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DIARIO
SERIE:
y Base de la
Verdad
COLUMNA Y BASE
DE LA VERDAD
EZRA MA & PEDRO DONG
© 2021 Editora Árvore da Vida
CITACIONES BÍBLICAS
Las citas bíblicas son de la Versión Reina Valera 1960, salvo cuando se
indiquen otras referencias.
Querido lector,
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INDIVIDUALMENTE
Los Editores
Gracias al Señor, comenzamos una nueva serie del Alimento Diario, titulada
“La iglesia: columna y base de la verdad”, la cual está basada en las dos
epístolas de Pablo a Timoteo. Querido lector, al leer este mensaje, esté con un
espíritu de oración para ser lleno del Espíritu que hay en estas palabras. El
Señor determinó que abordáramos estas dos epístolas porque este es el
momento apropiado para hacerlo.
El tema de esta semana es “La iglesia: la casa de Dios”. Durante este tiempo
trataremos sobre los siguientes asuntos: las características de la iglesia en el
tiempo del fin, el destinatario de las epístolas, cuándo y dónde fueron escritas,
la iglesia como la casa de Dios y el contenido de la Primera Epístola a Timoteo.
La situación mundial apunta a la consolidación del escenario para la venida
del anticristo. A la luz de la palabra del Señor, en estos últimos meses vimos
que en el mundo hay muchas mentiras y ataques a la mente de las personas.
Asimismo, vimos el gran daño que las redes sociales han causado a la
población. Por ejemplo, EE. UU. —el país que más valora la democracia— ha
pasado por serios incidentes, como los hechos ocurridos en su última elección,
los conflictos por la investidura del nuevo presidente elegido, la insurrección
ocurrida en su capital y la invasión del Capitolio, entre otros.
La actual pandemia ha expuesto cómo las naciones más ricas tratan con la
disponibilidad de la vacuna para el mundo. Siento compasión por los países
más pobres, pues no tendrán acceso tan pronto a la vacuna. Algunos países
como los Estados Unidos y los países de la Unión Europea están en esa guerra
para atender sus propias necesidades, perjudicando a las demás naciones. A fin
de cuentas, esta guerra por las vacunas solo demuestra que el mundo camina
rápidamente hacia el fin.
Hoy necesitamos de la verdad. Bajo la influencia del posmodemismo, el
mundo ha rechazado y puesto de lado a la verdad. Ya no existen los valores
humanos, porque todo se volvió relativo. Lo que era tabú, hoy es aceptado.
Por consiguiente, la única esperanza es la iglesia, donde estamos. Es por esa
razón que el Señor quiere hablamos fuertemente.
Querido lector, ¡valore el hecho de estar en la vida de la iglesia! No me
refiero a una organización religiosa, sino a la iglesia real, que está ocupada en
preparar y apresurar la venida del Señor, que busca crecer en vida,
¡ataviándose como la novia de Cristo y alistándose para convertirse en Su
ejército!
Entre los varios aspectos de la iglesia descritos en el libro de Efesios, hay
tres que son muy importantes en el tiempo del fin: el Cuerpo de Cristo, la novia
de Cristo y el ejército de Cristo. Estos son los tres puntos del progreso de la
iglesia en el tiempo del fin. La iglesia como el Cuerpo de Cristo enfatiza la
función de sus miembros. Hemos visto a la iglesia compuesta como Cuerpo.
Dios quiere preparar un Cuerpo para Su Hijo, en el cual todos sus miembros
funcionen y no existan clases de clérigos y laicos. Por esa razón, todos predican
el evangelio, todos se esfuerzan por pastorear y apacentar a otros, todos oran
y sirven, cada uno en su función. ¡En la iglesia todos somos útiles! ¡No hay
ningún miembro sin función porque todos son importantes, necesarios e
indispensables!
Cuando la iglesia, como el Cuerpo de Cristo, sea edificada y el Señor vuelva,
ella será Su novia. No se menciona el Cuerpo de Cristo en el reino ni tampoco
en la Nueva Jerusalén, porque el Cuerpo de Cristo es para esta era, para formar
a la novia. Al final tendremos a la novia y al ejército. Después de la batalla de
Armagedón, el ejército tampoco será necesario. No obstante, la novia sí, pues
será la esposa y permanecerá por toda la eternidad. ¡Alabado sea el Señor!
Estos aspectos de la iglesia son de suma importancia, pero es lamentable que
raramente sean mencionados en el medio cristiano. Que nuestras palabras y
oraciones estén dirigidas a satisfacer la voluntad del corazón de Dios. Leamos:
“He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (He 10:9). La voluntad
del Hijo es hacer la voluntad del Padre. Leamos más: “Venga tu reino. Hágase
tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mt 6:10). Aquí se
manifiesta el contenido central de la oración del Hijo. Sin embargo, ¿cuántos
se preocupan hoy realmente por lo que hay en el corazón de Dios? Cuando
oramos, ¿acaso solo pensamos en nosotros? Lo que Dios quiere hoy en la
iglesia, en el Cuerpo de Cristo, es un grupo de hijos que hagan Su voluntad.
Durante milenios la voluntad de Dios no ha sido hecha en su totalidad. El reino
de Dios todavía no está en la tierra de manera plena. Dios quiere traer Su reino
a la tierra y, para eso, necesita de la iglesia.
En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan no solo vio a la iglesia como un
candelera de oro con siete lámparas para alumbrar a toda la tierra. Él también
vio a los siete espíritus de Dios delante del trono y en medio de ellos. Estos son
las siete lámparas de fuego (Ap 4:5) y los siete ojos del Cordero (5:6),
respectivamente. Cuando juntamos los dos versículos, vemos que las siete
lámparas de fuego son los siete ojos del Cordero. En este tiempo final, la
iniquidad se está multiplicando. Existe la pandemia del Covid-19, pero también
existe la pandemia de la iniquidad, que, en otras palabras, es la pandemia de
las mentiras y de la desinformación, la cual confunde y engaña a las personas.
Lamentablemente, siento decir que, incluso en la iglesia, hay un número de
hermanos que han sido afectados e influenciados por las mentiras que son
propagadas por los medios.
Sin embargo, así como la iniquidad se ha multiplicado, ¡ el Espíritu también
se multiplicó! En Apocalipsis se mencionan los siete Espíritus (1:4; 4:5). No
son siete Espíritus separados, siete unidades del Espíritu. ¡En realidad significa
que el Espíritu está siete veces intensificado! Podemos ilustrarlo diciendo que
en vez de ser una lámpara de 100 watts, es una de 700 watts; es decir, su
capacidad de iluminar aumentó siete veces. Hoy queremos estar conectados
con Dios, cuyo Espíritu está siete veces intensificado.
En ese sentido, la iglesia ya no puede estar debajo de un “almud” (Mt 5:15).
El almud era un instrumento de medición de cereales. La iglesia ya no puede
permanecer cubierta por nuestras ansiedades del día a día ni por la embriaguez
de este mundo y sus preocupaciones. Nuestro corazón ya no puede estar
sobrecargado. Por el contrario, la iglesia necesita retirar el almud y retomar su
función del “candelera de oro” sobre “un monte” para iluminar a todo el mundo
(v. 14). ¡Que esa sea nuestra experiencia actual!
Pregunta: ¿Cuáles son los aspectos más importantes de la iglesia en el tiempo del
fin?
Lectura de apoyo:
D “Los peligros del lado bueno del alma” - cap. 6 - Dong Yu Lan.
SEMANA 1 - MARTES
Lectura bíblica:
Hch 16:1-3; 17:14-15; 18:5; 19:22; 20:4
Leer con oración:
Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo [...] pues a ninguno
tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros y(Fil
2:19a, 20).J
“h. NINGUNO TENGO DEL MISMO ÁNIMO”
------------------------------
B
SEMANA 1 - MIÉRCOLES
Lectura bíblica:
2 Ti 1:16-17; 2:9
Leer con oración:
Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si
retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la ^esperanza (He
3:6).
PREPARAR A LOS MIEMBROS DE LA CASA
PARA ENTRAR EN EL REINO
Pregunta: Basados en las palabras mencionadas, ¿qué entiende usted por “la casa
de Dios”?
Mi punto clave:
SEMANA 1 - JUEVES
Lectura bíblica:
2 Ti 3:16-17
Mi punto clave:
SEMANA 1 - VIERNES
Lectura bíblica:
1 Ti 1—6
D
SEMANA 1 - SÁBADO
Lectura bíblica:
1 Co 12:28; 1 Ti 1:7; 4:1-3; 6:3-7, 20-21
Leer con oración:
I Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón I l
limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida (1 Ti 1:5). j
MI pinito clave:
SEMANA 1 - DOMINGO
Lectura bíblica:
1 Ti 2:1-7; 3:1-13; 4:6-16; 5:1-16; 6:1-2, 6, 20-21
Leer con oración:
I Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, I l la
piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre (1 Ti 6:11). I
Dedicaremos este día para hacer un rápido abordaje de los aspectos restantes
del contenido de 1 Timoteo. Veamos el segundo asunto: “Una vida normal en
la iglesia: en el día a día y en las reuniones”. En el capítulo segundo, Pablo nos
orienta sobre cómo orar (vs. 1-7). Debemos ser hombres y mujeres de oración.
Aunque no nos agraden nuestros gobernantes, debemos orar por ellos.
En el capítulo 2, a partir del versículo 8 hasta el final, Pablo nos enseña cómo
los varones deben orar y cómo las mujeres deben vestirse —con decoro, pudor
y modestia—. El apóstol aborda el tema de la mujer hablar en la iglesia, porque
en aquella época tal vez había hermanas que hablaban demasiado o ejercían
autoridad sobre los hermanos. Por ser así, Pablo tuvo que ser muy enérgico.
Asimismo, esta porción contiene orientaciones muy prácticas para el orden y
la vida normal en las reuniones y en la vida cotidiana.
El tercer asunto aborda la administración de la iglesia: el presbiterio y el
diaconado (1 Ti 3:1-13). Pablb desarrolla una serie de recomendaciones a los
ancianos, diáconos y diaconisas; sin embargo, en la iglesia no hay ancianas,
solo ancianos.
El cuarto asunto trata sobre procedimientos y orientaciones en la iglesia:
“Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si
tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios” (1 Ti 3:14- 15a). Era
como si Pablo dijera: “Timoteo, te estoy enseñando cómo hacer las cosas.
