EVIDENCIAS INTERNAS Y EXTERNAS 1

Qué papel de evidencia Interna y Externa que apoya la inspiración de la Biblia

Simmons Robert

Introducción a la Biblia

FUSBC

Facultad de Teología

Medellín, Febrero 10 de 2014

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El papel de las evidencias internas y externas

La Biblia es un libro que sin duda, más que cualquier libro religioso, ha sido

polemizado, cuestionado, perseguido, criticado y puesto en tela de juicio por sus

principales detractores. Sin embargo al mismo tiempo es el que más influencia ha tenido

sobre el mundo y la humanidad. Así lo asegura Mangalwadi cuando afirma que: “las

críticas contra la biblia son el reconocimiento de su poder cultural singular”.(2011, p.

24)

El Pequeño Larousse define evidencia como “certeza clara, manifiesta de una

cosa”.(1991, p. 389). De hecho, es difícil incluso definirlo con nuestras propias

palabras, pero es una premisa implícita en el ser humano de que es algo que prueba un

hecho verídico.

En esta unidad vimos que todos los ataques y oposición que ha recibido la Biblia

han ocasionado que esta misma presente evidencias que demuestran su veracidad. Cabe

resaltar, como se leyó previamente en la lección 2, la Biblia no tiene una autoridad por

encima de Dios que avale su autoridad e inerrancia.

Las evidencias internas y externas juegan un papel que legitima la autoridad de

las Escrituras. Binney y Steele (s. f.), en su Compendio de Teología añaden a las

evidencias internas y externas dos tipos de evidencias más que para ellos son las

importantes. Se trata de la evidencia experimental y colateral. La evidencia

experimental es aquella que se demuestra por su potencia moral sobre el corazón

humano. Es el fruto por el que se conoce la biblia (s. f., p. 54). La evidencia colateral es

la influencia en las personas “más nobles de la historia”. (Binney y Steele, s. f., p. 57).
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Si añadimos estas dos últimas evidencias, podríamos tener un cuadro más claro

de cómo la Biblia evidencia su autoridad como la Palabra de Dios.

Las evidencias internas nos revelan través de su unidad e hilo conductor el

centro de la revelación de Dios: Jesucristo, el autor de nuestra fe, la solución al

problema del hombre, el Verbo de Dios hecho carne entre hombres.

Las evidencias externas dentro de sus múltiples datos, nos arrojan el milagro

más importante: La resurrección de Jesucristo, con una multitud de testigos que llevaron

el evangelio por todo el mundo conocido hasta entonces y hasta nuestros días.

He escogido este par de eventos en las evidencias estudiadas, porque no puede

haber cristianismo son Cristo y es justamente Él, quién manifestado a los hombres

cambio el curso del mundo que conocemos. Max Weber dedicó gran parte de su vida en

responder porqué algunos países eran más ricos que otros y llegó a la conclusión que los

países que más desarrollo poseen fueron fundados bajo los lineamientos de la reforma

protestante (Weber, 1991). Fue la luz de la Escritura quien inspiró a hombres como

William Wilberforce a abolir las leyes de la esclavitud en Inglaterra (Piper, 2007), fue el

libro que influyo en la vida y en el surgir de la civilización occidental y sus grandes

instituciones, obras de arte y música (Mangalwadi, 2011).

En el Mundo actual Jesucristo y su palabra no son reyes, pues cada día la

secularización crece a pasos agigantados, orgullosa que el hombre le siga dando la

espalda a Dios, y esto es una evidencia más que comprueba la inspiración de la Biblia,

ya que demuestra que el hombre sin las palabras de Dios como su guía camina ciego a

su propia perdición.
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Referencias

Binney, A., & Steele, D. (s. f.). Compendio de Teología o Qué dice la Biblia. Kansas

City, Mo.: Beacon Hill Press.

Mangalwadi, V. (2011). El Libro que dió Forma al Mundo, Cómo la Biblia Creo el

Alma de la Civilización Occidental. Nashville,Tennessee: Grupo Nelson.

Pequeño Larousse en color. (1991). Madrid, España: Ediciones Larousse.

Piper, J. (2007). Maravillosa gracia en la vida de William Wilberforce. Miami, Florida:

Unilit.

Weber, M. (1991). La ética protestante y el espíritu del capitalismo (9.a ed.). Tlahuapan,

Puebla: Premia.