Está en la página 1de 1

Si no hay ningún mandamiento de alabar cantar a capela; si no hay ningún ejemplo en el

Nuevo Testamento de una congregación cantando a capela; si ni siquiera existe la palabra


“a capela” en las Escrituras…

Entonces, ¿De donde viene la doctrina de que la alabanza debe ser “exclusivamente”
cantar a capela?

Solo hay dos posibilidades: Viene por una inferencia o viene por tradición.

Si es por inferencia, debería ser una inferencia “necesaria”, en la cual la conclusión se


deriva “necesariamente” de las premisas. De lo contrario conduciría a un asunto de
opinión por su conclusión probable.

Veamos la inferencia:

Premisas
- En el Nuevo Testamento solo aparece la palabra “cantar” o “frutos de labios”
relacionado con la alabanza. V.
- Si una práctica u objeto no es mencionado en el N.T. en la alabanza, tener esa práctica o
uso de ese objeto es pecado. ¿?
- Añadir una acción o uso de objeto a una instrucción dada, adultera la instrucción. ¿?

Conclusión
- La alabanza a Dios es exclusivamente a capela. ¿?
- El uso de instrumentos en la alabanza es pecado. F

No se requiere ser un experto en lógica para darse cuenta de la falacia del argumento que
presentan los acapelistas para apoyar su practica.

En la primera premisa el verbo “cantar” no específica el Nuevo Testamento si es a capela o


no a capela. Se puede cantar NO a capela, de hecho es lo más común de las expresiones
musicales. El uso de instrumentos NO obstaculiza expresar nuestras alabanzas con frutos
de labios que confiesan su nombre, al contrario facilita el canto.

También podría gustarte