u e anim a la ló g ic a , y
tal v e z e l fu n dam en tal, e s e l d e elim in ar d e l len gu a je to d o a qu ello
q u e co n trib u y e a la co n s tr u cció n d e co n tra d iccio n e s y d e esta mar
ñ era lo g ra r u n len g u a je sim p lem en te con siste n te q u e s e caracteriza
p o rq u e su s re g la s h a cen im p o sib le p ro b a r d e n tro d e é l la v erd a d d e
200
una p ro p o sició n y tam bién la d e su n e g a ción . En o tra s palabras, en
u n len g u a je sim p lem en te co n siste n te e s im p o sib le q u e una p rop o
sició n sea sim u ltán eam en te v erd a d era y falsa co m o ocu rre en la
paradoja d e l m en tiroso.
201
d e l m en tiroso q u e era co n o c id a co m o u n a e s p e c ie d e ro m p e ca b e za s
d e s d e lo s tiem p os d e E p im én id es y E u b ú lid es. U san d o u n a e x p re
sión d e l p rim er W ittg en stein , p u e d e d e c ir s e q u e la ló g ic a m od ern a ,
p rop ia m en te, n o h a re su e lto la paradoja d e l m e n tiro so sin o q u e la ha
d isu elto.
La d eterm in a ción p revia d e la estru ctu ra d e la s e x p re sio n e s
a cep ta b les fa cilita arbitrar un n ú m ero m u y re d u cid o d e reg la s d e
tra n sform a ción q u e tra d icion a lm en te s e c o n o c e n c o m o d e deduc*
ció n , las m ism as q u e p erm iten d e cid ir in e q u ív o ca m e n te cu á n d o una
se cu e n cia finita d e fórm u la s e s una p ru e b a y cu á n d o n o. E sto no
sig n ifica q u e siem p re ex ista un a lg oritm o para co n stru ir p ru eb a s
sin o q u e siem p re q u e s e p ro p o n e algu n a, e s p o s ib le d e cid ir efe cti
vam en te si e s o n o una pru eba.
L os a rtificios re se ñ a d o s p osib ilita n q u e lo s len g u a jes ló g ic o s
m o d e rn o s tran sfieran la v erd a d d en tro d e una te o ría form a l d e m a
nera m u y a cep ta b le. E sto q u ie re d e cir, c o n un cie rto p o d e r dis-
crim in ativo q u e n o s a segu ra q u e n u estras d e d u c cio n e s d istin gu en
c o n garan tía en tre a q u e llo q u e e s u n co n o cim ie n to y lo q u e n o lo es.
La ra zón d e fo n d o para e l rech a zo d e la con tra d icción en lo s len gu ajes
form a les standar e s q u e lo s h a ce p e rd e r ca p a cid a d discrim in ativa,
co n v irtié n d o lo s en triviales en tanto q u e n o garantizan una d iferen cia
sign ificativa en tre su s co n s e cu e n cia s fo n d a d a s y las q u e n o lo son .
Sin e m b a rg o , e l p re c io d e e llo e s p ra ctica r re c o r te s e n la riq u e za d e
lo s le n g u a je s naturales q u e n o s co n d u zca n a len g u a jes p oten tes
o p era cion a lm en te p e ro cu a si u n id im en sion ales.
C o m p u ta biu d a d . A sim ism o, la estru ctu ra p red eterm in a d a d e
lo s len g u a jes fo rm a le s h a ce v ia b le q u e las p ru eb a s o d e m o stra cio
n es p u ed a n se r e n algu n a m ed id a rea liza d as p o r u n com p u ta d or,
q u e está d ise ñ a d o para lim itar su ca p a cid a d d e p ro ce sa m ie n to a un
n ú m ero fin ito y r e d u c id o tan to d e e stru ctu ra s gra m a tica lm en te
a cep ta b les co m o d e re g la s d e tra n sform a ción d e la s m ism as. Sin
e m b a rg o , co m o e s c o n o c id o , cu a n d o e l len gu a je form a liza d o e s lo
su ficien tem en te r ic o co m o para e x p re sa r la a ritm ética standar, o
teoría s q u e la co n te n g a n , o cu r re q u e la ca p a cid a d d e p ru eb a d e l
co m p u ta d o r resu lta a cu sa d am en te lim ita d a
La situ ación e s m ás cla ra si s e co m p re n d e q u e d e lo d ic h o s e
d e d u ce q u e so n lo s len gu a jes fo rm a le s, ce rra d o s y d e estru ctu ra
p red eterm in ad a , lo s q u e h an h e ch o p o s ib le e l d ise ñ o d e la m oderna-
com p u ta d ora digital y n o la r e c íp r o c a E ste a rgu m en to e s d e p rin cip io
y tam bién h istó rico c o m o lo m u estran lo s tra b a jos d e S h an n on q u e
s e h icie ro n so b re la b a se d e l A lg e b ra d e B o o le . E ste h e c h o , im plica,
u na lim ita ción te ó rica para la co n s tr u cció n d e u n p ro ce d im ie n to
m e cá n ico g en era liza d o d e tra d u cción d e u n len g u a je natural a o tro ,
si s e co n s id e ra q u e en e s te ca so la riq u eza e x p resiv a d e lo s len gu a
202
je s naturales im p osibilita q u e tod a s las estru ctu ras gram aticalm en te
a cep ta b les estén exh au stivam en te predeterm in adas. La s o lu ció n , p or
ta n to, a la lu z d e la ló g ic a v ig e n te (la te o ría d e las fu n c io n e s
re cu rsiv a s), s ó lo p u ed e s e r para ca s o s particu lares. En otra s pala
bras, el p re cio e s recu rrir n u evam en te a lo s re co rte s.
