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Contenidos Psicomotricidad Texto
Contenidos Psicomotricidad Texto
) Psicomotric i-
dad: prácticas y conceptos. pp. 43-99. Madrid: Miño y Dávila. (ISBN: 84-95294-19-2)
El contenido de la Psicomotricidad.
Pedro Pablo Berruezo y Adelantado
I. CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD.
Desde la antigüedad se concibe al ser humano de modo dual, compuesto por dos par-
tes: el cuerpo y el alma. Todavía en la actualidad, fundamentalmente por la influencia de las
ideas de René Descartes, pensamos que el ser humano esquemáticamente está compuesto por
dos entidades distintas: su realidad física por una parte, identif icada claramente como el cuer-
po, que posee las caracterís ticas de los elementos materiales (peso, volumen...) y por otra par-
te, una realidad que no consideramos directamente tangible y que se relaciona con la actividad
del cerebro y el sistema nervioso a la que denom inamos psique, psiquismo, alma o espíritu.
Seguramente por su esquematismo, la explicación del funcionamiento humano como
una maquinaria compleja (el cuerpo) dirigida por un piloto experimentado (la psique) se en-
cuentra todavía tan arraigada en el pensamiento actual. Además las implicaciones de tipo moral
o religioso, subrayan poderosamente la hipótesis del alma como algo cualitativamente distinto
del cuerpo.
Cada vez más se pone de manifiesto la inadecuación de este tipo de explicaciones pues-
to que nuestro cuerpo no es una maquinaria al servicio de un ente superior (Damasio, 1996). El
grado de evolución al que ha llegado la especie humana el permite utilizar sus posibilidades
corporales (el cerebro también es cuerpo) para crear, comunicarse, resolver problemas, perci-
bir, tener sensaciones, relacionar, tener sentimientos, comprender, desear, creer, recordar,
proyectar, organizar, sacar conclusiones, etc., en definitiva, para realizar actividades, de forma
más o menos controlada o espontánea, que constituyen la especificidad de su conducta, lo que
le identifica como ser humano, además de su forma humana. En todas las actividades que el
hombre realiza, (sean o no evidentes) existe un componente corporal, no siempre fácil de redu-
cir al funcionamiento de un conjunto de músculos, huesos, fibras y glándulas que actúan de
manera más o menos automática. La mentalidad dualista nos ha acostumbrado a la idea de que
el ser humano tiene un cuerpo, como si ello fuera algo accesorio, sin considerar que nuestro
cuerpo está siempre presente, de manera inequívoca.
La cinética es la parte de la física que estudia el movimiento de los cuerpos (de los obje-
tos materiales) pero, convencidos de que el estudio del movimiento humano sobrepasa este
marco de análisis, hace falta una nueva disciplina, la psicomotricidad, que intente detenerse en
el estudio de las implicaciones recíprocas del movimiento y la actividad relacionada con él en la
evolución y la conducta global del indiv iduo humano.
La psicomotricidad, como su nombre claramente indica, intenta poner en relación dos
elementos: lo psíquico y lo motriz. Se trata de algo referido básicamente al movimie nto, pero
con connotaciones psicoló gicas que superan lo puramente biomecánico. La psic omotricidad no
se ocupa, pues, del movimiento humano en sí mismo, sino de la comprensión del movimiento
como factor de desarrollo y expresión del individuo en relación con su entorno. Al pretender
estudiar el movimiento como fenómeno de comportamiento no puede aislarse de otras cosas.
Sólo considerado globalmente, en donde se integran tanto los movimientos expresivos como las
actitudes significativas se puede percibir la especificidad motriz y actitudinal del ser humano
(Fonseca, 1996).
CUERPO Maduración de los centros Ley céfalo-caudal. Control del propio cuer-
VIVIDO motores (mielinización de po (motricidad global).
Ley próximo-distal
(0-3 años) fibras nerviosas).
- Giros: Son movimientos que provocan la rotación del cuerpo sobre alguno de sus
ejes: longitudinal (de arriba a abajo), transversal (de izquierda a derecha) o sagital (de delante
a atrás).
Así pues, el cuerpo puede girar sobre su eje longitudinal (movimiento semejante al de
una peonza), sobre su eje transversal (voltereta hacia delante o hacia atrás) o sobre su eje
sagital (voltereta lateral).
Se pueden obtener diversas posibilidades si cambiamos la posición erecta del cuerpo
por la posición tumbada. De este modo obtendríamos la rotación longitudinal sobre la superficie
de contacto y la rotación transversal en contacto lateral con la superficie, por ejemplo.
- Transportes: Son actividades en las que el cuerpo simultáneamente se ocupa del
desplazamiento y de los ajustes posturales precisos para evitar la desequilibra ción y mantener
el contacto o la sujeción de la persona u objeto que se transporta.
Podemos considerar como transportes los arrastres en los que la persona u objeto
transportada hace de lastre oponiéndose al desplazamiento en sentido opuesto al mismo. En el
caso de los empujes la persona u objeto que se opone al desplazamiento se sitúa en su mismo
sentido.
Existen, finalmente, actividades de coordinación global que no son locomotrices y de las
que no nos ocuparemos puesto que, salvo las tracciones que pueden tener un objetivo más
directamente motriz, aun cuando no supongan desplazamiento de la persona que tracciona, el
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.:
• AJURIAGUERRA, J. (1979): Manual de psiquiatría infantil, Barcelona: Toray-Masson.
4ªed.
• AJURIAGUERRA, J. (1986): “Organización neuropsicológica de algunas funciones: de los
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• ARNAIZ P. (1987): Evolución y contexto de la práctica psicomotriz. Murcia: Publicaciones
de la Universidad de Murcia.