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Siempre que lees un libro, tienes que tomar en

consideración qué tipo de libro es. No lees todos los libros


de la misma manera. Por ejemplo, no lees un libro de
cocina de la misma manera que lees una novela. Y, no lees
una enciclopedia de la misma manera que lees un libro de
poesía. El tipo de libro que estás leyendo determina cómo
lo lees.

¿Qué tipo de libro es la Biblia?


Entonces, ¿qué tipo de libro es la Biblia? ¿Es un libro de
reglas? ¿Una enciclopedia con consejos espirituales y
promesas? ¿Un libro académico de teología? ¿Una
colección de historias sin relación? El tipo de libro que es,
determinará cómo la leerás. Y, si no entiendes el tipo de
libro que es, la leerás de manera equivocada y te perderás
lo que realmente está diciendo.

Por ejemplo, muchas personas tratan la Biblia como una


enciclopedia de consejos espirituales y promesas. La
mayoría de las personas no leen una enciclopedia de tapa a
tapa, solo buscan en el índice los temas que más les
interesan. Así es como se leen las enciclopedias. La
sección de un tema no está relacionado con el siguiente
tema, así que no necesitas seguir leyendo una vez que
hayas aprendido acerca del tema en el que estás
interesado. Pero, la Biblia no es una enciclopedia. No está
diseñada de esa manera, así que si solo elegimos versos,
párrafos, y capítulos fuera de contexto, realmente no
vamos a entender lo que hemos leído. 
La Biblia no es una enciclopedia; si
solo elegimos versos, párrafos, y
capítulos fuera de contexto,
realmente no vamos a entender lo
que hemos leído
 
Eso nos lleva a nuestra pregunta: ¿qué tipo de libro es la
Biblia? Es una pregunta difícil porque la Biblia es un libro
único. Fue escrita a lo largo de miles de años por docenas
de autores y editores. Usa diferentes géneros literarios:
narrativa histórica, parábola, poesía, epístola, sermón,
profecía, así como información de censos, y listas de
leyes. Sin mencionar los géneros antiguos como el
apocalíptico que no usamos hoy. 

Diversidad en la unidad
Pero, lo que hace que la Biblia sea verdaderamente única
es que a pesar de su diversidad, es un libro con una unidad
increíble. Fue escrita por docenas de autores y editores
humanos durante miles de años, sin embargo afirma tener
un autor divino que trabajó en cada uno de estos humanos
para que sus escritos fueran las mismas palabras de Dios
(2 P. 1:19-21, 2 Ti. 3:16-17). Y Dios escribió la Biblia
para que sea una sola historia cohesiva. 

Permíteme mostrarte a lo que me refiero cuando digo que


la Biblia es una sola historia cohesiva. Casi cada historia
sigue la misma estructura básica: introducción, crisis,
clímax, resolución. En la Introducción se nos presenta al
mundo de la historia, incluyendo los personajes
principales. La crisis es el problema que altera el mundo
de la historia y guía la historia mientras los personajes
tratan de derrotar al villano, resolver el misterio, encontrar
a su verdadero amor, o cualquier cosa que sea. En el
clímax, o se lidia con el problema y es solucionado o (en
una tragedia) los personajes son vencidos por el problema.
En la resolución, se encuentra el nuevo “normal” para el
mundo de la historia y esta concluye. 

La Biblia también sigue esta estructura. La introducción se


encuentra en Génesis 1-2. Dios (el personaje principal)
crea el mundo y es bueno. Él crea a los humanos como el
pináculo de su creación (ellos son muy buenos) y viven
juntos en armonía; Dios protege y ama a su creación y
ellos aman y obedecen a Dios. La crisis ocurre en Génesis
3. Un villano entra en la historia y perturba la armonía
entre Dios y su creación al tentar a los humanos a
desobedecer a Dios y tratar de tomar su lugar. Como
consecuencia, la humanidad es corrompida por el pecado.
Los humanos pecadores no pueden vivir junto con el Dios
santo, sino que ellos merecen la muerte por su traición.
Además, la muerte y el pecado corrompen toda la
creación. 

Lo que hace que la Biblia sea


verdaderamente única es que a
pesar de su diversidad, es un libro
con una unidad increíble
 
El clímax de la historia de la Biblia se encuentra en los
evangelios. Un hombre llamado Jesús declara que Él es el
Hijo de Dios y que Él ha venido a rescatar a la humanidad
de su pecado. Él vive una vida perfectamente santa y es el
primer humano que vive y no merece la muerte. Aun así,
se sacrifica muriendo como criminal para pagar por los
pecados del mundo. Él es resucitado a la vida por su
Padre, ambos vindicando sus declaraciones de ser el Hijo
de Dios y rompiendo el poder del pecado y de la muerte
que han devastado la creación desde que los primeros
humanos desobedecieron a Dios. 

La resolución se encuentra en Apocalipsis 19-22. En estos


capítulos, Jesús regresa para finalmente vencer al antiguo
villano que causó la crisis del pecado. Él juzga a aquellos
que todavía se oponen a Dios y les da una nueva vida a
aquellos que siguen a Dios a través de la fe en Él. Él crea
un cielo nuevo y tierra nueva para que sean similares a
como eran en Génesis 1-2, pero mejores. Y ese es el final. 

