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El hilo de Penélope

El Hilo de Penélope es un libro de Emmanuel d’Hooghvorst , publicado por Édit ions La Table
d’Émeraude (París, 1996), en el que se recogen los principales art ículos escrit os por el aut or.

Cronología

Los art ículos fueron escrit os desde 1977 a 1996 de manera independient e, pero el conjunt o
forma un corpus hermet icum complet o. Los dist int os t ext os proceden de las revist as Le Fil
d’Ariane, de La Tourbe des Philosophes y de La Puerta. Charles d’Hooghvorst escribió el prefacio
a t odo el conjunt o y Bruno del Mármol lo ilust ró. En 1998 se publicó el segundo t omo de los
escrit os de Emmanuel d’Hooghvorst , que consist e en una ant ología de t ext os alquímicos, con
prefacio de Jean Christ ophe y Jeanne Lohest . Más adelant e, Arola Edit ors publicó ambos t omos
en cast ellano (el t omo I en el año 2000 y el t omo II en 2006), t raducidos ambos por Jeanne
Lohest .

Los temas

Los libros clásicos

La primera part e recoge la lect ura hermét ica de grandes t ext os de la t radición universal: la
Odisea de Homero, las Bucólicas y la Eneida de Virgilio, las Metamorfosis de Ovidio, La Divina
Comedia de Dant e y el Quijote de Cervant es. D’Hooghvorst dedicó siet e est udios a la Odisea
(t it ulados «El Hilo de Penélope» I, II, III, et c., que después dio nombre al conjunt o del libro); de
ent re est os est udios dest acamos la siguient e idea: ¿se ignora acaso que la Ilíada y la Odisea eran
la Biblia de los griegos? ¿El código de su saber y de su verdad? ¿Acaso est a Biblia cont enía sólo
hist orias sin fundament o? ¿A quién se conseguiría convencer de ello? ¿Habrían at ravesado
milenios est os poemas sólo para venir a cont arnos hist orias infant iles? Cont emporáneo de
aquellos egipcios hierát icos, cuya civilización ent era t endía hacia el mist erio de la regeneración,
cien años después de Hiram y Salomón, ¿el aut or de la Odisea no t enía que decir más que
fut ilidades?
Nos parece que pensar est o sería pasar al lado de la realidad sin verla, como los rúst icos
pret endient es en presencia del dux Ment es. La poesía homérica es un himno a est a radiant e
humanidad, cuyos hombres formaban con los dioses una comunidad de vida y pensamient o que se
encaminaba hacia la apot eosis del héroe divinizado. ¿Acaso no es ést e el objet o de la t radición
que nos viene de nuest ro padre ant iguo?

Siguen dos est udios sobre Virgilio y uno sobre Ovidio –hast a aquí t odos relacionados con la
mit ología– y t ermina est a part e con un est udio sobre el Infierno de Dant e y con ot ro sobre un
sonet o de Cervant es.

Los cuentos tradicionales

Siguen a los est udios sobre los grandes maest ros de la lit erat ura clásica un análisis det allado de
algunos cuent os t radicionales recogidos por Charles Perrault (1628-1703): El Gato con Botas,
Riquete del Copete, Barba Azul y Piel de Asno. Emmanuel d’Hooghvorst const ruye los art ículos en
dos columnas, a la izquierda reproduce el cuent o y reserva la columna de la derecha para
coment ar las escenas o palabras más import ant es, en dichos coment arios demuest ra que en
est os cuent os se esconde el saber hermét ico más profundo. Escribe, por ejemplo, en la
present ación de Piel de Asno:

Cuando los árboles hablaban, en aquel entonces, algún cabalista


desconocido por nosotros se complació en componer Los cuentos de Mi
Madre Oca, llamados también con mucho acierto “cuentos de nodrizas”,
para divertir a los pequeños. No era necesario, pensamos, imaginar con
Anatole France “un viejo fondo hindú” para justificar la inspiración de estos
cuentos. La labor de la cábala química hace amanecer la misma experiencia
bajo distintos cielos.

Los tarots

En dos art ículos sobre los t arot s, d’Hooghvorst recupera el sent ido original de est e sist ema
adivinat orio y afirma que:
la intención de los antiguos imagineros era ver en los tarots la imagen de
un cielo terrestre, llamado también firmamento o espejo de oro, sobre el
que los profetas se han inclinado.

