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El autoconcepto en niños con necesidades educativas especiales

El autoconcepto en niños con necesidades


educativas especiales

por Eliana Noemí SABEH


Universidad de Salamanca – CONICET, Universidad Nacional de Tucumán

Introducción niño (Oñarte, 1989). Es decir que el


El estudio del autoconcepto es consi- autoconcepto surge y se consolida a tra-
derado un tema de interés por psicólo- vés de la interacción que se mantiene con
gos, sociólogos y educadores desde hace las personas del ambiente próximo. ¿Qué
ya décadas, dada la importancia indivi- sucede entonces con los niños que por su
dual y social que se le ha otorgado a este discapacidad y por sus necesidades edu-
constructo. Cómo se ven las personas a cativas especiales suelen encontrar difi-
sí mismas, es decir, sus autoimágenes, y cultades en las relaciones interpersonales,

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el valor que le conceden, o sea su en la aceptación por parte de los demás y
autoestima, son en gran medida deter- en sus experiencias educativas? ¿Desa-
minantes de los objetivos que los sujetos rrollan un autoconcepto más negativo que
se marcan en la vida, las actitudes que el de sus iguales que no tienen una
mantienen, las conductas que inician y discapacidad? ¿Qué relación existe entre
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las respuestas que dan a otros. Un el autoconcepto de estos niños y sus ha-
autoconcepto sano constituye uno de los bilidades sociales, el comportamiento, la
factores centrales en la adaptación emo- motivación, las atribuciones, el tipo de
cional y social. apoyo educativo que reciben?

Los principales determinantes del En el presente trabajo intentamos


autoconcepto son asimilados de los mo- abordar estas preguntas a través de la
delos tempranos y perdurables en las re- revisión de investigaciones recientes so-
laciones padres-hijos; está también bre el tema. En primer término, expone-
influenciado de manera muy fuerte por mos consideraciones teóricas acerca del
las vivencias escolares en la infancia y autoconcepto y analizamos el efecto que
adolescencia, especialmente por la cali- diversos factores vinculados al desarro-
dad de las relaciones niño-maestro y niño- llo de un niño con necesidades especiales

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pueden tener sobre la imagen de sí. Pos- a) un componente cognoscitivo: la


teriormente nos centramos en los resul- autoimagen
tados de investigaciones concretas sobre
autoconcepto en niños con discapacidad. b) un componente afectivo y eva-
Nos referimos principalmente a niños con luativo: la autoestima
dificultades de aprendizaje, dado que son
el grupo sobre el que se han realizado c) un componente comportamental o
mayoritariamente los estudios que hemos tendencia conductual: la motiva-
revisado. Finalmente exponemos algunas ción.
sugerencias sobre estrategias para favo-
recer el desarrollo de un autoconcepto po- Epstein (1974) revisa las definiciones
sitivo en los niños. de diversos autores y concluye las siguien-
tes características comunes a todas ellas:
Autoconcepto: definición y desarrollo
La noción de «autoconcepto» no es re- — el autoconcepto es un conjunto de
ciente. Nace en el campo de la psicología conceptos internamente consisten-
a partir del análisis operacional de la an- tes y jerárquicamente organizados
tigua cuestión filosófica de: ¿quién soy
yo? (Oñarte, 1989). Pero definir el — es una realidad compleja, integra-
autoconcepto resulta, aún hoy, una tarea da por diversos autoconceptos más
poco sencilla. Por un lado existe una im- concretos, como el físico, social,
portante proliferación de términos utili- emocional y académico
zados por diferentes autores tales como
— es una realidad dinámica que se
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«conciencia de sí mismo», «autoimagen»,


modifica con la experiencia, inte-
«autopercepción», «representación de sí»,
grando nuevos datos e informacio-
«autoconcepto», «autoestima» (Arráez,
nes
1998). Por otra parte, junto a la confu-
sión terminológica, observamos múltiples
— se desarrolla a partir de las expe-
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definiciones según la posición teórica de riencias sociales, especialmente con


los autores, aunque debemos reconocer las personas significativas
que actualmente existe coincidencia so-
bre el carácter pluridimensional de este — el mantenimiento de la organiza-
concepto. ción del concepto de sí mismo es
esencial para el funcionamiento del
Rosenberg (1979) lo define como la to- individuo, al proporcionarle un sen-
talidad de los pensamientos y sentimien- timiento de seguridad e integridad.
tos que hacen referencia al sí mismo como
objeto. Burns (1990) lo concibe como un Muchos autores insisten en diferen-
conjunto organizado de actitudes que el ciar claramente autoconcepto de
individuo tiene hacia sí mismo en las que autoestima, dado que a menudo son uti-
se distinguen tres componentes: lizados indistintamente. Desde esta ópti-
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ca, debería restringirse el término aumentan las personas que interaccionan


