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ALIMENTO

DIARIO
SERIE:

y Base de la
Verdad

COLUMNA Y BASE
DE LA VERDAD
EZRA MA & PEDRO DONG
© 2021 Editora Árvore da Vida

La iglesia: columna y base de la verdad - Tomo 1


Título de este tomo: Columna y base de la verdad

Traducido del portugués


A igreja: coluna e base da verdade:
Coluna e base da verdade

Ia edición - abril/2021 - 10.000 ejemplares

Publicado también en:


portugués, inglés, coreano, francés, italiano y alemán.

Todos los derechos reservados a la Editora Árvore da Vida


Prohibida la reproducción total o parcial de este libro sin la autorización
escrita de los editores.

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Fone: (11) 3723-6000
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Impreso en Perú

CITACIONES BÍBLICAS

Las citas bíblicas son de la Versión Reina Valera 1960, salvo cuando se
indiquen otras referencias.

Tapa: Willian Miguel


Proyecto gráfico y diagramación: Andréia Amorim / Editora Árvore da Vida
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creada en el registro.
Después de despertarse, antes de cualquier
otra cosa, haga una respiración de vida,
invocando profundamente el nombre del Señor
Jesús, “Oh Señor Jesús ”
Al hacerlo saque todos los temores, miedos,
tristezas y pecados, y reciba al Señor Jesús como
vida, alegría, paz y aliento. Invoque: “Oh Señor
Jesús” varias veces, durante todo el día.

¡BUEN DISFRUTE!

INDIVIDUALMENTE

1. Encuéntrese con el Señor temprano por la mañana.


2. Lea los versículos propuestos para cada día a fin de tener una idea completa
del asunto comentado. Recuerde que la Biblia se explica con la Biblia; por
esto, usted podrá encontrar citas de muchos otros libros de la Biblia,
además de aquel que estamos presentando en este Alimento Diario.
3. Lea con oración el versículo del día. Para eso, cada palabra debe ser
repetida, enfatizada y proclamada, sin prisa, como si la estuviese
masticando. No lea rápidamente el versículo, sino, gaste tiempo en cada
palabra. No se enfoque solo en aprender el versículo, sino principalmente
en “comerlo”, tomarlo por la fe como alimento espiritual.
4. Subraye y destaque las palabras y frases que más lo impresionaron en el
texto explicativo. Procure resumir el texto del día en pocas palabras, y si es
posible, en una sola, esta palabra o palabras funcionarán como una clave
que le abrirá el significado espiritual del texto. “Rumíela” durante el día,
repitiéndola y proclamándola para sí mismo. De este modo, el texto que
usted leyó por la mañana le servirá de alimento espiritual todo el día.
5. Comparta aquello que ganó con las personas con quienes se relaciona en
casa, en el colegio, en el trabajo, etc. Ellas necesitan la vida que usted
recibió a través de la Palabra.

EN LOS GRUPOS FAMILIARES


1. El Alimento Diario es un excelente instrumento para las reuniones de
pequeños grupos familiares de estudio de la Biblia. Nosotros los llamamos
“Grupo Familiar” ya que tiene un carácter informal y de cuidado mutuo
entre sus participantes.
2. Un grupo familiar puede ser formado por sus amigos y familiares que vivan
cerca de usted, o por sus compañeros de universidad, de colegio, o de
trabajo.
3. Traten de reunirse periódicamente con los miembros de su grupo familiar
para leer juntos el Alimento Diario.
4. En conjunto, lean los pasajes sugeridos para cada día, y lean con oración el
versículo del día.
5. Compartan entre sí sus palabras claves, y traten de aplicar esta palabra a su
vida cotidiana, a sus dificultades, a su vida familiar y profesional. Hagan
que la Palabra de Dios sea práctica para ustedes. De esta manera, todos
participan activamente y son edificados mutuamente.
6. Aprovechen la oportunidad para orar juntos por necesidades o problemas
personales.
7. Siempre que sea posible, traigan invitados a la reunión del grupo familiar.
De esta manera, más personas podrán ser suplidas por la Palabra de Dios.
¡Que todos reciban vida en abundancia!

Los Editores

P.D.: No se olvide de dar una mirada a la sección Lectura de Apoyo,


sugerida al inicio de cada semana. Ésta le será muy útil.
ÍNDICE

SEMANA 1 - ministrado por Ezra Ma


LA IGLESIA: LA CASA DE DIOS - (1 TI 3:15A)
El Espíritu siete veces intensificado ..................................................................... 8
“A ninguno tengo del mismo ánimo” ................................................................. 11
Preparar a los miembros de la casa para entrar en el reino ................................. 14
El gobierno y el proceder en la casa de Dios...................................................... 17
Nuestra misión: producir a los que aman la venida del Señor ............................ 19
Promover la economía de Dios en la fe .............................................................. 21
Un buen ministro de Jesucristo y un hombre de Dios ........................................ 24

SEMANA 2 - ministrado por Ezra Ma


LA IGLESIA: COLUMNA Y BASE DE LA VERDAD - (1 TI 3:15B)
Vamos contra la corriente .................................................................................. 27
Dios es la verdad y la realidad ........................................................................... 29
La fe: el contenido de la verdad ......................................................................... 31
El primer aspecto: la fe ...................................................................................... 33
El segundo aspecto: la verdad ............................................................................ 35
Evitar las contiendas y las profanas y vanas palabrerías .................................... 37
El tercer aspecto: las sanas enseñanzas .............................................................. 39

SEMANA 3 - ministrado por Ezra Ma


LA IGLESIA: EL GRAN MISTERIO DE LA PIEDAD - (1 TI 3:16)
La fe objetiva, la verdad y las sanas enseñanzas ................................................ 41
Echar mano de la vida eterna ............................................................................. 44
La piedad y la fe subjetiva ................................................................................. 46
La importancia de una buena conciencia ........................................................... 50
El gran misterio de la piedad (1) ....................................................................... 53
El gran misterio de la piedad (2) ....................................................................... 56
El gran misterio: Cristo y la iglesia .................................................................... 58

SEMANA 4 - ministrado por Ezra Ma


LA ORACIÓN DE LA IGLESIA - (1 TI 2:1-3)
El misterio de Dios y el misterio de Cristo ........................................................ 60
El gran misterio de la piedad: Cristo y la iglesia ............................................... 62
La importancia del ministerio de oración de la iglesia ...................................... 64
Ante todo, oración .............................................................................................. 66
Nuestra oración trae salvación a los hombres .................................................... 68
La finalidad del ministerio de oración de la iglesia ............................................ 70
Asumir la oración de la iglesia como un ministerio ........................................... 72
SEMANA 5 - ministrado por Pedro Dong
EL DESTINATARIO: TIMOTEO (1) - (HCH 16:1-3; 2 TI 1:2-5)
Valorar la verdad................................................................................................ 74
La palabra profética para la iglesia en los tiempos finales ................................. 77
Amar la venida del Señor ................................................................................... 79
La obra del Espíritu ............................................................................................ 81
Ser sensible a la dirección del Espíritu ............................................................... 83
La importancia de la complicidad en la obra del Señor...................................... 85
El camino de la bendición .................................................................................. 87

SEMANA 6 - ministrado por Pedro Dong


EL DESTINATARIO: TIMOTEO (2) - (FIL 2:19-22; 2 TI 4:1-5, 9-13)
La función de la Palabra profética y la operación del Espíritu ........................... 89
Los principios importantes para la obra del Señor ............................................. 92
La preparación del joven Timoteo ..................................................................... 95
Aprendiendo del modelo de Pablo ..................................................................... 98
La complicidad entre Pablo y Timoteo ............................................................ 100
Un corazón limpio, una buena conciencia y una fe no fingida ......................... 103
Pelear la buena batalla, acabar la carrera y guardar la fe .................................. 106

SEMANA 7 - ministrado por Pedro Dong


EL AUTOR: EL APÓSTOL PABLO (1)-(1TI 1:1-2; 2 TI 1:1-2)
Ser fiel a la comisión ........................................................................................ 108
El misterio de la Trinidad................................................................................. 111
El Espíritu: aspecto económico y esencial ....................................................... 114
El Espíritu nos capacita para cumplir la misión ............................................... 116
Los colaboradores del Espíritu ......................................................................... 118
La iglesia: la novia y guerrera .......................................................................... 120
El origen, la crianza y la formación del apóstol Pablo ..................................... 123

SEMANA 8 - ministrado por Pedro Dong


EL AUTOR: EL APÓSTOL PABLO (2) - (2 TI 4:6-8)
Apartado antes de nacer ................................................................................... 125
Ser obediente a la visión celestial .................................................................... 127
Considerar todo como pérdida para ganar a Cristo .......................................... 130
Defender la verdad del evangelio ..................................................................... 132
Soportar todas las cosas por causa del evangelio ............................................. 134
La partida del apóstol ....................................................................................... 136
Pelear la buena batalla, acabar la carrera y guardar la fe .................................. 138
SEMANA 1 - LUNES
Lectura bíblica:
Mt 5:14-15; Ap 5:6
Leer con oración:
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían
siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de yJZ>ios (Ap 4:5).y
EL ESPÍRITU SIETE VECES INTENSIFICADO