La cábala

Según explicó Carlos del Tilo, Emmanuel d’Hooghvorst fue un:

Infatigable buscador, estudia con un rabino para aprender hebreo y


arameo, también estudia árabe en la universidad de Bruselas. Más tarde se
dedica a enseñar hebreo a un grupo de amigos a fin de estudiar con ellos
los comentarios de los maestros de la cábala hebraica.

[1] ​

De est os cursos, d’Hooghvorst seleccionó algunos fragment os que consideraba especialment e


int eresant es y los publicó bajo el nombre de Historias judías, en las que recogió algunos
fragment os de la exégesis hebraica –procedent es del Midrash Raba y del Zohar principalment e–
y los glosó para encont rar a part ir de ellos la raíz de t odas las t radiciones.

La alquimia

El primer t omo de El Hilo de Penélope se cierra con t res reflexiones sobre la alquimia (que el aut or
escribía con “y”) t it uladas: «Rehaz el barro y cuécelo», «Reflexiones sobre el oro de los
alquimist as» y «A propósit o de la Turba Philosophorum».

La alquimia

El segundo t omo est á ent erament e dedicado a est a t radición; const a de dos part e: la primera es
una ant ología de t ext os alquímicos present ados, anot ados y, en ocasiones, t raducidos del lat ín
por el barón d’Hooghvorst ent re los años 1955 y 1994. Todos ellos fueron publicados en las
revist as Inconnues (Lausana) y Le Fil d’Ariane (Bruselas). Los t ext os han sido ordenados según un
crit erio cronológico, comenzando por los más ant iguos. Los prefacios y demás t ext os de
Emmanuel d’Hooghvorst , con excepción de las not as, aparecen en cursiva. La segunda part e
reproduce un ensayo sobre el Art e de la Alquimia de Emmanuel d’Hooghvorst , publicado en 1951
en la revist a Inconnues. En el prefacio de est a obra, J.-C. y J. Lohest , relacionan la selección de
aut ores clásicos de la alquimia con el hilo de Penélope, que aúna el conjunt o de art ículos de
d’Hooghvorst :
Este hilo no es sino la luz de naturaleza, el hilo luminoso, el don de Dios, el
espíritu del sol que ilumina en la noche, que permite al discípulo del Arte
poder descubrir los enigmas y discernir las trampas en la elaboración de la
piedra. [Y citan a d’Hooghvorst:] “La Naturaleza tiene una luz propia que
nuestra vista no puede percibir, el cuerpo es para nuestros ojos la sombra
de la naturaleza; por eso, cuando el hombre es iluminado por esta bella luz
natural, todas las nubes se disipan y desaparecen ante nuestra vista, supera
todas las dificultades, todas las cosas aparecen claras, presentes y
manifiestas”.

Los aforismos del nuevo mundo

En la segunda edición de El Hilo de Penélope I se incluyeron una serie de aforismos que


d’Hooghvorst había escrit o en silencio durant e los últ imos años de su vida pero que no dio a
conocer hast a el final. Present amos algunos:

3. Por la Isis encendiendo al Osiris despreciado, se ligó pensamiento vivo.

8. ¿Qué es nuestro oro? Es nuestro buen Pastor en química aparecido.

10. Esta escuela secreta es prisión de amor guardando este Grial. Llévame,
dice este viento Mercurio, tengo virtud de decir el oro.

14. Todo está escrito en triste rito, allí donde todo es leído sin el Espíritu
Santo.

15. Moisés, ¿qué Dios te conduce en el decir? Le vi cara a cara, desde una
dulce cima que lo ligó.

20. Cocer a su Hermes leído despreciado en este mundo, hace crecer la cepa
de los Sabios. ¡Sueña, buena fe!, un tesoro enterrado yace desconocido por la
ciencia de los necios.

27. Admira el secreto de encender verdad: se pasó la sal de las noches, tal
nido de amor se anima y luce. Es la escuela de las musas.

28. Aquél que miente no pesa.

41. La helada muerta no inicia en este Arte deletreándolo, y en Eneas


negado, el ser divino del sentido se perdió al nacer.

42. Silencio de oro bendito deletreándose su saber, ¡qué desafíos de un


genio!

48. De una caída celeste, Amor- Sal hizo un AS. Se palpa este sentido, cielo
salándolo.

53. ¡Necios que pensáis Dios, encendedlo en vosotros!

75. Donde el amor tomó palabra, canta la edad de oro. ¡Qué viña, este Marte
cocido donde se emborrachó Sileno! ¡Oro del todo puro!

83. Fatal I.N.R.I. ligado en el eje necio, imagina un Paraíso sin sexo. ¡Qué
furia se cuece en este dolo revelado lobo! ¡Oh, el ser torturado!

91. Este aire yace: su fuego que fluye, ¡qué tierra líquida!

92. Este mercurio que luce es el alma misma de Osiris encendida en su


lugar.

100. Este mundo se lee en palabras equívocas. Dite lo mezcla con vicio, vino
condenado.

106. El necio vive todo en altura con vergüenza del trasero. El uso del
mundo quiere reírse de este polo terminal. Es un excluido.

El Hilo de Penélope y El Mensaje Reencontrado

En 1949, gracias a una reseña bibliográfica realizada por René Guénon en la revist a Etudes
Traditionnelles sobre El Mensaje Reencontrado de Louis Cat t iaux, ambos personajes se ponen en
cont act o e inician una relación epist olar fecunda y cont inua que deriva en una ínt ima amist ad. A
Emmanuel d’Hooghvorst le debemos varios escrit os sobre El mensaje Reencontrado que fueron
recogidos por Raimon Arola en el libro Creer lo increíble o lo ant iguo y lo nuevo en la hist oria de
las religiones (Arola Edit ors, Tarragona, 2006) donde se recopilaron los art ículos de Emmanuel
d’Hooghvorst y su hermano Charles sobre El Mensaje Reencont rado. Para finalizar cit amos las
palabras que Charles d’Hooghvorst escribió sobre su hermano:

Estamos en deuda con él por haber tenido buen olfato en reconocer la


autenticidad del mensaje profético de Louis Cattiaux, todavía inconcluso en
1949 y cuya primera edición parcial había sido publicada en 1946 en medio
de la indiferencia general del público de habla francesa. El Mensaje
Reencontrado es, ciertamente, el Mensaje de los hijos de Hermes
Reencontrado. “¡Oh, qué mensaje reencontrado para leer aquí, en nuestra
escuela!”. Louis Cattiaux se marchó discretamente en 1953, ignorado por
sus contemporáneos, pero nos ha dejado su prodigiosa herencia. Los
escritos de Emmanuel d’Hooghvorst, que ofrecemos para la meditación de
los enamorados de la Santa Palabra, son un comentario iluminado de dicha
obra.

[1] ​

Referencias
1. http://www.lapuertaonline.es/bihpi1.html

Bibliografía

(2000). Emmanuel d'Hooghvorst , El Hilo de Penélope, t . I. Tarragona: Arola Edit ors. ISBN 84-
95134-51-9

(2006). Emmanuel d'Hooghvorst , El Hilo de Penélope, t . II. Ant ología alquímica. Tarragona: Arola
Edit ors. ISBN 84-96639-03-7

(2006). Raimon Arola (ed.), Creer lo increíble o lo antiguo y lo nuevo en la historia de las religiones.
Tarragona: Arola Edit ors. ISBN 84-96639-06-1

(2011). Louis Cat t iaux, El Mensaje Reencontrado o el reloj de la noche y el día de Dios. Barcelona:
Herder. ISBN 978-84-254-2673-5

Enlaces externos

Louis Cat t iaux. Art e y t radición hermét ica: ht t p://www.louiscat t iaux.es/

La Puert a. Ret orno a las fuent es t radicionales: ht t p://www.lapuert aonline.es/bibliot eca.ht ml

El Mensaje Reencont rado de Louis Cat t iaux: ht t p://elmensajereencont rado.info/

Louis Cat t iaux: ht t p://www.facebook.com/pages/Louis-Cat t iaux/54232931605

El Mensaje Reencont rado. Est udio de El Mensaje Reencont rado y ot ros t ext os t radicionales:
ht t p://www.elmensajereencont rado.com/

Arsgravis. Art e y simbolismo: ht t p://www.arsgravis.com/revind.php?id=7 (enlace roto disponible en


Internet Archive; véase el historial (https://web.archive.org/web/*/http://www.arsgravis.com/revind.php?id=7), la
primera versión (https://web.archive.org/web/1/http://www.arsgravis.com/revind.php?id=7) y la última (https://w
eb.archive.org/web/2/http://www.arsgravis.com/revind.php?id=7)).

Dat os: Q5798751


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title=El_hilo_de_Penélope&oldid=127106885»


Última edición hace 1 año por Leonpolanco

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