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Derecho de Familia y Sucesiones
Derecho de Familia y Sucesiones
DERECHO
PRIVADO VI y VII
(FAMILIA Y
SUCESIONES)
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“Grupo la Docta” 3516315046
Sub-Eje Temático 1: PARENTESCO, MATRIMONIO Y UNIONES
CONVIVENCIALES
PARENTESCO:
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DEFINICIÓN. Art. 529.-
Es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la naturaleza, las
técnicas de reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad.
CLASES:
Son cuatro las clases de parentesco:
-Por naturaleza: es el que existe entre dos personas, una de las cuales desciende
de la otra o ambas de un antecesor común.
-Por afinidad: es el que vincula a una persona con los parientes consanguíneos o
adoptivos de su cónyuge (pero no existe parentesco entre los parientes
consanguíneos de uno u otro cónyuge, ni existe parentesco entre cónyuges).
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a) Civiles:
Es base de los impedimentos matrimoniales (art. 403 inc. a, b y c).
Es fuente de la obligación alimentaria (arts. 537, 538).
Es fuente de la vocación sucesoria ab intestato (art. 2424).
Otorga el derecho a oponerse a la celebración del matrimonio (art. 411 inc.
b).
Confiere legitimación activa para la promoción de la acción de nulidad del
matrimonio (arts. 424, 425).
Confiere legitimación activa para la restringir la capacidad o declarar la
incapacidad (art. 33) y para solicitar la inhabilitación por prodigalidad (art.
48).
Impone la obligación de denunciar la orfandad o la vacancia de la tutela
bajo sanción del derecho de privación de ésta (art. 111).
Otorga el derecho al beneficio de competencia (art. 893).
Inhabilita al oficial público para actuar como tal en los asuntos en que están
interesados sus parientes dentro del cuarto grado o segundo de afinidad
(art. 291).
Inhabilita para ser testigos en los instrumentos públicos a los parientes del
oficial público dentro del cuarto grado y segundo de afinidad (art. 295 inc.
d).
Inhabilita para ser testigo de un testamento por acto público a los
ascendientes, los descendientes del testador (art. 2481). Legitima para
requerir la simple ausencia (art. 80) y también para requerir la declaración
de ausencia con presunción de fallecimiento (art. 87).
Fundamenta el derecho de comunicación (art. 555).
b) Penales
En el campo del derecho penal, el parentesco obra de tres maneras diferentes:
Como agravante de los delitos de homicidio, homicidio en estado de
emoción violenta, lesiones violación, corrupción y prostitución, abuso de
armas, estupro, abuso deshonesto, y privación ilegítima de la libertad.
Como eximente de responsabilidad : por hurtos, defraudaciones o daños
entre ascendientes, descendientes, afines en línea recta y entre hermanos
o cuñados que viviesen juntos y por el encubrimiento de parientes.
Como elemento integrante de la figura delictiva: en el caso del delito de
incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. Ley 13944.
c) Procesales
El parentesco puede operar como causal de recusación y
excusación de magistrados y funcionarios judiciales. También
impide el ofrecimiento como testigos de parientes consanguíneos y
afines en línea recta.
ALIMENTOS
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Es uno de los efectos civiles del parentesco:
Conforme a la Real Academia Española, los alimentos son toda “prestación
debida entre parientes próximos cuando quien la recibe no tiene la
posibilidad de subvenir a sus necesidades”.
Alimentos negociales
Frente a los alimentos de origen legal, se ubican los alimentos negociales, que,
basados en la autonomía de la voluntad, nacen del convenio o del
testamento y, como en cualquier deuda patrimonial, se rigen por las
estipulaciones del acto jurídico que los generó y, subsidiariamente, por las reglas
genéricas de los créditos comunes.
Caracteres
Indisponible: Esta relación no está en la esfera de disponibilidad del
individuo. Se le reconoce a la persona aun en contra de su voluntad.
Irrenunciable: La irrenunciabilidad es una forma de resguardar al
individuo contra su propia ligereza o inexperiencia.
Imprescriptible e intermitente: Se admite su imprescriptibilidad, ya que
la prescripción de la acción podría ser un instrumento de renuncia no
querido por la ley.
Inherente a la persona e intransmisibles: Él es inherente a la persona
de cada uno de los sujetos de la prelación asistencial porque es
inseparable del estado (parental o conyugal).
El derecho a los alimentos futuros es incesible, pero se podrán ceder
las cuotas vencidas ya que se incorporaron al patrimonio del alimentado.
Inembargable e incompensable: Los alimentos; quedan fuera del
contenido de la prenda común de los acreedores, siendo inembargables
e incompensables.
Intransigible: La obligación alimentaria es inhábil para ser objeto de
una transacción.
REQUISITOS DE EXIGIBILIDAD DEL DÉBITO ALIMENTARIO:
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El derecho alimentario se hace exigible cuando en los hechos convergen
simultáneamente tres requisitos:
Vínculo familiar: Se trata de un nexo de parentesco en la clase y grado
que origina la obligación alimentaria.
Necesidad del accionante: El pariente que requiere alimentos deberá
acreditar su situación carenciada, es decir que no está en condiciones de
atender, en todo o en parte, a su propio sostén.
Potencialidad económica del requerido: El requerido por alimentos debe
disponer de medios o de recursos de tal envergadura que, además de
permitirle satisfacer prioritariamente sus necesidades personales, incluidas
las del grupo familiar conviviente, y los compromisos asumidos, le hagan
posible atender a la alimentación del necesitado requirente.
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Los padres no solo deben alimentos durante la menor edad de sus hijos y hasta
los 21 años, con fundamento en la responsabilidad parental (conf. art. 658 CCyC),
sino también con posterioridad a esa edad, pero en este caso la obligación se
funda en el parentesco, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 663 CCyC, que
prevé alimentos para el hijo mayor que se capacita. Esta obligación tiene carácter
autónomo respecto de la originada en la responsabilidad parental, y difiere en
cuanto a la extensión, extremos a probar, carga de la prueba, entre otros.
La norma también comprende a los parientes colaterales en segundo grado, es
decir, a los hermanos, sean bilaterales o unilaterales (art. 534), pero deja fuera a
tíos y sobrinos.
La regla de la subsidiariedad El CCyC mantiene la regla de la subsidiariedad de la
obligación alimentaria, incorporada por la reforma de la ley 23.264. Ello quiere
decir que solo nace en forma efectiva para el pariente más lejano cuando no existe
pariente que se encuentre en orden, línea o grado preferente que esté en
condiciones de satisfacerla.
Esta regla se aplica entre los parientes de la misma línea respecto del grado, sea
ascendente o descendente, de modo que si quien reclama alimentos tiene un hijo
mayor de edad, pariente en primer grado en línea descendente, y un abuelo,
pariente en segundo grado en línea ascendente, el obligado preferente es el hijo.
También juega entre las líneas recta y colateral; los hermanos deben alimentos
solo si no hay pariente en línea recta que pueda asumir la obligación; sin embargo,
no se aplica entre hermanos de doble o único vínculo que están colocados al
mismo nivel.
Una consideración especial merece la regla de la subsidiariedad en el caso de la
obligación alimentaria de los abuelos frente a sus nietos menores de edad. El
problema es que si esta regla se aplica en forma rigurosa, el carácter prioritario de
los derechos alimentarios de niños y adolescentes puede desdibujarse por el
impacto negativo del paso del tiempo. Por ello, tanto la doctrina como la
jurisprudencia propiciaron su redimensionamiento mediante la flexibilización de los
requisitos procesales para el reclamo. En especial, merece destacarse un
pronunciamiento de la Corte Federal, en la causa "F. L. c/ L. V.", del 15/11/2005,
que abrió camino frente a la regla de la subsidiariedad a ultranza y sentó las bases
de la nueva Reforma. 54 En definitiva, sin abandonar la regla ni el orden de
prelación, y sin que signifique amparar o fomentar la negligencia de los
progenitores que se sustraen de las obligaciones derivadas de la responsabilidad
parental, esta posición abandona el rigorismo formal que conspira contra el fin
primordial del proceso: atender con inmediatez las necesidades del niño
alimentado.
La solución fue recogida por el art. 668 CCyC —ubicado en el Título VII,
Responsabilidad Parental—, que autoriza el reclamo de alimentos a los
ascendientes (abuelos) de niños o adolescentes, en el mismo proceso en que se
demanda a los progenitores o en proceso diverso, a fin de evitar que se dilate la
satisfacción de sus necesidades alimentarias. Dice la norma: "Los alimentos a los
ascendientes pueden ser reclamados en el mismo proceso en que se demanda a
los progenitores o en proceso diverso; además de lo previsto en el título del
parentesco, debe acreditarse verosímilmente las dificultades del actor para percibir
los alimentos del progenitor obligado".
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Pluralidad de obligados Sin perjuicio de la aplicación de la regla de la
subsidiariedad, los alimentos son debidos por los parientes que están en mejores
condiciones para proporcionarlos. Es decir que los obligados del mismo grado
concurren según su capacidad económica. Si el demandado considera que existe
un pariente en mejores condiciones para prestarlos, puede ser desplazado de su
obligación, si alega y prueba esta situación fáctica (conf. art. 546 CCyC).
En el caso de que varios parientes estén en condiciones de brindar asistencia
alimentaria al que lo necesita, en principio, la obligación se divide por partes
iguales en forma mancomunada. Se trata de deudas parcialmente distintas e
independientes entre sí; cada obligado se encuentra legitimado pasivamente en la
parte que le corresponde. Sin embargo, y a modo excepcional, el juez puede fijar
diferencias teniendo en cuenta la cuantía de los bienes y las cargas familiares del
obligado (existencia de hijos, especiales situaciones de personas con
discapacidad u otros parientes a cargo, etc.). De esta manera se evita colocar al
alimentado en una situación perjudicial que pueda afectar su propia vida y la de su
familia y se facilita el eficaz cumplimiento de la deuda.
La obligación alimentaria del pariente por afinidad vincula al suegro y suegra con
el yerno o nuera, y también a los padres e hijos por afinidad.
En el CC se encontraba prevista la obligación alimentaria del nuevo cónyuge del
progenitor con los hijos de este, aunque no se exigía que el alimentante y el
alimentado convivan, cuestión que había merecido las críticas de la doctrina, al
punto que el Proyecto de Código Civil Unificado de 1998 estableció, en el art. 616:
"Respecto de los hijos del otro cónyuge, para que exista obligación alimentaria se
requiere que exista o haya existido convivencia o trato paterno-filial entre
alimentante y alimentado". Aunque el art. 538 repite la fórmula del CC, el CCyC se
hace eco de las críticas y confiere a la convivencia entre el progenitor afín y el hijo
afín un lugar relevante. En efecto, el art. 676 CCyC —ubicado entre las normas de
la responsabilidad parental— expresa: "la obligación alimentaria del cónyuge o
conviviente respecto de los hijos del otro, tiene carácter subsidiario. Cesa este
deber en los casos de disolución del vínculo conyugal o ruptura de la convivencia.
Sin embargo, si el cambio de situación puede ocasionar un grave daño al niño o
adolescente y el cónyuge o conviviente asumió durante la vida en común el
sustento del hijo del otro, puede fijarse una cuota asistencial a su cargo con
carácter transitorio, cuya duración debe definir el juez de acuerdo a las
condiciones de fortuna del obligado, las necesidades del alimentado y el tiempo de
la convivencia".
Es decir que la obligación alimentaria del progenitor afín se mantiene mientras
comparten la vida en común con el padre o madre del niño o adolescente, y la
ruptura de la convivencia o el divorcio pone fin a la obligación. No obstante, en
función de los intereses superiores de los niños o adolescentes, se permite el
reclamo al progenitor afín, siempre que se den los requisitos estipulados. En este
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caso, la obligación es siempre transitoria y el plazo de duración debe ser fijado por
el juez.
El carácter subsidiario consagrado por la disposición y derivado de la aplicación de
esta regla al parentesco por afinidad coloca la obligación alimentaria del progenitor
afín en grado posterior de la de sus parientes en línea recta. Es decir que, en
primer lugar, se encuentran sus padres y los abuelos en los términos explicitados
en el comentario al art. 537 CCyC. Sin perjuicio de ello, si se demanda al
progenitor afín y este es condenado al pago, sería viable la acción de repetición
prevista en el art. 549 CCyC.
Del texto de la norma surge que, para la fijación de esta cuota, deben tenerse en
cuenta las siguientes pautas:
a) carácter asistencia!, lo que implica que la suma estipulada no podrá tener la
misma extensión que la cuota derivada de la responsabilidad parental; b)
responder a las necesidades del alimentado y las posibilidades económicas
del obligado; c) tener en cuenta el tiempo de la convivencia.
b) Conviene aquí erradicar toda posible confusión sobre la legitimación pasiva
del cónyuge del progenitor para abonar los alimentos que este último deba
a su hijo (con el que no convive). Si bien el esposo o esposa de aquella
persona demandada por alimentos por su hijo es pariente por afinidad —y,
por lo tanto, se encuentra comprendido dentro de los sujetos obligados en
los términos del art. 538 CCyC—, ello no implica que la sentencia dictada
en un juicio de alimentos contra el padre o madre de un niño pueda
ejecutarse directamente contra ese progenitor afín. Las garantías
constitucionales del debido proceso y el derecho de defensa obligan a
promover la acción de reclamo contra este pariente afín (si se dan los
presupuestos exigidos por la ley), y recién luego de obtener una sentencia
que le imponga el deber de cumplir la prestación, se podrá plantear contra
él la ejecución correspondiente.
c) Por último, aunque la unión convivencial no genera parentesco por afinidad
—como se ha explicado al comentar el art. 536 CCyC—, el art. 676 CCyC
consagra la obligación alimentaria del conviviente, la cual se conjuga con su
deber de contribuir a las cargas del hogar fundado en esa unión (art. 520
CCyC). Esta responsabilidad se mantiene excep- cionalmente luego de
cesada la vida en común, en los mismos términos y condiciones que para
los cónyuges divorciados, por razones fundadas en valores constitucionales
de igualdad y solidaridad familiar.
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Se consideran comprendidos en la obligación alimentaria, gastos ordinarios y
extraordinarios:
Ordinarios: son los de subsistencia y vestuario.
Extraordinarios: son los de enfermedad, (asistencia médica, farmacia,
internaciones, intervenciones quirúrgicas, provisión de libros de estudios,
funerarios por sepelio del alimentado).
No comprende los gastos superfluos provenientes de lujo, vicios, etc.,
El CCyC recepta la realidad social y afectiva que se desarrolla por fuera de los
márgenes de lo que hasta hace un tiempo quedaba por fuera del Código Civil,
como el afecto entre parientes que carecían de obligación alimentaria; así,
consagra de manera expresa un derecho de comunicación a favor de quien
justifique tener un "interés afectivo legítimo". Dicho interés afectivo viene de la
mano de la noción de socioafectividad, que tanto desarrollo ha tenido en el
derecho brasilero y, en menor medida, en el derecho nacional, de la mano del
derecho a la identidad en su vertiente dinámica o cultural.
Debido a estas circunstancias, y como consecuencia de este artículo, es que la
legitimación activa para reclamar el derecho de comunicación ya no se encuentra
determinada por un cierto grado de parentesco o la existencia de una obligación
específica, como la alimentaria, sino que otros parientes, como así también
terceros que sean allegados o referentes afectivos, también quedan habilitados
para peticionar el respeto por un lazo afectivo prexistente.
El juez, para decidir todo conflicto de comunicación —sea peticionado por un
pariente de los enumerados en el art. 555 CCyC, por fuera de esta limitación de
conformidad con la facultad que establece el art. 556 CCyC—, debe escuchar en
forma personal a otros de los principales involucrados en este tipo de contienda —
las personas menores de edad, las que tengan su capacidad restringida, estén
enfermas o imposibilitadas—, para conocer su opinión, de conformidad con lo
dispuesto en el art. 707 CCyC.