Gracias al Señor, comenzamos una nueva serie del Alimento Diario, titulada
“La iglesia: columna y base de la verdad”, la cual está basada en las dos
epístolas de Pablo a Timoteo. Querido lector, al leer este mensaje, esté con un
espíritu de oración para ser lleno del Espíritu que hay en estas palabras. El
Señor determinó que abordáramos estas dos epístolas porque este es el
momento apropiado para hacerlo.
El tema de esta semana es “La iglesia: la casa de Dios”. Durante este tiempo
trataremos sobre los siguientes asuntos: las características de la iglesia en el
tiempo del fin, el destinatario de las epístolas, cuándo y dónde fueron escritas,
la iglesia como la casa de Dios y el contenido de la Primera Epístola a Timoteo.
La situación mundial apunta a la consolidación del escenario para la venida
del anticristo. A la luz de la palabra del Señor, en estos últimos meses vimos
que en el mundo hay muchas mentiras y ataques a la mente de las personas.
Asimismo, vimos el gran daño que las redes sociales han causado a la
población. Por ejemplo, EE. UU. —el país que más valora la democracia— ha
pasado por serios incidentes, como los hechos ocurridos en su última elección,
los conflictos por la investidura del nuevo presidente elegido, la insurrección
ocurrida en su capital y la invasión del Capitolio, entre otros.
La actual pandemia ha expuesto cómo las naciones más ricas tratan con la
disponibilidad de la vacuna para el mundo. Siento compasión por los países
más pobres, pues no tendrán acceso tan pronto a la vacuna. Algunos países
como los Estados Unidos y los países de la Unión Europea están en esa guerra
para atender sus propias necesidades, perjudicando a las demás naciones. A fin
de cuentas, esta guerra por las vacunas solo demuestra que el mundo camina
rápidamente hacia el fin.
Hoy necesitamos de la verdad. Bajo la influencia del posmodemismo, el
mundo ha rechazado y puesto de lado a la verdad. Ya no existen los valores
humanos, porque todo se volvió relativo. Lo que era tabú, hoy es aceptado.
Por consiguiente, la única esperanza es la iglesia, donde estamos. Es por esa
razón que el Señor quiere hablamos fuertemente.
Querido lector, ¡valore el hecho de estar en la vida de la iglesia! No me
refiero a una organización religiosa, sino a la iglesia real, que está ocupada en
preparar y apresurar la venida del Señor, que busca crecer en vida,
¡ataviándose como la novia de Cristo y alistándose para convertirse en Su
ejército!
Entre los varios aspectos de la iglesia descritos en el libro de Efesios, hay
tres que son muy importantes en el tiempo del fin: el Cuerpo de Cristo, la novia
de Cristo y el ejército de Cristo. Estos son los tres puntos del progreso de la
iglesia en el tiempo del fin. La iglesia como el Cuerpo de Cristo enfatiza la
función de sus miembros. Hemos visto a la iglesia compuesta como Cuerpo.
Dios quiere preparar un Cuerpo para Su Hijo, en el cual todos sus miembros
funcionen y no existan clases de clérigos y laicos. Por esa razón, todos predican
el evangelio, todos se esfuerzan por pastorear y apacentar a otros, todos oran
y sirven, cada uno en su función. ¡En la iglesia todos somos útiles! ¡No hay
ningún miembro sin función porque todos son importantes, necesarios e
indispensables!
Cuando la iglesia, como el Cuerpo de Cristo, sea edificada y el Señor vuelva,
ella será Su novia. No se menciona el Cuerpo de Cristo en el reino ni tampoco
en la Nueva Jerusalén, porque el Cuerpo de Cristo es para esta era, para formar
a la novia. Al final tendremos a la novia y al ejército. Después de la batalla de
Armagedón, el ejército tampoco será necesario. No obstante, la novia sí, pues
será la esposa y permanecerá por toda la eternidad. ¡Alabado sea el Señor!
Estos aspectos de la iglesia son de suma importancia, pero es lamentable que
raramente sean mencionados en el medio cristiano. Que nuestras palabras y
oraciones estén dirigidas a satisfacer la voluntad del corazón de Dios. Leamos:
“He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (He 10:9). La voluntad
del Hijo es hacer la voluntad del Padre. Leamos más: “Venga tu reino. Hágase
tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mt 6:10). Aquí se
manifiesta el contenido central de la oración del Hijo. Sin embargo, ¿cuántos
se preocupan hoy realmente por lo que hay en el corazón de Dios? Cuando
oramos, ¿acaso solo pensamos en nosotros? Lo que Dios quiere hoy en la
iglesia, en el Cuerpo de Cristo, es un grupo de hijos que hagan Su voluntad.
Durante milenios la voluntad de Dios no ha sido hecha en su totalidad. El reino
de Dios todavía no está en la tierra de manera plena. Dios quiere traer Su reino
a la tierra y, para eso, necesita de la iglesia.
En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan no solo vio a la iglesia como un
candelera de oro con siete lámparas para alumbrar a toda la tierra. Él también
vio a los siete espíritus de Dios delante del trono y en medio de ellos. Estos son
las siete lámparas de fuego (Ap 4:5) y los siete ojos del Cordero (5:6),
respectivamente. Cuando juntamos los dos versículos, vemos que las siete
lámparas de fuego son los siete ojos del Cordero. En este tiempo final, la
iniquidad se está multiplicando. Existe la pandemia del Covid-19, pero también
existe la pandemia de la iniquidad, que, en otras palabras, es la pandemia de
las mentiras y de la desinformación, la cual confunde y engaña a las personas.
Lamentablemente, siento decir que, incluso en la iglesia, hay un número de
hermanos que han sido afectados e influenciados por las mentiras que son
propagadas por los medios.
Sin embargo, así como la iniquidad se ha multiplicado, ¡ el Espíritu también
se multiplicó! En Apocalipsis se mencionan los siete Espíritus (1:4; 4:5). No
son siete Espíritus separados, siete unidades del Espíritu. ¡En realidad significa
que el Espíritu está siete veces intensificado! Podemos ilustrarlo diciendo que
en vez de ser una lámpara de 100 watts, es una de 700 watts; es decir, su
capacidad de iluminar aumentó siete veces. Hoy queremos estar conectados
con Dios, cuyo Espíritu está siete veces intensificado.
En ese sentido, la iglesia ya no puede estar debajo de un “almud” (Mt 5:15).
El almud era un instrumento de medición de cereales. La iglesia ya no puede
permanecer cubierta por nuestras ansiedades del día a día ni por la embriaguez
de este mundo y sus preocupaciones. Nuestro corazón ya no puede estar
sobrecargado. Por el contrario, la iglesia necesita retirar el almud y retomar su
función del “candelera de oro” sobre “un monte” para iluminar a todo el mundo
(v. 14). ¡Que esa sea nuestra experiencia actual!

Pregunta: ¿Cuáles son los aspectos más importantes de la iglesia en el tiempo del
fin?

Mi punto clave: ___________________________________________________

Lectura de apoyo:

“Fundamentos de la fe cristiana - Tomo 1” - Lecciones 16-18 - Editorial Árvore da


Vida.
“Los grandes diamantes de la Biblia ” - cap. 17- Dong Yu Lan.

D “Los peligros del lado bueno del alma” - cap. 6 - Dong Yu Lan.
SEMANA 1 - MARTES
Lectura bíblica:
Hch 16:1-3; 17:14-15; 18:5; 19:22; 20:4
Leer con oración:
Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo [...] pues a ninguno
tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros y(Fil
2:19a, 20).J
“h. NINGUNO TENGO DEL MISMO ÁNIMO”

En la Primera Epístola de Pablo a Timoteo, leemos: “Para que si tardo, sepas


cómo debes conducirte en la casa de Dios” (3:15a). Aquí aparece otra figura
simbólica de la iglesia: la casa de Dios.
En el logotipo de esta serie, vemos la imagen muy bien definida de una
columna alta e imponente, en cuya cumbre se encuentra la verdad, que
representa a la iglesia como la “columna y base de la verdad” (1 Ti 3:15). En
ese contexto, ¡la misión de la iglesia es mostrar la verdad!
Además de ser la columna, la iglesia también es la base. La base es la palabra
fundamental, compuesta por los asuntos básicos de nuestra fe. La columna es
la palabra profética, la palabra direccional, que nos guía. En conjunto, la base
y la columna expresan la verdad.
Leamos los siguientes versículos: “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato
de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, a Timoteo,
verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de
Cristo Jesús nuestro Señor” (1 Ti 1:1-2). El destinatario de esta epístola no es
una iglesia, sino una persona, Timoteo. Dando continuidad al segundo
versículo, leemos: “A Timoteo, verdadero hijo en la fe” (1 Ti 1). Timoteo era
un hijo de Pablo en la fe. Normalmente, cuando Pablo comienza una epístola
dice: “Gracia y paz”. Pero, aquí en 1 Timoteo, es la primera vez que añade la
palabra “misericordia”. ¿Por qué? Porque, en la época en que esta epístola fue
escrita, ya había fuertes señales de degradación, por la influencia de las
ideologías y de las enseñanzas diferentes.
En tiempos de degradación, solo la gracia y la paz no son suficientes; se
necesita también de la misericordia. La gracia alcanza hasta cierto punto, pero
la misericordia va más allá y logra llegar hasta el fondo para buscar al hombre
y llevarlo al alcance del brazo de la gracia. ¡Alabado sea el Señor! En este
tiempo final, ¡necesitamos pedir misericordia para cada uno de nosotros! No es
fácil vivir en los días actuales. Tecnológicamente hablando, hoy todo es más
fácil. No obstante, por causa de esta pandemia
¡hubo muchas muertes e incluso muchos hermanos que partieron! En el área
de la salud, cuando un hermano o hermana está en el hospital, sufrimos y
batallamos en oración por su sanidad. En el área de las finanzas, cierto noticiero
publicó que el 63% de la población brasileña está endeudada por causa de la
pandemia. Creo que eso también afectó a muchos hermanos. Entonces, ¿a qué
conclusión llegamos? Deducimos que necesitamos de misericordia.
No obstante, la misericordia no se limita solo a algunas áreas, sino que
también se extiende al aspecto de los ataques del enemigo a nuestra mente, a
nuestra emoción. Por tanto, Pablo dijo: “Gracia, misericordia y paz, de Dios
nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor” (1 Ti 1:2).
Timoteo —el destinatario de esta epístola de Pablo— era su colaborador. Él
tenía una relación de confianza y amistad íntima con Pablo. Su nombre es
mencionado por Pablo en muchas epístolas. Por ejemplo, en Hechos de los
Apóstoles —libro escrito por Lucas—, se menciona varias veces a Timoteo a
lo largo de todo el ministerio del apóstol Pablo (16:1-3; 17:14-15; 18:5; 19:22;
20:4).
En Hechos 16, tenemos la primera mención de Timoteo, y allí conocemos su
origen. Pablo lo llevó consigo y comenzó a enseñarle (vs. 1-3). Él se convirtió
en un aprendiz. Hoy necesitamos tener esa práctica en el vivir de la iglesia. Los
hermanos y hermanas más experimentados deben tener esa visión: poner bajo
su cuidado a algún/a joven que tenga la oportunidad de aprender a servir.
Por estos versículo»; percibimos que Timoteo no era un joven acomodado,
sino útil, con quien Pablo podía contar y confiar mucho. En estas dos epístolas,
vemos que el tono que Pablo usó para referirse a él era de amigo, compañero y
colaborador. Él fue un buen aprendiz, y Pablo estaba muy animado con su
progreso. Él era como un padre que habla con su hijo.
En ocho de sus epístolas —excluyendo 1 y 2 Timoteo—, Pablo menciona a
Timoteo (Ro 16:21; 1 Co 4:17; 16:10; 2 Co 1:1, 19; Fil 1:1; 2:19-20; Col 1:1;
1 Ts 1:1; 3:2, 6; 2 Ts 1:1; Flm 1). Y también en Hebreos, si consideramos que
fue escrita por Pablo (13:23). En la última serie del Alimento Diario, que
incluyó las dos epístolas de Pablo a los tesalonicenses, titulada “Dios nos llama
a Su reino y gloria”, hablamos mucho sobre Timoteo, en la historia de la iglesia
en Tesalónica. Vimos como Pablo tuvo que salir de prisa de la ciudad y dejó a
la iglesia al cuidado de Timoteo. Más tarde Timoteo fue a Corinto para reunirse
con Pablo, y éste lo envió de regreso a Tesalónica y Macedonia para cuidar de
las iglesias.
Así como Timoteo, también nosotros debemos aprender a tener intimidad
con los apóstoles y ser unánimes con el sentir de ellos. En dos porciones,
veremos que Pablo lo tema en alta estima. En la primera porción, leemos: “Por
esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor,
el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas
partes y en todas las iglesias” (1 Co 4:17). ¿Quién es Timoteo? "Es mi hijo
amado y fiel en el Señor”. Pablo lo consideraba así porque le había predicado
el evangelio, recibió al Señor y llegó a ser su hijo, engendrado a partir de su fe
en el Señor.
Timoteo también fue un joven fiel al Señor: “El cual os recordará mi
proceder”. Él hacía exactamente lo que Pablo le enseñaba; él lo representaba.
Donde Timoteo iba, era como si Pablo fuese. El apóstol se sentía tranquilo
porque su colaborador no enseñaba nada diferente. Eso es estar totalmente
identificado con los apóstoles, estando unidos a ellos: unidos en la enseñanza,
en la palabra fundamental y en la palabra profética.
En la segunda porción, leemos: “Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a
Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado;
pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por
vosotros” (Fil 2:19-20). Cada vez que Pablo no podía ir a algún lugar, enviaba
a Timoteo. Pablo confiaba en él y sabía que conocería la real situación de los
santos y le entregaría un informe fidedigno.
Ponga atención a un detalle importante del versículo 20, el cual debe ser
nuestro deseo: “Pues a ninguno tengo del mismo ánimo”. De todos sus muchos
colaboradores, Pablo no tenía a nadie como Timoteo. Él estaba realmente
unido a Pablo y se identificaba con el apóstol.
Querido lector, estas referencias son suficientes para ilustrar la intimidad
entre Pablo y Timoteo. Pablo era el padre espiritual de Timoteo y él era su hijo
en la fe. Pablo era el mentor y Timoteo, el aprendiz, el discípulo. Pablo era el
apóstol y Timoteo era el joven colaborador a quien el apóstol podía enviar con
tranquilidad a todos los lugares, porque sabía que podía representarlo.

