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CAPITULO TRES

EL PROPÓSITO DE DIOS:
Amar a su pueblo


“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos


llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque
no le conoció a él.”
1 Juan 3:1

En Dios no hay hambre que necesite ser saciada, tan sólo


abundancia que desea dar…
Dios, quien no necesita nada, por amor trajo a existencia
criaturas completamente superfluas para poder amarlas y
perfeccionarlas
C.S. LEWIS, THE FOUR LOVES
D ios, en toda su gloria y majestad, desea que nosotros le conozcamos por completo y desea
impartirse Él mismo a nosotros. Añora amarnos porque Él sabe que su amor es el único
que nos hace libres y completos. Su amor es el único que realmente nos podrá satisfacer,
porque es eterno e incondicional. Dios, a través de la historia, ha comunicado su amor y deseo por un
pueblo llamado por Su Nombre. Para que nosotros podamos desear reflejar la gloria de Dios, tenemos
que comprender la grandeza de su amor por nosotros. David conoció el amor de Dios por él porque
cantó: “Porque grande es tu misericordia para conmigo…” (Salmos 86:13)

El propósito de Dios: Amarnos


En Juan 15, Jesús dijo: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.”
¡Dios desea desesperadamente que recibamos su amor, y que nos deleitemos en Él! Pero Dios no nos forzará
a amarle, Él inicia y espera. Jesús nos da un ejemplo hermoso del amor de Dios en Lucas 15:11-32

1. ¿Cómo es revelado el amor de Dios en la respuesta del padre al regreso del hijo menor, (vrs. 20-24)?

20“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a
misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado
tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su
mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;24 porque este mi hijo
muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”

2. ¿Cómo la reacción del padre a la queja del hijo mayor revela el amor de Dios (vrs. 25-32)?

3. ¿Qué te dice esta historia sobre el amor de Dios?


No está bien hablar sobre la necesidad de amor de Dios de su
creación, pero recuerda cómo Dios mismo expresó su deseo
por ese amor: como el padre hambriento de alguna respuesta,
cualquier respuesta, de sus hijos rebeldes; como el amante
plantado quien, contra toda lógica, da a su amado infiel otra
oportunidad. Esas son las imágenes que Dios evoca una y otra
vez a través del tiempo de los profetas. La nostalgia más
profunda que sentimos sobre la tierra, como padres, como
amantes, son meros parpadeos del deseo hambriento que Dios
tiene por nosotros.
Es un deseo que le costó la encarnación y la crucifixión.
PHILIP YANCEY

El propósito de Dios: Ser amado

4. A través de la historia Dios ha probado y comunicado su amor por su pueblo. Nosotros hablamos
del amor de Dios por nosotros, pero rara vez consideramos el corazón de Dios para ser amado a
cambio. Lucas 13:34 nos deja entrever el deseo ardiente de Dios por nuestro amor. ¿Cómo las
imágenes que usa Jesús nos comunican sobre su anhelo de ser amado?

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos
debajo de sus alas, y no quisiste!” (Lc. 13:34)

Ese llamado de dolor sobre Jerusalén tiene en sí una calidad casi como
tímida. Jesús, quien podía destruir a Jerusalén con una palabra, quien
podía llamar legiones de ángeles para forzar una sujeción, en cambio
miró sobre la ciudad y lloró. Dios se reprime; se esconde; él llora. ¿Por
qué? Porque Él desea lo que el poder nunca puede conquistar.
Él es un rey que no desea sumisión, sino amor.
Por lo tanto, en vez de arrasar con Jerusalén, Roma y cualquier otro
poder mundial, Él escogió la forma lenta y difícil de la encarnación,
amor y muerte.
Una conquista desde adentro.
PHILIP YANCEY
5. Oseas 11:1-4 muestra el amor de Dios por su pueblo, Israel. ¿Qué notas en este pasaje sobre la
ternura de Dios hacia aquellos que Él ama?
“1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban,
y a los ídolos ofrecían sahumerios.
3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no
conoció que yo le cuidaba.
4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los
que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.”

¿Qué recibe Dios a cambio? Él recibe hijos adoptados que son


insignificantes, petulantes, malcriados, que demandan, que
discuten, desconfiados, enojados, que critican, e irritantes a todo
el mundo excepto a Dios… sin embargo, nuestro Dios nos compró
a precio infinito y tiene la intención de vernos coronados con su
propia gloria.
No es asombroso que Pablo gritara con todas sus
fuerzas,”…arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de
comprender con todos los santos cual es la anchura, la longitud,
la altura y la profundidad y de conocer el amor de Cristo que
sobrepasa el conocimiento, para seáis llenos hasta la medida de
toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:17-19)
Pablo ora para que yo conozca el desconocido amor y que esté
tan llena de Dios que alcance tal dimensión de llegar a reflejar al
Dios que no tiene límites.
DAN B. ALLENDER

6. ¿Cuál es tu respuesta al deseo de Dios de amarte?

REFLEXIONES DE LA AUTORA
Estoy abrumado con el firme amor de Dios por su pueblo. Su amor es dado libremente, sin
condición, sin haberlo merecido y no puede ser ganado. Nada ha sido demasiado costoso para Dios
para expresar su amor. La última confirmación de su deseo es cuando Él envió a Su Hijo a morir
por nosotros.
Alguien dijo que la cruz es Dios gritando a través de la historia cuánto nos ama.
Lo mejor que puedo hacer por mí mismo es buscar adquirir la profundidad del amor de Dios por
mí. Si estoy segura en la devoción a Dios, entonces estoy libre de amar a otros sin depender de que
ellos llenen mi necesidad de amor. Tan sólo el amor de Dios es eterno, sin reserva y completo. Su
amor me perdona, moldea, disciplina y equipa para la vida. No hay equivalente o substituto para el
amor de Dios. Salmos 16:4 nos advierte: “Se multiplicaran las aflicciones de aquellos que han
corrido tras otro dios…” Mientras que aquellos que reciben el amor de del Señor tienen sus tesoros
llenos con lo mejor que Dios tiene que ofrecer.
¿Por qué desearía yo cualquier otra cosa, fuera del precioso amor de Dios?

En la encarnación y crucifixión, Cristo es la última expresión


del amor de Dios.
Viendo la cruz, nosotros también podemos estar seguros de
que este Dios de amor, “junto con [Cristo] nos concederá
también todas las cosas” (Romanos 8:32)
Convencidos de que nada “podrá” separarnos del amor de
Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:39),
nos encaramos a la vida y la muerte con confianza.
En Cristo cada suceso en nuestra historia personal toma una
nueva perspectiva, porque la cruz nos asegura del
interminable amor de Dios.
LAWRENCE O. RICHARDS

El propósito de Dios para mí (para meditación y oración)

7. Durante los próximos días piensa acerca del amor de Dios por ti y su deseo de que le devuelvas su
amor. Para ayudar a su meditación y aplicación, considera con cuidado el siguiente versículo:
“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo
de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían
en él.” (Isaías 30:18)

Usa las siguientes preguntas para guiar tu meditación:


8. ¿Qué barreras en mi vida evitan que yo reciba el amor de Dios?

9. ¿Cómo soy bendecida por su amor?

Escritura sugerida para memorizar


Isaías 30:18
“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado
teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos
los que confían en él. .”

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