Intento ser bien práctico”. En esta epístola existe revelación y visión, pero
también procedimientos y orientaciones prácticas.
En el capítulo quinto, entre los versículos 1 y 16, Pablo enseña cómo lidiar
con personas de diferentes edades: ancianos, ancianas, hermanos y hermanas
jóvenes, y una porción entera sobre las viudas. Realmente hay muchas
orientaciones y procedimientos.
A partir del versículo 17 hasta el 21, Pablo explica el asunto de los
honorarios de los ancianos. Se debe honrar a los ancianos no solo con
el respeto, sino también con ofrendas para suplir su necesidad, principalmente
a los que sirven a la iglesia de tiempo completo. Igual mente, hay orientaciones
sobre cómo tratar con los ancianos que no i lenen un buen testimonio. En el
versículo 22, el apóstol le recomienda a Timoteo que no imponga las manos
sobre alguien ni transmita autoridad a alguien de manera precipitada. Dando
continuidad, en el veiskitlo 23, Timoteo fue orientado sobre cómo cuidar de
su salud. I I tenía un problema estomacal, y Pablo le recomendó: “Ya no bebas
agua, sino usa de un poco de vino” (1 Ti 5).
I u el capítulo sexto, hay advertencias sobre la relación entre siervos y amos.
En aquella época, había esclavos y amos, y muchos entre ellos se convirtieron
en creyentes. La relación entre ellos debía ser de i espeto mutuo (vs. 1-2).
I ti los versículos 6, 17, 18 y 19, del capítulo 6, Pablo nos expone el asnillo
del dinero y cómo los ricos deben proceder. En su informalidad e Intimidad
con Timoteo, Pablo comenzó el tema en el versículo 6, peí o uo lo concluyó,
sino hasta el final de la carta.
I I quinto asunto es la función de la iglesia. Leamos: “En la casa de Dios,
que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” (1 Ti
3:15). ¿Cuál es la función de la iglesia? Ser < olmima y base de la verdad.
I I versículo siguiente es un cántico con muchas revelaciones: “E Hidra
aliblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en i ame,
justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los p,entiles, creído
en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti 3:16). Aquí vemos que la iglesia
es el gran misterio de la piedad —el misterio que expresa a Dios— y que está
aquí como el antídoto contra el misterio de la iniquidad. Jesús era Dios
manifestado en carne. Si alguien quería ver a I tíos, tenía que ir a Jesús. Hoy
la iglesia es el misterio de la piedad, en otras palabras, es la manifestación de
Dios en carne. Hoy, si alguien quiere ver a Dios tiene que venir a la iglesia.
¡Alabado sea el Señor!
I iiialmente llegamos al sexto asunto, que son exhortaciones personales: un
buen ministro de Jesucristo y un hombre de Dios (1 Ti 4:6-16). Todos los
versículos nos hablan de lo que es ser un buen ministro de Jesucristo. Pablo
exhorta: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de lesix rislo,
nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” (v.
6). En otras palabras, si usted enseña estas cosas a los het manos, será un buen
ministro de Jesucristo, será un buen “vacunador”. Sin embargo; antes, usted
tiene que estar nutrido con las palabras de la fe
y de la buena enseñanza que ha seguido de cerca. Por tanto, antes de todo, usted
tiene que “vacunarse” para poder “vacunar” a los demás.
En el siguiente versículo vemos el patrón de un buen ministro de Jesucristo:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti 4:12).
Un buen ministro de Jesucristo no puede acomodarse, conforme a lo que
leemos: “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Ti 4:15). Aunque su estado sea
bueno, su etapa también tiene que aumentar.
Pablo le recomienda a Timoteo que se “vacune” primero, para luego vacunar
a los demás: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” (1 Ti 4:16).
Vacúnese primero y, una vez inmunizado, usted también podrá vacunar a sus
oyentes. Ese es un buen ministro de Jesucristo.
Pablo concluye describiendo al hombre de Dios (1 Ti 6:11-16, 20-21). En
esa exhortación personal, Pablo le aconseja a Timoteo a huir de las cosas
relacionadas a la carne, a seguir las virtudes, a pelear la buena batalla de la fe,
a tomar posesión de la vida eterna y a guardar lo que se le fue confiado. Por
tanto, ese es el hombre de Dios.
A pesar dé que ya mencionamos el contenido de 1 Timoteo el viernes, vale
la pena recapitular su estructura:
1) Una advertencia contra la apostasía y la degradación de la iglesia.
2) Una vida normal en la iglesia: en el día a día y en las reuniones.
3) La administración de la iglesia: el presbiterio y el diaconado.
4) El proceder y las orientaciones en la iglesia.
5) La función de la iglesia.
6) Las exhortaciones personales: un buen ministro de Jesucristo y un
hombre de Dios.
Que Dios bendiga a Sus iglesias y que seamos verdaderamente Su casa. Que
cuidemos muy bien de la iglesia y que ella sea, de hecho, por medio de
nosotros, la columna y la base de la verdad. Amén.
I I tema general de esta serie del Alimento Diario es “La iglesia: columna y
la base de la verdad”. Actualmente, estamos viviendo en tiempos de mentiras
y de iniquidad. No obstante, la iglesia recibió de Dios la gloriosa misión de ser
la columna y la base de la verdad. De manera sigilosa, la Iniquidad ha ganado
espacio—incluso entre los cristianos—. Esto refuerza la i ici esidad de traer la
palabra pura de Dios.
I si a semana hablaremos con respecto a la fe, que es el contenido de la <•(
(momia neotestamentaria de Dios, el cual está relacionado con la verdad. I'oi
lauto, trataremos sobre la importancia de la palabra de la verdad para i'vlutt la
degradación de la iglesia. Asimismo, concluiremos demostrando que '.on las
enseñanzas saludables como expresión de las sanas palabras y del ministerio
de la verdad.
Del contenido de 1 Timoteo podemos extraer seis puntos principales que
fueron mencionados por el apóstol Pablo. El primero consiste en la advertencia
contra la apostasía y el declive de la iglesia. Con respecto a esto, recordemos
el mensaje anterior, en el cual hay más detalles sobre las i llas de varios
versículos. Entonces, como vimos anteriormente, l'nhlo había detectado que la
apostasía en aquella época ya se había Instaurado en la iglesia.
I I segundo aspecto trata acerca de tener una vida normal de la iglesia, un
vlvii normal personal y un vivir normal en las reuniones. Pablo le mostró a I
linóleo que la iglesia no se resume aúna institución formal. La iglesia, en
realidad, expresa una vida que impacta toda nuestra vida cotidiana, ya sea en
las actividades seculares o cuando nos reunimos con los hermanos. Por esa
razón, se da mucha atención al modo de conducir las reuniones.
Avanzando hacia el tercer aspecto, se destaca la administración de la Iglesia:
el presbiterio y el diaconado. Allí, Pablo nos aclara con respecto a la lunción
de los ancianos, de los diáconos y de las diaconisas, a fin de que haya una
adecuada administración en la iglesia. El cuarto aspecto es otro asunto
importante, el cual nos habla del proceder y las orientaciones en la Iglesia (I Ti
3:15), porque, en el caso de que Pablo tardase, Timoteo sabría cómo conducirse
y proceder en la casa de Dios. A cada uno de nosotros
se nos entregó una porción de la casa de Dios para cuidarla; eso es algo muy
serio, pues debemos tener celo para actuar de acuerdo con lo que Dios
estableció. Por ser muy importante, este tema fue mencionado en las dos
epístolas dirigidas a Timoteo y en la que fue dirigida a Tito, formando, así, los
tres “Ti”: 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito. Estos libros son conocidos como las
epístolas pastorales, porque traen procedimientos y orientaciones para el
cuidado y el pastoreo de una iglesia.
Así pues, llegamos al quinto aspecto, que trata sobre la función de la iglesia.
Además de ser la columna y la base de la verdad, la iglesia también es el gran
misterio de la piedad. No obstante, este tema será tratado con más profundidad
en futuros mensajes.
Para concluir, tenemos el sexto aspecto, que presenta exhortaciones
personales. Aquí vemos que Pablo tenía una preocupación especial con
relación a la persona de Timoteo —un genuino siervo de Dios—. Servir al
Señor no se resume solo en cuidar bien de las cosas y saber administrar los
hechos y los servicios; antes bien, el principal objetivo es cuidar de los
hermanos. Cada hermano debe estar bien y, por preocuparse de Timoteo, Pablo
le hizo exhortaciones personales con el objetivo de convertirlo en un buen
ministro de Cristo y un hombre de Dios.
El tema de esta semana —“La iglesia: columna y base de la verdad”— es un
asunto muy vasto del cual hablaremos extensivamente. El término ‘verdad’ no
se refiere solo a doctrinas o al simple conocimiento bíblico. Limitarse al simple
conocimiento es semejante a una persona que conoce toda la mecánica de un
vehículo, pero no sabe conducirlo.
El Señor desea que disfrutemos y experimentemos la verdad como la
realidad y la vida. De nada sirve tener comidas deliciosas si no las disfrutamos.
Amado lector, nuestro deseo es que usted sea guiado a la realidad y a la vida
que hay en la verdad, que tenga mucha experiencia y disfrute de la palabra del
Señor. Amén.
Lectura de apoyo:
“Fundamentos de la fe cristiana” - tomo. 1 - lección 18-Editorial Árvore da Vida.
“Llamados a promover la fe” - cap. 1 -Dong Yu Lan.
SEMANA 2 - MARTES
I <*< tura bíblica:
,/n 17:17
1
SEMANA 2 - MIÉRCOLES
I .ectura bíblica:
,/n 1:12
I ,eer con oración:
[ A.sí que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Ro 10:17). J
I ,a le viene por oír la palabra de Dios, conforme a lo que leemos: “Así que
la le es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”(Ro 10:17). Nuestros i ih h is
los órganos relacionados con la función auditiva— son la puerta i
... Irada para recibir la Palabra. Por esa razón, la Biblia insiste en varias
pon Iones: "El que tiene oídos para oír, oiga”. Si no oímos la palabra de I >lir._
no recibimos la fe.