Pregunta: ¿Qué representan la “columna”y la “base”, respectivamente?

Mi punto clave: ____________________________________________________

------------------------------
B
SEMANA 1 - MIÉRCOLES

Lectura bíblica:
2 Ti 1:16-17; 2:9
Leer con oración:
Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si
retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la ^esperanza (He
3:6).
PREPARAR A LOS MIEMBROS DE LA CASA
PARA ENTRAR EN EL REINO

Después de hablar sobre el destinatario de las epístolas de Pablo a Timoteo,


veamos dónde y cuándo fueron escritas. Aunque no es tan fácil determinarlo,
gracias a los relatos históricos del libro de los Hechos y la historia de Roma,
los estudiosos lograron estimar las fechas aproximadamente.
La Primera Epístola de Pablo a Timoteo fue escrita alrededor del año 64 o
65 d. C., después de que Pablo fue liberado de su primer encarcelamiento. Él
estuvo en la prisión en Roma entre los años 60 y 62 d. C. Antes estuvo preso
en Cesárea, donde permaneció dos años, fue juzgado y apeló a César. Luego,
bajo la custodia de un soldado romano, se embarcó en una nave hacia Roma.
Allí, mientras esperaba la sentencia, Pablo fue puesto en una prisión
domiciliaria, conforme a lo que leemos: “Cuando llegamos a Roma, el
centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió
vivir aparte, con un soldado que le custodiase” (Hch 28:16). Todo eso ocurrió
entre los años 60 y 62 d. C.
¿Qué practicaba Pablo mientras estaba preso en su casa? “Pablo permaneció
dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo,
abiertamente y sin impedimento” (Hch 28:30-31). A pesar de no poder salir,
Pablo podía recibir a la personas y predicarles el reino de Dios en aquella casa.
Podemos decir que en aquella época Pablo ya practicaba el “¿Puedo orar por
usted?”. Además, podemos inferir que, a medida que cambiaban los guardias,
él oraba por ellos y éstos se convertían. Así, casi toda la guardia pretoriana fue
salva. Asimismo, en esa ocasión, Onésimo fue salvo.
Luego, entre los años 62 y 64 d. C., Pablo fue liberado. Entonces,
probablemente él y Timoteo fueron a visitar las iglesias que habían levantado
en Asia y Galacia. Al pasar por Éfeso —una ciudad de Asia—,
vio la condición de la iglesia allí y se preocupó. Por esa razón, dejó a su
colaborador en Efeso y viajó a Macedonia, donde escribió su primera epístola
a Timoteo —tal vez al final del año 64 o al comienzo del año 65—. En dicha
epístola, leemos el siguiente versículo: “Como te rogué que te quedases en
Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen
diferente doctrina” (1 Ti 1:3). Aproximadamente, esa es la fecha y el lugar en
que Pablo escribió su primera epístola a Timoteo.
En el período del 66 al 67 d. C., Pablo enfrentó su segundo encarcelamiento,
el cual fue diferente al primero, pues ahora estaba en una cárcel de verdad. En
2 Timoteo, él menciona las “cadenas”, indicando que estaba encadenado y las
condiciones eran muy duras (1:16; 2:9). Algunos hermanos fueron a visitarlo,
mientras que otros nunca lo hicieron. Durante ese período —probablemente en
el año 68 d. C., cerca del final del reinado del emperador romano Nerón—,
Pablo fue martirizado.
Las palabras de su segunda epístola a Timoteo demuestran que sus días
estaban terminando, según lo que leemos: “El tiempo de mi partida está
cercano” (2 Ti 4:6). Basados en ese contexto, estimamos que la fecha de la
segunda epístola fue en el año 67 d. C., durante su segundo encarcelamiento en
Roma (1:16-17).
Retomando el encargo de esta semana, de la iglesia como la casa de Dios,
leamos nuevamente: “Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa
de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”
(1 Ti 3:15). En griego, la palabra ‘casa’ es oikos, y nos remite a la palabra griega
oikonomia —traducida literalmente como ‘edificación’ en 1 Ti 1:4—. En
español la palabra ‘economía’ está formada por los vocablos griegos oikos y
nomos, que significa la ley de la casa o administración familiar. Por
consiguiente, la palabra ‘casa’ de la expresión “la casa de Dios” en este
versículo es oikos.
A fin de aclarar mejor el concepto de la iglesia como la casa de Dios y la
familia de Dios, veremos los versículos que están a continuación.
Primeramente, leamos Efesios 2:19: “Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios”. Aquí la palabra ‘familia’ es ‘casa’ en griego, pero no (‘ii el sentido de
oikos, sino de oikeos —otra palabra griega parecida, que tiene el mismo radical
‘casa’—. Por esa razón, en algunas traducciones, aparece la frase: “miembros
de la casa de Dios”. Esta casa está formada por la familia, y como hoy estamos
en familia, entonces somos la casa de Dios.
En los versículos siguientes, en el original griego, la palabra ‘casa’ es oikos:
“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el
cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa
[oikos] de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno
éste, cuanto tiene mayor honra que la casa [oikos] el que la hizo. Porque toda
casa [oikos] es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y
Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa [oikos] de Dios, como siervo, para
testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa [oikos],
la cual casa [oikos] somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza
y el gloriamos en la esperanza” (He 3:1-6).
Aquí el autor de Hebreos hace una comparación entre Moisés y Cristo, el
Hijo de Dios, en el aspecto de ser fiel en la casa de Dios. En el Antiguo
Testamento, esa casa era el pueblo de Israel, sobre la cual Dios puso a Moisés
para que la cuidara. En el Nuevo Testamento, la casa es la iglesia, sobre la cual
Dios puso a Cristo para cuidarla. Este es el concepto que queremos introducir:
la iglesia es la casa de Dios y necesita ser cuidada. Querido lector, ¿quién
cuidará de esta casa? ¿Qué casa es esta? La respuesta está en el versículo 6:
“La cual casa somos nosotros”. Nosotros somos la casa de Dios, la iglesia. Que
seamos fieles a Dios y cuidemos bien de Su casa, la iglesia.
El contexto de estos versículos, junto con los siguientes, habla de entrar en
el reposo. Este reposo representa el reino. En estos versículos, vemos algo muy
claro: cuidSr de la casa de Dios es preparar a los miembros de Su casa para
entrar en el reino. Moisés fue fiel en toda la casa, teniendo como objetivo
introducir a todo el pueblo de Israel en la buena tierra de Canaán, en el reposo.
No obstante, por causa de la incredulidad y de la rebeldía, la mayoría no pudo
entrar, solamente la nueva generación. Hoy Dios también necesita de siervos
fieles en Su casa, para introducir a Su pueblo en el reposo, en el reino
milenario.

Pregunta: Basados en las palabras mencionadas, ¿qué entiende usted por “la casa
de Dios”?

