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Neobarroso y el realismo alucinante

por Pablo Dreizik

La poesía de Perlongher alternativiza y trama los


fondos de la ironía con las más pulidas Cuando llegó a la Argentina Severo
superficies del neobarroquismo. No naufraga
tampoco en el juego de palabras o en las Sarduy dijo que lo nuevo era lo camp, lo
infatigables combinaciones de significantes. Se gay y lo kitsch. ¿Opinás lo mismo?
ocupa, en cambio, de los hilos tensados entre el
deseo y la historia. Perlongher visitó hace unos
días Buenos Aires, en donde dio algunas charlas
ante grupos minoritarios y antiautoritarios para
exponer la necesidad de practicar una Kitsch, camp y gay son monosílabos muy
micropolítica. Este reportaje intenta reflejar divertidos. A mí me parece que fue
alguna de estas insistencias. una boutade (un problema que hay siempre
con los reportajes). Una de las cosas más
interesantes de Sarduy es que libera al
español de su sujeción a un habla local:
¿Habría una vinculación entre deseo y hace un español desterritorializado.
escritura? En Maitreya de Sarduy, aparece un chongo
en una playa cubana y un chongo sólo
puede aparecer en Quilmes, en
Berazategui. En realidad, va mucho más
Podría empezar por cambiar algo la pregunta. Por allá de lo que él hace, pero me parece que
ejemplo, yo escribo preguntándome ¿qué hace que uno de los resultados más interesantes de
una escritura pueda ser llamada sensual? No es este proceso un poco de salida de los
solamente cierta acumulación de palabras, sentidos escritores latinoamericanos, a causa de
y significantes sino, más bien, cierta acumulación exilio o simplemente por deriva, ha sido
de sonidos que pueden producir la sensación de cierta desterritorialización del español,
ciertos flujos. El problema de dar una definición — pasándose a producir un español que no se
los vínculos entre deseo y escritura— es que uno habla en ningún lado.
termina haciendo ciertas recetas de lectura.
Admito, en cambio, que sea el resultado de una Respecto del kitsch, es divertido y
hay también kitsch de izquierda que sería
lectura posterior. la reiteración de ciertas consignas, cierto
efecto Delacroix (cierta teta desbordante en
la trinchera). Entonces, ése es un kitsch
que se puede usar. Me parece que
¿Qué operatividad le das al concepto de “deseo” tendríamos que tener una capacidad de
en poesía? divertirnos en el sentido de verternos
doblemente para poder soportar este tipo
de cosas. En cuanto a lo gay, ahí habría
que hacer otra discusión y saber qué quiso
Yo empecé a pensar en esto leyendo a Girondo y al decir Sarduy exactamente. Yo pienso que
comprobar que ciertos críticos leían la sensualidad toda esa cuestión de la sexualización de la
de su poesía pasándola por alto. Y es que esa escritura tiene que ver con la eclosión de
sensualidad contenía referentes directamente un discurso que no pasa necesariamente
sexuales y había cierta castidad en la crítica que por el nivel del lenguaje poético, que es un
parecía querer dejar de lado esa trama. Por otra lenguaje sexualista relacionado con lo gay.
parte, el deseo como efecto podría hacernos pensar El problema de lo gay es que se puede caer
en la “escritura” como en un campo de fuerzas, de en la tentación de producir una cultura gay,
flujos que se entrecruzan y que podrían dar a partir de lo cual se podría caer en un
eventualmente la posibilidad de una multiplicidad, punto de reterritorialización. A mí me
tanto en la lectura como en la escritura, de cierta parece que lo que uno escribe es como para
combinatoria de caminos. A mí no me interesa que se lo lea como se le antoje, si se lo
mucho decir: “Yo hago tal cosa”. Puedo decir lo quiere leer como gay me parece bárbaro
que estoy haciendo sin estar completamente también. Lo demás pertenece a discusiones
seguro. que se deben dar en el campo de la
sociología, de la política sexual y ver si
realmente puede traducirse “loca” a “gay”
o “chongo” a “gay” sin lavar los términos.
¿Trabajar en poesía con lo sensual da modos
más creativos y “libres”?