DERECHO MATRIMONIAL
MATRIMONIO
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DEFINICIÓN:
Es una institución jurídica que, basada en el consentimiento mutuo, se constituye
por la unión formal, aconfesional o civil, exclusiva, exogámica, igualitaria, estable y
plena entre dos personas de distinto o igual sexo que, emplaza a los contrayentes
en el estado de familia de cónyuges o esposos del que se derivan importantes,
derechos y deberes, regidos por un estatuto legal que el estado impone.
Caracteres
Formal, ya que el matrimonio se perfecciona por medio de la celebración
del acto jurídico revestido de las solemnidades que la ley impone a los
contrayentes.
Aconfesional o civil.
Exclusivo: el régimen monogámico excluye el comercio sexual de los
esposos con otras personas distintas de las de su cónyuge.
Exogámico: se establecen impedimentos para contraer matrimonio cuando
haya parentesco entre los pretensos contrayentes en línea y grado
prohibido.
Heterosexual u homosexual.
Estable, en el sentido de que se contrae con la intención de que perdure y
de que su estabilidad quede garantizada por la ley. Esto no debe ser
confundido con la indisolubilidad.
Pleno: “…no puede someterse a modalidad alguna. Cualquier plazo,
condición o cargo se tiene por no expresado, sin que ello afecte la validez
del matrimonio”.
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Los intrínsecos o de fondo son: consentimiento y ausencia de
impedimentos,
Los extrínsecos o de forma: implican que dicho consentimiento sea
expresado personalmente frente al oficial público.
Habilidad mental
Si bien el art. 403 inc. g establece, como impedimento matrimonial, “la falta
permanente o transitoria de la salud mental que le impide tener
discernimiento para el acto matrimonial”, a este impedimento hay que
complementarlo con lo dispuesto en el art. 405, el cual, bajo el paradigma no
discriminatorio, y respetando la ley de salud mental y los principios de Naciones
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Unidas para la protección de enfermos mentales y para el mejoramiento de la
atención de salud mental, establece que las personas que padezcan afecciones
en su salud mental puedan celebrar el matrimonio, previa dispensa judicial.
Concepto:
Los impedimentos matrimoniales son los hechos o situaciones que importan un
obstáculo para la celebración del matrimonio.
Clasificación
a) Por la índole de la sanción:
Dirimentes: aquellos cuya violación habilita el ejercicio de la acción de nulidad del
matrimonio.
Impedientes: aquellos cuya violación no da lugar a dicha sanción, sino que se
resuelven en sanciones (función preventiva).
IMPEDIMENTOS DIRIMENTES
ARTICULO 403.-Impedimentos matrimoniales. Son impedimentos dirimentes para
contraer matrimonio:
a) el parentesco en línea recta en todos los grados, cualquiera que sea el origen del
vínculo;
b) el parentesco entre hermanos bilaterales y unilaterales, cualquiera que sea el origen
del vínculo;
c) la afinidad en línea recta en todos los grados;
d) el matrimonio anterior, mientras subsista;
e) haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno
de los cónyuges;
f) tener menos de dieciocho años;
g) la falta permanente o transitoria de salud mental que le impide tener discernimiento
para el acto matrimonial.
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El art. 403 CCyC enumera los impedimentos dirimentes, es decir, aquellos que
tienen prevista sanción de nulidad.
Si de las diligencias previas (conf. art. 416 CCyC) surge la existencia de alguna de
las prohibiciones enunciadas en la norma, el oficial público encargado de llevar
adelante la ceremonia debe suspenderla (art. 417 CCyC). Además, quienes
conozcan la existencia de alguna de estas circunstancias, pueden oponerse a la
realización, sea en forma directa (art. 411 CCyC), o sea mediante denuncia al
Ministerio Público, para que este, si lo considera, realice la oposición (art. 412
CCyC). Si las nupcias ya se hubieran contraído, podrá solicitarse la nulidad del
matrimonio, siempre que no hubiera operado la caducidad en aquellos casos en
que fuera procedente (conf. art. 425 CCyC).
Análisis de los incisos
a) el parentesco en línea recta en todos los grados, cualquiera que sea el origen
del vínculo; b) el parentesco entre hermanos bilaterales y unilaterales, cualquiera
que sea el origen del vínculo; No pueden contraer matrimonio entre sí los
parientes en línea recta en todos los grados, ni en línea colateral hasta el segundo
grado (hermanos), sean de doble o simple vínculo. sí pueden casarse tíos y
sobrinos, y por lógica consecuencia, primos.
Los incisos reiteran las prohibiciones contenidas en el art. 166, incs. 1 y 2, CC, con
una formulación más adecuada porque se suprime la voz "consanguinidad" y se
recoge el principio de igualdad de los efectos del parentesco receptado por el art.
529 CCyC, cualquiera sea su fuente (naturaleza, TRHA, adopción).
La equiparación de los efectos del parentesco con independencia de la fuente filial
justifica la supresión del inciso relativo a la adopción (inciso 3 del artículo 166 CC).
La prohibición de casarse entre personas unidas por un vínculo adoptivo queda
comprendida en los dos primeros supuestos, eliminándose la distinción entre
adopción plena y simple que preveía una multiplicidad de hipótesis confusas, sin
justificación razonable y con escaso impacto práctico. Como se lee en los
"Fundamentos del Anteproyecto" "cuando la adopción implica diferentes
consecuencias jurídicas en materia de parentesco por tratarse de adopción simple
o plena, se lo señala de manera expresa; de lo contrario, cuando se alude a
parentesco de manera general, incluye a la filiación adoptiva cualquiera sea su
tipología". Así es como debe ser interpretada toda la legislación en materia de
parentesco cuando se trata de la filiación adoptiva.
c) la afinidad en línea recta en todos los grados; Como se explica al comentar el
art. 536 CCyC, la afinidad no queda incluida dentro de la voz "parentesco" en
sentido estricto, pues sus efectos son mucho más limitados que en los otros
casos.
El inc. c reitera la solución del CC y fulmina de nulidad el matrimonio celebrado por
parientes afines en línea recta en todos los grados (suegros con yernos o nueras,
hijos y padres afines, u otros).
La prohibición no se extiende al caso de los convivientes, pues la unión
convivencial (art. 509 CCyC) no es fuente de parentesco por afinidad. En
consecuencia, no está prohibido que un exconviviente se case con alguno de los
padres o hijos de aquella persona con la que ha convivido.
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La solución es distinta si, luego del divorcio, uno de los excónyuges inicia una
convivencia con el padre o el hijo del otro. Conforme lo establece el inc. c) del art.
510 CCyC, la unión que eventualmente se inicie no produce efectos jurídicos en
los términos previstos por el Título III, y queda fuera del régimen jurídico previsto
para las uniones convivenciales.
d) el matrimonio anterior, mientras subsista; El inciso se refiere al llamado, por la
doctrina, "impedimento de ligamen", que opera toda vez que uno de los
contrayentes integra un matrimonio anterior que no ha sido disuelto por muerte,
divorcio o ausencia con presunción de fallecimiento (art. 435 CCyC). El
fundamento de la prohibición se encuentra en uno de los caracteres esenciales del
matrimonio: la monogamia.
e) haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso
de uno de los cónyuges; La nueva redacción del impedimento por "crimen",
contenido originariamente en el inc. 7 del art. 166 CC, resuelve la discusión
anterior sobre la exigencia o no de condena penal, recogiendo la opinión
mayoritaria. En consecuencia, mientras no se dicte esa sentencia, el impedimento
estaría sujeto a la resolución de una cuestión prejudicial.
Aunque no se exige que el homicidio tenga como móvil la celebración de las
nupcias, debe ser cometido con dolo, quedando excluidos los supuestos de
homicidios culposos o preterintencionales, o los casos de inimputabilidad.
f) tener menos de dieciocho años; La edad exigida para contraer matrimonio tiene
por finalidad asegurar que los contrayentes tengan la madurez suficiente y
comprendan cabalmente el compromiso que asumen. La Convención sobre el
consentimiento para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio y el
registro de los matrimonios, en su art. 2°, expresa: "Los Estados partes en la
presente Convención adoptarán las medidas legislativas necesarias para
determinar la edad mínima para contraer matrimonio. No podrán contraer
legalmente matrimonio las personas que no hayan cumplido esa edad, salvo que
la autoridad competente por causas justificadas y en interés de los contrayentes,
dispense el requisito de la edad".
A partir del 2008, la edad mínima para contraer matrimonio se fijó en 18 años para
ambos cónyuges, elevando la edad mínima de la mujer, que hasta entonces era
de 16 años (ley 26.449). El CCyC mantiene esta exigencia, con lo cual la edad
núbil coincide con la mayoría de edad (art. 25 CCyC)
g) la falta permanente o transitoria de salud mental que le impide tener
discernimiento para el acto matrimonial.
El impedimento procede, exista o no una sentencia que restrinja la capacidad del
contrayente, pues la nota definitoria de la prohibición es la falta de discernimiento
para el acto matrimonial, o sea, la norma obsta que una persona que no
comprende el significado del matrimonio, se case. Para entender cómo funciona
este impedimento, es necesario tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
La sentencia de restricción de capacidad deja a salvo la posibilidad de casarse, si
no lo prohíbe expresamente. Así lo expresa el art. 38 CCyC: "La sentencia debe
determinar la extensión y alcance de la restricción y especificar las funciones y
actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la
menor posible..."
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Si la sentencia contiene expresamente la restricción, el impedimento procede,
aunque el contrayente siempre puede solicitar la revisión en los términos de lo
expresado por el art. 40 CCyC o la dispensa, conforme lo dispuesto por el art. 405
CCyC.
Si no se ha dictado sentencia, o no se ha planteado judicialmente la restricción de
la capacidad, para que funcione el impedimento debe acreditarse la falta
permanente o transitoria de salud mental, entendida en el sentido amplio al que se
refiere este inciso, de modo que el discernimiento esté afectado al momento de
celebrar el acto. El impedimento procede aunque la falta de discernimiento para el
acto se deba a factores momentáneos, como el consumo de alcohol o de drogas
IMPEDIMENTOS IMPEDIENTES:
Los impedimentos impedientes son meramente prohibitivos, si el matrimonio se celebra, es
válido, aunque, por haber sido irregularmente celebrado, conlleva sanciones para los
contrayentes.
El art. 408 del CCCN exige que el consentimiento de los contrayentes debe ser puro y
simple, es decir que “no puede someterse a modalidad alguna”, y que “cualquier plazo,
condición o cargo se tiene por no expresado, sin que ello afecte a la validez del
matrimonio”.
Vicios: art. 409 del CCCN. Son los que inciden sobre alguno de los elementos del acto
voluntario; tradicionalmente, error, dolo o violencia.
El art. 271 del CCCN define dolo: Acción dolosa es toda aserción de lo que es falso o
disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee
para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción
dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación.
Violencia: La violencia se traduce en una fuerza irresistible o amenazas “que generan el
temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar en la
persona o bienes de la parte o de un tercero”.
Error: es el vicio del consentimiento consistente en el falso conocimiento que se tiene de
algo, la discordancia o disconformidad entre la realidad y la imagen mental que de ella se
forma en quien lo sufre.
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DEBERES DE LOS CÓNYUGES
De la norma citada debemos considerar que sólo la asistencia es un deber jurídico, de cuyo
incumplimiento derivará una sanción; siendo los deberes de cooperación, convivencia y el
de fidelidad tan sólo deberes morales o éticos.
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El derecho – deber alimentario rige entonces durante la vigencia del matrimonio de
manera igualitaria entre ambos cónyuges, incluso durante la separación de hecho.
UNIONES CONVIVENCIALES
DEFINICIÓN:
El Código Civil y Comercial de la Nación por primera vez regula las uniones
convivenciales. Son consideradas tales “la unión basada en relaciones afectivas de
carácter singular, pública, notoria, estable, y permanente de dos personas que conviven y
comparten un proyecto de vida común, sean del mismo o diferente sexo”. (Art. 509).
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"concubinato", el tiempo y la fuerza de la realidad hicieron que este fenómeno sea
reconocido no solo, como adelantamos, en diversas leyes especiales sino también
en la jurisprudencia, otorgándosele algunos efectos jurídicos a las relaciones
afectivas que cumplían determinados requisitos —los mismos que hoy se
sintetizan en el artículo en comentario: estabilidad, permanencia, singularidad y
publicidad—. Ahora bien, huelga decirlo, el reconocimiento jurisprudencial fue
dispar, quedando los derechos de las personas a la zaga del juez llamado a
intervenir en cada caso. ¿El modo de evitar esta indeterminación y su pasible
consecuencia, la arbitrariedad? Definir qué se entiende por unión convivencial.
Justamente, teniendo en cuenta estas mandas, el CCyC abre el Título III del Libro
Segundo, reconociendo la unión estable, pública, notoria y permanente de dos
personas de igual o distinto sexo que conviven y comparten un proyecto de vida
en común basado en el afecto, en tanto forma de vivir en familia, alternativa al
matrimonio.
La convivencia y el proyecto de vida en común son los primeros elementos
tipificantes de estas uniones. Se trata de elementos que diferencian a este tipo de
organización familiar de otras relaciones afectivas, por ejemplo, relaciones de
pareja pasajeras o efímeras (noviazgos) que no cumplen con el requisito de la
convivencia, o relaciones de amistad o parentesco (amigos que comparten
vivienda mientras se van a estudiar a otra provincia, hermanos que conviven
siendo adultos, etc.) que, si bien pueden cumplir con el requisito de convivencia,
no traslucen un proyecto de vida en común —en otras palabras, no son pareja—.
Otro de los caracteres con que el CCyC define y delimita el reconocimiento de
efectos jurídicos a las convivencias de pareja, es la singularidad o exclusividad en
el vínculo. Como en el caso del matrimonio, esta exigencia responde al modelo
monogámico socialmente aceptado. Ya la jurisprudencia de época anterior a la
sanción de la nueva legislación destacaba la importancia de este requisito: "La
relación concubinaria es aquella prolongada en el tiempo, con vocación de
permanencia, calificada por un especial vínculo afectivo, ex- cluyente de toda otra
relación simultánea con caracteres similares destinada a pervivir".36 Asimismo, los
rasgos de notoriedad y publicidad que se mencionan en el artículo en comentario
responden a la necesidad de prueba de esta relación no formal. Es que, a
diferencia del matrimonio que se instituye a partir del hecho formal de su
celebración (es decir, que tiene fecha cierta), la unión convivencial no exige
formalidad alguna; por tanto, siendo un hecho fáctico, requiere de elementos
objetivos para su constitución, como ser la notoriedad y la relación pública.
En la misma línea se inscriben las notas distintivas de permanencia y estabilidad,
en consonancia con el requisito de dos años de convivencia que se incluye en el
artículo siguiente (art. 510 CCyC). Sucede que términos como "permanencia" y/o
"estabilidad" pueden no significar lo mismo a los ojos de diversos intérpretes (para
algunos un año puede alcanzar para tener por configurado estos caracteres; para
otros, cinco años y así existen infinidad de posibilidades). Precisamente para
evitar esta discrecionalidad y divergencia judicial a la hora de reconocer o no
reconocer los efectos de este Título III a las convivencias de pareja, el CCyC
prevé un plazo mínimo de convivencia.
Por último, a tono con el avance legislativo en materia de igualdad y no
discriminación instaurado con la sanción de la ley 26.618, y en consonancia con el
22
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principio de no regresividad en materia de derechos humanos, el CCyC no incluye
como requisito de la unión convivencial a la diversidad sexual de sus miembros.