Mi punto clave:
SEMANA 1 - JUEVES
Lectura bíblica:
2 Ti 3:16-17

Leer con oración:


Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo y^cuidará de
la iglesia de Dios?) (1 Ti 3:4-5).J

EL GOBIERNO Y EL PROCEDER EN LA CASA DE DIOS

Leamos los siguientes versículos: “Como te rogué que te quedases en Efeso,


cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente
doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que
acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo
ahora” (1 Ti 1:3-4). En griego, la expresión “edificación de Dios” es oikonomia
de Dios o simplemente la economía de Dios. La palabra oikonomia se refiere a
la administración de la casa, a la economía doméstica. Esta palabra nos remonta
a las familias antiguas que tenían un mayordomo para suplir las necesidades de
los miembros de la casa. Eso incluía proporcionarles ropa, remedios, comida,
etc. En otras palabras, la economía de Dios es el plan que Dios tiene para
nosotros, es Su aireglo divino para suplimos con Sus riquezas inagotables.
Dios tiene una casa, y esa casa tiene una administración. Este concepto que
está en 1 Timoteo 1:4 es la administración de la casa de Dios. Cuando Pablo
advirtió a los efesios que no prestaran atención a las enseñanzas diferentes ni a
fábulas ni a genealogías interminables, era para evitar que ellos dejaran lo
principal: administrar la casa de Dios.
A continuación, leamos: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena
obra desea” (1 Ti 3:1). El obispado es la función de un anciano. El anciano, se
refiere a su condición de vida, de madurez; y obispo, a su función de cuidar, de
supervisar, de administrar. Entre los requisitos de un anciano, es importante
destacar este versículo: “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad” (v. 4). Una vez más, vemos la mención de la
“casa”. La iglesia es la casa de Dios, sobre la cual Él nos puso para gobernarla
y cuidar de ella.
Esta palabra no se aplica solo a los líderes, sino también a todos los
hermanos. Aunque usted nunca llegue a ser un anciano, debe aspirar a tener la
función de un obispo; es decir, anhelar cuidar bien de la casa de Dios.
('.ontinuando con la lectura, el versículo 4 dice: “Que tenga a sus hijos en
sujeción”, lo cual implica criar. ¡Cuidar de la casa de Dios es criar
hijos! Nosotros estamos criando a muchos hijos. Todos nosotros somos hijos
en la casa de Dios y estamos cuidando de los hijos de Dios. Por ejemplo, los
hermanos nuevos que entran en la vida de la iglesia, son hijos nuevos de los
cuales necesitamos cuidar. A pesar de que el texto nos habla de su familia
física, también puede ser aplicado a la iglesia como la casa de Dios.
Leamos el siguiente versículo: “(Pues el que no sabe gobernar su propia casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)” (1 Ti 3:5). El cuidado de la casa de Dios
comienza con el cuidado de nuestra propia casa; es decir, nuestra función
espiritual es cuidar de la casa de Dios. Esto es algo que todos debemos anhelar.
En la casa de Dios, debemos cuidar de los hijos más pequeños, los hijos
téknon. Debemos criarlos y educarlos con la palabra de Dios. La Escritura es
para enseñar, redargüir, corregir e instruir (2 Ti 3:16-17). ¿Qué producimos en
la casa de Dios? Primeramente producimos hijos téknon, que después
evolucionan hacia hijos huios. Luego, vamos a enseñarles sobre la voluntad del
Padre, de cómo involucrarse en Sus negocios y, finalmente, vamos a llevarlos
a convertirse en los herederos de Dios.
Tales hijos herederos un día podrán decir: “Por lo demás, me está guardada
la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no
sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Ti 4:8). En la casa
de Dios, estamos criando hijos que amen la venida del Señor.
Veamos los dos versículos que demuestran el objetivo de 1 Timoteo: “Esto
te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo,
sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios
viviente, columna y baluarte de la verdad” (3:14-15). Este es un libro acerca
del proceder. Pablo le transmitió a Timoteo los consejos prácticos y espirituales
de cómo debemos proceder para cuidar de la casa de Dios. La iglesia es la casa
de Dios, y en Su casa hay una administración, que tiene como fin el cuidado de
sus miembros. En esta epístola está la manera de cómo proceder con el cuidado
de los unos a los otros.

Pregunta: ¿Cuál es la relación entre la casa de Dios y la economía de Dios?

Mi punto clave:
SEMANA 1 - VIERNES
Lectura bíblica:
1 Ti 1—6

Leer con oración:


Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos \Jos que
aman su venida (2 Ti 4:8).J
NUESTRA MISIÓN: PRODUCIR A LOS QUE AMAN LA
VENIDA DEL SEÑOR

Consideremos en este versículo la misión que Pablo recibió de Dios: “[La


iglesia] de la cual fui hecho ministro, según la mayordomía de Dios que me fue
dada para con vosotros, para completar la palabra de Dios” (Col 1:25 - lit.).
Dios le confió a Pablo la misión de completar la palabra de Dios. Por esa razón,
su ministerio también es llamado completivo.
Gracias al Señor, hoy las Escrituras están completas. De los veintisiete libros
que componen el Nuevo Testamento, catorce fueron escritos de Pablo —si
consideramos que también escribió Hebreos—. En sus epístolas, él escribió
sobre Cristo y sobre la iglesia como Su Cuerpo universal. La iglesia como el
Cuerpo de (:fisto posee dos partes: una parte se refiere a la vida, a la naturaleza
divina; la otra es la parte práctica. En el aspecto de la vida, Pablo escribió desde
Romanos hasta 2 Tesalonicenses. En gran parte de esas epístolas, él nos habla
sobre la revelación, la vida, la naturaleza, las responsabilidades y la función de
la iglesia. Sin embargo, en las epístolas de 1 y 2 Timoteo, Tito y Filemón,
enfoca la parte práctica de una iglesia en la localidad, en el cuidado práctico de
la casa de Dios. Si usted lee cuidadosamente 1 Timoteo, verá muchos asuntos
pra< ticos y muchas instrucciones.
Ahora veamos el contenido de la primera epístola a Timoteo. ( onlieso que
fui delante del Señor muchas veces. Delante del contexto adual, en los días que
anteceden a la venida del Señor, oré: “¿Qué puedo hablar hoy acerca de 1
Timoteo, de manera simple, para que los hermanos puedan entender su
contenido?”. Así que, presentaremos el contenido de la primera carta de Pablo
a Timoteo estructurado en seis asuntos principales:
Primero —el principal de ellos—: Una advertencia contra la apostasía y la
degradación de la iglesia (1:3-20; 4:1-5).
Segundo: Una vida normal en la iglesia: en el día a día y en las reuniones
(2:1-15).
Tercero: La administración de la iglesia: el presbiterio y el diaconado (3:1-
13).
Cuarto: El proceder y las orientaciones en la iglesia (3:14-15a; 5:1—6:10,
17-19).
Quinto: La función de la iglesia (3:15b-16).
Sexto: Las exhortaciones personales: un buen ministro de Jesucristo y un
hombre de Dios (4:6-16; 6:11-16, 20-21).
Querido lector, todos estos temas son aspectos acerca de la casa de Dios, los
cuales me hacen recordar este versículo: “¿Quién es, pues, el esclavo fiel y
prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a su
debido tiempo? (Mt 24:45 - lit.). El versículo siguiente es muy alentador:
“Bienaventurado aquel esclavo al cual, cuando su señor venga, le halle
haciendo así” (Mt 24:46 - lit.). Cuidar de la casa de Dios tiene que ver con la
venida del Señor. Cuando usted cuida bien de la casa, es un bienaventurado y
será un vencedor si el Señor lo halla haciendo así.
Otro aliento tiene que ver con aquellos de la casa de Dios que usted está
cuidando, a quienes nuestra versión Reina Valera llama de “consiervos”. Ellos
también serán vencedores, porque están siendo alimentados a tiempo. Si
hacemos esto, seremos juntos vencedores. Esto refuerza nuestra función en la
casa de Dios.
Querido lector, es importante percibir que abordamos 1 Timoteo en el
contexto actuab Como ya vimos, nuestra función en la casa de Dios es producir
vencedores, aquellos que aman la venida del Señor (2 Ti 4:8).

Pregunta: ¿Cuál es la relación de Mateo 24 con la casa de Dios?

Mi punto clave: ___________________________________________________

D
SEMANA 1 - SÁBADO
Lectura bíblica:
1 Co 12:28; 1 Ti 1:7; 4:1-3; 6:3-7, 20-21
Leer con oración:
I Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón I l
limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida (1 Ti 1:5). j

PROMOVER LA ECONOMÍA DE DIOS EN LA FE

Ayer vimos un bosquejo sobre el contenido de 1 Timoteo. Hoy trataremos


brevemente el primer asunto de este contenido: la advertencia contra la
apostasía y la degradación de la iglesia. Pablo le rogó a Timoteo que exhortara
principalmente a los ancianos de la iglesia en Éfeso, a que “no enseñen
diferente doctrina”. Esa expresión “enseñar diferente doctrina”, en griego, es
heterodidaskaleo, formada por el prefijo hétero, que significa diferente, más la
palabra didaskaleo, que proviene de la palabra didaskalos, que significa
maestro, enseñar. Entonces heteroditaskaleo quiere decir enseñar cosas
diferentes. Esta palabra didaskalos también la encontramos en 1 Corintios
(12:28) y se refiere a los ‘maestros’, es decir, a aquellos que nos enseñan.
Otra mención de la palabra griega didaskalos se encuentra en la Epístola <i
los Efesios: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; <i
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros” (4:11). Aquí ‘maestros’ es
didaskalos. Así que, llegamos a dos conclusiones: que estaban los que
enseñaban cosas diferentes en la iglesia en Éfeso y que esos eran aquellos que
tenían autoridad para enseñar; es decir, eran los líderes, los ancianos.
I as diferentes doctrinas son las cosas diferentes a la enseñanza de Pablo. Son
cosas basadas en las ideologías y filosofías de aquella época, como el
gnosticismo, por ejemplo. Eran incluso enseñanzas bonitas; no < il istante,
Pablo las comparó con lo que leemos a continuación: “Ni presten atención a
fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que
edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora” (I Ti 1:4). Recordemos
que la expresión “edificación de Dios”, según el original griego, es economía
de Dios. Así que, el versículo se puede leer • linio sigue: “Ni presten atención
a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la
economía de Dios que es por fe”, lales líderes no promovían la administración
de la casa de Dios. Por el contrario, promovían distracciones.
Actualmente, existen muchas enseñanzas que parecen buenas, pero nos
distraen de la palabra profética y de la palabra fundamental. En la
época de Timoteo, ya existía ese desvío en la iglesia en Éfeso debido a que
algunos enseñaban sobre la ley. Pablo los llama de “maestros de la ley”, los
cuales enseñaban la ley mosaica (1 Ti 1:7 - lit.). Ciertamente había algo de
bueno en tales enseñanzas, pero estaban fuera de la economía de Dios.
Con el fin de exponer el desvío que había en la iglesia en Éfeso, Pablo nos
habla nuevamente sobre los que ministraban enseñanzas diferentes a las sanas
palabras (1 Ti 6:3-5). De igual manera, aconsejó a Timoteo a guardar lo que le
había sido encomendado, pues los que no hicieron eso se desviaron de la fe por
confiar en herejías (vs. 20-21; 4:1-3). Todo eso forma parte del primer aspecto
de la advertencia de Pablo contra la apostasía y el declive de la iglesia. Esas
enseñanzas diferentes hacen que la iglesia caiga en herejías.
Hoy en día, existen muchas herejías en el medio cristiano, como por ejemplo,
querer modernizar la Biblia para que la homosexualidad sea aceptada.
Asimismo, quieren adecuar la Palabra de Dios con la realidad social del siglo
XXI, porque la consideran anticuada para la actualidad. Todo eso son herejías.
La iglesia hoy debe ser la guardiana de la verdad, la columna y la base de la
verdad. Las enseñanzas diferentes y las herejías se convierten en la semilla para
la degradación de la iglesia. Eso fue lo que ocurrió con la iglesia en Éfeso.
Preocupado por eso, Pablo escribió su segunda carta a Timoteo con el fin de
“vacunar” a la iglesia.
Leamos 1 Timoteo 1:4: “T^i presten atención a fábulas y genealogías
interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es
por fe” (1 Ti 1:4). Aquí Pablo menciona dos tipos de distracciones: fábulas y
genealogías interminables. Ahora, veamos algunos versículos que nos hablan
de fábulas: “No atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres
que se apartan de la verdad” (Tit 1:14); “Desecha las fábulas profanas y de
viejas. Ejercítate para la piedad” (1 Ti 4:7); “y apartarán de la verdad el oído y
se volverán a las fábulas” (2 Ti 4:4). Esas fábulas eran rumores, cuentos,
noticias, leyendas y tradiciones sobre personajes bíblicos. Esas historias —
tanto las verdaderas como las falsas— eran exageradas y servían de distracción.
Asimismo, estaban las fábulas judías de milagros, de invención rabínica. Las
genealogías interminables eran genealogías del Antiguo Testamento,
adornadas con fábulas. En la epístola a Tito, Pablo escribió: “Pero evita las
cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la
ley; porque son vanas y sin provecho” (3:9).
Así como en aquella época había hermanos influenciados por esas cosas, hoy,
lamentablemente, también los hay. Algunos cristianos pasan todo el día en el
internet explorando teorías de la conspiración. Querido lector, el luí de todo
eso es distraernos.
Las fábulas y genealogías interminables solo generaban disputas, pero no
promovían la economía de Dios en la fe. En griego, la palabra 'disputa’ es
‘cuestionamiento’ o ‘debate’. Usted entra en la esfera mental y empieza a
cuestionar la verdad. Las disputas generan contiendas. Este es i-l principio
satánico desde el huerto del Edén. La serpiente logró engañar a Eva, llevándola
a dudar de la palabra de Dios. Ella, a su vez, por considerar el fruto bonito y
apetitoso, lamentablemente comió del árbol de la ciencia del bien y del mal,
cayendo en la trampa (Gn 3:1-6).
Lea i nos más sobre los cuestionamientos y discusiones: “Está envanecido,
nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las males
nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas” (1 Ti 6:4); "desecha las
cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas” (2 Ti
2:23); “evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y
discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho” (Tit 3:9). Esta
reiteración de Pablo demuestra que era un proltierna serio que había en la
iglesia. Asimismo, vemos esta situación en nuestros días. En época de
elecciones, ¡cuántos cuestionamientos surgen! I ten nanos que se aman
comienzan a discutir en los grupos de WhatsApp, defendiendo a un candidato
y menoscabando a otro.
Ahora, también está la guerra de las vacunas, que mencionamos
anteriormente. Algunos hermanos se rehúsan a vacunarse y critican a los que
quieren hacerlo. Éstos comienzan a enviar videos sobre esto y aquello, incluso
sobre los conflictos en cuanto a las terapias y tratamientos del < iovid-19.
Como líderes de las iglesias, solo recomendamos aquello que las autoridades
sanitarias y nuestro Comité de Orientación de Salud
l< >i n lado por nuestros hermanos médicos— nos indican. Cada uno tiene
una i onciencia y una convicción. Si esos asuntos han causado debates,
despertemos, porque ciertamente el enemigo está cerca con su trampa paia
dividirnos y desviamos del cuidado de la casa de Dios, la iglesia.

Pregunta: ¿Qué son las “enseñanzas diferentes”, “fábulas”y “genealogías”?

MI pinito clave:
SEMANA 1 - DOMINGO
Lectura bíblica:
1 Ti 2:1-7; 3:1-13; 4:6-16; 5:1-16; 6:1-2, 6, 20-21
Leer con oración:
I Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, I l la
piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre (1 Ti 6:11). I

UN BUEN MINISTRO DE JESUCRISTO


Y UN HOMBRE DE DIOS

Dedicaremos este día para hacer un rápido abordaje de los aspectos restantes
del contenido de 1 Timoteo. Veamos el segundo asunto: “Una vida normal en
la iglesia: en el día a día y en las reuniones”. En el capítulo segundo, Pablo nos
orienta sobre cómo orar (vs. 1-7). Debemos ser hombres y mujeres de oración.
Aunque no nos agraden nuestros gobernantes, debemos orar por ellos.
En el capítulo 2, a partir del versículo 8 hasta el final, Pablo nos enseña cómo
los varones deben orar y cómo las mujeres deben vestirse —con decoro, pudor
y modestia—. El apóstol aborda el tema de la mujer hablar en la iglesia, porque
en aquella época tal vez había hermanas que hablaban demasiado o ejercían
autoridad sobre los hermanos. Por ser así, Pablo tuvo que ser muy enérgico.
Asimismo, esta porción contiene orientaciones muy prácticas para el orden y
la vida normal en las reuniones y en la vida cotidiana.
El tercer asunto aborda la administración de la iglesia: el presbiterio y el
diaconado (1 Ti 3:1-13). Pablb desarrolla una serie de recomendaciones a los
ancianos, diáconos y diaconisas; sin embargo, en la iglesia no hay ancianas,
solo ancianos.
El cuarto asunto trata sobre procedimientos y orientaciones en la iglesia:
“Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si
tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios” (1 Ti 3:14- 15a). Era
como si Pablo dijera: “Timoteo, te estoy enseñando cómo hacer las cosas.
Intento ser bien práctico”. En esta epístola existe revelación y visión, pero
también procedimientos y orientaciones prácticas.
En el capítulo quinto, entre los versículos 1 y 16, Pablo enseña cómo lidiar
con personas de diferentes edades: ancianos, ancianas, hermanos y hermanas
jóvenes, y una porción entera sobre las viudas. Realmente hay muchas
orientaciones y procedimientos.
A partir del versículo 17 hasta el 21, Pablo explica el asunto de los
honorarios de los ancianos. Se debe honrar a los ancianos no solo con
el respeto, sino también con ofrendas para suplir su necesidad, principalmente
a los que sirven a la iglesia de tiempo completo. Igual mente, hay orientaciones
sobre cómo tratar con los ancianos que no i lenen un buen testimonio. En el
versículo 22, el apóstol le recomienda a Timoteo que no imponga las manos
sobre alguien ni transmita autoridad a alguien de manera precipitada. Dando
continuidad, en el veiskitlo 23, Timoteo fue orientado sobre cómo cuidar de
su salud. I I tenía un problema estomacal, y Pablo le recomendó: “Ya no bebas
agua, sino usa de un poco de vino” (1 Ti 5).
I u el capítulo sexto, hay advertencias sobre la relación entre siervos y amos.
En aquella época, había esclavos y amos, y muchos entre ellos se convirtieron
en creyentes. La relación entre ellos debía ser de i espeto mutuo (vs. 1-2).
I ti los versículos 6, 17, 18 y 19, del capítulo 6, Pablo nos expone el asnillo
del dinero y cómo los ricos deben proceder. En su informalidad e Intimidad
con Timoteo, Pablo comenzó el tema en el versículo 6, peí o uo lo concluyó,
sino hasta el final de la carta.
I I quinto asunto es la función de la iglesia. Leamos: “En la casa de Dios,
que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” (1 Ti
3:15). ¿Cuál es la función de la iglesia? Ser < olmima y base de la verdad.
I I versículo siguiente es un cántico con muchas revelaciones: “E Hidra
aliblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en i ame,
justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los p,entiles, creído
en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti 3:16). Aquí vemos que la iglesia
es el gran misterio de la piedad —el misterio que expresa a Dios— y que está
aquí como el antídoto contra el misterio de la iniquidad. Jesús era Dios
manifestado en carne. Si alguien quería ver a I tíos, tenía que ir a Jesús. Hoy
la iglesia es el misterio de la piedad, en otras palabras, es la manifestación de
Dios en carne. Hoy, si alguien quiere ver a Dios tiene que venir a la iglesia.
¡Alabado sea el Señor!
I iiialmente llegamos al sexto asunto, que son exhortaciones personales: un
buen ministro de Jesucristo y un hombre de Dios (1 Ti 4:6-16). Todos los
versículos nos hablan de lo que es ser un buen ministro de Jesucristo. Pablo
exhorta: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de lesix rislo,
nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” (v.
6). En otras palabras, si usted enseña estas cosas a los het manos, será un buen
ministro de Jesucristo, será un buen “vacunador”. Sin embargo; antes, usted
tiene que estar nutrido con las palabras de la fe
y de la buena enseñanza que ha seguido de cerca. Por tanto, antes de todo, usted
tiene que “vacunarse” para poder “vacunar” a los demás.
En el siguiente versículo vemos el patrón de un buen ministro de Jesucristo:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti 4:12).
Un buen ministro de Jesucristo no puede acomodarse, conforme a lo que
leemos: “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Ti 4:15). Aunque su estado sea
bueno, su etapa también tiene que aumentar.
Pablo le recomienda a Timoteo que se “vacune” primero, para luego vacunar
a los demás: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” (1 Ti 4:16).
Vacúnese primero y, una vez inmunizado, usted también podrá vacunar a sus
oyentes. Ese es un buen ministro de Jesucristo.
Pablo concluye describiendo al hombre de Dios (1 Ti 6:11-16, 20-21). En
esa exhortación personal, Pablo le aconseja a Timoteo a huir de las cosas
relacionadas a la carne, a seguir las virtudes, a pelear la buena batalla de la fe,
a tomar posesión de la vida eterna y a guardar lo que se le fue confiado. Por
tanto, ese es el hombre de Dios.
A pesar dé que ya mencionamos el contenido de 1 Timoteo el viernes, vale
la pena recapitular su estructura:
1) Una advertencia contra la apostasía y la degradación de la iglesia.
2) Una vida normal en la iglesia: en el día a día y en las reuniones.
3) La administración de la iglesia: el presbiterio y el diaconado.
4) El proceder y las orientaciones en la iglesia.
5) La función de la iglesia.
6) Las exhortaciones personales: un buen ministro de Jesucristo y un
hombre de Dios.
Que Dios bendiga a Sus iglesias y que seamos verdaderamente Su casa. Que
cuidemos muy bien de la iglesia y que ella sea, de hecho, por medio de
nosotros, la columna y la base de la verdad. Amén.