Al leer tus textos uno se encuentra ante


un barroco que resulta original, en el
Más bien se podría decir que puede abrir ciertas sentido de que combina los adornos y el
vías de singularidad, pero yo no sé si eso es tatuaje con hechos históricos, épicos.
exactamente libertad. Yo recuerdo el título de un
libro de Alejandra Pizarnik: Extracción de la
piedra de locura, y me parece que el proceso de la
escritura es como ese título: un poco de piedras que Eso que vos decís aparece especialmente
pasan por la garganta y hay cierto rigor en esa en Alambres. Es como un barroco de
extracción, en ese pescar. trincheras, un uso del barroco que pretende
irrumpir en el llamado discurso social, que
Entonces no sé muy bien qué es “libertad”. a veces es muy aburrido. Vos nombraste lo
Me parece que hay un paso difícil de resolver entre del tatuaje y es una cosa que yo digo a
lo que sería el campo de la experimentación poética veces: hay cierta tensión en este campo que
o literaria, el campo de experimentación con las Libertella llama las “nuevas escrituras”,
trastiendas del lenguaje y lo que podría ser que podemos —si tenemos ganas— llamar
cualquier tipo de posición política o política sexual. neobarroco o neobarroso. Si queremos
No hay pasaje directo entre ambos niveles. hacer un paquete con todo eso y hacerlo
circular para que se pueda deglutir, se
puede pensar en cierta tensión entre el
tatuaje de Sarduy y el tajo de Lamborghini.
En Sarduy hay mucha insistencia en el
¿Al escribir tenés en cuenta los efectos? trabajo más a flor de piel, en las sucesivas
capas que van cubriendo, pero esto no tiene
que ver con la antigua develación.
Entonces, en un poema en que se mezcla la
Pienso que eso puede provocar un error que es historia con las sábanas de lino y los toques
creer que hay un “yo” que escribe. Me parece que de los dedos de castañuelas, en la escena
ésa es una ilusión peligrosa. Lo que hay es cierta está todo. Lo que ocurre es que cierto
ceremonia o estado de producción que tiene algo modelo del Logos nos hace leer un
que ver con el trance, sin necesariamente caer en acontecimiento como si una cosa fuese
algún misticismo exagerado. La ilusión de que central o decisiva y la otra fuese
existe un lector es una cosa bastante remota, es más secundaria. Vuelvo sobre lo anterior, el
bien una instancia que aparece posteriormente al tatuaje de Sarduy y el tajo de Lamborghini,
acto de escribir, en el acto de releer, de tachar, de donde él quiere llegar más adentro, quiere
cortar, de yuxtaponer. Al fin yo soporto ese texto o llegar al hueso (eso está sobre todo en “El
no lo soporto. No se trata de una decisión subjetiva; niño proletario”), esa pulsión de desgarrar,
“soporto” significa que me deja dar paseos, derivas de romper; quizás uno puede situarse en
de ojos y pensamientos, o no. esa tensión.

Ya que hablaste del Deseo y la


Historia, habría que nombrar a Reinaldo
¿Hay una moda barroca? Arenas, que está trabajando
maravillosamente bien esta tópica. Por
ejemplo, hay todo un realismo
latinoamericano —palabra horrible— que
Mirá, yo no sé realmente si hay una moda barroca, es invadido por Arenas con todos los
lo que hay es una especie de revitalización, de juegos, los artificios y las volutas,
resurgimiento del Barroco y como todos esos construyendo un realismo alucinante que
procesos se dan por conjunciones históricas, habría tampoco es un realismo mágico ni etéreo.
que recorrerlos con más atención. Me parece que Justamente, el peligro de estas tentaciones
algo pasa, por ejemplo, en la escritura cubana: escriturales es que de repente se puede
alguna cosa pasa en España con la reivindicación delirar un plano de etereidad, de escritura
de Góngora y —vaya uno a saber por qué— eso demasiado flotante y esto tiene como
aparece en Cuba con una explosión de neobarroco. riesgo posible pensar que habría un nivel
Y todo eso, con procesos muy diferentes y cierta del caos y otro del orden, y que ese nivel
simultaneidad comienza a aparecer en ciertas del orden sería inescrutable y que fuera del
escrituras rioplatenses. Habría que investigar. orden sólo hay caos. Y por eso, me parece,
es interesante invadir el orden de las
escrituras realistas, sociales, digamos de
los estilos de las escrituras más
¿Te descubriste barroco en tu escritura o fue organizadas, que son formaciones
una búsqueda estilística previa? discursivas.