En el medio
Esa es la historia de la Biblia. Pero, podrías estar
pensando: “No contaste un montón de cosas. Solo cubriste
los primeros tres capítulos, los últimos cuatro capítulos, y
unos pocos detalles en medio. ¿Qué hay del resto?”
Bueno, la estructura básica en cualquier historia es
completada por la acción ascendente y la acción
descendente. En la acción ascendente, el problema creado
por la crisis crece y los personajes tratan de lidiar con él,
llevándolo al clímax. 
En la acción descendente, la caída del clímax es
desglosada mientras la historia se dirige a la resolución. La
acción descendente típicamente es muy corta (aunque si
has leído El señor de los anillos, sabes que hay
excepciones). La acción ascendente en la historia de la
Biblia es todo lo que se encuentra desde Génesis 4 hasta
que Jesús muere en la cruz. En otras palabras, la acción
ascendente es el Antiguo Testamento (y el principio de los
evangelios). La acción descendente en la historia de la
Biblia es todo lo que está entre la resurrección y la
segunda venida de Jesús. En otras palabras, la acción
descendente es el grueso del Nuevo Testamento. 

Las acciones ascendente y descendente de la historia de la


Biblia desglosan el plan de Dios para salvar al mundo. Ese
plan es presentado en etapas a través de una serie de
pactos (promesas sagradas) que Dios hace. Dios hace
pactos con Noé (Gn. 8-9), Abraham (Gn. 15 y 17), Moisés
(Éx. 19-31), y David (2 S. 7). 

Cada pacto es un paso en el plan de Dios para lidiar con el


problema del pecado. Cada uno de ellos prepara el camino
a Jesús, quien lidiará con el pecado completamente, una
vez y para siempre. La acción ascendente de la historia de
la Biblia (el Antiguo Testamento) es todo acerca de cómo
el pueblo de Dios vivió a la luz de estos pactos,
aguardando a que el plan de Dios se desplegara por
completo, y fallando mucho en el camino. 

Al leer la Biblia, es importante que


la leas como una historia y que sepas
cómo la parte que estás leyendo
encaja con la historia completa
 
Dios también promete un pacto más en el Antiguo
Testamento, el nuevo pacto (Jer. 31:31-34). Este pacto
será diferente que los otros que le anteceden porque lidiará
con el pecado una vez y para siempre. La muerte y la
resurrección de Jesús inauguraron la promesa del nuevo
pacto (Lc. 22:19-20). La acción descendente de la historia
de la Biblia (el Nuevo Testamento) se trata de cómo el
pueblo de Dios debe vivir a la luz de este nuevo pacto
mientras esperamos a que Jesús regrese y traiga la
resolución de la historia. 

Y esa es la historia de la Biblia. El plan de Dios para


salvarnos de nuestros pecados y habitar con nosotros otra
vez. Cada parte de la Biblia es una parte de esta historia.
Así que al leer la Biblia, es importante que la leas como
una historia y que sepas cómo la parte que estás leyendo
encaja con la historia completa. Si lees la Biblia de esta
manera, todavía será difícil en ciertos momentos, pero
tendrás un conocimiento más profundo de quién Dios es y
lo que Él te está diciendo a través de su Palabra.

Hay algunos días en los que la hora de la siesta no llega lo


suficientemente rápido, porque ya en la tarde es mamá la
que está fuera de control. Recuerdo un día en que mis hijas
mayores estaban pasando por un ciclo de lloriqueo
constante, y me pregunté en voz alta: “¿Cuándo le toca a
mamá quejarse?”. Una de las niñas se detuvo y me
respondió: “Está bien, mami. Puedes tener un turno. Es lo
justo”.
Aun aquellas madres que llevan tiempo sin hacer una
rabieta pueden entender esa sensación de que ya no
podemos más, sintiéndonos emocionalmente drenadas y
exasperadas, sin saber cómo llegaremos al final del día.
Para muchas de nosotras, la frustración proviene de las
expectativas poco realistas que tenemos de nosotras
mismas. En lugar del dulce alivio y la satisfacción que
deberíamos sentir después de un largo día de trabajo
arduo, nos lamentamos por los errores, las oportunidades
perdidas y las debilidades. Bromeamos, diciendo: “No hay
madres perfectas”, pero nos la pasamos intentando
demostrar que podríamos ser la excepción.

Solo la luz resplandeciente del


evangelio puede disipar la oscuridad
de nuestras dudas e iluminar el
pecado del que necesitamos
arrepentirnos
 
Otras madres se sienten abrumadas por la logística de la
vida misma. Yo experimenté esta frustración cuando nos
mudamos al extranjero, que coincidió con una etapa difícil
en mi segundo embarazo, al mismo tiempo que empeoraba
la discapacidad física de mi esposo. La vida misma parecía
imposible, y ni hablar de una vida rebosante de alegría.
Fue durante ese tiempo que aprendí que esas frases cliché
acerca de la vida con las que queremos animar a otros, son
como los pañales baratos. Solo el evangelio puede hacer
que tu fe persevere en medio de una crisis espiritual. Con
demasiada frecuencia nos conformamos con lanzar esos
clichés con tal de alumbrar la oscuridad de nuestras dudas.
Pero su luz y consuelo se desvanecen enseguida.

Puede que los sentimientos más espantosos durante estas


frustraciones provengan de un pensamiento oscuro en
particular. Esos pensamientos oscuros son mentiras que
somos tentadas a creer. Esta idea tiene que ver más con el
karma que con la gracia: sospechamos que la manera en
que transcurrió el día refleja qué tan complacido Dios está
con nosotras.

¿Solo relájate y toma un descanso?


¿Cuál es nuestra esperanza cuando un diluvio de
frustraciones domésticas amenaza con arrastrarnos hasta el
mar del desaliento? ¿Deberíamos consolarnos pensando
que simplemente se trata de una temporada que pronto
pasará?

