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I.S.P. NRO.

4 “ÁNGEL CÁRCANO"

ESPECIALIDAD: Profesorado de Educación Secundaria en Historia

PLAN DECRETO: 1968/17

UNIDAD CURRICULAR: Historia de Europa III

CURSO: 3ro

FORMATO CURRICULAR: Materia

RÉGIMEN DE CURSADO: Anual

ASIGNACIÓN HORARIA: 4 hs. Semanales

CICLO LECTIVO: 2021

DOCENTE: Gasparutti, Maria Lourdes

TEMA: Proyecto Integrador

ESTUDIANTES: Teresita Bueno Sánchez y Alex Nicolás Prieto


ACTIVIDAD:

1.
A. Jueves 26/08/2021 presentación hipótesis, R.I. y R.F.
B. Lecturas, correcciones, nuevas orientaciones.
C. Repetición sobre la forma de llevar adelante el proyecto: distintos contenidos
desarrollarlos en forma paralela, respetando: tiempos históricos/espacios geográficos

RESPUESTAS:

Pregunta: ¿Por qué se afirma que el período 1760 a 1930 fue un "siglo" de Revoluciones
Transformadoras?

Hipótesis: Desde cualquier punto de vista, la segunda mitad del siglo XVIII y los siglos XIX
y XX representan una etapa de ruptura histórica sin precedentes: el crecimiento económico,
los avances técnicos, el incremento de la población, las transformaciones sociales y los
cambios en las formas de organización política fueron verdaderamente extraordinarios en este
periodo. La primera de ellas es la instauración de regímenes de corte liberal-burgués en
sustitución de las monarquías absolutas, que en puridad empieza en los Países Bajos del siglo
XVI, continúa con la rebelión de Cromwell en la Inglaterra del siglo XVII, alcanza el cénit
con la Revolución Francesa de finales del XVIII y se generaliza en los países occidentales
durante el siglo XIX. La segunda gran revolución es la industrial, que se desencadena en
Inglaterra a mediados del siglo XVIII y se extiende con rapidez a los países más
desarrollados elevando la capacidad de producción del hombre hasta cotas inimaginables con
anterioridad, fenómeno que a su vez provoca profundas alteraciones en las estructuras
sociales como la irrupción de la clase obrera. La tercera revolución es la "socialdemocrática",
que, gracias al progreso económico, triunfa en el siglo XX de la mano de la ampliación del
universo con derecho a voto a las mujeres y a los colectivos de varones antes excluidos y de
la construcción del Estado de bienestar; la incorporación al proceso de decisión política de los
sindicatos y de las clases con bajos niveles de renta es, por ejemplo, un elemento fundamental

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para entender por qué fracasó con estrépito la restauración del "patrón oro" en el periodo de
entreguerras.

ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:

Causas Internas:

● Revolución Agrícola: La principal actividad económica en la Inglaterra del siglo


XVIII era la agricultura, cuya productividad creció de modo constante gracias a la
introducción de mejoras en las técnicas de cultivo. Contribuyeron a la modernización
del campo los cerramientos. Se puso valla a las parcelas; esto obligó a concentrarlas
porque no se podía introducir la herramienta moderna en las excesivamente pequeñas.
Muchos pequeños propietarios se arruinaron y optaron por migrar a las grandes
ciudades.

● Monarquía Parlamentaria: en el que un Parlamento desarrollaba una función limitativa


del poder regio, significaba, en otras palabras, que la burguesía, esa capa superior del
tercer estado o estado llano, enriquecida por el comercio y por la manufactura, se
había hecho con las riendas del poder del Estado y desde el Parlamento podía adoptar
diferentes medidas legislativas para favorecer sus intereses económicos, comerciales y
empresariales.

● Nueva fuente de energía, basada en el carbón y generada por la máquina de vapor.

● Crecimiento poblacional

● Renovación continua de las técnicas de producción (desarrollo tecnológico).

● Necesidad de capitales. Los beneficios permitieron invertir grandes sumas en


aumentar el volumen de las industrias.

Causas Externas:

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● Importancia del comercio y del mercado como estímulos para la industrialización.

● De su participación en las guerras, Inglaterra había obtenido territorios coloniales y


tratados de comercio preferenciales.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:

La Revolución Industrial que empezó en Inglaterra en el siglo XVIII y se extendió por todo el
continente europeo transformando la vida del hombre occidental, la naturaleza de su sociedad
y su relación con otros pueblos del mundo. Estos cambios tan trascendentales tuvieron sin
embargo un modesto comienzo. Se manifestaron en un país (Inglaterra), en una región, en
una rama de la industria (la textil) y desde allí se propagaron por todo el planeta. La
Revolución Industrial fue el resultado de la combinación de distintas transformaciones. Por
un lado, desde el siglo XVI se fue produciendo una profunda transformación en las
condiciones de producción agrícola que permitió alimentar a una población creciente y
expulsó hacia los centros urbanos a una masa de campesinos que, con el tiempo, se
convirtieron en obreros industriales. Por otra parte, el control de los mercados coloniales que
logró Inglaterra durante el siglo XVIII, desplazando a holandeses, franceses, portugueses y
españoles, tuvo consecuencias revolucionarias. El abastecimiento de estos mercados exigía,
además de la disponibilidad de capitales, un aumento de la producción y de la productividad
del trabajo. Ello alentó la innovación tecnológica y cambios en la organización de la
producción. Las innovaciones tecnológicas que se produjeron en Inglaterra durante el siglo
XVIII fueron relativamente sencillas. Resultaron más de la adecuación de ciertas técnicas
existentes que de la generación de nuevos inventos. Se trató sobre todo de cambios en las
formas de tejer e hilar, que fueron potenciados a partir del momento en que las máquinas
tejedoras e hiladoras comenzaron a ser movidas por una nueva fuente de energía, basada en el
carbón y generada por la máquina de vapor. Estas nuevas técnicas se combinaron con la
disponibilidad de capitales y con la abundancia de mano de obra en una nueva manera de
organizar la producción: la fábrica. Esta nueva forma organizativa de la producción implicó
concentrar la mano de obra en un mismo lugar, especializar a cada obrero en una sola
operación del proceso general de trabajo (división del trabajo y especialización) y
disciplinarlo para cumplir con las nuevas tareas en las máquinas, sin moverse de su puesto de

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trabajo, cumpliendo horarios y reglamentos muy rígidos. Esta forma de producir permitiría
incrementos sustanciales en la productividad y la producción.

ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA:

Causas Internas:

● Monarquía Absoluta

● La crisis económica a la que se llegaba en la década de 1780 en Francia alcanzó un


punto extremo en los años de 1788 y 1789. Fueron los peores años. Las malas
cosechas se sumaban al durísimo invierno que azotaba a Francia.

● Las desigualdades del régimen feudal: Se estima que de los 23 millones de habitantes
de la Francia de la época, apenas 300 mil pertenecían a las clases privilegiadas de la
aristocracia o del clero. La gran masa restante era pueblo llano con menores derechos
y posibilidades.

● Las ideas de la Ilustración: las ideas respecto a la igualdad entre los hombres y la fe
en la razón de filósofos y escritores como Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu,
influyeron enormemente sobre la mentalidad de la época.

Causas Externas:

● La participación de Francia en guerra la llevó a la bancarrota

REVOLUCIÓN FRANCESA:

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Si bien la Revolución Industrial va a significar un cambio en la economía del siglo XIX, la
Revolución Francesa va a impactar en las características políticas e ideológicas de este
periodo. Para el año 1789, reinaba en Europa el orden político, social y económico tradicional
heredado de la Edad Media y conocido como el Antiguo Régimen. Bajo este régimen, la
sociedad se estructuraba en tres estamentos que se apoyaban en un sistema económico basado
en la producción agrícola. Los dos primeros estamentos, formados por el clero y la nobleza,
gozaban de amplios beneficios. A nivel económico, eran los grandes propietarios de las
tierras productivas y gozaban de derechos recaudatorios y exenciones impositivas. A nivel
político, monopolizaban el acceso a los cargos públicos. El tercer estamento, por el contrario,
comprendía la abrumadora mayoría de la población ―a grandes rasgos, una minoría urbana
burguesa y una mayoría campesina―. En los primeros meses del año 1789, la situación
social, política y económica en Francia era crítica. La desastrosa participación de Francia en
la guerra de la independencia norteamericana, un lustro de malas cosechas, el despilfarro de
la corte y la consiguiente bancarrota del tesoro francés crearon el caldo de cultivo ideal para
el levantamiento. Cuando el desesperado intento de Luis XVI de obtener más recursos
gravando las tierras productivas de la nobleza desencadenó la revuelta de los privilegiados o
“reacción feudal”. La pretensión de imponer impuestos al segundo estamento atentaba contra
la esencia misma de la nobleza. Ante la pérdida de este beneficio, la aristocracia reclamó
como compensación el relajamiento del absolutismo y la apertura de la participación política.
La resistencia fue tan férrea que Luis XVI se vio obligado a convocar a los Estados Generales
en agosto de 1788. Así pues, la revolución empezó como un intento aristocrático de recuperar
los mandos del Estado. Luego de ciento setenta y cinco años, el 1 de mayo de 1789 se
inauguraban en el Palacio de Versalles los Estados Generales. Comienza así, en el hogar de la
monarquía francesa, el ocaso del absolutismo. A pesar de que los Estados Generales son
convocados para resolver un problema entre el rey y la nobleza, el Tercer Estado rápidamente
capitaliza la Asamblea para llevar a la arena sus reivindicaciones políticas. ¿Qué reclamaba el
Tercer Estado? El fin del feudalismo, lo cual suponía la abolición de todas las restricciones y
desigualdades sociales, una explotación y administración eficaz de la tierra, libertad de
comercio y empresa y una tributación equitativa y racional, basada en el principio de
proporcionalidad de la renta. La idea ilustrada que los inspira es clara: todos los hombres son
iguales ante la ley, por ende, cada hombre posee un voto. Ante la imposibilidad de arribar a
un acuerdo, a las pocas semanas se prohíbe el ingreso de los diputados burgueses al recinto
donde se llevaba a cabo la Asamblea y se produce el primer suceso revolucionario: los

