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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISIÓN EN CIENCIAS DE LA TIERRA
GEOLOGÍA APLICADA A LA INGENIERÍA CIVIL

SEMESTRE 2020-1

INFORME DE CAMPO

PRESENTADO POR:
PACHECO GARCÍA SAMUEL
FLORES QUINTAL KIMBERLY

PRESENTADO A:
ING. MARCO RUBIO RAMOS

FECHA
28 DE NOVIEMBRE DEL 2019
ÍNDICE

1.  RESUMEN

2. OBJETIVOS

3.  HISTORIA Y ANTECEDENTES

4. GENERALIDADES

4.1 Ubicación
4.2 Vías de acceso

5. MARCO GEOLÓGICO

5.1 Litología
5.2 Tectónica y Geología Estructural
5.3 Metalogenia
5.4 Alteraciones hidrotermales

6. ESTACIONES

6.1Servicio Geológico Mexicano


6.2 IPICYT
6.3 Depósitos Minerales 
6.3.1 Topacios I
6.3.2 Topacios II
6.3.3 Ópalos
6.4 Pueblo Minero “Cerro de San Pedro”
6.5 Xenolitos de olivino

7. CONCLUSIONES

8. REFERENCIAS
1. RESUMEN

La práctica de la materia Geología Aplicada a la Minería se realizó en el estado de San


Luis Potosí, con la finalidad de conocer las bases de la exploración minera, desde
observaciones en campo, hasta análisis y técnicas determinativas utilizadas. Por otra
parte, se tuvo la oportunidad de hacer visitas a infraestructura minera, tanto propiamente
operativas, como obras de remediación.

2. OBJETIVO

Que el alumno refuerce los conocimientos adquiridos en el aula de aprendizaje mediante


la práctica de campo, donde se realizará la exploración de depósitos minerales de topacio
y ópalo, mediante el análisis y  descripción litológica, estructural, textural y de alteraciones
hidrotermales de la roca. Así mismo, se realizarán visitas al Servicio Geológico Mexicano
y al Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), para la
implementación de servicios de mapeo y cartografía digital, y así complementar la
caracterización de posibles yacimientos minerales en campo. 

3. HISTORIA Y ANTECEDENTES

El primer descubrimiento de mineral en San Luis Potosí, fue en el año 1561 y


correspondió a “Las Reales Salinas de Peñón Blanco” hecho de relevante importancia
considerando que la sal era un elemento imprescindible en la obtención de los metales
(Zacatecas, Fresnillo y Sombrerete, se surtían de estas salinas). Sin embargo, la bravura
de los guachichiles impedía el acceso hacia el oriente. En 1574 se comienza la
explotación del Mineral de Charcas, situado precisamente en la frontera peligrosa y mal
defendida, por lo que dos años después en 1576, fue atacada por barbaros y
materialmente arrasada, pero se volvió a fundar en julio de 1584, en el lugar que
actualmente se encuentra. Se estima que al comenzar el último cuarto de siglo XVI,
algunos gambusinos que salieron de Zacatecas a explorar las tierras de los guachichiles
con el consentimiento de éstos, descubrieron un rico mineral en una zona que
denominaron Cerro San Pedro, aunque se dice que el descubrimiento de este mineral
permaneció ignorado por algún tiempo, debido a que los gambusinos fundían ahí mismo
los minerales y llevaban a vender la plata y el oro en pasta a Zacatecas. Sin embargo, no
fue hasta el año 1592, en que el Capitán Caldera registro con todas las de la ley, las
“Minas de San Pedro” y en poco tiempo se formó un pueblo, llegando a él experimentados
mineros como Pedro Arizmendi Gorrón, proveniente de Zacatecas, de los primeros en
llegar y el primero en establecer haciendas de beneficio. Gracias a las minas de San
Pedro, se fundó el pueblo de San Luis Minas del Potosí de la Nueva España. Así mismo,
en el pueblo y sus alrededores se establecieron fundiciones. 