Pregunta: ¿Por qué debemos “vacunarnos” antes de “vacunar” a los demás?


Mi punto clave:
SEMANA 2 - LUNES
I .ectura bíblica:
I Ti; 2 Ti; Tit
I ,eer con oración:
Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad
Ti 3:15).J

VAMOS CONTRA LA CORRIENTE

I I tema general de esta serie del Alimento Diario es “La iglesia: columna y
la base de la verdad”. Actualmente, estamos viviendo en tiempos de mentiras
y de iniquidad. No obstante, la iglesia recibió de Dios la gloriosa misión de ser
la columna y la base de la verdad. De manera sigilosa, la Iniquidad ha ganado
espacio—incluso entre los cristianos—. Esto refuerza la i ici esidad de traer la
palabra pura de Dios.
I si a semana hablaremos con respecto a la fe, que es el contenido de la <•(
(momia neotestamentaria de Dios, el cual está relacionado con la verdad. I'oi
lauto, trataremos sobre la importancia de la palabra de la verdad para i'vlutt la
degradación de la iglesia. Asimismo, concluiremos demostrando que '.on las
enseñanzas saludables como expresión de las sanas palabras y del ministerio
de la verdad.
Del contenido de 1 Timoteo podemos extraer seis puntos principales que
fueron mencionados por el apóstol Pablo. El primero consiste en la advertencia
contra la apostasía y el declive de la iglesia. Con respecto a esto, recordemos
el mensaje anterior, en el cual hay más detalles sobre las i llas de varios
versículos. Entonces, como vimos anteriormente, l'nhlo había detectado que la
apostasía en aquella época ya se había Instaurado en la iglesia.
I I segundo aspecto trata acerca de tener una vida normal de la iglesia, un
vlvii normal personal y un vivir normal en las reuniones. Pablo le mostró a I
linóleo que la iglesia no se resume aúna institución formal. La iglesia, en
realidad, expresa una vida que impacta toda nuestra vida cotidiana, ya sea en
las actividades seculares o cuando nos reunimos con los hermanos. Por esa
razón, se da mucha atención al modo de conducir las reuniones.
Avanzando hacia el tercer aspecto, se destaca la administración de la Iglesia:
el presbiterio y el diaconado. Allí, Pablo nos aclara con respecto a la lunción
de los ancianos, de los diáconos y de las diaconisas, a fin de que haya una
adecuada administración en la iglesia. El cuarto aspecto es otro asunto
importante, el cual nos habla del proceder y las orientaciones en la Iglesia (I Ti
3:15), porque, en el caso de que Pablo tardase, Timoteo sabría cómo conducirse
y proceder en la casa de Dios. A cada uno de nosotros
se nos entregó una porción de la casa de Dios para cuidarla; eso es algo muy
serio, pues debemos tener celo para actuar de acuerdo con lo que Dios
estableció. Por ser muy importante, este tema fue mencionado en las dos
epístolas dirigidas a Timoteo y en la que fue dirigida a Tito, formando, así, los
tres “Ti”: 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito. Estos libros son conocidos como las
epístolas pastorales, porque traen procedimientos y orientaciones para el
cuidado y el pastoreo de una iglesia.
Así pues, llegamos al quinto aspecto, que trata sobre la función de la iglesia.
Además de ser la columna y la base de la verdad, la iglesia también es el gran
misterio de la piedad. No obstante, este tema será tratado con más profundidad
en futuros mensajes.
Para concluir, tenemos el sexto aspecto, que presenta exhortaciones
personales. Aquí vemos que Pablo tenía una preocupación especial con
relación a la persona de Timoteo —un genuino siervo de Dios—. Servir al
Señor no se resume solo en cuidar bien de las cosas y saber administrar los
hechos y los servicios; antes bien, el principal objetivo es cuidar de los
hermanos. Cada hermano debe estar bien y, por preocuparse de Timoteo, Pablo
le hizo exhortaciones personales con el objetivo de convertirlo en un buen
ministro de Cristo y un hombre de Dios.
El tema de esta semana —“La iglesia: columna y base de la verdad”— es un
asunto muy vasto del cual hablaremos extensivamente. El término ‘verdad’ no
se refiere solo a doctrinas o al simple conocimiento bíblico. Limitarse al simple
conocimiento es semejante a una persona que conoce toda la mecánica de un
vehículo, pero no sabe conducirlo.
El Señor desea que disfrutemos y experimentemos la verdad como la
realidad y la vida. De nada sirve tener comidas deliciosas si no las disfrutamos.
Amado lector, nuestro deseo es que usted sea guiado a la realidad y a la vida
que hay en la verdad, que tenga mucha experiencia y disfrute de la palabra del
Señor. Amén.

Pregunta: ¿Cuáles son los seis aspectos principales de 1 Timoteo?

Mi punto clave: ____________________________________________________

Lectura de apoyo:
“Fundamentos de la fe cristiana” - tomo. 1 - lección 18-Editorial Árvore da Vida.
“Llamados a promover la fe” - cap. 1 -Dong Yu Lan.
SEMANA 2 - MARTES
I <*< tura bíblica:
,/n 17:17

I <■<■■- con oración:

| >'< > soy el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6a).I

DIOS ES LA VERDAD Y LA REALIDAD

Ayer finalizamos el mensaje realzando el deseo del Señor de ser vida


... i nosotros. Por esa razón, no nos interesan las discusiones doctrinales o
dogmáticas. Es común ver a cristianos más interesados en saber cuál es la
doctrina del otro en vez de experimentar a Cristo como novedad de ' n l,i l l
Señor nos dio el Espíritu todo-inclusivo para nuestro disfrute, no pañi Lis
discusiones.
< liando nos volvemos a la Palabra de Dios, sabemos que es la verdad y l.i
realidad. Actualmente, el mundo quiere propagar que la verdad ya ñu existe,
afirmando que todo es relativo. Este es el pensamiento que el enemigo quiere
difundir en el mundo. Sin embargo, afirmamos con osadía que la verdad existe
y es absoluta. La verdad es Dios mismo, tal 11 mu i el Señor Jesús lo afirmó:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (In 14 fia). ¡Nuestro Señor es la
verdad!
l a Palabra de Dios es la verdad. Leamos el siguiente versículo: ' mullí ¡calos
en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn 17:17). Hoy en día, IIIIK líos (¡uieren
desechar la Biblia, desacreditándola. Por más absurdo que parezca, prefieren
creer a las mentiras, a las fake news y a las teorías de la conspiración que creer
en la Palabra de Dios. La verdad es que Dios es real, y sabemos eso cuando Lo
experimentamos. Todos los que lian tenido esa experiencia pueden testificar
que Dios es real. Él es niii".na verdad y realidad. Cuando estamos en la iglesia
—la columna y la liase de la realidad—, probamos la verdadera vida. No
estamos hablando de teorías, sino de algo real. Imagine que le pregunten si
cenó a alguien que acaba de cenar. Obviamente, la respuesta será afirmativa, y
ni siquiera necesita explicarlo, porque se siente nutrido y satisfecho. Eso es
algo real, y de eso estamos hablando. Cristo también es real ( liando Lo
disfrutamos genuinamente.
I a Biblia nos muestra que el ser humano está formado de tres partes: espli
llu, alma y cuerpo. Al creer en Jesús, tenemos un nuevo nacimiento, ¡mes
nuestro espíritu nace. Así que, nuestro espíritu es reavivado y pasa a saber
quién es Dios y, por tanto, damos testimonio de que el Señor es la verdad y la
realidad. Como ya lo vimos, la iglesia es la columna y
la base de la verdad, de la realidad. Estos dos aspectos —la base y la columna—
presentan, respectivamente, dos aspectos: el contenido y la expresión. Una
columna debe ser sólida y estar apoyada en una base firme para sostener el
edificio que, en este caso, es la iglesia. La iglesia no está suelta o construida en
un terreno arenoso, sino que está sustentada y fundamentada en la verdad. Su
estructura —la fe, el amor y la esperanza— está sustentada por la verdad. Por
consiguiente, tanto la columna como la base son la verdad. La columna es
grande y fuerte y tiene una expresión. Un ejemplo de lo que estamos hablando
son las ruinas de la Grecia antigua. Allí había grandes edificios, que con el
tiempo se desplomaron y solo quedaron las columnas, porque eran fuertes y
bien fundamentadas. Así, bajo el aspecto de la iglesia, su columna es la verdad,
lo que le proporciona una expresión fuerte y sólida.
Con respecto al contenido de la verdad, podemos destacar siete aspectos en
1 y 2 Timoteo. Estos siete asuntos componen la columna y la base, tanto en el
aspecto del contenido, como de la expresión. Son los siguientes:
1) La fe —objetiva—
2) La verdad
3) Las sanas enseñanzas
4) La vida
5) La piedad
6) La fe —subjetiva—
7) La conciencia
Los primeros tres aspectos son objetivos; es decir, están fuera de nosotros.
Los últimos tres aspectos son subjetivos; por tanto, tienen que ver con nuestra
experiencia interior y nuestro vivir. El cuarto aspecto, la vida eterna, es el
eslabón que relaciona los aspectos objetivos con nuestra experiencia subjetiva.
Este es el medio y el poder que nos capacitan para llevar a cabo la realidad de
la fe, de la verdad y de las sanas enseñanzas.
Que el Señor sea nuestra verdad y realidad en el vivir de la iglesia. ¡Jesús
es el Señor!

