Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hace ya varios años una canción infantil sutilmente nos inyecto una creencia que,
aunque suena a consuelo conlleva una carga importante de frenos que hieren, que
detienen; incluso es una analogía que me es usual, “La muñeca fea” de Gabilondo
Soler “Cri-Cri”, desde mi parecer guarda profundas semillas de reflexión. La que
hoy nos ocupará tiene a ver con el llanto.
Resulta, que muy por el contrario de lo que se cree, llorar es bueno; el derramar
lagrimas es un proceso natural del cuerpo que nos brinda varios y favorables
benéficos. La lagrimas derramadas son buenas para nuestra salud. Nos ayudan a
calmarnos, a reducir el estrés e incluso a liberar toxinas. Cuando la emoción nos
llega y nuestra reacción es llorar, o se nos salen las lágrimas sin voluntad, está
bien, es bueno; dista mucho de ser una tontería, y menos es señal de ser débiles
o baratos. Reprimir el llanto, por el contrario, sí es un detonador de enfermedades
crónicas, es un deformador de la realidad y el esfuerzo por no llorar, terminara por
construir unas barreras a tu alrededor que te alejaran de tu capacidad de amar, de
las personas e inevitablemente de la dicha de poder sentir.
Quizás escuchaste algo así como: “no llores, cálmate”. Quizás has aprendido a
guardarte la rabia, la tristeza y a disimular tus penas y eso es normal cuando
crecemos sintiendo que tenemos que dejar de llorar. A nadie le es cómodo ver al
otro llorar, incluso en ciertas ocasiones quien nos ve llorar se siente culpable de
nuestro dolor y se enoja con nosotros para evadir su incomodo sentir, lo que
refuerza esta poco inteligente forma de lidiar con lo que sentimos. En resumen, al
crecer aprendemos que llorar no es conveniente.
Pues bien, hoy estoy aquí para decirte que sí, que llorar se vale. Que es
importante y que aprender hacerlo de forma que nos aporte un bien tiene su arte y
además es un buen baluarte por conseguir y la terapia emocional es un excelente
lugar para poder llorar, sacar y ordenar. Las lágrimas son buenas para la salud.
Las emociones necesitan ser liberadas, desahogadas…
Innovemos Algo ¡Ya!
Creemos que, el disimular las emociones, nos van a afectar menos. Pero no es
así. Poco a poco, todo empeorará. Sin saber cómo, las emociones no atendidas
podrían terminar por cuajar un estado depresivo, o como lo he dicho ya en
síntomas de salud nocivos, en relaciones poco cercanas o abusivas, en vidas
desoladas en ausencias añoradas ¡Ay!, son tantas y tantas penas estancadas;
lagrima no llorada es como agua de florero vieja y estancada ¡es el veneno que
paradójicamente nos hará llorar aún mucho más!
Esas gotitas que corren y que no sabemos bien como dejarlas salir de manera
sana y prudente, son catarsis para que el alma pueda fluir. Contenerlas debilita
nuestra salud, es ir en contra nuestra y nos impide recibir ese abrazo que
consuela, que renueva. Mucho de los estallidos de rabia y conflictos ocurren
cuando las lagrimas se lloraron por dentro y no salieron. Ser “fuertes” en el sentido
de no derramar nuestro llanto, es erosionar el lamento para construirnos en seres
débiles, rabiosos, recelosos y resentidos. ¡Acéptalo, llorar te es natural!
Terapeuta psicoemocional
innovemosalgoya@gmail.com