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RESUMEN
Este artículo estudia las formas verbales búlgaras compuestas con al menos un par-
ticipio en –l. Estas formas impregnan todo el sistema del verbo búlgaro y clarificar
su clasificación y uso continúa siendo una tarea pendiente. La presente investiga-
ción parte de los principios de organización propuestos para el sistema temporal
por Benveniste y Weinrich, y busca el lugar que ocupan las formas con participios
en –l en el sistema temporal búlgaro, contrastándolo con el sistema temporal espa-
ñol mediante la aplicación de la teoría vectorial de Guillermo Rojo.
Palabras clave: verbo búlgaro, sistema temporal, participio en –l, teoría vectorial.
ABSTRACT
This article studies the Bulgarian verbal forms composed with at least a participle
in –l. These forms impregnate all the system of the Bulgarian verb and to clarify its
classification and use continues being a pending task. Our investigation relies in the
organizational principles proposed by Benveniste and Weinrich for the temporal
system and looks for the place that the forms with participles in–l in the Bulgarian
temporal system occupy in such system, contrasting it with the Spanish temporal
system and applying the vectorial theory of G. Rojo.
Key Words: Bulgarian Verb, Temporal System, Participle in –l, Vectorial Theory.
1. INTRODUCCIÓN
El búlgaro es una lengua eslava que hoy no comparte una serie de ca-
racterísticas lingüísticas importantes con el resto de lenguas de su grupo.
Una de las más llamativas es la existencia de un sistema verbal peculiar
que, por un lado, conserva el sistema temporal del antiguo eslavo con
una continuidad formal indiscutible y, por otro, desarrolla una serie de
formas verbales cuyo rasgo común es el participio en –l. Mantener las
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Queda claro que hay que buscar un nuevo punto de vista, un nuevo
enfoque que nos permita comprender mejor las formas. Si la controversia
afecta tanto a su número como a su significado, lo más probable es que
nos encontremos ante procesos vivos que no han dejado de estar activos
en el último siglo, y que, por tanto, nos encontremos ante un cambio lin-
güístico importante que, como creo, todavía sigue en marcha.
– GRUPO 1. Las formas con participio en –l, todas antiguas, son par-
te de sus paradigmas. Tradicionalmente se definen como «tiem-
pos resultativos» y entran en el indicativo. Son parte del sistema
temporal básico de la lengua búlgara.
EL EXTRAÑO CASO DEL VERBO BÚLGARO 99
1
En este trabajo los tiempos se ejemplifican mediante su 1.ª y/o 3.ª persona en sg.
2
Las formas be y beše solo aparentan marcar una diferencia entre el aoristo y el pretérito
imperfecto. En realidad proceden de uno de los dos paradigmas del antiguo aoristo (bAhw,
bA), que por su vocal temática –A– resultaba apropiado para desempeñar también las funcio-
nes del imperfecto y pronto sufrió la influencia de sus desinencias (bAa<e 2.ª, 3.ª Sg., bAa<ete
2.ª Pl., bAahy 3.ª Pl.). En la historia de la lengua búlgara las formas del verbo auxiliar con
desinencias de aoristo y de imperfecto nunca se separaron semánticamente. Hoy se detecta
una cierta preferencia hacia beše en ambas funciones.
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2.2.3. Derivan del grupo 2.2 con la ampliación directa de las formas
con el participio en –l bil 3. Como resultado, estas formas compuestas pre-
sentan por lo menos dos participios en –l, uno de los cuales es siempre
bil, o sea, el participio de aoristo en –l del verbo auxiliar.
3
A pesar de Kucarov 1999 y Gerdžikov 2003, quienes creen que se derivan del que aquí
presentamos como grupo 2.1. con la repetición de la misma técnica, que esta vez se aplicaría
sobre el nuevo auxiliar săm, siempre en presente del grupo 2.1 (săm > bil e > bil).
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ción mucho más natural sería pišel > pišel bil, además, como pretende
demostrar la investigación, el modo aquí propuesto de derivar las for-
mas de este grupo se corresponde mucho mejor con su significado de
incredulidad y/o irrealidad que les asigna el hablante.
3. CONSIDERACIONES PREVIAS
4
Sobre la historia de las investigaciones dedicadas a la «categoría de renarratividad» se
puede consultar Kucarov 1979, Kucarov 1999, Gerdžikov 2003.
