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PASCUAL
CAMINO NEO-CATECUMENAL 1
LA LITURGIA EN LA COMUNIDAD CRISTIANA
La Liturgia es el culto ofrecido a Dios, por medio de Cristo y su Iglesia. La celebración del misterio
cristiano, se realiza a través del tiempo, cada año se conmemoran los principales acontecimientos
de la intervención de Dios y su salvación en la historia del hombre.
Dios ha entrado en la historia humana para realizar un plan de salvación que culmina en la Muerte y
Resurrección de Cristo; Dios --Jesucristo-- ha entrado en el tiempo del hombre y lo ha santificado.
El hombre, por tanto, celebra cada año, los acontecimientos de la salvación que trajo Jesucristo.
Cristo, al fundar la Iglesia, la entregó a los apóstoles y a sus descendientes para que se ocuparan de
su crecimiento, dándoles los mismos poderes que el Padre le había otorgado a él: "Como el Padre
me envió, también yo os envío" (Jn 20,21). Por eso, las celebraciones litúrgicas que ahora tenemos
en el transcurso de un año, no son de institución inmediata de Cristo, sino fruto de su actuación por
medio de la Iglesia.
"La Liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella, los signos sensibles significan y
cada uno a su manera realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es
decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. En consecuencia, toda celebración
litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por
excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción
de la Iglesia" (SC 7).
Los signos sensibles realizan la santificación de los hombres en lo que quieren decir. Por ejemplo,
el agua en el Bautismo significa y realiza la purificación y es principio de vida, el pan en la
Eucaristía alimenta el espíritu del hombre.
En la acción litúrgica, Cristo y los cristianos, que forman el Cuerpo Místico, ejercen el culto
público.
Es la acción sagrada por excelencia, que ninguna oración o acción humana puede igualar por ser
obra de Cristo y de toda su Iglesia y no de una persona o un grupo.
1074 "La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente
de donde mana toda su fuerza" (SC 10). Por tanto, es el lugar privilegiado de la catequesis del
Pueblo de Dios. "La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental,
porque es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud para
la transformación de los hombres" (CT 23).
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La liturgia de la vigilia pascual en la tradición de la iglesia
Durante los primeros seis o siete siglos, la celebración de la pascua, duraba toda la noche:
antorchas eran llevados en la noche como en una nube de fuego, se oían los himnos y cánticos
espirituales por las calles y en las iglesias; en la celebración, se leían muchas lecturas, se
cantaba, se bautizaba, el centro de todo era la Eucaristía y con ella se rompía el ayuno y con la
comida final se participaba en el gozo de todos. Esta Vigilia se inicia con la bendición el nuevo
fuego, la iluminación de lámparas y velas y del Cirio pascual; San Cirilo de Jerusalén decía de
esta noche que era tan luminosa como el día, y Constantino el Grande le añadió un esplendor
inaudito agregando a su brillo, una profusión de lámparas y grandes antorchas, para que no
sólo las basílicas, sino las casas, calles y plazas públicas, estuvieran resplandecientes con la luz
que era el símbolo de Cristo Resucitado. La asamblea de los creyentes se dedicaba a la oración
común, el canto de salmos e himnos, y la lectura de las Escrituras comentadas por el obispo o el
presbítero.
La gran Vigilia Pascual terminó por desaparecer en la Edad Media, por la anticipación de la hora,
por las abundantes lecturas, y porque se perdió el sentido bautismal de la celebración. No obstante,
en muchos lugares se mantuvo pero con otro sentido. Se introdujo la bendición del fuero nuevo de
modo natural, con la lupa, concentrando en el cristal los rayos del sol, obteniendo así el fuego. Se
desarrolla al máximo la ceremonia del Cirio pascual, que es adornado, bendecido, consagrado y
ungido, aunque los textos que hablan de la noche se canten en pleno día. Había hasta 12 lecturas, se
cantaba la letanía de los santos y se bendice con ritos complejos y largos la fuente bautismal,
aunque no haya bautismos.
Será con Pio XII en el año 1951 cuando se recupera de nuevo la celebración de la Vigilia
Pascual en su antigua unidad. La reforma del Concilio Vaticano II dio unidad a la celebración
completa del Triduo Pascual y la enriqueció de contenido bíblico y de sencillez. Será cuando se
pongan las cuatro partes de la celebración: lucernario con la liturgia del fuego y de la luz, la
liturgia de la Palabra, la liturgia Bautismal y la liturgia Eucarística.
