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Capitulo I : Introducción: Riesgo de terremotos y Tsunami en

Chile.

“Siempre me he aferrado a la convicción

de que todos podemos poner nuestro grano de arena

para aliviar en algo el dolor del mundo”.

Albert Schwitzer

Cuando se nos presenta el titulo de este capitulo introductorio (Riesgo de

terremotos y tsunami en Chile), no podemos dejar de pensar que la tierra se

encuentra viva, lo que queda demostrado en los constante movimientos

sísmicos que afectan al hombre directamente y el medio en que se

desenvuelve.

No podemos dejar de tener en cuenta que Chile se encuentra ubicado, en un

lugar en constante riesgo de ser afectado por cualquier evento natural extremo,

que termine siendo una catástrofe natural. Estos eventos pueden ser: aluviones,

avalanchas de lodo y barro, erupciones volcánicas, inundaciones, sequías,

terremotos y tsunami. Entre estos eventos se encuentran los terremotos los

cuales son “Movimientos vibratorios que se originan en zonas del interior de la

Tierra y que se propaga en todas direcciones por los materiales de la misma en

forma de ondas elásticas, denominadas ondas sísmicas” (Enciclopedia Océano.

2000). Estos movimientos vibratorios se producen por el contacto o roce que se


genera en las zonas de subducción, los cuales liberan una gran cantidad de

energía en unos pocos segundos afectando vastas zonas de la Tierra.

La distribución geográfica de los movimientos sísmicos en el mundo

corresponde a Japón, Nueva Zelanda y Chile, siendo estos países los que

presentan mayor cantidad de sismo por 100.000 Km2, esto es producto de que

los países nombrados conforman el cordón de fuego, el cual corresponde a un

anillo que recorre toda la línea de costa del Océano Pacifico, donde las placas

se caracterizan por estar realizando un proceso de subducción, lo que significa

que una se introduce bajo la otra.

Chile por lo tanto, es un país en constante amenaza, de ser afectado por un

terremoto de gran magnitud. Pero no solo los terremotos son de gran

preocupación, sino que producto de que Chile es un país con una gran costa es

amenazado por un fenómeno que muchas veces provoca más daño que el

mismo terremoto, esto es el Tsunami, el cual, es definido como uno de los más

terribles y complejos fenómenos físicos, caracterizándose por ser eventos

naturales extremos, de poca frecuencia, pero de rápida generación. Un

Tsunami es definido como “aquel fenómeno que ocurre en el mar, generado

principalmente por un disturbio sísmico que impulsa y desplaza verticalmente

una columna de agua originando un tren de ondas largas, con un periodo que

va de varios minutos hasta una hora, que se propaga a gran velocidad en todas

direcciones desde la zona de origen, y cuyas olas al aproximarse a las costas

alcanzan alturas de grandes proporciones, descargando su energía sobre ellas


con gran poder, inflingiendo una vasta destrucción e inundación”. (Lagos, M.

2000)

Por lo tanto, Chile es un país que posee una gran probabilidad de

ocurrencia de un evento capaz de causar grandes perdidas no sólo en lo

material sino también en vidas humanas. A partir de lo anterior podemos

señalar entonces que Chile es un país en riesgo, por lo tanto, es necesario

generar en la ciudadanía una conciencia de ese peligro y así disminuir una

variable, la vulnerabilidad. Pero no sólo en la ciudadanía, es necesario crear

conciencia, sino también estas medidas tienen que partir de las autoridades

pertinentes, creando mecanismos de protección, seguridad y enseñanza para

enfrentar eventos naturales extremos y catástrofes naturales.

La Historia y la ciencia pueden aportar grandes conocimientos para

ayudar a disminuir las perdidas que puede generar un evento así, pero deben

trabajar juntas. La unión entre la Historia y la Geografía debe ser total, ambas

ciencias deben caminar juntas, deben trabajar junto a la ingeniería, junto a la

sicología, junto a la sociología, con un solo fin, en bien común para el hombre y

su desarrollo.

Estos eventos son impredecibles, la ciencia aún no ha podido determinar

con exactitud donde y cuando ocurrirá, se trabaja solo al nivel de probabilidad,

la cual, posee grandes déficit de datos, es por ello que la Historia debe entregar

y ayudar a determinar eventos que ocurrieron en el territorio y que ayudaran a

generar nueva información, que servirá para poder analizar lo único cierto con

lo que se cuenta, los grandes eventos que han afectado al país.


Capitulo II : Impactos Ambientales producidos por terremotos y

Tsunami.

Cuando hablamos de impacto ambiental, no podemos dejar de lado que

“el hombre ha ocupado lugares expuestos a los efectos catastróficos de eventos

naturales extremos” (Larraín y Simpson; 1994). Si nos dedicamos ha hacer un

análisis sobre la ubicación, de los más grandes centros urbanos en Chile,

descubriremos, que muchos de estos se encuentran en lugares que pueden ser

afectados de algún tipo de evento extremo, ejemplo de lo anterior, puede ser la

gran cantidad de ciudades costeras, como Valparaíso, Constitución,

Antofagasta, Arica, etc... Entonces, teniendo en cuenta lo anterior podemos

decir que, a pesar de que Chile, es un país en constante riesgo de ser afectado

por un evento de gran magnitud (en términos de daños, tanto materiales como

en vidas humanas), no hay una conciencias de la amenaza a la que estamos

enfrentado. Por lo tanto “el estudio de los riesgo se vuelve imprescindible para

evitar o mitigar los peligros y la gravedad de los daños producidos por

desastres” (Aneas de Castro, Susana. 2000). Por lo anterior, es necesario,

desarrollar estudios sobre impacto ambiental, teniendo no sólo en cuenta las

zonas de mayor riesgo o zonas vulnerables de ser afectados por algún evento,

sino también aquellos factores que puedan desencadenar eventos de mayor

magnitud. El problema radica en que la mayoría de estos eventos catastróficos,

no pueden ser predecibles y no cumplen un patrón de comportamiento, por lo

tanto, no hay presencia constante que permita crear conciencia frente a estar
siempre alerta. Debemos tener claro que los informes de impacto ambiental

