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Elmiedoavolar V6
Elmiedoavolar V6
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El miedo a volar y
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¿Por qué deberías escucharme?
¡Hola escalador!
Soy Migue y en los últimos 9 años escalando he tenido que lidiar día a día con una
artrosis desarrollada en la columna lumbar que me hacía
creer que no podía escalar duro.
Mola, ¿no?
Pues si tú quieres hacer lo mismo ya sabes que tan solo tienes que apuntarte a la
tribu Rock&Joy de los escaladores que disfrutan a tope en la roca, para escalar jun-
tos más alto que nunca.
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¿Qué dicen de mi?
Más allá de lo que te pueda contar, quiero que leas lo que dicen mis clientes
Empecé a escalar con Miguel. Siempre ha sido muy interesante ir a escalar con él,
especialmente en roca. Me ha enseñado a escalar de primero
con confianza y sin miedos. Miguel es claramente un escalador
muy experimentado y técnico en escalada deportiva y varios
largos. Lo recomiendo a cualquiera que quiera mejorar en la
roca, romper sus limitaciones mentales o mejorar su técnica.
Daniele Nicoletti
Antes de escalar con Miguel me bajaba de las vías frustrado, sin disfrutar al
máximo de la actividad que me gustaba, básicamente porque estaba acojona-
do por caerme. Cuando empecé a escalar con Miguel, me
transmitió una tranquilidad y serenidad; tanto con su forma
de escalar, su visión y sus consejos; y eso se tradujo en un
control y mejora de mi nivel de escalada. Tanto que al poco
tiempo conseguí pasar del 6a+ a encadenar 6c
Kike Ripio
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¿Sientes que tu escalada no
progresa al ritmo que te gustaría?
Comprobar que vas mejorando, avanzando y que disfrutas mientras lo haces es una
de las mejores sensaciones en la escalada. Sin embargo, soy capaz de adivinar que
alguna vez te ha pasado al menos una de las situaciones que describo a continua-
ción:
¿Por qué?
Un cliente me decía hace poco que él ha practicado otros deportes a nivel avanza-
do, y que en la escalada se ha encontrado por primera vez con que entrenar física-
mente no se traduce automáticamente en una mejora en la roca.
Esto sucede porque el factor mental tiene un papel mucho más predominante que
en otros deportes, y por tanto debería de tomar también un papel muy importante
en tu entrenamiento y planificación.
Los 4 grandes: (1) Mentalidad (2) Técnica (3) Rel Fuerza de dedos/peso (4) Resistencia
Existen cuatro grandes factores que determinan en mayor medida como escalas, y
sin embargo, casi todos los escaladores centran absolútamente todos sus esfuerzos
en sólo uno o dos. Te hablo de la fuerza y resistencia. Estarás de acuerdo conmigo
en que un escalador con los dedos super fuertes, delgado y con una técnica súper
refinada no va a conseguir aplicar ninguna de sus habilidades si frente a un aleje en
la roca le entra ansiedad y empieza a temblar como un flan. Es más, estoy seguro
de que conoces casos así, incluso puede que íntimamente.
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El problema es que la mayoría de los escaladores están estancados por los mismos
2 o 3 errores básicos que socavan sus esfuerzos por mejorar en otras áreas. Lo más
curioso, es que por muy grandes que sean estos límites, es muy raro que seas capaz
de identificarlos por ti mismo, porque vienen de tus hábitos e influencias.
Fuerza
/
Peso
ia
nc
Té
te
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Re
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El miedo a volar
Casi todos los escaladores que conozco, incluidos mis clientes piensan que necesi-
tan más resistencia, continuidad o fuerza de dedos para mejorar y encadenar ese
proyecto que se les escapa. Sin embargo son pocos los que son capaces de darse
cuenta de que es el miedo a volar lo que les está limitando, evitando que alcancen
sus metas.
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La necesidad de volar
Lo quieras o no, si tienes la intención de mejorar en la escalada y avanzar en el
sexto o el séptimo grado, caerse forma parte del juego. De hecho a niveles avanza-
dos, constantemente situarse en la zona en la que la caída es posible es la forma de
progresar.