En la Carta de la Sagrada Congregación del Culto divino sobre la preparación de las fiestas
pascuales Señala lo siguiente…
A) VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA
77. Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor (79), y la
vigilia que tiene lugar en ella, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha
de considerarse como «la madre de todas las santas vigilias» (80). Durante la vigilia, la Iglesia
espera la resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación
cristiana (81).
79. La Vigilia pascual nocturna durante la cual los hebreos esperaron el tránsito del
Señor, que debía liberarlos de la esclavitud del faraón, fue desde entonces celebrada cada año
por ellos como un «memorial»; esta vigilia era figura de la Pascua auténtica de Cristo, de la
noche de la verdadera liberación, en la cual «rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende
victorioso del abismo»(84).
80. Ya desde su comienzo la Iglesia ha celebrado con una solemne vigilia nocturna la
Pascua anual, solemnidad de las solemnidades. Precisamente la resurrección de Cristo es el
fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza, y por medio del Bautismo y de la
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Confirmación somos injertados en el misterio pascual de Cristo, morimos con Él, somos
sepultados con Él y resucitamos con Él, para reinar con Él para siempre (85).
Esta Vigilia es también espera de la segunda venida del Señor (86)
81. La Vigilia pascual tiene la siguiente estructura: Después del lucernario y del pregón
pascual (que forma la primera parte de la vigilia), la santa Iglesia contempla las maravillas
que Dios ha hecho en favor de su pueblo desde los comienzos (parte segunda o liturgia de la
Palabra), hasta que, junto a los nuevos miembros renacidos por el bautismo (tercera parte),
es invitada a la mesa, preparada por el Señor para su pueblo, memorial de su muerte y
resurrección, en espera de su nueva venida (parte cuarta) (87).
Nadie está autorizado ha cambiar a su arbitrio esta estructura del rito.
82. La primera parte consiste en una serie de acciones y gestos simbólicos que conviene
realizar con tal dignidad y expresividad que su significado propio sugerido por las moniciones
y las oraciones, pueda ser realmente percibido por los fieles.
En el lugar adecuado y fuera de la iglesia, en cuanto sea posible, se preparará la
hoguera destinada a la bendición del fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que disipe las
tinieblas e ilumine la noche.
Prepárese el cirio pascual que, para la veracidad del signo, ha de ser de cera, nueva
cada año, único, relativamente grande, nunca ficticio, para que pueda evocar realmente que
Cristo es la luz del mundo. La bendición del cirio se hará con los signos y las palabras
propuestas por el Misal o con otras, aprobadas por la Conferencia Episcopal (88).
84. El diácono proclama el pregón pascual, magnífico poema lírico que presenta el
misterio pascual en el conjunto de la economía de la salvación. Si fuese necesario, o por falta
de un diácono o por imposibilidad del sacerdote celebrante, puede ser proclamado por un
cantor. Las Conferencias Episcopales pueden adaptar convenientemente este pregón
introduciendo en él algunas aclamaciones de la asamblea (89).
87. Terminada la lectura del Antiguo Testamento, se canta el himno «Gloria a Dios», se
hacen sonar las campanas según las costumbres de cada lugar, se dice la oración colecta y de
este modo se pasa a las lecturas del Nuevo Testamento. Se lee la exhortación del Apóstol
sobre el Bautismo entendido como inserción en el misterio pascual de Cristo.
Después, todos se levantan y el sacerdote entona por tres veces el «Aleluya», elevando
gradualmente la voz, y repitiéndolo la asamblea (93). Si fuese necesario, el salmista o cantor
entona el «Aleluya», que el pueblo prosigue intercalando la aclamación entre los versículos del
salmo 117, tan a menudo citado por los apóstoles en la predicación pascual (94). Sigue el
anuncio de la Resurrección del Señor con la lectura del Evangelio, culmen de toda la liturgia
de la Palabra. Terminada la proclamación del Evangelio no se omita a la homilía, aunque sea
breve.