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Formas tipo bil săm pisal (análogas a las rusas, serbocroatas, etc.)
encontramos en los textos búlgaros desde el siglo XV, Zlatanova 1986,
pp. 200 y s. que, no obstante, les da una interpretación algo distinta de
la mía:
(2) prosti ma, joveje, oti … ni si bilw sçgrA<ilw niqo, ala azç
ta nepravedno osçdihç (Damasquino de Svištov)
(4) sAkomð swm dalç dAlç … a vçIe ne storihte moata volña qoto
sçm bçIlç ostavilç zakonç i dðmçI ami idAte na mAstoto
deto e nagotveno za dIavola· (Damasquino de Ljubljana)
EL EXTRAÑO CASO DEL VERBO BÚLGARO 105
4. EL SIGNIFICADO
6
En la comparación adoptaré el sistema de formulación vectorial de Rojo y me serviré de
las siguientes abreviaturas: O (origen), oV (vector de simultaneidad), –V (vector de anteriori-
dad), +V (vector de posterioridad), P (punto temporal cualquiera), R (acto de retransmisión).
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Búlgaro Español
Una comparación entre los usos rectos de los tiempos búlgaros y los
españoles muestra que son totalmente equiparables, con ciertas limita-
ciones en el caso de la distribución entre perfecto y aoristo9.
En ambos idiomas las formas que indican posterioridad primaria son
solo dos: O+V escribiré / šte piša y (O–V)+V escribiría / štjah da piša.
También son dos las formas de simultaneidad primaria: OoV escri-
bo / piša y (O–V)oV escribía / pišeh.
Mucho más numeroso es el grupo de tiempos que indican anterio-
ridad primaria. Aquí tiene realización formal la relación de anterioridad
en cuanto a todos los ejes de referencia del sistema: O–V escribí / pisah;
7
Por razones de unidad mantengo la denominación de los tiempos según la adoptada para
el búlgaro. Hay que destacar que, en sus estudios de 1974, 1976 y 1990, Rojo se limita a las fór-
mulas sin decantarse por una terminología, pero en el trabajo común con Veiga 1999 acomo-
dan a su nomenclatura las denominaciones propuestas por Bello 1947, o sea: presente, pretérito,
futuro, ante-presente, co-pretérito, ante-pretérito, ante-futuro, pos-pretérito, ante-pos-pretérito. Estas deno-
minaciones, muy apropiadas también para el verbo búlgaro, no se utilizan en este trabajo por
ser en su mayoría ajenas a la tradición gramatical búlgara.
8
Nótese que Bello 1847, Gili Gaya 1943 y Rojo y Veiga 1999 consideran que escribiría y
habría escrito forman parte del indicativo, al contrario de otras posturas, por ejemplo RAE 1931
que define estas formas como «modo potencial». Llamadas en el Esbozo 1973 «condicional» y
«condicional perfecto» estas formas no obstante están incluidas en el indicativo. Las denomi-
naciones «pos-pretérito» y «ante-pos-pretérito» de Bello son las adoptadas por Rojo y Veiga 1999,
pp. 2882- 2884, 2893, 1894, y estos autores las consideran compatibles con su sistema de for-
mulación vectorial.
9
Sobre los usos de estos tiempos en búlgaro y una comparación inicial con el uso español
me he extendido en Láleva 1996, p. 83-84 y 91-92.
EL EXTRAÑO CASO DEL VERBO BÚLGARO 109
(OoV)–V he escrito / pisal săm; (O+V)–V habré escrito / šte săm pisal; (O–V)–V
había escrito / bjah pisal; ((O–V)+V)–V habría escrito / štjah da săm pisal. En
todos los casos y en ambas lenguas si la anterioridad no está directa-
mente orientada al origen se expresa mediante una forma verbal com-
puesta que incluye obligatoriamente el participio. Podemos afirmar que
el participio (el participio del aoristo en el caso búlgaro), es la expresión
formal de anterioridad10.
El punto débil de este sistema temporal común para el búlgaro y el
español es, sin duda alguna, el perfecto, y más concretamente la dis-
tinción entre el perfecto y el aoristo. Podemos observar que otros idio-
mas eslavos y románicos han prescindido de uno de estos tiempos y que
existen dialectos en cada una de las dos lenguas comparadas que han
emprendido el mismo camino11. Como apunta Rojo 1974, p. 106: «no
podemos dejar de reconocer que la delimitación entre las dos formas es
lo suficientemente borrosa como para permitir que la distinción tien-
da a desaparecer en algunas zonas». No obstante, hoy se mantiene una
diferencia nítida entre ambas formas en las dos lenguas estándar com-
paradas. La fórmula (OoV)–V de Rojo es sin dudas la apropiada tanto
para el español, como para el búlgaro, pero esto no quiere decir que
el valor de las formas coincida en detalle. Hay que pensar en una lec-
tura más general de la fórmula que refleje lo común y permita lo dife-
rente en el valor del pretérito perfecto en ambos idiomas. Tratando el
material español, Rojo afirma que he llegado indica «anterioridad den-
tro de lo simultáneo al origen», y más adelante «dado que implica la
simultaneidad indirecta al origen, he llegado suele indicar acciones más
próximas a él que las expresadas mediante la forma llegué». En el caso
del búlgaro tenemos que insistir en que no se trata de una «anterioridad
dentro de lo simultáneo al origen», sino de una «anterioridad en cuan-
to a lo simultáneo al origen». En ambos casos se trata de «anterioridad
desde una perspectiva simultánea al origen», de una «actualización de
la anterioridad desde la posición del hablante» que puede concretarse
de manera diferente. De esta forma se explican con facilidad los usos
comunes del perfecto
10
Se trata de la voz activa. En las pasivas llamadas perifrásticas, que tienen el participio
como característica propia, la anterioridad se expresa mediante un segundo participio, cf. está
escrito / napisano e : ha sido escrito / bilo e napisano.
11
Un estudio comparativo del problema a mayor escala en ambos grupos lingüísticos po-
dría ser muy interesante sobre todo si incluye el nivel diacrónico que permitiría apreciar la
interrelación entre las diferencias y las tendencias de desarrollo.
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–V pisal
(–V)–V bil pisal
(–V)oV pišel
(–V)+V štjal da piše
((–V)+V)–V štjal da e pisal
Son las formas del grupo 2.2.B. Su eje temporal R–V sitúa las rela-
ciones temporales primarias en relación con el momento de la emisión
originaria (R–V). Así la relación de la acción retransmitida con el origen
no es directa, sino que se realiza mediante la retransmisión (R) cuyo
vector es simultáneo al origen OoV. En este acto el hablante retrans-
misor se sitúa como no implicado en la acción retransmitida, ya que no
tiene una relación directa con esta, lo que se materializa en las formas
sin auxiliar en 3ª persona. La teoría vectorial permite ver desde una
perspectiva nueva la «renarración» en la lengua búlgara. El uso recto
de las formas que señalan la retransmisión no supone otro matiz adi-
cional no temporal. Se trata, por lo tanto, de una ampliación de signi-
ficado de las formas temporales a base de su valor principal con punto
axial OoV–V, algo que confirma nuestra hipótesis de partida, según la
cual la temporalidad verbal es el eje organizador principal del sistema
verbal búlgaro, y explica desde otro ángulo su posibilidad de asumir en
su significado la retransmisión. Así se aclara también el hecho de que
el uso renarrativo se distingue dentro del temporal únicamente me-
diante el contexto, si este lo es lo suficientemente claro. No son formas
propiamente «renarrativas». Mientras en la 3ª persona la distinción
contextual es más fácil, ya que depende del tipo textual, en la 1ª y en
la 2ª encontramos una gran cantidad de casos cuyo significado queda
abierto sin un contexto apropiado, véase por ejemplo:
(5) Izglexda, če po tova vreme ne si znael ispanski.
Parece que por aquel entonces no sabías español. Uso «conclusivo».
(6) Uveriha me, če po tova vreme ne si znael ispanski.
Me aseguraron que por aquel entonces no sabías español. Uso «renarrativo».
(7) Ne si znael ispanski.
Sin contexto tiene una lectura doble.
EL EXTRAÑO CASO DEL VERBO BÚLGARO 113
Todas las formas del grupo 2 en uso recto ocupan el plano del pasado,
pero este pasado se ve desde una perspectiva de alejamiento. Si para-
fraseamos la terminología de Weinrich 1968, este sería en búlgaro el
mundo narrado, mientras las formas del «indicativo tradicional» perte-
necerían al «mundo participado» que tendría dos parcelas, la del «mun-
do comentado» en el plano actual, y la del «mundo rememorado» en el
plano de la memoria cubierto por los tiempos del pasado tradicional.
Grupo 2.
Pasado ajeno a la memoria12
2.2.A 2.2.B
2.1
No coetáneo (remoto): Coetáneo:
Todas las personas
solo 3ª persona todas las personas
12
Se trata obviamente de una terminología provisional. En este momento me interesa la
caracterización y la definición previa de los conceptos.