deben abarcar todos los “tipo de riesgos, concretamente cuando dice que en

todo proceso de evaluación de impacto ambiental deben analizarse

exhaustivamente todos los impactos, tanto directos como indirectos, sobre la

fauna, la flora, etc., y la población. Los riesgos naturales son riesgos de carácter

inducido. En una primera aproximación los podemos clasificar en dos grandes

grupos:

1. Riesgos antrópicos: sociales, peligros tecnológicos y biológicos.

2. Riesgos físicos: los podemos clasificar según el medio en que se

manifiestan en geológicos, hidrológicos y meteorológicos.

Los proyectos actúan de diferentes maneras frente a los posibles riesgos. Al

realizar una obra podemos tener un proceso natural que puede suponer un

riesgo para una población o unos bienes. El riesgo puede ser inexistente y

verse activado por la actuación de algún agente externo, puede ser latente, es

decir, ha tenido una etapa activa pero ha llegado a estabilizarse o bien, el riesgo

se encuentra activo y la obra acelera su desarrollo”(Carcedo, Ayala. Francisco.)

Cuando hablamos de impacto ambiental, no sólo nos referimos a

aquellos que aquejan a los ambientes naturales, sino también a los ambientes

humanos. En este apartado nos referiremos, principalmente al impacto que

generan los terremotos y tsunami, en ambientes naturales y humanos.


a) Impactos en ambientes humanos

Al realizar informes sobre impacto ambiental en ambientes humanos,

tenemos que pensar inmediatamente en lugar urbanizados, con gran

concentración de población, que por lo general son los lugares que sufren

mayores daños, en términos de infraestructura y en vidas humanas. Por algún

motivo, gran cantidad de personas tiende a establecerse en lugares, que

pueden ser devastado por cualquier evento de gran magnitud, como un

terremoto o un eventual tsunami. En este caso, es que gran cantidad de

ciudades chilenas, se encuentran ubicadas a lo largo del litoral, teniendo en

cuenta que son lugares de alta vulnerabilidad y que frente a un evento tsunami,

puede generar una verdadera catástrofe.

Por lo general, cuando se pretende, desarrollar un proyecto inmobiliario,

se debe hacer un informe de impacto ambiental, en términos de lo que puede

generar el establecimiento de un grupo de población en determinado lugar.

Para identificar los daños, que puede producir un tsunami o terremotos,

se han desarrollado escalas, para medir tanto la percepción y los daños que

generar estos eventos, en la vida del hombre y el entorno en que se desarrolla.

Por otro lado, la mayoría de los daños, que se generar por alguno de estos

eventos, son medidos de acuerdo a las perdidas económicas que puedan

producir para la economía de un país. Pero también se debe tener en cuenta,

que del poder adquisitivo de un país, dependerá que en gran medida los daños

que sufra pueden ser menores, ya que la inversión en prevención y seguridad

es mayor, que en aquellos países que en términos de economía son pobres.


b) Impactos ambientales naturales.

No sólo los eventos naturales catastróficos, afectan al medio directo en

que se desenvuelve el hombre y las actividades económicas que desarrolla. “Al

impacto ambiental, muchos de los eventos naturales extremos ocurridos en

Chile han ocasionado daños y transformaciones profundas en el sistema

natural, especialmente los terremotos y erupciones volcánicas” (Larraín y

Simpson; 1994). Al referirnos a que los terremotos y en menor medida los

tsunami son agentes de modelado y transformación del medio; ejemplo de esto

es la perdida de grandes extensiones de terrenos cultivables en el sector de

Maullin o producto del hundimiento de terrenos en el mismo sector, la perdida

de vastos sector de bosques nativo, por acción de la salinidad de las aguas,

que producto del hundimiento de este sector quedaron a merced de las mareas,

todo esto producido, por el gran eventos sísmico y luego Tsunami de 1960.

Entonces los terremotos y tsunami, no sólo afectan el modelado del paisaje,

sino también la biodiversidad que abunda en el sector, o sea que un sector que

no esta urbanizado, es tan afectado por estos eventos, en términos de su

biodiversidad, como si tuviera un gran poblado.

A modo de conclusión de este capitulo, debemos señalar que los

Tsunami y los terremotos, siendo eventos catastróficos de baja frecuencia, la

magnitud de los daños que pueden dejar a su paso puede modificar los

patrones de comportamiento de cualquier sociedad, que los halla vivido. Este es

el mayor problema que tiene la sociedad chilena; y es que esta generación no


ha sufrido en carne propia ningún evento de gran magnitud, que puede ayudar

a crear conciencia frente a la importancia de estar preparado para enfrentar de

la mejor forma y con la mayor seguridad cualquiera que sea el evento que nos

afecte.

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