No pulimos nuestros trofeos de


realización doméstica como si nos
dieran confianza ante el trono de
Dios. Cristo es nuestra confianza.
 
Tal vez esa madre frustrada eres tú, o tal vez seas la mamá
que está tratando de alentar a otras amas de casa
desesperadas. La vida cotidiana de las madres de otras
partes del mundo es diferente, pero nuestra esperanza es la
misma. Todas necesitamos experimentar la realidad
concreta de una esperanza que nos sostiene en cada
temporada y que nunca pasará. Las madres frustradas y las
amas de casa desesperadas tienen un problema mucho más
profundo que nuestra necesidad de un descanso de la
rutina diaria, aunque el descanso físico sí es una necesidad
diaria.

Negar que tenemos días difíciles solo funcionará hasta que


llegue el próximo día difícil. Y limitarnos a relajarnos de
vez en cuando no funciona a largo plazo.

Lo que todas necesitamos es que el Hijo nos rescate de


nuestro pecado. Él fue separado del Padre cuando tomó
nuestro pecado sobre Sí mismo para que por su gracia
pudiéramos estar unidas a Dios por siempre. Lo que
necesitamos es ver la luz de la gloria de Dios en el rostro
de Cristo resplandeciendo en nuestro corazón (2 Co. 4:6).

Solo la luz resplandeciente del evangelio puede disipar la


oscuridad de nuestras dudas e iluminar el pecado del que
necesitamos arrepentirnos. Es a través de la luz del
evangelio que vemos cómo la bondad de Dios nos lleva al
arrepentimiento. Y, por su gracia, Dios hace que nuestras
circunstancias frustrantes se sometan a Sus propósitos para
nuestra vida. Dios usa estas situaciones para que
crezcamos en semejanza a Cristo, para que nos hartemos
de nuestro pecado, y para enseñarle a nuestro corazón a
anhelar la gracia futura.

 Me encanta lo que dijo Ed Welch sobre la esperanza en la


gracia futura de Dios: “Tu futuro incluye el maná. Vendrá.
No tiene sentido idear escenarios futuros ahora porque
Dios hará más de lo que esperas. Cuando entiendes el plan
de Dios de darnos gracia futura, tienes acceso a lo que
posiblemente sea el más potente bálsamo de Dios contra la
preocupación y el miedo”.
Cristo es nuestra justicia. Por eso no
nos atrevemos a depositar nuestra
confianza en nuestro mejor día; ni
deberíamos temblar por haber
tenido un día horroroso
 
Cuando estamos sirviendo en nuestros hogares,
necesitamos ver con los ojos de nuestro corazón que
Cristo es la justicia de todo aquel que cree (Ro. 10:4). Eso
significa que no tratamos de lavar o reparar los trapos de
nuestra justicia propia como si nos justificaran ante Dios.
Jesús es nuestra justicia. No pulimos nuestros trofeos de
realización doméstica como si nos dieran confianza ante el
trono de Dios. Cristo es nuestra confianza. Es como dice
Jerry Bridges en su libro The Discipline of Grace [La
disciplina de la gracia]: “Tus peores días nunca son tan
malos como para que estés fuera del alcance de la gracia
de Dios. Y tus mejores días nunca son tan buenos como
para que no necesites la gracia de Dios”.

Cristo es nuestra justicia, y Él es el mismo ayer y hoy y


por los siglos (Heb. 13:8). Por eso no nos atrevemos a
depositar nuestra confianza en nuestro mejor día ni en
dulces emociones; ni deberíamos temblar por haber tenido
un día horroroso con la mayor indisposición.

Nos deleitamos en Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra


sabiduría, justificación, santificación y redención (1Co
1:30). Y ese deleite en Jesús hace que desbordemos en
alabanza, y el Espíritu da su fruto en nuestras vidas para
que sea Dios quien reciba toda la gloria.
¿Qué materiales se
usaron para escribir
la Biblia? | Preguntas
Bíblicas
Hoy contamos con muchas herramientas para leer la
Palabra. Entre ellas, aplicaciones en dispositivos móviles,
sistemas informáticos que contienen volúmenes de
información, y comentarios bíblicos. ¡Esto es una
bendición de Dios!

Sin embargo, no siempre ha sido así. La Biblia ha pasado


por tribulaciones significativas a lo largo de su historia,
con persecuciones y cientos de enemigos. Muchos
creyentes han peleado palmo a palmo contra la hostilidad
a ella, llegando incluso a entregar su sangre para
defenderla.

Esa es una de las razones por las que han habido debates
sobre la preservación de la Biblia, y es bueno conocer qué
materiales se usaron originalmente para escribirla.

Del mensaje oral al mensaje escrito


Para empezar, es clave señalar que el mensaje que
tenemos en la Biblia no inició totalmente en forma escrita,
sino también de forma oral. Esto sucedió tanto con el
Antiguo como con el Nuevo Testamento. Dios movió a
hombres por el Espíritu a plasmar por escrito lo que les
fue revelado (2 P. 1:21).

Esto no le resta inspiración divina al contenido bíblico:


“En tanto que las Escrituras fueron dadas por Dios como
regla de vida, fe y práctica, y en el contexto de una
inseparable connotación soterológica, la inspiración divina
se hace extensiva tanto a las fuentes orales originales
como a su forma escrita”.[1]

Los materiales utilizados


Los materiales usados en los manuscritos originales de la
Biblia son diversos. Fueron los mismos que se usaban
comúnmente en las épocas en que se redactaron los
manuscritos, y eran copias a mano. Los siguientes eran los
más empleados, tanto para la redacción del Antiguo como
del Nuevo Testamento:

 Papiro. Se producía de la planta denominada papiro.


