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TFI

Integrantes: Beracochea Yesica, Zanolli Quinteros Naimé


Área de investigación: Alimentación en mujeres con menopausia
Tema de investigación: Analizar cómo repercuten las emociones en las conductas
alimentarias en mujeres con menopausia que concurren a un taller de tejido en la ciudad
de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en el año 2020
Problema: ¿Cómo repercuten las emociones en las conductas alimentarias en mujeres
con menopausia?
Objetivo general: Analizar cómo repercuten las emociones en las conductas alimentarias
en mujeres con menopausia que concurren a un taller de tejido en la ciudad de
Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en el año 2020.
Objetivos específicos:
● Analizar la adecuación de la ingesta calórica.
● Analizar la ingesta de macro y micro nutrientes críticos para la etapa de vida que
se presenta
● Evaluar el porcentaje de masa grasa
● Conocer cómo influyen las emociones en la elección de alimentos y conductas
alimentarias.

Antecedentes.
Los autores Martínez y Torres sostienen que la menopausia señala el fin de la etapa fértil
en la vida de la mujer. Ocurre como consecuencia de la declinación de la función ovárica
y constituye un período de cambios fisiológicos que pueden acompañarse de síntomas,
signos y complicaciones relacionados en mayor o menor grado con los cambios en los
niveles hormonales.
Por otro lado los autores Soto, Duran, y Labraña sostienen que las necesidades
nutricionales en la menopausia tienen características de importancia debido al aumento
de los factores de riesgo para enfermedades tales como las cardiovasculares, el inicio de
osteoporosis, osteomusculares, cáncer y enfermedades seniles. Cuando no existen
complicaciones metabólicas asociadas, la dieta en la menopausia se suscribe como una
alimentación suficiente y equilibrada en función de la edad, talla, composición personal,
clima y actividad física.
Con respecto a las emociones la autora Fitte, sostiene que la menopausia es una etapa
natural que incluye experiencias diversas, de modo que, para algunas mujeres esta etapa
Implicó cambios corporales significativos e incluso malestares entorno a ellos, para otras
estos cambios resultaron irrelevantes. Sin embargo, existe un consenso con respecto al
reconocimiento de una serie de estereotipos negativos sobre la menopausia. Dentro de
estos, destacaron la mirada descalificadora de la mujer menopáusica como
desequilibrada y trastornada emocionalmente sobre la pérdida de la fertilidad..
Introducción y justificación.
La menopausia es el cese ininterrumpido de la menstruación de más de 12 meses y se
sitúa entre los 45 y 64 años. Los cambios endocrinológicos que ocurren durante la
menopausia, determinan cambios en el metabolismo, balance energético y en la
composición corporal
Las necesidades nutricionales en la menopausia tienen características de importancia
debido al aumento de los factores de riesgo para enfermedades tales como las
cardiovasculares, el inicio de osteoporosis, osteomusculares, cáncer, etc.
La dieta en la menopausia se suscribe como una alimentación suficiente y equilibrada en
función de la edad, talla, composición personal, clima y actividad física. Es fundamental
en esta etapa de riesgo metabólico, disminuir progresivamente el aporte de calorías
diarias, aumentar el aporte de calcio y limitar el aporte de grasas saturadas debido a que
está demostrado que empeoran la resistencia a la insulina por un fenómeno de regulación
descendente del receptor de insulina y los efectos conocidos sobre el receptor LDL
Dichos autores (Durán, Soto, Labraña, Sáez. 2008) manifiestan que en cuanto a los
aportes de la dieta, los alimentos proteicos tienen una preferencia de entre el 15 y 16%
de participación en las calorías.
En el estudio anteriormente mencionado, también se pudo ver que las mujeres
presentaron ingestas de hidratos de carbonos significativamente menores a las
recomendadas. Sin embargo, se vio aumentado el consumo de azúcares, hidratos de
carbono simples, con cantidades muy superiores al 10 % de las calorías totales. Esto
explicaría el estado nutricional de sobrepeso que presenta la mayoría de las mujeres y el
respectivo porcentaje de grasa corporal.
Las grasas saturadas y totales, se consumen en cantidades adecuadas, con ingestas
inferiores al 10 % de las calorías totales por lo que se deduce que estas mujeres tienen
conciencia del riesgo de enfermar por consumo excesivo de grasas debido probablemente
a poseer mayor acceso a información nutricional y a su alto nivel educacional. 
A partir de la menopausia se debe garantizar un aporte de calcio de 1500 mg al día,
porque en ese momento el efecto de la disminución hormonal conduce a un aumento de
la pérdida de masa ósea. Además, la capacidad de absorción del calcio en el intestino se
ve disminuida. Se ve reflejado en los resultados del estudio que la adecuación de calcio
resultó menor a las recomendaciones nutricionales.

En este período de vida de la mujer el resultado de un balance energético positivo


modifica el índice de masa corporal ya que se consume más energía de la que se gasta,
debido a cambios en los hábitos alimentarios. Todo esto unido al déficit estrogénico que
ocasiona cambios en la correlación endocrina del metabolismo lipoproteico tiene como
resultado la obesidad.

“En esta etapa de las mujeres la silueta puede estar asociada con la evidencia de
un perfil hormonal relativamente más androgénico en estrecha relación con la
grasa acumulada en la región del abdomen y de esta forma el perímetro
abdominal se modifica. El acúmulo y traslado de la grasa en la mujer está
asociada con la variación en los niveles de las hormonas sexuales, la cual afectan
la actividad de la lipasa de lipoproteína (enzima que transporta los triglicéridos de
los alimentos al hígado) en las diferentes partes del tejido adiposo. Los estrógenos
estimulan la actividad de la enzima en los adipocitos de glúteos y femorales lo que
favorece que se almacene la grasa en dicha región; sin embargo, estimula la
lipólisis en la región abdominal.” (Martínez Camilo, Torres Escotet, 2016)

Con respecto a la situación emocional las actitudes y expectativas ante la menopausia


son muy personales y únicas ya que varían según los estereotipos sociales, culturales,
etc. que influyen en la forma de experimentar los síntomas y la percepción de la misma.
Frente a estas actitudes es frecuente encontrar pensamientos negativos o erróneos, sobre
uno mismo, sobre el entorno y sobre el futuro. Una idea negativa sobre uno mismo, sobre
los apoyos y recursos que puede movilizar para superar la situación, o porque no se
encuentran situaciones rápidas y fáciles, condiciona una visión negativa del futuro y poco
adaptativa, pudiéndose originar problemas emocionales y de la conducta.
Las actitudes hacia la menopausia son bastante buenas individualmente y mejoran a
medida que transcurre la misma. Las mejoras sociales, culturales y económicas han
propiciado un cambio de actitud de la mujer en los últimos 30 años.
En un estudio realizado por Pilar Bas Sarmiento y Martina Fernández Gutiérrez, el 80% de
las mujeres consideraban la menopausia como una etapa de cambios y solo un 3% como
una enfermedad. La mejor actitud aparece en mujeres con ocupaciones profesionales,
mientras que las amas de casa con menor nivel cultural tenían un concepto de la
menopausia como enfermedad.
Existen evidencias que indican que los síntomas psicológicos son más prevalentes en
mujeres menopáusicas que presentan rasgos de personalidad neurótica y baja
autoestima.
En el 60-70% de los casos la menopausia en personalidades con cierta vulnerabilidad
puede actuar como elemento desencadenante o de mantenimiento de las alteraciones
psíquicas.
Las mujeres con problemas emocionales previos tienden a sobrevalorar los síntomas
menopáusicos, sobre todo los vasomotores, y a su vez el padecimiento de éstos llega a
crear tensión y ansiedad.
Optamos por investigar sobre este tema porque no encontramos evidencia de que en la
provincia de Entre Ríos, Argentina se haya analizado si la ingesta calórica y de calcio
cumple con las recomendaciones realizadas para esta etapa. También se analizará la
composición corporal y cómo influyen las emociones con la elección de los alimentos.
Materiales y métodos

Tipo de estudio que se llevará a cabo: Se llevará a cabo un estudio epidemiológico


descriptivo de corte transversal.

Población: mujeres con menopausia que concurren al taller de tejido que se dicta en la
Casa de la Cultura en la ciudad de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en el año
2020.
Criterios de inclusión: mujeres con menopausia que concurren al taller de tejido

Criterios de exclusión: mujeres con menopausia que concurren al taller de tejido y


presenten trastornos de la conducta

Método de recolección de datos.

Para la recolección de datos procederemos a realizar una anamnesis alimentaria y un


registro de frecuencia de consumo para conocer la adecuación de la ingesta de macro y
micro nutrientes.

También realizaremos una medición antropométrica (talla, peso, pliegues, circunferencias


de cintura y cadera) para evaluar el porcentaje de masa grasa.

Por último se realizará un cuestionario acerca de cómo influyó este proceso biológico en
sus emociones y si estas emociones tuvieron influencia a la hora de realizar la elección de
alimentos.

Variables en estudio.

Variables independientes: mujeres con menopausia, ingesta calórica, ingesta de macro y


micro nutrientes, porcentaje de masa grasa.

Variable dependiente: repercusión de las emociones en las conductas alimentarias.

Operacionalización de las variables

Variable Dimensión Indicador Escala de Valores o


medición categorías

Ingesta calórica Número de Kcal <1800 o Suficiente


calorías >1800 Insuficiente
ingeridas Excesiva

Ingesta de Macronutriente Macronutriente Hidratos de Suficiente


macro y micro s: hidratos de s: gramos carbono: 45- Insuficiente
nutrientes carbono, Micronutrientes: 60% del VCT
proteínas, miligramos Proteinas: 10-
grasas. 15% del VCT
Micronutrientes: Lipidos: 25-
Calcio 30% del VCT
Calcio: 1500mg

Masa grasa Totalidad de Porcentaje de <24% Excesivo


lípidos masa grasa 24% Normal
presentes en el >24% Insuficiente
cuerpo

Repercusión de Conducta Ansiedad Influyen las


las emociones emocional Depresión emociones
en las No influyen las
conductas emociones
alimentarias

Referencias

● Martínez Camilo, Rodolfo Valentín, Torres Escotet, Eva María. (2016). La masa grasa en la
mujer durante el periodo climatérico. Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, 42(3),
286-294. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
600X2016000300004
● Durán F, Eliana, Soto A, Delia, Labraña T, Ana María, & Sáez C, Katia. (2008). ADECUACIÓN
DE ENERGÍA Y NUTRIENTES E ÍNDICE DE ALIMENTACIÓN SALUDABLE EN MUJERES
CLIMATÉRICAS. Revista chilena de nutrición, 35(3), 200-207. Recuperado de:
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
75182008000300005&lang=es
● Sarmiento Bas Pilar, Gutierrez Fernandez Martina. Prevención de los trastornos
psicológicos en la menopausia. E.Universitaria Ciencias de la Salud. Universidad de Cádiz,
España. Recuperado de:
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Prevencion_de_los_trastornos_psicologicos_en_la_m
e.pdf

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