I a le es el contenido de la economía de Dios; es decir, Cristo mismo. Al pi
Int Ipio, eslá fuera del hombre, conforme a lo ilustrado en el círculo de Li
izquierda imagen de arriba—. Por tanto, independientemente de que
el hombre crea o no, la fe siempre existirá, porque se refiere a Cristo y a todo
lo que Dios es. Cristo es el conector central del universo; en El, todo subsiste
(Col 1:17b), y sin Él, el plan de Dios colapsaría.
Como bien lo demuestra la ilustración, el camioncito —la Palabra—
transporta la fe hacia nuestro interior. Cuando oímos la Palabra, podemos tanto
recibirla como no. Si decimos “sí”, puede ser depositada en lo más íntimo de
nuestro ser —nuestro espíritu—, es así como se produce la fe subjetiva. De esa
manera, es imprescindible que, al oír la palabra, digamos “sí”, aceptándola.
Este proceso ocurre en nuestra mente —la parte líder del alma—, que entiende
la Palabra que oímos. Entonces, nuestra voluntad decide recibirla y nuestra
emoción siente placer en aceptarla. Experiméntelo ahora mismo, diciendo:
“¡Sí, acepto la palabra del Señor!”. ¿Logra sentir algo? ¿Percibe el placer de
recibir la palabra del Señor? En este momento, la fe es depositada en su
espíritu, produciendo así la fe subjetiva, que es su experiencia íntima con Dios.
En el Evangelio de Juan, leemos: “Mas a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (1:12).
Cuando recibimos la Palabra, ¡en nuestro interior surge la fe subjetiva, que va
creciendo cada vez más, a medida que creemos en el hablar de Dios! Como ya
vimos en otra oportunidad, nuestra fe es para creer, solamente tiene utilidad si
creemos. Dios siempre va enviar, por medio de la Palabra, un elemento de la
fe para que podamos creer, y así Cristo será cada vez más depositado en nuestro
interior.
El contenido que expusimos hasta el momento resume bien 1 Timoteo. Por
medio de la Palabra, la fe (objetiva) es depositada en el interior de nuestra fe.
El enemigo quiere desviar el camión de la ruta, quiere secuestrarlo y saquear
la preciosa carga que es la Palabra. Necesitamos guardarla y valorarla, para
que, a medida que crezca, llegue a ser la fe subjetiva en nuestro espíritu. ¡Que
Dios nos bendiga!
EL PRIMER ASPECTO: LA FE
Hoy hablaremos sobre la fe, el primer aspecto de los siete que mem ionamos
el martes. La fe es el contenido de la economía de Dios en <■1 Nuevo
Testamento; es decir, es la administración y el plan divino para la humanidad, el
evangelio completo. Esto es algo objetivo y externo V ••ski directamente
relacionado con la Persona y con la obra de Dios.
Asi que, bajo el ángulo de los grandes hechos espirituales, la fe está ' i
impuesta por Dios, Cristo, el Espíritu, la vida —no la vida humana, • ano l.i vida
divina—, la iglesia, el reino y la nueva Jerusalén en la eiemidad. Esa es una
manera de ver el magnífico plan de Dios.
I n cuanto a lo que concierne a la obra redentora de Dios, podemos liahlai
primeramente sobre lo que Cristo hizo. De esa manera, la fe i i mi icne la
encarnación de Cristo, Su vivir humano, Sus sufrimientos, ’m muerte en la cruz,
Su sepultura, Su resurrección y Su ascensión, así i unió el hecho de haber
regresado a nosotros como el Espíritu que da v lila Por tanto, hay diferentes
maneras de ver la fe.
También podemos relacionar la fe con nuestra plena salvación, que ipi
ende la redención de Cristo, la propiciación realizada en la cruz, el perdón de
nuestros pecados, la regeneración, la reconciliación con I líos y la justificación.
Esa fue la obra que Cristo realizó aquí en la i leí i a. No obstante, después de que
Cristo ascendió a los cielos y regresó i orno el Espíritu, Su obra continúa: después
que fuimos reconciliados, nuil lio más” seremos salvos por la vida de Dios (Ro
5:10b). Eso o, une en la vida de la iglesia, donde experimentamos el progreso de
la jn-.l ifk ación subjetiva, de la santificación, de la transformación, de la
conformación; llegando a la glorificación. Todo eso está dentro de la le. y nos
admiramos de ver cuán vasta y grandiosa es.
I lay diversos versículos en 1 y 2 Timoteo y en Tito que nos dan mas i laridad
sobre la fe. En 1 Timoteo 1:3-4, Pablo le rogó a Timoteo que amonestara a ciertas
personas a fin de que no enseñaran cosas dlleienles ni se ocuparan con fábulas y
genealogías interminables, lo i nal solo acarrean disputas y no ayudan en nada a
depositar la
economía de Dios —la fe— en nuestra fe subjetiva. El enemigo de Dios usa
esas distracciones para secuestrar aquel “camioncito” que vimos ayer,
impidiendo que la Palabra nos alcance.
I .eamosel siguiente versículo: “Manteniendo la fe y buena conciencia,
desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos” (1 Ti 1:19). Aquí
vemos que hay dos menciones de la palabra “fe”: la primera es la fe subjetiva
—“manteniendo la fe y buena conciencia”— y la segunda está relacionada con
la economía de Dios —“naufragaron en cuanto a la fe”—. Por no cuidar su
conciencia y la fe subjetiva, naufragaron en cuanto al plan de Dios —fe
objetiva—. En otra mención, leemos: “Maestro de los gentiles en fe y verdad”
(2:7b), que aquí se refiere a la fe objetiva, como también en este otro versículo:
“Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia”(3:9). Actualmente,
para muchos, incluso entre los cristianos, la fe todavía es un misterio. A pesar
de habernos familiarizado con este misterio, que se refiere a la economía de
Dios, muchos no saben cuál es el contenido de la fe. Entonces, necesitamos
guardar este misterio de la fe con una conciencia limpia, que es el vaso
adecuado para contenerlo. Hay otras menciones relacionadas con la fe objetiva
(v. 13; Tit 1:4, 13).
Asimismo, el apóstol Pablo orienta a su joven colaborador Timoteo a
nutrirse con las palabras de la fe (1 Ti 4:6) y a pelear la buena batalla de la fe
(6:12a). No es fácil poner la fe en nosotros, porque el enemigo quiere
distraernos de cualquier manera. La lucha es grande y el peligro es real. En la
época de Pablo, algunos terminaron desviándose de la fe (6:10, 21), negándola
(5:8) y volviéndose reprobables en cuanto a la fe (2 Ti 3:8). Pablo también le
advirtió que, en los últimos tiempos, algunos incluso apostatarían de la fe (1 Ti
4:1).
Necesitamos guardar la fe (2 Ti 4:7), cooperando con el Señor para
promover la fe que es de Sus escogidos (Tit 1:1). Esta fe es nuestra y nos fue
dada por Dios mismo. Hay una “flota de camiones” plenamente cargados con
la Palabra rumbo a nuestro encuentro, para que la fe sea depositada en nosotros.
¡Qué bendición!
Mi punto clave:
SEMANA 2-VIERNES
l rehira bíblica:
1 11 1:3; 2:4, 7; 4:3; 6:5; 2 Ti 2:15-18, 25
I rrr con oración:
Pura que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad
113:15). .
Pregunta: ¿Cuáles son los daños que las contiendas y los cuestionamientos causan
en los hermanos?
Mi punto clave:
SEMANA 2 - DOMINGO
I ectura bíblica:
Hch 2:42; 1 Ti 1:10; 6:3; Tit 1:9,13; 2:2, 7-8
I .eer con oración:
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina (Tit 2:1). J EL
Pregunta: ¿Qué son las sanas enseñanzas y por qué son indispensables en los
tiempos del fin?
Mi punto clave:
SEMANA 3 - LUNES
I rehira bíblica:
ln 6:63
I rrr con oración:
| I ti palabra de Cristo more en abundancia en vosotros (Col 3:16a). J
i'i < ipiuta: ¿ ('.uál es la diferencia entre tener la vida eterna y echar mano de la
vlilil rlri IKI ?
Lectura bíblica:
1 Ti 1:9,19; 2:10; 3:16; 2 Ti 1:5
Leer con oración:
Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa \^de esta
vida presente, y de la venidera (1 Ti 4:7b-8).J
LA PIEDAD Y LA FE SUBJETIVA
La verdad —la realidad para nosotros— muestra que Dios se hizo carne en
la persona de Jesús. Él era Dios y era hombre, era 100% Dios y 100 % hombre;
era un hombre-Dios. Él vino en carne y sangre (He 2:14), del linaje de David
(Ro 1:3; 9:5). Y, siendo Dios mismo, Se despojó a Sí mismo, tomando la forma
de siervo, para ser un hombre como nosotros (Fil 2:7-8). Vino en semejanza de
carne de pecado; es decir, la carne de la cual se revistió estaba sujeta a caer en
tentación, pero Jesús, como hombre, venció (Ro 8:3). Esto es un gran misterio,
es el gran misterio de la piedad: “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo
espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios” (1
Jn 4:2-3a). Aquí vemos la inmunización, la vacuna contra las herejías de
aquella época, contra las personas que decían que Jesús no vino en carne (2 Jn
1:7).
Continuemos examinando este versículo: “Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu” (1 Ti 3:16). La palabra ‘justificado’ también quiere
decir vindicado, probado y aprobado como correcto y justo. Jesús fue aprobado
como Hijo de Dios por el Espíritu (Ro 1:3-4). En Su bautismo, el hombre Jesús
dio testimonio de haber cumplido con toda la justicia de Dios y por eso fue
aprobado por el Espíritu (Mt 3:15-17). El Espíritu Lo aprobó en el bautismo y
luego Lo llevó a la próxima etapa: ser tentado. Leamos el siguiente pasaje:
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el
diablo” (4:1). Jesús vino en carne, pero vivió por el Espíritu (Le 4:1, 14a). Él
siempre hizo Su obra por el Espíritu de Dios (Mt 12:28). Incluso en Su muerte
en la cruz, Él se ofreció a Dios por el Espíritu eterno (He 9:14). La vida de
Jesús fue una vida totalmente mezclada con el Espíritu, por esa razón la Biblia
dice que Él fue vindicado, justificado en Espíritu.
En el monte de la transfiguración, Jesús también fue justificado al manifestar
Su gloria delante de Pedro, Jacobo y Juan (Mt 17:2).