“Esta caña crecía en los lugares poco profundos de los
lagos y ríos de Egipto y de Siria”.[2] Era el material para
escribir más común en la antigüedad, e incluso se usó un
par de siglos después de Cristo.
 Pergamino. F. F. Bruce escribe que “la palabra
‘pergamino’ proviene del nombre de la ciudad de
Pérgamo, en Asia Menor, pues la producción de este
material de escritura estuvo asociada durante algún tiempo
con aquel lugar”.[3] La materia prima del pergamino eran
pieles curtidas de ovejas, cabras, antílopes, y otros
animales. A estas pieles se les quitaba el pelo y se las
trataba con cepillos para producir un material de escritura
más duradero.
 Vitela. Este material era el cuero de ternero. Era
común que se tiñera de color púrpura, como vemos en
algunos de los manuscritos conservados hoy.
También podemos hablar de otros materiales como la
Ostraca, que era alfarería sin vidriar, también llamado
tiesto o cacharro. Además, se hacían inscripciones en
piedra con una pluma de hierro. Por otro lado, también se
usaron tablillas de arcilla. Se escribía en ellas con un
instrumento agudo, y luego se secaban para que el escrito
quedara plasmado de forma permanente. Era el material
más barato.

Dios sabe preservar magistralmente


su propia Palabra para el beneficio
de su pueblo y la gloria de su
nombre.
 

En cuanto a los instrumentos utilizados para escribir, se


tenían varias opciones, incluyendo el cincel de hierro para
grabar en piedra. También se usaba una punta metálica
para hacer inscripciones en arcilla y tablillas de cera. Y la
pluma, que era básicamente una caña de junco, con punta.
La tinta se hacía generalmente de una combinación de
carbón, goma, y agua.[4]

Dios ha preservado su Palabra


A pesar de la fragilidad de los manuscritos y el pasar de
los años, las evidencias que arrojan las pruebas literarias y
hallazgos arqueológicos a lo largo de los siglos (como los
de las cuevas de Qumrán en el Mediterráneo), muestran
que la Biblia que tenemos hoy es fidedigna y representa la
Palabra de Dios escrita, infalible, inerrante, y suficiente. [5]

La fascinante historia de las Escrituras, cuya preservación


comenzó con instrumentos tan sencillos como los
mencionados arriba, es evidencia de un Dios que sabe
preservar magistralmente su propia Palabra para el
beneficio de su pueblo y la gloria de su nombre.

Como Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis


palabras no pasarán” (Mt. 24:35). Aunque este pasaje tiene
una connotación relacionada al cumplimiento de la
Palabra, nos refiere también a la preservación de la misma.
¡Bendito sea Él por eso! El poder del Dios que la sustenta
y protege es sin igual.

¿Quién o quienes escribieron


la biblia?
Es una pregunta que muchas personas se hacen y es por eso que en este
apartado hablaremos de quienes fueron las personas que escribieron la biblia, o
mejor dicho los libros que conforman la biblia, ya que la biblia esta compuesta por
66 libros y escrita por diferentes autores, en diferentes circunstancias, lugares y
épocas diferentes.

Los libros que conforman la Biblia y sus autores


Antes de hablar de quienes fueron los autores de los libros de la biblia, debemos
tener claro que la Biblia está conformada por el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento y su principal diferencia es la presencia de Jesucristo en el mundo.
Las personas que escribieron la biblia lo hicieron mediante la revelación divina,
inspirados por Dios, para que hoy nos sirviera como el mayor manual de vida.
Estos escritores fueron personas normales de diferentes profesiones escogidos
por Dios para un gran propósito.
¿Cuándo se escribió la biblia?
La biblia se escribió como hemos mencionado anteriormente en diferentes
periodos de tiempo, el primer libro “Génesis” fue escrito por Moisés y data
aproximadamente del año 1445 antes de Cristo. y por otro lado tenemos el ultimo
libro de la biblia que es “El Apocalipsis” que fue escrito por el apóstol Juan y data
alrededor del año 95 después de Cristo.
En conclusión podemos decir que la biblia se escribió en un periodo de más de
1500 años.
¿Cuántos hombres escribieron la Biblia?
Los libros de la Biblia fueron escritos por mas de 40 autores diferentes a lo largo
de 60 generaciones, personas de diferentes clases sociales incluyendo: Reyes,
campesinos, filósofos, poetas, estadistas y eruditos.
Para estudiar cuantos hombres y quienes escribieron cada libro hemos redactado
el siguiente apartado detallando cada libro que conforma la Biblia.

¿Quiénes escribieron El Antiguo Testamento?


 Génesis: Es el primer libro de la Biblia escrito por el profeta Moisés, el
título original en hebreo es la primera palabra del libro “En el principio”,
(Bere’shith). La fecha de la escritura fue aproximadamente en el 1445 a.C.
 Éxodo: Este libro también fue escrito por el profeta Moisés, en el texto
hebreo, las dos primeras palabras del libro constituyen su nombre, “Estos
son los nombres”, (We’elleh semoth). En español es el nombre utilizado por
primera vez por los traductores griegos del libro, que se podría traducir
como “Salida” o “partida”.
 Levítico: Escrito por el profeta Moisés, el título de este libro en español se
basa en el nombre dado por los traductores griegos, el nombre podría
traducirse como “concerniente a los levitas”, en hebreo es la primera
palabra del libro, “Él llamó”, (Wayyiqra).
 Números: Este el el cuarto libro del profeta Moisés, el nombre se basa en
las listas de números en el libro y es el nombre dado por sus traductores
griegos, el nombre en hebreo es más acertado, “Bemidbar” que significa en
español “En el desierto” texto tomado del versículo inicial. 
 Deuteronomio: El quinto libro del profeta Moisés, y con este quinto libro
cerramos el grupo llamado Pentateuco, “Los cincos libros de Moisés”. EL
título en hebreo es “Elleh Haddebarim” en español “Estas son las palabras”
el título en español refleja la palabra griega “Deuteronomion” que traducido
es “Segunda ley”.
 Josué: Posiblemente el autor de este libro fue el mismo Josué alrededor
del 1380 a.C. o Samuel, alrededor del 1050 a.C. lo que si esta claro es que
Josue es el personaje central y la tradición judía lo ha considerado como el
autor.
 Jueces: el autor de este libro es totalmente desconocido, algunos
especialistas ameritan a Samuel como el autor alrededor del 1050 a.C.
porque se encuentra de manera repetida la frase: “en aquellos días no
había rey en Israel”, esto sugiere que el autor escribió esto en un momento
que tenía rey y la tradición judía identificar a Samuel como el posible autor.
 Rut: el autor de este libro también es desconocido y se escribió en
cualquier momento entre el 1000-500 a.C., el libro lleva el nombre de su
personaje principal.
 1 Samuel: el autor de este libro es desconocido, fue redactado por alguna
persona que usó fuentes de información externas, pues ninguno de los
personajes del libro pudo haber sido testigo ocular de todos los
acontecimientos mencionados. Fue escrito alrededor del 950 a.C. durante el
reinado de Salomón.
 2 Samuel: Lo mismo que el anterior.
 1 Reyes: Este libro es anónimo, muy posiblemente pudo haber sido
Jeremías el autor cerca del 560 a.C. La tradición judía creía que el autor fue
Jeremías a quien también se le atribuyen los libros de Jeremías y
Lamentaciones. 
 2 Reyes: Lo mismo del anterior. 
 1 Crónicas: Los eruditos se refieren al autor anónimo de 1 y 2 Crónicas
como “EL cronista”. Según la tradición judía, Esdras fue el compositor, pero
esto no se puede demostrar, la obra fue escrita después del regreso de los
exiliados de Babilonia. Algunos eruditos fechan el libro en los años 300 a.C.
con posibilidades también a una fecha anterior.
 2 Crónicas: Lo mismo del anterior. 
 Esdras: La tradición judía sostiene que el sacerdote Esdras compuso la
obra única Esdras-Nehemías. Esdras es mencionado en primera persona
“yo”, “mi”. Si Esdras no fue el compositor entonces un compositor posterior
copio directamente de sus memorias, este libro fue escrito cerca del 430
a.C.
 Nehemías: Lo mismo del anterior. 
 Ester: el autor de este libro es anónimo, según la tradición judía fue escrito
por Mardoqueo, ya que fue testigo ocular de los acontecimientos, fue
escrito cerca del 465 a.C.
 Job: El libro es anónimo, el uso frecuente de “Dios” por parte del autor en
las secciones en prosa, sugiere que él escribió desde una perspectiva
nacional israelita. Puede haber sido escrito en cualquier momento en el
milenio entre Moisés y el final del periodo del Antiguo Testamento, es decir
entre el 1400-400 a.C.
 Salmos: Este libro fue escrito por varios autores, el más mencionado es
David, luego otros autores como Asaf, los hijos de Coré, Moisés, Salomón,
Hemán y Etán, de estos Moises fue el más antiguo (1400 a.C.).
 Proverbios: Principalmente escrito por Salomón, pero también algunos
proverbios se le adjudican a otros autores, los Proverbios fueron escritos
cerca del 950-700 a.C.
 Eclesiastés: En este libro el autor se llamó a sí mismo “Qoheleth” es decir
“Predicador” o “Maestro”. También era “hijo de David, rey en Jerusalén”. En
este caso la tradición judía y la cristiana han identificado el autor
como Salomón. Por otra parte, varios elementos en el texto indican que el
libro es obra de un escritor diferente y posterior a Salomón. El libro fue
escrito alrededor del año 953 a.C.
 Cantares: Las tradiciones judías y cristianas ameritan a Salomón como el
autor de este libro también.
 Isaías: El autor de este libro en su totalidad muy posiblemente fue el
mismo profeta Isaías, los años de influencia de este profeta fueron cerca
del 740-700 a.C.
 Jeremías: Posiblemente compilado en su totalidad por el profeta
Jeremías cerca del 585 a.C. Este profeta, hijo del sacerdote Hilcías, era
natural de Anatot, un pueblo cercano a Jerusalén en el territorio de
Benjamín.
 Lamentaciones: El autor de este libro es anónimo, tanto la tradición judía
como la cristiana afirmaron que el profeta Jeremías escribió este libro.
Fue escrito poco después del año 586 a.C.
 Ezequiel: El libro fue escrito por el profeta Ezequiel cerca a los 570 a.C.
Ezequiel, hijo de Buzi, nació en una familia sacerdotal y creció en Judá.
 Daniel: El libro es técnicamente anónimo, aunque gran parte se registra
como las memorias de Daniel escritas en primera persona y la creencia
judía general y la cristiana Daniel escribió este libro y en Mateo 24:15 Jesús
afirmó este punto de vista. Fue escrito cerca del 530 a.C.
 Oseas: El autor de este libro es el mismo Oseas, el escritor era
contemporáneo con Isaías y Miqueas. Oseas procedía evidentemente de
Israel, el reino del norte y escribió el libro cerca del 715 a.C.
 Joel: Aunque en el Antiguo Testamento hay muchos hombres llamados
Joel, el profeta que lleva este nombre es conocido únicamente por ser
el autor de este libro. Él solo se identificó así mismo como el “hijo de
Petuel”. Fue escrito en el siglo IX o V a.C.
 Amós: El libro fue escrito por el profeta Amós, el profeta fue
contemporáneo de Jonás y nativo de Tecoa, una pequeña ciudad situada a
unos 16 Km al sur de Jerusalén. EL libro fue escrito alrededor del 750 a.C.
