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Material Act.3 Texto Ochy Curiel
Material Act.3 Texto Ochy Curiel
(…) la estructuración social local muestra una “coloración” tan diversa, que las
posiciones inferiores suelen estar destinadas a las poblaciones más “cobrizas”,
resultante de varias formas de mestizaje que involucran en gran manera las herencias
aborigen y africana, mientras que las superiores suelen estar ocupadas por los estratos
más “blanqueados”. De este modo, la percepción de un Otro fundada en estereotipos
raciales ha sido, más que subsidiaria o independientemente, la causante de la formación
de las clases sociales en Argentina” (p. 55) (énfasis nuestro)
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Nota completa disponible en: https://www.pagina12.com.ar/156619-el-apartheid-tiene-su-version-
nordelta
Se busca mujer para limpieza en casa de familia no importa la edad con ganas de trabajar de
nacionalidad paraguaya o extranjeras
EDAD DE 26 A 35 AÑOS , CON BUENA DISPOSICIÓN Y BUENA PRESENCIA. DEBES SABER
LEER Y ESCRIBIR. PREFERENTEMENTE DE NACIONALIDAD VENEZOLANA O PARAGUAYA.
(énfasis nuestro)
Es muy importante el rol que cumple el núcleo familiar a la hora de decidir quién
migra. En todos los casos la migración es producto de la necesidad, generalmente
económica, pero la elección del miembro familiar que lo hace suele estar motivada
por diversos factores. En los casos que nos convocan donde las mujeres migrantes
generalmente tienen ya hijos, las necesidades son efectivamente económicas y de
movilidad social, pero la decisión de partir se encuentra condicionada por la
existencia de otra mujer del núcleo familiar que pueda cumplir con los roles de
cuidado de los/as hijas en caso de no contar con un padre/marido presente; en
caso que sí cuenten, este se encarga del cuidado de los menores acompañado por
la familia ampliada. Asimismo, la financiación de los viajes generalmente son
solventados por otra mujer que ha migrado anteriormente y facilita su traslado, su
vivienda inicial y, muchas veces, trabajo. Si a esto le sumamos el hecho que las
vinculaciones laborales suelen desarrollarse entre empleada y empleadora- ya que
la presencia masculina suele tener otro tipo de connotaciones-, nos encontramos
frente a una red fuertemente feminizada de trabajo.
“Sí trabajé en otros lugares, una verdulería, feria americana pero como no tengo el título
del secundario como no lo terminé se me hacía difícil conseguir trabajo en otro lado así
que muchas opciones no tenía.”
“Y, el sueldo yo lo arreglo con G.(patrona) lo que nos parece mejor no sé cuánto dirá la
ley y eso, obra social no tengo y si me enfermo o le pasa algo a mi hijo y no puedo ir a
trabajar ella no tiene problema con que falte. Con las vacaciones ellos (la familia) se van
a Villa Gesell y yo me voy con ellos y llevo a mi hijo también, nos pagan el lugar las
salidas y esas cosas mientras yo cuido a M. (la hija)” (aclaraciones y énfasis nuestro)
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Algunas de estas entrevistas son producto de un proyecto de investigación realizado a lo largo del año
por estudiantes del colegio Instituto Bernardino Rivadavia, cuyas investigaciones dirige y coordina quien
escribe.
debieran ser remuneradas alrededor de los 20.465 pesos, según la Unión Personal
Auxiliar de Casas Particulares5, son ofrecidas por debajo del valor (entre 12000 y
20000 pesos).
Otro riesgo latente, sobre todo cuando las búsquedas laborales son vía internet, es la
presencia de la figura masculina comprendida muchas veces como “amenaza”. Esta
se hace presente tanto en el temor a la trata de personas, como al acoso o abuso de
la empleada por parte de un empleador. Frente a esto, N., empleada también y
paraguaya de origen, cuenta su propia experiencia. Habiendo ingresado recientemente
al país con apenas dieciocho años y en pos de agilizar los trámites de su documento
argentino, terminó siguiendo a unos hombres que se comportaron de maneras que
consideró sospechosas y muy poco pertinentes a sus fines. Luego de escuchar por
casualidad una conversación telefónica en la cual no se hacía alusión a la necesidad
de regularizar su condición migrante, sino a sus atributos físicos, N. decidió alejarse
rápidamente temiendo ser víctima de alguna red de trata.