En el año 1624 el laboreo de las minas no era fácil, pues existían problemas serios debido
al comportamiento de las vetas, problemas para el apartado de oro y plata, falta de
experiencia de los mineros improvisados y las sequias. A pesar de tal problemática, en
1628 se abrió en San Luis Potosí La Real Caja y en ese mismo año en la “Mina de los
Briones” de San Pedro, se descubrió una veta de oro nativo que en tan solo dos meses y
días produjo más de un millón de pesos oro. A principios del siglo XVII el señor Don Juan
Dozal descubrió mineral en Villa de Ramos, tomándose como fecha original de la
formación de esta zona el año 1608. 

Dicha zona, fue sorprendida por una partida de indios barbaros en el año 1640 y en 1652
ocurrió por segunda vez una invasión de indios barbaros, arruinando las casas y dejando
en ruinas el mineral. En el año de 1796, se descubrió la rica mina de San Juan
Nepomuceno, alias “La Cocinera”, iniciándose así una segunda época de bonanza de la
que da testimonio el escribano de Cabildo y diputado Don Miguel Alejo Torres, a la
diputación de Zacatecas, informando que esta mina produjo de 1798 a 1807 $918,000.00
pesos según los registros reales. Posteriormente al descubrimiento de la mina en Cerro
de San Pedro por el Capitán Caldera en el año de 1592, su amigo y compañero Don Juan
de Oñate descubre la mina de Guadalcázar, cabe hacer mención que en épocas muy
anteriores los naturales ya habían trabajado en la región más de 100 minas de mercurio y
oro. En el año de 1629 ocurrió un gran auge de denuncias y trabajos en el Cerro San
Cristóbal y como consecuencia de esto se establecieron tres haciendas de beneficio por
el sistema de patio. En 1722 una tromba inundo todas las minas que estaban en
operación por este año y no fue sino hasta 1743 que se hicieron nuevos descubrimientos
de más de 80 minas, la mayor parte en el Cerro de San Cristóbal. 

El descubrimiento de Real de Catorce en 1772, propicio la emigración de los mineros de


Guadalcázar y el abandono de esta mina, reanudándose los trabajos en 1790, los que se
abandonaron nuevamente en 1794. Sin embargo, la explotación de mercurio adquirió gran
importancia al grado que en 1843 el gobierno premió su gran producción. En 1773 los
gambusinos Sebastián Coronado y Antonio Llamas, encontraron un filón argentífero en la
Sierra de Catorce, comenzando de inmediato su explotación habiéndosele puesto el
nombre de La Descubridora, pero fue hasta 1778 cuando los gambusinos de Don
Bernabé, Antonio de Zepeda, quien fue beneficiador y minero de Matehuala, descubrió el
rico crestón de la rica veta grande y abrieron sobre ella el tiro “Guadalupe”, cuya
asombrosa riqueza llamó la atención del mundo entero, hecho que propicio la llegada de
una muchedumbre de mineros que se volcaron a disfrutar de esta riqueza argentífera en
tal desorden que de pronto se formó una congestionada población carente de agua,
víveres y caminos, la mayoría de los primeros mineros eran pobres, sin experiencia que
pasaban grandes dificultades para sacar los metales de las minas y beneficiarlos. 

La guerra de independencia iniciada en 1810, ocasionó la suspensión de la explotación de


estas minas por algunos años. La tercer bonanza se desarrolló de 1819 a 1827,
produciendo algunos centenares de barras de plata y en esa época de intensa producción
(1826) fue que J.H. Burkart visitó esta mina de la que incluyó una descripción detallada en
su obra “Autenthal and México unden Jahren”, publicada en Sttutgart, Alemania el año de
1836. Con el estallido de la guerra de independencia decayó la minería en Real de
Catorce, pero en el México independiente volvió a resurgir gracias al capital inglés y con
la compañía Gordoa y Murphy que instaló en Catorce la primera caldera de vapor que se
aplicó en una mina mexicana.
En 1824 el gobierno del estado ratificó las ordenanzas de minería, en esos tiempos había
juzgados de minería en San Luis Potosí, Catorce, Charcas y Guadalcázar. Sin embargo,
las constantes guerras civiles de la época, obstaculizaron el desarrollo de la minería. 1857
se contrató el arrendamiento de la casa de moneda de San Luis Potosí y el permiso de
establecer otra en Catorce, lográndose solamente lo segundo, por lo que en enero de
1865 se abrió la Casa de Moneda de Catorce, misma que se clausuro en 1866. El 16 de
noviembre de 1864, se constituyó la negociación minera de Santa María de La Paz, que
hoy en día continua en operación. 
En 1873, en la mina la Purísima de Catorce, se usó por primera vez en México la dinamita
para el laboreo de minas, ese mismo mes también por primera vez en México se
instalaron perforadoras de vapor. Posteriormente en 1877 se empleó por primera vez el
aire para las perforaciones mecánicas y en 1880, Don Francisco M. Coghlan instaló la
primera planta eléctrica que movió un malacate en Santa Ana. Entonces solo había otros
dos malacates eléctricos en los Estados Unidos y ninguno en el país. Finalmente en junio
de 1896 fueron inauguradas por el General Porfirio Díaz, Presidente de la Republica, las
bombas que el señor Coghlan había mandado hacer en San Francisco California, para el
desagüe del tiro general Santa Ana. Durante la época porfirista se introduce el ferrocarril y
otras innovaciones técnicas y se lleva a cabo la transición entre la minería artesanal de
las sociedades particulares a la gran minería de las empresas transnacionales. 