 Abdías:  El libro lleva el nombre de su propio autor, el profeta Abdías, el
autor no identificó a su padre ni a ningún rey, tampoco dejó huellas
personales en su profecía. Escribió el libro cerca del 585-550 a.C.
 Jonás: El libro es anónimo, por otra parte, según la creencia judía y del
cristianismo, fue Jonás quien escribió esta narración en la cual él era la
figura central. Fue escrito alrededor del 780 a.C.
 Miqueas: El autor de estas escrituras fue el profeta Miqueas, el cual fue
contemporáneo con Isaías y Oseas. Era del pequeño pueblo de Moreset, al
sur de Judá. El libro fue escrito alrededor del 700 a.C.
 Nahúm: El libro fue escrito por el profeta Nahum, este mismo no identificó a
su padre ni a ningún rey, tampoco dejó huellas personales en su profecía,
afirma ser de la ciudad de Elcos. Las escrituras son cerca de 650 a.C.
 Habacuc: El autor de estas escrituras es el mismo Habacuc, aparte de este
libro no se conoce nada sobre él. Se sabe que el libro data cerca del año
610 a.C.
 Sofonías:  Estas escrituras fueron hechas por el mismo Sofonías, el cual
fue contemporáneo con Jeremías y Habacuc. Se identificó a sí mismo con
una genealogía más completa que ningún otro profeta. Se sabe que
ministro durante el reinado de Josías alrededor del año 625 a.C.
 Hageo: El libro fue escrito por el mismo Hageo, se sabe que fue
contemporáneo con Zacarías, pero se conoce muy poco sobre él, no
registró su linaje ni su ciudad natal. El libro fue escrito cerca del 520 a.C.
 Zacarías: El autor de este libro es el mismo Zacarías, contemporáneo con
Hageo. Lo único que en realidad se conoce sobre él es que era hijo de
Berequías, nieto de Iddo. El libro fue escrito quizás cerca del año 518 a.C. 
 Malaquías: El autor del libro es el profeta Malaquías, no identificó a sus
padres ni a los gobernantes de su época, lo que hace imposible determinar
la fecha precisa en la que vivió. Se sabe poco de él, posiblemente escribió
sus mensajes y los compiló cerca de 450 o 420 a.C.
¿Quiénes escribieron El Nuevo Testamento?
 Mateo: El libro es anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirmó de
común acuerdo que Mateo compuso este Evangelio. También se le conoció
como Leví, un cobrador de impuestos “Publicano” a quien Jesús llamó para
ser apóstol. Las escrituras fueron hechas quizás entre el 55 y 65 d.C
 Marcos: El libro también es anónimo, pero de igual manera la tradición
cristiana primitiva afirmó de común acuerdo que Marcos compuso este
Evangelio, junto con las memorias de Pedro. Él fue una figura secundaria
en Hechos. También fue escrito quizás entre el 50 y el 60 d.C.
 Lucas: Un libro anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirmó de
común acuerdo que Lucas compuso este Evangelio, así como el libro de
los Hechos. Sobre el año 60 d.C.
 Juan: Al igual que todos los Evangelios el libro es anónimo, pero la
tradición cristiana primitiva afirmó de común acuerdo que el
apóstol Juan compuso este Evangelio. ÉL era un pescador de Galilea, hijo
de Zebedeo y hermano de Jacobo, a quien Jesús llamó a ser apóstol. Las
escrituras son de alrededor del 80-90 d.C.
 Hechos: Este libro como el libro de Lucas también es anónimo. Por otra
parte, la tradición cristiana primitiva afirmó de común acuerdo
que Lucas compuso ambos Evangelios, quizás cerca del 61-62 d.C.
 Romanos: Este libro afirma ser escrito por “Pablo, siervo de Jesucristo”.
Todos los eruditos del Nuevo Testamento aceptan esta afirmación. Este
libro fue escrito alrededor del año 57 d.C.
 1 Corintios: Lo mismo del anterior. Cerca del año 55 d.C.
 2 Corintios: Lo mismo del anterior. Cerca del año 56 d.C.
 Gálatas: Lo mismo del anterior. Cerca del año 49-52 d.C.
 Efesios: Lo mismo del anterior. Cerca del año 61 d.C.
 Filipenses: Lo mismo del anterior. Cerca del año 61 d.C.
 Colosenses: Lo mismo del anterior. Cerca del año 61 d.C.
 1 Tesalonicenses: Lo mismo del anterior. Cerca del año 50 d.C.
 2 Tesalonicenses: Lo mismo del anterior. Cerca del año 50 d.C.
 1 Timoteo: Lo mismo del anterior. Cerca del año 63 d.C.
 2 Timoteo: Lo mismo del anterior. Cerca del año 66 d.C.
 Tito: Lo mismo del anterior. Cerca del año 63 d.C.
 Filemón: Lo mismo del anterior. Cerca del año 61 d.C.
 Hebreos: El secreto de la autoría de este libro es uno de los desafíos más
grandes para los eruditos de la Biblia. En realidad, la erudición ha avanzado
hoy un poco más de lo que avanzó en inicios del siglo II, cuando dijeron que
solo Dios sabía quién escribió esta epístola. En los primeros
siglos, Bernabé y Lucas se mencionaron como posibles autores; en la
época de la Reforma, Lutero hizo la brillante sugerencia de que
Apolos pudo haber sido el autor. Este libro fue escrito alrededor del 66 d.C.
 Santiago: El autor se identificó así mismo como Santiago, “Siervo de Dios y
del Señor Jesucristo” Jacobo es la tradución al español del nombre “Yacob”
y Santiago viene de la contracción de Sant y Yacob. Es decir que el autor
fue Jacobo “el hermano de del Señor” (Gál 1:19; 2:9). y fue escrito tal vez
alrededor del años 45 d.C.
 1 Pedro: El autor se llamó así mismo “Pedro, apóstol de Jesucristo” Fue
hijo de Jonás, hermano de Andrés y pescador galileo cuando el Señor
Jesús lo llamó a ser apóstol. Su nombre de nacimiento fue Simeón
(abreviado: Simon) fue cambiado por Jesús a la “Pedro” (La Roca), escribió
su libro  tal vez alrededor del años 64 d.C.
 2 Pedro: Lo mismo del anterior. Cerca del año 67 d.C
 1 Juan: En efecto, esta epístola es anónima, pero el estilo y el enfoque son
tan parecidos al cuarto Evangelio, que generalmente se admite que la
epístola y el Evangelio han sido escrito por la misma persona. La tradición
cristiana ha afirmado consistentemente que este autor fue el apóstol Juan.
Fue escrito tal vez alrededor del año 80-90 d.C.
 2 Juan: Lo mismo del anterior.
 3 Juan: Lo mismo del anterior. 
 Judas: El autor fue “Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo”.
Judas es la traducción en español del nombre hebreo “Judah”. es
importante resaltar que este personaje no fue el mismo Judas que vendió al
Señor Jesucristo. El libro fue escrito en la década del 60 d.C.
 El Apocalipsis: El libro fue escrito por el apóstol Juan, quien tenía una
gran autoridad, incluso desde su lugar de destierro, la pequeña isla de
Patmos aproximadamente 56 Km, de distancia en el Mar Egeo. Escribió
este libro alrededor del año 95 d.C.
Debemos tener en cuenta que la biblia fue escrita en rollos de papel, papiros y
pergaminos y gracias al hallazgo de cada uno de ellos su pudieron recopilar y
formar este gran libro.