En relación al acoso por parte de patrones, su testimonio también nos sirve a la hora
de ejemplificar dicho temor cuando cuenta el caso de una conocida, quien a raíz de un
anuncio por internet se presenta en el hogar de su empleador, un señor mayor, para
enterarse que los objetivos no eran “de cuidado” como rezaba el anuncio, sino
sexuales.
Algunos anuncios, efectivamente, se prestan a la suficiente confusión como para
generar, como mínimo, sospecha entre quienes buscan empleo, ya que realizan
hincapié más en las características de la empleada- “joven”, “predispuesta”, “buena
presencia”-, más que en las necesidades reales que impulsan la contratación- “para
trabajo de limpieza tranqui”-, o, como indican los siguientes anuncios:
“busco chica mujer de b.pres casa y negocio sr. Solo: Chica o mujer b-pres-p/todo
servicio casa de sr. solo pago los fines de semana o finde .si ests interesada te doy una
cita y venis a ver trab. x telf. no informo nada. mandar whapsap – 1522399049”
(https://www.vivavisos.com.ar/ayuda-cuidado-limpieza/avellaneda/busco-chica-mujer-de-
b-pres-casa-y-negocio-sr--solo/203210008) (énfasis nuestro)
“Se busca empeada domestica que sea trans medio tiempo de cualquier edad solo trans”
(https://www.vivavisos.com.ar/ayuda-cuidado-limpieza/neuquen/se-busca-empleada-
domestica-que-sea-trans-/204405626)
“DE 18 A 25 AÑOS. SOLTERA SIN HIJOS. ABIERTA Y DESINHIBIDA. UNA VEZ POR
SEMANA 3 HS. DE MAÑANA. CON REFERENCIAS Y DNI. SE PIDE INFORMES. PARA
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Información disponible en: https://www.upacp.org.ar/?page_id=1329
HOMBRE MAYOR SOLO” (https://www.vivavisos.com.ar/ayuda-cuidado-
limpieza/vice”nte-lopez/busco-mujer-para-servicio-domestico/204300417)
“Busco empleo de limpieza en casa de hombres solos. SOY CROSS MADURA Y MUY
GAUCHITA,,tres veces por semana, zona CAPITAL O GRAN BS.AS, ,$180 la hora, disponibilidad
absoluta.” (-https://www.vivavisos.com.ar/ayuda-cuidado-limpieza/chacarita/busco-trabajo-de-
empleada-doestica/203737351
Este ejemplo no es un caso aislado, se repiten los casos en los que las empleadas
parecieran encontrarse ante la necesidad de aclarar que buscan un trabajo “serio”, o
piden expresamente que no las contacten “hombres solos” ni las “molesten” para
“otras cosas”, o “masajes”.
No resulta un dato menor, que cuando la búsqueda está a cargo de un hombre esto se
explicite o, inclusive, se hagan aclaraciones específicas en pos de despejar sospechas
lo cual, por supuesto, evidencia la existencia y posible validez de las mismas; así
como es común la promoción de características propias que deberían otorgar mayor
legitimidad a su pedido, (credenciales académicas: “soy hombre solo, profesional”;
conocimiento de causa: “hombre que vive solo aclaro esto porque hay quien no trabaja
para hombres solos”; edad, que puede otorgar cierta aura de seriedad o indefensión:
“tengo 60”, “soy un hombre mayor”)
Sin embargo, la posibilidad de acoso laboral cuando se trabaja en una casa en la que
vive un varón continúa siendo un riesgo latente, como evidencia esta respuesta a una
entrevista realizada por la Revista Crisis, a una de las trabajadoras involucradas en el
conflicto del Nordelta anteriormente mencionado:
“La hija de Claudia, Carmen, aparece y cuenta cómo el hijo de 15 años de su patrona
apareció un día desnudo frente a ella. Por algo similar, su hermana, que trabajaba en la
casa del padre del muchacho, había renunciado porque no aguantaba más. El detonante
fue un clásico que se repite: el patrón le susurraba al oído mientras ella lavaba los platos.