autoconcepto a los aspectos cognitivos o con él y que le devuelven una imagen de
descriptivos del sí mismo —autoima- sí. De modo que las personas significati-
gen— y utilizar el término autoestima vas (padres, profesores, compañeros) son
para los aspectos evaluativo/afectivos, es las que ejercen una mayor influencia en
decir, el sentimiento de estima de sí la forma en que el niño se percibe y se
(Beane, Lipka y St. Bonaventure, 1980; siente a sí mismo (Garma y Elexpuru,
Watkins y Dhawan, 1989). Pero no se 1999).
puede negar que autoestima y auto-
concepto son dos aspectos muy ligados. Considerando las definiciones y la
La valoración que una persona hace de construcción del autoconcepto durante la
sí misma es consecuencia lógica de la pro- infancia, podríamos preguntarnos por qué
pia imagen; un individuo que tiene una nos centramos en el autoconcepto «de ni-
percepción negativa de sí mismo tiene ños con discapacidad». En definitiva, si
también una valoración o autoestima ne- analizamos los factores que intervienen
gativa. En el presente trabajo nos referi- en su constitución, observamos que son
remos a ambos conceptos, reconociendo universalmente aplicables, y que por lo
tanto la distinción de uno y otro como la tanto deben afectar de igual manera a
estrecha relación que mantienen. cualquier niño. Buscaglia (1990) dice que
el yo de las personas con discapacidad
El autoconcepto no es innato ni esta- crece y se desarrolla del mismo modo que
ble, sino que se va construyendo a lo lar- el de las personas sin discapacidad; lo
go de la vida. Los primeros años son que sucede es que recibe influencias que
determinantes en la valoración que toma con frecuencia son muy fuertes. Desde la

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el concepto de sí mismo y su génesis es infancia se enfrentan en muchos casos a
producto de las interacciones que se lle- experiencias negativas en las relaciones
van a cabo en los contextos sociales en interpersonales que lo desvalorizan, frus-
que se desarrolla el sujeto. Es decisivo el traciones y rechazo social. Estas circuns-
ambiente familiar en el que vive el niño tancias conducen a la hipótesis de que
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desde etapas tempranas, las pautas edu- los niños con discapacidad son un grupo
cativas que se establecen, la evaluación en riesgo de desarrollar un autoconcepto
que los padres hacen implícita o explíci- negativo.
tamente de su conducta y el tipo de co-
municación que se produce entre ellos. Factores relacionados con el desa-
El niño recibe información sobre sí mis-
mo a través de los padres; se mira en sus
rrollo del autoconcepto en niños con
progenitores y valora el reflejo que le pro- discapacidad
porcionan (Bermúdez, 1997; Schneider, Cuando un niño nace o se desarrolla
1985). A medida que se desarrolla am- con una discapacidad, los déficits suelen
plía su mundo de relaciones más allá de interferir desde el inicio de su vida en el
la familia próxima, especialmente al in- placer y la satisfacción de la relación mu-
corporarse en la vida escolar, tras lo cual tua padres-niño. Según Frude (1991) los

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padres pueden encontrar difícil interac- que la aceptación por parte de maestros
tuar con niños que tienen un repertorio y compañeros no se da de manera natu-
muy limitado de habilidades de comuni- ral. Los niños con discapacidad suelen
cación o se comportan de manera impre- ser más rechazados, menos populares o
decible. Determinados déficits son más ignorados que otros niños de su edad
problemáticos a la hora de mantener una sin discapacidad en clases de integración,
buena relación, porque las respuestas del a menos que se realicen intervenciones y
niño son diferentes a las esperadas por planificaciones puntuales con el fin de
los padres y menos reforzantes para la conseguir una mejora en estos aspectos
interacción basada en indicios habi- (Scheepstra, Nakken, y Pijl, 1999; Yude,
tuales. Goodman y McConachie, 1998; Pavri y
Monda-Amaya, 2000). Y en el plano aca-
Además, los padres sienten culpa, hos- démico, si no se efectúan las adaptacio-
tilidad, angustia, pena, confusión, lo que nes curriculares oportunas, existen dos
genera también un efecto sobre la posibilidades que ponen en riesgo su
interacción. Muchas veces comparan a su autoconcepto: que se encuentren una tras
hijo con las características y logros de otra vez con tareas que no pueden reali-
niños sin discapacidad, y en ocasiones zar correctamente porque va más allá de
sienten vergüenza por los comportamien- sus posibilidades con la consecuente frus-
tos sociales de sus hijos y por la reacción tración que ello produce, y en otras con
de otras personas a esos comportamien- expectativas tan bajas sobre lo que es
tos. Todos estos aspectos pueden reper- capaz de aprender y de hacer, que no le
cutir negativamente sobre la imagen de permiten desarrollar su potencial en ple-
sí y por ende, sobre la autoestima tanto nitud. Particularmente los niños con di-
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de los padres como del niño (Schneider, ficultades en el aprendizaje suelen


