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El recurso humano es el activo más importante de cualquier organización, del capital humano

parte el conocimiento, valores, habilidades, aptitudes y el potencial innovador para la mejora, por
tanto, es imperativo velar por su protección e integridad física y mental.

Con el pasar de los años, el tema de seguridad y salud en el trabajo ha tomado fuerza para velar
por la integridad de los colaboradores y riesgo psicosocial asociado al estrés laboral toma gran
importancia. Consultando datos estadísticos se evidencia que el estrés laboral es la duodécima
causa de muerte más importante a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud
(OMS). En Colombia, en el más reciente informe de la Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y
Trabajo en el Sistema General de Riesgos Laborales se determinó que entre 20% y 33% de los
trabajadores manifestaban un alto nivel de estrés y así mismo, dos de cada tres trabajadores
manifestaban estar expuestos a factores psicosociales estresantes.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), define el estrés laboral como: “la respuesta física y
emocional dañina causada por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos y
capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias” (OIT, 2015, p.3).

De este modo, teniendo en cuenta que el estrés laboral puede afectar la salud física y mental,
entonces ¿puede influir en el desempeño laboral y en el ausentismo? Y ¿cómo manejar el estrés
laboral desde el direccionamiento organizacional?

Toda persona ha experimentado situaciones de estrés en el entorno en que se envuelve y por


ende lo que para alguien puede ser estresante, para otro puede ser un método de adaptación o un
desafío y en cierto modo, el ser humano necesita un poco de estrés debido a que este le permite
actuar y estar alerta ante diversas situaciones, sin embargo cuando estas situaciones son
prolongadas en el tiempo, hablando en el caso particular del contexto laboral, altera
negativamente la forma en la que se desenvuelve en su entorno.

El estrés laboral en muchas ocasiones se manifiesta de manera silenciosa

Algunos efectos del estrés asociados al rendimiento y al desempeño laboral son: dificultad para
concentrarse, falta de interés, desmotivación, insatisfacción, que conllevan a errores, olvidos,
acciones incorrectas, mala memoria, retrocesos, falta de voluntad para la toma de decisiones,
actuar apresuradamente o lentamente,.

El estrés tiene el potencial de afectar el desempeño laboral, este afecta el rendimiento y la


capacidad para cumplir las actividades y funciones asignadas, ocasionando a errores y falta de
eficiencia.

El estrés laboral ocasiona en las personas ansiedad, irritabilidad, tristeza, adicionalmente, puede
ocasionar agotamiento físico y mental. En algunas personas puede manifestarse a través de
dolores musculares, contracciones involuntarias, cefaleas, trastornos de sueño, adicciones.

Un trabajador que experimenta altos niveles de estrés tiene mayores probabilidades de adquirir
enfermedades de manera frecuente, conllevando al ausentismo, así mismo, generando
inseguridad en sus labores. Según Fontes (2011), citado en Celis (2017) argumenta que “el estrés
relacionado con el trabajo cuesta a la economía nacional una cantidad asombrosa en salarios por
enfermedad, pérdida de productividad, cuidado de la salud y altos costos por demandas
laborales”. (p.9).

Como expresa Celis (2017), Entender los factores que conducen al estrés, así como cómo hacer
frente a situaciones estresantes, puede mejorar en gran medida el rendimiento de un miembro de
la organización. P.9.

Existen teorías que plantean que el noventa y nueve por ciento de las enfermedades son de origen
mental, que se somatizan y enferman el cuerpo físico, en esta investigación se conoció de casos
que avalan está teoría, personas que no se encuentran bien en la empresa son las que mas buscan
ser incapacitadas y así mismo tienen el mayor registro de accidente de trabajo. Por el lado
contrario ocurre que aquellas personas que se sienten muy bien en el trabajo, no les gusta
reconocerse enfermos y van a trabajar muchas veces en condiciones no muy buenas de salud
física.

Desde la alta gerencia es posible manejar situaciones de estrés a través de la identificación de


aquellos factores generadores de estrés y en mantener la motivación, más allá de la remuneración
salarial, esta motivación puede presentarse en forma de participación activa, creación de canales
de comunicación asertiva.

El manejo del estrés puede ir enfocado desde la creación de programas de bienestar que
contengan talleres, actividad física y deportiva.

Por parte de la alta gerencia, en su calidad de líderes transformadores se pueden promover


inicativas para el manejo del estrés y aumentar la satisfacción y motivación laboral.

Es importante destacar que, como "la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino
un estado positivo de bienestar físico, mental y social" (OMS, 2004, p.4), un ambiente de trabajo
sano es aquel en el que no sólo hay ausencia de condiciones perjudiciales, sino a su vez la
presencia de acciones promotoras de la salud. P.18
https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/16733/CelisOsorioSolMaria2017.pdf
?sequence=3

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