El protocolo nos ayuda a organizarnos mejor, a rentabilizar el tiempo que
invertimos en los actos, a planificar mejor y a establecer procesos más dinámicos y precisos. El método y la costumbre de establecer un orden de jerarquías es importante para el buen funcionamiento y la fluidez del quehacer empresarial. Además, actúa como instrumento de mejora de la economía dentro de las diversas actividades cotidianas de las compañías, redundando en la imagen corporativa y el posicionamiento en el mercado, cuidando los detalles en las relaciones, tanto humanas como corporativas… Es por esto que podemos calificar el protocolo de empresa como una herramienta que ayuda a la misma a integrarse dentro de un entorno de forma simple y natural, convirtiéndose así en una herramienta de gestión más de la identidad corporativa, tanto a nivel organizativo como de comunicación: 1. Aporta identidad corporativa: marcando líneas características y propias, implementando los aspectos más positivos de la empresa 2. Ayuda a relacionarnos de forma adecuada, con clientes, compañeros, en eventos puntuales, en circunstancias especiales,… 3. Nos ayuda a poner el acento de todas nuestras acciones en el público objetivo, acostumbrándonos a obrar de acuerdo con lo que esperan ver de nosotros, en correspondencia con la imagen más amable de nuestra empresa. 4. Nos ayuda a marcar la diferencia tanto en los detalles como en la calidad. Esto lo hace aportando estilo propio, en la comunicación interna y externa.
Tipos de protocolo empresarial
La reputación e imagen que dan los trabajadores y directivos de una empresa son muy importantes. Por ello existen distintos tipos de protocolo empresarial según cada tipo de evento o situación. Seguir estas normas pueden servir para crear relaciones positivas con futuros inversores o clientes.
Estándar. Se establecen normas que todo trabajador
debe aplicar en cualquier situación. Por ejemplo, cómo atender a un cliente o cómo presentarse ante un cliente. Eventos. Se refiere a actos o celebraciones internas o externas. Se pueden establecer normas de vestimenta para la cena de empresa o vestir con el color corporativo en la inauguración de una nueva sede. Actos públicos. Serían esas normas de comportamiento o conversación para eventos relacionados con el sector público. Es decir, en actos gubernamentales u oficiales. Contactos. Se establecen pautas para establecer contactos profesionales. Puede ser a nivel de conversación, gestos o imagen. Escrito. Hace referencia al libro de estilo que se debe seguir, por ejemplo, para escribir una carta o email. Interno. Marca las pautas de oficina y cómo deben actuar los miembros de la empresa entre ellos. Es decir, vestir correctamente, ser ordenado y utilizar un trato cordial entre miembros.