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6. LA DISLOCACIÓN
–V > oV + irrealidad afecta a las formas del grupo 2.2.B, que como he-
mos visto tienen como característica común el momento axial anterior
a la retransmisión (la parte izquierda de la fórmula). Esta característi-
ca las hacía apropiadas para la expresión de la «renarratividad». El cam-
bio del plano de pasado R–V a uno actual RoV en la función de cada
una de estas formas, que siempre depende del contexto, conlleva un
matiz adicional de irrealidad. Es la manera que tiene el hablante de
expresar sus reservas en cuanto a la información retransmitida y presen-
tarla como irreal desde su propio punto de vista en el momento de la
retransmisión R–V > RoV + irrealidad.
Véase:
(R–V)+V
(8) Predložiha mi da otida s tjah. Šteli sme da posetim Belgija i Francija i da
podelim razhodite za benzin, no az njamah nužnite pari i ne možah
da otida.
Me ofrecieron ir con ellos. Visitaríamos Bélgica y Francia y compartiríamos los
gastos de gasolina, pero yo no tenía el dinero necesario y no pude ir.
La dislocación afecta todas las formas del grupo y aclara su doble uso,
que tantos quebraderos de cabeza ha dado a los gramáticos búlgaros:
Imperfecto en función de Presente + irrealidad
(R–V)oV > (RoV)oV
pišel săm, pišel
Pluscuamperfecto
(R–V)oV + irrealidad < (R–V)–V < *(R–V)–V–V = formas del grupo 2.2.B.
pisal săm bil, pisal bil
Imperfecto
((R–V)oV)oV + irrealidad < ((R–V)–V)oV
pišel săm bil, pišel bil
Futuro Pretérito
((R–V)oV)+ V + irrealidad < ((R–V)–V)+V
štjal săm bil da piša, štjal bil da piše
Como vemos, la ampliación afecta a todas las formas del pasado, sal-
vo a las de pluscuamperfecto, que obedecen a las limitaciones propias
del sistema temporal búlgaro, que no admite más de dos vectores de an-
terioridad (–V) seguidos, lo que aclara la coincidencia formal entre las
TABLA 3.
intrasistemática
Presente pišel săm, pišel
Perfecto bil săm pisal, bil pisal
2.2.B
Futuro štjal săm da piša, štjal da piše
Futuro Perfecto štjal săm da săm pisal, štjal da e pisal
gramaticalizada
I.
II.
Naj-podir” Radka ostană,
Să lěvă e răkă hvărlila,
Kuršum’ prěz” pr’sten prĕmină,
Tja si vojvoda stanăla;
Vsičky-ti klon” ostanăli,
Če tja vojvoda da stane.
III.
Natoči mu edin” čebur”,
Edin čebur”, zojno vino,
Ka go dignă Grue dĕtja,
Na dušek” go vse izpilo.
EL EXTRAÑO CASO DEL VERBO BÚLGARO 121
3. El uso de formas, sobre todo la del aoristo, del grupo 2.1 en fra-
ses introductorias (¿y de cierre?) de narraciones que se realizan de for-
ma habitual en los tiempos del grupo 2.2.A (textos históricos, cuentos
populares, leyendas, etc.). Es un hecho conocido que los investigado-
res mencionan de paso, pero no existe unanimidad sobre el valor gra-
matical que se le confiere. Algunos consideran que se trata de un uso
especial del perfecto del grupo 1 en el comienzo de textos o unidades
textuales mayores, escritos en tiempos «renarrativos»; otros insisten en
que se trata de formas «conclusivas» que vienen a introducir los hechos
como deducciones, generalizaciones o conclusiones del autor. Creo que
un estudio de los géneros que tienen como característica propia el uso
de los tiempos del grupo 2.2.A utilizando textos completos o por lo me-
nos unidades de texto lo suficientemente grandes, mostraría un parale-
lismo interesante entre el uso búlgaro y el de otras lenguas indoeuropeas.
En palabras de Weinrich 1968, pp. 206 y s.:
(…) La introducción y la conclusión no son simplemente la primera y la
última oración del relato, sino partes del relato que narrativamente conlle-
van funciones especiales. La introducción es exposición; da a conocer el mun-
do que va a narrarse invitando al lector o al oyente a encaminarse a él. La
conclusión cierra este mundo misterioso del relato (…). De este mundo ma-
ravilloso volvemos al nuestro cotidiano (…). Se trata de dos funciones que
cualitativamente son distintas del mero narrar porque marcan la divisoria
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS