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PASOS PARA PLAIFICAR UNA CLASE

Un plan de clase es el mapa de carreteras del docente para guiar a los estudiantes y así logren
aprender de la forma en que se hará durante el tiempo de clase. Antes de planificar la lección,
primero tendrás que identificar los objetivos de aprendizaje para la clase. A continuación, se
pueden diseñar actividades de aprendizaje apropiadas y desarrollar estrategias para obtener
información sobre el aprendizaje del estudiante. Una lección exitosa es saber las direcciones
del plan e integra estos tres componentes clave:
• Objetivos de aprendizaje de los estudiantes
• Las actividades de enseñanza / aprendizaje
• Estrategias para comprobar la comprensión del estudiante
La especificación de objetivos concretos para el aprendizaje del estudiante ayudará a
determinar el tipo de actividades de enseñanza y aprendizaje que se van a utilizar en clase,
mientras que las actividades definirán cómo comprobar si los objetivos de aprendizaje se han
logrado.
Pasos para la preparación de un plan de clase

Cada paso va acompañado de una serie de preguntas destinadas a la reflexión y ayuda en el


diseño de enseñanza y el aprendizaje de las actividades.
1. Los objetivos de aprendizaje

El primer paso es determinar lo que quieres que tus estudiantes aprendan y sean capaces de
hacer al final de la clase. Para ayudarte a especificar los objetivos de aprendizaje de los
estudiantes, responde a las siguientes preguntas:
• ¿Cuál es el tema de la lección?
• ¿Qué quiero que los estudiantes aprendan?
• ¿Qué quiero que entiendan y sean capaces de hacer al final de la clase?
• ¿Qué quiero que se lleve de esta lección en particular?
Una vez que expongas los objetivos de aprendizaje de la clase, debes clasificarlos en función
de su importancia. Este paso te preparará para la gestión del tiempo de clase y el logro de los
objetivos de aprendizaje más importantes en caso de que estés presionado por el
tiempo. Considera las siguientes preguntas:
• ¿Cuáles son los más importantes conceptos, ideas o habilidades que quiero que los
estudiantes sean capaces de entender y aplicar?
• ¿Por qué son importantes?
• Si se me acabó el tiempo, cuáles no podrían omitirse?
• Y a la inversa, cuáles podría saltarse si está presionado por el tiempo?
2. Desarrollar la introducción

Ahora que tienes tus objetivos de aprendizaje en orden de importancia, sigue el diseño de las
actividades específicas que vas a utilizar para llegar a los estudiantes a entender y aplicar lo
que han aprendido. Dado que vas a tener un cuerpo diverso de estudiantes con diferentes
experiencias académicas y personales, que pueden estar ya familiarizados con el tema, es
bueno comenzar con una pregunta o actividad para medir el conocimiento del sujeto o,
posiblemente, sus nociones preconcebidas. Por ejemplo, se puede hacer una encuesta
sencilla: “¿Cuántos de ustedes han oído hablar de X? Levante la mano si tiene.” También
puedes informarte de los antecedentes de tus estudiantes antes de la clase mediante el envío
de una encuesta electrónica o pidiéndoles que escriban comentarios en tarjetas. Esta
información adicional puede ayudar a dar forma a la introducción, las actividades de
aprendizaje, etc. Cuando tienes una idea de familiaridad de los estudiantes con el tema,
también tendrás una idea en lo que debes centrarte.
Desarrollar una introducción al tema creativo para estimular el interés y fomentar el
pensamiento. Se puede utilizar una variedad de enfoques para involucrar a los estudiantes
(por ejemplo, anécdotas personales, acontecimientos históricos, el dilema a la reflexión,
ejemplo del mundo real, cortos de videos, la aplicación de prácticas, preguntas de sondeo,
etc.). Considera las siguientes preguntas al planificar la introducción:
• ¿Cómo puedo comprobar si los estudiantes saben o no saben nada sobre el tema?
• ¿Cuáles son algunas ideas comúnmente aceptadas (o posiblemente las ideas falsas) sobre
este tema que los estudiantes podrían estar familiarizados?
• ¿Qué voy a hacer para introducir el tema?
3. Planificar las actividades específicas de aprendizaje (el cuerpo principal de la lección)

Preparar varias maneras diferentes de explicar el material (ejemplos de la vida real, analogías,
visuales, etc.) para captar la atención de más estudiantes y atraer a diferentes estilos de
aprendizaje. Al planear los ejemplos y actividades, debes estimar la cantidad de tiempo que
gastas en cada uno. Construir en el transcurso la explicación o la discusión, sino también estar
preparado para pasar rápidamente a diferentes aplicaciones o problemas, e identificar
estrategias que ayuden a la comprensión. Estas preguntas podrían ayudar a diseñar las
actividades de aprendizaje que vas a utilizar:
• ¿Qué voy a hacer para explicar el tema?
• ¿Qué voy a hacer para ilustrar el tema de una manera diferente?
• ¿Cómo se puede involucrar a los estudiantes en el tema?
• ¿Cuáles son algunos ejemplos de la vida real, analogías o situaciones relevantes que pueden
ayudar a los estudiantes a entender el tema?
• ¿Cómo ayudarles a los estudiantes a comprender mejor el tema?
4. Plan para comprobar la comprensión

Ahora que has explicado el tema y se ilustra con ejemplos diferentes, es necesario comprobar
la comprensión del estudiante  ¿cómo vas a saber que los estudiantes están
aprendiendo? Piensa acerca de las preguntas específicas que puedes hacer a los estudiantes
con el fin de comprobar la comprensión, anotarlas, y luego parafrasear a ellos de modo que
estás preparado para hacer las preguntas de diferentes maneras. Tratar de predecir las
respuestas a tus preguntas. Decidir si deseas que los alumnos respondan de forma oral o por
escrito. Puedes mirar algunas estrategias para ampliar el pensamiento del estudiante, para
ayudarle a generar algunas ideas y también puedes hacerte las siguientes preguntas:
• ¿Qué preguntas voy a pedir a los estudiantes para comprobar la comprensión?
• Volviendo a mi lista de objetivos de aprendizaje, ¿cuáles actividades puedo hacer a los
estudiantes para comprobar si cada uno ha logrado aprender algo?
Una estrategia importante que también te ayudará con la gestión del tiempo es anticipar
preguntas de los estudiantes. Al planear tu lección, decidir qué tipo de preguntas serán
productivas para la discusión y qué preguntas podrían desviar a la clase. Pensar y decidir
sobre el equilibrio entre cubrir el contenido (la consecución de sus objetivos de aprendizaje) y
la garantía de que los estudiantes entiendan.
5. Desarrollar una conclusión y una vista previa

Ir sobre el material cubierto en clase con un resumen de los puntos principales de la


lección. Esto se puede hacer de varias maneras: puedes indicar los puntos principales a sí
mismo ( “Hoy hablamos de …”), se puede pedir a un estudiante para ayudarle a resumir, o
incluso se puede pedir a todos los estudiantes que escriban en una pedazo de papel lo que
creen que fueron los puntos principales de la lección. Puedes revisar las respuestas de los
estudiantes para medir su comprensión del tema y luego explicar más clara la siguiente
clase. Concluir la lección no sólo con un resumen de los puntos principales, sino también por
la vista previa de la próxima lección. ¿Cómo funciona el tema con el que viene? Esta vista
previa estimulará el interés de los estudiantes y ayudarles a conectar las diferentes ideas
dentro de un contexto más amplio.
6. Crear una línea de tiempo realista

Una lista de los diez objetivos de aprendizaje no es realista, por lo que reducir la lista a los
dos o tres conceptos clave, ideas o habilidades que deseas que los estudiantes aprendan. Los
profesores también están de acuerdo en que a menudo tienen que ajustar su plan de clase
durante la clase en función de lo que los estudiantes necesitan. La lista de objetivos de
aprendizaje priorizados te ayudará a tomar decisiones sobre el terreno y ajustar el plan de
clase, según sea necesario. Tener ejemplos adicionales o actividades alternativas también
permitirá ser flexible. Una línea de tiempo realista reflejará tu flexibilidad y capacidad de
adaptarte al entorno específico en el aula. He aquí algunas estrategias para la creación de una
línea de tiempo realista:
• Estimar la cantidad de tiempo de cada una de las actividades, a continuación, planificar un
tiempo extra para cada una.
• Cuando prepares tu plan de clase, al lado de cada actividad indica la cantidad de tiempo que
esperas tomará.
• Planificar unos minutos al final de la clase para responder a cualquier pregunta que quedan y
para resumir los puntos clave.
• Planificar una actividad adicional o pregunta de discusión en caso de que haya tiempo.
• Ser flexible – estar listo para ajustar el plan de lección a las necesidades de los estudiantes y
centrarse en lo que parece ser más productivo en lugar de cumplir con el plan original.

Tipos de planificación
Las planificaciones se clasifican según el tiempo de clase que abarcan -por ejemplo si son
anuales o por unidades didácticas- y según el modelo pedagógico en el que se inscriben.
Te presentamos una descripción y ejemplos de cada una de ellas.
Las planificaciones tienen distintas clasificaciones según tiempo invertido o modelo
pedagógico.

1. Según tiempo invertido

PLANIFICACIÓN ANUAL
Se trata de un diseño que contempla los aprendizajes que se espera lograr durante todo un
año de clases. Como es un periodo extenso de tiempo, se compone de varias unidades
didácticas que, idealmente, deberían presentar cierta coherencia entre sí.

PLANIFICACIÓN DE UNA UNIDAD DIDÁCTICA


Es más breve que la planificación anual, aunque no se rige por un número fijo de horas
pedagógicas, sino que cada docente lo decide según el tiempo que cree necesario para
lograr un aprendizaje determinado.

PLANIFICACIÓN CLASE A CLASE


Es más específica que la unidad didáctica y corresponde al trabajo personal del docente
para preparar de forma detallada cada una de sus clases. Más que a la planificación,
se asocia a la noción de diseño de la enseñanza, que se explica en otra sección de este
especial.
No es recomendable que se pida a los profesores y profesoras entregar este diseño, puesto
que es posible que deban modificarlo en diversas ocasiones según los resultados que
vayan obteniendo en la práctica, a partir de decisiones pedagógicas que beneficien el logro
de mejores aprendizajes en los estudiantes. Exigir la entrega de este tipo de planificación a
los docentes, si se la asume de forma rígida y estática, puede resultar perjudicial, pues la
supervisión del cumplimiento de lo diseñado clase a clase puede finalmente jugar en contra
del logro de las expectativas. A pesar de lo anterior, la planificación clase a clase resulta
sumamente útil para el docente, pues permite organizar la secuencia de aprendizaje
dentro de una sesión, señalando las distintas etapas de trabajo desde que comienza la hora
hasta que termina. De lo contrario, el manejo del tiempo puede convertirse en un problema
para la dinámica diaria en el aula.
2. Según modelo pedagógico
Otra forma de clasificar las planificaciones es considerar el modelo pedagógico en el
que se inscriben, de acuerdo a los elementos que incluye cada tipo de planificación. A
continuación te mostramos algunos de los tipos que existen, junto con ejemplos para
cada uno:
PLANIFICACIÓN 'EN SÁBANA'
Esta forma de planificación corresponde a un modelo pedagógico tradicional o
academicista. Su estructura contiene definición de objetivos generales y específicos,
listado de contenidos a tratar, y las pruebas que se realizarán en el semestre (sin
indicadores sobre los aprendizajes a evaluar). Su ventaja es que permite desglosar con
mucha especificidad los conceptos que son necesarios para trabajar adecuadamente una
unidad. Sus desventajas se asocian con la ausencia de una mirada
didáctica respecto de los contenidos (cómo se trabajarán) y del rol del alumno o alumna
dentro de esa secuencia de aprendizaje.

PLANIFICACIÓN EN T
Es un tipo de planificación que se estructura en cuatro secciones: capacidades - destrezas,
valores
- actitudes, procedimientos - estrategias y contenidos conceptuales. Se inserta tanto en
el modelo cognitivo (habilidades adquiridas) como en el constructivista (forma de adquirir
las habilidades).
Su ventaja es que permite abordar todos los aspectos importantes de una planificación, pues
requiere pensar en los contenidos desde su triple dimensión (conceptual, procedimental y
actitudinal) y en la forma de lograr el aprendizaje (metodología).
Sus desventajas se asocian a la ausencia de evaluación y a su carácter excesivamente
amplio, lo que hace de la 'T' un buen modelo para planificación anual, aunque no del todo
para las unidades didácticas.

 PLANIFICACIÓN V HEURÍSTICA
Este tipo de planificación se asocia principalmente al modelo cognitivo y puede ser muy
útil para el docente, en términos de evidenciar el sustento teórico que está tras su
unidad didáctica. En primer lugar, se debe pensar en una pregunta central que se quiera
resolver con los estudiantes (ejemplo: ¿Por qué los animales se dividen en especies?, ¿por
qué el arte del Renacimiento es de esta forma?, ¿qué objeto tecnológico podría crearse para
solucionar el problema X?).
En un lado de la pregunta se escribe todo lo que tenga relación con el desarrollo
conceptual que se necesita para responderla (filosofía, teorías, principios y conceptos). Al
otro lado de la pregunta se coloca todo lo referente a la metodología que permitirá
desarrollar los conceptos (afirmaciones de valor, afirmaciones de conocimiento,
transformaciones que debe realizar el estudiante frente a los conceptos y hechos o
actividades en que el alumno o alumna aplica lo aprendido).Su ventaja es que permite al
profesor o profesora unir la teoría de su disciplina con la práctica pedagógica. Se trata, en
todo caso, de un modelo bastante complejo, pues no siempre es fácil diferenciar las
distintas categorías que propone.

 PLANIFICACIÓN EN TRAYECTO:
Este tipo de planificación se inserta en los modelos cognitivo y constructivista. Contempla
cuatro casilleros principales: aprendizaje esperado, contenidos, actividad y evaluación.
Una de sus ventajas es que trabaja con la misma nomenclatura de los Programas de
Estudio, lo que asegura un trabajo asociado a nuestro actual Marco Curricular. Además,
contempla todos los elementos necesarios para una planificación: el qué (contenidos), el
para qué (aprendizajes esperados, evaluación) y el cómo (actividad).
Es un tipo de planificación que sirve para elaborar unidades didácticas y no planificaciones
anuales, pues su brevedad requeriría reunir varios trayectos para abarcar un año completo.

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