Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Calidad de Aireen 2 Hospitales en Mexico 2014.
Calidad de Aireen 2 Hospitales en Mexico 2014.
Palabras clave: bioaerosoles, muestra de aire, bacterias, propágulos fúngicos, hospital, calidad del aire,
biopartículas
RESUMEN
ABSTRACT
A B C
Fig. 1. A. Equipo utilizado para el análisis de calidad del aire: M air T, MilliporeMR. B. Placa con medio rosa de bengala. C. Placa
con medio AST.
354 M. Maldonado-Vega et al.
excelente soporte de crecimiento para estos organis- Condiciones de la técnica de reacción en cadena
mos. Estos cultivos de bacterias fueron incubados a de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés)
37 ºC por un periodo de 24 h para iniciar el conteo La reacción de PCR se llevó a cabo en un volumen
de colonias, las que fueron monitoreadas durante total de 50 µL bajo las siguientes condiciones: 5 µL
tres días para observar detalles de sus características de 10 × amortiguador PCR, 1.5 µL de MgCl 2
morfológicas. El medio de cultivo ARB se utilizó (50 mM), 1 µL de solución de dNTP (10 mM), 1 µL
para los hongos, las cajas de Petri fueron incubadas a de cada iniciador directo y reverso (30 mM), 0.25 µL
25 ºC por un periodo de 5 días. El ARB fue utilizado de polimerasa Platinum Taq DNA 5 U/µL (Invitro-
debido a sus propiedades bacteriostáticas, así como a gen). El programa se llevó a cabo en un Mastercycler
su efecto ligeramente fungistático sobre el crecimien- Gradient (Eppendorf AG, Hamburg, Modelo: 5331),
to del micelio (Ottow 1972). Una vez transcurrida la el templado fue inicialmente desnaturalizado a 95 ºC
incubación, se realizaron los conteos de colonias en por 5 min, seguido por 30 ciclos de amplificación de
cada una de las cajas de Petri, mismos que fueron PCR con una desnaturalización a 94 ºC por 30 s, ali-
reportados como unidades formadoras de colonias neamiento a 57 ºC por 40 s, primera extensión a 72 ºC
por metro cúbico de aire (UFC/m3) y calculados con por 1 min y una extensión final de 5 min a 72 ºC.
la siguiente fórmula:
Identificación de bacterias
Conteos totales (UFC/m3)
= [Colonias totales × Se realizó la amplificación y secuenciación de
1000]/250 o 100 L, dependiendo del volumen de regiones conservadas del gen 16S ribosomal (16S
muestra tomado. RNA). Los oligonucleótidos utilizados fueron FD1: 5´
CCG AAT TCG TCG ACA ACA GAG TTT GAT CCT
Una vez contadas las colonias observadas con GGC TCA G 3´ y RD1: 5´ CCC GGG ATC CAA GCT
mayor frecuencia, se aislaron en cajas de agar papa TAA GGA GGT GAT CCA GCC 3´ (Weisburg et al.
dextrosa (APD ) en el caso de los hongos y de AST 1991). Para la identificación del género y especie de
en el caso de las bacterias para su posterior identifi- las bacterias aisladas, las secuencias fueron alineadas
cación macro y microscópica. y comparadas con las secuencias ARNr 16S de las
bases de datos National Center for Biotechnology
Observaciones morfológicas Information mediante el programa BLAST (Gasch
Los organismos aislados fueron cultivados et al. 2000) y para dar más confianza a los resultados
durante siete días en APD a 25 ºC. Para el caso de y verificar si se trataba del mismo microorganismo
hongos se consideró la textura o aspecto, color, se utilizaron tres bases de datos adicionales: Ribo-
velocidad de crecimiento radial, tamaño (mm), somal Database Project II (http://rdp.cme.msu.edu/
pigmentación del micelio y al anverso del medio, seqmatch/seqmatch_intro.jsp; Cole et al. 2005, Cole,
forma, borde y elevación de la colonia. Para la iden- et al. 2007) y Greengenes Project (http://greengenes.
tificación microscópica se observaron las conidias, lbl.gov/cgi-bin/nph-blast_interface.cgi; DeSantis et
hifas, conidióforos, esporas y cuerpos fructíferos. al. 2006), SILVA database project (http://www.megx.
Para el caso de las colonias de bacterias se consideró net/gms/geographic-blast/). Las cuatro bases de datos
el color, textura, forma, tamaño y bordes. En cuanto fungieron como herramientas para el alineamiento y
a la morfología microscópica se realizó la prueba clasificación de las secuencias.
de tinción de Gram.