Pregunta: ¿Cuál es la expresión y el contenido de la verdad?

Mi punto clave: ___________________________________________________

1
SEMANA 2 - MIÉRCOLES
I .ectura bíblica:
,/n 1:12
I ,eer con oración:
[ A.sí que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Ro 10:17). J

LA FE: EL CONTENIDO DE LA VERDAD

I I siguiente diagrama ilustra la economía neotestamentaria de Dios. I l círculo


de la izquierda representa la fe objetiva, la persona y la obra de Dios, aquello
en lo que nosotros creemos. Al lado derecho, hay tres círculos concéntricos que
representan las tres partes del ser humano: cuerpo, alma y espíritu. En el
espíritu —la parte más interior del hombre— hay un pequeño elemento
llamado “fe”, que es la fe subjetiva. El objetivo del plan de Dios es poner la fe
objetiva dentro de nuestra fe subjetiva. Para eso necesitamos estar conectados
con Él. I I transporte de esa fe ocurre por medio de un “camioncito” que, en la
lígula, representa a la Palabra.

I ,a le viene por oír la palabra de Dios, conforme a lo que leemos: “Así que
la le es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”(Ro 10:17). Nuestros i ih h is
los órganos relacionados con la función auditiva— son la puerta i
... Irada para recibir la Palabra. Por esa razón, la Biblia insiste en varias
pon Iones: "El que tiene oídos para oír, oiga”. Si no oímos la palabra de I >lir._
no recibimos la fe.
I a le es el contenido de la economía de Dios; es decir, Cristo mismo. Al pi
Int Ipio, eslá fuera del hombre, conforme a lo ilustrado en el círculo de Li
izquierda imagen de arriba—. Por tanto, independientemente de que
el hombre crea o no, la fe siempre existirá, porque se refiere a Cristo y a todo
lo que Dios es. Cristo es el conector central del universo; en El, todo subsiste
(Col 1:17b), y sin Él, el plan de Dios colapsaría.
Como bien lo demuestra la ilustración, el camioncito —la Palabra—
transporta la fe hacia nuestro interior. Cuando oímos la Palabra, podemos tanto
recibirla como no. Si decimos “sí”, puede ser depositada en lo más íntimo de
nuestro ser —nuestro espíritu—, es así como se produce la fe subjetiva. De esa
manera, es imprescindible que, al oír la palabra, digamos “sí”, aceptándola.
Este proceso ocurre en nuestra mente —la parte líder del alma—, que entiende
la Palabra que oímos. Entonces, nuestra voluntad decide recibirla y nuestra
emoción siente placer en aceptarla. Experiméntelo ahora mismo, diciendo:
“¡Sí, acepto la palabra del Señor!”. ¿Logra sentir algo? ¿Percibe el placer de
recibir la palabra del Señor? En este momento, la fe es depositada en su
espíritu, produciendo así la fe subjetiva, que es su experiencia íntima con Dios.
En el Evangelio de Juan, leemos: “Mas a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (1:12).
Cuando recibimos la Palabra, ¡en nuestro interior surge la fe subjetiva, que va
creciendo cada vez más, a medida que creemos en el hablar de Dios! Como ya
vimos en otra oportunidad, nuestra fe es para creer, solamente tiene utilidad si
creemos. Dios siempre va enviar, por medio de la Palabra, un elemento de la
fe para que podamos creer, y así Cristo será cada vez más depositado en nuestro
interior.
El contenido que expusimos hasta el momento resume bien 1 Timoteo. Por
medio de la Palabra, la fe (objetiva) es depositada en el interior de nuestra fe.
El enemigo quiere desviar el camión de la ruta, quiere secuestrarlo y saquear
la preciosa carga que es la Palabra. Necesitamos guardarla y valorarla, para
que, a medida que crezca, llegue a ser la fe subjetiva en nuestro espíritu. ¡Que
Dios nos bendiga!

Pregunta: A la luz de lo que vimos hoy, explique la diferencia entre la fe objetiva y


la fe subjetiva, y cómo ésta es formada en nosotros.

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 2 - JUEVES
I ectura bíblica:
Ro 5:10b; 1 Ti 1:19; 3:13; 4:6; 5:8; 6:10, 21; 2 Ti 3:8; Tit 1:1, 4,13
1 ,eer con oración:
I / le peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la I
[je (2 Ti 4:7)...J

EL PRIMER ASPECTO: LA FE

Hoy hablaremos sobre la fe, el primer aspecto de los siete que mem ionamos
el martes. La fe es el contenido de la economía de Dios en <■1 Nuevo
Testamento; es decir, es la administración y el plan divino para la humanidad, el
evangelio completo. Esto es algo objetivo y externo V ••ski directamente
relacionado con la Persona y con la obra de Dios.
Asi que, bajo el ángulo de los grandes hechos espirituales, la fe está ' i
impuesta por Dios, Cristo, el Espíritu, la vida —no la vida humana, • ano l.i vida
divina—, la iglesia, el reino y la nueva Jerusalén en la eiemidad. Esa es una
manera de ver el magnífico plan de Dios.
I n cuanto a lo que concierne a la obra redentora de Dios, podemos liahlai
primeramente sobre lo que Cristo hizo. De esa manera, la fe i i mi icne la
encarnación de Cristo, Su vivir humano, Sus sufrimientos, ’m muerte en la cruz,
Su sepultura, Su resurrección y Su ascensión, así i unió el hecho de haber
regresado a nosotros como el Espíritu que da v lila Por tanto, hay diferentes
maneras de ver la fe.
También podemos relacionar la fe con nuestra plena salvación, que ipi
ende la redención de Cristo, la propiciación realizada en la cruz, el perdón de
nuestros pecados, la regeneración, la reconciliación con I líos y la justificación.
Esa fue la obra que Cristo realizó aquí en la i leí i a. No obstante, después de que
Cristo ascendió a los cielos y regresó i orno el Espíritu, Su obra continúa: después
que fuimos reconciliados, nuil lio más” seremos salvos por la vida de Dios (Ro
5:10b). Eso o, une en la vida de la iglesia, donde experimentamos el progreso de
la jn-.l ifk ación subjetiva, de la santificación, de la transformación, de la
conformación; llegando a la glorificación. Todo eso está dentro de la le. y nos
admiramos de ver cuán vasta y grandiosa es.
I lay diversos versículos en 1 y 2 Timoteo y en Tito que nos dan mas i laridad
sobre la fe. En 1 Timoteo 1:3-4, Pablo le rogó a Timoteo que amonestara a ciertas
personas a fin de que no enseñaran cosas dlleienles ni se ocuparan con fábulas y
genealogías interminables, lo i nal solo acarrean disputas y no ayudan en nada a
depositar la
economía de Dios —la fe— en nuestra fe subjetiva. El enemigo de Dios usa
esas distracciones para secuestrar aquel “camioncito” que vimos ayer,
impidiendo que la Palabra nos alcance.
I .eamosel siguiente versículo: “Manteniendo la fe y buena conciencia,
desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos” (1 Ti 1:19). Aquí
vemos que hay dos menciones de la palabra “fe”: la primera es la fe subjetiva
—“manteniendo la fe y buena conciencia”— y la segunda está relacionada con
la economía de Dios —“naufragaron en cuanto a la fe”—. Por no cuidar su
conciencia y la fe subjetiva, naufragaron en cuanto al plan de Dios —fe
objetiva—. En otra mención, leemos: “Maestro de los gentiles en fe y verdad”
(2:7b), que aquí se refiere a la fe objetiva, como también en este otro versículo:
“Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia”(3:9). Actualmente,
para muchos, incluso entre los cristianos, la fe todavía es un misterio. A pesar
de habernos familiarizado con este misterio, que se refiere a la economía de
Dios, muchos no saben cuál es el contenido de la fe. Entonces, necesitamos
guardar este misterio de la fe con una conciencia limpia, que es el vaso
adecuado para contenerlo. Hay otras menciones relacionadas con la fe objetiva
(v. 13; Tit 1:4, 13).
Asimismo, el apóstol Pablo orienta a su joven colaborador Timoteo a
nutrirse con las palabras de la fe (1 Ti 4:6) y a pelear la buena batalla de la fe
(6:12a). No es fácil poner la fe en nosotros, porque el enemigo quiere
distraernos de cualquier manera. La lucha es grande y el peligro es real. En la
época de Pablo, algunos terminaron desviándose de la fe (6:10, 21), negándola
(5:8) y volviéndose reprobables en cuanto a la fe (2 Ti 3:8). Pablo también le
advirtió que, en los últimos tiempos, algunos incluso apostatarían de la fe (1 Ti
4:1).
Necesitamos guardar la fe (2 Ti 4:7), cooperando con el Señor para
promover la fe que es de Sus escogidos (Tit 1:1). Esta fe es nuestra y nos fue
dada por Dios mismo. Hay una “flota de camiones” plenamente cargados con
la Palabra rumbo a nuestro encuentro, para que la fe sea depositada en nosotros.
¡Qué bendición!

Pregunta: ¿Cuál es el propósito de llenarnos de la fe?

Mi punto clave:
SEMANA 2-VIERNES
l rehira bíblica:
1 11 1:3; 2:4, 7; 4:3; 6:5; 2 Ti 2:15-18, 25
I rrr con oración:
Pura que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad
113:15). .