1985). Sin embargo, afortunadamente no presentar un historial de fracasos esco-
todas las reacciones son negativas. Mu- lares, frustraciones y feedback negativo
chos de ellos desarrollan sentimientos po- por parte de adultos significativos y de
sitivos como la empatía con el hijo, otros niños de su edad, que derivan en
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aprenden a relacionarse con él y rebajan sentimientos de incompetencia, y reduc-


sus demandas previniendo de esta forma ción de la motivación. Esta situación lle-
frustraciones, mecanismos de adaptación va a que el niño reduzca sus expectativas
que resultan saludables para ambos. de logro y su persistencia, empeorando
aún más el rendimiento, produciéndose
Posteriormente, en los años escolares, así un círculo de retroalimentación nega-
los niños con necesidades educativas es- tivo. En este sentido Bandura (1989) ha
peciales deben enfrentarse a situaciones demostrado cómo la autoeficacia, es de-
sociales de diversa índole. A pesar de los cir, las expectativas de logro que se tie-
beneficios innegables que producen las nen sobre la tarea, influyen sobre las
políticas de integración educativa, tam- acciones y sobre los resultados de la con-
bién hay que reconocer, a partir de los ducta. Kendall y Demoulin (1993) plan-
resultados de diversas investigaciones, tean que además, en ocasiones los niños
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se enfrentan a presiones y desafíos de adolescente con dificultades de aprendi-


dos programas diferentes, el de educa- zaje tiende a desarrollar un bajo
ción ordinaria y el de educación especial, autoconcepto. Yahya (1999), por ejemplo,
por tanto deben adaptarse a profesores realizó una investigación con 384 alum-
de uno y otro programa, establecer rela- nos, a fin de conocer diferencias existen-
ciones interpersonales con estudiantes de tes entre niños con problemas
ambos grupos, y enfrentar el estigma de emocionales, con retraso mental y con di-
la etiqueta. ¿Se podría afirmar entonces, ficultades de aprendizaje, en relación a
tras estas experiencias, que el autocon- sus iguales sin discapacidad, y concluyó
cepto de los alumnos con necesidades edu- que existen diferencias significativas en
cativas especiales es universalmente el autoconcepto global entre los niños con
negativo? ¿Varía en relación al de sus y sin discapacidad. González-Pienda et
compañeros sin dificultades de aprendi- al. (2000), llevaron a cabo una evalua-
zaje? ¿Qué relación existe entre el ción de 259 estudiantes con dificultades
autoconcepto y variables como el compor- de aprendizaje de entre 8 y 16 años, com-
tamiento, la motivación, las atribuciones parándolos con 243 alumnos sin dificul-
causales? ¿Produce algún efecto el tipo tades de aprendizaje, de entre 9 y 12
de apoyo escolar que reciben? Estas son años. Observaron que el primer grupo
cuestiones que los investigadores del cam- presentaba una imagen de sí más nega-
po se han planteado al realizar diversos tiva a nivel general y especialmente en
estudios y cuyas conclusiones sintetiza- las áreas académicas, aunque también en
mos en los siguientes apartados. las de naturaleza social. En las dimen-
siones de relación con la familia perci-
La investigación acerca del bían significativamente más negativas

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autoconcepto en los niños con sus relaciones con los padres y asumían
que eran peores hijos; en la relación con
necesidades educativas especiales los iguales encontraban mayores dificul-
Sobre la hipótesis de un auto- tades para conseguir relaciones
concepto y autoestima negativos en los interpersonales importantes y para sos-
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niños con necesidades educativas espe- tenerlas en el tiempo, además de perci-


ciales, las investigaciones han arrojado birse negativamente como compañeros y
resultados contradictorios (Sabornie, amigos.
1994). Gresham y McMillan (1997), a
partir de un trabajo de revisión biblio- Sin embargo, otra parte importante
gráfica, reconocen que los datos en tor- de la investigación realizada no llega a
no a la autoestima de grupos de los mismos resultados. En la revisión que
alumnos con diversas discapacidades li- efectuaron McPhail y Stone (1995) los da-
geras no conducen a una respuesta de- tos indican que los estudiantes con difi-
finitiva a esta cuestión. cultades de aprendizaje muestran
autoconceptos globales positivos y se per-
Una parte importante de los estudios ciben igual de capaces que sus iguales. A
llevan a la conclusión de que un niño o conclusiones similares llegó Sabornie
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(1994) quien examinó las características alumnos de entre 9 y 13 años de clases