Identificación de propágulos fúngicos
Extracción de ADN de los cultivos La identificación molecular de los propágulos
Los diferentes aislados de bacterias se sembra- fúngicos se llevó a cabo mediante la amplificación de
ron en 3 mL de caldo soya tripticasa (CST), más un la región 5.8 S de los genes ribosómicos. La región
duplicado del medio sin inocular como testigo nega- ITS1-5.8S-ITS2 fue amplificada a partir del ADN
tivo. Todos los cultivos se incubaron en baño maría genómico usando los oligonucleótidos específicos
(marca Lab-Line Instrument, Inc. modelo 4682), con ITS1: (5´ TCC GTA GGT GAA CCT GCG G 3´),
agitación (250 rpm) por 12 h a 37 ºC. Transcurrido el ITS4: (5´ GCT GCG TTC TTC ATC GAT GC 3´; Luo
tiempo de incubación se tomaron los 3 mL del CST y Mitchell 2002). El programa de amplificación fue
para la extracción del ADN a través del ZR Fungal/ predesnaturalizado a 95 ºC por 5 min; 35 ciclos a 95
Bacterial DNA Kit™ siguiendo las indicaciones del ºC por 30 s, 50/55/60 ºC por 30 s y 72 ºC por 1 min;
fabricante. Se utilizó el mismo kit para la extracción y una extensión final a 72 ºC por 10 min. Los datos de
del ADN fúngico. secuenciación fueron optimizados usando el programa
BIOAEROSOLES EN DOS HOSPITALES DE LEÓN, GTO. MÉXICO 355
500
Hospital 1 - “Privado”
400
Hospital 2 - Público”
Hongos (UFC/m3)
300
200
100
0
Testigo Sala de espera Quimioterapia Terapia Terapia Cirugía- Entrada
intensiva intensiva hospitalización quirófano-
(adultos) (niños) (transplante) recuperación
Fig. 2. Promedios de concentración de propágulos fúngicos ± error estándar entre un hospital privado de primer nivel
(hospital 1) y un hospital público regional con limitaciones (hospital 2).
500
Hospital 1 - “Privado”
300
200
100
0
Testigo Sala de espera Quimioterapia Terapia Terapia Cirugía- Entrada
intensiva intensiva hospitalización quirófano-
(adultos) (niños) (transplante) recuperación
Fig. 3. Promedios de concentración de bacterias ± error estándar entre un hospital privado de primer nivel (hospital 1)
y un hospital público regional con limitaciones (hospital 2)
micelio de varios propágulos fúngicos en las mues- Penicillum, Botryotichum, Achremonium (Fig. 5A).
tras tomadas, algunas de las cuales fue difícil aislar Mientras que en el hospital 2 los siguientes 15 géne-
debido a que hongos como los Zygomycetos cubren ros fueron identificados: Cladosporium, Penicillum,
la superficie de las placas impidiendo el crecimiento Pythium, Stemphyllium, Trichoderma, Fusarium,
de otros hongos. Sin embargo, fue posible aislar e Melanconis, Hormodendrum, Epicoccum, Mucor,
identificar un total de 17 propágulos fúngicos en el Clamidosporium, Cylindrocarpon, Alternaria, Cryp-
hospital 1 y 22 en el hospital 2. Los resultados de tococcus, Aspergillus (Fig. 6A). En los hospitales 1
secuenciación del ITS y algunas otras, permitieron la y 2, el género dominante entre las secuencias identi-
identificación de especies, principalmente con base ficadas de hongos fue Fusarium con un 56 % y 21 %
en las las características micro y macromorfológicas del total respectivamente. En el hospital 1, hubo una
tales como tipo de colonia, presencia o ausencia distribución homogénea entre los géneros Penicillum,
de micelio aéreo, color de la colonia y producción Microsporum y Helminthosporium (11 % de cada
de pigmentos (Samsom et al. 2010). Algunos propá- uno; Fig. 5A). Algunos de los hongos reportados en
gulos fúngicos pertenecieron a la misma especie. Sin la figura 5A no fueron identificados a nivel de espe-
embargo, al momento de aislarlos presentaban varia- cie debido a que no fue posible separarlos de otras
ciones ligeras en las características de sus colonias. Los colonias, lo cual se ha reportado como un problema
siguientes seis géneros fueron identificados en el hos- recurrente en estudios de identificación de hongos
pital 1: Fusarium, Helminthosporium, Microsporum, (Nilsson et al. 2009).
BIOAEROSOLES EN DOS HOSPITALES DE LEÓN, GTO. MÉXICO 357
A Fusarium
Bacillus Penicillium
17% 17% Pythium
Corynebacterium
A 4% Trichoderma
Escherichia 4% 4% Aspergillus niger
8% 9% 4% 21% Hormodendrum
Kocuria 4% Melanconis desmazieri
8% 8% Enterobacter 4% Stemphyllium
Proteus 4% Clamidosporium tenussimum
8% 8% 4% 17%
Rahnella 4% Epicoccum nigrum
17% Cladosporium oxysporum
Pseudomonas 4% 9%
4% 9% Mucor ramosissimum
Kluyvera Cylindrocarpon didymium
Alternaria arborescences
Cryptococcus albidus
B
Bacillus
Escherichia 20%
40% Fusarium flocciferum
B Knoellia Fusarium chlamydosporum
Kocuria 20% Fusarium equiseti
5% Micrococcus 20% Fusarium
5% 14%
5% Mycrobacterium
5% 5%
Rothia
5%
5% Klebsiella Fig. 6. Porcentaje de géneros y especies pertenecientes a
5%
Alcaligenes los propágulos fúngicos identificados en hospital 2.