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iglesias parroquiales se hace la bendición del agua bautismal. Si esta bendición no se hace en
la fuente bautismal sino en el presbiterio, el agua bautismal debe ser trasladada después al
baptisterio, donde será conservada durante todo el tiempo pascual (96). Donde no hayan
bautizos ni se deba bendecir el agua bautismal, hágase la bendición del agua para la
aspersión de la asamblea, a fin de recordar el bautismo (97).
91. Hay que poner mucho cuidado para que la liturgia eucarística no se haga con prisa;
es muy conveniente que todos los ritos y las palabras que los acompañan alcancen toda su
fuerza expresiva: la oración universal, en la que los neófitos participan por primera vez como
fieles, ejercitando su sacerdocio real(99); la procesión de las ofrendas, en las que convienen
que participen los neófitos, si los hay; la plegaria eucarística primera, segunda, tercera, a ser
posible cantada, con sus embolismos propios (100); la comunión eucarística que es el
momento de la plena participación en el misterio que se celebra. Durante la comunión es
oportuno cantar el salmo 117, con la antífona «Aleluya, aleluya, aleluya», u otro canto que
represente la alegría de la Pascua.
1.-el altar debe estar al centro de la asamblea sobre una alfombra decorativa Cúbrase el altar al
menos con un mantel de color blanco que cubra completamente toda la mesa. el altar debe estar
adornado con abundantes flores que realce el carácter festivo de la eucaristía, colóquese sobre la
mesa dos candeleros con sus velas, colóquese también la menhorá para las celebraciones especiales.
El atril debe colocarse entre la sede y la mesa eucarística, sobre una alfombra, éste debe llevar un
paño con un icono significativo que realce la belleza, se le coloca un arreglo floral en la base para
adornar
Al lado del atril ha de haber una cruz con la imagen de Cristo crucificado..
La silla presidencial ha de colocarse sobre una tarima alfombrada que realce la presencia del
presidente como figura de Jesucristo, ésta va justo tras del atril. Detrás de La presidencia debe
existir iconos de la corona mistérica que realcen los misterios divinos crucifixión muerte y
resurrección de Jesucristo. Acompañan al presidente los acólitos que ayudan en la liturgia
La asamblea eucarística se acomoda en torno a todos estos signos para celebrar dignamente la
pascua del señor
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2.-. Prepárese también:
Junto a la sede del sacerdote: el misal, éste también puede ir en la credencia Se prepara el
misal, juntamente con el celebrante, las oraciones iniciales, con sus respectivos ritos, así
como también los prefacios con la anánnesis
En el ambón o atril: el leccionario el cual contiene la lectura de la palabra de dios, según el
ciclo y el tiempo; se selecciona el domingo correspondiente. El responsable de lectores
reparte las lecturas, también el responsable de salmista asigna los cantos correspondientes.
Los cantos de la eucaristías han de ser alegres festivos que sellen la liturgia de la palabra, y
que marquen el tiempo litúrgico
En la credencia:
3.- Prepárense en la sacristía, o en algún otro lugar digno según las diversas formas de celebración,
las vestiduras sagradas (cf. Nº. 337-341) ** del sacerdote, del diácono y de los otros ministros:
Cosas Necesarias:Misal Romano, Ritual del Bautismo de Niños, Mesa del altar adornada, mantel
lujoso, Ornamentos (los mejores), Capa pluvial y casulla para el Presidente, velo humeral
Evangeliario, Corporales y purificadores, Cálices y patenas, Jarrita con agua, paño de atril para
ambón, Leccionario, Incensario (turíbulo) con carbones, Naveta con incienso, Flores abundantes,
Alfombras, Portacirio, Cirio Pascual (pintado), Candelabro (Menorah), Velones de mesa, Velas
para la asamblea, Brasero, Hoguera, Linterna de mano, Megáfono, Cirios para los padres de los
niños a bautizar, Acetre con hisopo de ramo, Óleo de los catecúmenos, Crisma, Túnicas blancas
para los niños a bautizar, Calentador de agua
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DISPOSICIÓN DE LA ASAMBLEA LITURGICA
La Iglesia, instituida por Cristo, es una señal para los pueblos, es decir, el Sacramento el signo visible del
Amor de Dios hacia el hombre y hacia la humanidad. ECCLESIA significa comunidad de fieles que se
reúnen en el nombre del Resucitado. He aquí por qué en las celebraciones de la Palabra y de la Eucaristía la
Liturgia tiene que estar muy cuidada. Porque los hermanos que están caminando hacia el redescubrimiento
de su Bautismo tienen que ver en los signos el amor de Dios.