203
los sistem as ló g ic o s está p erm itid o q u e u n m ism o o b je to ten ga m ás
d e un n o m b re p ro p io . A sí, p o r e jem p lo, las con sta n tes in dividu ales
b 1y b2 p od ría n d en ota r al m ism o o b je to , q u e e s su sig n ifica d o . E sto
no in trod u ce a m bigü ed a d p o rq u é , en este ca s o , tanto b 2 co m o b 2
tienen un sig n ifica d o ú n ico . Lo q u e está p ro h ib id o p o r las reg la s
lógicas e s q u e una m ism a con sta n te individual d e n o te m ás d e un
objeto, p o rq u e en este ca so si se p rod u ciría a m b igü ed a d y a q u e e l
m ism o n om b re ten dría d o s sig n ifica d o s d istin tos. L os n o m b re s c o
m unes d e la gram ática n o son n o m b re s d e s d e e l p u n to d e vista
lóg ico, d e b id o a q u e n o n o s p erm iten id en tifica r a u n in d ivid u o. La
palabra ‘h o m b re ’, p o r ejem p lo, n o id en tifica a p e rs o n a algu n a p o rq u e
hace referen cia a una e s p e cie q u e e s una cla se o con ju n to d e indi
viduos y no u n o e s p e cífic o y c o n c re to (V er Predicado) . L as variables
p rep osicion a les d e la ló g ica elem en tal ta m bién tien en su n om b re.
Así, p o r co n v e n ció n , e l n om b re d e p e s ‘p\ el d e q e s ‘q\ e tc.. C abe
aclarar q u e ‘p ’ y ‘q ’ p o r ser n om b res d e e le m e n to s d e u n len gu aje
ló g ic o s o n p a r te d e l m e ta le n g u a je d e d ic h o le n g u a je (V e r
Metalenguajé).
O b je to (d e estu d io). La palabra ‘o b je to ’ p u e d e u sa rse al m en os
en sen tido o n to ló g ico y en sen tido g n o s e o ló g ic o . É l p rim er sen tid o
corresp on d e a la filosofía o n to ló g ica q u e p reten d e analizar la natu
raleza d e lo s o b je to s , co sa s o en g en era l, en tid a d es con sid era d a s en
sí m ism as c o n in d ep en d en cia d el co n o cim ie n to h u m an o, en lo q u e
se denom ina su “ se r en sí”. El se g u n d o se n tid o , q u e e s e l q u e in
teresa aí con ocim ien to cien tífico, s e utiliza cu a n d o s e habla d el ob jeto
de estu dio d e una d iscip lin a o d e una teoría cien tífica . E n e s te se
gundo ca so , e l o b je to d e estu d io d e una d iscip lin a cien tífica n o es
propiam ente una c o s a o un in dividu o sin o un con ju n to. A sí, p o r
ejem plo, si e l o b je to d e estu d io d e la cito lo g ía e s la célu la , esta no
es una co sa e sp e cífica en co n c re to sin o un co n ju n to d e o b je to s o
cosas q u e tien en la p rop ied a d en co m ú n d e s e r cé lu la s, las m ism as
que p u ed en s e r hum anas, v e g e ta le s, an im ales, d e ca n g u ro s o d e
arañas. D e m o d o a n álogo, e l o b je to d e estu d io d e la A ritm ética n o
es ningún n ú m ero en co n cre to sin o e l co n ju n to d e lo s n ú m eros
naturales q u e s o n infinitos. En o ír o s ca s o s , e l o b je to d e e stu d io d e
una disciplin a co m o la T erm od in á m ica n o e s p rop ia m en te un co n
junto d e o b je to s sin o d e p ro c e s o s , e n e s te ca so lo s p r o c e s o s fís ico s
de tran sferen cia d e ca lor. A sim ism o, to d o co n ju n to s e d e fin e a partir
de una p rop ied a d P (x ). D e este m o d o , si C e s e l con ju n to d e las
célu las, e n to n ce s está d efin id o p o r to d o s lo s o b je to s q u e tien en la
propiedad d e s e r célu la s, a la q u e p o d e m o s d en ota r p o r C (x ). L os
con ju n tos d e in dividu os en te n d id o s c o m o o b je to s d e e stu d io d e l
cien tífico n o ex isten d e m anera in d ep en d ien te e n la realid ad , sin o
que e i cie n tífico lo s d efin e en fu n ció n d e las p ro p ie d a d e s q u e le
204
in teresa in vestigar. Un fis ió lo g o , p o r e jem p lo, se in teresa p o r el
co n ju n to d eterm in a d o p o r la p rop ied a d “x e s un p ro c e s o fis io ló g ico ”
q u e p u e d e e s cr ib irs e F (x ), sin e m b a rg o lo s p r o c e s o s fis io ló g ico s
s o n u na a b stra cción , p o rq u e n o e x iste n en la realidad in d ep en d ien
tem en te d e lo s in dividu os q u e con stitu yen tota lid a d es indivisas (V er
Predicado y Abstracción) E s d e l c a s o m en cion a r q u e actu alm en te las
d iscip lin a s cien tífica s tien den a d efin ir a su s o b je to s d e estu d io co m o
sistem as, q u e so n a rtificios (d en om in a d os p o r lo s m atem á ticos n-
tu plas) qu e in clu yen co m o p rim er co m p o n e n te a un con ju n to d e
b a se, p e ro q u e ad em ás con sid era n re la cio n e s y fu n cio n e s defin idas
en tre lo s m ie m b ro s d e d ich o con ju n to y , c o n algu n a frecu en cia , a un
elem en to d istin gu id o.
205
ló g ica , m ien tras q u e la tra d icion a l p arad oja d e E p im én id es o d e l
“m e n tiro s o ” e s sem á n tica . D e e s ta m a n era lo q u e s e p re te n d e
en fatizar e s q u e una p arad oja e s sem án tica, cu a n d o en su co n stru c
ció n s e h a ce u so su stantivo d e lo s p re d ica d o s “ v e rd a d e ro " - “fa lso”
o “e s v e rd a d d e ” ~“e s fa lso d e ”; y e s sin táctica cu a n d o en su c o n s
tru cció n s e p u e d e p re scin d ir d e tales p re d ica d o s co m o u su alm en te
o cu rre en la paradoja d e R u ssell o en la p a ra d oja d e C an tor, esta
últim a, re fe rid a a las p rop ied a d es d e l n ú m ero ca rd in a l d e l co n ju n to
p oten cia d e un con ju n to d a d o c o m o u n iv e rso d e l d iscu rso .
Sin e m b a rg o , la d istin ción a n terior resu lta m u y d é b il p o rq u e
un lig e ro an álisis m u estra q u e en las llam adas p a ra d oja s ló g ica s , d e l
tipo d e la d e R u ssell, s e h a ce u n u so im p lícito d e l p re d ica d o “v e rd a
d e ro ” . P o r e je m p lo , cu a n d o s e afirm a; “ La cla s e d e to d o s lo s h om
b re s n o s e p e rte n e ce a sí m ism a p o rq u e d ich a cla se n o e s u n h o m b re ”
o “ La cla s e d e to d a s las palabras b re v e s s e p e rte n e ce a sí m ism a
p o rq u e la palabra “ b rev e” e s “ b re v e ” , en a m b o s ca s o s s e e stá p re
su p o n ie n d o q u e tales a firm a cion es son verd a d era s. Y , p o r e llo , la
pa ra d oja s e p ro d u ce cu a n d o s e adm ite tácitam en te q u e u na p ro p o
sició n y su n e g a ció n son v erd a d era s a la lu z d e ta les p rem isa s. Lo
a n te rio r s ig n ific a q u e la d is tin c ió n e n tr e p a ra d o ja s ló g ic a s y
sem án ticas n o e s co n clu y e n te , y si todavía tie n e algu n a v ig e n cia en
la literatura,ve llo p a re ce o b e d e c e r m ás a una c o n c e s ió n a la tra d ición
q u e a la a ce p ta ció n d e u n crite rio p re cis o .
