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Dentro de la terminología jurídica, los frutos se amplían a todos aquéllos productos

o rentas que se derivan de las cosas, sin que pierdan su particular esencia y función.
La doctrina tradicional realiza una clasificación de los frutos y destaca la titularidad
del propietario de la cosa fructífera e indica la cosa principal que los produce. Así
se plantean que pertenecen al propietario: los frutos naturales, los frutos industriales
y los civiles: Los primeros son las producciones naturales del suelo, animales y
plantaciones que se generan de manera espontánea. Los segundos son los que
generan los fundos de cualquier especie en favor del cultivo o del trabajo. Y por
último los que tienen carácter las rentas percibidas por negocios jurídicos que se
celebren entre las personas. Los frutos civiles son llamados así para destacar que
no son productos que se generan espontáneamente de la cosa, sino como resultado
de una relación jurídica de la que nace el derecho a obtener el fruto. Todos estos
tienen características que los diferencian y que pueden resumirse así: Los frutos
son bienes que surgiendo de una cosa determinada, llegan a tener autonomía desde
el momento en que son retiradas de la cosa principal. Sólo se conciben por frutos
los beneficios o productos de una cosa que se formen, conservando la cosa principal
su propia sustancia y función económica. De igual manera tienen una condición
accesoria respecto de la cosa fructífera, que en adelante puede seguir produciendo
otros frutos, si el propietario de la misma lo cree provechoso. Por otro lado no parece
imperioso requerir a los frutos carácter periódico alguno, sea en sentido estricto o
en sentido amplio; en resumidas cuentas, una cosa fructífera producirá o no frutos
según la voluntad y necesidades concretas de su propietario o de quien tenga algún
derecho sobre ella. En principio los frutos de una cosa corresponden a su dueño,
aunque pueden pertenecer a otra persona, ya sea en virtud de un derecho real sobre
cosa ajena, por ejemplo un usufructo, un derecho de crédito o de la posesión de
buena fe. En todo caso, el titular del derecho a observar los frutos tiene obligación
de reembolsar los gastos hechos por un tercero para su producción, recolección y
conservación. Es importante determinar en qué momento se consideran adquiridos
los frutos, especialmente cuando cambia la titularidad del derecho a percibirlos. Los
frutos naturales e industriales se adquieren por la separación, tanto si es realizada
con ánimo de percibirlos, como si obedece a causas accidentales. En cambio, los
frutos civiles se entienden adquiridos por días, aunque no hayan sido percibidos de
forma efectiva. Por otra parte al hacer referencia en materia jurídica a gastos pueden
ser entendidos como la erogación o pago de dinero que se hace en relación con
una cosa en sí misma o para obtener sus frutos. Con esta erogación se mejora la
cosa (gastos útiles), repara (gastos necesarios) e innova, pero todo ese dinero que
se invierte es lo que se denomina “Gasto”. Los gastos pueden ser discriminados en
tres modalidades: Gastos Necesarios aquéllas erogaciones de dinero que se hacen
para la conservación o mantenimiento de un bien. Gastos Útiles erogaciones de
dinero que se hacen para mejorar un bien, aumentar su valor económico o hacerlo
más productivo y gastos suntuarios son las erogaciones de dinero que se hacen
para ornamentar o embellecer un bien determinado. Los gastos suntuarios no están
sometidos a reembolso, a diferencia de los otros dos tipos de gasto, sin embargo,
en el Código Civil Venezolano se establece una excepción a esta regla,
contemplada en el artículo 1.512 del mismo, el cual señala lo siguiente: “Si el
vendedor vendió de mala fe el fundo ajeno, está obligado a reembolsar al comprador
de buena fe todos los gastos aún voluntarios, que éste haya hecho en el fundo.”
Con esta norma se quiere disponer que aun cuando los gastos realizados por el
comprador de buena fe hayan sido realizados con el objeto de embellecer el bien
comprado y no para su mera conservación o productividad, el vendedor de mala fe
está obligado, por ley, a reembolsar esos gastos efectuados por quien adquirió dicho
bien. Para la modificación de los bienes y la regulación pecuniaria de los gastos la
ley y la doctrina han señalado un régimen jurídico aplicable a los bienes cuando se
realice una mejora, una reparación o una innovación. En cuanto a las reparaciones
son los arreglos que se realizan sobre un bien para que éste se mantenga y pueda
cumplir su función principal, de manera que, si no se repara, se corre el riesgo de
que el que bien pueda convertirse en inservible. La doctrina sostiene la tesis de que
las reparaciones estás en relación directa con los gastos necesarios, pero estos
términos no deben ser confundidos porque la reparación es el arreglo y el gasto es
la erogación del dinero, sin embargo, a los fines del reembolso sí son iguales. Para
el Régimen Jurídico de las Reparaciones se citarán las disposiciones del Código
Civil Venezolano que regulan el régimen de reparaciones, de acuerdo con la materia
a la cual se refieran. En materia de Usufructo, Artículo 606, El usufructuario está
obligado a las reparaciones menores, y también a las mayores que se hayan
ocasionado por no haber hecho las menores después de la apertura del usufructo.
