En base a una revisión de libros de farmacología, que
recomendaciones basadas en buenas prácticas de administración de medicamentos puede brindar frente a situaciones de dependencia frente a fármacos benzodiacepinas.
Los benzodiacepinas (BZD) son uno de los grupos de medicamentos más
prescritos, en los últimos años se ha constatado en varios países un aumento de su consumo lo que hace más probable su uso irracional y muy factiblemente se acompañe de un incremento del riesgo de efectos adversos y de la posibilidad del desarrollo de dependencia tanto física como psicológica.
La dependencia aparece con el uso continuado de BZD que se traduce en un
síndrome de abstinencia al dejar de tomarlas. A continuación, se brindará recomendaciones para afrontar la dependencia de estos tipos de fármacos:
Tener presente que al momento de seleccionar una BZD debe
considerarse que las de mayor t1/2 poseen menor riesgo de producir dependencia y tolerancia, pero conllevan a mayor riesgo de ser acumuladas en el organismo tras la administración repetida, lo que podría aumentar la incidencia de efectos adversos.
Tener en cuenta que el riesgo de desarrollar dependencia y tolerancia es
mayor mientras mayor sea la potencia de la BZD .
Debido a su perfil de seguridad y a la posibilidad de desarrollar
dependencia física y tolerancia deben prescribirse por un período que debe ser predeterminado y el menor posible: 8- 12 semanas para los trastornos de ansiedad y 4 semanas para el insomnio, incluyendo en ambos casos el tiempo de retirada, y a la menor dosis posible. Se debe evaluar periódicamente la posibilidad de suspenderlo. Nunca se debe retirar bruscamente un tratamiento largo y ante tratamientos que excedan los tres meses debe plantearse la deprescripción.
Como norma general, si el tratamiento con benzodiazepinas ha sido
superior a dos semanas de forma ininterrumpida, se recomienda ir disminuyendo la dosis en un 25% cada semana a lo largo de cuatro semanas.
Una vez prescrita la BZD, se debe comenzar la monitorización del
tratamiento evaluando permanentemente el beneficio y la pertinencia de la indicación, los efectos adversos y los elementos de tolerancia o dependencia.
Una ‘estrategia mínima’ en la que se informe al paciente de los problemas
del consumo de benzodiazepinas a largo plazo y dando la pauta de retirada gradual, ha mostrado ser útil en la deprescripción de benzodiazepinas.
Una entrevista o charla estructurada con personal sanitario y la
entrevista-charla estructurada junto con apoyo de psicoterapia o de fármacos ha sido de gran ayuda en la deprescripción de benzodiazepinas.
Para poder realizar la retirada de la BZD, es muy importante la
motivación del paciente, implicándolo en la decisión de la retirada por lo que es necesario informarle en un lenguaje acorde el motivo por el cual se debe dejar de usar la BZD , también es recomendable que la pauta de retirada quede registrada por escrito.
Es imprescindible individualizar cada caso y adecuarse a las situaciones
de los pacientes para buscar estrategias para afrontar la farmacodependencia. BIBLIOGRAFÍA:
Recomendaciones para el uso de benzodiazepinas en Uruguay
[Internet]. Farmacología. 2016 [citado 2 julio 2021]. Disponible en:http://www.farmacologia.hc.edu.uy/images/Recomendacion es_uso_benzodiazepinas.pdf
Azparren Andía A, García Romero I. Estrategias para la
deprescripción de benzodiazepinas [Internet]. Boletín de información farmacoterapéutica de Navarra. 2014 [citado 2 julio 2021]. Disponible en: https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/AB30A9A5-9907- 4D68-A17A-C4AB0DC524D5/293282/Bit_v22n2.pdf