socioafectivas en niños con y sin dificul- ordinarias y especiales, teniendo en cuen-
tades de aprendizaje. Evaluó el ta el modelo de apoyo que recibían en
autoconcepto junto a otras variables como cada uno de ellos. Los resultados le lle-
la soledad, la integración, la varon a concluir que el autoconcepto no
victimización, la participación y la com- difiere en niños con y sin necesidades
petencia social. Los alumnos con educativas especiales, y parece además
discapacidad compartían su tiempo en- no estar relacionado con el modelo de apo-
tre el aula especial y el aula de educa- yo que reciben. Lo llamativo de los datos
ción ordinaria. Encontró diferencias que obtuvo es que los primeros dieron
significativas entre ambos grupos, con ni- respuestas más positivas sobre las rela-
veles superiores en todas las medidas en ciones con sus iguales. Los autores inter-
el grupo sin discapacidad, excepto en pretan los resultados como una estrategia
autoconcepto. La conclusión que obtuvo de compensación por la que darían más
es que las percepciones de los niños so- importancia a las relaciones con sus com-
bre aspectos no escolares de sí mismos pañeros que a las dificultades percibidas
no son consistentemente negativas. De en las áreas académicas, dándose una
manera que para este autor, no se puede imagen más positiva de sí a través de las
afirmar que el autoconcepto general de relaciones interpersonales en la escuela.
los niños con necesidades educativas es- Es posible, por lo tanto, que los niños
peciales deba ser considerado universal- que reciben apoyos tengan relaciones más
mente negativo. satisfactorias con sus iguales, o que es-
tas relaciones tengan una mayor impor-
McPhail y Stone (1995) apuntan a una tancia para su bienestar. En ese sentido,
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doble explicación de los resultados con- dicen los autores, los compañeros de cla-
tradictorios que se encuentran en las in- se no son necesariamente un grupo de
vestigaciones. Por una parte, el tipo de comparación, como se plantea en ocasio-
instrumentos que se utilizan para la eva- nes, sino que más bien son experimenta-
luación son con frecuencia unidimensio- dos como una fuente de apoyo. El apoyo
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nales y con pocos ítems diseñados social de los compañeros puede ser, en
exclusivamente para dichos estudios, y consecuencia, un factor importante en el
por otro lado, la comparación de resulta- mantenimiento de la autoestima en ni-
dos se refiere a grupos de estudiantes ños con dificultades de aprendizaje.
con dificultades de aprendizaje escolari-
zados en diferentes contextos (clases Pierrehumbert y Rankin (1990) hacen
inclusivas, apoyo fuera de clase ordina- una interesante reflexión sobre los resul-
ria, etc.). tados de la investigación que realizaron.
El estudio se basó en establecer diferen-
Westling (2000) tomando en conside- cias en distintas facetas del autoconcepto,
ración el factor recientemente menciona- comparando tres grupos de niños: los de
do, el tipo de escolarización, examinó las curso normal, los que tienen un retraso
diferencias en el autoconcepto en 183 de uno a dos años a causa de sus dificul-
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tades escolares, y los de cursos especia- ros, jugando en tales casos un papel fun-
les. Los resultados indicaron que los ni- damental el feedback que daban los pro-
ños con retraso escolar de aula ordinaria fesores.
se valorizaban a sí mismos respecto a los
otros grupos en aspectos deportivos, en Una situación particular es la que vi-
apariencia física, y en relaciones socia- ven los niños que comparten su tiempo
les, coincidiendo en este último punto, de aprendizaje entre el aula ordinaria y
como se observa, con los resultados de la el aula especial. Kruger y Wandle (1992)
investigación anteriormente citada. Y la evaluaron el autoconcepto de 95 alum-
tendencia en los alumnos de clases espe- nos con necesidades educativas especia-
ciales fue valorizarse en el dominio de les que recibían sólo clases de mate-
competencias escolares y cognitivas. Para máticas en aulas especiales. Observaron
los autores estos resultados pueden ex- que la cantidad de horas que asistían al
plicarse por la reducción de exigencias y aula especial se correlacionaba negativa-
la tendencia de los maestros de clases mente con el autoconcepto general de los
especiales hacia sus alumnos, de alen- niños, pero que existía una relación posi-
tarlos por los logros antes que de repro- tiva con el autoconcepto en el área de
barlos por los fracasos. Mientras, el grupo matemáticas.
con retraso escolar se valorizaba a sí mis-
mo en aquellos aspectos en los que se Evidentemente existe una relación
encontraban más cómodos respecto a sus compleja entre educación especial y
compañeros de clase. autoconcepto. Quizás el estudio que lle-
varon a cabo Greene y Kariuki (1996) ex-
Bear y Minke (1996) llegaron de algu- plica algunas cuestiones contradictorias