‘Es el machismo del hombre de creer que somos objetos y pueden hacer lo quieren
porque tienen dinero y suponen que nosotras vamos a estar en silencio. Por eso está
bueno esto de juntarnos, porque muchas chicas lo sufren, en especial las que duermen
con cama, y por conservar el trabajo soportan cosas’, dice Silvia.” 6
Conclusiones
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Artículo completo disponible en: https://revistacrisis.com.ar/notas/se-agitaron-las-abejas
que son requeridos para levantar la economía en momentos de crisis, o para servir al
ejército en tiempos de conflicto, pero finalizadas estas necesidades urgentes, el
migrante se convierte en un obstáculo para la “homogeneidad cultural” y comienza a
percibirse como amenaza interna.
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“Capítulo 5”, Migraciones laborales en Argentina: protección social, informalidad y heterogeneidades
sectoriales, OIT, 2015
En su libro libro Ocho ensayos sobre la colonialidad, Rita Segato (2015) analiza el rol
de las amas de leche (jóvenes mujeres negras que daban de mamar y cuidaban a los
hijos de sus amos, luego devenidos en patrones) en la constitución sociohistórica de
Brasil y cómo, aún después de la época colonial, ciertas estructuras vinculadas a la
crianza de los niños/as se mantienen, pero adaptadas en sus formas a la época
moderna.
Lo que la autora pretende en esta reflexión, es ubicar las prácticas de crianza del
Brasil moderno en un continuum histórico que se inicia en tiempos coloniales, cuando
las esclavas y sirvientas negras se ocupaban de la crianza de los niños/as de sus
amos/patrones; y que se extiende hasta la actualidad cuando siglos después, y luego
de múltiples discursos médicos e higienistas que bogaban por alejar a los niños/as de
sus “madre-negras” y fortalecer la relación con la “madre-blanca” en un acto que
Segato describe como “negacionista” de la propia historia e identidad brasilera, las
mujeres de clase media/alta continúan accediendo a los servicios de mujeres de bajos
recursos, generalmente afro descendientes, a quienes mantienen en relaciones
vulnerables de trabajo.
Esta hipótesis nos permite enriquecer nuestro propio trabajo, fomentando la idea de
que existen vínculos de subordinación que llevan varios siglos cimentando las
relaciones entre centros y periferias tanto internacionales como regionales, y que aún
hoy en día se reproducen, en las esfera doméstica por ejemplo, estas relaciones de
dominación, aunque adaptadas a las condiciones de un capitalismo globalizado y no
ya incipiente.
En segundo lugar, y en sintonía con la cita anterior, este trabajo nos ha guiado al
análisis de los vínculos que articulan el empleo doméstico; los cuales no sólo están
fuertemente feminizados, sino que reproducen otro tipo de lógica bastante común al
interior de los núcleos familiares que es el halo de sospecha/precaución a la hora de
incorporar la presencia masculina.
Tanto el trabajo doméstico como el sexual son labores fuertemente feminizadas. Una
de las razones por las que se explica esto desde las ciencias sociales remite a esta
idea preconcebida y latente en el sentido común cimentada por años, sino siglos de
dominación patriarcal, de que ambas son áreas en las que las mujeres se
desempeñan de manera natural. Ya sea en la limpieza del hogar, o prestando
servicios sexuales a hombres, es decir, cumpliendo de manera fragmentada con los
deberes conyugales que se achacaron a la mujer hasta avanzado el siglo XX.
Sin embargo existen casos en los que estas relaciones son desafiadas y
resignificadas, como hemos visto en el caso de las empleadas del Nordelta, quienes a
raíz del conflicto de transporte, denuncian la discriminación, el maltrato y la ausencia
de garantías laborales con las que conviven día a día.