0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
15 vistas1 página
Minos estaba enfurecido con Dédalo por burlarse de él dos veces y ordenó a sus espías que encontraran el paradero de Dédalo. Un espía informó a Minos que Dédalo había llegado sano y salvo a Atenas, donde los atenienses lo protegían. Minos entonces sitió Atenas con su flota y exigió a los gobernantes atenienses que le entregaran a Dédalo, pero los atenienses se negaron a entregar a uno de sus más brillantes ciudadanos.
Minos estaba enfurecido con Dédalo por burlarse de él dos veces y ordenó a sus espías que encontraran el paradero de Dédalo. Un espía informó a Minos que Dédalo había llegado sano y salvo a Atenas, donde los atenienses lo protegían. Minos entonces sitió Atenas con su flota y exigió a los gobernantes atenienses que le entregaran a Dédalo, pero los atenienses se negaron a entregar a uno de sus más brillantes ciudadanos.
Minos estaba enfurecido con Dédalo por burlarse de él dos veces y ordenó a sus espías que encontraran el paradero de Dédalo. Un espía informó a Minos que Dédalo había llegado sano y salvo a Atenas, donde los atenienses lo protegían. Minos entonces sitió Atenas con su flota y exigió a los gobernantes atenienses que le entregaran a Dédalo, pero los atenienses se negaron a entregar a uno de sus más brillantes ciudadanos.
Minos estaba enfurecido. Por dos veces que dédalo se había
burlado de él, y eso no podía quedar impune. ¡Averiguad cualquier cosa! ¡Quiero saber el paradero de ese traidor! ¡No regreséis hasta tener noticias! – dijo el a sus espías. Éstos partieron en diferentes direcciones. Un día, uno regreso con noticias. -- Majestad, eh visto ha dédalo dijo uno de los espías—tiempo atrás logro llegar sano y salvo a Atenas, y los atenienses lo oculta a vuestros ojos. El rey, indignado, ordeno preparativos contra la ciudad y embarco con su poderosa flota. Los trirremes cretenses sitiaron a Atenas, Minos exigió a los gobernantes de la ciudad que entregaran a Dédalo. Éstos meditaron su respuesta. -- Noble Minos—dijeron--, no sabemos qué ha hecho Dédalo para ganarse tu odio, pero no estamos dispuestos a entregarte a uno de nuestros más brillantes ciudadanos. Tiempo atrás Dédalo cometió un crimen por el que fue desterrado, pero ya ha expiado su culpa y lo defenderemos con todas nuestra fuerzas.