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DOMINGO DE PASCUA
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
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En la noche santa de la
Vigilia pascual
1. Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor (Ex 12,
42). Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc 12, 35 ss), deben asemejarse a los
criados que, con las lámparas encendidas en sus manos, esperan el retorno de su Señor,
para que cuando llegue les encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa.
3. Toda la celebración de la Vigilia pascual debe hacerse durante la noche. Por ello no debe
escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni
tan tardía que concluya después del alba del domingo.
6. El sacerdote y el diácono se revisten desde el principio con las vestiduras blancas que
han de usar en la misa.
Han de prepararse velas suficientes para todos los fieles que participen en la Vigilia
pascual. Se apagan todas las luces de la iglesia.
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PRIMERA PARTE
LITURGIA DE LA LUZ
Hermanos:
En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, la
Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se reúnan para velar en
oración. Si recordamos así la Pascua del Señor, oyendo su palabra y celebrando sus
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misterios, podremos esperar tener parte en su triunfo sobre la muerte y vivir con él siempre
en Dios.
Oremos.
Oh Dios, que por medio de tu Hijo
has dado a tus fieles el fuego de tu luz,
Santifica este fuego,
y concédenos
que la celebración de estas fiestas pascuales
encienda en nosotros deseos tan santos
que podamos llegar con corazón limpio
a las fiestas de la eterna luz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Bendecido el fuego nuevo, un acólito, u otro ministro, lleva el cirio pascual ante el
celebrante; éste, con un punzón, graba una cruz en el cirio. Después, traza en la parte
superior de esta cruz la letra griega Alfa, y debajo la misma la letra griega Omega; en los
ángulos que forman los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso.
Mientras estos signos, dice:
6. y la eternidad. (Graba el segundo número del año en curso en el ángulo derecho superior
de la cruz.)
7. A él la gloria y el poder, (Graba el tercer número del año en curso en el ángulo izquierdo
inferior de la cruz.)
8. por los siglos de los siglos. Amén. (Graba el cuarto número del año en curso en el ángulo
derecho inferior de la cruz.)
11. Acabada la incisión la cruz y los otros signos, el sacerdote puede incrustar en el cirio
cinco granos de incienso, en forma de cruz, mientras dice:
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1. Por sus llagas
2. santas y gloriosas,
3. nos proteja
4. y nos guarde
5. Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Todos los ritos indicados en los números 10-12 puede realizarse total o parcialmente, según
las circunstancias pastorales del ambiente y del lugar. Las Conferencias Episcopales
pueden establecer también otros ritos más acomodados a la idiosincrasia de cada pueblo en
concreto.
13. Cuando por alguna razón no parezca aconsejable encender una hoguera fuera de la
iglesia, la bendición del fuego se acomodará a las circunstancias. Reunido el pueblo en la
iglesia como de costumbre, el sacerdote y los ministros, uno de los cuales lleva el cirio
pascual, se dirigen a la puerta de la iglesia. El pueblo, en cuanto sea posible, se vuelve
hacia el celebrante.
El sacerdote saluda al pueblo y hace la monición inicial, tal como se indica en el número 8;
después bendice el fuego (núm. 9) y, si parece oportuno, se prepara y se enciende el cirio,
como se indica en los números. 10-12.
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Procesión
Y todos responden:
Demos gracias a Dios.
.Después todos entran en la iglesia precedidos por el diácono (o el sacerdote) con el cirio
pascual. Si se emplea el incienso, el turiferario con el incensario humeante va delante del
diácono.
Y todos responden:
Demos gracias a Dios.
16. El diácono, al llegar ante el altar, de pie y vuelto al pueblo, canta por tercera vez:
Luz de Cristo.
2. PROCESIÓN
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Todos avanzan en filas de tres o dos.
2° En la puerta de la Iglesia, el Presidente o el Diácono elevando el cirio pascual canta
por segunda vez “Luz de Cristo”, y la asamblea responde cantando “Demos gracias
a Dios”.
Aquí en el umbral, empiezan a encender los responsables sus respectivos cirios,
luego ellos a su vez ayudan a encender los cirios de sus hermanos de comunidad,
comunicándose el fuego entre sí.
3° Delante del portacirio y mirando a la asamblea, con al mesa a su espalda y cuando
todos los hermanos estén en su sitio, el Presidente levantando el Cirio Pascual canta
por tercera vez “Luz de Cristo” y la asamblea responde cantando “Demos gracias a
Dios”. Aquí no se canta nada más.
El Presidente y/o el Diácono coloca el cirio pascual sobre el portacirio.
El Presidente inciensa el cirio pascual y el ambón donde se cantará el Pregón.
Mientras los ministros van ocupando sus lugares respectivos.
Después se encienden las luces del Templo o del lugar de la celebración. (según el Misal
Romano y por motivo mismo del signo de la luz: el Pregón se canta con el máximo de
iluminación).
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PREGÓN PASCUAL
El Diácono se acerca al Presidente y le pide la bendición. (cf. Misal)
Si es salmista – cantor va de frente al ambón.
Todo el pueblo está de pie y con las velas encendidas
Si el Diácono canta el Pregón Pascual, previamente al canto, inciensa el Libro y el Cirio
Pascual.
Canto “Pregón Pascual” (de preferencia sin guitarra, otro cantor lo acompaña).
Terminado el canto se apagan las velas. Los cirios de los responsables o de la comunidad
después de apagarlos se guardan, porque ya no se vuelven a utilizar hasta la Liturgia
Bautismal en la Renovación de las Promesas Bautismales.
SEGUNDA PARTE
LITURGIA DE LA PALABRA
20. En esta vigilia, "madre de todas las vigilias", se proponen nueve lecturas, siete del
antiguo Testamento y dos del nuevo (epístola y evangelio).
21. Por motivos de orden pastoral puede reducirse el número de lecturas del antiguo
Testamento. Pero téngase siempre en cuenta que la lectura de la palabra divina es parte
fundamental de esta Vigilia pascual. Deben leerse, por lo menos, tres lecturas del antiguo
Testamento, que en casos muy especiales pueden reducirse a dos. Nunca puede omitirse la
lectura del capítulo 14 del Éxodo (tercera lectura).
22. Apagadas las velas todos se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote hace
una breve monición al pueblo con estas palabras u otras semejantes.
23. Después siguen las lecturas. El lector se dirige al ambón y lee la primera de ellas.
Seguidamente el salmista o un cantor dice el salmo, proclamando el pueblo la
respuesta. Acabado el salmo todos se levantan y el sacerdote dice: Oremos, y después
que todos han orado en silencio durante algún tiempo, dice la oración colecta.
1. PRIMERA LECTURA
Monición (Insistir en que las moniciones sean breves)
Lectura del LIBRO DEL GÉNESIS 1, 1-31; 2, 1-2.
Paso al canto
Canto: (Salmo 8 “Oh Señor, Nuestro Dios”)
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
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2. SEGUNDA LECTURA
Monición
Lectura del LIBRO DEL GÉNESIS 22, 1-18.
Paso al canto
Canto: (Aquedáh)
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
3. TERCERA LECTURA
Monición
Lectura del LIBRO DEL ÉXODO 14, 15-31; 15, 1.
No hay paso al canto
Canto: (Cántico de Moisés), cantar directamente después de la proclamación
de la Palabra, sin paso al canto.
Eco de la Palabra. (breve) (el Presidente hará una invitación especial a los niños
para que intervengan primero en el eco).
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
4. CUARTA LECTURA
Monición
Lectura del PROFETA ISAÍAS 54, 5-14.
Paso al canto
Canto: (Canto de Tobías “Jerusalén reconstruida”)
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
5. QUINTA LECTURA
Monición
Lectura del PROFETA ISAÍAS 55, 1-11.
Paso al canto
Canto: (Gritad jubilosos)
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
6. SEXTA LECTURA
Monición
Lectura del PROFETA BARUC 3, 9-15. 32-38; 4, 1-4.
Paso al canto
Canto: (Salmo responsorial 18, 9.10.11.)
Oración colecta del Presidente. (de pie) (cf. Misal)
7. SÉPTIMA LECTURA
Monición
Lectura del PROFETA EZEQUIEL 36, 16-28.
