Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD ESTATAL DE BOLIVAR

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIOS DE RECURSOS NATURALES Y DE AMBIENTE

INGIENERIA AGRONOMIA

CULTIVOS DE CLIMA TEMPLADO Y FRIO

TEMA: Manejo del cultivo de frejol

NOMBRES:

Iván Gaibor Vargas

Mauricio Gaibor

Julián Escudero

CURSO:

Decimo agronomía (Contingencia)

DOCENTE: Ing. Danilo Montero


Origen
WASHINGTON. - Los hay de colores y formas muy variadas, se les llama fréjoles,
habichuelas o porotos, y hay quienes creen que son de origen andino, pero un
grupo de investigadores ha determinado que esas legumbres se originaron en
México, según publica hoy Proceedings of the National Academy of Sciences
(PNAS).

Conocidos también como alubias, fabes, caraotas, chícharos, fabas, frijoles,


frisoles, frijones, granos, judías, pochas, de color pálido, rojo, negro o pinto, todos
los Phaselolus vulgaris, domesticados independientemente en las regiones
andinas de los actuales Perú y Ecuador, o en el centro de México y el norte de
América Central tienen un ancestro común en Mesoamérica.

El equipo internacional de investigadores estuvo encabezado por Elena Bitocchi,


de la Universidad Politécnica delle Marche, en Italia, y participaron en el estudio
científicos de Dinamarca y la Universidad estatal de Dakota del Norte, en Estados
Unidos.

Historia
El fréjol (Phaseolus vulgaris L.) es una leguminosa originaria del continente
americano y su domesticación está relacionada con otros cultivos en la época
prehispánica, cuya procedencia es México y Perú donde se empezó a cultivar
desde hace 7.000 años. La especie se encuentra distribuida a nivel mundial por su
adaptabilidad a diferentes características de suelos y climas debido a la gran
cantidad de genotipos y ecotipos que existen, este cultivo lo siembran los
pequeños, medianos y grandes productores. Es una leguminosa de rápido
crecimiento, constituye la principal fuente de proteína (18 a 25%) para la población
de menores recursos económicos; en Ecuador el consumo de fréjol es de 2.6 kg
por año el cual es muy inferior al consumo de otros países del área andina como
Bolivia, que ocupa el primer lugar con 10 kg. por persona año. Según el III Censo
Nacional Agropecuario, en el Ecuador se cosechan 89.789 hectáreas de las
105.127 sembradas con esta leguminosa en grano seco y 15.241 Ha en verde o
tierno de las 16.464 ha sembradas, las que proporcionan 18.050 y 8.448 toneladas
métricas respectivamente, cuyo consumo se efectúa tanto en fresco (grano seco y
verde), como para la industria de enlatados. El cultivo de fréjol constituye el 0,84%
del total de superficie cultivable en el Ecuador de las que se logran rendimientos
en promedio del orden de las 0,20 TM/ha en lo que a grano seco se refiere,
mientras que en verde los rendimientos alcanzan las 0,62 TM/ha. Por ser las
leguminosas un aporte muy importante de proteínas para la alimentación diaria se
debe proporcionar mayor esfuerzo y atención a este cultivo, 2 con el fin de
aumentar la productividad y así disponer de un alto contenido proteínico a un bajo
costo. El cultivo se encuentra limitado por una serie enfermedades de origen
biótico y abiótico, así como insectos y malezas reduciendo el área sembrada y los
rendimientos esperados. Entre los factores bióticos, las enfermedades pueden
causar enormes pérdidas en rendimiento dependiendo de las características de la
población prevaleciente del patógeno, la variedad de fréjol, las condiciones
ambientales de la zona, y el sistema del cultivo practicado. La amplia variabilidad
genética es también una característica de la mayoría de los patógenos de plantas.
En fréjol, tres patógenos han mostrado una íntima asociación con el acervo
genético del hospedante, estos son: Colletotrichum spp, Isariopsis spp. y
Uromyces spp. La Antracnosis puede presentarse durante todo el ciclo del cultivo
del frejol es decir que la planta puede ser atacada desde la siembra hasta la
cosecha, además de la reducción del rendimiento en granos tiernos, las lesiones
en las vainas y en los granos perjudica su calidad y por consiguiente su
comercialización en producto tierno. Las pérdidas en rendimiento son más
elevadas si la infección se presenta en los períodos de prefloración y floración. El
hongo tiene además una gran variedad de razas fisiológicas, lo cual dificulta aún
más su control.
Caracteres Botánicos

Esta planta es una hierba anual, lo que significa que completa su ciclo biológico en
el período de 1 año. Tiene muchas variedades, por lo que sus características son
ligeramente diferentes entre sí. Algunas son pequeñas con sus 20 a 60
centímetros de altura, pero otras llegan a crecer y extenderse hasta alcanzar 2 o 3
metros de longitud. Si se le deja a sus anchas, trepa por estructuras a la manera
de las vides. Tienen una raíz primaria con varias raicillas a los lados.

Orden:Fabales
Familia:Fabaceae
Género: Phaseolus
Sus hojas crecen de forma alterna a lo largo de los tallos. Cada una cuenta con 3
folíolos ovalados de unos 6-15 centímetros de longitud y 3-11 centímetros de
ancho. Su superficie es verde o púrpura y sus bordes son suaves. Las flores se
distinguen por su vivo color rosado, púrpura, rojo-púrpura y a veces blanco.
Crecen solas o en pares a lo largo de racimos, y cuentan con 1 ovario y 10
estambres.
El fruto de la planta no es precisamente el frijol. Se trata de una vaina de 8 a
20 centímetros de largo de color verde, amarillo, púrpura o negro, que alberga en
su interior hasta 12 semillas en forma de riñón, de unos 1.5-2 centímetros de
longitud. El color de los frijoles es muy variado; hay negros, blancos, marrones e
incluso moteados.

Suelos
El fríjol requiere de suelos profundos y fértiles, con buenas propiedades físicas, de
textura franco limosa, aunque también tolera texturas franco arcillosas. Crece bien
en suelos con pH entre 5,5 y 6,5, de topografía plana y ondulada, con buen
drenaje. Las condiciones físicas y químicas de los suelos donde se cultiva el fríjol
en Colombia son muy variables. Ello muestra que el fríjol tiene la habilidad de
adaptarse a una gran cantidad de condiciones de suelo y topografía (Ríos, 2002).
Por lo general, se siembra en zonas de montaña y también en los valles
interandinos. En las tierras planas de los departamentos de Norte de Santander,
Cundinamarca y Valle del Cauca, con suelos moderadamente profundos, bien
drenados y de fertilidad alta, que pertenecen a la clase agroecológica Ma. En las
zonas de los departamentos de Cauca, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca,
Santander y Cundinamarca, en planicies aluviales, pie de monte y altiplanicies con
suelos ligeramente ondulados, moderadamente profundos, bien drenados y de
fertilidad moderada a baja, que corresponden a la clase agroecológica Me. En las
zonas de los departamentos de Antioquia, Tolima, Cauca, Santander, Quindío y
Cundinamarca, con suelos de fertilidad baja a media, susceptibles a la erosión y
con pendientes de 25 a 50% que corresponden a la clase Mf o con pendientes
superiores al 50% correspondientes a la clase Mg. También en los altiplanos y
valles de Nariño y Antioquia de relieve plano y ondulado con pendientes menores
del 7%, suelos moderadamente profundos, de baja fertilidad pertenecientes a la
clase Fg; o los que tienen pendientes inferiores al 25% de la clase Fh.
Fertilización
Debe tomarse en cuenta la posible fijación de nitrógeno atmosférico por bacterias
del género Rhizobium. La cantidad que puede aprovecharse por este proceso
varía de 60 a 120 kg de N/ha. Cuando el frijol se siembra después de sorgo o
maíz, se sugiere aplicar en presiembra de 80 a 100 kg de N/ha; en cambio, en
rotación con otra leguminosa u hortalizas aplicar 40 a 60 kg. de N/ha. Es
conveniente verificar la nodulación alrededor de los 30 días después de la
siembra. En casos de escasa o nula nodulación, agregar inmediatamente de 80 a
100 kg. de N (antes o durante el primer riego de auxilio), siempre que el análisis
de suelo indique baja disponibilidad de N en el suelo. Cuando la siembra de frijol
sea en forma inmediata a la cosecha de maíz ó sorgo y sus residuos sean
incorporados, es necesario adicionar 40 kg/ha de N. La fertilización con fósforo (P)
debe ser apoyada con los resultados del análisis de suelo. En caso de observar
síntomas de deficiencias nutricionales en la planta, efectuar un análisis foliar para
hacer las correcciones pertinentes.

Siembra
Una de las características de los sistemas de producción de la economía
campesina es la siembra de varias especies, bien sea en asociación de cultivos o
en forma separada en la unidad de producción. En el caso del fríjol en clima frío,
ha sido tradicional la asociación con otras especies importantes como maíz, papa
y hortalizas. En el Oriente antioqueño, hasta hace algunos años fue muy
empleado el arreglo de fríjol en relevo con maíz, que ha ido desapareciendo por
condiciones de orden socioeconómico. El relevo maíz – fríjol es un sistema de
rotación en el cual el fríjol se siembra después de que el maíz ha alcanzado o está
muy próximo a alcanzar su madurez fisiológica. En este sistema, los tallos del
maíz sirven de tutor al fríjol, existiendo una mínima competencia entre las dos
especies. Se han realizado numerosas investigaciones sobre épocas de siembra y
manejo agronómico de ambas especies en el arreglo de relevo, que demuestran
sus ventajas en comparación con los unicultivos y dan algunas recomendaciones
para el manejo eficiente de los mismos (Rivera, 1992). Las ventajas que los
pequeños agricultores les atribuyen a los arreglos de cultivos son de tipo cultural,
nutricional, biológico y económico, y se ha demostrado que permiten disminuir los
riesgos y mantener una dieta balanceada y estable. Entre las principales ventajas
del arreglo de fríjol en relevo con maíz se tienen:
• Un aprovechamiento adecuado de la tierra disponible para los cultivos que, en el
caso de la economía campesina, generalmente es escasa y es uno de los
recursos que limitan la producción. • Propicia una rotación de cultivos adecuada
desde el punto de vista del manejo fitosanitario de ambas especies, ya que se
trata de dos especies muy diferentes, cuyas enfermedades e insectos plagas son
también diferentes.
• Al emplear los tallos de maíz como soporte del fríjol voluble, se evita el empleo
de otros materiales como las varas de madera, cuyo uso implica la tala de
bosques y sus consecuencias negativas para el medio ambiente.
• Permite disminuir los costos de producción del cultivo principal, que es el fríjol, ya
que se evita la compra de varas y algunas labores del tutorado, además de que se
facilitan otras labores del cultivo como la preparación del suelo para la siembra.
• Se da una diversificación en la producción, con dos fuentes básicas para la
alimentación, como son el fríjol y el maíz, lo cual mejora la seguridad alimentaria
de la población.
• Se mejora, además, la oferta de alimentos como el fríjol y el maíz en estado
chócolo, que tienen una alta demanda en los mercados de Antioquia.
Para tener éxito en el manejo del arreglo fríjol en relevo con maíz se deben tener
en cuenta detalles como el uso de variedades de maíz con características que las
hagan aptas para el sistema: capacidad rendidora, tallo resistente, que mantenga
su rigidez varios meses después de la maduración fisiológica, sistema radical
amplio y profundo que proporcione buen anclaje a las plantas, y que produzcan un
tipo de mazorca y de grano de buena aceptación en los mercados. El relevo
requiere, además, un manejo agronómico adecuado del maíz para propiciar un
desarrollo vigoroso y buen anclaje de las plantas para que puedan soportar la
carga del fríjol. Por las ventajas antes analizadas, en la producción con buenas
prácticas agrícolas se recomienda emplear el arreglo de fríjol en relevo con maíz
en lugar de hacer siembras consecutivas de fríjol solo.
Labores Culturales
Las labores de cultivo ayudan a airear el suelo y mejorar el desarrollo de las raíces
para dar protección y sostén a la planta, así como reformar el surco, para facilitar
los riegos mediante uno o dos pasos de cultivadora. Es importante que estas
labores se efectúen con oportunidad, el primer cultivo o abierta de surco se realiza
antes del primer riego de auxilio y un segundo cultivo cuando lo permita la
humedad del suelo y el desarrollo de la planta después del primer auxilio.

Plagas
El manejo de insectos plagas se inicia con el control cultural, desde la selección
del terreno y la limpieza del mismo en donde se eliminan las plantas hospederas
de insectos, para evitar que estos alcancen poblaciones capaces de hacer daño al
cultivo. En la zona de Santa Lucía, Teustepe y San Lorenzo las plagas más
comunes en el frijol son las del follaje, entre ellos tenemos los masticadores como
conchas y mallas negras (crisomélidos), gusanos desfoliadores y los insectos
picadores – chupadores como la mosca blanca, empoasca y afi dos.
Para los insectos masticadores que incluyen conchas, mallas negras y gusanos se
recomienda eliminar hospederos como bledo (Amaranthus) y retumbo (Rottboellia)
entre otros, hacer aplicaciones químicas cuando hay de 2 a 4 insectos conchas o
mallas por cada 20 plantas y un gusano por cada 5 plantas. Para los insectos
picadores – chupadores que causan un doble daño al cultivo, le extraen los
nutrientes deformando las hojas y trasmitiendo virus y otras enfermedades a las
plantas, una importante medida preventiva es destruir las plantas hospederas, las
aplicaciones químicas deben realizarse en cuanto aparezcan las primeras moscas
y áfidos.
Manejo de enfermedades
El manejo recomendado para el control de enfermedades es preventivo, como
primera medida es la utilización de semilla libre de enfermedades, utilización de
variedades resistentes, labranza mínima y uso de coberturas vegetales sin
contaminación así como rotación de cultivos.