Artículo 607, En cualquier otro caso, el usufructuario que haya hecho las
reparaciones mayores tendrá derecho a que se le reembolse, sin interés alguno, el
valor de las obras ejecutadas, con tal que subsista su utilidad al tiempo de la
cesación del usufructo. También el Artículo 608, Si el usufructuario no quiere
anticipar la cantidad necesaria para las reparaciones mayores, y el propietario
quiere ejecutarlas a sus expensas, el usufructuario pagará al propietario durante el
usufructo, los intereses de lo gastado. Y por último el Artículo 609, Se entiende por
obras o reparaciones mayores las que ocurren por una vez o a largos intervalos de
tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente utilidad de la cosa
fructuaria. Con relación al Derecho de Habitación, está el Artículo 629, Si quien tiene
el uso de un fundo tomare todos sus frutos, estará obligado a hacer los gastos de
cultivo, y si quien tiene derecho de habitación ocupare toda la casa estará obligado
a las reparaciones menores. Ambos pagarán las contribuciones como el
usufructuario. Con Respecto al Retracto Legal y Convencional el Artículo 1.544,
expresa, El vendedor que hace uso del derecho de retracto, debe reembolsar al
comprador no sólo el precio recibido, sino también los gastos y costos de la venta,
los de las reparaciones necesarias y los de las mejoras que hayan aumentado el
valor del fundo hasta concurrencia del mayor valor que éste tenga. No puede entrar
en posesión sino después de haber satisfecho todas estas obligaciones. Por su
parte el Artículo 1.548, En el retracto legal se aplicará lo dispuesto en los artículos
1.539 y 1.544 del CCV. En materia de Arrendamiento, está el Artículo 1.586, El
arrendador está obligado a entregar la cosa en buen estado y hechas las
reparaciones necesarias. Es importante resaltar que durante el tiempo del contrato
debe hacer todas las reparaciones que la cosa necesite, excepto las pequeñas
reparaciones que, según el uso, son de cargo de los arrendatarios. Artículo 1.590,
Si durante el contrato es preciso hacer en la cosa arrendada alguna reparación
urgente que no pueda diferirse hasta la conclusión del arrendamiento, tiene el
arrendatario la obligación de tolerar la obra aunque sea muy molesta y aunque
durante ella se vea privado de una parte de la cosa. Si la reparación dura más de
veinte días, debe disminuirse el precio de arrendamiento, en proporción del tiempo
y de la parte de la cosa de que el arrendatario se ve privado.
Si la obra es de tal naturaleza que impida el uso que el arrendatario hace de la cosa,
puede aquél, según las circunstancias, hacer resolver el contrato. Así también el
Artículo 1.612, Se estará a la costumbre del lugar respecto a las reparaciones
menores o locativas que hayan de ser a cargo del inquilino. Con relación a la
Comunidad tenemos el Artículo 762, Cada comunero tiene derecho de obligar a los
demás a que contribuyan con su porción a los gastos necesarios para la
conservación de la cosa común, salvo a estos la facultad de libertarse de tal deber
con el abandono de su derecho en la cosa común. En materia de Sociedad el
Artículo 1.668, expresa, A falta de estipulaciones especiales sobre el modo de
administración, se observaran las reglas siguientes: Cada socio tiene derecho de
obligar a los demás a contribuir con él a los gastos necesarios para la conservación
de las cosas de la sociedad. Las dos disposiciones citadas en materia de
Comunidad y Sociedad existe la relación de que no es necesario en ambas
instituciones jurídicas el consentimiento, basta que el comunero o el socio invierta
el dinero en las reparaciones para quedar facultado a exigirles a los demás su
contribución con los gastos. Con relación al Depósito el Artículo 1.773, El
depositante está obligado a reembolsar al depositario los gastos que haya hecho
para la conservación de la cosa depositada, y a indemnizarle los daños que le haya
causado el depósito. Y con respecto a la Garantía Prendaria el Artículo 1.845,
señala, El acreedor es responsable, según las reglas establecidas en el Título de
las obligaciones, de la pérdida o del deterioro de la prenda sobrevenidas por su
negligencia. El deudor debe, por su parte reembolsar al acreedor los gastos
necesarios que éste haya hecho para la conservación de la prenda. En cuanto a las
mejoras las podemos definir como todas aquéllas obras que se realizan sobre una
cosa, con la finalidad de aumentar su productividad e incrementar su valor. Para el
régimen jurídico de las mejoras a continuación se citarán las disposiciones del
Código Civil Venezolano que regulan el régimen de mejoras, de acuerdo con la
materia a la cual se refieran. En materia de Usufructo el Artículo 600, que expresa,
El propietario no puede en manera alguna dañar los derechos del usufructuario, y
éste, o quien lo represente, no tiene derecho, al finalizar el usufructo, a la
indemnización por las mejoras que haya hecho, aunque con ellas se haya
aumentado el valor de la cosa. El aumento de valor puede, sin embargo, compensar
los deterioros que haya padecido la cosa sin culpa grave del usufructuario. Cuando
no haya lugar a esa compensación, podrá el usufructuario extraer las mejoras si
puede hacer esto en provecho propio, y sin deterioro de la cosa, a no ser que el
propietario prefiera retenerlas, reembolsando al usufructuario el valor que pudieran
tener separándolas. Respecto a las Servidumbres el Artículo 732, nos dice que, El
propietario del predio sirviente no puede hacer nada que tienda a disminuir el uso
de la servidumbre o hacerlo más incómodo. Con todo, si el ejercicio se ha hecho
más oneroso al propietario del predio sirviente, o si le impide hacer en aquellos
lugares, trabajos, reparaciones o mejoras, puede ofrecer al propietario del otro
predio un lugar igualmente cómodo para el ejercicio de sus derechos, y éste no
puede rehusar el ofrecimiento. En materia de Legado está el Artículo 912, Cuando
quien haya legado la propiedad de un inmueble le ha agregado adquisiciones
posteriores, estas adquisiciones, bien que contiguas, no formarán parte del legado
sin una nueva disposición. Sin embargo, forman parte de él los embellecimientos,
las nuevas construcciones sobre el inmueble legado y la ampliación que venga a
quedar comprendida dentro de un mismo cercado. En materia de Compra – Venta,
el Artículo 1.511, indica que, El vendedor está obligado a reembolsar al comprador,
o a hacerle reembolsar por quien ha reivindicado, el valor de las refacciones y
mejoras útiles que haya hecho al fundo y a que tenga derecho. Por su parte el
Artículo 1.544, El vendedor que hace uso del derecho de retracto, debe reembolsar
al comprador no sólo el precio recibido, sino también los gastos y costos de la venta,
los de las reparaciones necesarias y los de las mejoras que hayan aumentado el
valor del fundo hasta concurrencia del mayor valor que éste tenga. No puede entrar
en posesión sino después de haber satisfecho todas estas obligaciones. Cuando se
trata de Hipoteca el Artículo 1.880, expresa, La hipoteca se extiende a todas las
mejoras, a las construcciones y demás accesorios del inmueble hipotecado. Las
Innovaciones se definen como obras que modifican la consistencia material y, por
ende, económica del bien, sea en sentido positivo o en sentido negativo. Modifica
el valor económico del bien y puede ser positivo si el bien es mejorado; se puede
equiparar, entonces, la innovación a las mejoras. Para el Régimen Jurídico de las
Innovaciones están las siguientes disposiciones del Código Civil Venezolano que
regulan el régimen de innovaciones, de acuerdo con la materia a la cual se refieran.
Tiene interés en materia de Comunidad el Artículo 763, Ninguno de los comuneros
podrá hacer innovaciones en la cosa común, aunque reporte a toda ventaja, si los
demás no consienten en ello, salvo lo dispuesto en el artículo siguiente. En materia
de Propiedad Horizontal; Se aplica la misma regla del artículo citado ut supra. En
relación con la Sociedad el Artículo 1.668, A falta de estipulaciones especiales sobre
el modo de administración, se observaran las reglas siguientes: Uno de los socios
no puede hacer innovaciones sobre las cosas de la sociedad, aunque las crea
ventajosas a ésta, si los demás socios no consienten en ello. Recordando el aspecto
de las reparaciones, en las que el socio o comunero puede realizarlas quedando
éste, facultado para obligar a los demás a contribuir en los gastos, en este aspecto,
a diferencia de las reparaciones, y en virtud de que las innovaciones pudieran
resultar negativas, ninguno de ellos puede, unilateralmente, realizar alguna
innovación sin el consentimiento de los demás socios o comuneros.

Erika D. Flores G.
18.669.007

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