Igualmente, Su resurrección fue una fuerte vindicación y señal de que Dios
aprobaba la vida y la obra de Su Hijo. En Su resurrección, Él se hizo el Espíritu
que da vida, para vivir y habitar en nosotros (1 Co 15:45; 2 Co 3:17). Por esa
razón, Dios puede ser manifestado en nuestro vivir en la carne como el gran
misterio de la piedad.
En Su encamación y vivir humano, Cristo fue “visto de los ángeles” (1 Ti
3:16; Le 2:9-14). En Su tentación, los ángeles contemplaron todo y cuando el
diablo se apartó, ellos servían a Jesús (Mt 4:11). En Su crucifixión, Jesús
estaba rodeado de ángeles caídos, contentos por ver al Hijo de Dios
crucificado. No obstante, Jesús no estaba simplemente ( lavado en la cruz; Dios
estaba ocupado, trabajando. Él despojó a lodos aquellos ángeles caídos, todos
los principados y potestades, y los exhibió públicamente al oprobio, triunfando
sobre ellos en la cruz (Col 2:14-15). Incluso en Su muerte, Jesús obtuvo la
victoria sobre los ángeles caídos. Esa también debe ser nuestra experiencia:
los angeles deben mirar a cada uno de nosotros y contemplar nuestro vivir,
porque el vivir de un ser humano que expresa a Dios tiene un gran efecto en el
universo. Durante los días que Jesús estuvo muerto, lúe al abismo y estando
allí, fue contemplado por los ángeles caídos que estaban en un lugar llamado
Tártaro (1 P 3:18-20). Si nosotros en la iglesia, como columna y base de la
verdad, expresamos a Dios y cumplimos nuestro papel como el gran misterio
de la piedad, t.imbién influiremos en todo el universo.
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SEMANA 3 - DOMINGO
Lectura bíblica:
Hch 1:8-11; 13:48; Ef3:8; Col 1:27; He 1:3
Leer con oración:
I Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la I l iglesia
(Ef5:32). J
MI punto clave:
SEMANA 4-LUNES
Lectura bíblica:
Ef3:3-4
Leer con oración:
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado
a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en •^gloria (1 Ti 3:16).y
Durante las últimas semanas vimos los siete aspectos que componen la
columna y la base de la verdad. Estos siete asuntos están dispuestos así: en el
aspecto objetivo, tenemos la fe, la verdad y las sanas enseñanzas; en el aspecto
subjetivo, tenemos la piedad, la fe —la nuestra— y la conciencia. Estos dos
conjuntos tienen como vínculo la vida eterna, la cual es el medio y el poder que
nos capacitan para recibir y experimentar subjetivamente los aspectos del
ámbito objetivo.
Cuando la iglesia es bien cuidada siguiendo las instrucciones de Pablo en 1
Timoteo, de hecho, funciona como la casa de Dios, como la columna y la base
de la verdad, llega a ser un testimonio vivo, la continuidad de Cristo como la
manifestación de Dios en la carne. Hoy la iglesia es el gran misterio de la piedad
que, por un lado, es Cristo mismo y, por otro, es Cristo vivido y manifestado en
la iglesia, como la expresión de Dios en la carne. Además del asunto del gran
misterio de la piedad, esta semana también abordaremos sobre el ministerio de
oración de la iglesia y la necesidad de Dios de tener en la tierra a personas que
permitan que Su voluntad se realice.
Al hablar de misterios, no podemos dejar de pensar en el misterio del
universo y de cómo se originó. Nosotros, que amamos a Dios y Su palabra,
sabemos la respuesta: el misterio del universo es Dios. ¿Y quién es Dios? Dios
mismo es un misterio, y ese misterio estuvo oculto por siglos y edades, hasta
que un día Él se hizo carne y se manifestó. ¡Qué maravilla! El Dios invisible,
que nadie podía ver, se manifestó, se encarnó. Colosenses 2:2 (lit.) nos revela
el misterio de Dios: “Hasta alcanzar el pleno conocimiento del misterio de Dios;
es decir, de Cristo”. El misterio de Dios es Cristo.
No obstante, Cristo también es un misterio. Durante el tiempo en que Jesús
vivió como un hombre en carne, si alguien quería ver a Dios, debía tocar a Jesús,
necesitaba ver a Jesús. Hoy Cristo también
es un misterio. ¿Y cuál es el misterio de Cristo? El misterio de Cristo es la
iglesia. ¿Usted quiere ver a Cristo? Entonces necesita estar en la iglesia. No es
la iglesia física, no es un templo o una catedral. No es un edificio, es la iglesia
del Dios viviente, la iglesia orgánica que está compuesta por los miembros del
Cuerpo de Cristo. ¡Alabado sea el Señor! Y el Cuerpo de Cristo, que es la
iglesia, es Su expresión. Pablo usa el término “misterio de Cristo” (Ef 3:3-4), y
un poco más adelante, en este mismo capítulo, vemos su definición: “Y de
aclarar a lodos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos
en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en
los lugares celestiales” (vs. 9-10). Cuando el misterio de Dios es revelado,
tenemos a Cristo. ¿Y quién revela a Cristo? La iglesia es quien Lo revela.
¡Alabado sea el Señor!
Asimismo, leamos: “Orando también al mismo tiempo por nosotros, para
que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio
de Cristo, por el cual también estoy preso” (Col 4:3). En su primer
encarcelamiento, Pablo estaba encadenado. Después, alquiló una casa y tenía
cierta libertad, pero estaba preso y no podía salir de allí. Fue encadenado y preso
por causa de la iglesia: el misterio de Cristo. Por esa razón, Pablo pidió
oraciones a la iglesia en Colosas, para que Dios abriera puertas para la Palabra.
También nosotros pedimos oraciones a cada uno de los que leen este
devocional, para < ¡ue Dios nos abra puertas para proclamar Su palabra.
Lectura de apoyo:
"El manantial de aguas vivas” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
"La Palabra y la oración en la vida cristiana” - caps. 6 y 9-Dong Yu Lan.
"La oración de Ana” - cap. 2-Dong Yu Lan.
B
SEMANA 4 - MARTES
Lectura bíblica:
Ro 8:10; 1 Co 6:17; Gá 2:20; Ef 5:31-32; Col 1:26-27; 1 Ti 3:16
Leer con oración:
I Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la I l iglesia
(Ef5:32). * \
Lectura bíblica:
1 Ti 2:1-4; 3:15
Leer con oración:
I Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa I l
conforme a su voluntad, él nos oye (1 Jn 5:14). J
Mi punto clave:
SEMANA 4 - JUEVES
Lectura bíblica:
Ef6:18;Fil 4:6
Leer con oración:
HOMBRES
Orar es más importante que hacer cosas para Dios. La oración es más
importante que la obra. Es cierto que la obra es muy importante y debemos
hacerla pero, ante todo, debe haber oración. Ministrar la palabra es muy
importante, pero necesitamos orar más para que la palabra ministrada alcance
a las personas. En el Antiguo Testamento, tenemos el ejemplo de Moisés, que
intercedió mucho por el pueblo de Israel, y en el Nuevo Testamento, tenemos
el ejemplo de Jesús, que oraba siempre para que la voluntad del Padre se hiciera
(Mr 1:35; 6:46; Le 6:12-13).
Debemos orar en favor de todos los hombres porque Dios “desea que todos
los hombres sean salvos (1 Ti 2:4). Debemos orar “por los reyes y por todos los
que están en eminencia, para que llevemos una vida tranquila y sosegada en
toda piedad y dignidad” (v. 2 - lit.). ¡Esta es una oración de autoridad! No
participamos en la política, pero vamos a intervenir con nuestra oración.
Muchas veces oramos por las autoridades basados en nuestras preferencias. No
obstante, recuerde que, cuando Pablo escribió esa recomendación, el emperador
que estaba en el poder era César Nerón. No había nadie más maligno que él, y
aun así Pablo recomendó orar por los gobernantes. Frente a eso, tenemos que
saber que toda autoridad fue establecida por Dios. La Biblia nos enseña que
toda autoridad fue instituida por Dios y que debemos sujetamos a ella por causa
del Señor (Ro 13:1; 1P 2:13-14).
No estamos hablando de lo políticamente correcto o de ideologías; antes
bien, estamos hablando de la palabra pura de Dios. No debemos “descontarle”
nada como muchos hoy quieren hacer. Hay pastores que quieren “actualizar”
las Escrituras para ser políticamente correctos, intentan encajar la palabra de
Dios en el siglo XXI, en el posmodemismo. ¡No! La Palabra de Dios es
intocable. No podemos modificarla.
Pablo también ordena: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y
autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena
obra” (Tit 3:1). Pablo fue preso injustamente y, después del segundo
encarcelamiento, fue martirizado. Y se sujetó a las autoridades, cuando apeló a
César en su juicio en Cesárea.
En su primer encarcelamiento, Pablo vivió en una prisión domiciliaria y, a
pesar de estar bajo restricción, pudo escribir con calma las epístolas a los
Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses y a Filemón, que, juntamente con la
epístola a los Gálatas, constituyen el corazón de la Biblia. Dios sabe todas las
cosas. Incluso bajo un gobierno totalitario, que nos traiga sufrimientos, nosotros
creceremos y maduraremos. Demos gracias al Señor por eso. Que de nuestra
boca salgan menos reclamos. Vamos a alabar más al Señor y ser agradecidos
con Él. ¿La situación política de Brasil es buena? No diría que es buena, pero
de hecho, no tenemos de qué reclamar. Todavía podemos invocar el nombre del
Señor sin ser tomados presos. ¡Alabado sea el Señor! Vamos a aprovechar el
tiempo de hoy para buscar al Señor y predicar el evangelio. Vamos a orar por
nuestros dirigentes. Dios no quiere saber si usted es el presidente o si vive en
un barrio pobre; todos tienen el derecho a oír el evangelio, todos tienen el
derecho a invocar el nombre del Señor, todos tienen el derecho a tener acceso a
esta columna y base de la verdad, y tener una vida que manifieste a Dios en la
carne.
Primera de Timoteo también nos habla de llevar una vida tranquila y
sosegada en toda piedad y dignidad (2:2). Eso significa tener una vida digna de
reverencia. Significa que, cuando miren nuestra vida, las personas nos darán
reverencia, reconocerán que tenemos una vida que inspira respeto. ¿Por qué?
