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UNA REVELACIÓN DE

SALVACIÓN
Nafri Machado
TEXTO. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el
Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso. Apocalipsis 1: 8.
DECLARACIÓN TEMÁTICA: El personaje principal de la
Biblia es Jesús, y el tema principal la redención de la raza
humana. Apocalipsis al formar parte de la Biblia tiene el
mismo tema, es por eso que su saluda, Juan y Jesús,
quiere hacernos sentir salvos. Nos dicen que la salvación
es por gracia, pero a un alto precio: El sacrificio de
Cristo, que la salvación la recibimos por el bautismo y es
por toda la eternidad, y será sellada finalmente en la
segunda venida de Jesús. Es la salvación que da el
Todopoderoso.

INTRODUCCIÓN:
"¿Quién mató al Señor Jesucristo?", Preguntaba la
maestra en la clase de señoras en la pequeña Misión
Rosillo, en San Antonio, Texas. Fueron tan distintas las
respuestas como el número de personas presentes:
"Barrabás, porque Cristo murió en su lugar", contestó
una. "Pilato", contestó otra. "Los soldados romanos." "El
Sanedrín", seguían las respuestas. "¡No!", Respondió la
maestra y, señalando a una mujer que había quedado
viuda a consecuencia de las balas de un asesino, le dijo:
"¡Tú mataste a Jesús!" Me madre fue sorprendida por la
declaración, "¡Tú mataste a Jesús!" Vino como un
relámpago a su memoria la tragedia de la muerte
inesperada de su esposo y se colocaba en la posición de
una asesina. Echándose a llorar pensaba: "Yo maté a
Jesús." Esto era cierto, pero aún Cristo la amaba. Por ella
había muerto y ese día, la viuda, con ternura de corazón
invitó a Jesucristo a entrar en su vida. Esta era la
decisión que cambiaría su vida y la llevaría a través de
muchos años a una vida victoriosa en Cristo; y todo
porque una maestra le dijo: "Tú mataste a Jesús."
Realmente, yo también maté a Jesús, y tú y todos
matamos a Jesús.
Gracias a la muerte expiatoria de Jesús todos podemos
ser salvos, ese es el mensaje que Apocalipsis presente,
un mensaje de salvación.

I. SALVACIÓN QUE SE RECIBE POR GRACIA


Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz
a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono.
(Apocalipsis 1: 4)
Es que no existe otro medio, somos salvos únicamente
por gracia, el ser humano no puede hacer nada por su
propia salvación, el 100% del crédito de lo lleva Jesús. Lo
primero que desea Juan y Jesús a los lectores de
Apocalipsis es que se aferren a la gracia de Cristo.
Pablo nos recuerda en Efesios 2: 8, 9 Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe. Exacto, ninguna de nuestras obras nos puede
granjear la salvación, solo la gracia salvadora de Cristo.

II. SALVACION QUE ES POSIBLE


UNICAMENTE CON EL SACRIFICIO DE JESÚS
Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.
(Apocalipsis 1: 5a)
Mira la cruz de Cristo, solo en ella hay salvación, mira al
Crucificado, míralo muriendo, pero míralo saliendo de la
tumba vencedor, en su sacrificio ha poder de salvación.
Así lo dice aquel himno muy conocido:
¿Quieres ser salvo de toda maldad?
Tan sólo͜ hay poder en mi Jesús.
¿Quieres vivir y gozar santidad?
Tan sólo͜ hay poder en Jesús.
Hay poder, poder, sin igual poder,
En Jesús quien murió;
Hay poder, poder, sin igual poder,
En la sangre que͜ El vertió.

“Jesús no fue cronológicamente el primero que resucitó


de entre los muertos, pero puede considerarse como el
primero en el sentido de que todos los que resucitaron
antes y después de él, fueron liberados de las ataduras
de la muerte sólo en virtud del triunfo de Cristo sobre el
sepulcro. Su poder para poner su vida y para volverla a
tomar lo coloca en una posición superior a todos los
otros hombres que hayan salido alguna vez de la tumba”
CBA

III. SALVACIÓN QUE SE OBTIENE POR


MEDIO DEL BAUTISMO
Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su
sangre. (Apocalipsis 1: 5b)
Más adelante, en Apocalipsis nos dice: Yo le dije: Señor,
tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de
la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.
La fe es suficiente para nuestra salvación, pero el
bautizarse es la reacción natural que se espera de los
que abrazan la salvación, así lo dijo Jesús en Marcos 16:
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo. ¿Aún no
esta bautizado? Qué esperas, la muerte nos estas
rondado, como se le dijo a Pablo, te lo digo hoy Ahora,
pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava
tus pecados, invocando su nombre (Hechos 22: 16). ¿Ya
estás bautizado? Sigue caminando y creciendo en gracia
y fe.
IV. SALVACIÓN QUE NOS ASEGURA LA
ETERNIDAD
Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
(Apocalipsis 1: 6)
En su primera epístola Juan asegura Y este es el
testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta
vida está en su Hijo (1 Juan 5: 11).
El premio final para aquellos que caminan con Jesús y le
han aceptado como su salvador es la vida eterna, pero
una vida libre de todo sufrimiento, una vida de eterna
juventud, en cuerpo inmortal con la felicidad infinita
asegurada.

V. SALVACIÓN QUE SE SELLARÁ PRONTO:


EN LA SEGUNDA VENIDA
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y
los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra
harán lamentación por él. Sí, amén. (Apocalipsis 1: 7)
Finalmente, los redimidos, los salvos, los victoriosos, los
que se negaron a si mismos recibirán la salvación del
Señor, con la gloriosa aparición de Jesús en el horizonte,
en aquella mañana gloriosa, se escuchara su potente voz
que circundará el globo terráqueo “Levantaos”, y el los
muertos en Cristo, al escuchar la voz del primogénito de
los muertos, se levantarán incorruptibles de sus tumbas,
y los vivos que han saludo vitoriosos de la gran
tribulación se unen a ellos y dirán éste es nuestro Dios,
le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a
quien hemos esperado, nos gozaremos y nos
alegraremos en su salvación. (Isaías 25: 9)

CONCLUSIÓN:
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
(Apocalipsis 1: 7)
Esta sección del libro es serrada majestuosamente,
Cristo se presente cono el Gran Yo Soy, el
Todopoderoso, solo él puede ayudarte, solo él puede
salvarte.
Hoy, millones están angustiados ante la peste que nos
está matando, al coronavirus, o al hambre, o al maltrato,
o a la pobreza, pero le tememos a la peste equivocada,
solo deberíamos temer al pecado y sus consecuencias,
para que así busquemos la única solución, al
Todopoderoso, porque solo en él podemos ser salvos.
¡MARANATHA! CRISTO VIENE.

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