¿En cuantos años se escribió la Biblia?


Como bien dijimos anteriormente, el primer libro de la Biblia “Génesis”  fue escrito
aproximadamente del año 1445 antes de Cristo, y por otro lado tenemos el ultimo
libro de la biblia que es “El Apocalipsis” que fue escrito alrededor del año 95
después de Cristo.
En conclusión podemos decir que la biblia se escribió en un periodo de más de
1500 años.

¿Cuáles son los libros


apócrifos?
¿Cuáles son los libros apócrifos? Llamamos apócrifos a
los libros que tienen ciertas semejanzas con los libros
inspirados, pero que nunca fueron recibidos en el canon.
Es importante notar que existen libros apócrifos del
Antiguo Testamento y del Nuevo. Esta clasificación se
establece a partir del idioma, la fecha estimada de
redacción y el mensaje que contienen. Es imposible
determinar una cifra exacta de libros apócrifos porque aún
en este año se registraron nuevos hallazgos de documentos
bíblicos y la posible presencia de algunos extrabíblicos.
Para establecer un número exacto de los documentos
apócrifos conocidos tendríamos que hablar de todos los
archivos encontrados, preservados y registrados en
publicaciones formales.[1] En este artículo no incluyo
fragmentos, epístolas o escritos menores, pero hay
información de ellos en la bibliografía en la nota al pie.

47 libros apócrifos del Antiguo


Testamento
La mayoría de expertos ubica la fecha de redacción de los
apócrifos del Antiguo Testamento entre el siglo II y I,
antes de Cristo. El período intertestamentario fue
particularmente convulso en lo político y religioso, y quizá
ese fue uno de los motores que movieron a que muchos
escribieran documentos y los atribuyeran a un autor
bíblico reconocido para hacer valer su mensaje. Esta es
una característica esencial de los libros apócrifos, también
conocidos como pseudoepigráficos (“pseudo” es falso y
“epigrafía” es nombre o inscripción; es decir, documentos
que han sido falsamente atribuidos a otros autores).

Los libros apócrifos registrados formalmente están


redactados en diferentes géneros literarios como narrativa,
testamentario, cánticos y oraciones, y apocalípticos. Estos
son los del Antiguo Testamento:

1) Carta de Aristeas (narra el supuesto origen de


la Septuaginta o LXX).

2) Jubileos.

3) Antigüedades Bíblicas (Pseudo Filón).


4) Vida de Adán y Eva (versión griega).

5) Vida de Adán y Eva (versión latina).

6) Paralipómenos de Jeremías.

7) 3 de Esdras (en la Septuaginta es 1 de Esdras).

8) Judit.

9) Tobit.

10) 1 de Macabeos.

11) 2 de Macabeos.

12) 3 de Macabeos.

13) 4 de Macabeos.

14) Baruc.

15) Sirácida o Eclesiástico.

16) Vida de los profetas.

17) Sabiduría de Salomón.

18) Salmos de Salomón.

19) Odas de Salomón.

20) Susana.

21) Bel y el Dragón.


22) Oración de Manasés.

23) Libro arameo de Ajicar.

24) José y Asenet.

25) Oráculos Sibilinos.

26) Libro etiópico de Henoc (1 Henoc).

27) Libro de los secretos de Henoc (2 Henoc).

28) Libro hebreo de Henoc (3 Henoc).

29) Libro 4 de Esdras.

30) Ascensión de Isaías.

31) Testamento de los Doce Patriarcas.

32) Testamento de Job.

33) Testamento de Moisés (Asunción de Moisés).

34) Testamento de Abrahán.

35) Testamento de Isaac y de Job.

36) Testamento de Salomón.

37) Testamento de Adán.

38) Apocalipsis de Esdras (griego).

39) Apocalipsis de Sedrac.


40) Visión de Esdras.

41) Apocalipsis siríaco de Baruc.

42) Apocalipsis griego de Baruc.

43) Apocalipsis de Elías.

44) Apocalipsis de Sofonía.

45) Apocalipsis de Abrahán.

46) Apocalipsis de Adán.

47) Apócrifo de Ezequiel.

40 libros apócrifos del Nuevo


Testamento
Los apócrifos del Nuevo Testamento, a diferencia de
algunos de los del Antiguo, no tuvieron aceptación debido
a que emergieron en entornos considerados heréticos,
como la biblioteca de documentos gnósticos hallada en la
aldea de Nag Hammadi (Egipto). En el año 2006, el
erudito César Vidal publicó un libro que contiene una
traducción y análisis de estos llamados Evangelios
gnósticos. Alfonso Ropero publicó un libro llamado Todos
los evangelios, donde recopila todos los documentos
encontrados (libros, manuscritos o fragmentos) que
contienen información relacionada con los relatos
extrabíblicos del Nuevo Testamento. Aquí tienes la lista
de los apócrifos del Nuevo Testamento distribuidos en
diferentes géneros literarios:
Evangelios gnósticos encontrados en Nag Hammadi
(1945)

1) El evangelio de Felipe.

2) El evangelio de la Verdad.

3) El evangelio de los Egipcios.

4) El evangelio de María.

5) El evangelio de Tomás.

Evangelios

6) Evangelio de la Infancia.

7) Epístola de los Apóstoles.

8) Evangelio de los Ebionitas.

9) Evangelio de los Hebreos.

10) Evangelio de los Nazarenos.

11) Evangelio de María Magdalena.

12) Evangelio de Nicodemo.

13) Evangelio de Pedro.

14) Evangelio de Tomás (escrito en Copto).

15) Evangelio del Salvador.

16) Evangelio Secreto de Marcos.


17) Protoevangelio de Santiago.

Hechos

18) Hechos de Juan.

19) Hechos de Pablo.

20) Hechos de Pedro.

21) Hechos de Pilato.

22) Hecho de Tecla.

23) Hechos de Tomás.

Epístolas y literatura relacionada

24) Carta de Pedro a Santiago y su respuesta.

25) Carta de Ptolomeo a Flora.

26) Correspondencia entre Pablo y Séneca.

27) Epístola a los Laodicenses.

28) Literatura Pseudoclementina.

29) Predicación de Pedro.

30) Pseudo Tito.

31) Tercera Epístola a los Corintios.

32) Tratado sobre la Resurrección.


Apocalipsis y literatura relacionada

33) Apocalipsis de Pablo.

34) Apocalipsis de Pedro.

35) Apocalipsis de Pedro (en Copto).

36) Himno de la Perla.

37) El Libro Secreto de Juan.

38) Pensamiento Trimorfo.

39) El Segundo Tratado del Gran Set.

40) Sobre el Origen del Mundo.

Aunque para la erudición católica existe una marcada


diferencia entre documentos deuterocanónicos y apócrifos,
para los cristianos protestantes no la hay. Esto se debe a
que los cristianos consideramos que todo libro que no
forma parte del canon de la Biblia constituye un severo
riesgo de desviación al tomarlos como una posible fuente
de doctrina. Esto no significa que los rechacemos por
completo. Reconocemos que estos documentos contienen
información que nos ayudan a comprender mejor las
desviaciones doctrinales de los dos siglos previos a la
llegada de Cristo (apócrifos del AT) y la concepción que
los gnósticos tenían sobre Cristo y el evangelio (apócrifos
del NT).

Gracias al trabajo hecho por grandes hombres de la iglesia,


hoy podemos diferenciar la verdad del error. Sin embargo,
junto con el conocimiento necesitamos temer a Dios y
honrarle al estudiar su Palabra con diligencia y exponerla
con fidelidad y humildad en dependencia de su Santo
Espíritu (2 Ti 2:15).

División de la biblia, como se


divide la biblia cristiana
La palabra "biblia" viene del griego biblia, plural de biblion,
"libritos". Así que la Biblia es realmente, una colección o
biblioteca de muchos libros. Estos libros están divididos en
dos secciones: el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento.
Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento cuenta la historia del pueblo de


Israel. Esta historia esta basada en la fe del pueblo en el
Dios de Israel y su vida religiosa como pueblo de Dios. Los
autores de estos libros escribieron de lo que Dios había
hecho por ellos como pueblo, y en qué forma ellos debían
adorarlo y obedecerlo en respuesta a su amor. Las
siguiente Tabla enseña gráficamente como están
agrupados los libros que forman el Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento

Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por los


discípulos de Jesucristo. Ellos querían que otros oyeran de
la vida nueva que es posible a través de la muerte y
resurrección de Jesús. La Tabla que sigue muestra los
diferentes grupos de libros que componen el Nuevo
Testamento. Aunque los eruditos divergen de opinión,
tradicionalmente San Pablo escribió las cartas paulinas.

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