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Cuando veas a tu pareja por primera vez en la mañana, regálale una sonrisa.
Cuando llegue la noche y se vean nuevamente, recibe a tu pareja con un rostro
placentero. Incluso si tuviste un día horrible —hubo un problema en la oficina,
llamó el director de la escuela de tu hijo y hay una gotera en el baño—, no dejes
de sonreír. Una sonrisa alegra el corazón, le muestra a tu marido que te pone feliz
verlo. Le transmite a tu esposa que te alegra que esté allí.
Los primeros gestos que mostramos por la mañana pueden marcar la pauta para
el día. Una mirada gruñona crea un ánimo amargo. Tanto en la mañana como en
la noche, cuida que en esos primeros momentos en que se ven no se transmita
estrés ni presión. Para que un hogar sea un refugio, debe estar lleno de alegría.
Nuestro rostro proyecta una sensación de calidez y placer o de distanciamiento y
desagrado.
Hoy intenta ser tú quien sonría primero. Comunica ternura. Crea alegría.
¿Cómo quisieras que te trate tu pareja? Brinda apoyo emocional. Brinda atención
absoluta. Da de tu tiempo. Da el regalo de amor. Esa es la clave para crear un
lazo más fuerte.
Las palabras crean. Las palabras destruyen. Con una palabra podemos alentar
sueños, crear alegría, inspirar esperanza y aliviar heridas. Y con una palabra
podemos generar odio, causar pena, destruir un deseo y demoler la autoestima.
Este día esfuérzate por hablar con amabilidad y dignidad, incluso cuando no estés
de acuerdo en algo. Desafíate a no decir cosas como "¿Estás loco?", "¿Qué te
pasa?" y "¿No puedes hacer nada bien?". Decide que dejarás de avergonzar y
humillar a tu pareja. En lugar de menospreciar y vivir en heridas pasadas,
transmite palabras de gratitud.
Día #4: Calla
A veces es mejor morderte la lengua que responder. La ira puede hacer que una
persona diga cosas que no siente. El odio puede causar grandes errores. El
silencio te hace sabio. Puedes revisar tus palabras y pensar antes de actuar.
Muchas parejas me dicen que ni siquiera recuerdan cómo comenzó una discusión
terrible. Si uno de los dos hubiera permanecido en silencio, la situación no se
hubiera salido de control.
Hoy esfuérzate por pensar antes de hablar. Si estás a punto de estallar por
impaciencia o ira, contrólate. Deja pasar los comentarios negativos. Si te están
provocando, encuentra la fortaleza para mantenerte en silencio.
Considera a tu pareja como tu mejor amigo. Los mejores amigos son leales unos
con otros. Comparten sus secretos pero no se los revelan a los demás. Amistad
verdadera significa no chismear ni quejarte sobre tu pareja. Nos deleitamos en el
éxito del otro y no somos indiferentes ni desinteresados cuando hay dolor.
Creemos uno en el otro. Los amigos disfrutan su compañía y se aseguran de
compartir tiempo. La risa está muy presente cuando están juntos. Un buen amigo
acepta los defectos porque su enfoque está en lo positivo de la persona, no en lo
negativo.
Hoy intenta hacer algo que exprese tu amistad por tu pareja. Ten consideración.
Desafíate a confiar en tu pareja. Haz que tu pareja se sienta segura contigo.
Muestra confianza y que eres confiable.
Cuando comas con tu pareja, apaga el celular. Si tu pareja te pide que hagas algo,
no lo postergues continuamente. Cuando tu pareja te haga un comentario, no
hagas un gesto de desprecio.
El desafío final es buscar la paz. ¿Puedes ceder ante tu pareja por el bien
del shalom bait, la ‘paz en el hogar’? ¿Puedes entender su forma de ver las cosas
y ponerte en su lugar? Sé el primero en decir "lo siento". No endurezcas tu
corazón ni te niegues a perdonar. Perdona. Libérate de la presión de tener que
tener siempre la razón.
Es cierto, el matrimonio puede ser difícil. Pero también es el regalo más hermoso:
la oportunidad más increíble para descubrir el amor verdadero. Quiera Dios que
todos encontremos el coraje y la fortaleza para crecer y dar hoy, para que cuando
llegue el mañana, nuestro hogar esté lleno de bendición.
Publicado: 13/1/2016