. Si s e h a ce u na revisión d e las p a ra d oja s u su a lm en te m e n cio
nadas en la literatura ló g ica , co m en za n d o c o n la m ás antigua, la d e
E p im én id es, p asan d o p o r la d e G reü in g re fe re n te a lo s p re d ica d o s
a u to ló g ico s o h e te ro ló g ico s , p o r la d e B erry re fe re n te a to d o s lo s
n ú m eros d e fin ib le s co n m e n o s d e n p alabras e n u n len g u a je L, p o r
la d e B urali F orti refe re n te al ord in a l d e l co n ju n to d e to d o s lo s
o rd in a le s, p o r la d e R ich ard re fe re n te a to d a s la s p ro p ie d a d e s
en u m era b les d e lo s n ú m eros natu rales y p o r la d e R u ssell y C an tor,
an tes d e scrita s, s e en con trará q u e en to d a s ella s o p e ra co m o m eca
n ism o co m ú n la d en om in a d a auto-referencia, p rop ied a d q u e h a sid o
señalada exp lícita m en te p o r R u ssell y p o r T a rsk i, E lla s e m an ifiesta
c o n tod a cla rid a d en la paradoja d e E p im én id es, e l cre te n s e , cu a n d o
afirm a "T o d o s lo s cre te n se s so n m e n tiro so s” en u n cia d o q u e p u e d e
s e r tra d u cid o en térm in os d e “T o d o s lo s cr e te n s e s h a ce n a firm a cio
n es falsas” lo q u e in clu y e en la in terp retación habitual, a la m ism a
a firm a ción d e E p im én id es co m o u n en u n cia d o fa lso y , p o r co n s i
g u ien te, lo co n v ie rte en un en u n cia d o q u e habla d e su p ro p ia fa lse
dad, El p ro b le m a ra d ica e n e l g ra d o d e g en era lid a d c o n e l q u e su
u sa la pa lab ra “to d o s ” , la m ism a q u e cu m p le u n a fu n d ó n im portan te
en las p arad ojas an tes m e n d o n a d a s y ta m bién en o tra s m e n o s acar
d é m ica s c o m o “la d e l b a rb e ro ". O cu rre q u e e sta s p a ra d oja s s e p ro
d u ce n p o rq u e la palabra “to d o s ” s e utiliza en e lla s d e tal m o d o q u e
206
se re fie re a la totalidad d e las a firm a cion es Plt P2, Pa, ... inclu
y e n d o d en tro d e esta su ce s ió n a la m ism a afirm ación q u e con tien e
la palabra “T o d o s ” , lo cu al la c o lo c a en la d o b le situ ación d e g en era r
la su ce sió n d e p ro p o sicio n e s y al m ism o tiem p o esta r in clu ida co m o
parte d e la su ce sió n .
Las p arad ojas en se n tid o estricto so n las q u e , co m o las ante
rio r e s, p ro d u ce n co n tra d iccio n e s form a liza b les lóg ica m en te. Estas
co n tra d iccio n e s d en tro d e la ló g ica standar trivializan las teoría s
d en tro d e las q u e s e con stru y en y ello eq u ivale a invalidarlas d e sd e
e l pun to d e vista ló g ico -d e d u ctiv o . E s p o r e llo q u e una d e las p reocu
p a cio n e s cen tra les d e lo s in v estig a d ores in teresa d os particularm en
te en lo s fu n d a m en tos d e la m atem ática, ha sid o evitar q u e s e p ro
d u zca n . En térm in os p rá ctico s, lo q u e ha p erm itid o d etecta r la c o n s
tru cción d e , p o r ejem p lo, las paradojas d e las teoría s d e lo s con ju n tos,
e s q u e cierta s en tid a d es q u e a p rim era vista p a recen n o gen era r
m a yor d ificu ltad c o m o “las cla se s d e tod a s las cla se s q u e n o se
p erte n e ce n a sí m ism as” , “ la cla se u n iversal q u e co n tie n e a to d o s los
o b je to s p o s ib le s ”, “e l co n ju n to d e to d o s lo s n ú m eros d efin ib les co n
m e n o s d e n palabras en e l len g u a je L” , so n en tid a d es cu ya co n s
tru cción en trañ a co n tra d icció n y , p o r tanto, a b su rd o.
La tarea d e lo s in v estig a d ores p u e d e se r en ten dida así en
térm in os d e e n con tra r un m é to d o q u e evite q u e d en tro d e las teo
rías pu edan filtra rse en tid a d es cu y o ca rá cter con tra d ictorio p od ría
pasar d e sa p e rcib id o y d e esta m an era co n d u cir a la co n stru cció n d e
teorías so b re b a se s d elezn a b les. T an to la so lu ció n d e R ussell, a través
d e la teoría d e lo s tip o s, co m o la d e T arsk i, a través d e la cre a ció n
d e m etalen gu ajes, han partido d e la n ecesid a d co m ú n d e con stru ir
gram áticas ló g ica s q u e ex clu y a n c o m o a firm a cion es a cep ta b les a las
q u e p resu p on gan a u toreferen cia . D e esta m an era s e h izo im p osible
la co n stru cció n d e la s p aradojas tra d icion a les q u e q u ed a ron exclu i
d as d e m o d o sem eja n te a co m o s e e x clu y e n lo s e rro re s gram atica
les. Esta im p osib ilid a d d e co n stru cció n , e sta b le cid a p o r las regla s
ló g ica s d e R u ssell y d e T a rsk i, in clin ó a W ittgen stein a afirm ar en
el Tractatus q u e las paradojas n o s e resu elv en sin o s e disu elven .
