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Buenas Prácticas en...

+ APOYOS = -MIEDOS

Nombre de la entidad: PROBOSCO.

Federación a la que pertenece: FEAPS Canarias.

Promotor/es de la buena práctica: Servicio de Atención a Familias.

Persona/s de contacto: Ana Belén García Alonso, trabajadora social respon-


sable del Servicio de Atención a Familias.

Periodo en el que se ha desarrollado: Desde diciembre de 2008 hasta la


actualidad.

Otros datos que se consideren relevantes:

LA BUENA PRÁCTICA

El origen de esta buena práctica surge a partir de un estudio de necesidades de las


familias de PROBOSCO y la puesta en práctica de los preceptos que sustentan los
servicios centrados en la familia. El perfil actual del colectivo responde a situa-
ciones en las que los/as cuidadores principales presentan tantas necesidades de
apoyo como los hijos/as, por lo que se generan situaciones de estrés y en algunos
casos de desprotección, en aquellos periodos en los que la persona con discapaci-
dad intelectual permanece en el domicilio familiar. Tomando conciencia de esto y
en base a la situación de crisis e incertidumbre frente al futuro, las propias fami-
lias reclaman servicios de carácter permanente. Es en este punto y dada la escasa
respuesta por parte de la administración donde se genera la necesidad de llevar a
cabo nuevas fórmulas de trabajo basadas en el Modelo de Intervención Centrada
en la Familia.

Con el objetivo general de facilitar servicios de atención temporal para las per-
sonas con discapacidad intelectual, favoreciendo las relaciones familiares y socia-

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les, se articula un servicio a partir del cual ofrecer atención continuada en sus dis-
tintas modalidades. De esta manera, y en base a un trabajo previo en la gestión de
proyectos de respiro, se establecen servicios personalizados de atención, tanto en
el recurso, como atendiendo a situaciones de emergencia acontecidas en el seno
familiar. Desde esta perspectiva los servicios contemplan dos enfoques, el prime-
ro de ellos hace referencia a la conciliación familiar y la necesidad de reducir los
niveles de estrés, tanto en la atención diaria como ante la incertidumbre que gene-
ra el futuro, y el segundo da respuesta a situaciones multiproblemáticas que
requieren de intervención puntual y prolongada y readaptación del servicio en pro
de un recurso permanente. La atención se centra en los periodos de inactividad del
recurso, distinguiendo estancias en el centro, servicios puntuales e individuales
con atenciones concretas y respuesta inmediata a situaciones de emergencia. La
alta demanda de servicios de apoyo, así como el seguimiento en casos de riesgo
cuyos resultados finales han sido la reasignación de plaza en servicios ajustados,
arrojan datos sobre la viabilidad del mismo.

ANTECEDENTES

PROBOSCO es una entidad que trabaja con y para personas con discapacidad
intelectual con necesidades de apoyo extenso y generalizado y sus familias. Se
constituye como recurso residencial temporal en el año 1994 y, desde esa fecha
hasta la actualidad, ofrece servicios de atención residencial de lunes a viernes,
centro de día y servicios de atención a familias entre otros, habiéndose articulado
finalmente en función de las nuevas corrientes teóricas y en base a metodologías
de trabajo centradas en la persona y, como en el caso que nos ocupa, en las fami-
lias. Desde los inicios, los responsables de la entidad manifestaron un estrecho
compromiso con las personas con discapacidad intelectual y sus familias, movili-
zando todos aquellos recursos a su alcance con la finalidad de atajar y prevenir situa-
ciones de desventaja, en esta línea se destaca la puesta en marcha y mantenimiento
del Programa de Respiros de Fin de Semana, servicio prestado por PROBOSCO casi
desde sus orígenes a partir de estancias de fines de semana. Desde su comienzo
hasta la fecha actual, este programa ha supuesto un importante apoyo para las
familias que necesitaban de tiempo personal, no obstante y dado que se trata de
un servicio altamente costoso a nivel económico y de organización, resulta muy
complicado adaptarlo a cada familia demandante, debiendo éstas solicitarlo en
función de las fechas propuestas por la organización. Ante tal situación y tenien-

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do en cuenta los nuevos perfiles familiares, generalmente personas de avanzada
edad y escasos apoyos naturales, se observó la importancia de poner en práctica
nuevas fórmulas más ajustadas y personalizadas para la atención a cada familia en
su individualidad, surgiendo así los servicios de apoyo puntual y apoyo en situa-
ciones de emergencia, cuya premisa es la de ofrecer garantías de apoyo ante cual-
quier tipo de demanda familiar.

DIAGNÓSTICO Y VALORACIÓN

La puesta en marcha de esta buena práctica se inicia a partir de un estudio de nece-


sidades realizado sobre los familiares de las persona atendidas en PROBOSCO,
aplicando para ello metodologías cualitativas; grupos de discusión, entrevistas en
profundidad y observación y técnicas cuantitativas; cuestionarios de satisfacción.

Los quince años de experiencia que avalan a esta entidad, así como el bagaje en
la atención a familias de personas con necesidades de apoyo extenso y generali-
zado, se conforman como la base que rige el desarrollo de esta acción. No
obstante, se destacan referentes teóricos, basados en la práctica centrada en la
familia y en en el modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo, especial-
mente en las dimensiones que aluden a la orientación familiar.

La puesta en práctica de esta acción sigue los criterios de: 1) Identificación de


necesidades. 2) Identificación de los recursos y fortalezas, haciendo hincapié en
las posibilidades de los apoyo naturales con el fin de favorecer la permanencia de
la persona con discapacidad en el entorno familiar. 3) Refuerzo de las fuentes de
ayuda, procurando apoyos para la atención en el domicilio. 4) Capacitación a las
familias haciéndolas partícipes de la planificación, ofreciendo criterios de flexi-
bilidad y accesibilidad a los recursos en función de la necesidad y urgencia que
precise cada caso. Esta fórmula de trabajo da lugar a la puesta en marcha de ser-
vicios transversales de apoyo, donde se ofrecen tres modalidades distintas de aten-
ción en función de la situación de cada familia y la urgencia que en cada caso se
determine. Con este servicio hemos logrado dar cobertura al 100% del tiempo
para la atención de casos de extrema necesidad, mientras que superamos el 75%
de tiempo para aquellos casos en los que prevalece el descanso y conciliación
familiar.

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PROCESO SEGUIDO

A medida que los servicios incluidos en la buena práctica tomaban forma y eran
reconocidos por todo el equipo de profesionales de PROBOSCO, los recursos
movilizados para su puesta en marcha dejaban entrever un itinerario que al
comienzo no estaba tan perfilado como tras su desarrollo durante los primeros
meses. Los servicios de Respiro de Fin de Semana, Apoyo Puntual en Domicilio
y Apoyo en Situaciones de Emergencia, conformaban un entramado de acciones
que ofrecían plena cobertura de apoyo a las familias, ya no solo para aquellas que
podían encontrarse un situación de riesgo, sino para todas las que pudieran tener
una necesidad puntual de apoyo, facilitando la conciliación familiar y mejorando
así los niveles de calidad de vida. Desde esta perspectiva y con el ánimo de ofre-
cer la máxima cobertura de las situaciones de necesidad familiar, se establece la
siguiente clasificación en los servicios prestados:

RESPIROS DE FIN DE SEMANA = Garantía de estabilidad, pues se ofrece


con carácter estable a razón de una o dos estancias de fin de semana al mes con
fechas y profesionales determinados de antemano.

APOYO PUNTUAL EN DOMICILIO = Garantía de individualidad y flexibi-


lidad, ya que, previa petición de este servicio, se pretende atender aquellas
demandas de carácter individual y temporal de las familias, no solo las que res-
pondan a un perfil multiproblemático, sino todas aquellas que precisen de un ser-
vicio de estas características, bien para atender a situaciones de necesidad o para
facilitar la vida personal con la atención a la persona dependiente.

APOYO EN SITUACIONES DE EMERGENCIA = Garantía de individuali-


dad, flexibilidad y rapidez, pues la premisa de este servicio es la de servir de
soporte profesional y funcional inmediato para situaciones de crisis familiar rela-
cionadas con fallecimientos u hospitalizaciones de los/as cuidadores principales.
Para su puesta en marcha solo es necesario ponerse en contacto con los/as res-
ponsables de guardia a través de un teléfono de emergencias.

NIVEL DE IMPLANTACIÓN

La puesta en marcha de esta buena práctica ha supuesto el compromiso firme de


todos los estamentos de la entidad. Desde la Junta Directiva, partiendo de la con-

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vicción de que se trata de un servicio necesario y viable en términos económicos,
por lo que se garantiza la continuidad del mismo, hasta el equipo de atención
directa, asumiendo la responsabilidad de formar parte de un turno de guardia con
el fin de atender situaciones de emergencia o bien, trasladarse previa petición, a
los distintos domicilios con el fin de atender situaciones puntuales. Asimismo,
supone un aumento notable en los niveles de gestión, pues se atiende a cada par-
ticularidad; no obstante lo anterior, la aplicación de nuevos procesos en la aten-
ción a familias da lugar a mejoras en la gestión, ofreciendo mayores garantías de
calidad y compromiso en el buen hacer y mejorando la percepción por parte de las
familias mediante una atención global a cada una de ellas.

EVALUACIÓN DE LA MEJORA

La ejecución de este entramado de acciones cuya finalidad es la de propiciar un


mayor número de apoyos reduciendo así los miedos de las familias, ha permitido:

- Facilitar a las familias servicios de atención temporal para sus hijos/as.

- Mejorar las relaciones familiares y sociales con la consecuente prevención de


situaciones de crisis dado el alto coste emocional y físico que supone el cui-
dado de una persona dependiente.

- Favorecer la permanencia de la persona con discapacidad intelectual en el


entorno familiar ofreciendo apoyos profesionales para ello.

- Aliviar la angustia que supone la incertidumbre de no saber cómo atender a los


hijos/as en el futuro pues, por medio de distintas medidas, se ofrece total cober-
tura en la atención de la persona dependiente (estancias de fines de semana, apo-
yos en domicilio previa petición, atención urgente en casos de emergencia).

- Servir de canal para el abordaje de casos de riesgo en los que se precisa de


intervención de la administración para reasignación de plaza.

IDEAS CLAVE PARA OTROS EMPRENDEDORES DE ESTA BUENA


PRÁCTICA

El principal y más destacado impacto de esta experiencia es la importante reduc-


ción en los niveles de estrés manifestados por las familias ante la incertidumbre

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del futuro de sus hijos/as, pues alegan sentirse amparadas por el recurso ante la
necesidad de apoyo en cualquier circunstancia, tanto para la conciliación de la
vida familiar y social como para la atención urgente en casos de gravedad. Con
esta medida se propicia la permanencia de la persona en el entorno familiar,
favoreciendo el vínculo y las relaciones familares. A pesar de esta premisa, se han
valorado casos de riesgo en los que la familia no podía asumir los cuidados
generando así situaciones de desprotección, ante estos casos se ha priorizado el
interés superior de la persona faciliando el acceso a recursos con mayor cobertu-
ra para la atención permanente. Estas valoraciones se constituyen como clave en
la puesta en marcha de experiencias de este tipo, pues el máximo objetivo es el de
reducir los niveles de estrés y angustia de las familias, mientras que el desarrollo
de los servicios en sí queda relegado a un segundo plano, pues se desarrollarán en
función de las solicitudes familiares y no a partir de un calendario preestablecido.

LO QUE SE DEBE HACER

Los resultados actuales se constituyen como aval que afianza la con-


tinuidad de esta práctica. Para ello se hace necesario contar con líneas de
financiación estables y consensuadas por la organización, así como afian-
zar los compromisos del personal que asume formar parte de esta iniciati-
va, imprimiéndole carácter innovador y motivador para este colectivo.

Los costes en la gestión se ven incrementados por lo que que debe ser una
práctica reconocida por todos y entendida como línea estratégica.

LO QUE NO SE DEBE HACER

No debemos entender esta práctica como un proceso exclusivo de la junta


directiva o gerencia de la entidad, pues requiere de un apoyo constante y
firme de toda la organización.

No podemos excluir al personal de atención directa del diseño, puesta en


marcha y evaluación de estos servicios, pues finalmente será éste el equi-
po de profesionales que lleve a cabo los servicios, por lo que el senti-
miento de necesidad para su realización debe ser compartido para así
garantizar la continuidad de un servicio de esta magnitud.

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LO QUE NOS QUEDA POR HACER

Como punto más destacado a la hora de propiciar el mantenimiento de esta


buena práctica surge la necesidad de contar con fuentes estables de financia-
ción dado el alto coste económico de la misma. Sin embargo, y no menos
importante que lo primero, un servicio de estas características se mantiene
gracias al compromiso de los profesionales que lo desempeñan, por lo que se
hace imprescindible mantener una evaluación constante del nivel de satisfac-
ción de los mismos, generando opciones de crecimiento profesional y propi-
ciando mejoras salariales en el desempeño de su actividad.

OTROS COMENTARIOS, IDEAS, OPINIONES, SUGERENCIAS,


CRÍTICAS, ALABANZAS, DUDAS, ESPERANZAS…

La observación diaria, así como aportaciones familiares en diversos contextos


indican que:

1. La realización de estos servicios facilita que la persona con discapacidad per-


manezca más tiempo en el entorno familiar, pues se amplía la red de apoyos a
partir de la prestación de servicios profesionales.

2. Ante la necesidad inminente de institucionalización de la persona con disca-


pacidad, las familias señalan encontrarse más respaldadas en el proceso y trá-
mites previos.

3. Se observa un incremento en la participación de los/as hermanos/as, asumien-


do tutelas y/o cuidados, reforzando así el apoyo a los padres y madres cuida-
dores principales, si aún existen.

4. La posibilidad de conciliación familiar, personal y laboral se ve acrecentada,


pues los servicios de respiro de fin de semana y apoyo puntual facilitan el dis-
frute del ocio del resto de los miembros de la familia.

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