Porque es una vida que expresa a Dios, es una vida digna, noble y honorable
para con los hombres.
En las cartas de Pablo a Timoteo y Tito, Dios es presentado principalmente
como el Dios Salvador (1 Ti 1:1; 2:3; 4:10; Tit 3:4), lo cual indica,
evidentemente, que en tiempos de degradación, Dios quiere salvar a las
personas. Que tengamos el mismo corazón y oremos para poder predicar el
evangelio libremente y que los hombres sean salvos por medio de él.
Pregunta: ¿Por qué debemos orar por las autoridades y por los hombres en
general?
Mi punto clave:
SEMANA 4 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Ex 17:9-12; Mt 18:15-17
Leer con oración:
De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo ^(Mt 18:18).~J
LA FINALIDAD DEL MINISTERIO DE ORACIÓN
DE LA IGLESIA
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SEMANA 4 - DOMINGO
Lectura bíblica:
Ef3:20
Leer con oración:
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que
está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos (Mt 18:19-20).
ASUMIR LA ORACIÓN DE LA IGLESIA COMO UN
MINISTERIO
Mi punto clave:
SEMANA 5-LUNES
Lectura bíblica:
Mt 20:6-9,16; Le 12:32; Jn 8:44; Ap 3:10-11
Leer con oración:
I Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas I l que
hemos oído, no sea que nos deslicemos (He 2:1). I
VALORAR LA VERDAD
Pregunta: ¿Qué significa atender con más diligencia a las verdades oídas?
Lectura de apoyo:
“Andar conforme a la voluntad de Dios” - caps. 6y 7 - Dong Yu Lan.
“El siervo fiel y prudente” - cap. 4 - Dong Yu Lan.
“Consagración ” - caps. 2 y 3- Dong Yu Lan.
SEMANA 5 - MARTES
Lectura bíblica:
Gn 24:1-4; 1 Ti 1:3
Leer con oración:
I Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo I l esposo,
para presentaros como una virgen pura a Cristo (2 Co 11:2). J
B
SEMANA 5 - MIÉRCOLES
Lectura bíblica:
Sal 110:3; Mt 24:45-46; Le 12:41; 2 Ti 4:6-7; Ap 3:11
Leer con oración:
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos \^los que
aman su venida (2 Ti 4:8).J
AMAR LA VENIDA DEL SEÑOR
Pregunta: De acuerdo con 2 Timoteo 4:8, ¿cuál es el criterio que nos calificará para
ser vencedores ?
Mi punto clave:
SEMANA 5 - JUEVES
Lectura bíblica:
Hch 13:1-3,13-16; 14:1,15
Leer con oración:
I Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme I
( a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado (Hch 13:2). J
B -------------------------------
SEMANA 5-VIERNES
Lectura bíblica:
Hch 3:1-10; 4:16-23; 14:19; 17:23-24; Gá 1:15-16; Col 1:25; Ap 10:7
Leer con oración:
I El viento sopla de donde quiere,y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde I l
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Jn 3:8). J
En Hechos 3, vemos que los apóstoles Pedro y Juan habían hecho un milagro,
por el cual todos glorificaron a Dios (vs. 1-10). Inmediatamente después,
fueron juzgados por el sanedrín, que quería prohibirles hablar del nombre de
Jesús (4:17). Al no tener las condiciones propicias para castigarlos, por la
admiración del pueblo, Pedro y Juan fueron liberados y buscaron a los
hermanos para contarles lo que había ocurrido (v. 21). Veamos cuál fue la
reacción de los hermanos al oírlos: “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron
unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste
el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” (v. 24). Amados hermanos,
no existe un segundo dios que haya hecho el cielo, la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay, no existe otro Dios. ¡Solo hay un Dios verdadero!
En otra ocasión registrada en el libro de los Hechos, se nos recuerda que hay
un único Dios. Pablo estaba en Atenas, un lugar muy idólatra y politeísta,
donde al pasar observó varios objetos de culto y de entre los cuales había un
altar a un dios desconocido (17:23). Pablo aprovechó la situación para decir
que aquel Dios desconocido es, en realidad, el verdadero y único Dios (v. 24).
En Apocalipsis también leemos: “Y juró por el que vive por los siglos de los
siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que
están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más”
(10:6). Este es el ángel cuyos pies están sobre el mar y la tierra como señal de
posesión, indicando que todo es del Señor. Asimismo, anuncia que el séptimo
ángel tocará la trompeta, y el misterio de Dios se consumará (v. 7). En
Apocalipsis 14:7, vemos lo mismo. Amados hermanos, esta es una palabra
entre paréntesis, cuya intención es llamar nuestra atención en cuanto al hecho
de que hay un único Dios, responsable de toda la creación. Debemos alabarlo
y adorarlo por eso todos los días.
Al volver al libro de los Hechos, leemos sobre el paso de Pablo por Iconio
(14:19). (...) No obstante, cuando los discípulos lo encontraron, Pablo se
levantó, se sacudió el polvo y continuó predicando el evangelio. Ese es el
espíritu que Pablo tenía y que también nos debe contagiar. No nos dejemos
abatir por las circunstancias; antes bien, levantémonos y prosigamos.
Finalmente, Pablo llegó a la ciudad de Listra (Hch 16:1-3). Antes de eso,
Pablo y Bernabé habían tenido una fuerte discusión por causa de Juan Marcos,
quien desertó en el primer viaje. Por causa de la fuerte relación afectiva que
tenía con Marcos, Bernabé quería llevarlo en el segundo viaje, dándole una
nueva oportunidad. Sin embargo, Pablo no estuvo de acuerdo. Aquí no estamos
haciendo ningún juicio sobre quien tenía la razón. Por el contrario, queremos
aprender a seguir lo que el Espíritu está haciendo y ser sensibles a Su dirección.
Pablo, por su parte, escogió a Silas —uno de los hermanos principales de
Jerusalén— para acompañarlo en su viaje. Silas había sido enviado por los
hermanos de Jerusalén a Antioquía, a fin de testificar la decisión de una
comunión que hubo entre Pablo, Bernabé y los apóstoles de Jerusalén. Silas, a
su vez, decidió acompañar a Pablo, porque percibió la dirección y el liderazgo
de Pablo. A pesar de que también había apóstoles en Jerusalén, Silas se dio
cuenta de que a Pablo le había sido confiado el contenido de la economía de
Dios. Por tanto, la enseñanza de los apóstoles, fue ministrada principalmente
por medio de Pablo.
En Jerusalén, el Espíritu usó grandemente a Pedro y Juan para dar testimonio
de que Jesús es el Cristo, que fue muerto, pero a quien Dios resucitó. Así que,
concluimos que la principal acción de los doce apóstoles en Jerusalén fue la de
dar testimonio. Por ser judíos, los apóstoles testificaron ante los judíos que
Jesús, a quien ellos habían matado, era el Cristo que Dios les envió y a quien
Dios mismo resucitó. Este era el encargo de los doce apóstoles.
Por último, en mensajes anteriores vimos que Pablo fue quien completó la
palabra de Dios. Él completó la revelación del misterio que hay en la Palabra,
por eso entendemos que su palabra completó la revelación que define la
enseñanza de los apóstoles. A Dios le plació revelar directamente a Pablo Su
economía, Su plan y Sus misterios (Gá 1:15-16; Col 1:25). Este es el contenido
de las palabras de Pablo.
Mi punto clave:
SEMANA 5- SÁBADO
Lectura bíblica:
Hch 15:40; 16:1-3; Gá 2:1-3
Leer con oración:
I Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación I
l (Fil4:14). J
LA IMPORTANCIA DE LA COMPLICIDAD
EN LA OBRA DEL SEÑOR
Mi punto clave:
SEMANA 5 - DOMINGO
Lectura bíblica:
1 Ti 1:5
EL CAMINO DE LA BENDICIÓN
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con la dirección del Espíritu?
B
SEMANA 6 - LUNES
Lectura bíblica:
Hch 1:4; 2:1-4; Ef 1:20-21
Leer con oración:
Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la yenvié (Is
55:11). )
LA FUNCIÓN DE LA PALABRA PROFÉTICA
Y LA OPERACIÓN DEL ESPÍRITU
Lectura de apoyo:
“La gloria del ministerio del nuevo pacto” - caps. 3 y 4- Pedro Dong.
“Aprendiendo con los apóstoles” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
B
SEMANA 6 - MARTES
Lectura bíblica:
Hch 11:25-26; 13:13,16; 14:1-18
Leer con oración:
Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que
permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de \jnuchas
tribulaciones entremos en el reino de Dios (Hch 14:22).
LOS PRINCIPIOS IMPORTANTES
PARA LA OBRA DEL SEÑOR
Pregunta: ¿Cuáles son los principios vistos en el texto de hoy para el servicio en la
obra del Señor?
Mi punto clave:
SEMANA 6 - VIERNES
Lectura bíblica:
1 Cr 11:18-19; 2 Co 1:1; Fil 1:1; Col 1:1; Flm 1
Leer con oración:
Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el
Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera y^gue enseño
en todas partes y en todas las iglesias (1 Co 4:17).J
J
UN CORAZÓN LIMPIO, UNA BUENA CONCIENCIA
Y UNA FE NO FINGIDA
0
SEMANA 6 - DOMINGO
Lectura bíblica:
2 Ti 1:15; 4:16,21
Leer con oración:
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a ytodos los que
aman su venida (2 Ti 4:7-8).y
Que el Señor nos bendiga a todos. ¡Vamos a vencer esta guerra! En medio
de los sufrimientos y dificultades, recuerde esta palabra: Pablo debe ser nuestro
modelo. El mismo Espíritu que actuó en Pablo está hoy en nosotros. Podemos
tener la misma osadía, la misma entrega y el mismo sacrificio. ¡Que nuestra
vida sea una libación para la iglesia! ¡Y que Dios nos bendiga a todos, para que
todos estemos juntos en el reino! ¡Jesús es el Señor!
i
SEMANA 7 - LUNES
I .rctura bíblica:
Hch 28:16-30
Gracias al Señor, comenzamos una semana más del Alimento Diario, cuyo
título es “El autor: el apóstol Pablo (1)”. Pablo es el autor de las Epístolas a
Timoteo, un joven y fiel colaborador totalmente alineado con el ministerio del
apóstol, lo cual permitió que él fuera grandemente usado por Dios. Timoteo era
compañero de Pablo en la obra del Señor y permaneció con él durante su primer
encarcelamiento, a fin de serle útil. Considerando estos ejemplos, seamos
aquellos que colaboran con el Espíritu para concluir el plan de Dios aquí en la
tierra. Aunque seamos limitados, el Espíritu nos capacita para cumplir esa
misión. Por esa razón, aceptemos el llamado del Señor para luchar a Su lado
como la novia guerrera, a fin de poner a todos los enemigos debajo de Sus pies.
Nuestra intención no es solo hacer un simple estudio de las cartas de Pablo a
Timoteo. Por el contrario, deseamos recibir la revelación al respecto del
propósito de Dios, por medio de esas epístolas. Sabemos que Dios tiene un plan;
no obstante, para ejecutarlo en la tierra, Él necesita de siervos que estén
alineados a Su voluntad. El Padre está listo para realizar Su propósito, pero no
Lo hará si la iglesia no se presenta para realizarlo. Esto demuestra el privilegio
que tiene la iglesia de participar del proceso de ejecución de la voluntad de Dios
en la tierra.
Para cumplir el plan de Dios, necesitamos ser sencillos y puros de corazón.
El comienzo de la historia del pueblo de Israel fue muy sencillo: Dios le dio la
ley a los israelitas para que su vida sirviera como un testimonio de quién era Él
y de cómo actúa en la tierra. Sin embargo, a lo largo de los siglos, la ley llegó
a ser la religión judía, con sus ritos y sus tradiciones. De esa manera, se perdió
la sencillez. Asimismo, vemos que la situación se repitió en la era de la iglesia
primitiva: Dios llamó a un pequeño grupo de apóstoles y a ciento veinte galileos
que, después de la muerte, resurrección y ascensión del Señor Jesús,
permanecieron en Jerusalén esperando a que el Padre
derramara Su Espíritu. Tras ese acontecimiento, los doce apóstoles comenzaron
a predicar el evangelio con pureza y así, se convirtieron multitudes. No
obstante, al final del primer siglo, la degradación entró en la iglesia a través de
las disputas religiosas, filosóficas y teológicas, surgiendo, así, un sistema
religioso en el medio cristiano, el cual persiste hasta nuestros días.
No obstante, nosotros no estamos aquí para vivir una religión. Por ese
motivo, nuestra intención no es hacer un estudio teológico, presentando muchas
doctrinas sobre las epístolas de 1 y 2 Timoteo. ¡Nuestro deseo es volver a la
pureza del evangelio de Cristo!
Por tanto, pídale al Señor la gracia de salir de toda atmósfera religiosa,
teológica y doctrinal, para entrar en Su corazón y conocer Su voluntad. De esa
manera, usted será un canal adecuado para que Dios actúe en la tierra,
principalmente, en estos tiempos finales.
Las epístolas de 1 y 2 Timoteo registran que Dios le proveyó a Pablo un
colaborador muy valioso. El joven Timoteo era íntimo del apóstol y totalmente
alineado con su ministerio. Por esa razón, Dios pudo usarlo grandemente.
Mediante las dificultades de la obra, Timoteo, a pesar de ser muy joven,
aprendió con el apóstol a soportar los sufrimientos y a no perder el enfoque de
la voluntad de Dios. Ambos eran cómplices en la obra del Señor. Por la
misericordia del Señor, actualmente tenemos varios jóvenes colaboradores, que
también son cómplices en el cumplimiento de la voluntad de Dios.
El apóstol Pablo es el autor de las dos cartas a Timoteo. La primera de ellas
fue escrita alrededor del año 65 d. C., después de su primer encarcelamiento.
El libro de los Hechos nos muestra que Pablo casi murió en Jerusalén, por causa
de la acusación de los judíos. Sin embargo, el comandante Lisias intervino y le
salvó la vida, llevándolo con seguridad a Cesárea, donde el apóstol permaneció
preso durante dos años. Antes de eso, los judíos que habían juramentado
matarlo, pidieron que volviera a Jerusalén para ser juzgado. Sin embargo, eso
no fue más que un plan para quitarle la vida al apóstol. Pablo lo supo, apeló a
César y fue llevado a Roma, donde fue preso por primera vez, conforme a la
acusación de los judíos (Hch 28:17-20).
A pesar de estar en aquella situación, él tuvo algunos privilegios, como
alquilar una casa con la libertad de recibir a los colaboradores y a otras personas
a las cuales les predicaba el evangelio (Hch 28:16). Muchos fueron salvos:
integrantes de la guardia pretoriana y Onésimo, un esclavo forajido, que
posteriormente llegó a ser un colaborador
Importante en la obra del Señor. Eso nos revela que el apóstol Pablo era un
evangelista fiel a su misión en cualquier circunstancia, a tiempo y a fuera de
tiempo. Así como Pablo, podemos aprovechar todas las ocasiones para predicar
el evangelio.
El apóstol también aprovechó el periodo de su encarcelamiento para escribir
cuatro maravillosas cartas: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. Las tres
últimas fueron escritas en conjunto con su joven colaborador Timoteo, que
permaneció a disposición del apóstol durante todo ese tiempo, es decir, dos
años (Hch 28:30). El año 64 d. C., Pablo fue liberado temporalmente, porque
la presión de los judíos en Roma había disminuido y el proceso fue suspendido
hasta que alguien lo activara nuevamente.
Esto nos muestra que las situaciones adversas no pueden ser obstáculos para
hacer la voluntad del Señor. Tal vez las tribulaciones por las cuales pasamos
nos hagan sentir encarcelados. Pese a ello, aun así podemos orar al Señor para
que Él nos muestre cómo podemos hacer Su voluntad en aquella circunstancia.
Incluso bajo presión podemos ser fieles a nuestra comisión.
Para el apóstol no fue una sorpresa haber sido liberado, ya que era lo que
esperaba. El libro de Filipenses nos muestra que él predijo que saldría y se
encontraría con los hermanos (Fil 1:25; 2:24). En Filemón también vemos su
expectativa de salir de la prisión: “Prepárame también alojamiento; porque
espero que por vuestras oraciones os seré concedido” (Flm 22).
Después de salir de la prisión, Pablo visitó Éfeso. Dejando a Timoteo allí,
partió a Macedonia, donde escribió su primera carta a Timoteo.
Lectura de apoyo:
“Aprendiendo con los apóstoles” - cap. 1-3-Dong Yu Lan.
“Los grandes diamantes de la Biblia ” - cap. 27 - Dong Yu Lan.
“Las inescrutables riquezas de Cristo” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
SEMANA 7 - MARTES
Lectura bíblica:
Ro 8:9-11; 2 Ti 2:9; 4:10-11, 20; Tit 1:5; 3:12
Leer con oración:
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo \^que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir (Jn 16:13).y
EL MISTERIO DE LA TRINIDAD
Lectura bíblica:
Dt 8:7; Jn 14:16; 1 Ti 3:15
Leer con oración:
El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni
le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, \^y estará en
vosotros (Jn 14:17).J
EL ESPÍRITU: ASPECTO ECONÓMICO Y ESENCIAL
De acuerdo con el Salmo 110:1, Cristo está sentado a la diestra del Padre,
esperando que Dios ponga a Sus enemigos como estrado de Sus pies. Pero,
¿quién ejecutará esa obra? La iglesia. No obstante, la iglesia, por sí misma, no
tiene las condiciones de realizarla. Por esa razón, Dios envió al Espíritu.
En griego, la palabra ‘soplo’ es la misma utilizada para ‘espíritu’. Luego de
haber muerto y resucitado, Jesús se hizo el Espíritu cuando se le apareció a los
discípulos y sopló en ellos al Espíritu Santo (Jn 20:21-22). Entonces, ellos
recibieron al Espíritu en su interior, de primera fuente. Sin embargo, ese no fue
un privilegio solo de los discípulos. Ese mismo Espíritu entró en nosotros
cuando creimos en Jesús, llenándonos de la vida y naturaleza de Dios. ¡Cuánta
gracia!
En aquella ocasión, Jesús le dijo a los discípulos que toda potestad le había
sido dada en el cielo y en la tierra (Mt 28:18). Y en los versículos 19 y 20, Él
ordenó: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Esta es la misión de la iglesia.
Necesitamos tener claridad de que estamos aquí para predicar el evangelio del
reino. Nuestro objetivo no es solo salvar a las personas del lago de fuego, sino
llevarlas a vivir la vida de la iglesia, donde se les enseñará a guardar todo lo
que el Señor nos ha mandado.
En el pasaje mencionado, Jesús prometió que estaría con nosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Por otro lado, vimos en el Salmo 110, que Él está
a la diestra del Padre. Eso nos muestra que esencialmente Dios es uno solo. Él
está con nosotros mientras cumplimos nuestra misión. De nuestra parte,
necesitamos alinearnos a Su voluntad. Por eso, busquemos ser aquellos que
están en armonía con el propósito del Señor. Así, Él nos usará para hacer Su
obra.
Después de comisionar a los discípulos, Jesús fue ascendido al cielo. Pero
ellos no se quedaron quietos. Por el contrario, partieron a predicar el evangelio
por todas partes, colaborando con el Señor. Cuando el Señor revela la palabra
profética a la iglesia y le da una misión, no puede quedarse parada. ¡La iglesia
necesita actuar y tener una actitud inmediata! Por eso insistimos una vez más:
no recibamos la Palabra como un simple estudio doctrinal. Antes bien,
¡practiquémosla! Salgamos a predicar en todos los lugares. De hecho, eso ya
ocurre entre nosotros. A pesar de ser un grupo pequeño y de estar en una
situación de pandemia, el Señor nos ha bendecido, y el evangelio está siendo
llevado a las multitudes. Los colportores dinámicos están en las calles todos
los días para orar por las personas. Estimamos que 22 millones de brasileños
recibieron una oración el último año y fueron conectados con Dios. ¡Esto es
algo grandioso! Además, tenemos el proyecto “¡Avanza, joven!”, el Expolibro,
el Bookafé, el GFCM —Grupo Familiar de Cuidado y Multiplicación—. De
esa manera, todos los días más y más personas son alcanzadas por estos
instrumentos que el Señor nos dio. Esa es una señal de que el Señor está
confirmando la palabra profética que recibimos. Por tanto, valoremos todo lo
que el Señor está haciendo entre nosotros.