Es decir, recepta las uniones con- vivenciales del mismo o diferente sexo,
cerrando con ello los caracteres delimitantes del ámbito de aplicación subjetivo de
las normas previstas en el Título III, del Libro II
Requisitos
El artículo 510. El reconocimiento de los efectos jurídicos previstos por este
título a las uniones convivenciales, requiere que:
los dos integrantes sean mayores de edad: a diferencia del matrimonio,
que en determinadas circunstancias se permite que sea celebrado entre
menores de edad, la unión convivencial, al no haber ningún tipo de
formalidad para constituirla, ni control estatal previo, se impone que
involucre solo a personas mayores de edad, es decir, personas que hayan
cumplido 18 años.
no estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los
grados, ni colateral hasta el segundo grado: Las uniones convivenciales
implican una relación de pareja, por ello es requisito que no estén unidos
por vínculos familiares cercanos. A través de este requisito se excluye del
régimen a otro tipo de uniones como las llamadas uniones asistenciales, en
las cuales, por ejemplo, conviven juntos dos hermanos, dos amigos,
etcétera.
no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea
recta: por las mismas razones expuestas en el inciso anterior, no serán
consideradas uniones convivenciales las compuestas por una persona y
padres afines, abuelos afines, hijos afines, etcétera.
no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia
de manera simultánea: este requisito es de fácil comprobación ya que
tanto del matrimonio subsistente, como de la unión convivencial registrada
se obtienen los correspondientes certificados.
mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años: se
entiende que este requisito tiende a materializar la publicidad, notoriedad,
estabilidad y permanencia que define las uniones convivenciales.
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PACTOS DE CONVIVENCIA (Art. 513)
Están destinados a regular las relaciones entre los convivientes que pueden ser de carácter
patrimonial o extra patrimonial. En principio estos pactos prevalecen sobre las normas
previstas en el Código.
LÍMITES
ARTICULO 515.-Límites. Los pactos de convivencia no pueden ser contrarios al orden
público, ni al principio de igualdad de los convivientes, ni afectar los derechos
fundamentales de cualquiera de los integrantes de la unión convivencial.
El artículo 523 enumera taxativamente las causales por las cuales se extingue la unión
convivencial. Algunas causales son ajenas a la voluntad de las partes y otras tienen su
origen en la voluntad de los convivientes -
EFECTOS.
a) COMPENSACIÓN ECONÓMICA:
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FIJACIÓN JUDICIAL DE LA COMPENSACIÓN ECONÓMICA.
CADUCIDAD
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse
producido cualquiera de las causas de finalización de la convivencia.
ARTICULO 526.-Atribución del uso de la vivienda familiar. El uso del inmueble que fue
sede de la unión convivencial puede ser atribuido a uno de los convivientes en los
siguientes supuestos:
a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad, con capacidad restringida, o
con discapacidad;
b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la imposibilidad de procurársela en
forma inmediata.
El juez debe fijar el plazo de la atribución, el que no puede exceder de dos años a
contarse desde el momento en que se produjo el cese de la convivencia, conforme a lo
dispuesto en el artículo 523.
A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el
uso del inmueble a favor del conviviente a quien no se atribuye la vivienda; que el
inmueble no sea enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo expreso de ambos;
que el inmueble en condominio de los convivientes no sea partido ni liquidado. La
decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.
Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no locatario tiene derecho a continuar
en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose él obligado al pago y las
garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato.
El derecho de atribución cesa en los mismos supuestos previstos en el artículo 445.
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ARTICULO 527.-Atribución de la vivienda en caso de muerte de uno de los convivientes.
El conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable o de bienes suficientes
que aseguren el acceso a ésta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por
un plazo máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad del causante que
constituyó el último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en
condominio con otras personas.
Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.
Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva unión convivencial, contrae
matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes suficientes para acceder a
ésta.
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Sub-Eje Temático 2: REGIMEN PATRIMONIAL – MATRIMONIAL ARGENTINO
Régimen patrimonial – matrimonial argentino. Definición y caracterización.
Régimen primario: Definición. Deber de contribución. Asentimiento conyugal.
Responsabilidad solidaria por deudas. Régimen de comunidad: Carácter
supletorio. Bienes propios y gananciales de los cónyuges. Gestión de los bienes
en la comunidad. Deudas personales y comunes de los cónyuges. Régimen de
separación de bienes: Definición. Gestión de los bienes. Prueba de propiedad de
los bienes.
EJE 2
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EL RÉGIMEN PATRIMONIAL – MATRIMONIAL ARGENTINO
DEFINICION:
“Es el establecido mediante el conjunto de normas jurídicas que regulan las
relaciones patrimoniales de los cónyuges entre sí y con respecto a terceros”.
CARACTERIZACIÓN
Régimen patrimonial matrimonial: entre los cuales pueden optar los cónyuges.
régimen de comunidad
régimen de separación de bienes
CAPITULACIONES MATRIMONIALES
Son el acuerdo celebrado entre los futuros consortes con el fin de determinar el
régimen matrimonial al cual van a someterse, así como también pueden referirse
a alguno de los aspectos de sus relaciones patrimoniales.
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ARTICULO 446.-Objeto. Antes de la celebración del matrimonio los futuros cónyuges
pueden hacer convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes:
a) la designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio;
b) la enunciación de las deudas;
c) las donaciones que se hagan entre ellos;
d) la opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales previstos en este
Código.
Definición:
Implica una serie de normas que se imponen por sobre la voluntad de los esposos y que se
aplican independientemente del régimen patrimonial – matrimonial elegido, es decir, son
normas de orden público que se aplican ya sea que los cónyuges hayan optado por el
régimen de separación de bienes o se encuentren en el régimen de comunidad. Estas
disposiciones son inderogables por convención de los cónyuges, excepto disposición
expresa en contrario que prevea el Código prevista en el ordenamiento jurídico (Art. 454).
DEBER DE CONTRIBUCIÓN
Los cónyuges deben contribuir a su propio sostenimiento, el del hogar y el de los hijos
comunes, en proporción a sus recursos. Esta obligación se extiende a las necesidades de los
hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con discapacidad de uno de los
cónyuges que conviven con ellos. El cónyuge que no da cumplimiento a esta obligación
puede ser demandado judicialmente por el otro para que lo haga, debiéndose considerar que
el trabajo en el hogar es computable como contribución a las cargas (Art. 455).
EL ASENTIMIENTO CONYUGAL
El “asentimiento” significa la conformidad de un tercero que no es parte. En la temática
que nos ocupa, la calidad de tercero del cónyuge asentidor cuando interviene como tal en
un acto de disposición onerosa practicado por su consorte, sólo tiene el sentido de que se
notifica del acto y que hasta ese momento no tiene nada que oponer, pero de ninguna
manera implica reconocer la onerosidad o la sinceridad del acto.
Esta conformidad del cónyuge no contratante del acto, es requerida a los fines de la validez
de ciertos actos, sea cual sea el régimen patrimonial – matrimonial bajo el que se
encuentren los cónyuges.
ARTICULO 456.-Actos que requieren asentimiento. Ninguno de los cónyuges puede, sin
el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los
muebles indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ella. El que no ha dado su
asentimiento puede demandar la nulidad del acto o la restitución de los muebles dentro
del plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, pero no más allá de seis
meses de la extinción del régimen matrimonial.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges
conjuntamente o por uno de ellos con el asentimiento del otro.
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REQUISITOS DEL ASENTIMIENTO
El asentimiento “debe versar sobre el acto en sí y sus elementos
constitutivos”. Es decir que: se impone un conocimiento efectivo del contenido
que sólo se adquiere a través de la información y de la transparencia que le
permitan al cónyuge que asiente valorar la conveniencia del acto, particularmente
en un contexto intrafamiliar, en el cual puedan presentarse supuestos de
“influencia injusta o de abuso de posición (Herrera, 2015, pág. 48).
AUTORIZACIÓN JUDICIAL
Cuando uno de los cónyuges no puede o no quiere prestar el aludido
asentimiento, ya sea por estar ausente, por ser persona incapaz, por estar
transitoriamente impedido de expresar su voluntad, o si su negativa no está
justificada por el interés de la familia (art. 458).
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Los cónyuges pueden optar por el régimen patrimonial – matrimonial que regulará
sus relaciones patrimoniales, pudiendo optar por el régimen de separación o de
comunidad. Asimismo, se establece un marco normativo que funcionará como
régimen supletorio a falta de opción, este es el régimen de comunidad.
Art. 463
A falta de opción hecha en la convención matrimonial, los cónyuges quedan sometidos
desde la celebración del matrimonio al régimen de comunidad de ganancias (…). No
puede estipularse que la comunidad comience antes o después, excepto el caso de
cambio de régimen matrimonial.
ARTICULO 464.-Bienes propios. Son bienes propios de cada uno de los cónyuges:
a) los bienes de los cuales los cónyuges tienen la propiedad, otro derecho real o la
posesión al tiempo de la iniciación de la comunidad;
b) los adquiridos durante la comunidad por herencia, legado o donación, aunque sea
conjuntamente por ambos, y excepto la recompensa debida a la comunidad por los
cargos soportados por ésta.
Los recibidos conjuntamente por herencia, legado o donación se reputan propios por
mitades, excepto que el testador o el donante hayan designado partes determinadas.
No son propios los bienes recibidos por donaciones remuneratorias, excepto que los
servicios que dieron lugar a ellas hubieran sido prestados antes de la iniciación de la
comunidad. En caso de que el valor de lo donado exceda de una equitativa remuneración
de los servicios recibidos, la comunidad debe recompensa al donatario por el exceso;
c) los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión de dinero propio,
o la reinversión del producto de la venta de bienes propios, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad si hay un saldo soportado por ésta.Sin embargo, si el saldo es
superior al valor del aporte propio, el nuevo bien es ganancial, sin perjuicio de la
recompensa debida al cónyuge propietario;
d) los créditos o indemnizaciones que subrogan en el patrimonio de uno de los cónyuges
a otro bien propio;
e) los productos de los bienes propios, con excepción de los de las canteras y minas;
f) las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los animales que faltan
por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado la calidad del ganado originario, las
crías son gananciales y la comunidad debe al cónyuge propietario recompensa por el
valor del ganado propio aportado;
g) los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
31
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h) los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad relativa,
confirmado durante ella;
i) los originariamente propios que vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad,
resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
j) los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de
ella;
k) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la adquirió durante ésta
en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros acrecimientos de los valores
mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad en caso de
haberse invertido bienes de ésta para la adquisición;
l) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del comienzo de la
comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes gravados
con otros derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin perjuicio del
derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se
emplean bienes gananciales;
m) las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con bienes de
ésta; y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales;
n) las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico causado a la
persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a ingresos que
habrían sido gananciales;
ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los
derechos inherentes a la persona;
o) la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido publicada o
interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el invento, la marca o el
diseño industrial han sido patentados o registrados antes del comienzo de la comunidad.
Bienes gananciales
Aquellos incorporados al patrimonio de uno o ambos esposos durante el régimen
de comunidad por causa onerosa, siempre que no corresponda calificarlos como
propios, resumiéndose la ganancialidad de los bienes existentes a la culminación
del régimen.
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Cada cónyuge tiene la libre administración y disposición de sus bienes propios”,
excepto lo dispuesto en el -art. 456 (asentimiento conyugal) y 469 (bienes
propios).
ARTICULO 469.-Bienes propios. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y
disposición de sus bienes propios, excepto lo dispuesto en el artículo 456.
Excepciones:
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Régimen de separación: que implica que cada cónyuge ostenta la titularidad de
los bienes que tenía antes del matrimonio y con posterioridad al mismo. Cada
cónyuge conserva la independencia de su patrimonio, lo cual implica que tiene la
propiedad, el exclusivo uso, goce y disposición de sus bienes y frutos. En este
sistema no hay bienes propios y gananciales, sino sólo bienes personales.
Asimismo, ningún cónyuge tiene derecho actual o eventual sobre las ganancias
del otro.
La elección de este régimen deberá llevarse a cabo en una convención
matrimonial.
En este régimen cada cónyuge conserva la propiedad y administración tanto de
los bienes anteriores al matrimonio como de los que adquiere durante el mismo.
Cada cónyuge responde individualmente por las deudas que contrae.
Existe independencia patrimonial total entre los cónyuges como si no estuvieran
casados. Al disolverse el matrimonio ninguno de los dos tiene derechos sobre los
bienes del otro.
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Sub-Eje Temático 3: VICISITUDES DEL VÍNCULO MATRIMONIAL
Divorcio: Definición. Competencia. Requisitos y procedimiento. Efectos. Convenio
regulador. Alimentos posteriores al divorcio. Compensación económica: Definición
y supuestos de procedencia. Atribución del uso de la vivienda. Nulidad del
matrimonio: Definición. Clasificación de las nulidades matrimoniales. Causales.
Efectos de la nulidad según la buena fe de ambos cónyuges, buena fe de uno solo
de los cónyuges o mala fe de ambos cónyuges.
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Definición: La disolución de un matrimonio tiene lugar cuando el vínculo valido
preexistente, se extingue por causas sobrevenidas al acto de celebración.
DIVORCIO: DEFINICIÓN
COMPETENCIA
REQUISITOS Y PROCEDIMIENTO
EFECTOS
La disolución del matrimonio en vida de los esposos, a través del divorcio vincular,
trae aparejado ciertos efectos:
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2) Como principio general, cesa el deber de alimentos entre los ex cónyuges. La
prestación alimentaria luego del divorcio es excepcional en los casos establecidos
por el Código Civil y Comercial o por convención entre las partes.
3) Atribución del uso de la vivienda.
4) Apellido: La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no
puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el
juez la autorice a conservarlo.
5) Cese del régimen patrimonial matrimonial, ya sea el de comunidad o el de
separación de bienes.
6) Cesa la vocación hereditaria.
7) Surge la necesidad de regular ciertas cuestiones si hubiere hijos menores de
edad, como el ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación
alimentaria.
8) Cesa el beneficio de competencia.
9) Cesa la suspensión de la prescripción entre los ex cónyuges
CONVENIO REGULADOR
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Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas
convenidas.
La obligación no puede tener una duración superior al número de años que duró el
matrimonio y no procede a favor del que recibe la compensación económica del artículo
441.
COMPENSACIÓN ECONÓMICA
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integral del daño. En cambio, en la compensación, el fin es la corrección del
desequilibrio y no requiere culpa.
Se ha sostenido que se trata de un enriquecimiento sin causa, pero en ese caso
debe existir el enriquecimiento de una de las partes y el correlativo
empobrecimiento de la otra sin causa que lo justifique —o, de existir causa, ser
injusta o ilegítima— y, por último, que no debe existir una acción específica que
proteja esta situación. Estos requisitos pueden no existir en el caso de la
compensación.
Otros han entendido que la compensación no tiene ninguna naturaleza jurídica
porque se trata de una institución nueva, que se rige exclusivamente por las
normas que la regulan. También se ha dicho que la naturaleza es mixta, o sui
generis.
En definitiva, se trata de una figura que se recepta en el derecho argentino con el
fin de favorecer la igualdad real de condiciones y oportunidades una vez finalizado
el proyecto de vida en común; una figura que, no obstante presenta ciertas
similitudes con otras instituciones jurídicas (alimentos, indemnización de daños y
perjuicios, restitución por enriquecimiento sin causa), no puede ser asimilada a
ninguna en forma total.
Esta herramienta ofrece la posibilidad de facilitar un proyecto de vida autónomo de
quienes, hasta el divorcio, mantenían un proyecto común cuyo quiebre generó un
desequilibrio patrimonial y de oportunidades para uno de ellos.
Se trata de un valioso mecanismo con perspectiva de género para superar el
"estigma" de "ser alimentado", habitualmente asociado a un sistema de
distribución de roles rígido, y muchas veces discriminatorio, que impacta
mayormente en las mujeres.
SUPUESTOS DE PROCEDENCIA
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d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del. cónyuge que
solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales del
otro cónyuge;
f) la atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien ganancial, un bien propio, o
un inmueble arrendado. En este último caso, quién abona el canon locativo.
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse
dictado la sentencia de divorcio.
Uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble
propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el
plazo de duración y efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas, entre otras:
a) La persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;
b) La persona que está en situación económica más desventajosa para proveerse de una
vivienda por sus propios medios;
c) El estado de salud y edad de los cónyuges;
d) Los intereses de otras personas que integran el grupo familiar.
DEFINICION
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Importa la existencia de un vicio o defecto en torno a algunos de los presupuestos
que la ley exige para que el acto matrimonial produzca efectos válidos y que
tienen que ver con la falta de aptitud nupcial.