 En 1901 se instaló una moderna fundición dotada de todos los adelantos tecnológicos en
Matehuala, lo que ocasiona como consecuencia la desaparición de las tradicionales
haciendas de beneficio de Catorce y sus alrededores, así como la Fundición de Morales y
otras. Con la muerte de Don Francisco M. Coghlan en 1903 y el regreso definitivo a
España de Don Vicente Irizar en 1905, hechos aunados a otras circunstancias como la
inundación de algunas minas y la incosteabilidad de los métodos tradicionales, comenzó
la decadencia de Real de Catorce, de tal manera que, a principios de 1910, únicamente
trabajaba de manera regular la gloriosa mina Santa Ana. En 1910, comenzó la Revolución
Mexicana hecho que paralizó casi en su totalidad a la minería en el estado de San Luis
Potosí y Real de Catorce prácticamente era una ciudad fantasma, mientras que Ramos,
Guadalcázar y Cerro San Pedro entre otras, solo eran trabajadas de manera artesanal por
reducidos grupos de gambusinos, pepenando terrenos, extrayendo rezagas o extrayendo
de minas abandonadas minerales de alta ley en pequeñas cantidades. Al terminar la
revolución comienza nuevamente a resurgir la minería, comportándose con altas y bajas,
debido en parte al propio desarrollo de la economía y también a variaciones en la
cotización internacional de los metales y minerales no metálicos. Durante las dos guerras
mundiales tuvo gran auge la explotación de minerales de mercurio y antimonio en
Guadalcázar y Wadley

En la década de los 50, se descubrió accidentalmente el yacimiento de fluorita de “Las


Cuevas” por un gambusino. Es de hacer mención que en un principio el aprovechamiento
de este yacimiento consistió en la recolección de mineral de muy alta ley, que formaba las
cercas de piedra (fluorita casi pura) de corrales y terrenos de cultivo de las áreas
adyacentes al yacimiento. En seguida comenzó la explotación minera que se inició de
manera artesanal obteniendo mineral de muy alta ley. La compañía Noranda adquirió la
propiedad y realizó un amplio programa de exploración que le permitió descubrir los
grandes cuerpos de mineral que hasta la fecha se explotan. La segunda mitad del siglo
XX y hasta el fin de la década de los 80, la minería potosina acusa un incremento
sostenido de las actividades de exploración, explotación y beneficio de minerales.
4. GENERALIDADES

4.1 UBICACIÓN

El estado de San Luis Potosí se localiza en la parte centro oriental de la República


Mexicana entre los paralelos 21°09’35’’y 24° 33’ 09’’ de latitud norte y los meridianos
98°19’52’’ y 102°17’51’’ longitud al oeste de Greenwich, limita al norte con los estados
Coahuila y Nuevo León; Tamaulipas y Veracruz, al oriente; al sur con los estados de
Guanajuato, Hidalgo y Querétaro. Al poniente con Zacatecas y Jalisco. La superficie de la
entidad es de 62,304.74 Km2, que equivalen a 3.1% de la superficie del país. 

Figura 1. Ubicación del Estado de San Luís Potosí.