Paso al canto
Canto: (“Como la cierva anhela” o “Dichoso el hombre”)
Eco de la palabra (breve)
Homilía breve
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LITURGIA DE LOS NIÑOS
a) Presentación de los niños, por parte del Maestro de Niños de la primera comunidad.
b) Canto de los Niños: (“Por qué esta noche es diferente…”)
Las Preguntas las hacen los niños a la asamblea, preferiblemente a sus padres,
aunque puede contestar cualquier hermano. Es importante recalcar que la
respuesta sea una experiencia personal actualizada a la celebración que se esta
viviendo.
Luego vienen las otras dos preguntas, y son respondidas de la manera anterior
8. OCTAVA LECTURA
Monición
Lectura de la CARTA DE SAN PABLO A LOS ROMANOS 6, 3-11.
9. EVANGELIO
Monición
Aclamación:“ALELUYA PASCUAL” (cantado por un salmista)
El Presidente sentado pone incienso y bendice al Diácono (si es que hubiera) para
proclamar el Evangelio de manera acostumbrada. No se llevan ciriales al ambón
para la proclamación del Evangelio.
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Proclamación del EVANGELIO (cantado)
Evangelios de la Vigilia, según ciclo: MATEO 28, 1-10. Ciclo A
MARCOS 16, 1-7. Ciclo B
LUCAS 24, 1-12. Ciclo C
HOMILÍA PASCUAL DEL PRESIDENTE.
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TERCERA PARTE
LITURGIA BAUTISMAL
MONICIÓN AL BAUTISMO
Durante la monición, los padres van a preparar a sus hijos que van a ser bautizados.
PROCESIÓN AL BAPTISTERIO
Abre la procesión el ministro que porta el cirio pascual.
Luego, seguirán los Padres y Padrinos (intercalados), primero los Padres con el niño, y
detrás los Padrinos; luego los otros padres y así sucesivamente.
Mientras, se va cantando las “LETANÍAS DE LOS SANTOS” (de pie).
Los padres y padrinos se van ubicando alrededor del Baptisterio
El ministro deja el cirio pascual en el porta cirio.
El Presidente hace la oración conclusiva después de terminadas las Letanías de los
Santos. (con las manos juntas) (cf. Misal)
37. El sacerdote, con los ministros se dirige a la fuente bautismal, si ésta se encuentra
situada a la vista de los fieles. Si no es así, se coloca un recipiente con agua bautismal en el
presbiterio. Si hay catecúmenos adultos, se los llama y sus padrinos los presentan; pero si
los catecúmenos son niños, son sus padres y padrinos quienes los llevan y presentan ante
toda la asamblea.
Después el sacerdote hace a los presentes una monición con estas palabras u otras
parecidas.
Hermanos, acompañemos con nuestra oración a estos catecúmenos que anhelan renacer a
una nueva vida en la fuente bautismal y pidamos insistentemente todos juntos a Dios,
nuestro Padre, que guíe y acompañe sus pasos hacia la fuente bautismal.
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Si se bendice la fuente, pero no hay bautizandos:
39. Dos cantores entonan las letanías a las que todos responden, estando en pie (por razón
del tiempo pascual). Si la procesión hasta el bautisterio es larga, las letanías se cantan
durante dicha procesión; en este caso, se llama a los catecúmenos, antes de empezar la
procesión. Esta procesión se organiza de la siguiente manera: abre la procesión un ministro
con el cirio pascual, siguen los catecúmenos con los padrinos y, finalmente, va el sacerdote
con los ministros. En este caso, la monición precedente se hace antes de la bendición del
agua.
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40. Si no hay bautizos ni bendición de la fuente, omitidas las letanías, se procede
inmediatamente a la bendición del agua (número 45).
41. En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente el del titular
de la iglesia, el de los patronos del lugar y el de los que van a ser bautizados.
Si hay buatizados:
Si no hay bautizos:
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Para que santifiques esta agua
en la que renacerán tus nuevos hijos. Te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo. Te rogamos, óyenos.
Si hay bautizandos, el sacerdote dice la siguiente oración con las manos extendidas:
Que tu eficacia,
Dios todopoderoso y eterno,
se manifieste en estos sacramentos,
obra de tu amor.
Que el espíritu de adopción
descienda sobre los nuevos hijos
que van a nacer de la fuente bautismal.