La in v estig a ción d e lo s ú ltim os v ein te a ñ os ha traído co n s ig o
la p osib ilid a d d e d a rle u n n u evo tratam iento a las paradojas y no
só lo a las an tes re fe rid a s, sin o tam bién a otras q u e s e origin a n en
la a p lica ción d e l cá lcu lo clá s ico d e las p rob a b ilid a d es a las m agni
tu d es física s d e la m ecá n ica cu án tica. Esta vía s e a b re a través d e las
d en om in adas ló g ica s n o-clá sica s q u e p resen ta n in teresan tes va rie
d ad es. S e tie n e d e s d e las ló g ica s cu á n tica s, co m o las p rop u estas p or
P. S u ppes, q u e so n n o-clá sica s e n e l sen tid o d e q u e n o tien en una
estru ctu ra b oo le a n a , h asta lo s sistem as c o n o c id o s co m o para-con-
sisten tes q u e son ca p a ce s d e tolera r cierta d a s e d e co n tra d iccion es
sin in u tilizarse d e s d e el pu n to d e vista d e d u ctiv o. D e esta suerte
207
p o d ría d ism in u ir la p e lig ro s id a d d e las p a ra d oja s y m o d ifica rse
p rop ied a d es tra d icion a lm en te a cep ta d as en ló g ica standar.
P o s tu la d o . En m atem ática u n p o stu la d o e s u na p ro p o sició n
cu ya verd a d s e a cep ta o s e su p o n e en la co n d ició n d e p u n to d e
partida para la d e m o stra ció n d e la v erd a d d e otra s p ro p o sicio n e s
q u e son su s co n se cu e n cia s ló g ica s . Para algunas co rrie n te s, en l ó
g ica s y en M atem ática, lo q u e co n v ie rte a una p ro p o sició n en p o s
tu lado n o e s su v e rd a d , q u e e s iire le v a n te , sin o e l h e ch o d e q u e
o fr e z ca ca ra cterística s q u e la con viertan en u n p u n to d e partida
p rod u ctiv o. S e co n sid e ra q u e si las co n s e cu e n cia s d e u n co n ju n to d e
p ostu la d os' son verd a d era s, e n to n ce s tales p ostu la d os so n v e rd a d e
ro s.
E l g eó m e tra g r ie g o E u clid e s (s ig lo III A . C .) d istin gu ió en tre
a xiom a y p ostu la d o en su o b ra Elementos. Para la m atem ática co n
tem p orán ea ca re c e d e im p orta n cia tal d istin ción y a d o le ce d e su s
ten to el criterio d e e v id e n cia q u e u só E u clid es para d efin ir d ich o s
co n c e p to s . (V id. Axiom a).
208
P r o b a b ilid a d . En sen tid o g e n é rico , se d ice q u e existe proba
bilidad d e q u e o cu rra un h e ch o o q u e un h e ch o e s p rob a b le, cuando
hay en algu n a m edida ra zon es o fu n d a m en tos para afirm ar su ocu
rren cia , p e ro sin lleg a r al n ivel d e la ce rte za o d e la seguridad. En
sen tid o rig u ro so , s e d istin gu e en tre la m edida d e la probabilidad de
qu e u n h e ch o o cu rra y la m edida d e la p rob a b ilid a d d e qu e una
p ro p o sició n o afirm ación sea verdadera. A la prim era se le co n o ce
co m o probabilidad matemática o esta d ística y a la segu n d a com o
probabilidad lógica. Para ca so s fin itos, la p rob a b ilid a d m atem ática
d e q u e un h e ch o A ocu rra den tro d e una se cu e n cia d e h e ch o s se
d e fin e co m o el n ú m ero d e v e ce s q u e o cu rre o s u ce d e A so b re el
total d e e lem en tos d e la secu en cia. Si a su m im os q u e la secu en cia de
h e ch o s en cu estión la d esign a m os c o n S y u sa m os la ex p resión n (..)
para d e c ir “n u m ero d e lu e g o la d e fin ició n an tes dada p od em os
exp resa rla así: P (A /S ) = n (A )/n (S ), q u e se le e “ la probabilidad de
A d e s d e S e s igu al a la frecu en cia relativa co n q u e se da el h ech o
A en la se cu e n cia S”. D e este m o d o , la p rob a bilid a d se expresa
co m o un cu o cie n te cu y o va lor es un n ú m ero rea l q u e p u ed e ser
m a yor o igu al q u e ce ro y m en or o igu al q u e u n o . En el ca so, fre
cu e n te en la cien cia , qu e se asum a una se cu e n cia infinita, en ton ces
en lu ga r d e la fre cu e n cia relativa s e tom a el lím ite d e d ich o co cie n te
cu a n d o la se cu e n cia d e h e ch o s S tie n d e al in fin ito. La probabilidad
ló g ica adm ite d e fin icion es alternativas p e ro lo s esp ecia lista s tienden
a u sa r la q u e fu e in trodu cida en e l Tractatus p o r L. W ittgen stein y
d esa rrolla d a p or R. C am ap. Se d ice q u e la p rob a b ilid a d ló g ica qu e
una p ro p o sició n p otorg a a otra q es igu al al n ú m ero d e situ acion es
p o s ib le s en q u e tanto p co m o q son verd a d eras, d ivid id o en tre el
n ú m ero d e situ acion es p osib les e n q u e p e s verd ad era. En e ste ca so ,
tam bién la p rob a bilid a d varía en tre 0 y 1 y lo s cá lcu lo s requ ieren
co m o p re-req u isito la co n stru cció n d e tablas d e v erd a d o d e “tablas
d e d e s crip cio n e s d e esta d o” co m o las d e C am ap . A esta defin ición
s e le c o n o c e co m o m o d e lo d e ra n g os d e v a lores d e verdad.