4.2 VÍAS DE ACCESO 

La red de caminos de la entidad, a diciembre del 2014, es de 12,524 km2 de carreteras,


de las cuales 6,890 km son pavimentadas, 5,538 km revestidas y 96 km de terracería.
Esta red está a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Junta Local
de Caminos, el sistema de comunicación terrestre con que cuenta el Estado, le permite
tener una buena conexión, tanto en el interior de la entidad como en el resto del país. La
red ferroviaria de la entidad tiene una longitud de 1,279 km.
Figura 2. Vías de acesso del Estado de San Luis Potosí.

5. MARCO GEOLÓGICO

5.1 LITOLOGÍA

Las características litológicas y estructurales de las unidades geológicas en el estado de


San Luis Potosí, indican que hubo diferentes eventos geológicos de tipo orogénico, los
cuales actuaron en varias épocas para dar origen a un relieve estructural que ha sido
modificado en forma subsiguiente por procesos de alteración. La estratigrafía en la
entidad es muy amplia y presenta diversas unidades litológicas de los períodos Triásico,
Jurásico, Cretácico, Terciario y Cuaternario. Las rocas más antiguas en San Luis Potosí
están representadas por unidades metamórficas y sedimentarias del Triásico, las cuales
afloran al occidente y norte del estado. Del Jurásico se presentan rocas sedimentarias de
origen marino, que afloran al norte de la entidad. 

En todo el estado, se encuentran diversos tipos de rocas sedimentarias correspondientes


al Cretácico; mientras que del Terciario, se tienen unidades de rocas sedimentarias,
ígneas intrusivas e ígneas extrusivas. En lo referente al Cuaternario, se presentan rocas
ígneas extrusivas y sedimentarias, ubicadas las primeras, en promontorios aislados en las
zonas centro, suroeste y noroeste del estado; mientras que las segundas, constituyen
abanicos hacia los flancos de algunas sierras.
5.2 TECTÓNICA Y GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

El Estado de San Luis Potosí se encuentra dentro de tres provincias fisiográficas: la Mesa
del Centro, la Llanura Costera del Golfo de Mexico y la Sierra Madre Oriental.

Figura 3. Provincias fisiográficas del Estado de San Luís Potosí

En la Mesa del Centro, los rasgos estructurales de esta región dan evidencia de tres
episodios tectónicos claramente diferenciados: el primero, relacionado con el
metamorfismo regional de las rocas sedimentarias del Triásico, tiene como testigo de ello
las rocas metamórficas (esquistos) aflorantes al suroeste de la localidad El Barril. El
segundo, datado a finales del Cretácico y principios del Terciario, se manifestó con
esfuerzos de compresión de la Orogenia Laramide, la cual ocasionó pliegues más
abiertos en el occidente del estado y más estrechos hacia el oriente, destacan el
Anticlinorio de Catorce y el Anticlinorio de Charcas, con orientación general norte-sur. El
tercero, ocurrió en el Plioceno y obedece a esfuerzos de tensión que dieron origen a
sistemas de fracturas y fallas normales con orientación norte-sur y noroeste-sureste, y
afectaron las estructuras anteriores. En gran parte de la región sur de la Mesa del Centro,
los afloramientos de rocas ígneas (riolitas, tobas riolíticas y basaltos) sobreyacen a las
rocas calcáreas.

 En la Sierra Madre Oriental, se tiene evidencia de dos eventos tectónicos ocurridos hacia
fines del Cretácico y principios del Terciario. El primero, de carácter compresivo, deformó
fuertemente a la secuencia mesozoica en pliegues anticlinales y sinclinales, algunos
simétricos y otros recumbentes, dando lugar también a un sistema de fallas inversas,
alineados todos ellos en direcciones noroeste-sureste, características en la Sierra Madre
Oriental. El segundo evento es de carácter distensivo y responde a la formación de los
sistemas de fallas normales y de fracturas con orientación noroeste sureste y
norestesuroeste. Simultáneamente se inició un período de actividad ígnea, representado
por estructuras de cuerpos intrusivos (diques, mantos y lacolitos, entre otros), además de
los conos volcánicos y coladas de lava que se observan al sureste de la ciudad de San
Luis Potosí. 

Hacia la Llanura Costera del Golfo Norte, las unidades aflorantes no sufrieron
movimientos tectónicos intensos capaces de deformarlas considerablemente; sin
embargo, presentan fracturas y estructuras originadas por esfuerzos de compresión de
pequeñas dimensiones (anticlinales y sinclinales amplios), que no son cartografiables,
predominan hacia la planicie costera las formaciones del Terciario Marino de México.

5.3 METALOGENIA

Región Mineralizada Cerro de San Pedro-Guadalcázar

Se localiza en las inmediaciones del estado, incluye los distritos mineros Cerro de San
Pedro y Guadalcázar.

Cronológicamente se encuentra en unidades que van del Aptiano, representado por


anhidritas y yeso de la Formación Guaxcamá, que subyace a las calizas de la Formación
El Abra de edad Albiano, descansando concordantemente se encuentra una secuencia
calcárea de la formación Tamasopo del Cononiano, sobreyaciendo se tienen lutitas y
areniscas de la formación Cárdenas
Cubriendo parcialmente a las anteriores se encuentra un paquete de rocas ígneas
extrusivas, de composición intermedia, ácida y básica. En los valles y depresiones se
encuentran depósitos aluviales, gravas, arenas, limos y arcillas del cuaternario.
Afectando a la secuencia estratigráfica hasta el Eoceno, se encuentra intrusionando un
cuerpo granítico, provocando zonas favorables para el depósito de las soluciones
mineralizantes como son: fallas, fisuras y zonas de debilidad

Yacimientos Minerales

La región se caracteriza por la presencia de yacimientos minerales, asociados en tiempo y


espacio al emplazamiento de cuerpos intrusivos de composición granítica, hospedados
en  rocas calcáreas del cretácico inferior. La mineralización más importante es de oro,
plata, plomo, cobre y zinc, contenidos en forma de vetas, chimeneas y de zonas de
reemplazamiento

Distrito Minero Cerro de San Pedro.


El distrito minero de Cerro de San Pedro ubicado en la porción sur-central de la carta, la
mineralización es aurífera, se emplaza en la secuencia carbonatada del cretácico Inferior
y Superior, en vetas, fallas, fracturas y zonas de brechamiento, además diseminada en el
intrusivo de composición granítico. Sus formas y dimensiones son muy irregulares
llegando a tener más de 300 m de extensión horizontal. Las leyes del depósito son del
orden de 0.16 g/ton de Au y 24 g/ton de Ag. Presenta ganga de cuarzo, calcita y hematita.
5.4 ALTERACIONES HIDROTERMALES

Tabla 1. Alteraciones hidrotermales en los Distritos mineros de San Pedro y Guadalcazar.

6. ESTACIONES

6.1 SERVICIO GEOLÓGICO MEXICANO

El Servicio Geológico Mexicano inicia en 1994, el cual tiene como objetivo la investigacion
geológica dedidca principalmente en la minería. El SGM, realiza numerosas actividades,
las cuáles se mencionan a continuación:

 Cartografía
 Geofisica (aerea y terrestre)
 Recursos Minerales
 Centros experimentales
 Minerales energéticos
 Geología Ambienta
 Ceohidrología
 Geociencia digital
 Geología médica
 Geoparques

Así mismo, han desarrollado una aplicación para smarthphones y pagínas de internet en
donde es posible tener acceso a mapeo y cartografía digital.

6.2 IPICYT

La visita al IPICYT consistió en la observación de análisis y técnicas determinativas que a


continuación se describen.
Con frecuencia, el estudio que se realiza para la valoración de un depósito mineral implica
tan sólo el estudio genérico de las leyes de los elementos que se espera puedan ser
interesantes en el tipo de depósito, obviando el estudio mineralógico detallado de las
asociaciones minerales. No obstante, un estudio detallado de la mineralogía no tiene tan
sólo connotaciones académicas como a veces se cree, sino que puede ayudar a
incrementar el valor añadido de la explotación, e incluso por sí sólo puede ayudar a
descartar o confirmar el interés del yacimiento. Teniendo en cuenta el bajo costo de los
análisis mineralógicos, cuando se comparan con otros métodos, no deja de ser
sorprendente este comportamiento erróneo de muchas empresas.