14% 5%
5% Agrobacterium A: organismos identificados B: especies de Fusarium
5% 5% 5%
5% Kluyvera encontradas con mayor frecuencia
5%
Neisseria
Pseudomonas para evaluar la contaminación microbiana del aire
Acinetobacter
Enterobacter
en lugares de riesgo tales como hospitales, estas
Stenotrophomonas acciones son consideradas como aportación hacia la
Pandoraea prevención de infecciones nosocomiales (Whyte, et
al., 1992, Eickhoff, 1994). Dado que los niveles de
Fig. 4. Porcentaje de géneros pertenecientes a las bacterias
aisladas e identificadas. A: hospital 1. B: hospital 2 microorganismos dependen de un gran número de
variables, actualmente no existen niveles específicos
de UFC/m3 aceptados por todas las instituciones
A 6%
5% (Gulliver y Briggs 2004, Pasquarella et al. 2000, Ho-
11%
Fusarium seinzadeh et al. 2013). Sin embargo, se han propuesto
Penicillium estándares que son aceptados ampliamente. Hasta
11%
56%
Microsporum
Helminthosporium
el momento, el medio más efectivo para cuantificar
Botryotichum microorganismos en el aire está limitado al conteo
11%
Achremonium de unidades formadoras de colonias (UFC); éste es el
parámetro más importante ya que indica el número de
microorganismos viables (capaces de multiplicarse)
(Pasquarella, et al., 2000). La Organización Mundial
B de la Salud (OMS) ha sugerido que la concentración
20% 20%
Fusarium crookwellense de microorganismos en lugares de uso común debe
Fusarium equiseti
20% Fusarium semitectum
ser menor de 300 UFC/m3. Mientras que en lugares
20%
Fusarium solani para individuos con sistemas inmunocomprometidos,
20% Fusarium sp la concentración debe ser menor de 100 UFC/m3
(WHO 1990). Adicionalmente, se ha propuesto una
Fig. 5. Porcentaje de géneros pertenecientes a los propágulos
relación de los valores de concentración de microor-
fúngicos aislados e identificados en el hospital 1.A: Gé- ganismos entre el ambiente interior (I) y el ambiente
neros identificados B: Especies de Fusarium encontradas exterior (E) para determinar la procedencia de la
con mayor frecuencia contaminación. Se dice que una relación I/E mayor de
1 indica que la fuente de contaminación microbiana
DISCUSIÓN se encuentra en el ambiente interior (Brooks y Davis
1992). La relación I/E de los propágulos fúngicos
Los microorganismos en el ambiente representan para el hospital 1 (tomando el valor más alto repor-
un peligro invisible ya que son un factor de riesgo tado en la sala de espera 1) fue 184/408 = 0.45. Para
para contraer y manifestar enfermedades. En años el hospital 2 fue 442/404 = 1.09 (tomando el máximo
recientes, se han llevado a cabo diferentes estudios valor de concentración microbiana encontrado en el
358 M. Maldonado-Vega et al.
3er piso de cirugía). En el caso de aerobacterias para bacteremia (Giammanco et al. 2011). Respecto a
el hospital 1 la mayor concentración fue encontrada Enterobacter cancerogenus se ha reportado un in-
en terapia intensiva de niños, de tal modo que la cremento en infecciones nosocomiales causadas por
relación fue de 232/280 = 0.82. Para el hospital 2 esta bacteria (NNIS 2003), la cual además presenta
fue de 448/122 = 3.6 (tomando el valor más alto que una resistencia natural a aminopenicilinas (Rottman
fue encontrado en terapia intensiva de adultos). Con et al. 2002). En tanto que Enterobacter ludwigii es
estas consideraciones es posible decir que la fuente una de las seis especies asignadas a un complejo
de contaminación en la mayoría de las muestras de denominado Enterobacter cloacae que ha llamado
aire colectadas en el hospital 1 es mayor en el exterior la atención por el aumento en su incidencia como
(ya que la relación fue menor a 1) y para el hospital 2 patógeno (Mezzatesta et al. 2012). Por otro lado
la fuente de contaminación procedió del ambiente el diagnóstico de Kluyvera asociado a infecciones
interior. Esta diferencia podría explicarse en función es de muy baja frecuencia, produce enfermedades
del tiempo de operación de cada uno de los hospitales. de manera aislada y es reconocido principalmen-
Las concentraciones obtenidas indicaron que los te como un patógeno oportunista. Sin embargo,
dos hospitales se consideran como contaminados recientemente se han reportado casos en los que
en ciertas áreas, ya que los niveles de bacterias y Kluyvera se comporta de forma más virulenta de
propágulos fúngicos estuvieron muy por arriba de lo que previamente se conocía (Farmer et al. 1981,
los aceptables de acuerdo con lo establecido por Sarria et al. 2001, Carter y Evans 2005). Asimismo,
la OMS (WHO 1990). Respecto a los niveles de se ha reportado que Kluyvera cryocrescens puede
microorganismos del hospital 1 se observa en la causar infecciones serias en pacientes con catéter
figura 2 que para propágulos fúngicos el área de venoso central, especialmente en inmunosuprimidos
quimioterapia, terapia intensiva (adultos), terapia (Toprak et al. 2008). En el caso de Rahnella aquati-
intensiva (niños) y trasplante (presión 4to. piso) lis se le han adjudicado varios tipos de infecciones
tuvieron concentraciones menores de 100 UFC/ como bacteremia (Hoppe et al. 1993, Oh y Tay
m3, lo que de acuerdo con la OMS es aceptable 1995), sepsis (Goubau et al. 1988), infecciones
para lugares donde se encuentran individuos con respiratorias (Harrell et al. 1989) e infecciones del
sistemas inmunosuprimidos. Para aerobacterias tracto urinario especialmente en pacientes inmuno-
las mismas áreas tuvieron niveles menores de 100 comprometidos o que presentan enfermedades como
UFC/m3 (Fig. 3) excepto terapia intensiva (niños) endocarditis o enfermedad congénita el corazón
que presentó 232 ± 4 UFC/m3 y quimioterapia (Matsukura et al. 1996). También se ha reportado
con 136 ± 16 UFC/m3. En cuanto al hospital 2, un caso de sepsis causada por Rahnella aquatilis en
todas las áreas muestreadas estuvieron por arriba de un paciente inmunosuprimido (Chang et al. 1999).
100 UFC/m3 excepto pediatría intensiva con 32 ± 4 En hospedantes normales Proteus mirabilis no es
para hongos y 90± 8 para bacterias (Figs. 2 y 3). un agente causal común en infecciones del tracto
De tal modo, el análisis microbiológico del ambien- urinario (Tolkoff-Rubin y Rubin 1986), aunque sí
te de los dos hospitales indica que se superan los puede infectar a una alta proporción de pacientes
valores de los estándares para bacterias y hongos con tractos urinarios que presentan anormalidades
en el aire de estos centros hospitalarios de acuerdo anatómicas o con instrumentación crónica (Tolkoff-
con lo establecido por la OMS (Figs. 2 y 3). Rubin y Rubin 1986, Pearson et al. 2008).
La parte del ADN más utilizada para conocer la Algunos géneros encontrados en el hospital 1
taxonomía e identificar bacterias es el gen 16S ARNr como Pseudomonas son bacterias ubicuas, especí-
(Lansac et al. 2000, Weill et al. 2006). En microbio- ficamente las especies aisladas en este hospital no
logía clínica la identificación rápida y correcta de son reconocidas como patógenos de humanos. Sin
los agentes patógenos es un requisito esencial para embargo pueden presentarse como oportunistas
el diagnóstico y la aplicación de un tratamiento ade- (Palleroni 1993, Moore 2006).
cuado. Los resultados muestran que en el hospital 1 Por su lado el hospital 2 mostró una amplia dis-
más del 60 % de las bacterias aisladas pertenecen tribución de los organismos aislados comparada con
a la familia Enterobacteriaceae (Figs. 3A y 7). el hospital 1 (Fig. 3B y 7). Además de especies que
Las especies que pertenecen a este grupo habitan pertenecen a la familia Enterobacteriaceae se encon-
ambientes naturales como agua limpia, aguas re- traron: una especie del género Pandoraea y tres del
siduales, vegetales, suelo. Sin embargo, cuando género Neisseria, aunque ninguna de ellas tiene im-
incrementan su población pueden causar infeccio- portancia como patógeno en humanos (Bennett et al.
nes nosocomiales como las del tracto urinario y la 2012), además de Alcaligenes, Kluyvera y Klebsiella.