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representantes de la mayoría del pueblo francés, reuniones en la cancha de pelotas de
Versalles, juraron mantenerse unidos hasta dotar a Francia de una constitución para limitar
―no abolir― el poder del rey. Tras este “juramento de la cancha de pelotas”, los
representantes del Tercer Estado se autoproclaman la “Asamblea Nacional”. El resto de los
diputados ceden ante la presión y los Estados Generales se convierten en la Asamblea
Constituyente, cuyo fin será elaborar la constitución del reino y mantener los verdaderos
principios de la monarquía. He aquí el hecho más significativo y trascendental de la
Revolución: por primera vez se intenta de manera deliberada y abierta limitar el poder
absoluto del rey.
En septiembre de 1791, la Asamblea Constituyente sancionó la primera constitución de
Francia. La burguesía liberal plasma en este novedoso instrumental legal su ideario
iluminista: limita el absolutismo monárquico de los borbones y suprime los privilegios
nobiliarios. No obstante, la monarquía no desaparece. Por el contrario, el objetivo al que
apuntan los revolucionarios de 1789 - 1791 es una monarquía constitucional basada en una
oligarquía de contribuyentes y propietarios, representados por una asamblea. En esta
monarquía constitucional el poder se encuentra repartido entre tres poderes. El gobierno es
monárquico: el poder ejecutivo se delega en el Rey mientras que el poder legislativo se
concentra en una Asamblea Nacional compuesta por representantes temporales, libremente
elegidos por el pueblo. Por otra parte, el poder judicial.
En la Constitución están presentes los dos grandes ejes que le darán su impronta y fisonomía
al siglo XIX —liberalismo político y económico— y que inspiran el accionar de los
revolucionarios: conformación de una sociedad política esencialmente burguesa, regida por
los derechos y libertades de las ideas de la Ilustración.
¿Qué significa que la Revolución comienza a radicalizarse? Que la idea de una república
como forma de gobierno comienza a tomar fuerza, en detrimento de la monarquía
constitucional inicialmente planteada. Aunque el rey fue obligado a jurar la constitución en
septiembre, su destino estaba sellado. La conspiración de los emigrados, en virtud de la cual
los ejércitos de Austria y Prusia acuden en auxilio del rey cautivo, desata la guerra entre
Francia y Europa. Esta guerra se prolongará de forma casi ininterrumpida desde abril de 1792
hasta la batalla de Waterloo en 1815. En adelante, guerra y revolución van de la mano. El
problema con el que hubo de enfrentarse la clase media francesa para la permanencia de lo
que técnicamente se llama período revolucionario (1794 - 1799), era el de conseguir una
estabilidad política y un progreso económico sobre las bases del programa liberal original de
1789 - 1791. Este problema no se ha resuelto adecuadamente todavía, aunque desde 1870 se

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descubriera una fórmula viable para mucho tiempo en la república parlamentaria. La rápida
sucesión de regímenes -Directorio (1795-1799), Consulado (1799 - 1804), Imperio (1804 -
1814), monarquía borbónica restaurada (1815 - 1830), monarquía constitucional (1830 -
1848), República (1848 - 1851) e Imperio (1852 - 1870)- no supuso más que el propósito de
mantener una sociedad burguesa y evitar el doble peligro de la república democrática
jacobina y del antiguo régimen.

BIBLIOGRAFÍA:

● Hobsbawn, Eric (1998). La Era de las Revoluciones 1789/1848. Barcelona. Crítica.

● Fernández, Antonio. (1997). Historia Universal. Edad Contemporánea. Vol. IV. 2da.
Ed. V.Vives. Madrid.

● Barbero, María I y otros. (2001). Historia Económica y Social General. El Nacimiento


de las Sociedades Industriales. Edic. Machi. Bs. As.

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