El objetivo de este trabajo es el de ofrecer una revisión de las técnicas de caracterización


mineral más usuales, así como valorar la incidencia de los estudios mineralógicos en la
exploración, valoración y explotación de yacimientos minerales. Las técnicas han sido
clasificadas en 2 grupos. El primer grupo incluye a las técnicas de mayor uso, de un coste
económico relativamente bajo, las cuales podemos denominar "técnicas convencionales":

(i) Difracción de polvo de rayos X y difracción cuantitativa de rayos X

(ii) Microscopio electrónico de barrido con analizador de energías (SEM–EDS)

(iii) Catodoluminiscencia

(iv) Microsonda electrónica (EMP)

El segundo grupo abarca un grupo de técnicas menos accesibles, y mucho más caras, las
cuales denominamos en este trabajo "técnicas no convencionales":

(i) Particle Induced X–Ray Emission (Micro–PIXE)

(ii) Secondary Ion Mass Spectrometry (SIMS)

(iii) Laser–Ablation– Inductively Coupled Plasma–Mass Spectrometry (LA–


ICP–MS)

La mayor parte de esta compilación está dedicada a las técnicas convencionales (DRX,
SEM–EDS y EMP), las cuales pueden ser de mayor impacto en el campo de la pequeña
minería.

El estudio de las asociaciones minerales mediante técnicas cuantitativas aporta


elementos valiosos para la valorización de los depósitos minerales, desde la fase de
exploración a la de estudio de viabilidad del depósito.

En la fase de prospección estratégica (a nivel regional) las técnicas que pueden ser más
útiles dependen del tipo de depósito. No obstante, como norma general, para la
identificación de minerales en concentrados de batea puede ser muy útil la microscopía
electrónica de barrido, especialmente en el modo de electrones retrodispersados y
acompañada de microanálisis por dispersión de energías. Este método permitirá la
localización e identificación rápida de partículas de minerales pesados en el concentrado.
En este estadio la microsonda electrónica u otras técnicas de microanálisis cuantitativo
(LA–ICP–MS, SIMS, Micro–PIXE u otras) sólo pueden ser viables en el caso de que el
tipo de depósito que se trata de localizar presente un fuerte valor añadido, como es en la
exploración de depósitos de diamante a partir de la composición de minerales
indicadores.
Por lo común, el estudio del depósito en la fase táctica (ya a nivel local o del depósito)
precisará de herramientas aplicadas a un espacio mucho más concreto y, por tanto, que
deben ser precisas. En este estadio la difracción de polvo de rayos X cuantitativa puede
ser una alternativa o un complemento a otros métodos (PIMA, p. ej.) enfocados a
caracterizar la distribución de las zonas de alteración hidrotermal o meteórica, o a
caracterizar la mineralogía de suelos. Nuevamente la microscopía electrónica de barrido
puede ser un complemento eficaz para identificar los minerales de interés económico.

En la fase de valoración del depósito pueden emplearse las dos técnicas citadas, pero en
este estadio puede ser ya imperativo trabajar con técnicas cuantitativas más detalladas,
incluyendo las microsondas electrónicas, iónicas o protónicas, así como la LA–ICP–MS.
Debido a su elevado coste, es posible que las tres últimas técnicas sólo sean rentables en
el caso de que el mineral explotable tenga un alto valor añadido. En el caso de la
exploración de diamante, no obstante, estas técnicas son esenciales para poder definir el
potencial diamantífero de una kimberlita.

Las técnicas mineralógicas reseñadas pueden ser, finalmente, aplicadas al diseño de la


explotación del depósito, e incluso al control de seguimiento del mismo. En particular, el
estudio de la textura de las menas (especialmente, el tamaño de grano y los tipos de
intercrecimientos) es esencial en el diseño de la trituración de las mismas. Este aspecto
puede ser estudiado con mucho provecho en microscopía electrónica de barrido con
análisis de energías.