ABSOLUTA
Art. 424. Nulidad absoluta: es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con alguno de
los impedimentos establecidos en el Art. 403, inc. a, b, c, d y e.
La nulidad puede ser demandada por cualquiera de los cónyuges y por los que hubieran
podido oponerse a la celebración del matrimonio”.
RELATIVA
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este caso, el juez debe oír a los cónyuges, y evaluar la situación del afectado a los fines
de verificar si comprende el acto que ha celebrado y cuál es su deseo al respecto.
c) el matrimonio celebrado con alguno de los vicios del consentimiento a que se refiere el
artículo 409. La nulidad sólo puede ser demandada por el cónyuge que ha sufrido el vicio
de error, dolo o violencia. La nulidad no puede ser solicitada si se ha continuado la
cohabitación por más de treinta días después de haber conocido el error o de haber
cesado la violencia. El plazo para interponer la demanda es de un año desde que cesa la
cohabitación.
Como principio, la anulación del matrimonio por sentencia judicial priva de sus
efectos al título de estado de familia que derivaba del acto anulado, desplazando a
los contrayentes del estado de casados. Su estado de familia vuelve a ser el
anterior a la celebración del acto; "las cosas vuelven al mismo o igual estado en
que se hallaban antes del acto anulado", sin perjuicio de que mientras la sentencia
no se dicte, el matrimonio deba reputarse válido, y solo sea tenido por nulo desde
el día de la sentencia que lo anule.
Pero mientras la sentencia no haya sido dictada, el título de estado matrimonial
produce efectos erga omnes, pero la sentencia que anula el matrimonio lo priva de
eficacia con efecto retroactivo.
La sentencia es declarativa y retrotrae sus consecuencias al día de la celebración
del matrimonio que se anula.
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lugar cuando el matrimonio ha sido putativo, es decir, cuando hubo buena fe de
uno de los cónyuges o de ambos.
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cónyuge de mala fe, se autoriza al de buena fe a revocar cualquier donación que
este le haya realizado.
2.3. Daños y perjuicios También puede demandar indemnización por daños y
perjuicios al cónyuge de mala fe y a los terceros que hayan provocado el error,
incurrido en dolo, o ejercido la violencia. En este punto, se reitera lo establecido en
el art. 225 CC, que otorgaba acción de daños y perjuicios al cónyuge de buena fe
para demandar al de mala fe, y a los terceros que hubiesen provocado el error,
incurrido en dolo o ejercido la violencia, en caso de nulidad de matrimonio. Se
incluye el daño moral y el material.
En relación del plazo de prescripción, y sin una norma expresa al respecto, este
será de tres años, por aplicación de lo dispuesto por el art. 2561 CCyC, que
establece ese plazo para el reclamo de la indemnización de daños derivados de la
responsabilidad civil. Comenzará a contar desde la sentencia que declara la
nulidad ya que, hasta tanto no se anule el matrimonio, se reputa válido. Además,
todo plazo de prescripción queda suspendido entre cónyuges durante el
matrimonio (art. 2543, inc. a, CCyC).
División de bienes Respecto de los bienes, si los cónyuges estaban sometidos al
régimen de comunidad, el de buena fe puede elegir, entre las siguientes opciones,
la que le resulte más favorable:
a) considerar que el matrimonio ha estado regido por el régimen de separación
(aunque ese no sea el régimen que ha elegido oportunamente); b) liquidar los
bienes mediante la aplicación de las normas del régimen de comunidad; c) exigir
la demostración de aportes hechos por cada cónyuge a efectos de dividir los
bienes en proporción a ellos, como si se tratara de una sociedad no constituida
regularmente.
Apellido Conforme el art. 67 CCyC, en principio, la nulidad hace cesar el derecho
de usar el apellido del otro cónyuge, pero excepcionalmente el juez puede
autorizar a conservarlo si existen razones fundadas.
Emancipación Conserva la emancipación el cónyuge de buena fe y la pierde el de
mala fe a partir de que la sentencia de nulidad pasa en autoridad de cosa juzgada,
conforme lo establecido por el art. 27 CCyC.
Responsabilidad parental y cuidado de los hijos La buena o mala fe del cónyuge
en la nulidad matrimonial no incide en las reglas establecidas para el ejercicio de
la responsabilidad parental y el cuidado del hijo, ya que no tiene que afectar el
vínculo padre-hijos. Corresponderá la aplicación de los arts. 641, inc. b, y 651
CCyC, que sientan como principio la responsabilidad parental compartida y el
cuidado personal compartido del hijo con la modalidad indistinta, a falta de
acuerdo.
2.8. Derecho hereditario Como ya se ha explicado, cesa el derecho hereditario en
todos los casos de nulidad de matrimonio a partir de la sentencia.
El esposo de buena fe conserva el derecho hereditario si el cónyuge fallece una
vez iniciada la demanda y antes del dictado de la sentencia, salvo el caso en el
que estuvieran separados de hecho, porque esta circunstancia hace cesar la
vocación sucesoria.
Si se trata del cónyuge de buena fe, en el caso de bigamia, nos encontramos
frente a la controversia planteada en el caso del art. 428 CCyC.
46
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MALA FE DE AMBOS CÓNYUGES
ARTICULO 430.-Efectos de la mala fe de ambos cónyuges. El matrimonio anulado
contraído de mala fe por ambos cónyuges no produce efecto alguno.
Las convenciones matrimoniales quedan sin efecto, sin perjuicio de los derechos de
terceros.
Los bienes adquiridos hasta la nulidad se distribuyen, si se acreditan los aportes, como si
fuese una sociedad no constituida regularmente.
Al igual que en la norma derogada (art. 223 CC), quedan sin efecto las
convenciones matrimoniales, dejándose expresamente a salvo los derechos de los
terceros.
Se suprime la frase "la unión será reputada como concubinato", atento a la
connotación negativa y sancionatoria que surgía de la misma. Es importante
recordar que en el CCyC se regulan las uniones convivenciales (palabra que se ha
elegido para reemplazar "concubinato"), otorgándoseles derechos que no tiene el
cónyuge de mala fe.
El cónyuge de mala fe ha cometido una conducta inapropiada; en cambio, el unido
en convivencia no ha infringido ningún deber jurídico.
En lo patrimonial, si hubieren efectuado convenciones matrimoniales, quedarán sin
efecto alguno y, conforme lo dispuesto en el art. 426 CCyC, no podrán afectarse
los derechos de terceros que de buena fe hubieren contratado con alguno de los
esposos.
Respecto de los bienes, también se mantiene la solución que daba la norma del
CC, mejorando la redacción. Se establece que, si se acreditan aportes, los
mismos deberán distribuirse como si fuesen una sociedad no constituida
regularmente.
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Sub-Eje Temático 4: FILIACIÓN Y RESPONSABILIDAD PARENTAL
Filiación: Filiación por naturaleza. Acciones de filiación: Objeto de cada una de
ellas. Filiación por TRHA: Consentimiento informado: Forma y requisitos. Voluntad
procreacional. Adopción. Requisitos en el adoptante y adoptado. Tipos de
adopción. Definición y características de cada tipo. Responsabilidad parental.
Definición. Titularidad y ejercicio de la responsabilidad parental. Cuidado personal
del hijo: Clases y modalidades. Situación de los progenitores adolescentes. Plan
de parentalidad. Deber alimentario de los progenitores. Progenitor afín: Definición.
Deberes del progenitor afín.
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DEFINICIÓN:
La filiación es el vínculo jurídico, determinado por la procreación entre los
progenitores y sus hijos.
FUENTES DE LA FILIACION:
CLASES:
ACCIONES DE FILIACIÓN:
CARACTERES:
1.- Imprescriptible: El emplazamiento en un estado de familia no se adquiere ni se pierde
por el transcurso del tiempo, de donde la doctrina afirma el principio de la
imprescriptibilidad de las acciones de estado.
En cuanto a si son imprescriptibles, la doctrina ha adoptado posiciones distinguibles: para
algunos son imprescriptibles (imprescriptibilidad absoluta) y para otros las acciones de
estado son imprescriptibles, aunque el derecho puede caducar (Belluscio, 2002) La
caducidad integra el supuesto de hecho que atañe a la existencia del derecho como tal,
mientras que los plazos de prescripción no afectan a la existencia del derecho.
2.- Irrenunciable: no se admite ni la renuncia expresa ni tácita ya que su ejercicio responde
a intereses de orden público.
3.- Inalienable: dado que son acciones que importan el ejercicio de derechos no
patrimoniales emergentes del estado de familia que es inalienable: estas acciones también
lo son: no pueden ser cedidas.
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4.- Inherencia Personal: que el estado de familia que es inherente a la persona, las
acciones también lo son, pero con algunas limitaciones por regla general no son
transmisibles por vía sucesoria, pero en ciertos casos la ley si la otorga.
LEGITIMACIÓN ACTIVA:
1. El hijo: es el primer interesado en establecer su filiación y puede reclamarla
en todo tiempo, siendo mayor o menor de edad y no se fija plazo de
caducidad.
2. Los herederos del hijo: comprende a herederos legítimos e instituidos por
testamento, estos pueden continuar la acción iniciada por él, pueden
entablarla si el hijo hubiera muerto en la menor edad o siendo incapaz.
CADUCIDAD:
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“Grupo la Docta” 3516315046
La acción caduca de pleno derecho para los herederos, solo en caso de que el hijo
fallezca siendo mayor de edad y capaz, que haya transcurrido un año de ella y si
las pruebas eran ya conocidas desde antes.
LEGITIMACIÓN PASIVA:
* Ambos padres. Si uno ha muerto, sus herederos.
PRUEBA:
a) el nacimiento del hijo de la madre contra la cual se reclama la filiación.
b) el matrimonio de los progenitores contra los cuales se acciona.
c) el nacimiento dentro del matrimonio de los progenitores.
d) en caso de controvertirse la paternidad por vía de reconocimiento, las pruebas tenderían
a acreditar que el hijo lo es del padre contra el cual se reclama la filiación.
FIN PERSEGUIDO:
EMPLAZA al hijo en el estado de familia que le corresponde y que no surge de las
Inscripciones registrales que son idóneas para determinar dicho estado: inscripción de la
partida de nacimiento y la partida de matrimonio de los progenitores.
ARTICULO 583.-. En todos los casos en que un niño o niña aparezca inscripto sólo con
filiación materna, el Registro Civil debe comunicar al Ministerio Público, el cual debe
procurar la determinación de la paternidad y el reconocimiento del hijo por el presunto
padre. A estos fines, se debe instar a la madre a suministrar el nombre del presunto padre
y toda información que contribuya a su individualización y paradero. La declaración sobre
la identidad del presunto padre debe hacerse bajo juramento; previamente se hace saber
a la madre las consecuencias jurídicas que se derivan de una manifestación falsa.
Antes de remitir la comunicación al Ministerio Público, el jefe u oficial del Registro Civil
debe citar a la madre e informarle sobre los derechos del niño y los correlativos deberes
maternos, de conformidad con lo dispuesto en la ley especial. Cumplida esta etapa, las
actuaciones se remiten al Ministerio Público para promover acción judicial.
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“Grupo la Docta” 3516315046
La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se
conoció la sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo. El hijo puede iniciar la
acción en cualquier tiempo.
En los supuestos de filiación por técnicas de reproducción humana asistida la falta de
vínculo genético no puede invocarse para impugnar la maternidad, si ha mediado
consentimiento previo, informado y libre.
Más allá de los cambios que introduce el CCyC, lo cierto es que, tanto en el CC
como en el CCyC, la impugnación de la maternidad se centra o se genera por "no
ser la mujer la madre del hijo que pasa por suyo" (conf. art. 261 CC y art. 588
CCyC), siendo una acción única o la misma, sea que la persona que dio a luz esté
o no casada. Es decir, así como la determinación de la maternidad es única, se
trate de una filiación matrimonial o extramatrimonial, lo mismo sucede con su
contracara, la acción de impugnación.
LEGITIMACIÓN ACTIVA:
El o la cónyuge la ley legitima al cónyuge a impugnar la maternidad de su propia
esposa.
El hijo
Todo tercero que invoque un interés legítimo: tal interés deberá ser atendido en la
valoración judicial.
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“Grupo la Docta” 3516315046
La madre.
CADUCIDAD:
Para el hijo no caduca nunca, con lo cual podrá promover acción en cualquier tiempo. Para
los otros legitimados, caduca al año de la inscripción del nacimiento o desde que se conoció
la sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo.
PRUEBA:
No hay limitación. Al actor no le conviene limitarse a aportar las pruebas tendientes a
acreditar el hecho de la sustitución o suposición del parto o maniobra por la cual la mujer se
ha hecho pasar por la madre del supuesto hijo, le convendrá aportar otras pruebas
científicas que demuestren que el vínculo de sangre es imposible o sumamente improbable.
En los supuestos de filiación por TRHA, la falta de vinculo genético no puede invocarse
para impugnar la maternidad, siempre que haya mediado consentimiento previo, libre e
informado.
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aplicación del principio previsto en el art. 566 CCyC referido a la determinación de
la filiación matrimonial presumida por ley, se tiene por progenitor del niño nacido al
cónyuge de quien da a luz, el CC le otorga relevancia a dicha diferencia fáctica —
o de momentos en los que se produce la concepción y el nacimiento—, a los fines
de regular las acciones de impugnación. Esta consideración era observada en la
legislación derogada y en la proyectada en 1998, y es mantenida en el nuevo texto
civil.
Por lo tanto, aquellos niños nacidos en el marco de un matrimonio, pero cuyo
nacimiento se produjo dentro de los 180 días posteriores a la celebración de las
nupcias, el cónyuge presumido progenitor por ley puede incoar la acción de
negación del vínculo filial determinado en virtud de lo dispuesto en el art. 566
CCyC.
¿Qué se debe probar a los fines de hacerse lugar a la acción de desplazamiento?
La falta de nexo biológico. Esta posibilidad observa varias limitaciones, ya que la
propia normativa —tanto la vigente como el art. 260 CC— obstan el desarrollo de
esta acción si se acredita y prueba que el o la cónyuge de quien da a luz
(progenitor por presunción legal) tenía conocimiento del embarazo de la mujer al
tiempo de la celebración del matrimonio o la existencia de posesión de estado de
hijo. Si se da alguna de estas dos situaciones, la ley impide el progreso de la
acción de negación, sin perjuicio de quedar abierta la posibilidad de incoar la
acción de impugnación prevista en los arts. 589 y 590 CCyC, tal como deja
expresado el articulado en análisis y lo hacía el art. 260 CC.
El CCyC mantiene la legitimación activa amplia que establecía el art. 263 CC,
siendo esta la postura que adopta al regular todas las acciones de impugnación,
con total independencia del tipo de filiación o de acción de que se trate.
Es sabido que el art. 263 CC también ha sufrido embates de tinte constitucionales
en lo relativo a la legitimación (del propio reconociente para impugnar la acción),
como así también del plazo de caducidad bianual que establecía, como de su
modo de computarse o desde cuándo comienza a correr (el CC lo disponía desde
el reconocimiento).
El CCyC no toma postura acerca del debate en torno a si el propio reconociente
puede impugnar su propio reconocimiento, el que es considerado irrevocable por
la ley, ya que la situación fáctica en la cual se pudo haber dado dicho acto de
reconocimiento puede ser diferente: creer que efectivamente era el padre
biológico, haber tenido dudas pero no hacer nada para despejarlas o,
directamente, proceder a un "reconocimiento complaciente", es decir, saber
perfectamente que no lo une ningún lazo biológico con la persona a quien
reconoce. Ante la diversidad de supuestos, el CCyC no da una respuesta única o
unívoca al respecto, adoptándose entonces una postura flexible.