Mancha Angular: Se trasmite por semilla, la planta puede ser atacada desde las
dos semanas de germinada hasta el llenado de vaina (sexta semana). Los
síntomas se ven más en hojas y vainas y tallos, en hojas son pequeñas manchas
de color gris o cafés de forma cuadrada o triangular con bordes amarillentos, estas
manchas crecen y se unen, en plantas adultas ocurre amarillamiento y se caen,
las vainas presentan manchas cafés o rojizas circulares con un borde más oscuro.
Puede causar pérdidas entre un 40 y 80 %, para evitar estas pérdidas se
recomienda:
 Usar semilla certificada.
 Quemar restos de cosecha anterior muy afectadas.
 Rotación de cultivos.
En caso de ataques severos en la cosecha anterior aplicar fungicidas como
carbendazim, mancozeb, amistar 50, u otros a base de cobre como prevención
antes de la quinta semana de edad del cultivo.
Bacteriosis: Se trasmite por semilla y se multiplica por el salpique de lluvia o por
el paso de animales o personas por el campo mojado, los ataques se notan
después de la fl oración pero se puede presentar desde la germinación. Los
síntomas se dan en las hojas, tallos, vainas y semilla, pequeñas manchas acuosas
que se oscurecen, aumentan de tamaño y se unen para dar un aspecto de quema
con borde amarillo claro.
Otras Plagas
Existen dos moluscos que causan daños signifi cativos al frijol; las babosas y
caracoles, estas se pueden controlar en la preparación del terreno, usando basura
trampa y poner cebos envenenados o con productos como, Caracolex o
metaldehído en las rondas del terreno, las aplicaciones de urea hacen control de
estas.
Cosecha
La cosecha se realiza en tres fases: arranque, enchorizado y trilla, e inicia al
presentarse la madurez fisiológica de la planta. El corte se puede realizar en forma
manual o mecánica; los chorizos se forman entre 8 y 12 días después, cuando el
follaje esté completamente seco con 8 ó 12 surcos, dependiendo de lo voluminoso
del follaje. Para la trilla se debe considerar el porcentaje de humedad del grano, el
cual puede variar del 12 al 14% para evitar el daño en el grano y castigos en la
reciba. Es preciso hacer los ajustes a la trilladora para no quebrar semillas.
BIBLIOGRAFIA
Bascur, G. 1993. Cultivo de poroto granado. p. 97-115. In H. Faiguenbaum (ed.).
Curso: Producción de leguminosas hortícolas y maíz dulce. Pontificia Universidad
Católica de Chile, Facultad de Agronomía, Departamento de Ciencias Vegetales,
Santiago, Chile.

Bianco, V. V. y F. Pimpini. 1990. Orticoltura. Pàtron Editore, Bologna, Italia. 991p.

Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). 1981. Morfología de la planta


de fríjol común (Phaseolus vulgaris L.). Guía de estudio. Segunda edición. Centro
Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), Cali, Colombia. 50p.
Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). 1982. Etapas de desarrollo de
la planta de fríjol común. Guía de estudio. Centro Internacional de Agricultura
Tropical (CIAT), Cali, Colombia. 26p.

Faiguenbaum, H. 1988. Frejol. p. 229-254. In H. Faiguenbaum (ed.). Producción


de cultivos en Chile. Cereales, leguminosas e industriales. Publicitaria
Torrelodones, Santiago, Chile.

Faiguenbaum, H. 1993. Cultivo de poroto verde. p. 73-96. In H. Faiguenbaum


(ed.). Curso: Producción de leguminosas hortícolas y maíz dulce. Pontificia
Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía, Departamento de Ciencias
Vegetales, Santiago, Chile.

Faiguenbaum, H. 1994. Producción de leguminosas hortícolas y maíz dulce para


la agroindustria del congelado. Proyecto docente. Pontificia Universidad Católica
de Chile, Santiago, Chile. 156p.

Kay, D. E. 1979. Food legumes. Crop and product digest Nº 3. Tropical Products
Institute, 56/62 Gray's Inn Road, London, Inglaterra. 435p.

Wiersema, J. H. Germplasm Resources Information Network (GRIN)-Taxonomy:


Economic plants. USDA-Agricultural Research Service, EUA. Internet,

También podría gustarte