209
P r o p o s i c i ó n observacional. S e d e n o m in a p r o p o s ic ió n
o b se rv a cio n a l a a qu ella cu y o s térm in os so n e x clu siv a m e n te o b -
serva cion a les. En otra s p alabras, n o co n tie n e co n stru cto h ip o té tico
a lgu n o. Las p ro p o sicio n e s o b se rv a cio n a le s cu a n d o están form a d a s
d e m an era totalm en te exp lícita s in clu yen in form a ción so b re e l m o
m en to y e l lugar en e l q u e se rea liza la o b se rv a ció n d e la q u e dan
cu en ta. U n ejem p lo d e p ro p o sició n ob serv a cion a l e s: El p a cien te
Juan P érez tenía 37 g ra d o s d e tem peratu ra e l día 20 d e E n ero d e
1987, a las 7 a.m ., m om en to en el q u e fu e internado en el H ospital
O b re ro d e Lim a.
A las p ro p o sicio n e s o b se rv a cio n a le s tam bién s e le s d en om in a
en u n cia d os o b serv a cion a les, en u n cia d o s p ro to co la rio s o e n u n cia d o s
b á sico s.
P r o p o s ic ió n t e o r é t ic a P ro p o sició n te o ré tica e s a qu ella cu
y o s térm in os son ex clu siv a m en te co n stru cto s h ip o té tico s y ca re ce
d e térm in os o b serv a cion a les. Las h ip ótesis cien tífica s a ce rca d e las
partículas elem en tales, co m o e l p rotón o e l e lectrón , son e je m p lo s
d e p ro p o sicio n e s teorética s. A sim ism o las p ro p o sicio n e s d e esta cla se
p u ed en s e r jerarqu izad as seg ú n e l m a yor o m en or g ra d o d e abstrac
ció n q u e e x ig e n lo s co n stru cto s h ip o té tico s q u e las con stitu y en .
E ntre las cie n cia s hum anas la p sico lo g ía p ro p o rcio n a ejem
p lo s típ ico s d e en u n cia d o s te o ré tico s cu a n d o h a ce a firm a cio n e s
a ce rca d e la naturaleza d e la in teligen cia , d e la p erson a lid a d o , en
g en era l, d e l p slq u ism o.
210
m en te d ed u cid a s e c o n o c e n co m o verd a d form al o ló g ica y ella es
su ficien te para e sta b le ce r teoría s m atem áticas y lóg ica s. P ero en el
ca m p o d e la física y d e otras cie n cia s cu y o s o b je to s h a cen referen cia
a h e ch o s ob se rv a b le s, la c o r r e c c ió n ló g ica e s in su ficien te, p u es es
n ece sa rio adem ás e sta b le ce r q u e las p ro p o sicio n e s d ed u cid a s co m o
teorem a s co rre sp o n d e n al com p ortam ien to efectiv o d e lo s h e ch o s. Si
co rre sp o n d e n , s e d ic e q u e la teoría e s , adem ás d e lóg ica m en te c o
rrecta, em píricam en te verd ad era. A lo s sistem as axiom áticos tam bién
s e les c o n o c e co m o sistemas hipotético-deductivos d e en u n cia d os y e l
prim ero co n o c id o en la h istoria d e la d e n d a está con ten id o en la obra
Elementos d e E u clid es, d e l sig lo fíl a .c., d o n d e s e desarrolla la g e o
m etría clá sica . Las teoría s así en ten d id as cu m p len la fu n ción d e , en
u n os ca so s, d em ostrar p rop ied a d es ló g ica s y m atem áticas y , en otros,
e x p lica r h e ch o s y p re d e cir su cu rs o fu tu ro m ás p robable.
La ca ra cteriza ción a n terior co rre s p o n d e a lo q u e la filosofía d e
la cie n cia actual d en om in a teoría interpretada. P aralelam ente existe
e l co n ce p to d e teoría abstracta o sin interpretar. En este ca so el sis
tem a axiom ático n o está con stitu id o p o r en u n cia d os o p ro p o sid o n e s ,
sin o p o r fórm u las c u y o s s ím b o lo s ca re ce n d e co n te n id o e sp e cífico
algu n o. U n eje m p lo co n o c id o lo p ro p o rcio n a la teoría d e g ru p o s, en
A lgeb ra , q u e está d efin id a p o r tre s axiom as con stitu id os p o r fórm u
las q u e so n su ce p tib le s d e s e r in terpretadas m edian te una gam a d e
sistem as fís ico s y n u m éricos, ta m b ién e x iste la p rop u esta d e la ep is
te m o lo g ía estru ctu ra l d e d efin ir a las teoría s abstractas n o s ó lo en
b a se a su s axiom as, sin o in clu y en d o tam bién al con ju n to d e las in
terp retacion es q u e con v ierten a é s to s en a firm a cion es verd a d eras en
re la ció n c o n d eterm in a d os sistem as. A e sto s sistem as s e le s d e n o
m ina m o d e lo s d e la te o ría a bstracta m ateria d e las in terp retacion es.
T é r m in o o b s e r v a c io n a h E s a qu el q u e d en ota o h a ce re fe
ren cia a o b je to s, p rop ied a d es o p r o c e s o s d irectam en te ob serv a b les.
S on térm in os o b se rv a cio n a le s, p o r e je m p lo , ro jo , azul, estorn u d o,
colu m n a d e m ercu rio d e 37 g ra d o s cen tígrad os,- etc. En particu lar se
afirm a q u e hay o b se rv a ció n d irecta cu a n d o el in vestigad or tien e
co m o dato in m ediato n o un e fe c to d e l o b je to estu d iad o sin o al o b
je to m ism o. La p resen cia o a u sen cia d e in stru m en tos d e ob serv a
ció n en e s te p ro c e s o e s irrelevan te pa ra su caracterización .
211
s e llam a co n clu sió n . Sí tal sistem a a xiom á tico e s adem ás un sistem a
ló g ic o p u ro, e n to n ce s tales d e d u ccio n e s n o s e con stru yen co n p ro
p o s icio n e s sin o c o n fórm u las qu e son estru ctu ras sin tácticas sin
co n te n id o sign ifica tivo algu n o. Un se g u n d o u so d el térm in o V alldéz’
en ló g ica e s para re fe rirse a las fórm u las ló g ica s q u e solam en te
p u e d e n s e r in terpretadas co m o afirm acion es verd a d eras y q u e, co n
secu en tem en te, en n in gú n ca so p u eden ser interpretadas co m o afir
m a cion es falsas. A las fórm u las válidas en este seg u n d o sen tid o
tam bién s e les llam a analíticam ente verd ad eras. La validez en el
sen tid o d e “d e d u cció n válida” se c o n o c e co m o validez sintáctica y la
validez en el sen tid o d e afirm ación analíticam ente verd a d era, se
c o n o c e c o m o validez sem ántica. L as ta u to lo g ía s d e la ló g ic a
p ro p o sicio n a l son e je m p lo s d e fórm u las sem án ticam en te válidas, lo
cu a l s e e sta b le ce a través d e las co n o cid a s tablas d e verdad.
E xiste un te rc e r u so d el térm in o validez en la co n stru cció n d e
pru ebas (T est) p sico ló g ica s y edu cacion ales. En este ca so una prueba
e s válida cu a n d o m id e la aptitud, actitud, capacidad o facultad hum ana
q u e se p ro p o n e m ed ir. E sta validez g en era lm en te s e e sta b le ce p or
la cap acid ad p red ictiv a d e la p ru e b a A sim ism o, en re la ció n c o n lo s
d ise ñ o s d e in vestiga ción , un d iseñ o e s internam ente válid o cu an do
perm ite e sta b le ce r una rela ción u n ívoca en tre la variable in depen
d ien te y la d ep en d ien te, y e s extern am en te válid o cu an do su s resu l
ta d os p erm iten g en era liza r la ex iste n cia d e d ich a re la ció n d e la
m u estra al u n iverso en estu dio.
V e r o s im ilit u d . U n re su lta d o d e la s in v e s tig a c io n e s d e la
e p is te m o lo g ía co n te m p o rá n e a e s q u e a las le y e s cie n tífica s s o b re
h e ch o s d e l m u n do real n o se las p u ed e ca lifica r d e verd a d eras, d eb i
d o a q u e son en u n cia d o s g en era les q u e h a cen referen cia , en la m a
y o r parte d e ios ca s o s im portan tes, a un con ju n to infinito d e o b je to s
y to d o o b se rv a d o r h u m an o s ó lo p u e d e h a cer un n ú m ero fin ito y p e
q u e ñ o d e o b se rv a cio n e s, n o p u d ié n d o se d esca rta r q u e en e l futuro
se p re se n te u na o b se rv a ció n qu e con tra d iga lo afirm ado p o r la le y o
las le y e s e n c u e s tió n . P o r e llo lo s filó s o fo s in d u ctiv lsta s c o m o
R eich en b a ch y C arnap las han d en om in a d o leyes q u e p u ed en asum ir
un v a lor d e p rob a bilid a d , y lo s n o inductivistas, co m o P opper, las han
ca lifica d o d e e n u n cia d o s verosímiles (V e r Contrastación y objeto).
P op p er h a señ a lad o, sigu ien d o crite rio s esta b le cid o s p or Shannon en
su teoría m étrica d e la in form a ción , q u e lo s en u n cia d os m ás p rob a
b le s son lo s m e n o s ú tiles a la cien cia , p o rq u e tien en u n con ten id o
in form ativo m uy p o b re , al ex tre m o d e q u e si una ley cien tífica tu vie
ra el m áxim o v a lor d e p rob a b ilid a d q u e e s 1, e n to n ce s sería práctica
m en te v a ría p o rq u e su co n te n id o in form ativo sería igual a ce ro .