En materia de caducidad, al igual o en la misma línea legislativa que se adopta al
regular el art. 590 CCyC respecto de la caducidad de la acción de impugnación de
la filiación presumida por ley, se entiende que la figura de la caducidad en sí no es
inconstitucional, sino que la tensión constitucional se centra en el modo en que se
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“Grupo la Docta” 3516315046
la regulaba en el CC. Es por ello que el CCyC modifica desde cuándo empieza a
correr, estableciendo que no es desde el acto de reconocimiento sino desde que
se supo o se pudo tener conocimiento de que es posible que no sea el padre
biológico el padre jurídico.
Como se ha expresado, la realidad biológica no es la única vertiente de la
identidad que debe ser tenida en cuenta para hacerse lugar a la acción de
impugnación, en este caso, de la filiación extramatrimonial. Sucede que el
principio del interés superior del niño, si bien no está expresamente mencionado
en el articulado en análisis, es sabido que se trata de un principio rector o columna
vertebral en todo conflicto que involucra a niños y adolescentes. Por lo tanto, en
atención a esta consideración que se suma al reiterado principio de igualdad y no
discriminación entre la filiación matrimonial y extramatrimonial que el CCyC se ha
ocupado expresamente de resguardar, se puede concluir que también en el marco
de la acción de impugnación del reconocimiento se puede limitar la verdad
biológica como único elemento a ser tenido en cuenta para definir el vínculo
jurídico de filiación. De este modo, aquí también cabe recordar todo lo ya
expresado en torno al valor de la posesión de estado de hijo y consigo, a la faz
dinámica de la identidad, la cual puede primar en algún planteo o conflicto filial que
coloque en tensión la identidad estática y la dinámica. Por lo tanto, una vez más,
el CCyC diferencia la legitimación activa —que es amplia como lo era en el art.
263 CC y en todo el sistema legal que implementa el CCyC— de hacer lugar o
rechazar la acción de fondo si ello conculca principios básicos como lo es el del
interés superior del niño, a la luz del derecho a la identidad en su faz dinámica.
Por último, cabe destacar que la figura del reconocimiento está circunscripta a la
filiación por naturaleza en parejas no casadas conformadas por personas de
diferente sexo, siendo que las parejas del mismo sexo deben apelar a las TRHA, y
allí juegan reglas diferentes. Una de ellas y básica es la imposibilidad de impugnar
el vínculo jurídico que se derive del consentimiento previo, libre e informado que
prevén los arts. 560 y 561 CCyC y que se consolida con la improponibilidad de la
demanda que establece el art. 577 CCyC.
OBJETIVO: DESTRUIR el nexo biológico que une al hijo con los padres, nexo
que ha sido recibido jurídicamente por medio del reconocimiento acaecido.
La ley 26862, tiene por objeto garantizar el acceso integral a los procedimientos y
técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida.
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Se entiende por reproducción médicamente asistida a los procedimientos y
técnicas realizados con asistencia médica para la consecución de un embarazo.
Quedan comprendidas las técnicas de baja y alta complejidad que incluyan o no
la donación de gametos y/o embriones.
El artículo 560 del Código Civil y Comercial establece pautas acerca del
consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida, expresando
que:
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El CCyC dispone, de manera expresa, que el consentimiento debe recabarse en el
centro de salud interviniente, es decir, en el establecimiento médico especializado
debidamente inscripto, de conformidad con lo dispuesto en la ley 26.862 que crea
un registro (arts. 4° y 5°), 72 a los fines de que el Estado, a través de la autoridad
de aplicación (el Ministerio de Salud), controle esta práctica médica de altísimo
grado técnico y también de sofisti- cación por lo cual no cualquier centro médico
estaría preparado para brindar este tipo de atención médica.
El CCyC regula las técnicas de reproducción medicamente asistidas; de allí, la
necesaria intervención de un centro de salud especializado que debe recabar el
pertinente consentimiento informado, no así las llamadas "prácticas caseras", a las
que suelen apelar las parejas de mujeres que se inseminan de manera casera con
material genético masculino de una persona conocida ya que ellas carecen —por
lo general— de problemas de infertilidad médica sino que la infertilidad es de
carácter estructural. Este tipo de prácticas no están incluidas en la regulación de
las técnicas de reproducción asistida ya que esta se refiere a las que son
"médicamente" asistidas siendo el centro de salud una pieza fundamental y quien
tiene a cargo recabar el correspondiente consentimiento previo, informado y libre.
Este tipo de "prácticas caseras" quedarían bajo la regulación de la filiación por
naturaleza o biológica. Así, se desincentiva este modo informal de acceder a
paternidad/ maternidad con el objetivo de evitar conflictos. Ha habido casos, en el
derecho comparado, en los que quien auspició de aportante de material genético,
después alegó que en realidad esa no era su intención, sino la de ser padre, y
solicitó ser tenido por tal cuando el niño ya estaba viviendo en el marco de una
familia integrada con dos mujeres a quienes se les reconocía el carácter de
comadres, es decir, ya contaban con doble vínculo filial.73 El consentimiento
previo, informado y libre es de tal envergadura en el campo de la filiación derivada
de las TRHA que debe ser recabado por el centro de salud antes de cada práctica
o procedimiento de reproducción asistida, de conformidad con los recaudos que
señala el art. 560 CCyC; es decir que debe renovarse antes de iniciar cada
tratamiento. Esta consideración relativa a la renovación del consentimiento se
relaciona de manera directa con la revocación que regula el art. 561 CCyC en su
última parte. Justamente, se trata de reafirmar la actualidad que debe tener una
decisión de tal envergadura como lo es consentir las TRHA como exteriorización
de la voluntad procreacional, por lo cual debe renovarse y, a la vez, puede
revocarse hasta un determinado momento.
Por último, cabe destacar otra consecuencia ineludible y propia de la filiación
derivada de las TRHA, que se deriva del consentimiento como exteriorización de
la voluntad procreacional, eje o columna vertebral del sistema que rige en la
materia, según el CCyC. Nos referimos a la imposibilidad de interponer acción de
impugnación cuando se trata de filiación por TRHA y se ha prestado el debido
consentimiento informado, tal como lo expresa de manera precisa el art. 577
CCyC, a cuyo análisis nos remitimos.
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“Grupo la Docta” 3516315046
ARTICULO 561.-Forma y requisitos del consentimiento. La instrumentación de dicho
consentimiento debe contener los requisitos previstos en las disposiciones especiales,
para su posterior protocolización ante escribano público o certificación ante la autoridad
sanitaria correspondiente a la jurisdicción. El consentimiento es libremente revocable
mientras no se haya producido la concepción en la persona o la implantación del embrión.
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“Grupo la Docta” 3516315046
Como se puede observar, la ley —o "disposición", en palabras del texto en análisis
— especial no solo debe regular lo relativo a los requisitos que debe contener el
consentimiento previo, informado y libre, sino que además se debe ocupar de
regular una gran cantidad de otras cuestiones que involucran el uso de las TRHA,
como lo relativo a la donación —registro, máximo de donaciones por donante, o
información que se debe recabar sobre los donantes y su acceso, etc.—, los
derechos y obligaciones de los centros, las sanciones por incumplimiento, la
responsabilidad civil de los centros de salud y la obligación de contratar un seguro,
por citar algunas de las consideraciones que regula el proyecto de ley que ya
cuenta con la aprobación de una de las cámaras del Congreso de la Nación.
El CCyC agrega que la instrumentación del consentimiento no consiste solo en
que sea otorgado o se plasme por escrito, sino que también sea protocolizado
ante escribano público o certificación ante la autoridad sanitaria correspondiente a
la jurisdicción. En este sentido, el Ministerio de Salud, en su carácter de autoridad
de aplicación —y sus pares en los ámbitos locales—, de conformidad con lo
dispuesto en la ley 26.862, sería el organismo encargado de organizar cómo sería
la protocolización que dispone la norma en análisis.
De este modo, el CCyC da cumplimiento a una de sus tantas finalidades como lo
es la protección al más débil, por ello no prevé solo la protocolización mediante
escribano público, con el costo económico que ello significa, sino también la
posibilidad de que una autoridad sanitaria estatal dé fe pública del consentimiento
a las TRHA.
Por último, la disposición en comentario señala que el consentimiento "es
libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o
la implantación del embrión". Al respecto, cabe esgrimir dos consideraciones: la
relativa a la relación intrínseca entre libertad y revocabilidad, y la naturaleza
jurídica del embrión y la idea de concepción, cuestión que se vincula con el
comienzo de la existencia (art. 19 CCyC).
Con relación a la primera consideración, la alusión a la posibilidad de revocar el
consentimiento hasta cierto momento —concepción en la persona o implantación
del embrión— sigue exactamente la misma línea legislativa que adopta la Ley
26.862 de Acceso Integral a los Procedimientos y Técnicas Médico-asistenciales
de Reproducción Médicamente Asistida, que dispone: "Tiene derecho a acceder a
los procedimientos y técnicas de reproducción médicamente asistida, toda
persona mayor de edad que, de plena conformidad con lo previsto en la ley
26.529, de derechos del paciente en su relación con los profesionales e
instituciones de la salud, haya explicitado su consentimiento informado. El
consentimiento es revocable hasta antes de producirse la implantación del
embrión en la mujer" (art. 7°). ¿A qué responde la quita que hace el Código Civil y
Comercial referida a que la implantación del embrión debe ser en la mujer? Como
se ha adelantado al analizar el art. 19 CCyC, sobre el comienzo de la existencia
de la persona humana, el anteproyecto que dio lugar al nuevo CCyC fue elaborado
cuando aún no se había sancionado la ley 26.743, de identidad de género, por lo
cual la implantación solo podía darse en la mujer. Tras esta normativa, que
permite que las personas trans masculinas puedan conservar su aparato
reproductor, es posible que la implantación del embrión sea en un útero que
corresponde a una persona jurídicamente —e identitariamente— masculina. A
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“Grupo la Docta” 3516315046
esta posibilidad —aunque, desde el plano fáctico, sea excepcional— responde la
exclusión que hace la norma en análisis al lugar en el cual ocurre la implantación
del embrión. Si bien es cierto que la ley 26.862 es también posterior a la ley
26.743, en esta oportunidad no se advirtió esta cuestión de compatibilidad
legislativa, que solo fue receptada por el CCyC. Más allá de esta disquisición a
modo de aclaración, lo cierto es que la posibilidad de revocar el consentimiento se
deriva de una de las nociones o elementos básicos que rodea a esta
manifestación de voluntad: la libertad. Esta diferenciación se mantiene en otras
disposiciones del CCyC (por ejemplo, el art. 21), las cuales no fueron modificadas
como el art. 19, al ser aprobado por la Cámara de Senadores; esto es lo que
acontece con la normativa en análisis. En este sentido, actualidad (renovación) y
libertad (revocación hasta un momento límite) constituyen dos aristas de suma
importancia en lo que atañe al consentimiento a las TRHA.
La segunda consideración involucra la cuestión, harto debatida, del comienzo de
la existencia de la persona humana. Al respecto, cabe traer a colación
nuevamente el anteproyecto que dio lugar al CCyC, ya que allí se diferenciaba
cuándo comienza la existencia de la persona humana según se trate de filiación
biológica o por naturaleza —lo que acontece con la concepción— y de TRHA. En
este último supuesto, se aclaraba que la persona comenzaba con la implantación
del embrión en la mujer. Esta diferenciación se mantiene en otras disposiciones
del CCyC (por ejemplo, en el art. 21), las cuales no fueron modificadas, como sí
sucedió con el art. 19 al ser aprobado por la Cámara de Senadores. De este
modo, aquí sí se deja bien en claro que la revocación del consentimiento puede
ocurrir hasta que se produzca la concepción (en los casos de fertilización de baja
complejidad) o la implantación del embrión en la persona (en los casos de
fertilización de alta complejidad).
Voluntad procreacional
Como lo establece el artículo 562 del Código Civil y Comercial de la Nación, los
nacidos por las técnicas de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a
luz y del hombre o de la mujer que también ha prestado su consentimiento previo,
informado y libre (…), debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas, con independencia de quién haya aportado los
gametos.
En esta fórmula legislativa, se percibe que la paternidad y/o maternidad se
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“Grupo la Docta” 3516315046
determina por el elemento volitivo, que es la voluntad procreacional. Por ello, la
filiación corresponde a quien desea ser padre/madre, a quien quiere llevar
adelante un proyecto parental, y para ello ha prestado el debido consentimiento.
El CCyC reafirma aquí que los nacidos por las técnicas de reproducción humana
asistida son hijos —es decir, queda determinada la filiación— de quien dio a luz, y
también del hombre o la mujer que prestó el correspondiente consentimiento
previo, informado y libre en el modo que lo indican los arts. 560 y 561 CCyC, y
siempre que se encuentre debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas, sin importar que ambas personas, una de ellas o
ninguna haya aportado sus gametos.
De esta manera, se solucionan los problemas que se han generado en el derecho
argentino, tras la sanción de la ley 26.618, en materia de determinación de la
filiación con la pareja casada y no casada de la persona que dio a luz, que sí la
tenía asegurada por aplicación del principio regulado en el art. 242 CC, que
receptaba el adagio "madre cierta es", su determinación filial, quedando
establecido el vínculo filial por el hecho del parto y la identidad del recién nacido.
En cambio, con la pareja del mismo sexo de esta mujer, la cuestión de la
determinación filial era muy compleja. En un primer momento, algunos registros
civiles se resistían a aplicar la presunción de filiación derivada del matrimonio a las
parejas casadas integradas por dos mujeres; pero con el tiempo, y como resultado
de diferentes luchas —muchas veces acompañadas de ciertas estrategias
jurídicas— por parte de organizaciones de la sociedad civil comprometidas con los
derechos de las personas LGBTI, se fue haciendo lugar a la interpretación de
extender la presunción de paternidad del marido de la madre a los casos de
matrimonios conformados por dos mujeres y cuyos niños nacían en el marco de
este matrimonio.
Sucede que aquí se dejaba de lado a los niños nacidos antes de la ley 26.618 —
niños cuyas madres no pudieron contraer matrimonio para que el niño sea
matrimonial y, por aplicación de la correspondiente presunción de filiación
matrimonial, pueda tener doble vínculo filial— y los casos de niños que nacen en
el seno de parejas de mujeres que no contraen matrimonio por decisión personal o
por diferentes razones. En los casos de niños nacidos antes de la ley 26.618, y
cuyas mujeres contrajeron matrimonio, el conflicto filial fue resuelto por el decreto
1006/2012, que creó un sistema administrativo a los fines de completar el acta de
nacimiento del niño con la cónyuge de la madre, siempre que ambas consintieran
que se proceda la prosecución de este trámite administrativo ante el registro civil.
La franja de situaciones conflictivas continuaba en los casos de parejas integradas
por dos mujeres que no contraían matrimonio y a quienes los registros civiles no
les admitían el reconocimiento filial del niño, al entender que la figura del
reconocimiento se circunscribía a la filiación extramatrimonial heterosexual en el
que el peso de lo genético/biológico es determinante —ser biológica y
genéticamente el padre—, situación que no se solía dar en varios de los casos
que comprometen a dos mujeres. Este conflicto es resuelto por el CCyC, por
aplicación de la normativa en análisis.
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Así, toda persona que se somete a TRHA debe prestar el consentimiento. Si se
trata de una mujer sola que debe apelar a la donación de material genético
masculino, la voluntad procreacional y correspondiente consentimiento
debidamente protocolizado e inscripto en el registro civil, hace generar vínculo filial
con esta; de este modo, las TRHA constituyen un supuesto de monoparentalidad
originaria. Si se trata de una pareja, casada o no, de igual o diverso sexo, ambos
integrantes de la pareja también deben proceder a prestar el correspondiente
consentimiento informado para generar vínculo filial con el niño que nace de las
TRHA, hayan aportado o no material genético.
En la normativa en análisis también se observa la incidencia de la Ley 26.743, de
Identidad de Género, ya que no se refiere a la "mujer" que da a luz sino a "quien
da a luz", de manera neutra, acorde con esta legislación de vanguardia —seguida
por Dinamarca en su reforma de junio del 2014—, pues al no ser necesario
realizar operación quirúrgica alguna, una persona que ha nacido mujer pero que
se cambia su identidad al género masculino, y tiene un hijo, es el padre, y si
estaba en pareja y también prestó el pertinente consentimiento previo, libre e
informado, quedará también determinada la filiación con este miembro de la pareja
que puede ser una mujer o un hombre.