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na manera a conclusiones similares, de- en los resultados de las investigaciones
mostrando que un sesgo positivo en la sobre el autoconcepto de los niños con
evaluación que los profesores hacen del dificultades de aprendizaje y la modali-
trabajo académico de los niños con difi- dad educativa. El planteamiento que hi-
cultades de aprendizaje les permite man- cieron lleva a pensar que las diferencias
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tener un sentimiento de valor personal. de autoconcepto son independientes del


En entrevistas individuales preguntaron tipo de educación que reciben (especial,
tanto a niños con dificultades de apren- ordinaria o mixta), y que dependerían so-
dizaje como a niños sin discapacidad por bre todo de la clase de apoyo que da el
qué sentían que estaban haciendo bien o profesor y del clima que genera en el aula.
mal las cosas. Tanto uno como otro gru- La hipótesis es, por tanto, que el am-
po percibían que estaban haciendo bien biente escolar que los profesores crean
las cosas, basándose en el feedback que en función de las necesidades especiales
recibían en clase por parte de los maes- de sus alumnos, independientemente de
tros. Los alumnos con dificultades de que sea una clase especial u ordinaria,
aprendizaje reconocían el déficit que tie- influye sobre el autoconcepto. Para ello
nen en algunas habilidades, pero no se estos investigadores evaluaron el
sentían menos buenos que sus compañe- autoconcepto en niños de dos tipos de cla-

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ses, especiales y de integración, y obser- razones en las que asientan su hipótesis


varon variables del ambiente y del profe- de que una baja autoestima puede con-
sor. Aquellos estudiantes que tenían un tribuir a la victimización es, por un lado,
grupo de profesores que les daban un apo- considerar que el sentirse poco valioso
yo consistente tenían puntuaciones más lleva al niño a no expresar sus necesida-
altas en autoconcepto que los estudian- des ni a defenderse durante los conflic-
tes con profesores que les daban menor tos. Por otra parte, dicen los autores, las
apoyo. En general, dicen estos autores, personas con baja autoestima esperan y
se puede afirmar que el autoconcepto de aceptan un feedback negativo de los de-
los alumnos, es elevado en escuelas con más de manera mucho más habitual que
un ambiente de apoyos consistentes, y una persona con una autoestima alta. Los
bajo en clases con ambientes sin apoyos resultados de su estudio sugieren que un
o con apoyos inconsistentes. autoconcepto negativo, especialmente en
términos de la percepción de competen-
El autoconcepto y su relación con cia social entre el grupo de pares, contri-
otras variables buye a la victimización. Los autores
consideran la autoestima alta como un
Por la estrecha vinculación que se ha
recurso para el afrontamiento del estrés
supuesto entre el autoconcepto y diferen-
y de las amenazas de agresión, que le
tes variables de la personalidad y la con-
lleva al niño a defenderse de manera más
ducta, ciertas investigaciones evalúan la
asertiva y efectiva ante las agresiones de
relación que mantiene con la motivación,
los pares.
la atribución causal, el rendimiento aca-
démico (González-Pienda et. al, 2000; Va- Las habilidades sociales son esencia-
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lle et al., 1998; González, Touron e les en la integración de los niños. Sureda
Iriarte, 1994), el comportamiento en cla- (2001) opina que un adecuado uso de las
se (Cadieux, 1996), la autoeficacia habilidades sociopersonales puede favo-
(Kendall y DeMoulin, 1993) y la compe- recer la percepción que la persona tiene
tencia social (Clemente, Gutiérrez y de sí misma. Un niño socialmente hábil
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Musitu, 1992), por citar algunas. Egan y tiene más probabilidades de ser acepta-
Perry (1998) se interesaron por el víncu- do entre sus compañeros y de valorarse
lo entre un bajo autoconcepto y la más a sí mismo que uno que no lo es. En
victimización en la infancia; este hecho el caso de los niños con dificultades de
es muy habitual en la vida cotidiana de aprendizaje, además de sus problemas
los niños con necesidades educativas es- con habilidades académicas, suelen dar-
peciales, y parece tener una importante se conjuntamente problemas o déficits de
relación con las habilidades sociales. Los comportamiento autorregulatorio, en la
investigadores citados realizaron un es- percepción social y en la interacción so-
tudio con 189 participantes. El propósito cial. Recientemente, Kavale y Forness
principal fue averiguar el modo en que el (1996) efectuaron un meta-análisis de los
autoconcepto de los niños contribuye a la resultados hallados en la investigación
victimización por parte de iguales. Las sobre la relación entre dificultades de

