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UNIVERSIDAD DE

NARIÑO
FACULTAD DE
DERECHO Y
I JORNADAS ANDINAS DE
DERECHO
CONSTITUCIONAL.
DESAFIOS
CONSTITUCIONALES,
POLITICOS Y ECONOMICOS
DE LA PANDAMIA EN
AMERICA LATINA.
RESUMEN: Dignidad humana,
estado de excepción en contextos
de pandemia caso Colombia.
Ponente: CRISTHIAN
PEREIRA OTERO.
DIGNIDAD HUMANA,
ESTADO DE EXCEPCIÓN EN
CONTEXTOS DE PANDEMIA
Durante la intervención del ponente Cristian Pereira Otero, se abordaron
temas como dignidad humana, los estados de excepción y la pandemia en el
contexto colombiano.
Según la constitución política colombiana de 1.991, se establece la figura del
estado de excepción, consagrada en el artículo 215, que permite que el
presidente pueda evitar las crisis cuando en el ejercicio normal de sus
funciones no es posible hacerlo.
Con la llegada de la pandemia el presidente no solo ejerció las funciones que
tiene como jefe de Estado, jefe de gobierno, suprema autoridad administrativa
al expedir alrededor de 125 decretos legislativos. Esta situación de aumento
normativo refleja claramente como el poder del presidente de la republica de
la rama ejecutiva genera desequilibrios con las otras ramas del poder público.
El congreso de la república no puede funcionar a inicios del mes de Marzo y
Abril, por una orden del presidente donde se prohíbe las reuniones de más de
cincuenta (50) personas, es así como el congreso de la república no funciona,
la corte constitucional y los jueces de la republica que en virtud de estas
nuevas circunstancias les quedaba difícil la tarea de administración de justicia,
situación que lleva a una reflexión; se evidencia un híper-presidencialismo
frente a una gran cantidad de normas y donde una rama del poder público es
preponderante frente a otra y con ello una limitación de derechos que vienen
de salvaguardar la vida y la seguridad pública.
Por lo que se genera cuestionamientos como: ¿De verdad se puede limitar
derechos y libertades, puede existir tal suspensión de derechos?
Es así como el artículo 27 de la convención americana de derechos humanos,
el artículo 4 del pacto internacional de los derechos sociales económicos y
culturales, el artículo 4 de la ley 137 del año 94 que regula los estados de
excepción en Colombia, prohíben las suspensiones y limitaciones a derechos
fundamentales como la integridad, la personalidad jurídica, los derechos del
niño, la protección de la familia, la libertad religiosa, la vida, entre otros. En el
caso Colombiano encontramos que en virtud de estas normas, especialmente
los decretos 457 y 531, se estableció la suspensión de una serie de actividades,
que limitó los derechos a la libertad de libre circulación, reunión, protesta, y es
ahí donde nace otro importante cuestionamiento; ¿Puede el presidente de la
republica hacer estas limitaciones cuando existen estándares nacionales e
internacionales que establecen que no se puede hacer estas limitaciones?
Para responder esta pregunta tenemos que remontarnos a la dignidad humana,
que se establece como un principio fundante de todo el ordenamiento jurídico
y político que irradia la protección y el desarrollo de los derechos, de esta
manera se ata a la necesidad de que todas estas limitaciones a los derechos
deben hacerse en clave de la dignidad humana.

Acorde a lo anterior la primera tesis seria; la importancia de atarse a la


dignidad humana, ya que es el ancla para que todo el actuar del Estado, ya que
existen valores, principios y derechos que el Estado debe garantizar y respetar,
que no se pueden vulnerar.
La segunda situación a tratar es el problema de autoritarismo, de división de
poderes, que permitieron que el presidente se apropiara de un plus de poderes,
y que actualmente en el marco de estado de excepción que vivimos en
Colombia, se aplazaron las elecciones, un derecho fundamental a elegir y ser
elegido.
La tercera característica importante es el híper-presidencialismo reforzado, el
presidente en esta época de pandemia se apropió de un plus de poderes para
sacar muchas normas, que se escapan de los controles de las cortes y
tribunales pudiesen hacer, cuando en los estados de excepción lo que se debe
hacer es que a más poderes, más control del poder.
Otro punto importante es la división de poderes, que los jueces sean auténticos
y no estén influenciados por ideologías políticas, que de alguna manera
puedan romper esa autonomía judicial tan importante en un estado derecho y
de excepción.
Otra característica es la compensación que se trata de hacer frente a los
derechos sociales, que no responde de la mejor manera, porque existía un
déficit en el sector salud, de ahí que era mejor entrar en confinamiento que
implementar maquinarias y equipos en el sector salud. Quedo claro la deuda
social del estado en el avance y protección de los derechos económicos,
sociales y culturales que se agudizaron en estos tiempos de pandemia.
Otro elemento es la respuesta que se hace desde el punto de vista penal, la
legislación permitió sancionar a quienes incumplían estos decretos de
limitación a la circulación, es así como en marzo hubo más detenidos que
infectados.
Después de todo lo ocurrido en toda la pandemia aparecerán consigo otros
derechos que parten de la dignidad, el derecho a decir el último adiós,
derechos que surgieron a partir de circunstancias difíciles de pacientes con
COVID, estos derechos que nacen de la condición inherente de la persona
humana. El artículo 94 de la constitución política colombiana, establece que
los derechos no son únicamente los enunciados en la constitución o en tratados
internacionales, sino también se desprenden de la condición inherente de la
persona humana.
Para terminar se habla del reto de construir un estado constitucional mundial,
que garantice la protección de los derechos aquí y en cualquier lugar de la
tierra y tener claro que esta no será la única y la última circunstancia de
excepción, sino que van a existir más situaciones de excepción, pero se espera
que para ese entonces ya haya un constitucionalismo de excepción,
transformador que garantice los derechos de todas los seres humano y de la
naturaleza.

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