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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Sociología del Desarrollo

Manfred Max-Neef: El mundo en rumbo de colisión


Por Hugo Montalvo Rosero
5to Sociología
28 de noviembre de 2019

El presente trabajo resume clase magistral que diera Manfred Max-Neef en 2008 en el marco de las
jornadas LuZes Diálogos, organizadas por la Universidad Internacional de Andalucía en su campus de La
Rábida. El año no es casualidad, en 2008 el capitalismo en su mutación financiera sufrió una de sus crisis más
duras, de la que salió forzando a muchos gobiernos, incluido el de su santa sede estadounidense, a conceder
escandalosos préstamos al sistema bancario, cuyo monto total hubiera alcanzado, según Max-Neef, para
erradicar el hambre en el mundo por seis siglos.

Para Max-Neef el mundo actual se caracteriza por una cuádruple convergencia: un “crecimiento
exponencial del cambio climático antrópicamente inducido” [ CITATION Max08 \l 12298 ] a nivel mundial; el
fin de la energía barata, producto del agotamiento de los combustibles fósiles; una marcada disminución de los
recursos indispensables para la vida, agua, bosques, suelos, arrecifes; y la formación de una gigantesca burbuja
especulativa —que estallaría poco después— estimada en cincuenta veces el valor de la economía real. Las
posibles causas de su aparecimiento son: el paradigma económico dominante, que procura el crecimiento
económico a cualquier costo y estimula la acumulación corporativa [ CITATION Max08 \l 12298 ]; el uso
indiscriminado de combustibles fósiles para estimular ese crecimiento; el consumismo como camino a la
felicidad; la destrucción de culturas tradicionales mediante la imposición de modelos económicos industriales,
que provoca la pérdida de valores distintos a los de la cultura dominante [ CITATION Max08 \l 12298 ]; y el
desprecio que muestran los actores económicos por los límites materiales que impone el planeta.

Las consecuencias de la convergencia advertida por Max-Neef para el ambiente y la sociedad no tienen
precedentes: el cambio climático acarrea pérdida de suelos productivos, desertificación y crisis económicas en
los países pobres; el agotamiento del petróleo afecta a los sistemas industriales de alimentos, y con él a nuestro
modo de vida como lo conocemos: transporte, plásticos, refrigeración, etc.; la pérdida de recursos básicos es
patente, en las próximas décadas se extinguirá el cincuenta por ciento de las especies vegetales y animales que
existen.

Debemos, entonces, cuestionar con urgencia el sagrado mandamiento del crecimiento. La doctrina
neoliberal ha incrementado su poder hasta adquirir la forma de pseudorreligión de alcance mundial —hazaña
ambicionada y nunca conseguida por las grandes religiones— [ CITATION Max08 \l 12298 ] ; el expositor nos
hace notar que el neoliberalismo cumple con las tres características principales de las religiones: es dogmático,
es simplista y genera miedo. Lo siguiente que hace Max-Neef es describir la mitología que lo sustenta:

- La globalización como único camino hacia el desarrollo. En realidad, la etapa neoliberal que inicia en
la década de 1980 logró niveles de crecimiento bastante pobres en relación con los obtenidos por los
gobiernos desarrollistas de mediados del siglo XX. La experiencia de Corea del Sur y Taiwán sería
impensable bajo los esquemas económicos actuales, el desarrollo que alcanzaron se debió en gran
medida a la aplicación de medidas proteccionistas y regulaciones al capital que hoy son prohibidas por
la OMC y el FMI [ CITATION Max08 \l 12298 ].

- Una mayor integración a la economía global es beneficiosa para los pobres. Max-Neef desmiente esta
máxima mostrando datos empíricos bastante concluyentes. El incremento ingreso per cápita en los
países ricos, como consecuencia de la absorción de las economías pequeñas por el mercado global, ha
superado con mucho el de los países pobres.
- La explotación de las ventajas comparativas asegura la prosperidad. El libre comercio global es
sumamente ineficiente en términos reales [ CITATION Max08 \l 12298 ]. Al dar prioridad a la
producción a gran escala bajan los precios pero suben los costos ambientales y sociales. Max-Neef
recuerda aquí la teoría ricardiana: cuando hay movilidad transnacional del capital, éste ya no busca
ventajas comparativas sino absolutas en países que tengan menores salarios e impuestos, y que sean
permisivos en materia ambiental.

- La globalización produce más empleo. A inicios del siglo XXI un tercio de la fuerza de trabajo mundial
estaba desempleada o subempleada. La transnacionalización genera desempleo en los países desde
donde migran las industrias y subempleo en los países adonde llegan.

- Los organismos multilaterales de crédito y comercio son democráticos y transparentes. Max-Neef


describe a la Organización Mundial de Comercio como un grupo no electo de burócratas que trabajan a
puerta cerrada en Ginebra, y que puede tomar decisiones sobre varios aspectos económicos y sociales
que en teoría son prerrogativas de los gobiernos nacionales. “El propósito fundamental de la OMC es
lograr que sean las corporaciones las que gobiernen el mundo” [ CITATION Max08 \l 12298 ].

- La globalización es inevitable, irreversible, no existe alternativa. He aquí un rasgo claramente


fundamentalista. “El modelo dominante ha sido producto de la renuncia sistemática de la mayoría de los
países a su derecho de controlar los procesos económicos en beneficio propio” [ CITATION Max08 \l
12298 ]. Max-Neef es consciente de la reversibilidad de “cualquier proceso que se origine en
decisiones políticas” [ CITATION Max08 \l 12298 ] . Partiendo de este hecho propone una serie de
medidas concretas: acercar el consumo al mercado (economía a escala humana), mayor localización
monetaria (que los excedentes permanezcan en su lugar de origen), estimulación de la competencia
local para evitar monopolios, creación de impuestos ambientales y al consumo energético.

La clase de Max-Neef termina con su propuesta de una nueva economía del siglo XXI, que intenta
superar las teorías del siglo XIX que seguimos usando, alrededor de la idea de la separación conceptual entre
crecimiento y desarrollo. Si somos capaces de concebir el desarrollo en términos de bienestar y realización
humanos, desvinculándolo del crecimiento económico, ciego y aislado de las realidades sociales, e incorporando
como eje central la consciencia sobre nuestro entorno finito, podremos encontrar una salida factible.

Bibliografía

Max-Neef, M. (2008). El mundo en rumbo de colisión. Luzes Diálogos. La Rábida: Universidad Internacional de
Andalucía

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