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Desde hace quince años, el holandés 

Theo Jansen se ha dedicado en cuerpo y alma a crear


una nueva forma de vida. Sus “Strandbeest” (bestias de la playa) parecen
tan orgánicas que desde lejos se confundirían con inmensos insectos o esqueletos de
mamuts prehistóricos, pero están hechas a partir de materiales de la era industrial: tubos de
plástico flexible, cinta adhesiva.
Nacen dentro de un ordenador en forma de algoritmo, pero no requieren motores, sensores
o ninguna clase de tecnología avanzada para cobrar vida. Se mueven gracias a la fuerza del
viento y a la arena mojada que encuentran en su hábitat de la costa holandesa

Las criaturas de Jansen comienzan su gestación como una simulación dentro de un


ordenador, en forma de organismos de vida artificial que compiten entre sí por ser el más
veloz. Jansen estudia las criaturas vencedoras y las reconstruye tridimensionalmente con
tubos flexibles y ligeros, hilos de nylon y cinta adhesiva.

Jansen trabaja ya en la séptima generación de criaturas de la playa. Sus últimas piezas


pueden incluso transportar pasajeros en su interior -el “Animaris Rhinozeros”, un gigante de
dos toneladas de peso que puede ser movido por sólo una persona- y llegar hasta donde no
haya viento ni arena, gracias a un ingenioso sistema de impulsión basado en aire
comprimido almacenado en botellas de refrescos.

https://www.artfutura.org/v3/theo-jansen-strandbeest-2/
Drogas ilegales alcohol y agresividad vial

El consumo de alcohol, cocaína y cannabis se asocia a comportamientos agresivos, a ser víctima de lesiones
de diversas causas, y a accidentes de tráfico, pero existen pocos estudios acerca de cómo afecta el consumo
de estas sustancias la experiencia de agresividad vial. El objetivo de este estudio es analizar la bibliografía
existente sobre el tema y extraer conclusiones claras respecto de su verdadero impacto. Se analizaron cinco
publicaciones. Más de un tercio de los conductores tuvieron alguna experiencia de agresividad vial. Los
predictores sociodemográficos fueron: sexo masculino, edad joven, vivir en grandes ciudades, nivel
educativo alto y no vivir en pareja. Diferentes variables relacionadas con el alcohol resultaron predictoras de
victimización y/o perpetración, en particular para agresiones severas y frecuentes. Considerando tres
subescalas del test AUDIT, la dependencia se asoció sólo a ser agresor verbal, mientras que el consumo y
especialmente los problemas se relacionaron con casi todas las formas de agresividad vial. La frecuencia de
consumo y el conducir después de haber bebido no aumentaron la agresividad vial, a menos que se
condujera estando ebrio. Conducir bajo la influencia de cannabis se relacionó con ser perpetrador de
agresividad vial. Los estimulantes (cocaína y éxtasis) se asociaron a victimización, agresión, y de manera
significativa a formas severas de agresividad vial. Existe una asociación entre consumo de drogas ilegales o
alcohol y agresividad vial, particularmente para los ítems de perpetración. La medida en que estos hallazgos
representan efectos farmacológicos, procesos psicosociales, o ambos, es un tema importante para futuras
investigaciones 2011

Consumo de alcohol y su relación con los roles del bullying en adolescentes

Objetivo: Explicar los efectos del consumo de alcohol sobre el bullying en un grupo de estudiantes del nivel
secundario en Lima y Callao. Materiales y métodos: Se realizó un análisis secundario de la base de datos
recogida en el IV Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria - 2012, a
cargo de DEVIDA. La muestra fue de 6 125 estudiantes entre los 11 y 20 años de edad que cursaban del 1ro
al 5to de secundaria en colegios públicos y privados en Lima y Callao. La variable dependiente fue el bullying
considerando sus roles: exposición, victimización y agresividad. La variable independiente fue el consumo de
alcohol. Se calcularon Odds ratios (OR) para estimar la fuerza de las asociaciones entre las variables
mediante regresión ordinal. Resultados: El análisis multivariado reportó un aumento de la exposición al
bullying asociado al consumo de alcohol en el último mes (OR=1.52; IC 95%: 1.26-1.82) y un aumento del
ejercer agresión a través del bullying (OR=1.50; IC 95%: 1.24-1.82). Conclusiones: existe una asociación
significativa entre el beber alcohol y los diferentes roles del bullying. Sin embargo, el consumo de alcohol
expone mayormente asumir el rol de agresor, igualmente el ser varón. La presencia de algún tipo de
discapacidad se asocia al incremento de bullying en sus tres roles. 2017

Control personal y creencias en el consumo de alcohol en jóvenes universitarios

El alcohol, según la OMS (2005), es la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural, de la que más
se abusa y la que más problemas sociales y sanitarios causa. Tradicionalmente, el consumo etílico en España
y en los países mediterráneos se ha caracterizado por la regularidad de su uso, la vinculación a la dieta y a
los acontecimientos sociales. Sin embargo, en los últimos veinte años se ha observado la emergencia de un
nuevo patrón de consumo, que se centra principalmente en adolescentes y jóvenes adultos y que se
identifica por ser más intenso, por realizarse durante el fin de semana y por su combinación, en ocasiones,
con otras sustancias adictivas.

Por todo ello, el objetivo general de esta Tesis Doctoral está centrado en Investigar las características del
patrón de consumo etílico en jóvenes universitarios y la posible influencia en el mismo de variables cómo las
expectativas personales y las creencias sobre la sustancia.
Para ello se realizó un estudio transversal, cuya muestra fue recogida mediante un muestreo intencionado
por conglomerados, quedando formada por un total de 849 sujetos, de los cuales, el 33% eran varones y el
67% restante, mujeres, con una media de edad de 20,58 años con una desviación típica de 2,06.

Los resultados encontrados destacaron que el perfil del estudiante universitario de Salamanca encuestado y
consumidor de alcohol es varón, que se inicia en el consumo aproximadamente a los 14 años y que con 16
años tiene su primera intoxicación etílica. En la actualidad se embriaga una vez al mes en compañía de sus
amigos, bebe principalmente combinados, y no mezcla con otras drogas, y todo ello bajo un gran
desconocimiento por parte de sus padres. A nivel personal destaca por presentar un alto nivel de
autoeficacia, es decir, que aquel estudiante que se sienten más capaz y con mayor convicción para poder
mantener con éxito un control en el consumo de alcohol, también mantiene en la actualidad un uso menor y
menos problemático de esta sustancia.

Además, se observa un claro soporte a favor del papel que tienen las creencias sobre el consumo etílico, por
tanto, aquellos estudiantes que mantienen mayores expectativas de que el alcohol favorecerá la interacción
interpersonal, su desinhibición social, la expresividad verbal, la sexualidad, la agresividad y los sentimientos
de poder, y que reducirá su tensión psicológica y física, evidencian mayores ingestas etílicas y éstas son más
problemáticas. 2013

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