Lo que le ha sobrevenido es cosa del demonio, de esa cama no volverá a
levantarse. -Salmos 41:8 El versículo indica con claridad que “es cosa del demonio”. En tiempos bíblicos, se consideraba que las enfermedades mortales eran cosa de Belial. Algunas versiones dicen: “Una enfermedad incurable ha caído sobre él, ese que esta postrado no volverá a levantarse” (Biblia del Pueblo de Dios), o “Cosa de infierno ha caído sobre él, ahora que se ha acostado, ya no ha de levantarse” (41:9, Biblia de Jerusalén). Belial también tiene huesos de espíritus de enfermedades que responden a él. Donde haya inmoralidad, habrá enfermedad y muerte. Son maldiciones que caen sobre los perversos y los malos. Recordemos que Belial desea atraer a las personas al pecado, la inmoralidad y la perversión para hacer que caiga el juicio del Señor sobre su nación. “Dios juzgara a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales” (Hebreos 13:4). Es posible que el SIDA sea algo de Belial que cae sobre la persona. Sin duda, el SIDA es el resultado del pecado, la homosexualidad, la fornicación, la perversión y el abuso de drogas. Es mortal y, en lo natural. No hay cura para tal enfermedad. La versión bíblica Reina Valera 95 dice en el Salmo 41:8: “Cosa maligna se ha apoderado de él; el que cayo en cama no volverá a levantarse”. El contexto del Salmo 41, una vez más, lo constituyen los ataques de Belial contra David, el ungido del Señor. David declara: “Mis enemigos se juntan y cuchichean contra mí; me hacen responsable de mi mal” (Salmo 41:7). Vuelve a mencionarse Belial en este contexto. Creo que como espíritu de los últimos tiempos, Belial ha sido enviado por el enemigo para atacar a los dones del ministerio. Sus ataques pueden incluir maldiciones de hechicería contra verdaderos siervos del Señor, algo que puede manifestarse por medio de enfermedades. Los lideres necesitan el apoyo de la oración constante contra esos espíritus liberados bajo el poder de Belial, que detesta los dones de ministerio e intenta destruirlos. Éxodo 23:25. Mas Jehová vuestro Dios serviréis, y el bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitare toda enfermedad de en medio de ti. Deuteronomio 7:12-15. “Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardara contigo el pacto y la misericordia que juro a tus padres. Él te amara, te bendecirá y te multiplicara, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juro a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Y quitara Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tu conoces, no las pondrá sobre ti, ante las pondrá sobre todos lo que te aborrecieron”. Mateo 4:23. Señor cuando anduviste por la tierra fuiste por toda Galilea enseñando en las sinagogas anunciando las buenas nuevas del Reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente”