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Fomento Lector

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El artículo de opinión es un subgénero del periodismo, de naturaleza argumentativa y


persuasiva, caracterizado por presentar la postura, valoraciones y análisis que, sobre determinado
asunto o acontecimiento de interés público, realiza una personalidad de reconocido prestigio,
credibilidad y autoridad, con la finalidad de influenciar y orientar la opinión pública.
Su objetivo fundamental es expresar una postura y ofrecer valoraciones, opiniones y
análisis sobre temas de interés público para orientar o influir al público lector.
Siempre va firmado por su autor.
Su autor, por lo general, es una persona que goza de prestigio, credibilidad y
autoridad en relación con determinados temas o áreas de conocimiento. No necesariamente tiene
que ser un periodista.
Tiende a ser una exposición, de carácter argumentativo y persuasivo, en torno a un
asunto o acontecimiento, para lo cual emplea un lenguaje que suele ser ameno, sencillo, claro
y conciso.
Trata temas variados, siempre y cuando estos sean actuales, relevantes y pertinentes.
Suele tener independencia de criterio con respecto a la línea editorial del periódico,
aunque, por lo general, el grueso de los articulistas suele compartirla, y su presencia en el
tabloide persigue el fin de reforzarla.
En el artículo de opinión podemos reconocer una estructura básica que se divide en cuatro
partes.
Título: todo texto periodístico debe titularse con un enunciado breve y conciso,
preferiblemente llamativo, sobre el contenido del artículo.
Introducción: constituye la primera parte del artículo. Debe adelantar, sin desarrollar,
las ideas principales en torno al asunto que se abordará. Lo idóneo es que despierte el interés del
lector.
Cuerpo: es la parte donde se desarrollarán y analizarán las principales ideas en torno al
tema o asunto central del artículo. Se esgrimirán argumentos, se contrastarán con posturas
opuestas. Se razonará.
Conclusión: la conclusión coincidirá con la resolución del artículo. El autor presentará la
tesis o postura defendida (la opinión) e, incluso, podrá adicionar alguna recomendación o frase
que motive al lector a tomar acción.
Artículo de opinión y editorial
El artículo de opinión y la editorial comparten algunos rasgos característicos. Ambos abordan
un asunto o acontecimiento específico de interés público ofreciendo valoraciones, opiniones y
análisis que sustenten su postura concreta con respecto al tema.
No obstante, ambos también difieren en diversos aspectos. Para empezar, el artículo de
opinión manifiesta la postura subjetiva de su autor, y va firmado por este, mientras que
la editorial plasma la postura y opinión del periódico con respecto a un asunto o acontecimiento
noticioso o de interés público, de modo que no va firmado. Su elaboración, por lo general, corre a
cargo del director del tabloide o del consejo de redacción.
Sumado a esto, las editoriales solo abordan noticias de relevancia, de importante repercusión
pública, mientras que el artículo de opinión ofrece más variedad y libertad en este aspecto.
Por otro lado, la editorial siempre debe estar atada a la línea editorial del periódico, mientras
que el artículo de opinión goza de mayor independencia en este sentido.

Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas en tu cuaderno.

Compórtate
Después de siglos de barbarie, cuando parecía que habíamos aprendido
algo, unos jueces españoles nos arrojaron a la cara El Manual del Buen
Comportamiento de la Mujer Violada

Durante siglos nos decretaron el largo de la falda, la profundidad del escote, la


intensidad del maquillaje. Nos indicaron el punto exacto en el que un pantalón
deja de ser ajustado para empezar a ser provocativo, nos reglaron el alto de los
tacos y la edad para empezar a usarlos. Nos obligaron a sentarnos con las piernas
cerradas y a caminar sin bamboleo. Nos inculcaron reglas estrictas acerca de
cuándo hay que dar el primer beso o ir a la cama. Máquinas de lustrar el piso y de
parir, nos repartieron las tareas de la casa, los deberes hacia el marido y los hijos.
Aprendimos que si nos pegaban era porque algo habíamos hecho. Nos enseñaron
el bordado, el silencio, la hipocresía y la paciencia. Nos dijeron lo que podíamos
saber y lo que no, lo que podíamos leer y lo que no, lo que podíamos estudiar y lo
que no. Todo eso nos lo hicieron hombres y mujeres. Siglos después, parecía que
habíamos aprendido algo. Hasta que en abril de 2018 un grupo de jueces
españoles decidió que cinco varones que violaron a una mujer de dieciocho en los
Sanfermines de 2016 fueran condenados a nueve años de cárcel por abusos
sexuales, y no a veintidós por violación, emitiendo un fallo según el cual no hubo
intimidación ni violencia hacia la víctima, que declaró haber hecho lo que muchas
hubiéramos hecho para defendernos de una suerte peor: “cerré los ojos para no
enterarme de nada y que pasara rápido (…) Cuando me vi rodeada sentí miedo, no
sabía cómo reaccionar y reaccioné sometiéndome”. Los jueces concluyeron que la
chica se quedó demasiado quieta, que no pataleó, ni chilló, ni arañó, ni forcejeó
como debe hacer una mujer honesta para defender su honra. Así, después de siglos
de barbarie, cuando parecía que habíamos aprendido algo, unos jueces españoles
nos arrojaron a la cara El Manual del Buen Comportamiento de la Mujer Violada.

Son recortes de un diario norteamericano de 1938. Los nazis alcanzaban la mayoría en Alemania y
España se desangra con su Guerra Civil. Lázaro Cárdenas del Río anuncia la expropiación
petrolera mientras que las milicias alemanes protagonizan la Noche de los Cristales Rotos.

Es el año en el que la transmisión de La guerra de los mundos, de H. G. Wells, provoca pánico en


varias ciudades de Estados Unidos.
Olores de guerra y neoconservadurismo acosan a las capitales del mundo desarrollado.
Las mujeres apenas votan en algunas naciones, y Estados Unidos es una democracia que
avergüenza por su maltrato a las minorías, principalmente a los afroamericanos.
Y en medio de ese mundo, un diario saca un breve manual de buen comportamiento para las
mujeres.
Responde en tu cuaderno:

1. ¿Cuál es la idea principal del texto?


2. ¿Qué significa “Máquinas de lustrar el piso y de parir”?
3. ¿Cuándo se dictaminó la sentencia y cuándo sucedieron los hechos?
4. ¿Cuál fue la razón por la que no les dieron 22 años de condena?
5. ¿Qué concluyeron los jueces del actuar de la víctima?
6. ¿Según los jueves, qué es ser una mujer honesta?
7. Escribe una columna de opinión respecto del tema expuesto.

¿COMO SE REDACTA UNA COLUMNA?


La columna de opinión tiene una gran libertad para ser redactada. Tiene pocas exigencias, dado
que depende mucho del estilo del propio columnista. Pero se espera que la redacción sea ágil,
clara y con cierta belleza, de manera que logre captar el interés del público.
A diferencia de la noticia y de la editorial que se escriben en tercera persona, la columna de
opinión se redacta en primera persona, dado que el autor debe hacerse cargo de cada una de las
apreciaciones que se vierten, y se le permiten frases como: yo creo, mis ideas, he estado
pensando, etc.
Desde el punto de vista del lenguaje, el columnista tiene un mayor margen para expresarse,
usando palabras de tipo coloquial, pero siempre en un tono de respeto.
Existen ciertos parámetros que pueden ayudar a hacer más atractiva la columna:
-Usar un lenguaje sencillo. Utilizar un lenguaje que entiende todo el mundo, simple y llano,
llamar las cosas por su nombre, eligiendo las palabras apropiadas, las más bellas, las más
armónicos para el lector, la más sonora para que el lector al mismo tiempo que se entretiene con
el contenido goce de la lectura.
-Escoger temas relevantes. Si se trata de un tema ya conocido la columna tendrá mejor acogida,
pero el columnista debe acercarse al tema desde un nuevo enfoque. También el autor puede
“levantar” un tema desconocido pero que es tan novedoso e interesante que despierta la atracción
en el lector.
-Utilizar un poco de humor. Si se aplica el humor en temas de cualquier índole y el lector se ríe,
generará expectación de parte de ellos a sus próximas columnas. El humor debe ser sutil, y sobre
la base de eventos o situaciones compartidas y conocidas por el público. 
-Usar un tono personal. El estilo de la columna debe cultivar un tono familiar, generar la
complicidad con el lector, como si se estuviese dirigiendo a un grupo de amigos.

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