BIOAEROSOLES EN DOS HOSPITALES DE LEÓN, GTO. MÉXICO 359
Se ha reportado la presencia de Enterobacter importancia como agente causal de tiña capitis, tiñea
aerogenes en agua limpia, aguas residuales, suelo, corpus y tiñea rosada entre otras dermatofitosis para
productos lácticos y en las heces de animales y hu- los pacientes y el personal involucrado en las diver-
manos. Esta especie produce infecciones y bacteremia sas actividades del hospital (Escutia et al. 2001). El
(Grimont 2006). Por otro lado, todas las especies del género Penicillium está ampliamente distribuido en
género Neisseria son primariamente comensales de la naturaleza por lo que es muy común encontrarlo.
membranas mucosas en mamíferos (Lansac et al. Estudios recientes han indicado que las esporas de
2000). Sin embargo, sólo dos especies son conside- este hongo en el aire contribuyen a crear varios tipos
radas de importancia clínica Neisseria meningitidis de alergias respiratorias, específicamente asma y
y Neisseria gonorrhoeae (Bennett et al. 2012). Las rinitis alérgica (Chow et al. 1999, Chow et al. 2000).
demás especies pueden estar presentes en la microbiota En lo que respecta al hospital 2 se encontró una
natural del tracto respiratorio superior, pero ocasio- mayor riqueza de hongos (14 en comparación con
nalmente causan infecciones oportunistas si llegan al seis del hospital 1; Figs. 6A y 8). Después de Fusa-
torrente sanguíneo (Lansac et al. 2000). Existe un caso rium (21 %), Penicillium (17 %) fue el género aisla-
reportado en el que Alcaligenes faecalis causó absce- do con mayor frecuencia en el hospital 2 (Fig. 6A).
so pancreático (Ashwath y Katner 2005). Kluyvera Como ya se ha señalado previamente respecto a
ascorbata ha sido el agente causal de infecciones en Penicillium, también las especies de Aspergillus
el tracto urinario (Isozaki et al. 2010), y septicemia (4 %) son consideradas prevalentes en el aire y
(Moonah et al. 2010). Precisamente de este género es pueden causar alergias en individuos inmunosupri-
la especie aislada con mayor frecuencia en muestras midos. Asimismo, las especies de este género son los
clínicas (Sarria et al. 2001). Por su parte, Klebsiella hongos oportunistas más comunes que pueden cau-
pneumoniae es uno de los principales productores sar infecciones pulmonares (Shen et al. 2007, Kous-
de infecciones intrahospitalarias cuya prevalencia va ha et al. 2011). Otro de los géneros identificados en
en aumento al volverse resistente, por lo que se le ha el aire del hospital 2, fue Cladosporium que también
relacionado con estancias hospitalarias largas y con es considerado uno de los hongos más comunes
la mortalidad (Hoyos-Orrego et al. 2007, Echeverri en el ambiente y que es capaz de causar algunas
Toro y Cartaño Correa 2010, Wollheim et al. 2011). respuestas alérgicas y queratomicosis (Chew et al.
Finalmente, Pandoraea pulmonicola se ha aislado en 2009). El siguiente de los propágulos fúngicos que
pacientes con fibrosis quística (Costello et al. 2011) podrían tener importancia clínica identificados en
Respecto a los propágulos fúngicos identificados el hospital 2 son especímenes del género Pythium,
en el hospital 1 se observó que Fusarium equiseti, F. que se asocian con la queratitis (Thanathanee et al.
semitectum, F. solani y F. crookwellense fueron de 2013). Entre los hongos que se han documentado
las especies encontradas(Fig. 5B). Los hongos del como alergénicos están Epicoccum nigrum, Mucor,
género Fusarium se encuentran comúnmente en el Alternaria y Cladosporium (Horner et al. 1995).
suelo y han sido aislados de varios frutos y vegetales Tomando en consideración estos resultados, vemos
(Jain et al. 2008). Suelen ser fitopatógenos débiles diferencias importantes entre los dos hospitales, las
de algunas especies de plantas, sin embargo, en los cuales pueden ser explicadas en términos del tipo y
últimos años se han reportado infecciones invasivas número de pacientes que reciben, así como de las
en pacientes con tratamientos de quimioterapias, instalaciones. La identificación de la diversidad de
con trasplante de médula ósea o que sufren anemia microorganismos que se encuentran en estos hos-
aplásica (Anaissie et al. 1986, Vartivarian et al. pitales nos ayuda a identificar factores que pueden
1993, Segal et al. 1998,). La mayoría de los casos de contribuir a mejorar la calidad del aire y con ello
fusariosis invasiva han sido causados por F. solani, la prevención de infecciones nosocomiales. Ciertas
F. oxysporum, F. moniliforme y F. chlamydosporum acciones de higiene pueden incluso controlar la
(Guarro y Gene 1995, Segal et al. 1998). Ninguna presencia de bacterias como Staphylococcus aureus
de estas especies estuvo presente en las muestras (Rampling et al. 2001). Por ello, prácticas como la
aisladas del hospital 1, no obstante, en el hospital 2 se desinfección y limpieza de las diferentes áreas del
puede ver que F. chlamydosporum estuvo representa- hospital pueden reducir la transmisión de patóge-
da y que en general el género Fusarium cubrió el 21 nos (Boyce 2007). Asimismo, el uso de sistemas
% de todas las muestras (Fig. 6B). Por otro lado, la de aire acondicionado con filtros efectivos puede
dermatofitosis causadas por Microsporum audouinii ayudar a mantener los estándares de limpieza que
son infrecuentes en países desarrollados (Fig. 5A). eviten la propagación de microorganismos en el aire
Sin embargo, el género Microsporum resulta de (Charkowska 2008, Tigli et al. 2013).
360 M. Maldonado-Vega et al.
allergen from the mold Penicillium notatum. Biochem. NTP 409 (1990). Ministerio de trabajo y asuntos sociales
Biophys. Res. Commun. 269, 14-20. España. Contaminantes biológicos: criterios de val-
DeSantis T.Z., Hugenholtz P., Larsen N., Rojas M., oración.
Brodie E.L., Keller K., Huber T., Dalevi D., Hu P. NTP 608 (2001). Ministerio de trabajo y Asuntos so-
y Andersen G.L. (2006). Greengenes, a chimera- ciales España. Agentes biológicos: planificación de
checked 16S rRNA gene database and workbench la medición.
compatible with ARB. Appl. Environ. Microbiol. Hoppe J.E., Herter M., Aleksic S., Klingebiel T. y Niet-
72, 5069-5072. hammer D. (1993). Catheter-related Rahnella aquatilis
Echeverri Toro L.M. y Cartaño Correa J.C. (2010). Kleb- bacteremia in a pediatric bone marrow transplant re-
siella pneumoniae como patógeno intrahospitalario: cipient. J. Clin. Microbiol. 31, 1911-1912.
epidemiología y resistencia. IATREIA 23, 240-249. Horner W.E., Helbling A., Salvaggio J.E. y Lehrer S.B.
Eickhoff T.C. (1994). Airborne nosocomial infection: (1995). Fungal allergens. Clin. Microbiol. Rev. 8,
a contemporary perspective. Infect. Control. Hosp. 161-179.
Epidemiol. 15, 663-672. Hoseinzadeh E., Samarghandie M.R., Guiasian S.A.,
Escutia B., Febrer I., Peman J., Oliver V. y Sanchez-Carazo Alikhani Y. y Roshanaie G. (2013). Evaluation of
J.L. (2001). [Tinea capitis by Microsporum audouinii]. bioaerosols in five educational hospitals wards air
Rev. Iberoam. Micol. 18, 88-90. in Hamedan, During 2011-2012. Jundishapur J. of
Farmer J.J., Fanning G.R., Huntley-Carter G.P., Holmes Microbiol. 6, e10704.
B., Hickman F.W., Richard C. y Brenner D.J. (1981). Hoyos-Orrego A., Rivera-Rivera O., Hoyos-Posada C.,
Kluyvera, a new (redefined) genus in the family En- Mesa-Restrepo C. y Alfaro-Velásquez J. (2007).
terobacteriaceae: identification of Kluyvera ascorbata Características clínicas, epidemiológicas y de sus-
sp. nov. and Kluyvera cryocrescens sp. nov. in clinical ceptibilidad a los antibióticos en casos de bacteriemia
specimens. J. Clin. Microbiol. 13, 919-933. por Klebsiella pneumoniae en neonatos. Rev. CES
Gasch A.P., Spellman P.T., Kao C.M., Carmel-Harel O., 21, 31-39.
Eisen M.B., Storz G., Botstein D. y Brown P.O. (2000). Isozaki A., Shirai K., Mimura S., Takahashi M., Furushima
Genomic expression programs in the response of yeast W. y Kawano Y. (2010). A case of urinary tract infec-
cells to environmental changes. Mol. Biol. Cell. 11, tion caused by Kluyvera ascorbata in an infant: case
4241-4257. report and review of the literature. J. Infect. Chemother.
Giammanco G.M., Grimont P.A., Grimont F., Lefevre 16, 436-438.
M., Giammanco G. y Pignato S. (2011). Phylogenetic Jain A., Mohan J., Singh M. y Goswami B.K. (2008). Po-
analysis of the genera Proteus, Morganella and Provi- tentiality of different isolates of wilt fungus Fusarium
dencia by comparison of rpoB gene sequences of type oxysporum collected from rhizosphere of tomato
and clinical strains suggests the reclassification of against root-knot nematode Meloidogyne incognita.
Proteus myxofaciens in a new genus, Cosenzaea gen. J. Environ. Sci. Health B. 43, 686-691.
nov., as Cosenzaea myxofaciens comb. nov. Int. J. Syst. Koetschan C., Forster F., Keller A., Schleicher T., Rud-
Evol. Microbiol. 61, 1638-1644. erisch B., Schwarz R., Muller T., Wolf M. y Schultz
Goubau P., Van Aelst F., Verhaegen J. y Boogaerts M. J. (2010). The ITS2 Database III--sequences and
(1988). Septicaemia caused by Rahnella aquatilis in an structures for phylogeny. Nucleic. Acids. Res. 38,
immunocompromised patient. Eur. J. Clin. Microbiol. D275-D279.
Infect. Dis. 7, 697-699. Koljalg U., Larsson K.H., Abarenkov K., Nilsson R.H.,
Grimont F. y Grimont P. A. D. (2006). The genus Entero- Alexander I.J., Eberhardt U., Erland S., Hoiland K.,
bacter. Prokaryotes 6, 197-214. Kjoller R., Larsson E. y others (2005). UNITE: a da-
Guarro J. y Gene J. (1995). Opportunistic fusarial infec- tabase providing web-based methods for the molecular
tions in humans. Eur. J. Clin. Microbiol. Infect. Dis. identification of ectomycorrhizal fungi. New. Phytol.
14, 741-754. 166, 1063-1068.
Gulliver J. y Briggs D.J. (2004) Personal exposure to par- Kousha M., Tadi R. y Soubani A.O. (2011). Pulmonary
ticulate air pollution in transport microenvironments. aspergillosis: a clinical review. Eur. Respir. Rev. 20,
Atmos. Environ. 38, 1-8. 156-174.
Harrell L.J., Cameron M.L. y O’Hara C.M. (1989). Rahn- Lansac N., Picard F.J., Menard C., Boissinot M., Ouellette
ella aquatilis, an unusual gram-negative rod isolated M., Roy P.H. y Bergeron M.G. (2000). Novel genus-
from the bronchial washing of a patient with acquired specific PCR-based assays for rapid identification of
immunodeficiency syndrome. J. Clin. Microbiol. 27, Neisseria species and Neisseria meningitidis. Eur. J.
1671-1672. Clin. Microbiol. Infect. Dis. 19, 443-451.
362 M. Maldonado-Vega et al.
Leung M. y Chan A.H. (2006). Control and management Palleroni N.J. (1993). Pseudomonas classification. A new
of hospital indoor air quality. Med. Sci. Monit. 12, case history in the taxonomy of gram-negative bacteria.
SR17-23. A. Van Leeuw. 64, 231-51.
Luo G. y Mitchell T.G. (2002). Rapid identification of Pasquarella C., Pitzurra O. y Savino A. (2000). The index
pathogenic fungi directly from cultures by using mul- of microbial air contamination. J. Hosp. Infect. 46,
tiplex PCR. J. Clin. Microbiol. 40, 2860-2865. 241-56.
Matsukura H., Katayama K., Kitano N., Kobayashi K., Pearson M.M., Sebaihia M., Churcher C., Quail M.A.,
Kanegane C., Higuchi A. y Kyotani S. (1996). Infec- Seshasayee A.S., Luscombe N.M., Abdellah Z., Ar-
tive endocarditis caused by an unusual gram-negative rosmith C., Atkin B., Chillingworth T., Hauser H.,
rod, Rahnella aquatilis. Pediatr. Cardiol. 17, 108-111. Jagels K., Moule S., Mungall K., Norbertczak H.,
Mezzatesta M.L., Gona F. y Stefani S. (2012). En- Rabbinowitsch E., Walker D., Whithead S., Thomson
terobacter cloacae complex: clinical impact and N.R., Rather P.N., Parkhill J. y Mobley H.L. (2008).
emerging antibiotic resistance. Future Microbiol. Complete genome sequence of uropathogenic Proteus
7, 887-902. mirabilis, a master of both adherence and motility. J.
Moonah S., Deonarine K. y Freeman C. (2010). Multidrug Bacteriol. 190, 4027-4037.
resistant Kluyvera ascorbata septicemia in an adult Rampling A., Wiseman S., Davis L., Hyett A.P., Walbridge
patient: a case report. J. Med. Case Rep. 4, 197. A.N., Payne G.C. y Cornaby A.J. (2001). Evidence
Moore E.R.B., Tindall B. J., Martins Dos Santos, V. that hospital hygiene is important in the control of
A. P., Pieper, D. H., Ramos J-L. y Palleroni, N. J. methicillin-resistant Staphylococcus aureus. J. Hosp.
(2006). Nonmedical: Pseudomonas. Prokaryotes 6, Infect. 49, 109-116.
646-703. Rose C. (1994). Bioaerosols. West. J. Med. 160, 566.
Nagano Y., Walker J., Loughrey A., Millar C., Goldsmith Rottman M., Benzerara Y., Hanau-Bercot B., Bizet C.,
C., Rooney P., Elborn S. y Moore J. (2009). Identi- Philippon A. y Arlet G. (2002). Chromosomal ampC
fication of airborne bacterial and fungal species in genes in Enterobacter species other than Enterobac-
the clinical microbiology laboratory of a university ter cloacae, and ancestral association of the ACT-1
teaching hospital employing ribosomal DNA (rDNA) plasmid-encoded cephalosporinase to Enterobacter
PCR and gene sequencing techniques. Int. J. Environ. asburiae. FEMS Microbiol. Lett. 210, 87-92.