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El autoconcepto en niños con necesidades educativas especiales

aprendizaje y déficits en competencia so- peciales atribuyen sus fracasos más a


cial. El estudio evidencia que los niños y causas internas que externas y se
adolescentes con dificultades de aprendi- responsabilizan menos de sus éxitos, aun-
zaje experimentan problemas sociales, di- que en ambos casos consideran el esfuer-
ficultades emocionales y problemas de zo como factor fundamental de cara a sus
conducta. Los autores opinan que una resultados académicos. Es interesante la
buena parte de estos problemas son de- explicación que dan. Los niños con difi-
bidos a déficits en «competencia social». cultades de aprendizaje, en su estudio,
tienden a atribuir los resultados negati-
En esta misma dirección, con el obje- vos no a una falta de capacidad sino a la
tivo de averiguar la relación existente en- falta de esfuerzo. Por tanto, dicen los au-
tre el autoconcepto académico y la tores, aunque los niños con dificultades
integración social de diferentes clases de de aprendizaje interiorizan sus fracasos,
alumnos, Stanovich, Jordan y Perot los atribuyen fundamentalmente a un fac-
(1998) evaluaron a 2011 estudiantes, di- tor controlable por ellos, el esfuerzo, lo
vididos en cuatro grupos: niños en riesgo que puede resultar más adaptativo de lo
de sufrir fracaso escolar, niños con especulable, pues permite al niño mante-
discapacidad, niños de lengua inglesa ner sus creencias de control, y por tanto
como segundo idioma, y niños normales, expectativas favorables de sí mismo. Los
todos ellos recibiendo su educación en cla- autores ven este razonamiento como una
ses ordinarias. Hallaron diferencias sig- forma de defensa del autorrespeto. Es de-
nificativas entre los niños normales y el cir que, dado lo amenazante que resulta
resto en ambos conceptos. Además en- para las propias creencias de competen-
contraron diferencias importantes entre cia y valía atribuir el fracaso a la falta

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los niños con discapacidad y los niños en de capacidad, el estudiante con dificulta-
riesgo de fracaso escolar. Estos últimos des de aprendizaje optaría por defender-
puntuaron alto en aceptación por parte se asumiendo sus resultados negativos
de los pares, y bajo en percepción de ha- como producto del escaso esfuerzo dedi-
bilidades académicas. Por el contrario, los cado al trabajo escolar. No obstante, este
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niños con discapacidad puntuaron relati- patrón atribucional, dicen los autores, es
vamente alto en autoconcepto académico contraproducente en cuanto a la implica-
en comparación con la aceptación social. ción futura en el aprendizaje, ya que para
seguir manteniendo esas creencias de
El autoconcepto, además de haber sido competencia, el estudiante se vería «obli-
vinculado con variables sociales, ha sido gado» a no esforzarse, con lo que su ren-
relacionado con variables personales como dimiento sería cada vez peor. En cuanto
la motivación y las expectativas de logro. a la motivación, comparados con sus com-
González-Pienda et al. (2000) en la in- pañeros sin dificultades de aprendizaje,
vestigación que citamos antes, se intere- el grupo con necesidades educativas es-
saron por estos conceptos y los evaluaron peciales se encontraba menos motivado
junto al autoconcepto. Encontraron que para realizar aprendizajes significativos.
los niños con necesidades educativas es- Los autores señalan que la motivación

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que siente el sujeto hacia las tareas esco- grupos de niños con necesidades educati-
lares está muy relacionada con las creen- vas especiales y niños sin necesidades
cias que sostiene acerca de su competen- educativas especiales. Otra parte no en-
cia y con sus expectativas de autoeficacia. cuentra un autoconcepto global negativo
entre los niños con dificultades, compa-
Cadieux (1996) intentó establecer una rado con sus iguales sin discapacidad.
relación entre el autoconcepto y el com-
portamiento hacia la tarea escolar (acer- Analizar el origen de estos resultados
camiento o evitación) en 140 niños con divergentes implica tener en cuenta una
dificultades de aprendizaje de clases or- serie de aspectos que las investigaciones
dinarias que recibían algunas horas de han puntualizado. Por un lado, con res-
apoyo en el aula especial, y en 246 alum- pecto a los resultados positivos de
nos sin discapacidad (divididos en gru- autoconcepto, no hay que olvidar que és-
pos de alto rendimiento, rendimiento tos podrían verse teñidos por el conocido
normal, y bajo rendimiento). Los resul- factor de «deseabilidad social» en las res-
tados indicaron que no existe relación en- puestas; también hay que considerar las
tre ambos conceptos, salvo en el grupo limitaciones de gran parte de estos re-
de niños con rendimiento alto. Su con- sultados para ser generalizados, por as-
clusión es que no existe una relación sig- pectos metodológicos como el número
nificativa entre el autoconcepto y el reducido de participantes en las mues-
comportamiento en clase en los alumnos tras, o bien por el tipo de instrumentos
con rendimiento bajo, con rendimiento empleados en la evaluación. Sin embar-
normal y con dificultades de aprendizaje. go, al parecer no podemos descartar la
Dado que este resultado varía en alum- hipótesis de que niños con necesidades
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nos de rendimiento alto, otros factores educativas especiales puedan desarrollar


