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PREGUNTAS:
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
CONCLUSIÓN
Pareció que el tipo de azul iba a aflojarse la corbata, pero finalmente dejó caer el
brazo hacia un costado. Luego, con ojos de siesta, examinó la calle a través del
enorme cristal fijo.
El de azul no se dio por enterado hasta que el otro se le puso delante. Sólo
entonces le tendió la mano. El otro buscó, de una ojeada rápida, cuál de las cuatro
sillas disponibles tenía el hueco de pantasote que convenía mejor a su trasero.
Después se sentó sin aflojar los músculos.
Durante un buen rato estuvieron callados mirando hacia afuera. Pasó, entre otras,
una inquietante mujercita en blusa y el recién llegado se agitó en el asiento.
Después sacudió la cabeza significativamente como buscando el comentario, pero
el de azul no había sonreído.
—¿Por qué?
—¿Eh?
El mozo se acercó, dejó el café liviano, y se alejó con las piernas abiertas, para que
nadie ignorase que la transpiración le endurecía los calzoncillos.
—Hacela ver.
—Claro.
El lustrador dejó de embetunar y miró desde abajo, con los dientes apretados,
entornando los ojos.
—¿De veras?
—Se te pone que un tipo estuvo mal y ya no hay quien te frene. ¿Vos qué sabés por
qué lo hice?
—Bueno. Hablá.
—¿Te creés que no me doy cuenta? A vos se te ocurrió que yo le hablé al Viejo
para dejarte mal.
—¿Y?
—¿No?
—Le hablé para defenderme. Todos decían que yo había entrado a la Gerencia
antes de las nueve. Todos decían que yo había visto el maldito papel.
—Eso es.
—Yo no le dije que habías sido vos —siguió el otro, nervioso, como si estuviera a
punto de echarse a correr, o a llorar—. Yo dije que habían estado antes que yo,
nada más... Tenés que darte cuenta.
—Yo tenía que defenderme. Si no me defiendo, me echa. Vos bien sabés que no
anda con chiquitas.
—Y hace bien.
—Chih, decís eso porque sos solo. Podés arriesgarte. Yo tengo mujer.
—Jodete.
El otro hizo ruido con el pocillo, como para borrar la ofensa. Miró hacia los costados,
repentinamente pálido. Después, jadeante, desconcertado, levantó la cabeza.
El otro hizo un ademán brusco, de tímida protesta, y sin querer empujó el vaso con
el codo. El agua cayó hacia adelante, de lleno sobre el pantalón azul.
El mozo se acercó, 'recogió los más importantes trozos de vidrio. Ahora parecía
sufrir menos el calor. O se había olvidado de aparentarlo.
—No te preocupes.
—No te preocupes.
—Siempre dije que eras un buen tipo. Después de todo tenías derecho a telegrafiar.
Porque yo estuve mal... lo reconozco... Debí pensar que…
Lentamente se puso de pie, empujando la silla con bastante ruido. Iba a tender la
mano, pero la mirada del otro lo desanimó.
Caminó sin apuro, hasta la esquina. Examinó una vidriera de corbatas, dio una
última chupada al cigarrillo y lo tiró bajo un auto.
3- ¿Qué relación hay entre el título y el texto? ¿cómo juega el autor con el mismo?
El momento histórico de Uruguay para el año de 1959, siendo este el año en que
Mario Benedetti escribió el cuento “Tan amigos” es trascendental para darle una
mejor interpretación y sentido al texto, por lo que a continuación presentamos los
acontecimientos más relevantes.
Casi seis meses después de la llegada de una misión del Fondo Monetario
Internacional– la Reforma Monetaria y Cambiaria se convirtió en ley en diciembre de
1959: se libera la importación de mercaderías, modifica el valor de la moneda y
establece un tipo único de cambio.
El otro: este personaje se plasma como un hombre humilde, trabajador del común
que se encuentra desesperado porque en un intento por salvar su empleo traicionó
a un amigo, debido a que primaron sus necesidades como “tener una mujer, tener
su madre enferma con fiebre y dolor de riñones, y no poseer influencias en el medio
como sí el hombre de azul, por lo tanto teme a lo que pueda hacer este en su contra
como represalia. Además de notarse de este personaje sus sentimientos de
inconformismo, miedo, ansiedad, preocupación y desespero en todo el diálogo por
admitit estar nervioso y casi ni dejar hablar al hombre de azul y ser tan insistente en
todo su diálogo en que este hombre de azul comprendiera su necesitada situación a
comparación de este y no enviara un telégrafo para que lo despidieran, reflejado en
su diálogo de la siguiente manera “Tenés que comprender. Figurate que yo sé
demasiado que vos si querés me liquidás. Tenés como hacerlo. ¿Me iba a tirar
justamente contra vos? No tenés más que telegrafiar a Ugarte y yo estoy frito. De
igual modo se observa un sentimiento de envidia hacia su amigo, el de azul, por
cuanto le recalca varias veces que este es rico y que no se tiene que preocupar al
decirle expresiones como: “Lindo día para ser rico” y “Te echás en la cama, no
pensás en nada, y a la tardecita, cuando vuelve el fresco, empezás otra vez a vivir”.
Por otra parte, cabe añadir que en el accionar de este hombre, primado o cegado
por una necesidad de supervivencia por ser el más débil de la relación de amistad,
se aprecia que este hombre no se arrepintió o le pidió siqueira perdón al amigo, solo
le pidió perdón por derramar el líquido del vaso en él, pero no de la traición que le
realizó; y a pesar de haber traicionado a su amigo, siguió confiando en su palabra al
irse feliz porque el de azul le dijo que “no se preocupara” sobre el envío telégrafo.
Inquietante mujercita en blusa: Una mujer llamativa a los ojos de ciertos hombres
por su aspecto físico, logrando así, ser admirada por uno de los personajes y ser un
distractor momentáneo.
REFERENCIA
WEBGRÁFICA
http://www.anep.edu.uy/historia/guia/guia_2/gh2_1parte2_77a190.pdf
https://www.asihablamos.com/word/palabra/Embole.php?pais=UY
https://forum.wordreference.com/threads/ten%C3%A9s-flor-de-banca-con-el-
rengo.3709900/
https://www.elobservador.com.uy/nota/las-inundaciones-de-1959-el-otro-gran-
desastre-natural-que-debio-enfrentar-el-partido-nacional-en-el-gobierno-
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