Antes de Su ascensión, el Señor determinó que los discípulos no salieran de
Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre (Hch 1:4-5). Esa promesa
era el Espíritu. Jesús les había dicho que no los dejaría huérfanos, sino que les
enviaría otro Consolador, que es el Espíritu Santo. Y eso efectivamente se
cumplió, como se describe en el fibra de los Hechos 2:1-4.
Al enviar al Espíritu Santo, Dios cumplió Su promesa. Además, Él bautizó
a Su iglesia, la cual estaba formada, primeramente, por los creyentes judíos. El
bautismo del Espíritu Santo nos hizo un solo cuerpo y bebimos de un mismo
Espíritu. Si ese bautismo no hubiera ocurrido, solo seríamos personas salvas,
individualmente. Sin embargo, gracias al Señor, fuimos bautizados y
abrazados por el Espíritu Santo; por consiguiente, constituimos un solo
Cuerpo, aunque seamos muchos miembros (1 Co 12:12). Este Espíritu nos está
saturando hoy por dentro y por fuera, a fin de hacemos uno con Él.
Mi punto clave:
SEMANA 7 - VIERNES
Lectura bíblica:
Hch 2:32-33; Gá 3:27
Leer con oración:
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio
de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete
cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus \ de Dios enviados por
toda la tierra (Ap 5:6).y
LOS COLABORADORES DEL ESPÍRITU
Vimos ayer que la iglesia fue conformada inicialmente por creyentes judíos.
Muchos de ellos fueron bautizados después de la predicación de Pedro, en
Hechos 2. Luego, en el capítulo 10, leemos que los primeros gentiles fueron
bautizados en la casa de Comelio e introducidos en la iglesia: “Mientras aún
hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del
Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a
Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para
que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como
nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le
rogaron que se quedase por algunos días” (Hch 10:44-48). Por tanto, Pedro
abrió la puerta para que los judíos y los gentiles formaran parte de la iglesia.
Hoy, independientemente de nuestra nacionalidad, cultura y costumbres, somos
miembros de un solo Cuerpo, porque todos fuimos bautizados por el Espíritu
Santo. Ese Espíritu nos revistió, haciéndonos miembros del Cuerpo de Cristo
(Gá 3:27).
En el transcurso de esta semana, leimos que Dios resucitó a Jesús, quien fue
exaltado a la diestra del Padre (Hch 2:32-33). Después de Su muerte,
resurrección y ascensión, ocurrió el derramamiento del Espíritu en el día de
Pentecostés. Ese mismo Espíritu continúa operando entre nosotros en los días
actuales, para cumplir la voluntad del Señor en la tierra.
Hacer la voluntad de Dios es una misión grandiosa para el hombre tan
limitado. No obstante, el Espíritu es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Es
capaz de llevar a cabo el propósito de Dios. Y ese Espíritu está en nosotros, opera
por medio de nosotros y nos capacita para colaborar con Él en la obra del Padre. A
la hora de contactar a las personas, debemos § tener eso en mente y ser obedientes
cuando el Espíritu nos conduce a orar
por ellas y hablarles de la Palabra. Muchos ya han tenido la experiencia Me orar
por alguien que después les dijo que había presentido que Dios le diría algo ese
día. Cuando abordamos a alguien, desconocemos su situación y sus conflictos;
así que, no logramos profundizar en lo que pasa en su corazón. Sin embargo, el
Espíritu sabe todas las cosas y nos dirige a llevar la salvación e incluso la
liberación. ¡Esa es la obra del Espíritu!
El Espíritu es el encargado de ejecutar la obra del Padre. Él es quien nos
envía y separa como sus colaboradores, como sucedió con Pablo y Bernabé, en
Hechos 13:1-2: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas
y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén
el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos
al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a que los he llamado”.
Hoy estamos en la era de los siete Espíritus descrita en el libro de
Apocalipsis. La venida del Señor está muy cerca y tanto la maldad como la
iniquidad se están multiplicando rápidamente. Por consiguiente, el Espíritu
también debe intensificarse para cumplir lo que Dios determinó. Por eso el
colportaje ahora es dinámico; los colportores, por la acción de los siete
Espíritus, han llegado a distribuir hasta cien libros al día cada uno. Asimismo,
durante la pandemia la palabra está siendo transmitida por el Instituto Vida para
Todos y muchos han sido alcanzados, personas de diferentes lugares que, en
otras circunstancias, no habríamos sido capaces de contactar. Todo eso es la
acción del Espíritu siete veces intensificado.
Como dijimos, el papel de la iglesia es colaborar con el Espíritu. Por tanto,
¡no se acomode! Aunque para usted sea imposible salir a predicar el evangelio,
no se quede pasivo en su casa, sentado solo en el sofá escuchando las
predicaciones. Comparta la palabra en las redes sociales y en los grupos de
WhatsApp. Ofrézcase para orar por las personas. Use todos los mecanismos que
estén a su disposición para contactar a las personas llevándoles la palabra
profética. Sea un colaborador del Espíritu en estos días finales. Esto es lo que
Dios espera de nosotros. ¡Amén!
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SEMANA 7 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Gn 24:1-2, 5-6,15-16, 60; Sal 110:3; Ef 5:25-27
Leer con oración:
I Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo I l esposo,
para presentaros como una virgen pura a Cristo (2Coll :2). J
LA IGLESIA: LA NOVIA Y GUERRERA
En otras ocasiones, vimos que el capítulo 24 del libro de Génesis —que narra
la historia de la unión de Isaac y Rebeca— es en realidad una figura del
matrimonio entre Cristo y la iglesia. Dios Padre, — prefigurado por
Abraham— busca una esposa para su hijo Isaac —que prefigura a Cristo, el
Hijo de Dios—. Con el fin de alcanzar su objetivo, Abraham envió al siervo
más viejo de su casa —el Espíritu— a buscar a Rebeca, la novia —que es la
iglesia—.
Así como el siervo de Abraham gobernaba todo lo que él poseía (Gn 24:1-
2), el Espíritu administra todos los bienes del Padre. Para terminar la obra que
le fue ordenada por Dios, hoy el Espíritu Se intensificó siete veces más. Así, la
iglesia debe apropiarse de el Espíritu para ejecutar la voluntad de Dios. No hay
más tiempo para indolencia o pasividad.
La responsabilidad del siervo era buscar a la novia y prepararla para el
matrimonio. Entonces, él le dijo a Abraham: “Quizá la mujer no querrá venir
en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y
Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá” (Gn 24:5-6). Aquí
vemos que el Espíritu es Cristo mismo; Él es el novio que fue enviado por Dios
para buscarnos. El Hijo ya hizo la obra, venció todas las cosas y está a la diestra
del Padre. Por esa razón, Él no puede volver. Ahora, es el turno de el Espíritu.
Rebeca era una novia hermosa y virgen (Gn 24:15-16), que solo tenía ojos
para Isaac. Nosotros, como la novia de Cristo, también debemos mirarlo solo a
Columna y base de la verdad
Pregunta: ¿Cuáles eran las calificaciones del apóstol Pablo y qué beneficios nos
trajo eso?
SEMANA 8 - LUNES
Lectura bíblica:
Hch 9:1-19; Gá 1:15
Leer con oración:
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el
vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria
^(Is49:l).)
Gracias al Señor, pues somos bendecidos con una semana más del Alimento
Diario, cuyo tema es “El autor: el apóstol Pablo (2)”. El apóstol Pablo fue
apartado por Dios antes de su nacimiento (Gá 1:15), y su vida cambió
totalmente después de encontrarse con Jesús en el camino a Damasco. Alabado
sea el Señor, pues fue obediente a la visión celestial que recibió de parte de
Dios y consideró todas las cosas como basura para ganar a Cristo. Pablo fue
fiel al Señor y predicaba el evangelio sin ninguna intención de obtener algún
beneficio propio. Él defendió la verdad del evangelio y soportaba todas las
cosas para cooperar con el evangelio. Por esa razón, al final de su vida, tuvo la
convicción de que la corona de justicia le estaba guardada.
Siempre es bueno recordar que las palabras presentadas aquí no están
destinadas a traernos solo más conocimiento bíblico. Nuestra finalidad es
practicar la palabra de Dios para que, en los tiempos finales, el Señor encuentre
una iglesia que esté a disposición del Espíritu, el cual llevará a cabo el
propósito de Dios en la tierra.
Amados, hoy vivimos en la era del Espíritu. La Biblia nos muestra que
Jesucristo habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad. Al morir en la cruz,
realizó la redención, limpiándonos con Su sangre preciosa y redimiéndonos
para Dios. Una vez ascendido a la diestra del Padre, el Señor espera que Sus
enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Él nos envió el Espíritu de
verdad que hoy, juntamente con la iglesia, ejecuta la obra de Dios.
El Espíritu apartó al apóstol Pablo para Dios, antes de nacer. Por la
misericordia del Señor, con nosotros pasó lo mismo. Antes de nuestro
nacimiento, el Espíritu —que es omnisciente— ya conocía todo nuestro futuro
y en el tiempo nos llamó, apartándonos para Dios. ¡Cuánta misericordia!
El llamamiento de Pablo ocurrió cuando iba a Damasco, a fin de encarcelar
a los cristianos. El libro de los Hechos nos dice que él
respiraba amenazas y muerte contra los discípulos del Señor; además, pidió
cartas a las sinagogas de Damasco para llevarlos a prisión.
Hechos 9:3-9 es un relato interesante, porque nos muestra que Saulo —un
hombre con convicciones de su creencia y celo por el judaismo— se quedó
como ciego frente a la fuerte luz que brilló a su alrededor.
Después de la visión de Saulo, el Señor ordenó que Ananías — un discípulo
de la ciudad de Damasco— lo buscara para imponerle las manos, a fin de que
recuperara la vista. Dios le reveló a aquel discípulo cuál sería la misión de
Saulo: testificar de Jesús ante los gentiles y los reyes; él, que hizo padecer a
muchos hombres y mujeres que invocaban el nombre de Jesús, sufriría
grandemente por ese nombre. Por tanto, Ananías obedeció, fue hasta Saulo y
oró por él (Hch 9:17). Saulo fue lleno del Espíritu Santo para cumplir su
comisión. De igual manera nosotros, que queremos hacer la obra del Señor
necesitamos ser llenos del Espíritu.
