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- Paz, C.A., Pelento, M.L., Olmos de Paz, T.: Estructuras y estados fronterizos en niños,
adolescentes y adultos. Tomo II: Cap. IX: Algunas reflexiones teóricas acerca del niño
fronterizo.
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1)Ansiedad intensa, limítrofe con el pánico; 2) violentas explosiones de rabia; 3) pobre
control de los impulsos; 4) descargas de tensión a través del aparato muscular; 5)
conductas bizarras; 6) perturbación en el sentido de realidad, con confusión entre las
representaciones del self y de los objetos; 7) aparición de fantasías bizarras especialmente
en el análisis, con posibilidad de nivel delirante; 8) distintas conductas dentro y fuera de
sesión con alternancias impredictibles; 9) impresión de caos, y a pesar de esto, cierta
habilidad en el control; 10) posibilidad de micropsicosis pasajeras; 11) trastornos en el
aprendizaje, a pesar de tener un coeficiente intelectual normal o alto; 12) oscilaciones
marcadas en el rendimiento de los tests de inteligencia; 13) contratransferencia intensa,
sentimientos de sorpresa, horror e imposibilidad de pensar; 14) intolerancia a la
frustración.
André Green reseña algunos puntos a tener en cuenta para pensar lo fronterizo desde
distintos esquemas conceptuales y modelos de abordaje, especialmente desde las
contribuciones freudiana, kleiniana y winnicottiana:
1- El papel del yo, el Self y el narcisismo, con los mecanismos defensivos tempranos
de la disociación y la escisión, y sus consecuencias: la desinvestidura y la
identificación proyectiva.
2- La función de las relaciones de objeto, con especial atención a los influjos sobre los
procesos de pensamiento
El autor plantea que en este tipo de pacientes hay una falla o defecto funcional de las
representaciones cosa generando un funcionamiento intrapsiquico en los límites de la
capacidad de simbolización y, en este sentido, en los límites de la analizabilidad. Esto
ocurre en tanto que, en la constitución del psiquismo, cuando la experiencia de
desencuentro con el objeto es intensamente traumática, la experiencia de desamparo y el
dolor psíquico puede producir el desenvestimiento de las representaciones y quedar
desligadas.
Green sostiene qué hay una variedad de mecanismos de defensas que están en
relación al funcionamiento psíquico, estos son:
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1) La exclusión somática: esta defensa por vía de la somatización es diferente a la
conversión, ya que no hay simbolización en ella, sino más bien desintrincación entre
psique y soma. Esta exclusión equivale a un acting in dirigido hacia el cuerpo.
Asi también sostiene que existen mecanismos de defensas de base como la escicion y la
desinvestidura:
Freud nos dice “…es en la ausencia del objeto donde se forma la representación de
éste, fuente de todo pensamiento”. En la misma línea Winnicott plantea la importancia de
la capacidad para “estar a solas” en presencia de la madre, lo que establece un espacio de
soledad que funda como posible la elaboración fantasmática y el desarrollo del
pensamiento. Dicha cuestión se ve alterada en los pacientes fronterizos.
Roger Misés toma aportes de diversas teorías, para explicar otros aspectos que
caracterizan a las patologías Border:
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desarrollan fallas significativas en la apropiación de mecanismos que, en
condiciones habituales, aseguran la individuación y el acceso a la simbolización.
2) Fracasa el advenimiento del espacio transicional de Winnicott por lo que hay una
ausencia de objeto transicional manifestándose en la incapacidad de jugar solo o
de encontrar placer en las actividades lúdicas. De esta forma, el niño se encuentra
privado de un campo de experiencia intermediario entre el mundo interior y la
realidad. Sin poder afirmar su autonomía psíquica y acceder al placer del
funcionamiento mental, el niño no puede acostumbrarse a la realidad y a sus
relaciones fluctuantes. Permanece confrontado a las pulsiones no integradas, las
cuales no puede representar ni elaborar.
Funciona un falso self, apoyado en escisiones y defensas arcaicas, sobre todo la
desmentida.
5) Coexisten dos vertientes: una que obliga a aptitudes de conformidad, con defensas
marcadas por la sumisión y el mimetismo. La otra sometida a las leyes de la
relación dual, donde existe un pensamiento prelógico como expresión de la
omnipotencia infantil.
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El sujeto está dañado en sus capacidades de vinculación/desvinculación y todo lo que
podría tender al reinvistimiento parece percibido como una amenaza insostenible que
obliga a medidas extremas de reducción a silencio y se expresa la compulsión a la
repetición que bloquea la salida simbólica.
Con respecto al juego existe una fluctuación entre el momento en que existe un
reconocimiento del objeto físico, el juguete, reconociéndoselo como externo y tejiendo
fantasías alrededor de él, como lo hacen los niños neuróticos; y otros momentos en que el
objeto físico (el juguete) no es reconocido como tal y se vuelve indistinguible de los
procesos ilusorios. Además, señala el carácter fetiche o de cuasi fetiche otorgado a
objetos físicos o mecánicos.
La tarea principal en el análisis de estos casos seria constituir los límites del Yo y llevar
al trauma hacia el sistema de representaciones. En estos casos cobra relevancia la función
del analista como objeto de investimentos y proyecciones masivas, a las cuales solamente
su presencia integral, corporal, podrá hacer frente, erigiéndose como soporte para la
trasposición y reordenamiento no solo de la pulsión, sino también de modalidades de
relación traumáticas, marcadas por la ausencia o excesiva presencia del objeto.
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Las intervenciones que alcancen los primeros registros, es decir, las formas de
intervenir/conversar/interactuar que no se limiten solamente al registro del lenguaje
verbal, pueden ser una herramienta de importancia.
Una forma de trabajo recomendada con estos pacientes es la de los dispositivos “en
red”.
Sesiones vinculares, familiares y entrevistas con los padres que les permita obtener
revalorización narcisística y ademas echar una mirada nueva y reparadora hacia el niño lo
cual permite que modifiquen su posición, y tengan relaciones más confiables.
Otros componentes de la cura nacen de la circulación misma del niño en el interior de este
dispositivo multipolar. Se incentiva que el niño trabaje con sus capacidades para elaborar
la perdida y la separación. Se lo ayuda a través de los juegos, los gestos, las historias que
se construyen con él. En este terreno, se le propone un material que permite enfrentar los
afectos, expresarlos bajo formas de sentimiento, acceder a una representación y ponerlos
en palabras, hasta apropiarse de un pensamiento imaginario y metafórico, que le permite
pensar la ausencia.