C o n secu en tem en te, P op p er co n sid e ró in d isp en sable introdu
cir el c o n c e p to d e verosimilitud para sustituir a los d e verdad y p ro
212
habilidad por ser más adecuado, en la medida que definió el grado
de verosimilitud de una ley científica en relación directa con el
contenido de información verdadera que posee dicha ley. Asimismo,
como en la teoría de Popper el contenido es función inversa de la
probabilidad, esto es, los enunciados con mayor contenido son los
menos probables, entonces resulta que el criterio de verosimilitud
se convierte en un criterio de anti probabilidad, porque clasifica de
más verosímiles a las leyes científicas con mayor contenido.
El contenido de verdad d e un en u n ciad o se d e fin e co m o la
cla se d e tod as su s co n se cu e n cia s verd a d eras y el contenido de fal
sedad co m o la cla se d e to d a s su s co n se cu e n cia s falsas. P o r tanto, la
m ed id a d el grado de verosimilitud d e u n en u n cia d o es igu al a su
con ten id o d e verdad m en os su con ten id o d e fa lse d a d D e este m od o,
en e l sistem a P op p eria n o la medida de la verosimilitud tien e co m o
v a lores e x tre m o s a - 1 , q u e e s el v a lor q u e s e asigna a las con tra d ic
cio n e s , y a +1 q u e e s e l v a lor q u e se a sig n a a las c o n ju n c io n e s ,
verd ad eras e infinitas d e en u n cia d os b á sico s. E s im portante aclarar
q u e lo s en u n cia d os b á s ico s o d e o b se rv a ció n sim ple sí so n adm iti
d o s u n án im em en te co m o v erd a d eros o fa lso s d eb id o a q u e ca re ce n
d e gen eralid ad ( n o p o se e n variables in dividu ales ni cu a n tifica d ores)
y se lim itan a reg istra r o b se rv a cio n e s. P or ejem p lo, ‘El cisn e A e s d e
c o lo r n e g ro seg ú n o b se rv a ció n h e ch a el 10 d e o ctu b re d e 1994 a las
11 am . en la laguna d e l p a rq u e d e las L eyen das1 es u n en u n cia d o
b á sico . D e otra parte las ta u tología s, q u e son interpretadas en ló g ica
co m o -fó rm u la s in ca p a ces d e p orta r in form a ción em pírica, re cib e n
un g ra d o d e verosim ilitu d igu al a 0.
E l sistem a d e P op p er para d eterm in ar el g ra d o d e verosim ili
tud d e u n en u n cia d o n o está libre d e in con ven ien tes q u e han sid o
señ alad os p or su s crítico s . En lo referen te a la m edida d e l con ten id o
d e u n en u n cia d o ta m p o co co in c id e c o n e l m étod o d e S hann on q u e
asign a el m a yor co n te n id o al g e n e ra d o r d e m en sajes eq u ip rob a b les,
e s to e s , a za ro so s. Sin e m b a rg o , e s u na p rop u esta im portan te y
e scla re ce d o ra p o rq u e hay co n se n so en a ceptar la in sosten ibilidad
d e la tra d ición q u e h a ca lifica d o a las le y e s cien tífica s sim plem en te
co m o verd a d era s o falsas y lo s d e fe c to s d e lo s sistem as q u e asignan
v a lores d e p rob a bilid a d .
A sim ism o, e l p lan team ien to d e P op p er, al enfatizar e l con ten i
d o , rescata el h e ch o d e q u e hay teoría s q u e fin alm en te resu ltan fal
sas, co m o la d e N ew ton , q u e ha sid o reem p lazad a p o r la d e E instein,
p ero so n profim d as y rica s en co n te n id o , q u e es lo q u e ha h e ch o qu e
con tribu yan d ecid id a m en te al d esa rrollo cie n tífico . En ca m b io , pue
d e h a ber teoría s v erd a d era s p e ro triviales e in ú tiles para e l c o n o c i
m ien to, p o r e jem p lo, la afirm ación “T o d a s las m esas tien en al m en os
una pata” e s verd a d era , p e ro ca ren te d e v a lor para la d e n d a .
213
E l d is e ñ o , d ia g r a m a c ió n y m o n ta je d e e s te lib r o h a n s id o
r e a liz a d o s e n lo s ta lle r e s d e E d ito r ia l M a n ta ro . E l te x to se h a
c o m p u e s to e n c a r a c te r e s C e n tu r y d e 1 0 p to s . c o n 2 de
in te r lín e a . S e te r m in ó d e im p r im ir e l 2 0 d e a b r il d e 1 99 5 e n la s
p re n s a s de E d ito r ia l M a n ta r o , J r . C a n ta 6 5 1 , L im a 1 3.