Al testificar acerca de su conversión, conforme al relato en Hechos 22, Pablo
dijo que, en aquella ocasión, Ananías le habló las siguientes palabras: “El Dios
de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al
Justo, y oigas la voz de su boca” (v. 14).
Pablo fue como un bebé prematuro; es decir, a pesar de no haber visto a Jesús
físicamente, Lo vio camino a Damasco. A partir de ese momento el Señor
continuó apareciéndole para mostrarle cuál era Su voluntad, revelándole Sus
misterios: Cristo y la iglesia.
Pregunta: ¿Cuál fue la misión a la que el apóstol Pablo fue llamado a cumplir?
Lectura de apoyo:
“Cómo pastorear el rebaño de Dios” - Pedro Dong.
“¡Ven, ahora,y Yo te enviaré!” - cap. 5-Miguel Ma.
“El vivir cristiano en los tiempos finales ” - cap. 8 - Miguel Ma.
SEMANA 8 - MARTES
Lectura bíblica:
2 Co 12:1-4; Gá 1:17; Col 2:2-3
Leer con oración:
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada
esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las [^inescrutables
riquezas de Cristo (Ef3:8).J
SER OBEDIENTE A LA VISIÓN CELESTIAL
Mi punto clave:
SEMANA 8 - MIÉRCOLES
Lectura bíblica:
Ef 3:3-11; FU 3:4-9; Col 1:24-25
Leer con oración:
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he {^perdido
todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo (Fil 3:8).
CONSIDERAR TODO COMO PÉRDIDA
PARA GANAR A CRISTO
Pregunta: ¿De parte de quién sufrió persecuciones Pablo y por qué motivos?
Mi punto clave:
SEMANA 8 - JUEVES
Lectura bíblica:
Gá 2:1-10; 4:13-14,17
Leer con oración:
| Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que I l Cristo
sea formado en vosotros (Gá 4:19). J
DEFENDER LA VERDAD DEL EVANGELIO
A pesar de sufrir persecuciones, el apóstol Pablo no permitió que la verdad
del evangelio fuera destruida. Él no negociaba la verdad del evangelio. Los de
Jerusalén terminaron reconociendo que se le había sido confiado el ministerio
de la incircuncisión, así como a Pedro el de la circuncisión. Jacobo, Pedro y
Juan extendieron a Pablo y Bernabé la diestra de la comunión,
recomendándoles que se acordaran de los pobres, lo que Pablo se esforzó por
hacer, aunque su encargo central era la economía de Dios (Gá 2:1-10).
Las palabras de los creyentes judíos terminaron confundiendo a los gálatas,
que eran un pueblo de origen celta. Los celtas eran impulsivos, inconstantes y
precipitados. Por causa de una enfermedad física, Pablo permaneció en Galacia
y predicó el evangelio allí (Gá 4:13). En esa ocasión, su apariencia no era de
las mejores; pero, a pesar de eso, los gálatas no lo despreciaron ni lo
rechazaron, por el contrario, lo recibieron como a Cristo Jesús mismo (v. 14).
Aunque le tenían una gran consideración a Pablo, cuando aparecieron los
judaizantes, ellos lo dejaron de lado. Realmente, los gálatas eran inconstantes.
Por esa razón, Pablo los amonestó: “Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os
La complicidad en la obra del Señor
anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (1:6-9).
¡Cuánto sufrimiento! Pablo iba de ciudad en ciudad, levantando iglesias,
enseñando la verdad y transmitiendo la revelación del misterio de Dios con
sudor, lágrimas y fatiga. Sin embargo, rápidamente los judaizantes
influenciaron a las iglesias de los gentiles, que comenzaron a tratar a Pablo
como un enemigo. Los creyentes judíos cautivaron a
los gálatas para obtener su favor, no de manera sincera, sino con la intención
de apartarlos de Pablo (Gá 4:17).
Aun así, en medio de las persecuciones, Pablo no comerciaba con la palabra
de Dios, conforme a lo que leemos: “Pues no somos como muchos, que
comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de
Dios y delante de Dios hablamos en Cristo” (2 Co 2:17 - LBLA).
En griego, la palabra ‘comerciar’ hace alusión a los vendedores ambulantes,
a los comerciantes que salían de ciudad en ciudad para vender sus productos,
muchas veces con propaganda engañosa. Pablo atraía a muchos seguidores, y
muchas personas eran salvas por medio de su predicación. Por esa razón había
algunos que le tenían mucha envidia y celos, e intentaban imitarlo, pero
comerciaban con la palabra. Sin embargo, Pablo predicaba la palabra pura de
Cristo.
Querido lector, no haga de la palabra de Dios un negocio para ganar fama o
dinero. Así como el apóstol Pablo, predique el evangelio sin intenciones de
beneficiarse a sí mismo. De lo contrario, usted perderá la presencia de Dios.
Sin la presencia de Dios, ¡perdemos todo! Por tanto, necesitamos considerar
este asunto con mucha seriedad.
Nuestra predicación debe ser en Cristo. Si perdemos la presencia del Señor,
perdemos la unción. Hoy vivimos en la era del Espíritu. En caso de que Él
retire de nosotros Su unción, estaremos perdidos. Por esa razón, no
prediquemos la palabra de Dios con otras intenciones; antes bien, prediquemos
el evangelio puro, con sinceridad. Que nuestra predicación venga de Dios
mismo y que no sea solo una transmisión de un conocimiento.
El corazón del apóstol Pablo transmitía la palabra de Dios con toda pureza.
Lamentablemente, hoy muchos siervos de Dios carecen de tal pureza. Que el
Señor nos conceda un corazón puro para servirlo por amor, sin buscar fama,
aplausos o elogios para nosotros mismos. Nuestra función es llevar a las
personas la palabra de la verdad, enriqueciéndolas con la realidad de Dios (2
Co 6:7-10).
En su primera carta a Timoteo, Pablo le advirtió sobre la degradación que
estaba entrando en la iglesia (1:3-4). Incluso algunos de sus colaboradores se
desviaron de la verdad y fueron detrás de enseñanzas diferentes — filosofías,
gnosticismo, mitos judíos y ascetismo—.
Por la gracia del Señor, vivimos un buen momento en la vida de la iglesia.
En medio nuestro no hay luchas por el poder o disputas por la posición, porque
el Señor ha trabajado en nosotros, fuimos llevados a la unidad y a la
unanimidad. Somos cómplices los unos de los otros. Todo eso no es mérito
nuestro, sino fruto de la obra del Espíritu Santo. Por tanto, amados hermanos,
estemos atentos y no nos permitamos corromper por las enseñanzas diferentes.
Por la misericordia del Señor, las iglesias han sido fieles en seguir la palabra
profética, que nos ha llevado a estar unidos en alma y de corazón. Tenemos
poca fuerza, pero Dios ha hecho grandes cosas por causa de nuestra pureza. Por
esa razón, no nos descuidemos con la palabra profética, antes bien, sigamos su
dirección hasta la venida del Señor, que cada vez está más cerca. El día está
naciendo y el milagro de la aurora está surgiendo.
El segundo encarcelamiento de Pablo ocurrió al rededor del año 67 d. C. Fue
liberado en el año 64 d. C., pero en el año 67 d. C. fue nuevamente encarcelado
a raíz de la persecución del emperador Nerón. El contexto de su prisión está
relacionado con el gran incendio que ocurrió en Roma. En julio del año 64 d.
C., la ciudad ardió durante seis días y siete noches, y solo 4 de sus 14 áreas
permanecieron intactas. Todos los palacios, los templos y los monumentos
fueron destruidos por el fuego. El incendio causó un gran sufrimiento al pueblo
romano,
que fue afectado por enfermedades y la miseria. En ese entonces, la sensación era
de desamparo.
Se cree que fue Nerón mismo quien dio las órdenes para incendiar Roma con el
objetivo de reconstruir la ciudad con gran esplendor para ponerle su nombre. Sin
embargo, la situación se volvió caótica, lo cual hizo que cayera su popularidad. Para
redimirse de su fracaso, Nerón aprovechó la falta de popularidad de los cristianos
entre los judíos y los griegos no convertidos, culpándolos por el incendio y
eximiéndose de su responsabilidad. Los cristianos fueron sacrificados para aplacar
la furia popular y apaciguar a las divinidades ofendidas. De esa manera, se dio inicio
a la persecución oficial de los cristianos con una elaborada crueldad. Muchos fueron
vestidos con pieles de animales salvajes y lanzados a los perros para ser
despedazados. Otros eran vestidos con telas empapadas de material inflamable, al
que le ponían fuego y eran usados como antorchas vivas en las plazas para la
iluminación nocturna. Pablo, por el hecho de ser un prominente líder cristiano, fue
preso como un criminal común, aunque era inocente.
En medio de todo ese sufrimiento, el apóstol Pablo se quedó solo (2 Ti 1:15).
Durante su encarcelamiento, solo Lucas estaba con él. Por esa razón, Pablo le rogó
a Timoteo, su colaborador más íntimo, que fuera a verlo pronto y que llevara
consigo a Juan Marcos, porque éste le sería útil para el ministerio (4:9, 11). Incluso
en aquella situación, Pablo aún se preocupaba por el ministerio.
Por el hecho de ser un ciudadano romano, Pablo no podía ser azotado antes de
ser condenado. Sin embargo, fue puesto en el calabozo, en un lugar húmedo, frío y
sucio. Previendo que pasaría por frío en el invierno allí, le pidió a Timoteo que le
llevara su capa (2 Ti 4:13). En su primera defensa ante el tribunal, nadie estuvo con
él (v. 16).
Cuando vemos la situación en la que Pablo se encontraba al final de su vida,
nuestro corazón se conmueve. A pesar de todo, él fue fiel a la visión celestial que
recibió hasta el fin. Por tanto, aunque suframos persecuciones, seamos fieles a la
comisión que el Sefloi nos dio de llevar el evangelio del reino a toda la tierra
habitada.
Pregunta: ¿Cuál es su sentir al leer el relato de los últimos días del (i/tosiol Pablo ’
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--------------------------------- M I I LL]
Mi punto clave:
SEMANA 8 - DOMINGO
Lectura bíblica:
2 Ti 1:17; 4:16-22
Leer con oración:
Porque yo ya estoy siendo derramado en libación, y el tiempo de mi partida
está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la ^carrera, he
guardado la fe (2 Ti 4:6-7- lit.).j
Mi punto clave: