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EL PROPÓSITO DE DIOS:
Amar a su pueblo
1. ¿Cómo es revelado el amor de Dios en la respuesta del padre al regreso del hijo menor, (vrs. 20-24)?
20“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a
misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado
tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su
mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;24 porque este mi hijo
muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
2. ¿Cómo la reacción del padre a la queja del hijo mayor revela el amor de Dios (vrs. 25-32)?
4. A través de la historia Dios ha probado y comunicado su amor por su pueblo. Nosotros hablamos
del amor de Dios por nosotros, pero rara vez consideramos el corazón de Dios para ser amado a
cambio. Lucas 13:34 nos deja entrever el deseo ardiente de Dios por nuestro amor. ¿Cómo las
imágenes que usa Jesús nos comunican sobre su anhelo de ser amado?
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos
debajo de sus alas, y no quisiste!” (Lc. 13:34)
Ese llamado de dolor sobre Jerusalén tiene en sí una calidad casi como
tímida. Jesús, quien podía destruir a Jerusalén con una palabra, quien
podía llamar legiones de ángeles para forzar una sujeción, en cambio
miró sobre la ciudad y lloró. Dios se reprime; se esconde; él llora. ¿Por
qué? Porque Él desea lo que el poder nunca puede conquistar.
Él es un rey que no desea sumisión, sino amor.
Por lo tanto, en vez de arrasar con Jerusalén, Roma y cualquier otro
poder mundial, Él escogió la forma lenta y difícil de la encarnación,
amor y muerte.
Una conquista desde adentro.
PHILIP YANCEY
5. Oseas 11:1-4 muestra el amor de Dios por su pueblo, Israel. ¿Qué notas en este pasaje sobre la
ternura de Dios hacia aquellos que Él ama?
“1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban,
y a los ídolos ofrecían sahumerios.
3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no
conoció que yo le cuidaba.
4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los
que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.”
REFLEXIONES DE LA AUTORA
Estoy abrumado con el firme amor de Dios por su pueblo. Su amor es dado libremente, sin
condición, sin haberlo merecido y no puede ser ganado. Nada ha sido demasiado costoso para Dios
para expresar su amor. La última confirmación de su deseo es cuando Él envió a Su Hijo a morir
por nosotros.
Alguien dijo que la cruz es Dios gritando a través de la historia cuánto nos ama.
Lo mejor que puedo hacer por mí mismo es buscar adquirir la profundidad del amor de Dios por
mí. Si estoy segura en la devoción a Dios, entonces estoy libre de amar a otros sin depender de que
ellos llenen mi necesidad de amor. Tan sólo el amor de Dios es eterno, sin reserva y completo. Su
amor me perdona, moldea, disciplina y equipa para la vida. No hay equivalente o substituto para el
amor de Dios. Salmos 16:4 nos advierte: “Se multiplicaran las aflicciones de aquellos que han
corrido tras otro dios…” Mientras que aquellos que reciben el amor de del Señor tienen sus tesoros
llenos con lo mejor que Dios tiene que ofrecer.
¿Por qué desearía yo cualquier otra cosa, fuera del precioso amor de Dios?
7. Durante los próximos días piensa acerca del amor de Dios por ti y su deseo de que le devuelvas su
amor. Para ayudar a su meditación y aplicación, considera con cuidado el siguiente versículo:
“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo
de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían
en él.” (Isaías 30:18)