Puede que sólo escales muy de vez en cuando, o que no tengas interés en mejorar
como escalador y te plantees la escalada de una forma muy recreativa, como medio
para salir al campo y disfrutar de la naturaleza. Eso está genial también, y si tienes
la suerte de que alguien te monta las vías siempre en top rope, pues enfrentarte a
las caídas no te va a hacer falta. Sin embargo, incluso en ese caso, familiarizarte con
estas herramientas te va a ayudar a disfrutar más.
Por otra parte, si eres una escaladora apasionada, si te encanta mejorar en lo que
haces, si quieres disfrutar mil veces más de la escalada y olvidarte de esos patrones
que te han hecho pasarlo mal a veces, si quieres llevar tu escalada al siguiente nivel,
estás en tu casa. Te voy a ayudar a conseguirlo.
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14 claves para superar el miedo a volar
Sin embargo, poco sentido tiene prepararte físicamente para esto cuando estás
escalando y necesitas concentración, foco, calma, y sobre todo disfrutar!
Como las respuestas fisiológicas del miedo no te interesan para escalar mejor,
¿no sería mejor eliminar completamente al miedo, para poder disfrutar libremente
de la escalada poniendo todos nuestros sentidos y atención en la roca?
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Clave 2. Diferenciar entre el miedo justificado
y el miedo irracional
El problema al que te enfrentas, es que como he mencionado, la respuesta fisiológi-
ca ante el miedo es inconsciente, con lo cual no puedes hacer nada con ella no?
El primer paso para entrenar tu mente es tener claro qué riesgos son aceptables,
es decir, frente a qué situaciones sigues escalando sabiendo que te puedes caer, y
cuándo prefieres retirarte y buscar otra vía que se adecúe más a tí.
Es muy importante tener esto claro de antemano, ya que te va a ayudar a tomar las
decisiones en los momentos clave, en la roca, que es lo que queremos.
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Clave 3. Realizar un mapa mental de gestión
del riesgo
Hay cuatro factores que tienes que tener en cuenta a la hora de decidir si continuar
o no escalando frente a una posible caída:
(2) Posibilidad de lesionarse:
Puede ser difícil evaluar todo esto, pero es algo que la experiencia te va a ir dando, y
si te lo vas planteando de forma consciente vas a adelantar camino.
(3) Consecuencias de la lesión
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(4) Motivación o deseo por la vía
El último factor en el mapa de decisión es el deseo que tienes por escalar una vía
en cuestión. Si una vía te inspira, ya sea por su belleza, por su historia, porque estás
subiendo el grado, o porque es tu objetivo del viaje de escalada; serás más proclive
a aceptar riesgos de caída que frente a una vía que no te motiva.
Con estos 4 factores claros, y teniendo en cuenta que tu motivación es alta, ya que
sino no estarías aquí leyendo esto ;) Rellena el siguiente mapa mental para darte
claridad sobre si seguir escalando o no frente a un posible escenario
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Clave 4. Habituación a caídas de segundo
¿Alguna vez has entrado en una habitación donde olía mal, y a los pocos minutos
has dejado de notarlo? Seguro que sí, intuyo que tus amigos son unos guarretes.
Este mecanismo cerebral se llama habituación, y ahora estarás pensando ¿esto que
leches tiene que ver con la escalada?
¡Pues mucho! Es posible que ahora mismo te den miedo las alturas, que te de miedo
colgarte del material, que estés cómodo en top rope pero no disfrutes de escalar
de primero, o que estés relajada en una caída corta en desplome, pero en placas o
travesías pierdas los nervios…
Con esto quiere decir, que para un escalador experimentado como yo, una sesión
de habituación a las caídas puede consistir en vuelos con la chapa a 2 o 3 metros
bajo mis pies, o con algo de travesía o con alguna repisa a evitar; porque estoy muy
habituado a volar; pero para alguien que está empezando puede ser una sesión en
top rope en la que aprendas a confiar en el material.
Recuerda que el ejercicio tiene que ser divertido, de nada te vale hacerlo muy por
encima de tu experiencia y pasarlo mal, no aprenderás nada.
Empezamos por el principio, dejarse ir. Puede que como a mucha gente, no te de
miedo volar, sino el acto de soltarte, de perder el control.
Una vez en la situación que he descrito destrepa unos metros, creando una situa-
ción de top rope con solo un par de metros de cuerda por encima de ti. Empieza con
tensión en la cuerda, pídele a tu compañero que elimine la comba de la cuerda y
ponga algo de tensión, pero sin llegar a pillarte. Entonces practica agarrarte a unos
cantos buenos, respira hondo, sonríe y suéltate. No vas a caer más que unos pocos
centímetros. Repite el ejercicio varias veces, desde diferentes posiciones y agarres,
hasta que te sientas cómodo con la transición. Es importante que sea divertido, que
lo pases bien mientras practicas, estás enseñándole a tu cerebro que soltarte es
divertido y forma parte del deporte.
Vuelve a la misma situación que antes, una vía con un poco de desplome en la que
has escalado de primero 4 o 5 cintas y has descendido un par de metros desde la
última cinta.
Practica este ejercicio hasta que estés cómodo con las caídas en top rope, practi-
cando caídas de hasta un metro o dos.
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Clave 5. Habituación a caídas de primero
¡Importante! Para practicar el siguiente ejercicio es necesario que tu
asegurador sepa asegurar de una forma dinámica, dándote una caída suave.
Caídas de primero
Llega lo más divertido, pero no tiene que ser más difícil que caerse de segundo, sin
embargo la sensación cambia porque al caer pivotamos sobre un punto que está
debajo y no arriba, y por eso es necesario que el asegurador absorba gran parte de
la fuerza que se genera en la caída.
Vuelve a tu vía un poco desplomada y a una altura superior a las 4 chapas. En este
caso vas a empezar el ejercicio una vez hayas chapado una cinta, teniendola a la
altura de tu pecho.
Esta primera caída va a ser muy parecida a las que has practicado en top rope, pero
vas a empezar a notar que la sensación cambia un poco.
Ve avanzando muy poco a poco, un movimiento cada vez, hasta que alcances la
chapa a la altura de los tobillos.
Puede que cuando lo hagas estés tenso y la idea de soltarte te provoque ansiedad,
vuelve a caídas más pequeñas o en top rope, ya te digo que solo vas a tener bene-
ficio si naturalizas el ejercicio y te lo pasas bien practicándolo. Siempre que estés
practicando caídas mira hacia abajo mientras te caes, aunque te parezca más dra-
mático, no lo es, quieres anticiparte ante cualquier obstáculo y estar preparado para
el momento en el contactes con la pared de nuevo, suavemente, ya que tu asegura-
dor ha hecho bien su trabajo.
Situaciones concretas
Si te has animado, puedes empezar a probar con situaciones específicas más com-
plejas, algo más de distancia, algo de travesía, salida de un desplome, placas tum-
badas. Pero deja esto para cuando te encuentres totalmente agusto con caídas
normales.
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Clave 6. El cerebro aprende por asociación.
Haz que la práctica sea divertida
Cuando experimentamos emociones intensas nuestro cerebro asocia esa emoción
a lo que esté pasando alrededor, y funciona más aún cuando esto pasa de forma
recurrente. Este conocimiento tan sencillo de entender forma la base del condi-
cionamiento neuroasociativo, una herramienta psicológica muy potente a muchos
niveles, que en este caso queremos usar para la escalada.
El problema es que romper un hábito no es nada fácil, ni algo que se haga en una
sesión, por eso se requiere de la habituación y del condicionamiento neuroasociati-
vo.
►► Respiración
►► Mirada
►► Relajación
►► Postura
Si tu nivel de estrés es alto tenderás a contener la respiración, a tener visión de tú-
nel, a tensar los músculos involuntariamente, y a adoptar una postura de protección
cóncava.
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Clave 7. Guión para asesorar la caída desde un
reposo
A continuación te presento un guión, un método para que sigas cuando estés en un
reposo y tengas dudas sobre si escalar la siguiente sección o no
1 Cambia el Foco: Desde la situación en la que estás, el último reposo con pro-
tección antes de la sección que te preocupa, observa de una forma
abierta cual es el siguiente reposo, el siguiente canto desde el que
vas a chapar la siguiente chapa. Ahora observa el camino que hay
entre donde estás y dónde quieres llegar, fíjate en las marcas de
magnesio y las marcas de goma. Mira por encima y por debajo y
también hacia los lados, es muy posible que haya cantos o pies que
no hayas considerado de un primer vistazo.
2 Comprende la caída y sus posibles consecuencias, el “DAO” de Arno Illgner
(Distancia, Ángulo y Objetos), examina la distancia desde el peor
punto de caída hasta el último seguro, el Ángulo de la roca (vertical,
desplomada o slab), el Ángulo de la caída, es recta o hay péndulo? Y
por último examina si hay objetos que se interpongan en la trayec-
toria de la caída.
3 Planea/Decide. Con la información que obtienes de haber realizado los puntos
1 y 2, decides si vas a afrontar la sección, y si es así, planeas cómo
vas a escalarla, que cantos vas a usar, qué técnica requieres, desde
donde vas a chapar el siguiente seguro.
4 Ejecuta. Una vez que has decidido seguir escalando y tienes un plan, cambia el
chip y ejecuta lo que has planeado, respira hondo un par de veces, y
a la acción. Si encuentras algo inesperado y no has escalado mucho,
puedes destrepar al reposo y volver a rehacer la estrategia, y si es
muy arriba, intenta examinar las opciones y realizar un nuevo plan,
lo más relajado posible. Ya has decidido aceptar la posible caída así
que no te permitas prestarle más atención a esto, sumérgete en la
escalada.
5 Relájate. Si has conseguido llegar al siguiente reposo o protección, enhorabue-
na. Chapa y relájate, sonríe y empieza de nuevo el proceso. Si te has
caído por el camino, relájate, disfruta de la caída, sabiendo que estás
de acuerdo con ella y sabes que es segura, y que tu mente está
aprendiendo que caerse es normal y divertido. En cualquier caso has
mejorado, te has enfrentado conscientemente a la situación y no te
has dejado dominar por el miedo, enhorabuena, ahora relájate y a
escalar!
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Clave 8. Respiración
A veces, cuando escalas una vía dura y sientes que no puedes seguir, te das cuenta
de que estás aguantando la respiración, de que tu cara está tensa, tu ceño frunci-
do y no encuentras la forma de seguir. Tomas una pausa, haces una respiración
completa y de repente eres capaz de hacer el movimiento.
La forma en la que respiras guarda una relación estrecha con la activación mental o
excitación que tienes, tan estrecha que puedes modificar ambas modificando sólo
una de ellas. Está demostrado que hay un nivel de activación óptimo para cada tipo
de escalada y para cada momento. Suele suceder que cuando tienes miedo a volar,
tu activación se dispara, tendiendo al estrés y a la ansiedad.
Una de las formas más efectivas de modificar esa excitación-estrés cuando estás en
la roca es poniendo tu foco en la respiración durante unos instantes. Al conectar tu
mente consciente con tu respiración, una función involuntaria, se activa el sistema
nervioso parasimpático y se bajan las pulsaciones cardiacas.
Simplemente, cuando notes que la ansiedad te puede, que estás estrujando las pre-
sas y solo quieres destrepar o gritar ¡Pilla! y acabar con esto; párate unos instantes y
haz 3 o 4 respiraciones profundas desde el abdomen. Esta simple técnica te ayuda
a relajar la activación, a bajar las pulsaciones y a darte espacio mental para pensar
de nuevo con claridad: ¿Estás de acuerdo con esa posible caída en particular? Sigue
adelante si es así y bájate si no lo es.
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Clave 9. Utiliza tu diálogo interno
Además de usar la respiración, usar tu diálogo interno de forma proactiva mientras
escalas los pasos duros en el aleje es una técnica probada para dejar tu mente libre
de pensamientos limitantes. Decirte ¡Venga, tu puedes! ¡Relájate, es seguro! ¡Atención
a los pies! ¡Sigue respirando! ¡Sigue concentrado que lo sacas!
Si ves que tu “voz crítica” se interpone en tu cabeza (algo normal durante secuen-
cias estresantes por cierto) puedes probar dos alternativas distintas.
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Clave 10. Entiende tu motivación.
Para tomar decisiones racionales sobre las caídas, es importante entender cuál es
tu motivación por la escalada.
Entiendo que hay dos tipos de motivaciones distintas a la hora de escalar, una es
más recreativa, en la que escalas por conectar con la naturaleza, los amigos, por
disfrutar de los movimientos y la ascensión, de la belleza, del sol, del aire…
La otra está más orientada al rendimiento, al reto, al esfuerzo físico y mental, la su-
peración personal de mejorar y encadenar vías que antes no estaban a tu alcance,
subir de grado, convertirte en un maestro de la actividad...
Todos los escaladores tenemos una mezcla diferente de ambas motivaciones, to-
dos tenemos una motivación recreativa hasta cierto punto.
Una vez tengas esto claro, te propongo que hagas el siguiente ejercicio de visualiza-
ción para motivarte más a superar tu miedo.
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Visualización
Primero, cierra los ojos y visualiza cómo sería tu escalada en 6 meses, en 6 años y
en 15 años, si no te enfrentas a tu miedo a volar. Siente la frustración del estanca-
miento en el grado, de ver como tus amigos te superan, la impotencia de entrenar
más y más y no ver resultados, los cabreos que te pegas cuando te entra ansiedad
y no puedes aplicar tu técnica una y otra vez… Siente como esto a largo plazo puede
hacer que incluso dejes la escalada, lo que más te gusta…
Ahora, cuando hayas visualizado este escenario, vuelve a cerrar los ojos y experi-
menta lo siguiente:
Llegas al sector con tus amigos, calientas y luego pruebas esa vía que llevas
mirando meses y nunca te habías atrevido. Subes luchando y aprendiendo,
sonriendo y disfrutando. Te has atrevido a probarla, y lo mejor de todo es que
escalas sin miedo a volar. Tu técnica fluye y toda tu atención está puesta en
aprender los pasos y las secuencias de la mejor forma posible. Bajas al suelo
y comentas con tu compañero lo increíbles que son los pasos. Nunca antes
habías hecho un paso de hombro tan chulo en la roca, solo te habías atrevido
en el rocódromo, y estás alucinando. Mientras aseguras a tu compañero,
vas visualizando como haces la vía de nuevo, comentas con con él todas las
secuencias para tenerlas más claras en tu mente… Cuando te toca escalar
de nuevo, tienes la sensación de que ya conoces la vía de meses, escalas
tranquilo y atento, focalizado en cada movimiento… No hay miedo, ni tensión,
en tu mente solo está el siguiente canto, la siguiente regleta, el siguiente
reposo sin manos. Sin darte cuenta, vas pasando secciones, metros, chapas,
cuando de repente estás en la cadena! Es la mejor experiencia que has tenido
nunca, no había nada más en tu mente, atención perfecta, flow, parecía que
bailabas por la roca. Has disfrutado como un enano y has aprendido mucho
más que en cualquier otra sesión.
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Clave 11. Cerciórate de que tu asegurador sabe
frenar caídas de forma dinámica
Todos los ejercicios y técnicas que te estoy desgranando no sirven de nada si no
confías en la persona que te asegura. Y no es una cuestión de confianza ciega. Para
poder mentalmente comprometerte al 100% con una secuencia dura, desligando tu
mente de la caída, es necesario que tengas total confianza en tu asegurador, en que
va a responder perfectamente y te va a proporcionar la mejor de las recepciones.
Es esencial que tu asegurador sepa parar caídas de una forma suave y dinámica.
Ten en cuenta, que más allá del riesgo de lesión que supone una caída brusca, una
sola mala experiencia puede echar por tierra el árduo trabajo de sesiones y sesiones
de habituación a las caídas.
Por todo esto es conveniente que trabajes las sesiones de habituación con tu com-
pañero de cordada habitual, y por turnos vayáis mejorando uno, tu fuerza mental y
otro tu habilidad de frenar caídas cada vez mayores de una forma dinámica.
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Clave 12. Practica, practica y practica
La mayoría de los escaladores son conscientes de que tienen miedo a volar, y conoz-
co a muchos, que han llegado por sí mismos a la conclusión de que deben de salir de
su zona de confort y hacer un esfuerzo por volar para superar esta limitación.
Imagínate una actividad que al principio era súper estresante y que con la habituación
y el condicionamiento neuroasociativo has integrado como parte de tu vida (sí, ya lo
has hecho, eres un psicólogo práctico sin saberlo). Te hablo de conducir un coche o
una moto. Cuando empezaste era dificilísimo, cambiar las marchas, mantener el co-
che dentro de la carretera, atender a los obstáculos, tener en cuenta otros coches,
bicis, motos que se puedan cruzar; y sin embargo ahora puedes conducir mientras
escuchas música, hablas con tu amiga y miras el Whatsapp (aunque puedas preferiría
que no lo hicieras ;)
Espero que este símil te haga darte cuenta de la cantidad de caídas; hablo de cientos
y miles no de decenas, hacen falta para automatizarlas y que realmente no supongan
una limitación cuando escales.
Pero que eso no te “tire patrás”, en las primeras 3 o 4 sesiones tendrás un avance
espectacular, y de ahí a la maestría te queda mucho menos esfuerzo y mucho más
tiempo.
Cuando empieces a habituarte a las caídas, intenta meter de 20 a 30 caídas por se-
sión, el cerebro funciona así, necesita muchos estímulos repetidos para crear un
hábito. Una vez ya hayas hecho esto unas semanas, puedes introducir las caídas de
forma normal como parte de tu repertorio, e intentar caerte de 5 a 10 veces cada vez
que escales. Si de forma natural te quedas corto, introduce unas pocas en tu calenta-
miento y antes de terminar.
Esta habilidad, como muchas otras es reversible, si no la practicas durante unos me-
ses, tardarás unas cuantas semanas (o meses) en volver al nivel de confianza que
habías alcanzado previamente.
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Clave 13. Aprende a identificar zonas de “no
caída”
Hemos visto en la clave 2, que hay ocasiones en las que una caída podría tener
consecuencias graves, y esto no significa que no vayas a escalar; sino que solo
escalarías si la posibilidad de caerse fuera baja o muy baja… A estas zonas, las pode-
mos llamar zonas de “no caída” y aprender a gestionar el miedo en estas zonas se
escapa del objetivo de este artículo. Sin embargo aprender a identificar previamente
estas zonas es una habilidad que necesitas obtener para tener claridad y concen-
tración cuando escalas, y sobre todo para saber cuando sí que estás en una zona
segura y todo lo que has aprendido lo puedes poner en práctica sin problemas.
Clave 14. Disfruta
El principal objetivo que tiene este artículo no es que te pongas más fuerte, ni que
subas de grado, ni siquiera que te caigas más. Mi principal objetivo es que disfrutes
a tope de la escalada. El universo, la naturaleza, tus padres, dios, como lo quieras lla-
mar… te han dado la oportunidad y la bendición de poner a la escalada en tu cami-
no. Para mi la escalada es muchísimo más que un deporte, y me siento agradecido
de poder compartir contigo la magia que experimento cada vez que voy a la roca.
He tenido la suerte de escalar en muchos lugares y con muchas personas distintas
a lo largo de mi aún corta carrera como escalador y me he dado cuenta de que el
miedo a las caídas está presente en la mayoría de los escaladores. Este miedo tiene
el potencial de arruinar por completo tu experiencia si no aprendes a gestionarlo y
sin embargo es bastante sencillo hacerlo si se quiere.
Por eso termino dejándote una cita del gran escalador y montañero Alex Lowe
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Mi servicio de coaching integral
La clave fundamental por la que he sido capaz de en 8 meses pasar del 7b al 7c+
ha sido entrenar los 4 factores decisivos de la escalada y no solo focalizarme en la
fuerza y resistencia.
En la escalada se tiende a hablar solo de que para mejorar hay que estar más fuer-
te, hay que dedicarle más horas al plafón, hacer más dominadas. Hay personas
capaces de gastarse un sueldo en un plan de entrenamiento que luego no les da
resultados en la roca.
Esto sucede, no porque el plan sea malo, sino porque no está atacando a la princi-
pal debilidad, o el principal potencial de esta persona.
Sin embargo, enfrentarte a tus debilidades y ver a tus miedos por lo que son requie-
re un esfuerzo mental importante y es difícil de hacer por tu cuenta, ya que muchas
de estas limitaciones son inconscientes.
http://rockandjoy.com/coaching/
¡Gracias!
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