como la inteligencia, dicen ellos, podrían un autoconcepto positivo, a pesar de las
estar influyendo. situaciones adversas a las que muchos
de ellos deben hacer frente y la reacción
negativa que reciben sobre sí mismos en
Conclusiones
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algunos momentos de su experiencia vi-


Como analizamos a lo largo del pre- tal. Por un lado, hay que reconocer que,
sente artículo, las circunstancias que en aunque las vivencias que hemos descrito
múltiples ocasiones rodean al desarrollo en relación al desarrollo de los niños con
de los niños con necesidades educativas discapacidad suelen ser habituales, no
especiales nos llevan a la hipótesis de son una regla, dado que en las últimas
que constituyen un grupo en riesgo de décadas ha cambiado notablemente la
desarrollar un autoconcepto negativo y manera de concebir a las personas con
una baja autoestima. Sin embargo, la in- discapacidad y a la educación que deben
vestigación que hoy existe no ha dado recibir. Así, como hemos visto, hay pa-
respuestas concluyentes al respecto. Una dres que llegan a comprender y aceptar
parte importante de los estudios ha en- la discapacidad de sus hijos y ven posibi-
contrado diferencias significativas entre lidades para su vida futura; hay también

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El autoconcepto en niños con necesidades educativas especiales

profesores que hoy tienen la preparación con la motivación, la conducta, las atri-
suficiente como para crear los apoyos, el buciones, la integración social. Revisio-
clima en el aula y las respuestas adecua- nes próximas deberían profundizar en la
das para conseguir que el niño se sienta relación de cada una de las variables
valorado. Como prueban algunas investi- mencionadas con el autoconcepto, e in-
gaciones, si el feedback de los adultos es cluir así mismo el tipo de discapacidad
adecuado, el niño puede tener una visión (sensorial, física, psíquica, del aprendi-
realista de sus limitaciones sin sentirse zaje) como un factor que podría jugar un
desvalorizado. papel importante en su determinación.
Futuros trabajos tendrían que dirigirse
Por otra parte, hay autores que plan- a esclarecer cuáles son las variables per-
tean el desarrollo en el niño de estrate- sonales, familiares, escolares y sociales
gias de compensación, por las que que mejor predicen el desarrollo de un
experiencias negativas que podrían da- autoconcepto positivo en los niños con y
ñar una parte de su autoconcepto (el sin discapacidad. Hay que destacar que
autoconcepto académico, por ejemplo) son la investigación del autoconcepto en el
contrarrestadas por una sobrevaloración ámbito de las personas con discapacidad
de otros sectores (social, fisico, familiar, no parece ser muy extensa según se re-
etc.). Como se dijo anteriormente, hoy se fleja en el resultado de las búsquedas bi-
concibe al autoconcepto como multidimen- bliográficas en bases de datos que hemos
sional, y por lo tanto, en los niños con efectuado (Eric, Psycinfo, Current
necesidades educativas especiales puede Contents), lo cual invita a los investiga-
ocurrir que una parte del concepto de sí dores a indagar en profundidad sobre la
se vea afectado por las experiencias ne- compleja relación del autoconcepto con las

año LX, n.º 223, septiembre-diciembre 2002, 559-572


gativas, aunque no necesariamente el necesidades educativas especiales.
autoconcepto global. Otras veces el suje-
to, como una forma adaptativa de salvar Estrategias para la mejora del
la imagen propia y el autorrespeto, atri- autoconcepto en los niños
buye los fracasos a factores que están bajo
revista española de pedagogía

En la introducción se planteó la im-


su control, como el esfuerzo que decide
portancia que tiene para el bienestar y
poner en la realización de la tarea esco-
la salud mental de una persona el desa-
lar. De esta manera, se marca la necesi-
rrollo de un autoconcepto y autoestima
dad de líneas de investigación centradas
sanos. Resulta fundamental que en las
en analizar cómo juegan los factores men-
cionados en la construcción del relaciones interpersonales familiares y
autoconcepto, y de qué forma puede en- escolares, el niño encuentre el espejo en
señarse a los niños a efectuar una eva- el que ver reflejada una imagen positiva
luación adecuada de sí mismos. de sí mismo, lo que también quiere decir
una imagen realista. Con este objetivo,
Una parte importante de los estudios sugerimos algunas estrategias generales
que hemos citado establecen también in- de autores reconocidos en el tema. Exis-
teresantes vinculaciones del autoconcepto ten programas desarrollados para inter-