ADOPCIÓN
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ARTICULO 594.-Concepto. La adopción es una institución jurídica que tiene por objeto
proteger el derecho de niños, niñas y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia
que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y
materiales, cuando éstos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen.
La adopción se otorga sólo por sentencia judicial y emplaza al adoptado en el estado de
hijo, conforme con las disposiciones de este Código.
Los requisitos del adoptado están previstos en el art. 597 del CCyC:
ARTICULO 597.-Personas que pueden ser adoptadas. Pueden ser adoptadas las
personas menores de edad no emancipadas declaradas en situación de adoptabilidad
o cuyos padres han sido privados de la responsabilidad parental.
Excepcionalmente, puede ser adoptada la persona mayor de edad cuando:
a) se trate del hijo del cónyuge o conviviente de la persona que pretende adoptar;
b) hubo posesión de estado de hijo mientras era menor de edad, fehacientemente
comprobada.
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a) resida permanentemente en el país por un período mínimo de cinco años anterior a
la petición de la guarda con fines de adopción; este plazo no se exige a las personas
de nacionalidad argentina o naturalizadas en el país;
b) se encuentre inscripta en el registro de adoptantes.
MODALIDADES DE ADOPCIÓN:
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El Código Civil y Comercial, recepta esta práctica judicial consolidada como un
procedimiento con reglas propias para demarcar correctamente el rol de la familia
de origen y de la pretensa familia adoptante en todo el proceso hasta la adopción
de un niño, niña o adolescente.
Se trata de un proceso judicial cuyo objetivo consiste en definir si un niño se
encuentra, efectivamente, en condiciones para ser dado en adopción, o que la
satisfacción del derecho a vivir en familia se verá efectivizado si el niño se inserta
en otro grupo familiar que el de origen.
TIPOS DE ADOPCIÓN
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ARTICULO 619.-Enumeración. Este Código reconoce tres tipos de adopción:
a) plena;
b) simple;
c) de integración.
Concepto.
La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo y extingue los
vínculos jurídicos con la familia de origen, con la excepción de que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia
adoptiva los mismos derechos y obligaciones de todo hijo.
La adopción simple confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea
vínculos jurídicos con los parientes ni con el cónyuge del adoptante,
excepto lo dispuesto en este Código.
La adopción de integración se configura cuando se adopta al hijo del
cónyuge o del conviviente y genera los efectos previstos en la Sección 4ª
de este Capítulo.
FACULTADES JUDICIALES
ADOPCIÓN PLENA
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La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo y extingue los vínculos
jurídicos con la familia de origen, con la excepción de que subsisten los
impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia adoptiva los mismos
derechos y obligaciones de todo hijo.
Tal como en el Código de Vélez Sarsfield, la adopción plena es irrevocable. Sin
embargo, una novedad que trae el Código Civil y Comercial es la posibilidad de
que el adoptado inicie acción de filiación contra sus progenitores biológicos o que
éstos lo reconozcan. Sin embargo, esta posibilidad sólo es admisibles a los
efectos de posibilitar los derechos alimentarios y sucesorios del adoptado, sin
alterar los otros efectos de la adopción.
ARTICULO 626.-Apellido. El apellido del hijo por adopción plena se rige por las siguientes
reglas:
a) si se trata de una adopción unipersonal, el hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante;
si el adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que éste sea mantenido;
b) si se trata de una adopción conjunta, se aplican las reglas generales relativas al
apellido de los hijos matrimoniales;
c) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a petición de
parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido
del adoptante o al de uno de ellos si la adopción es conjunta;
d) en todos los casos, si el adoptado cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, el
juez debe valorar especialmente su opinión.
ADOPCION SIMPLE
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La adopción simple confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea vínculos jurídicos
con los parientes ni con el cónyuge del adoptante, excepto lo dispuesto en este Código.
ADOPCIÓN DE INTEGRACIÓN
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La adopción de integración se configura cuando se adopta al hijo del cónyuge o del
conviviente y genera los efectos previstos en la Sección 4ª de este Capítulo.
RESPONSABILIDAD PARENTAL
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CONCEPTO.
PRINCIPIOS GENERALES:
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c) en caso de muerte, ausencia con presunción de fallecimiento, privación de la
responsabilidad parental o suspensión del ejercicio de un progenitor, al otro;
e) en caso de hijo extramatrimonial con doble vínculo filial, si uno se estableció por
declaración judicial, al otro progenitor. En interés del hijo, los progenitores de común
acuerdo o el juez pueden decidir el ejercicio conjunto o establecer distintas
modalidades.
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“Grupo la Docta” 3516315046
En el indistinto, el hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de
los progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de
modo equitativo las labores atinentes a su cuidado.
ARTICULO 654.-Deber de informar. Cada progenitor debe informar al otro sobre cuestiones de
educación, salud y otras relativas a la persona y bienes del hijo.
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“Grupo la Docta” 3516315046
c) autorizarlo para salir de la República o para el cambio de residencia permanente en el
extranjero;
d) autorizarlo para estar en juicio, en los supuestos en que no puede actuar por sí;
e) administrar los bienes de los hijos, excepto que se haya delegado la administración de
conformidad con lo previsto en este Capítulo.
En todos estos casos, si uno de los progenitores no da su consentimiento o media
imposibilidad para prestarlo, debe resolver el juez teniendo en miras el interés familiar.
Cuando el acto involucra a hijos adolescentes, es necesario su consentimiento expreso.
PLAN DE PARENTALIDAD
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ARTICULO 658.-Regla general. Ambos progenitores tienen la obligación y el derecho de
criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, aunque el
cuidado personal esté a cargo de uno de ellos.
La obligación de prestar alimentos a los hijos se extiende hasta los veintiún años, excepto
que el obligado acredite que el hijo mayor de edad cuenta con recursos suficientes para
proveérselos por sí mismo.
PROGENITOR AFÍN
DEFINICION:
Se denomina progenitor afín al cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a
su cargo el cuidado personal del niño o adolescente.
DEBERES DEL PROGENITOR AFIN:
ARTICULO 673.-Deberes del progenitor afín. El cónyuge o conviviente de un progenitor
debe cooperar en la crianza y educación de los hijos del otro, realizar los actos cotidianos
relativos a su formación en el ámbito doméstico y adoptar decisiones ante situaciones de
urgencia. En caso de desacuerdo entre el progenitor y su cónyuge o conviviente
prevalece el criterio del progenitor.
Esta colaboración no afecta los derechos de los titulares de la responsabilidad parental.
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Sub-Eje Temático 5: SUCESIÓN INTESTADA
Sucesión intestada: Principios que rigen la sucesión intestada: Prioridad de los
órdenes sucesorios. Proximidad de grado dentro de cada orden. Indistinción del
origen y naturaleza de los bienes. Titulo universal del llamado. Derecho de
representación. Definición. Casos en que tiene lugar. Requisitos del representante
y representado. Sucesión del cónyuge: Concurrencia con descendientes y
ascendientes. La legítima. Definición. Legitimarios. Porciones legítimas. Acciones
de protección a la legítima. Protección a la igualdad de los legitimarios.
SUCESIÓN INTESTADA
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“Grupo la Docta” 3516315046
Definición
Nuestro régimen legal reconoce dos tipos de sucesiones, sea por vocación sucesoria de la
ley (sucesión intestada) o bien por voluntad del causante (testamentaria).
Sucesión intestada o ab intestato: es aquella en que el llamamiento a la sucesión es
realizado por la ley, sin intervención de la voluntad del difunto manifestada en el
testamento.
Caracteres:
Es una sucesión hereditaria
Se defiere por ministerio de la ley
Es supletoria de la testamentaria
Procede cuando por testamento sólo se ha dispuesto de una parte de los
bienes, o aquel resulta parcialmente ineficaz
Su fundamento radica, en la protección de la familia.
En este Título IX, el CCyC establece las reglas generales válidas para las
sucesiones intestadas, es decir, aquellas que responden al llamamiento legal.
La determinación de los órdenes hereditarios se fundamenta en una presunción
jurídica, (TEORIA ARISTOTELICA DEL AFECTO ) que centralmente alude
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“Grupo la Docta” 3516315046
a que el legislador infiere el presunto afecto del causante —existiendo otras
razones—. Es por eso que el llamamiento se defiere a los descendientes,
ascendientes y cónyuge, en ese orden, y finalmente a los parientes colaterales. En
el caso de que no se actualice el llamamiento legal, se ordenan y regulan los
derechos del Estado.
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“Grupo la Docta” 3516315046
El patrimonio hereditario, al momento de la muerte del causante, forma una
unidad; es decir, en principio la distribución de los bienes del causante se realiza
con independencia de su origen.
Sin embargo, esta regla contempla dos excepciones:
b) En la sucesión del adoptado por adopción simple (art. 2432): Los bienes
gratuitos recibidos por el adoptado de parte de su familia biológica vuelven a la
familia biológica. Los bienes gratuitos de su familia adoptiva vuelven a la familia
adoptiva.
Si se trata de bienes adquiridos por el adoptado, la prioridad la tiene la familia
adoptiva.
En nuestro sistema legal, la distribución de la herencia entre los herederos se realiza de dos
formas:
por cabezas;
por estirpes.
Regla general
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN.
DEFINICION:
Hay vocación referida cuando el llamamiento a ciertos herederos se hace con referencia a la
posición jurídica que hubieran ocupado otros herederos, pero que atentos a distintas
circunstancias, no efectivizaron esa ocupación.
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El derecho de representación es la facultad que la ley le concede a los descendientes de
los hijos y de los hermanos del causante para acercarse al autor de la sucesión y ocupar los
lugares que hubieran quedado vacantes por determinados supuestos.
Presupuestos objetivos
1) Pre muerte:
2) Conmoriencia: (accidente automovilístico en el que fallecen padre e hijo, los
descendientes de este último pueden representarlo en la sucesión del abuelo).
3) Ausencia con presunción de fallecimiento.
4) Renuncia de la herencia.
5) Indignidad: (donde los nietos o sobrinos no tienen responsabilidad por la mala
conducta del representado).
Presupuestos subjetivos
Requisitos del representante:
1) debe tener vocación hereditaria del causante;
2) debe tener delación hereditaria, es decir, llamamiento efectivo que presupone deben
tener habilidad para suceder y no ser indigno del causante;
3) aunque no reciba la herencia del representado, no debe haber sido declarado indigno por
aquel.
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SUCESIÓN DEL CÓNYUGE
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* Cuando el régimen es de comunidad de bienes, rige lo mismo respecto a los
bienes propios del causante. En cuanto a los bienes gananciales, el cónyuge
supérstite no hereda sobre los gananciales que le correspondiesen al cónyuge
fallecido, sino que retira su mitad, atento a su calidad de integrante de la
comunidad de ganancias.
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En cuanto a los gananciales, los ascendientes heredan una mitad y la otra se le entrega al
cónyuge, independientemente de la mitad que recibió de los gananciales en su carácter de
integrante de la comunidad de ganancias.
DEFINICIÓN: “
La legítima es una limitación legal y relativa a la libertad de disponer por testamento o
donación, que lleva como consecuencia la reserva de una porción de la herencia o de bienes
líquidos a favor de los denominados legitimarios”
CARACTERES
1) Inviolabilidad:
2) Irrenunciabilidad
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3) Instituto de orden público:
4) Limitación legal:
LEGITIMARIOS
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Si bien esos bienes salieron del patrimonio del causante por un acto de
disposición realizado por él, esa salida estaba condicionada a que hubiera podido
efectuar la transmisión por encontrarse el bien objeto de aquella dentro de la
porción de la que estaba autorizado a disponer.
Masa patrimonial que se trasmite La ley fija cómo se conforma la masa de cálculo
de la legítima a los fines de determinar si ha sido conculcada. Se calcula sobre la
suma del valor líquido de la herencia al tiempo de la muerte del causante más el
de los bienes donados computables para cada legitimario a la época de la
partición según el estado del bien a la época de la donación (art. 2445 CCyC).
Conjunto de derechos del legitimario Los legitimarios no pueden renunciar a los
derechos que la ley les otorga en forma anticipada.
En principio, se impone la nulidad de todo pacto o renuncia de herencia o de
legítima futura (art. 1010 CCyC), con algunas excepciones.
La ley asigna a los legitimarios un derecho en expectativa, de contenido
patrimonial, pero la imperatividad cesa cuando se cumple el fin perseguido por la
norma.
En general, a partir del momento que los legitimarios adquieren tal calidad
(apertura de la sucesión), pueden disponer de sus derechos o renunciarlos,
porque solo se encuentra comprometido el interés particular (ver comentario al art.
2337 CCyC).
Si la legítima ha sido conculcada, el juez no puede de oficio reconstituir la masa de
legítima y solo lo hará a instancia de parte, cuando los legitimarios interpongan las
acciones de protección respectivas.
PORCIONES LEGÍTIMAS. PORCIÓN DISPONIBLE
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La porción legítima a la que tienen derecho los legitimarios, según la clase a la que
pertenecen, es intangible; en consecuencia, tienen derecho a reclamarla íntegramente.
El Código Civil y Comercial distingue tres tipos de acciones:
1. Acción de entrega de la legítima art. 2450: “El legitimario preterido tiene acción para
que se le entregue su porción legítima, a título de heredero de cuota. También la tiene el
legitimario cuando el difunto no deja bienes, pero ha efectuado donaciones”.
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esta acción es resolver las liberalidades en la medida en que excedan los límites de la
porción disponible.
En cuanto al orden de la reducción, primero se reducen las disposiciones testamentarias y
luego las donaciones.
Finalidad:
Pretende mantener dentro de lo posible la igualdad entre los legitimarios.
Fundamento:
Parte de considerar que el silencio del autor de la sucesión respecto a las donaciones que
realizó a favor de sus descendientes o cónyuge implica interpretar que ha sido efectuado
como anticipo de herencia. El anticipo de herencia surge por donaciones hechas por el
causante en vida a determinados legitimarios.
Prescribe a los 5 años
ACCIÓN DE COLACIÓN
Es una acción personal que termina en una resolución que fija la suma colacionable, la que
se hará valer en el juicio sucesorio, en el acto de partición.
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Dicho valor se determina a la época de la partición según el estado del bien a la
época de la donación.
También hay obligación de colacionar en las sucesiones testamentarias si el testador
llama a recibir las mismas porciones que corresponderían al cónyuge o a los
descendientes en la sucesión intestada.
El legado hecho al descendiente o al cónyuge se considera realizado a título de
mejora, excepto que el testador haya dispuesto expresamente lo contrario.
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Si el causante ha testado a favor de los descendientes y cónyuge, en los mismos
términos que el llamamiento legal, subsiste la obligación de colacionar del
descendiente o el cónyuge instituido.
Se reitera que el ascendiente no debe colacionar ni tampoco puede pedir la
colación, aun cuando este instituido en el testamento.
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Sub-eje Temático 6: SUCESION TESTAMENTARIA
Sucesión testamentaria. Testamento. Definición. Capacidad para testar.
Inhabilidad para suceder por testamento. Formas de testar: Testamento ológrafo.
Requisitos. Testamento por acto público. Requisitos. El heredero universal
instituido. Definición. Casos. Heredero de cuota instituido. Legatarios. Legados:
clases. Prelación de pago. Derecho de acrecer. Definición. Requisitos. Ineficacia
testamentaria: Nulidad. Causales. Revocación de testamentos. Caducidad. El
albacea. Definición. Atribuciones. Deberes y facultades. Fin del albaceazgo
SUCESIONES TESTAMENTARIAS
TESTAMENTO:
DEFINICION:
ARTICULO 2462.-Testamento. Las personas humanas pueden disponer libremente de
sus bienes para después de su muerte, respetando las porciones legítimas establecidas
en el Título X de este Libro, mediante testamento otorgado con las solemnidades legales;
ese acto también puede incluir disposiciones extrapatrimoniales.
NATURALEZA JURÍDICA:
Es un acto jurídico voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídica y, por lo tanto, le son
aplicables las normas de ese acto.
CARACTERES:
1. Es un acto escrito
2. Es unilateral
3. De última voluntad
4. Solemne
5. Es revocable
6. Es personalísimo
7. Es individual
8. Es autosuficiente
9. Es formalmente indivisible.
ARTICULO 2464.-Edad para testar. Pueden testar las personas mayores de edad al
tiempo del acto.
El art. 2464 CCyC dispone que la capacidad para testar se adquiere con la
mayoría de edad, es decir a los 18 años (art. 25 CCyC).
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“Grupo la Docta” 3516315046
Por lo tanto, conforme al texto legal, solo pueden testar las personas que tienen 18
años al momento del otorgamiento del acto.
ARTICULO 2466.-Ley que rige la validez del testamento. El contenido del testamento, su
validez o nulidad, se juzga según la ley vigente al momento de la muerte del testador.
Supuestos de incapacidad:
1) Edad para testar: según el art. 2464, pueden testar las personas mayores de
edad al tiempo del acto. En consecuencia, no pueden hacerlo los menores de 18
años de uno y otro sexo.
La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la persona
menor de edad, la que goza de plena capacidad de ejercicio.
2) Personas privadas de razón: el art. 2467: Es nulo el testamento o, en su caso,
la disposición testamentaria: …c) por haber sido otorgado por persona privada de
la razón en el momento de testar. La falta de razón debe ser demostrada por quien
impugna el acto; d) por haber sido otorgado por persona judicialmente declarada
incapaz, siempre y cuando no sea en intervalos de lucidez.
3) Personas limitadas en sus facultades de expresión. Art. 2467 inc. e) Es nulo el
testamento o, en su caso, por ser el testador una persona que padece limitaciones
en su aptitud para comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir,
excepto que lo haga por escritura pública, con la participación de un intérprete en
el acto; siempre que comprendan el contenido del acto.
FORMA DE TESTAR
El testamento es un acto que requiere necesariamente, para su validez, la observancia de las
disposiciones de forma impuestas por la ley.
El principio de solemnidad implica que un acto produce los efectos cuando es realizado
cumpliendo las formalidades impuestas por la ley.
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confundirse, o completarse las unas por las otras; y la observancia de las
solemnidades impuestas para cada forma de testar deben resultar del mismo
testamento, sin que se puedan suplir por otros medios de prueba.
Ello implica que quien se encuentre dispuesto a redactar su testamento deberá
elegir entre alguna de las formas de testar, que conforme el marco vigente será la
de un testamento ológrafo o la de un testamento por acto público
TESTAMENTO OLÓGRAFO
Es el testamento que realiza por sí el testador, sin intervención de un escribano y
testigos, escrito de su puño y letra, con fecha y firma.
El testamento para ser válido en cuanto a sus formas, debe ser escrito “con los
caracteres propios del idioma en que es otorgado, fechado y firmado por la mano
misma del testador”.
REQUISITOS
Escrito: Debe ser escrito enteramente por puño y letra del testador. Puede ser
redactado en cualquier idioma. Lo prohibido es el uso de caracteres no idiomáticos
tales como los taquigráficos o criptográficos o alfabeto morse, dado que ello no
ofrece la garantía de exactitud de la escritura común. Generalmente se utiliza tinta y
papel, no hay inconveniente en que se utilice lápiz, pintura, y que se escriba sobre
otros materiales (lienzo, madera).
Firma: Debe estar a continuación de las disposiciones testamentarias. La firma
demuestra la conformidad definitiva del causante con las últimas disposiciones. La
firma cierra el testamento, de ahí que, si se le hicieren agregados, deberán reunir
todas las condiciones del testamento ológrafo para ser eficaz.
Fecha: Ordinariamente, la fecha se enuncia con la mención del día, mes y año
correspondiente al calendario gregoriano. Sin embargo, no es indispensable que se
adopte esa forma, por lo que se consideran válidas las enunciaciones perfectamente
equivalentes que fijen de manera precisa la fecha del testamento.
Debe estar puesta antes o después de la firma.
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“Grupo la Docta” 3516315046
El error del testador sobre la fecha no invalida el acto. Señala
Moreyra (2014, p. 463) que no procederá la nulidad siempre que por medio de otras
enunciaciones pueda determinarse la fecha verdadera.
El testamento no es válido si voluntariamente el testador puso una
fecha falsa con el fin de violar una disposición de orden público. Por ejemplo, el
declarado incapaz coloca en el testamento una fecha que es anterior a tal
declaración. En este supuesto, quien alegue que la fecha es falsa deberá acreditar
dicho extremo, pues en principio las disposiciones testamentarias son veraces.
Valor Probatorio:
El testamento ológrafo es un acto privado contenido en un documento privado. Una vez
producida la muerte del testador, debe llevarse a cabo un procedimiento de verificación y
reconocimiento de todo el testamento y de la veracidad de la firma. Una vez acreditados los
requisitos exigidos, el juez lo aprueba y ordena su protocolización. Conforme a ello, el
escribano lo protocoliza y extiende la correspondiente escritura pública.
REQUISITOS:
ARTICULO 2479.-Requisitos. El testamento por acto público se otorga mediante escritura
pública, ante el escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se
deben consignar en la escritura.
El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por escrito o
verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte en la forma
ordinaria. En ningún caso las instrucciones escritas pueden ser invocadas contra el
contenido de la escritura pública.
Concluida la redacción del testamento, se procede a su lectura y firma por los testigos y el
testador. Los testigos deben asistir desde el comienzo hasta el fin del acto sin
interrupción, lo que debe hacer constar el escribano.
A esta clase de testamento se aplican las disposiciones de los artículos 299 y siguientes.
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“Grupo la Docta” 3516315046
instrumental de la lectura que realiza el escribano, y las firmas del otorgante,
testigos y escribano.
El testamento por acto público es aquel en el que el testador entrega por escrito o
dicta a un escribano público, en presencia de testigos, su última voluntad a los
efectos de que aquel lo incluya en el libro de protocolo.
Se trata de un testamento que, cumplidas las formalidades específicas, consta en
escritura pública. Por lo tanto, las disposiciones en él contenidas gozan de plena
fe no solo respecto de quienes intervinieron en su redacción, sino también
respecto de terceros.
Esta clase de testamentos permite testar incluso a quien no sabe leer ni escribir,
siendo las estipulaciones contenidas en él fácilmente conocidas por terceros, y
debiendo siempre recurrir a un escribano público.
Con la finalidad de que el testamento no sea atacado de nulidad, el escribano
deberá observar todas las formas requeridas para los instrumentos públicos, so
pena de incurrir en la responsabilidad profesional que le compete.
REQUISITOS del testamento por acto público La norma en estudio fija los
requisitos que debe contener el testamento por acto público, los cuales se
consignan a continuación.
A) Escritura pública. El testamento por acto público se otorga mediante
escritura pública, ante el escribano autorizante.
A esta forma testamentaria le resultan aplicables las disposiciones
contenidas en el art. 299 CCyC y ss., referidas a la escritura pública.
El art. 299 CCyC establece que la escritura pública es el instrumento matriz
extendido en el protocolo de un escribano público o de otro funcionario
autorizado para ejercer las mismas funciones, que contiene uno o más
actos jurídicos. Este instrumento, su copia o su testimonio hacen plena fe
como la escritura matriz.
Por su parte, los arts. 300 a 312 CCyC puntualizan los requisitos y el valor
probatorio de las escrituras públicas.
El escribano debe extender la escritura pública con caracteres fácilmente
legibles, en un único acto, manuscrito o mecanografiado, pudiendo utilizar
mecanismos electrónicos de procesamiento de textos (art. 301 CCyC) y en
idioma nacional (art. 302 CCyC).
Si alguna de las personas otorgantes del acto tiene discapacidad auditiva,
deben intervenir dos testigos que puedan dar cuenta del conocimiento y
comprensión del acto por la persona otorgante. Si es alfabeta, además, la
escritura debe hacerse de conformidad a una minuta firmada por ella y el
escribano debe darfe de ese hecho. La minuta debe quedar protocolizada
(art. 304 CCyC).
Son nulas las escrituras que no tengan la designación del tiempo y lugar en
que sean hechas, el nombre de los otorgantes, la firma del escribano y de
las partes, la firma a ruego de ellas cuando no saben o no pueden escribir y
la firma de los dos testigos del acto cuando su presencia sea requerida (art.
309 CCyC).
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“Grupo la Docta” 3516315046
B) Contenido. En cuanto al contenido del testamento por acto público, el
escribano puede recibir las declaraciones del compareciente de manera
personal, y habiéndoselas dictado verbalmente deberá procede a escribirlas
de la manera ordinaria.
También el testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o
solo darle por escrito las que el testamento debe contener, para que el
escribano las redacte en la forma ordinaria.
Se trata del ejercicio de un derecho personalísimo, y por lo tanto no se
permite efectuar una disposición testamentaria mediante apoderado.
En caso de que se hayan dado instrucciones por escrito, estas no podrán
ser invocadas en contra del contenido de la escritura pública.
C) Testigos. La escritura pública que contiene el testamento debe ser
otorgada en presencia de dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se
deben consignar en la escritura.
El CCyC reduce a dos el número de testigos necesarios en el testamento
por acto público, a diferencia del requisito de los tres testigos residentes en
el lugar contemplado por el art. 3654 CC.
Los testigos del testamento por acto público tienen dos obligaciones: a) la
de firmar la escritura pública, y ó) la de estar presentes desde el comienzo
hasta el fin del acto de lectura del testamento sin interrupción, lo que
constará en el acta que labre el escribano.
El art. 2479 CCyC, al instaurar que los testigos asistan al acto de lectura y
firma del testamento por acto público sin interrupción, supera la discusión
doctrinaria sobre la nulidad o validez del testamento que habiendo estado
firmado por el testador no lo estaba por los testigos y el escribano, y a la
inversa, que habiendo estado firmado por los testigos y el escribano no lo
estuviera por el testador porque este hubiera fallecido en ese lapso (art.
3659 CC).
Estas situaciones habían dividido a la doctrina en dos posturas:
i) Podía ocurrir que habiendo el escribano leído el testamento a los testigos,
y cuando todos hubieren firmado, el testador muriese sin haberfirmado. En
este caso se entendió que si la persona muere antes de haber firmado, solo
tuvo la intención de testar, pero murió sin haber realizado esa intención.
ii) Asimismo, podía suceder que el testador muera inmediatamente luego de
firmar, pero antes de hacerlo los testigos y el escribano. Esta hipótesis
ofrecía dos posiciones interpretativas distintas. Una sostenía que, antes de
la firma de los testigos y del escribano el testamento no estaba concluido
como acto, por lo que la muerte del testador antes de que todos los
intervinientes firmen, deja sin valor alguno el instrumento. Otro sector
entendía que el testamento quedó perfeccionado con la firma del testador,
resultando injusto que se deje sin efecto esa que fue su última voluntad.
La exigencia contenida en el art. 2479 CCyC de realizar todo en el mismo
acto, es decir, la firma y lectura del testamento en presencia de los testigos,
el testador y el escribano, brinda mayor seguridad jurídica al acto de
disposición, ya que el acto quedará perfeccionado en ese momento.
D) Firma. La norma ilustrada establece la obligación de firmar el acto por parte
del testador y los testigos, teniendo en consideración lo expresado
100
“Grupo la Docta” 3516315046
anteriormente. Asimismo, corresponde remitirse a lo ya expresado al
respecto en el comentario al art. 2476 CCyC.
E) Lectura del testamento. Concluida la redacción del testamento, el
escribano debe proceder a su lectura en presencia del testador y los testigos.
El escribano debe dejar clara constancia de que se ha procedido a dar
lectura del testamento, en presencia tanto del testador como de los dos
testigos.
HEREDERO INSTITUIDO.
DEFINICION:
CASOS
ARTICULO 2485.-Casos especiales. La institución a los parientes se entiende hecha
a los de grado más próximo, según el orden de la sucesión intestada y teniendo en
cuenta el derecho de representación. Si a la fecha del testamento hay un solo pariente
en el grado más próximo, se entienden llamados al mismo tiempo los del grado
siguiente.
La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las
autoridades superiores respectivas del lugar del último domicilio del testador con
cargo de aplicar los bienes a los fines indicados por el causante.
La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del último
domicilio del testador o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su caso, con cargo
de aplicar los bienes a fines de asistencia social.
La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha a la
autoridad superior de la religión a la cual pertenece el testador, con cargo de aplicar
los bienes a sufragios y fines de asistencia social.
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“Grupo la Docta” 3516315046
sucesión intestada y teniendo en cuenta el derecho de representación. Es decir,
primero a los descendientes, y luego a los ascendientes.
La doctrina ha entendido que hay una confirmación del llamamiento legítimo y es
por eso que funciona el derecho de representación.
Si a la fecha del testamento hubiese habido un solo pariente en el grado más
próximo, se entenderán llamados al mismo tiempo los del grado siguiente,
confiriendo así una pauta interpretativa de la voluntad del testador, ya que al
manifestarse en plural —"parientes"—, permite inducir que se ha querido llamar a
los de grado ulterior.
La institución a favor del alma del testador o de otras personas. El testador deja
uno o varios bienes o una parte alícuota de su patrimonio a favor de su alma o a
favor del alma de otras personas.
La ley establece que el legado se hace a la autoridad superior de la religión a la
cual pertenece el testador, imponiéndole el cargo de aplicar los bienes a sufragios
y a fines de asistencia social.
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“Grupo la Docta” 3516315046
satisfechas las porciones atribuidas por el testador. Si éstas absorben toda la
herencia, se reducen proporcionalmente, de manera que cada heredero sin parte
designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción menor.
CASOS:
ARTICULO 2487.-Casos de institución de herederos universales. La institución de
herederos universales no requiere el empleo de términos sacramentales. La
constituyen especialmente:
a) la atribución de la universalidad de los bienes de la herencia, aunque se limite a la
nuda propiedad;
b) el legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados;
c) los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los
legatarios el derecho de acrecer.
El heredero instituido en uno o más bienes determinados es legatario.
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Puede suceder que el testador instituya en un mismo bien a alguien en el
usufructo y a otra persona en la nuda propiedad. En ese supuesto, será heredero
universal quien reciba la nuda propiedad y simplemente legatario quien goce del
usufructo.
Es importante destacar que el instituido en la nuda propiedad no entra en el goce
efectivo del bien, sino hasta que muera del instituido en el usufructo; es decir,
recién cuando muera el legatario usufructuario, el heredero universal consolidará
la nuda propiedad que recibió del causante.
El legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados; El inciso hace
referencia a lo que la doctrina ha denominado "el legado de remanente".
Se recoge lo expresado por el art. 3720 CC, que establecía que si después de
haber hecho a una o muchas personas legados particulares, el testador lega lo
restante de sus bienes a otra persona, esta última disposición importa la institución
de heredero universal de esa persona, cualquiera sea la importancia de los
objetos legados respecto a la totalidad de la herencia.
Los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los
legatarios el derecho de acrecer (art. 2489 CCyC).
La hipótesis se configura cuando el testador ha efectuado varios legados
particulares pero les ha conferido el derecho a acrecer, en cuyo caso los legatarios
se reputarán herederos universales.
A los efectos de disipar dudas sobre la naturaleza del llamamiento que se hace a
los herederos universales y legatarios, la última parte del art. 2487 CCyC precisa
que es legatario el heredero instituido en uno o más bienes determinados.
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El CC había dado lugar a discusiones por parte de la doctrina respecto a la
naturaleza del llamamiento del "legatario" de cuota.
Es que Vélez Sarsfield, en el art. 3263, consideraba "heredero universal" a aquel a
quien pasa todo, o una parte alícuota, del patrimonio de una persona; y "sucesor
singular" a aquel a quien se transmitía un objeto particular que sale de los bienes
de otra persona.
