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En esta clase me gustaría poder plantear la seriedad que reviste el estrés materno durante el
embarazo.
Hoy se sabe que la ansiedad y el estrés materno se relacionan con:
Abortos espontáneos
Partos prematuros
Bajo peso al nacer
Mayor número de visitas al obstetra (miedo al parto y a las contracciones)
Más cesáreas programadas y uso de anestesia epidural
Depresión en el embarazo y en el puerperio (DPP)
Video 1: http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-educacion-emocional-desde-utero-
materno/598988/
Video 2 https://www.youtube.com/watch?v=HAMr1GVz4o4
El Dr. Cólica habla del estrés en el embarazo
- ¿El estrés de la madre debe ser considerado entonces como muy importante en relación a lo
que le sucederá al niño?
Ya dijimos que el estrés materno está relacionado con abortos al principio del embarazo y
con partos prematuros. Esto está sucediendo aquí y ahora en nuestra sociedad. Ya he referido
como en la actualidad se observa este fenómeno en numerosas madres jóvenes que padecen las
consecuencias del estrés laboral.
Cuando este niño nace, es común que padezca precozmente enfermedades respiratorias como
bronquiolitis y neumonías, y luego asma bronquial y diversas atopias alérgicas. Sobre esto han
hecho un muy importante e interesante estudio los Dres. Vucovich en nuestro medio.
También se ha demostrado que estos niños tendrán trastornos de conducta, dificultades de
socialización cuando sean más grandecitos y en muchos casos trastornos del tipo de la atención
dispersa. También en nuestro medio las Lic. Arrebillaga y Schwartz de la Fundación APINEP,
han aportado numerosas observaciones e incluso han descripto muchos de estos cuadros
englobándolos como un Trastorno Evolutivo del Lóbulo Frontal (TELF), que continúa
evolucionando hasta la edad adulta.
En el embarazo, aun sin condiciones de estrés, tiende a aumentar la cantidad de cortisol en el
plasma materno. Ahora, cuando se padece estrés prolongado, el cortisol se incrementa mucho
más y de manera duradera. El cortisol, entre otras cosas, en esas condiciones es neurotóxico y
no debería pasar al feto. Pero, el estrés provoca una disminución en la placenta de la madre
de una enzima que lo degrada, de manera que llega hasta el feto y actúa sobre su cerebro y su
sistema inmunológico en formación.
Esta es una de las causas de lo que sucederá luego en el niño, además de lo mencionado con
respecto al fenotipo ahorrador que induce un riesgo de enfermedad a largo plazo.
El niño y su madre establecen una relación simbiótica durante el embarazo y hay muchas vías
de comunicación entre ellos.
La violencia, el estrés, la desnutrición modifican las respuestas de adaptación que el feto o el
niño elaboran para informar a la madre sobre su salud o estado físico, y pueden incluir cambios
de metabolismo, producción hormonal y sensibilidad de los tejidos frente a hormonas,
aminoácidos excitatorios y factores de crecimiento que pueden afectar el desarrollo relativo de
varios órganos.
El niño se defiende, lo que lleva a que tenga modificaciones persistentes en los mecanismos
homeostáticos fisiológicos y metabólicos.
Por lo tanto, la asociación entre la lentitud del crecimiento fetal, el menor tamaño corporal al
nacer y el riesgo posterior de enfermedad, puede ser interpretada como un reflejo de las
consecuencias a largo plazo de las respuestas de adaptación fetales.
Parece ser que la modulación de la expresión genética del feto o el niño mediada por la madre
ante los estímulos ambientales (lo epigenético), puede ser tanto o más importante que el propio
riesgo genético puramente hereditario.