569
Eliana Noemí SABEH

venir puntualmente sobre el autoconcepto pendientemente de que tenga éxito o no;


de los niños, en especial desde el ámbito esto significa prestar más atención a las
escolar, pero no nos detendremos en ellos aptitudes que a las deficiencias, reforzan-
en esta ocasión. do las conductas positivas con manifes-
taciones y comentarios de aprobación y
Sureda García (2001) presenta pau- elogios; c) evitar censurar, juzgar y po-
tas de actuación para la mejora del ner etiquetas a los alumnos, ya que crean
autoconcepto en el ámbito escolar, que inseguridad y dificultades a la hora de
consideramos aplicables a niños con y sin cambiar cualquier actitud; d) fomentar
discapacidad, y que pueden orientar en las tareas cooperativas frente a las com-
el día a día de la labor de los maestros. petitivas, estimulando el sentido de gru-
Este autor sugiere, entre otras estrate- po, de pertenencia a la clase y el
gias, animar al niño en público cuando desarrollo de relaciones de amistad.
ha hecho un buen trabajo, pedirle que
haga delante de todos algo que le sale
bien, valorar un logro por mínimo que Dirección de la autora: Eliana Noemí Sabeh. Universidad
de Salamanca, Facultad de Psicología, Máster en In-
sea, animar al alumno en lo que ha me- tegración de Personas con Discapacidad. Avda. de la
jorado, hacerle comentarios positivos, evi- Merced 109-131. 37005 Salamanca. E-mail:
tar situaciones negativas, no ridiculizarle esabeh@usal.es.
ante los compañeros, desdramatizar los Fecha de recepción de la versión definitiva de este artícu-
fracasos y ofrecer alternativas, mostrar- lo: 14. II. 2002
le confianza.

Bermúdez (1997) también propone


año LX, n.º 223, septiembre-diciembre 2002, 559-572

una serie de estrategias para los padres: Bibliografía


evaluar de forma objetiva al hijo, sin te- ARRÁEZ, J. M. (1998) Motricidad, autoconcepto e integra-
ción de niños ciegos (Granada, Universidad de
ner en cuenta las expectativas sobre cómo Granada).
espera que sea o cómo le gustaría que
BANDURA, A. (1989) Regulation of cognitive processes
fuese, y sin comparar el esfuerzo del niño
revista española de pedagogía

through perceived self-efficacy, Developmental


con el de los demás; oir al hijo con una Psychology, 25: 5, p. 729-735.
escucha activa; dirigirse al niño en tér-
BEANE, J. A., LIPKA, R. P., y ST. BONAVENTURE, A. (1980)
minos descriptivos de conductas, sin ha- Self-concept and self-esteem: A construct
cer juicios sobre las mismas; elogiar de differentiation, Child Study Journal, 10: 1, p.1-6.
forma adecuada.
BEAR, G. G. y MINKE, K. M. (1996) Positive bias in
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que el alumno desarrolle expectativas fal-
BELTEMPO, J. y ACHILLE, P. A. (1990) The effect of special
sas; el profesor, para ello, debe conocer class placement on the self-concept of children with
las capacidades y límites del alumno y learning disabilities, Child Study Journal, 20:2, p. 81-
esperar que tenga éxito en relación con 104.
sus posibilidades; b) facilitar que el alum- BERMÚDEZ, M. P. (1997) La autoestima como estrategia
no se sienta aceptado y respetado inde- de prevención, en BUELA-CASAL, G. FERNÁNDEZ, L.

570
El autoconcepto en niños con necesidades educativas especiales

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571
Eliana Noemí SABEH

differences in academic self-concept and peer Finalmente exponemos sugerencias sobre


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año LX, n.º 223, septiembre-diciembre 2002, 559-572

Key Words: Self-concept, Special needs,


Resumen: Children, Supports, Development,
El autoconcepto en niños con necesi- Strategies.
dades educativas especiales
revista española de pedagogía

En el presente artículo se desarrollan


consideraciones teóricas acerca del
autoconcepto y se analiza el efecto que
diversos factores vinculados al desarro-
llo de niños con necesidades especiales
pueden tener sobre la imagen de sí. Nos
centramos posteriormente en los resulta-
dos de investigaciones actuales sobre
autoconcepto en niños con discapacidad,
refiriéndonos principalmente a niños con
dificultades de aprendizaje, dado que son
el grupo sobre el que se han realizado
mayoritariamente los estudios revisados.
572

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