Que tu poder dé eficacia a la acción de tu ministro.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
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BENDICIÓN DEL AGUA
42. Enseguida el sacerdote bendice el agua bautismal, diciendo la siguiente oración con las
manos extendidas:
Y, metiendo, si lo cree oportuno, el cirio pascual en el agua una o tres veces, prosigue:
Te pedimos, Señor,
que el poder del Espíritu Santo,
por tu Hijo,
descienda sobre el agua de esta fuente,
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y, teniendo el cirio en el agua, prosigue:
para que todos los sepultados con Cristo en su muerte,
por el bautismo,
resuciten con él a la vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
43. Seguidamente saca el cirio del agua, y el pueblo hace la siguiente aclamación u otra
semejante:
45. Si no hay bautizos, ni se bendice la fuente bautismal, el sacerdote bendice el agua con
la siguiente oración:
Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que bendiga esta agua,
que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo, y pidámosle que
nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Después de una breve oración en silencio, prosigue con las manos juntas:
R/. Amén.
El Presidente se sienta, y desde la cátedra pregunta a los Padres y Padrinos de los niños.
(cf. Ritual del Bautismo)
Monición sobre las Renuncias.
Renuncias a Satanás.
Nota: Si la unción con el óleo de los catecúmenos no fue hecha antes, se hace en este
momento.
Profesión de Fe.
Aclamación (cf. Ritual del Bautismo)
Terminadas las preguntas, el Presidente se levanta y bautiza a los elegidos con ayuda de
los presbíteros y también de los Diáconos si fuera necesario. (cf. Ritual del Bautismo)
Hermanos:
Por el misterio pascual hemos sido sepultados con Cristo en el bautismo, para que vivamos
una vida nueva. Por tanto, terminado el ejercicio de la Cuaresma, renovemos las promesas
del santo bautismo, con las que en otro tiempo renunciamos a Satanás y a sus obras y
prometimos servir fielmente a Dios, en la santa Iglesia católica.
Así, pues:
Sacerdote: ¿Renunciáis a Satanás?
Todos: Sí, renuncio.
O bien:
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Sacerdote: ¿Renunciáis a Satanás, padre y príncipe del pecado?
Todos: Si, renuncio.
________________________
O bien:
Todos: Amén.
47. El sacerdote asperja al pueblo con agua bendita, mientras todos cantan la siguiente
antífona u otro canto de índole bautismal:
48. Mientras tanto los neófitos son conducidos a su lugar entre los fieles.
Si la bendición del agua bautismal se hizo en el presbiterio, los ministros llevan con
dignidad el recipiente del agua al bautisterio.
Si no hubo bendición del agua bautismal, el agua bendita se deja en lugar conveniente.
49. Acabada la aspersión, el sacerdote vuelve a la sede, omitida la profesión de fe, dirige la
oración de los fieles, en la que los neófitos participan por primera vez.
BAUTISMO
CAMINO NEO-CATECUMENAL 27
“YA SOIS LUZ EN CRISTO”
El Presidente regresa a la sede.
ASPERSIÓN DE LA ASAMBLEA
Un acólito o ministro trae el acetre con agua bendita recogida anteriormente de la Pila
Bautismal (Baptisterio).
El Presidente hace la Aspersión a los Fieles, con un hisopo de ramo, mientras se va
cantando el: “Cántico de Moisés”.
Terminada la aspersión, el Presidente regresa a la sede.
En estos momentos se apagan las velas de los fieles.
Por la Iglesia.
Por los gobernantes.
Por los pobres, enfermos, necesitados; etc.
Por la asamblea reunida.
Por los bautisados
ORACIÓN DE LA ASAMBLEA
Algunos hermanos, no muchos, hacen sus peticiones personales.
CANTOS DE PAZ
Cantos: “Mirad que estupendo”
“Aleluya, bendecid al Señor (Salmo 134)” (cantan los niños)
CAMINO NEO-CATECUMENAL 28
CUARTA PARTE
LITURGIA EUCARÍSTICA
Liturgia eucarística
Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así pues, celebremos la Pascua, con los
panes ácimos de la sinceridad y la verdad. Aleluya.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
COMUNIÓN
DANZA “Dayenú”
ÁGAPE PASCUAL
Reunirse por comunidades
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