Por otro lado, la segunda parte del art. 3279 CC expresaba que el llamado a
recibir la sucesión se denominaba heredero, y se señalaba la inexactitud de esta
última disposición, pues no necesariamente el que recibe —en todo o en parte—
la sucesión es heredero, ya que también el sucesor singular por causa de muerte
—es decir, el legatario— recibe parte de la sucesión, aunque no se trate de una
cuota sino de objetos singulares.
En ese contexto, algún sector de la doctrina consideraba que la institución del
"legatario de cuota" lo era a título universal (con vocación al todo), mientras que
otro juzgaba que lo era a título singular.
Sin embargo, el problema no quedó allí limitado, pues la contradicción de las
normas del CC produjo otra cuestión vinculada a si necesariamente el heredero
tiene vocación al todo o puede existir heredero con vocación limitada.
El art. 2488 CCyC, en conexión con el art. 2278, viene a zanjar esta discusión, al
introducir la figura del "heredero de cuota" y establecer que los herederos
instituidos en una fracción de la herencia no tienen vocación a todos los bienes de
esta, es decir que se trata de un heredero a título singular, a la parte que le ha
sido asignada por el testador.
La excepción a este principio se configura cuando deba entenderse que el
testador ha querido conferirles ese llamado para el supuesto de que no puedan
cumplirse, por cualquier causa, las demás disposiciones testamentarias.
Es decir que, si en función de las mismas expresiones del testador, se le ha
otorgado al heredero de cuota un derecho implícito para el supuesto de que no
puedan cumplirse, por cualquier causa, las demás disposiciones testamentarias,
se le está confiriendo el carácter de heredero universal.
La norma comentada ha previsto dos supuestos especiales en relación al
heredero de cuota.
a. Designación de cuotas que exceden la unidad. Si la adición de las fracciones
consignadas en el testamento excede la unidad, se reducen proporcionalmente
hasta ese límite.
A modo de ejemplo puede expresarse el caso de la disposición testamentaria que
dijera: "De las acciones que poseo en el establecimiento comercial 'XX SA', lego a
Juan Pérez el 50%; a Ana Gómez, el 40%; y a María Díaz, el 25%". La sumatoria
de las fracciones consignadas excede la unidad —100—, motivo por el cual
deberán reducirse proporcionalmente los legados hasta ese límite mediante una
operación matemática de sustracción hasta llegar a la unidad.
b. Designación de cuotas que no cubren la totalidad del patrimonio. Si la suma de
las fracciones no cubre todo el patrimonio, el remanente de los bienes
corresponde a los herederos legítimos y, a falta de ellos, a los herederos
instituidos en proporción a sus cuotas.
Es la situación inversa a la anterior, es decir, la suma de las fracciones no cubre
todo el patrimonio. La solución legal es que el remanente de los bienes
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corresponde a los herederos legítimos (descendientes, ascendientes y cónyuge) y,
a falta de ellos, pertenece a los herederos instituidos en proporción a sus cuotas.
LEGATARIOS
DEFINICIÓN
Los sujetos beneficiados por los legados se llaman “legatarios”. Son sucesores singulares
que tienen su llamamiento de un testamento.
El legatario no responde por las deudas del causante, y la posesión que recibe es la material,
ante la entrega del objeto que efectúa el heredero.
El legatario debe ser designado con la precisión suficiente que no deje dudas sobre su
calidad de beneficiario.
LEGADOS:
DEFINICION:
ARTICULO 2497.-Bienes que pueden ser legados. Pueden ser legados todos los
bienes que están en el comercio, aun los que no existen todavía pero que existirán
después. El legatario de bienes determinados es propietario de ellos desde la muerte
del causante y puede ejercer todas las acciones de que aquel era titular.
CLASES DE LEGADOS
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ARTICULO 2500.-Legado de cosa gravada. El heredero no está obligado a liberar la
cosa legada de las cargas que soporta. El legatario responde por las obligaciones a
cuya satisfacción está afectada la cosa legada, hasta la concurrencia del valor de
ésta.
LEGADO DE INMUEBLE
El art. 762 CCyC establece que una obligación de dar es de género cuando recae
sobre cosas determinadas solo por su especie o cantidad.
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La doctrina señala que se denomina género al conjunto de individuos que tienen
caracteres comunes; especie es, dentro de ese conjunto, el grupo de individuos
que teniendo los caracteres del género, muestran, a su vez, caracteres propios
que lo especifican. Así, por ejemplo: mientras "tela" es el género que comprende a
materiales textiles, "lienzo" es una especie del género de material textil pues,
teniendo los caracteres comunes al género, posee caracteres propios.
Las nociones de género y especie son siempre relativas, pues no existen los
géneros y las especies "puras", ya que siempre pueden volver a calificarse de
género una especie; en nuestro caso, lienzo puede ser género y la especie "de
algodón", "combinado", "de poliéster", etc.
En consecuencia, el legado de género no comprende un objeto individualizado
inicial- mente, sino una cosa que deberá escogerse entre aquellas que presentan
los caracteres comunes del género al cual pertenecen.
El art. 2502 CCyC expresa que el legado cuyo objeto está determinado
genéricamente es válido, aunque no exista cosa alguna de ese género en el
patrimonio del testador.
En este supuesto, el heredero o el legatario deberán adquirir la cosa con el fin de
cumplimentar con la manda testamentaria.
La determinación del objeto, dentro del género, exige una actividad del heredero o
del legatario consistente en la elección de las especies debidas, y estos pueden
optar, respectivamente, por la cosa de peor o de mejor calidad.
Resulta importante destacar el término "respectivamente" consignado en la norma
comentada, ya que ello implica que cuando la elección se confiera al heredero,
este puede cumplir con el legado entregando la cosa de peor calidad; en cambio,
cuando se la deja al legatario, este puede solicitar que le sea entregada la de
mejor calidad.
Por último, si hubiera una sola cosa en el patrimonio del testador, el legado se
cumple entregando la misma.
ARTICULO 2504.-Legado con determinación del lugar. El legado de cosas que deben
encontrarse en determinado lugar se cumple entregando la cantidad allí existente a la
muerte del testador, aunque sea menor que la designada. Si es mayor, entregando la
cantidad designada. Si no se encuentra cosa alguna, nada se debe.
Si las cosas legadas han sido removidas temporariamente del lugar habitual de
ubicación aludido en el testamento, el legado comprende las que subsistan en el
patrimonio del testador hasta la concurrencia de la cantidad indicada por éste.
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El art. 2504 CCyC establece distintas soluciones para el caso que el testador
determine las cosas objeto del legado indicando el lugar en que se encuentran
guardadas o depositadas.
El principio general es que se cumple con la disposición testamentaria entregando
la cantidad de cosas existentes a la muerte del testador en el lugar indicado,
aunque sea una cantidad menor que la designada en el testamento.
Si la cantidad que hay en el lugar es mayor, la solución es diferente y solo se debe
entregar la cantidad designada en el testamento.
Por último, si no se encuentra cosa alguna en el lugar determinado, nada se debe.
Un supuesto de excepción lo constituye el hecho de que las cosas legadas hayan
sido removidas temporariamente del lugar habitual de ubicación aludido en el
testamento, en cuyo caso el legado comprenderá todos los bienes que hubiere
determinado que subsistan en el patrimonio del testador, hasta la concurrencia de
la cantidad indicada por él.
LEGADO AL ACREEDOR
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El art. 2506 CCyC dispone que lo que el testador legue a su acreedor no se
imputa al pago de la deuda, excepto disposición expresa en contrario. Ello implica
que, en principio, no hay compensación entre la deuda y lo que el testador lega a
su acreedor.
Asimismo, la norma comentada regula lo atinente al reconocimiento de una deuda
efectuado en el testamento. En este supuesto, el testador se limita a reconocer
una deuda en favor de una persona, y ese reconocimiento se considera un legado,
salvo prueba en contrario.
Al considerar la norma que el reconocimiento de deuda que se hiciere al legatario
es un legado, se le otorga al mismo, al acreedor-legatario, la opción de reclamar la
deuda en base a dos títulos diferentes: a) lo hará como acreedor en base al título
de la obligación; y ó) lo hará como legatario en base a la disposición testamentaria
que reconoce el crédito en su favor.
Port último, si el testador manda pagar lo que erróneamente cree deber, la
disposición se tiene por no escrita. Si manda pagar más de lo que debe, el exceso
no se considera legado.
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si se hubiere adquirido a título gratuito, el legado quedará sin efecto y en
consecuencia nada se debe.
LEGADO DE ALIMENTOS
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El art. 2509 CCyC dispone que el legado de alimentos comprende la instrucción
adecuada a la condición y aptitudes del legatario, el sustento, vestido, vivienda y
asistencia en las enfermedades hasta que alcance la mayoría de edad o recupere
la capacidad.
Si el legatario es una persona menor de edad, con capacidad restringida, con
discapacidad, o con incapacidad (arts. 24, 32, 100, 101, 102 CCyC y cc.), el
legado durará hasta que cumpla los 18 años o hasta que recupere la capacidad.
Si, alcanzada la mayoría de edad por el legatario, persiste su falta de aptitud para
procurarse los alimentos, el legado se extiende hasta que se encuentre en
condiciones de hacerlo.
Si el legado de alimentos es efectuado a favor de una persona capaz, vale como
legado de prestaciones periódicas en la medida dispuesta por el testador.
Además, deberán tenerse en cuenta las normas del art. 431 CCyC y cc., que
regula los deberes de los cónyuges; el art. 537 CCyC y ss., referido a los
alimentos entre parientes; y el art. 658 CCyC y ss., que atañe a la responsabilidad
parental.
PRELACIÓN DE PAGO
El art. 2358 dispone: El administrador debe pagar a los acreedores presentados según el
rango de preferencia de cada crédito establecido en la ley de concursos.
Pagados los acreedores, los legados se cumplen, en los límites de la porción disponible, en
el siguiente orden:
a) los que tienen preferencia otorgada por el testamento;
b) los de cosa cierta y determinada;
c) los demás legados. Si hay varios de la misma categoría, se pagan a prorrata.
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Así deben ser pagadas las deudas del causante, las cargas de la sucesión deben apartarse la
porción legítima de los herederos forzosos, y sobre el remanente, deben seguir el orden de
pago de los legados previstos por el artículo 2358.
DERECHO DE ACRECER
DEFINICIÓN
a) Llamamiento plural o conjunto: los sujetos beneficiarios deben ser varios y deben ser
llamados a una misma herencia o a la misma parte de ella o al mismo bien. No debe haber
asignación de la parte de cada uno de los herederos o legatarios.
b) Porción vacante: es necesario que el colegatario o coheredero no recoja su parte, sea por
premoriencia o renuncia, entre otros. La cuota que no ha sido tomada corresponderá al
coheredero o colegatario cuando no medie derecho de representación en esa cuota.
c) Voluntad del causante: el derecho de acrecer no podrá funcionar si el causante
expresamente se ha opuesto a él. Por ejemplo, el causante estableció una sustitución vulgar
para el heredero que no pudo o no quiso recibir la herencia.
INEFICACIA DE TESTAMENTOS
NULIDAD:
Se ocasiona por vicios o defectos constitutivos, es decir, concurrentes en el otorgamiento
del testamento. Es decir, la causa de la ineficacia es originaria, vale decir, concomitante con
el otorgamiento del acto.
El criterio de distinción entre nulidad absoluta o nulidad relativa se funda en el interés que
protege la sanción de ineficacia. La nulidad del acto es absoluta cuando el vicio afecta el
interés general, orden público. En cambio, la nulidad es relativa cuando el vicio atañe al
interés de las partes intervinientes.
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CAUSALES DE NULIDAD
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ARTICULO 2511.-Revocabilidad. El testamento es revocable a voluntad del testador y no
confiere a los instituidos derecho alguno hasta la apertura de la sucesión.
La facultad de revocar el testamento o modificar sus disposiciones es irrenunciable e
irrestringible.
Revocación expresa
ARTICULO 2512.-Revocación expresa. La revocación expresa debe ajustarse a las
formalidades propias de los testamentos.
Revocación tácita
ARTICULO 2513.-Testamento posterior. El testamento posterior revoca al anterior si
no contiene su confirmación expresa, excepto que de las disposiciones del segundo
resulte la voluntad del testador de mantener las del primero en todo o en parte.
El art. 2513 CCyC instituye como principio general que un testamento posterior
revoca el anterior. Pero la norma contiene dos excepciones: a) que el segundo
testamento contenga la confirmación expresa del primero; y ó) que, de las
manifestaciones del segundo testamento, resulte la voluntad de mantener el
contenido del primero, ya sea en todo o en parte, en cuyo caso ambos serán
válidos. Se debe entonces analizar la compatibilidad material o voluntaria entre las
disposiciones de uno y otro testamento.
La doctrina, en el sistema derogado, tenía precisado que se planteaban dos
supuestos de incompatibilidad:
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i. incompatibilidad material: involucra la imposibilidad de ejecución simultánea de
las disposiciones contenidas en todos los testamentos; ii. incompatibilidad
intencional: comprende la interpretación del alcance dado por el testador a todas
sus liberalidades. Si puede interpretarse de los instrumentos que no se contradice
la voluntad del testador, todas las disposiciones testamentarias serán válidas. En
caso de duda, debe estarse por la validez de todas las disposiciones
testamentarias.
Denota la norma examinada una solución diversa a la prevista por el art. 3828 CC,
que trae mayor claridad en materia de revocación del testamento.
Revocación por matrimonio
ARTICULO 2514.-Revocación por matrimonio. El matrimonio contraído por el testador
revoca el testamento anteriormente otorgado, excepto que en éste se instituya
heredero al cónyuge o que de sus disposiciones resulte la voluntad de mantenerlas
después del matrimonio.
CADUCIDAD:
Existe caducidad cuando ocurren circunstancias ajenas a la voluntad del testador,
que originan la extinción de la disposición testamentaria.
La caducidad de un testamento o de cualquiera de sus disposiciones constituye un
supuesto de ineficacia dispuesta por la ley en razón de circunstancias
sobrevinientes al momento del testamento.
CAUSALES:
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la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la condición suspensiva a que
estaba sometido. Si la cosa legada perece parcialmente, el legado subsiste por la
parte que se conserva.
El legado, caduca por la transformación de la cosa por causa ajena a la voluntad
del testador, anterior a la muerte de éste o al cumplimiento de la condición
suspensiva.
En el primer caso, el legado es revocado aun en el caso que la cosa legada
recobrara la forma que tenía antes de la transformación. En el segundo, si la cosa
legada recuperara su forma original, renacerá el legado.
3) Renuncia del legatario: Art. 2521 El legatario puede renunciar al legado en tanto
no lo hayaaceptado.
Cualquier interesado puede pedir al juez la fijación de un plazo para que el
instituido se pronuncie, bajo apercibimiento de tenerlo por renunciante.
EL ALBACEA.
DEFINICIÓN.
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Cuando se nombra a un funcionario público, la designación se estima ligada a la
función, cualquiera que sea la persona que la sirve.
ATRIBUCIONES.
Art. 2523: Las atribuciones del albacea designado en el testamento son las
conferidas por el testador y, en defecto de ello, las que según las circunstancias
son necesarias para lograr el cumplimiento de su voluntad. El testador no puede
dispensar al albacea de los deberes de inventariar los bienes y de rendir cuentas.
Si el testador designa varios albaceas, el cargo es ejercido por cada uno de ellos
en el orden en que están nombrados, excepto que el testador disponga el
desempeño de todos conjuntamente. En tal caso, las decisiones deben ser
tomadas por mayoría de albaceas y, faltando ésta, por el juez.
FIN DEL ALBACEAZGO. Art. 2531: El albaceazgo concluye por la ejecución completa
del testamento, por el vencimiento del plazo fijado por el testador y por la muerte,
incapacidad sobreviniente, renuncia o destitución del albacea.
Cuando por cualquier causa cesa el albacea designado y subsiste la necesidad de llenar el
cargo vacante, lo provee el juez con audiencia de los herederos y legatarios.
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