Health Res. 19, 187-199. Samson R.A., Houbraken J., Thrane U., Frisvad J.C. y
NNIS (2003). National Nosocomial Infections Surveil- Andersen B. (2010). CBS Laboratory Manual Series 2.
lance, System report. Data summary from January Food and Indoor fungi. CCentraalbureau voor Schim-
1992 through June 2003 Am. J. Infect. Control. melcultures, Utrecht, Países bajos. 390 pp.
481-498 . Sarria J.C., Vidal A.M. y Kimbrough R.C. (2001). Infec-
Nilsson R.H., Kristiansson E., Ryberg M., Hallenberg N. tions caused by Kluyvera species in humans. Clin.
y Larsson K.H. (2008). Intraspecific ITS variability Infect. Dis. 33, e69-e74.
in the kingdom fungi as expressed in the international Segal B.H., Walsh T.J., Liu J.M., Wilson J.D. y Kwon-
sequence databases and its implications for molecu- Chung K.J. (1998). Invasive infection with Fusarium
lar species identification. Evol. Bioinform. Online 4, chlamydosporum in a patient with aplastic anemia. J.
193-201. Clin. Microbiol. 36, 1772-1776.
Nilsson R.H., Bok G., Ryberg M., Kristiansson E. y Hal- Shen H.D., Tam M.F., Tang R.B. y Chou H. (2007). As-
lenberg N. (2009). A software pipeline for processing pergillus and Penicillium allergens: focus on proteases.
and identification of fungal ITS sequences. Source Curr. Allergy Asthma Rep. 7, 351-6.
Code Biol. Med. 4, 1. Thanathanee O., Enkvetchakul O., Rangsin R., Waraas-
Luksamijarulkul P., Ratthanakhot Y. y Vatanasombooh P. awapati S., Samerpitak K. y Suwan-apichon O. (2013).
(2012). Microbial counts and particulate matter levels Outbreak of Pythium keratitis during rainy season: a
in indoor air samples collected from child home-care case series. Cornea 32, 199-204.
center in Bangkok, Thailand. J. Med. Assoc. Thai. 95, Thompson J.D., Gibson T.J., Plewniak F., Jeanmougin F.
S161-S168. y Higgins D.G. (1979). The CLUSTAL_X windows
Oh H.M. y Tay L. (1995). Bacteraemia caused by Rahnella interface: flexible strategies for multiple sequence
aquatilis: report of two cases and review. Scand. J. alignment aided by quality analysis tools. Nucleic
Infect. Dis. 27, 79-80. Acids Res. 25, 4876-4882.
Ottow J.C.G. (1972). Rose bengal as a selective aid in Tigli G.A., Cekin Y., Baysan B.O., Ogunc D., Ongut
the isolation of fungi and Actinomycetes from natural G., Saba R., Undar L., Mutlu G. y Vural T. (2013).
sources. Mycol. 64, 304-315. Evaluation of total fungal air contamination levels
BIOAEROSOLES EN DOS HOSPITALES DE LEÓN, GTO. MÉXICO 363
and efficiency of the ventilation systems used in adult Weisburg W.G., Barns S.M., Pelletier D.A. y Lane D.J.
haematology unit and adult stem cell transplantation (1991). 16S ribosomal DNA amplification for phylo-
unit. Afr. J. Microbiol. Res. 7, 5606-5609. genetic study. J. Bacteriol. 173, 697-703.
Tolkoff-Rubin N.E. y Rubin R.H. (1986). Urinary tract World Health Organization (1990). Indoor air quality
infection: significance and management. Bull. NY biological contaminants. Report on a WHO meeting.
Acad. Med. 62, 131-148. WHO Reg. Publ. Eur. Ser. 31, 1-67
Toprak D., Soysal A., Turel O., Dal T., Ozkan O., Soyletir Whyte W., Hambraeus A., Laurell G. y Hoborn J. (1992).
G. y Bakir M. (2008). Hickman catheter-related bacte- The relative importance of the routes and sources of
remia with Kluyvera cryocrescens: a case report. Jpn. wound contamination during general surgery. II. Air-
J. Infect. Dis. 61, 229-30. borne. J. Hosp. Infect. 22, 41-54.
Vartivarian S.E., Anaissie E.J. y Bodey G.P. (1993). Wollheim C., Guerra I.M., Conte V.D., Hoffman S.P.,
Emerging fungal pathogens in immunocompromised Schreiner F.J., Delamare A.P., Barth A.L., Echever-
patients: classification, diagnosis, and management. rigaray S. y Costa S.O. (2011). Nosocomial and com-
Clin. Infect. Dis. 17, S487-91. munity infections due to class A extended-spectrum
Weill F.X., Bertrand S., Guesnier F., Baucheron S., Cloeck- beta-lactamase (ESBLA)-producing Escherichia coli
aert A. y Grimont P.A. (2006). Ciprofloxacin-resistant and Klebsiella spp. in southern Brazil. Braz. J. Infect.
Salmonella Kentucky in travelers. Emerg. Infect. Dis. Dis. 15, 138-143.
12, 1611-1612.