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En los años 50 y 60, científicos como David Finkelstein, Jocelyn Bell, Roy Kerr, Roger Penrose y Stephen Hawking hicieron contribuciones fundamentales a la comprensión de los agujeros negros al identificar sus horizontes de sucesos, demostrar la existencia de objetos compactos como las estrellas de neutrones, encontrar soluciones para agujeros negros en rotación, iniciar el estudio de singularidades y horizontes, y predecir la evaporación cuántica y la radiación de Hawking de los agujeros negros.
En los años 50 y 60, científicos como David Finkelstein, Jocelyn Bell, Roy Kerr, Roger Penrose y Stephen Hawking hicieron contribuciones fundamentales a la comprensión de los agujeros negros al identificar sus horizontes de sucesos, demostrar la existencia de objetos compactos como las estrellas de neutrones, encontrar soluciones para agujeros negros en rotación, iniciar el estudio de singularidades y horizontes, y predecir la evaporación cuántica y la radiación de Hawking de los agujeros negros.
En los años 50 y 60, científicos como David Finkelstein, Jocelyn Bell, Roy Kerr, Roger Penrose y Stephen Hawking hicieron contribuciones fundamentales a la comprensión de los agujeros negros al identificar sus horizontes de sucesos, demostrar la existencia de objetos compactos como las estrellas de neutrones, encontrar soluciones para agujeros negros en rotación, iniciar el estudio de singularidades y horizontes, y predecir la evaporación cuántica y la radiación de Hawking de los agujeros negros.
En 1958, David Finkelstein identificó la inquietante superficie
esbozada por Oppenheimer como el horizonte de sucesos. Jocelyn Bell confirmó la existencia de púlsares demostrando que las estrellas de neutrones no eran una mera curiosidad teórica, y que en la naturaleza se podían producir realmente estructuras muy masivas y compactas. En 1963, Roy Kerr «encontró la solución explícita que describe los agujeros negros en rotación, que son los que seguramente aparecen en procesos reales de formación», ha explicado Fernández Barbón. Más adelante, «Roger Penrose inició el estudio de teoremas cualitativos sobre singularidades y horizontes y Stephen Hawking culminó el programa de Penrose y descubrió la evaporación cuántica de los agujeros negros», ha proseguido. Estos trabajos de Hawking se completaron cuando en 1974 predijo el efecto conocido como radiación de Hawking. Finalmente, «Jacob Bekenstein hizo la primera conexión entre los agujeros negros y la teoría de la información», según el astrofísico. Para Frans Pretorious, catedrático de Física de la universidad de Princeton especializado en la relatividad, entre «las muchas personas que contribuyeron a la comprensión contemporánea de los agujeros negros», hay que incluir a Werner Israel, pionero de los teóremas «no pelo» y a Stephen Hawking, por sus contribuciones a la física cuántica de los agujeros negros que, según él, podría haber sido galardonado con el Nobel si no hubiera fallecido. Tampoco se ha olvidado del físico John Archibald Wheeler, que acuñó el concepto de agujero negro, y de otras muchas más figuras, como Demetrios Christodoulou, Kip Thorne, James Maxwell Bardeen, Saul A. Teukolsky o William Unruh. «Realmente ésta fue una edad de oro de la física de los agujeros negros».