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De la misma manera, la planificación queda condicionada por los problemas que plantea la propia
práctica docente. Se trabaja con un grupo de alumnos en particular, en una institución específica,
con determinadas características sociales y culturales.
Componentes de la planificación
Existen diferentes propuestas respecto de cuáles deben ser los componentes de una planificación,
e incluso la denominación de los mismos suele variar, no sólo entre los autores que teorizan sobre
la planificación, sino también entre las diferentes instituciones educati vas al momento de exigir la
planificación a sus docentes.
Una de las cuestiones que debemos tener en claro es que la planificación, es, por sobre todo un
sistema de relaciones entre diferentes elementos que, como tal, se condicionan e influyen
mutuamente. La decisión didáctica que hagamos sobre cualquiera de ellos tendrá necesariamente
consecuencias sobre los demás.
Esta posibilidad de pensar la planificación como un sistema es lo que lleva a Ruth Harf (2003) a
preferir la pregunta ¿por dónde entro a la planificación? que ¿por dónde empiezo a planificar?
Independientemente que el disparador de nuestro proceso mental de planificar se inicie por uno
cualquiera de los componentes, el sistema, por su carácter relacional, nos llevará a considerar los
demás.
Propósitos y objetivos
La enseñanza es una acción intencionada y así queda plasmada en la planificación. Las intenciones
de la enseñanza bien pueden describirse en términos de lo que el docente hará y/o bien en
términos de lo que los alumnos harán. Los propósitos fijan el punto de partida, los objetivos, el
punto de llegada (Feldman, 2010, p. 44).
Los propósitos tienden a brindar una mirada más general de las intencionalidades de la enseñanza,
mientras que los objetivos, en la medida que especifican lo que se espera que los alumnos logren,
aportan orientaciones para la evaluación. Ésta se orienta de acuerdo con los objetivos propuestos.
Veamos un ejemplo
Instituto de Estudios Superiores “Inmaculada Concepción”
Profesorado de Educación Secundaria en Matemática
Residencia y Sistematización de Experiencias
Es importante resaltar que la relación entre los diferentes componentes no es uno a uno, es decir,
que el logro de un objetivo no se realiza a través de un único contenido como tampoco una
actividad basta para la consecución de un objetivo.
Los objetivos orientan la evaluación en la medida que explicitan lo que los alumnos deben lograr y
que los profesores desean constatar. Los objetivos brindan criterios, no sólo para la evaluación,
sino también para el diseño de actividades y selección de materiales y recursos. Al mismo tiempo
aceptamos que no todos los aspectos de la enseñanza y del aprendizaje pueden ser expresados a
través de objetivos (Feldman, 2010, p. 47).
Los niveles de especificidad de los objetivos se adecuan al tipo de planificación que los encuadra:
podemos enunciar objetivos válidos para todas las unidades de una planificación anual, otros que
se concretizan en una unidad didáctica en particular, y aquellos que son propios de una secuencia
didáctica. Análogamente, se pueden formular objetivos que referencien a Ejes/Bloques de los DC
(Números y operaciones, Geometría, Álgebra y funciones, Probabilidad y Estadística, etc.); los que
aluden a núcleos temáticos (Números racionales, polígonos, ecuaciones, funciones trascendentes,
parámetros de posición, etc.); y también están aquellos objetivos asociados a un contenido
específico de un núcleo temático (fracciones, polígonos regulares, ecuaciones lineales, función
lineal, media aritmética).
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Residencia y Sistematización de Experiencias
En la redacción de propósitos y objetivos nos hemos encontrado con diferentes formas sintácticas
para enunciarlos. Veamos a continuación variaciones de un mismo objetivo:
Verbo en infinitivo
Sustantivo
Los contenidos
Tanto en los NAP como en algunos de los DC jurisdiccionales, los contenidos se encuentran
organizados en cuatro ejes: Números y operaciones, Álgebra y funciones, Geometría y medida,
Probabilidad y Estadística.
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Residencia y Sistematización de Experiencias
Un profesor que se aproxima a un modelo tradicional, ingresará en el aula, les comentará a sus
alumnos el tema que abordarán en la clase, lo escribirá en el pizarrón. Posiblemente seguirá con
una definición y luego la ejemplificación o, a partir de varios ejemplos, brindará la definición.
Mientras él desarrolla la clase en el pizarrón dialogará con sus alumnos quienes, simultáneamente,
irán tomando apuntes o esperarán a que el profesor dicte o les indique qué tienen que escribir.
Vendrá luego el momento de la ejercitación (individual o grupal), que podrá estar impresa en
fotocopias o libro de texto, incluso el mismo profesor la escribirá en el pizarrón. El profesor
recorrerá el aula para orientar. Un poco más tarde, llegará el momento de la puesta en común de
los resultados. Esta secuencia puede repetirse en la misma clase o a la clase siguiente.
Otro colega, más inclinado hacia una tendencia investigativa, comenzará la clase agrupando a los
alumnos, les dará algunas orientaciones generales sobre lo que se propone en ella, sin develar
demasiado, y pondrá a consideración el enunciado de un problema. Los alumnos accionarán,
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Residencia y Sistematización de Experiencias
formularán y validarán sus producciones con el acompañamiento y guía del profesor, quien
institucionalizará en los momentos oportunos (Charnay, 1997).
En ambos casos, cada profesor pone en acto la secuencia didáctica que considera mejor para la
consecución de los objetivos propuestos.
La secuencia didáctica se entiende como una estrategia de t rabajo a partir de la cual, el docente
traza el recorrido pedagógico que necesariamente deberán transitar sus alumnos junto a él, para
construir y reconstruir el propio conocimiento, ajustándolo a demandas socio -culturales del
contexto (Arcuri et al., 2005, p.2).
Las actividades de desarrollo constituyen el eje vertebrador de la secuencia didáctica. Son aquellas
a través de las cuales el docente se propone que el alumno construya conocimiento matemático.
Actividades y demandas cognitivas de las tareas (Adaptado de Smi th y Stein, 1998; Penal va y Llinares , 2011)
Otra forma de clasificar las actividades es atendiendo a las demandas cognitivas de las tareas
correspondientes. No todas las actividades que se proponen en la clase poseen las mismas
exigencias para nuestros alumnos.
Algunos especialistas (Gómez, 2007, Lupiáñez, 2009, Penalva y Llinares, 2011), con el nombre de
actividad designan las tareas y el sistema de acciones cognitivas y sociales que pone en jue go el
resolutor. En este contexto, la tarea se limita a la propuesta de acción (ejercicio, enunciado,
problema, etc.) que dispara las acciones cognitivas. De esta manera, se puede clasificar una
actividad atendiendo a la demanda cognitiva que exige la tarea implicada (Smith y Stein, 1998;
Penalva y Llinares, 2011).
Recursos
Es importante aclarar que no existe uniformidad entre los especialistas para distinguir: materiales,
medios y recursos. No todos adhieren a estas tres nociones, otros consideran necesaria algún tipo
de distinción, por ejemplo, materiales curriculares o recursos didácticos, incluso están quienes
estiman que alguno de ellos incluye a los demás.
Es indudable que, para presentar el contenido, un profesor selecciona diferentes soportes sin los
cuales él no podría desarrollar su tarea de enseñar ni sus alumnos, la de aprender. Estos soportes
guardan estrecha relación entre los demás componentes de la planificación.
Fernando Corbalán (2011, pp. 54-55), propone los siguientes recursos para la enseñanza de la
Matemática:
Libros de texto
La actualidad Los materiales manipulables
Las exposiciones
Los materiales audiovisuales
Los libros de divulgación Internet
Los programas informáticos
El entorno
Los juegos y la matemática recreativa
La historia
Lejos de ser exhaustiva o libre de objeciones, la lista precedente es un buen punto de partida para
tomar dimensión del vasto campo de recursos con los que cuenta el profesor de Matemática.
Instituto de Estudios Superiores “Inmaculada Concepción”
Profesorado de Educación Secundaria en Matemática
Residencia y Sistematización de Experiencias
Bocco, matemáticos. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. Instituto Nacional de Educación
Tecnológica.
Camilloni, A. W., Davini, M. C., Edelstein, G., Litwin, E., Souto, M., & Barco, S. (1996). Corrientes didácticas
contemporáneas. Bs.As.: Paidós.
De Vita, G. (2016). La planificación, ¿sirve o la hacemos <<para cumplir>>?. Educ.ar. Disponible en:
https://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=121660
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http://cedoc.infd.edu.ar/upload/planificacion_institucional_y_didactica.pdf
Cruz Ampuero, G. (s.d) La demanda cognitiva como oportunidad de aprendizaje en el área de matemática.
Colegios peruanos.
Ministerio de Educación de la Nación. Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente. Áreas
curriculares. Matemática. Bs. As. Disponible en: http://www.me.gov.ar/curriform/matematica.html
Ministerio de Educación de la Nación. Material audiovisual para el área de Matemática. Conectate: elegí,
mirá y descargá. Bs.As. Disponible en:
http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/buscar?rec_titulo=matem%C3%A1tica&tipo_fun
cional=capitulo&submit=
Ministerio de Educación de la Nación. Secuencias didácticas para Matemática. Secundaria. Bs. As. Educ.ar.
Disponible en
http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/listar?tip_rec_educativo_id=7&tipo_articulo_id=0,2&tema_id=
20&sort_column=ranking&sort_mode=DESC