La cuestión más o menos es así: hay algunos estilos Tu escritura ¿es otra manera de leer la
con los que uno tiene más simpatía, que podrían ser historia a partir de hacer intervenir los
cierto “embarrocamiento”. Yo hablaría de cuerpos y el deseo?
“neobarroso” para la cosa rioplatense, porque
constantemente está trabajando con una ilusión de
profundidad, una profundidad que chapotea en el
borde de un río. Porque al Barroco, me parece a mí, Sí, tiene que ver, pero el problema es el
se lo puede pensar como una operación de siguiente: toda esa mitología que uno hace
superficie; hasta uno puede pensarlo como lo que le tiene que ver con un ahora, con un
gusta a uno, como lo que lo conecta, o aquello que presente. No es una relectura, aunque se la
sirve como un elixir alimenticio. Pero, de ahí a podría hacer. Todos esos chistes tienen que
enroscarse en alguna confabulación barroca… Eso ver con que “trenza” es de los granaderos y
es como un segundo paso, a mí me parece que hay aparte significa otra cosa y los granaderos
que tomarlo como una especie de envoltorio. Sería tienen que ver con Granada y de repente
un peligro tomar eso como una escuela o siquiera hay dos Granadas: una Granada en que lo
como un estilo. Esa cuestión del “neobarroco”, del matan a García Lorca y otra que invaden
“nuevo verso”, son cosas que se están hablando. los yanquis. Entonces ¿pasó que los
Me parece bien que se lo hable porque en cierto yanquis invaden Granada y matan a García
modo están facilitando la circulación de cierta Lorca? Por ejemplo, hay un poema mío,
pulsión medio encaracolada. Pero, de ahí a “Abisinia Exibar”, donde yo me mando un
creérselo y transformar eso en una mitología o montón de juegos. Abisinia Exibar es una
ideología es armar un corsé. Yo insisto con la marca de polvos que Lezama Lima usaba.
imagen del pianista que puede tocar diferentes Esta Abisinia que es un lugar donde
estilos. Una de las cosas que a mí me preocupan justamente hay cubanos y un “bar” es un
en Alambres y también en Austria-Hungría es bar y “Exibar” es también un bar y tiene
cierta dispersión estilística. Yo estaba que ver con el éxito y la exit (salida). Todo
acostumbrado a ver libros de poesía donde los eso es el nivel del delirio poético, en ese
poemas eran casi todos igualitos, digamos que plano no son eficaces las grandes
había un trabajo que se repetía de poema en poema predeterminaciones.
y yo no sé hacer eso. A mí no me sale. A mí me
salen series de cosas y después me canso y escribo
otras. Entonces qué sé yo en qué puedo
desembocar. ¿Por qué hablás de realismo alucinante
por ejemplo en Arenas y no de realismo
mágico?

¿Tu forma barroca de poesía aparece como


ruptura en Argentina, o se ubica dentro de
ciertas filiaciones con otros autores argentinos? Porque realismo mágico fabula demasiado,
tiene cierta tentación con la alegoría y te da
lo Real-real. El realismo alucinante es una
palabra portuguesa que es
Mirá, la palabra “filiación” es muy edípica, muy de lindísima: lancinante. Lancinar es como
“padres e hijos”. Me parece que aquí hubo varias hacer una estocada, como desgarrar, que
crisis de paternidad, hubo varios silencios que tiene que ver con la experiencia de la
hacen que, por ejemplo, haya vacíos considerables alucinación, pero que no deja de instaurar
escriturales, generaciones enteras que no se sabe un plano que también es de lo Real, que es
qué tienen que ver con las que les siguen. La de lo molecular y es de lo alucinante. A mí
palabra “filiación” es un poquito complicada me parece que si vos hacés una fábula te da
después. La genealogía se fabula, hay en realidad lo que pasa, es una experiencia estética
alianzas. En el caso de Osvaldo Lamborghini es interesante. Pero lo alucinante es que lo
más claro: El Fiord y Sebregondi retrocede me que pasa nos deja en lo alucinante de ser lo
descubrieron un montón de posibilidades en el que pasa. El problema es si vos respetás lo
momento en que las leí, pero no me gustaría hablar real constituido como tal o lo invadís. De
de filiaciones. Cuando a Lamborghini lo llamaba todas maneras, lo real alucinante tiene que
“La Nona”, él se enojaba mucho. ver con lo que Reinaldo Arenas hace
concretamente en El mundo alucinante,
donde toma las crónicas de un personaje
histórico —Fray Servando María Teresa de
Mier— y alucina. Por ejemplo, este
personaje estuvo preso y Reinaldo Arenas
lo hace dialogar con las ratas y no es
dialogar con las ratas y no es exactamente
mágico. Es que eso está pasando también
en algún nivel. No es una fábula que se
monta y que en un momento se va
descubrir que lo que había era la historia
como discurso más organizado. Está
pasando…

[Publicada en el diario Tiempo Argentino, 3


de agosto de 1986. Fue levemente retocada
para esta edición, corrigiendo erratas y
detalles de puntuación o notación.]

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