A efectos también de mecanismos de beneficio, así como de control del posible impacto
medioambiental, el tipo de mena y su distribución han de ser caracterizados de manera
segura y detallada, aspecto que puede ser realizado con ayuda del conjunto de las
técnicas citadas. Así, la difracción de polvo cuantitativa puede ser una herramienta
poderosa para controlar la distribución del mineral en el depósito. Ello implica,
indirectamente, conocer la distribución de los elementos químicos mayores. Esta técnica
no aporta el mismo tipo de datos que el que ofrece un típico análisis geoquímico como los
comúnmente usados por las empresas para la determinación de la ley de un elemento en
el depósito (fluorescencia de rayos X, activación neutrónica, ICP–MS, etc.), pero presenta
la ventaja de ofrecer en su lugar la ley de mineral en el mismo depósito.

Ello tiene algunas ventajas importantes, pues un cierto elemento puede estar distribuido
entre diversos minerales y si en alguno de los minerales no fuera económica la extracción
del elemento el análisis químico clásico falsearía el planteamiento de las técnicas
mineralotécnicas y metalúrgicas que deben ser empleadas, e incluso la viabilidad de la
explotación. El mismo razonamiento puede ser aplicado para demostrar la validez de
aplicar el SEM–EDS al diseño de la planta de beneficio de un depósito. En particular, los
elementos preciosos y otros con alto valor añadido (U, Nb, Ta...) pueden ser explotables a
leyes muy bajas, pero siempre que las menas tengan unas características mineralógicas
favorables. En particular, debe conocerse con precisión cuál es la distribución del
elemento o elementos beneficiables entre las diferentes especies minerales del depósito.
Para ello pueden ser imprescindibles análisis con microsonda electrónica e incluso micro–
PIXE, SIMS o LA–ICP–MS.

Para el diseño de los mecanismos de control medioambiental deben tenerse también en


cuenta las características químicas y físicas de las menas, en particular, aquéllas que
puedan favorecer su alterabilidad. Además, es importante conocer la distribución de
algunos elementos traza tóxicos (Cd, Cr, Bi, Se, Tl, etc.) entre los diferentes minerales del
depósito, no en el conjunto del depósito (con los métodos químicos tradicionales).
Nuevamente, también en este caso las técnicas de microanálisis puntual mineralógico
(EMP, micro–PIXE, SIMS, LA–ICP–MS) pueden ser extremadamente seguras y eficaces.
6.3 DEPÓSITOS MINERALES

6.3.1 TOPACIOS I

En está localidad se definió una litología tipo ceniza volcánica de composicion riolítica,
muy joven. Se pensaba que provenía del volcán La Primavera que tuvó una actividad de
hace 100, 000 años. Sin embargo al fechar la litología, se obtuvo una edad de
aproximadamente 1 Ma, por lo que aún se desconoce la procedencia de la antes
mencionada. La existencia de topacios indica que el magma presenta contenido de fluor,
de la misma forma, la presencia de estaño y de topacios representan las etapas finales de
enfriamiento.

Para la ubicación de las zonas donde probablemente se localizaban los topacios se


buscaron indicios de minería previa, así mismo, se observaron alteraciones hidrotermales.

6.3.2 TOPACIOS II
6.3.3 ÓPALOS

6.4 PUEBLO MINERO “CERRO DE SAN PEDRO”

Los trabajos históricos sobre el municipio actual han concentrado su atención en torno
a la minería desde el momento mismo del hallazgo del "Cerro del Potosí", lugar de
fundación del real de minas de Cerro de San Pedro a finales del siglo XVI (Cabrera
1979, 339–335; Ruíz 2008, 95–116). Una vez oficializado el descubrimiento minero e
iniciado el asentamiento de población desde 1592, el lugar se convirtió en un centro de
confluencia de personas interesadas en la explotación de oro y plata en la parte
septentrional de la Nueva España. Las tareas de exploración, extracción y beneficio
impulsaron el surgimiento de asentamientos y haciendas como Real del Monte
(Caldera), Portezuelo, San Francisco de los Pozos, Armadillo, La Sabanilla, El
Divisadero, Cuesta de Campa, San Antonio de la Sauceda, San Pedro Gogorrón, La
Pila, Pardo y los pueblos de San Miguel de Mexquitic y San Luis Potosí (Salazar 2000,
57).

En esta estación se logró ver un contacto de roca sedimentario (caliza) con un intrusivo,
que debido al espesor de la litología caliza no fue posible la generación de un skarn, por
lo que no se observó el endo y exoskarn.

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