EL SEGUNDO ASPECTO: LA VERDAD

El día de hoy abordaremos el segundo de los siete aspectos mencionados: la


verdad. La iglesia es la columna y base de la verdad (1 Ti 3:15b), y la verdad
es la realidad. Dios desea que todos los hombres sean salvos v vengan al pleno
conocimiento de esa verdad (2:4 - VR). La Biblia es eiilalh a al decir que
nuestra experiencia cristiana no se resume solo a ser Mal vi is. sino que
necesitamos llegar al pleno conocimiento de la verdad.
I a comisión que el Señor Jesús le entregó a Sus discípulos en el iiiniiienlo
de Su ascensión contiene ese deseo de Dios de que todos a ni '.alvos: “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones [...]” I Mi 'II 19); y vengan al
pleno conocimiento de la verdad: “Enseñándoles que guinden todas las cosas
que os he mandado [...]” (Mt 28:20).
Vimos que la verdad es la realidad. Así que, lo que Dios nos ha euiiegado
no puede ser tomado como doctrina, porque se trata de algo o sil \ palpable.
Necesitamos tocar en la realidad de la palabra de Dios. \nli s < uest junábamos
quién era Dios, porque Dios era abstracto y un iiilsli'ilo para nosotros; sin
embargo, Cristo, como la expresión corpórea i Ir I )|i is, hizo real a Dios a
nosotros. Dios es manifestado en Cristo y hoy I I ■.<■ manifiesta en la iglesia,
que es Su Cuerpo. Es por eso que afirmamos que la Iglesia es el misterio de la
piedad, porque manifiesta a Dios en la i ame I n el tiempo de Jesús, si alguien
quería contactar a Dios, necesitaba r .cu i un Jesús. Hoy, si alguien quiere
conocer a Dios, necesita contactar a la Iglesia. Sin embargo, perciba que no
estamos hablando de la iglesia i orno una organización o un edificio, sino de
la iglesia como el Cuerpo i >i g.mil o de ('.risto, que somos nosotros, que
tenemos un vivir que expresa v iii.inlhesla a Dios.
I legal al pleno conocimiento de la verdad no es tener un simple i niiiH
Imiento objetivo, sino alcanzar la comprensión total de la verdad, ln que
implica un aprecio y una valorización de la realidad de las cosas espirituales y
divinas que recibimos por la fe. Por otro lado, cuando las • 'ii'.eiianzas
diferentes (1 Ti 1:3) se infiltraron en la iglesia, se observa una
gran degradación en la fe, como es descrito en el pasaje mencionado por Pablo
sobre las herejías que entraron en la iglesia y trastornaron la fe de algunos (2
Ti 2:16-18).
En casos de degradación, es necesario buscar un antídoto que, en el ámbito
de la iglesia, se trata de que cada hermano llegue al pleno conocimiento de la
verdad. Para eso necesitamos aprovechar todo el tiempo, valorando la palabra
fundamental y la palabra profética dadas por Dios. Ante las herejías e
ideologías, la iglesia toma la posición de columna y base de la verdad; esa es
su misión en el tiempo del fin. La Palabra no puede sufrir distorsiones. En 2
Timoteo 2:15, leemos que el obrero de Dios debe saber usar bien la palabra de
la verdad. En el original griego, la expresión usar bien es cortar rectamente,
como quien usa una sierra y, al concluir el corte de la madera, observa que lo
hizo en línea recta. Así debe ser nuestro proceder con la Palabra: cortarla
rectamente. Aquellos que se alejaron, necesitan ser corregidos con
mansedumbre (2 Ti 2:25) a fin de que regresen a la Palabra.
Cada uno de nosotros, en la medida de su crecimiento, puede ayudar a otra
persona. Tenemos que tener la tranquilidad de que Dios sabe a quién Él va a
escoger. Entonces, si nos ponemos en las manos del Señor, podemos ser
maestros en la fe y en la verdad (1 Ti 2:7). La verdad necesita ser difundida
porque, en el final de los tiempos, habrá herejías, prohibirán casarse, mandando
a los creyentes a abstenerse de alimentos que Dios creó para que ellos los
reciban con acciones de gracias (4:3). De esa manera, sin el conocimiento de
la verdad, seremos confundidos.
Cuando la verdad no está presente entre los hermanos, surgen disputas necias
(1 Ti 6:5). Solamente la verdad nos trae claridad, conduciéndonos a la paz.
Tenemos que usar bien la palabra de la verdad (2 Ti 2:15), lo que significa
“cortarla rectamente”. Esta palabra de la verdad hace que seamos la columna
y la base de la verdad. Que podamos valorar lo que Dios nos ha entregado para
nuestra plena salvación.

Pregunta: ¿Qué es la palabra de la verdad?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 2 - SÁBADO

I <■< lura bíblica:


II 2:14-16,18, 26; 3:7-8; 4:4; Tit 1:14
I rer con oración:

He< verdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan


sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para I medición
de los oyentes (2 Ti 2:14).J
EVITAR LAS CONTIENDAS Y
LAS PROFANAS Y VANAS PALABRERÍAS
I ’e los siete aspectos que destacamos de las epístolas a Timoteo, ya vimos
la Ir v la verdad, que nos llevan a disfrutar de manera real a Cristo en nuestro
\ Mi I ainentablemente, Pablo observó que había una oposición a la verdad,
que <■ manifestaba en la forma de “contiendas sobre palabras” (2 Ti 2:14).
I I conocimiento íntimo y verdadero de la palabra de verdad (v. 15) evita
II ii ii leí i< las sobre palabra, al igual que las profanas y vanas palabrerías (v.
16).
I I hablar carente de la verdad es como un cáncer que causa mucho dallo a
los hermanos. Pablo fue muy enfático en ese punto: “Y su palabra carcomerá
como gangrena; de los cuales son Himeneo y
I líelo" (.’ Ti 2:17). Eso es algo muy terrible, porque la gangrena ocurre i
ii.unl<> una parte del cuerpo queda privada de la circulación sanguínea, ni
fisionando la muerte de las células y la descomposición de aquella ansí
Alnados hermanos, ¡qué advertencia! Cuando no tenemos la l’.ilalna que trae
vida y nos envolvemos con ese lenguaje que no está basado en la verdad,
ocurre una gangrena entre los hermanos.
II ii si luí i. ii 11 ientos insensatos y absurdos: “Pero desecha las cuestiones
I I diablo también busca causar daños entre los hermanos por medio de
necias
r iic.i-i sabiendo que engendran contiendas” (2 Ti 2:23). La palabra de
la \ i idad va en contra de las cuestiones necias, que son cuestionamientos al
respecto de todo lo que se habla. En este contexto, la palabra ‘insensatas’
’ilgnllii a algo que viene de una mente indocta, sin educación, ignorante
V ........ frenamiento. Por tanto, una traducción literal sería: “desecha las
i mulloncs necias e ignorantes”. Los cuestionamientos son hechos por la Il(iK
iiatii ia total de las personas que no conocen nada de la palabra de Dios, l * * 1 II
* * V II * * V
i razón, necesitamos de la palabra de la verdad, que nos libra del
lazo
del diablo, restableciendo, así, nuestra sensatez (v. 26).
I n el vivir de la iglesia, la palabra de la verdad debe estar siempre l'H".rute,
para evitar las contiendas que para nada aprovechan, porque solo ■.mi pata
perdición de los oyentes (2 Ti 2:14). Cuando tenemos la palabra
de la verdad, somos guardados de sembrar contiendas, pues cuando están
presentes, producen la degradación de la iglesia. Amado hermano, otro
cuidado que debemos tener es evitar profanas y vanas palabrerías, porque
aquellos que las usan, son conducidos más y más a la impiedad (v. 16).
Aquellos que se desvían de la verdad trastornan la fe de los hermanos (v. 18).
“Trastornar” significa arruinar. Para cuidarmos, necesitamos de la palabra
de la verdad y que sea presentada correctamente para iluminar a las personas
que están con la mente entenebrecida. Es necesario considerar esta palabra
de la verdad como una vacuna contra el veneno de las contiendas, de los
cuestionamientos necios y de la impiedad. ¡Que esta palabra sea para
absorber la muerte que está en las personas y pueda traerlas de regreso al
camino correcto!
Por tanto, el camino es corregir con mansedumbre a los que se oponen, por
si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad (2 Ti 2:25).
No obstante, tenga cuidado con la advertencia de no quedarse solo aprendiendo
sin avanzar (3:7). Que el Señor nos libre de ser personas que resisten a la verdad
(v. 8). Lamentablemente muchos se rehusaron a dar oídos a la verdad (4:4). Sin
embargo, gracias al Señor, también hay otros que quieren oír la verdad y que
la aceptan. Por eso, vamos a insistir, a tiempo y fuera de tiempo, en predicar el
evangelio para llevar esa verdad a las personas.
Dada su gran importancia, se hace necesario repetir tales palabras de la
verdad, como bien lo hizo Pablo al escribir a Tito: “Pablo, siervo de Dios y
apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el
conocimiento de la verdad que es según la piedad” (Tit 1:1). No debemos
atender a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la
verdad (v. 14). Que seamos impresionados con la importancia de la fe y de la
verdad, las cuales fueron varias veces repetidas. En este tiempo del fin,
necesitamos de la fe y de las palabras de la verdad, porque eso es lo que va a
salvar a la iglesia de una caída, ¡confirmándola como la columna y la base de
la verdad!

Pregunta: ¿Cuáles son los daños que las contiendas y los cuestionamientos causan
en los hermanos?

Mi punto clave:
SEMANA 2 - DOMINGO
I ectura bíblica:
Hch 2:42; 1 Ti 1:10; 6:3; Tit 1:9,13; 2:2, 7-8
I .eer con oración:

Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina (Tit 2:1). J EL

TERCER ASPECTO: LAS SANAS ENSEÑANZAS

Vamos a concluir el mensaje de esta semana hablando con respecto a las


sanas enseñanzas. Como vimos, la fe es el contenido de la economía de I líos
o de la administración de Su casa. A su vez, la verdad es lo que hay en el
interior de la fe, es aquello que Dios transporta hacia dentro del sel humano,
por medio de la Palabra, de forma gradual y constante, pues I I desea trasladar
toda la fe hacia el espíritu humano. Si recordamos el e|emplo del camioncito,
es como si viéramos su preciosa carga —la le y preguntáramos: “¿Qué es esa
fe?”. Esa fe es la verdad misma. I a verdad es el contenido y la realidad de la
fe. Entonces, al final, ¿en que i (insisten las sanas enseñanzas? La fe y la verdad
necesitan ser liair.milidas, y la forma por la cual eso ocurre son las enseñanzas.
Ahora comprendemos mejor la razón de que existan apóstoles, prolelas,
evangelistas, pastores y maestros en la iglesia. Todos esos hombres dones son
necesarios para que hayan enseñanzas. Hay varios leíalos de personas que
aprendieron mucho al conocer el vivir de la Iglesia y la lectura del Alimento
Diario. Eso ocurre porque, en medio une .no, está la palabra fundamental y la
palabra profética, y también leiiemos las enseñanzas elevadas que nos explican
la Palabra. Por medio de un lenguaje saludable, esas sanas palabras o sanas
enseñanzas i oiislíluyen nuestro ministrar.
I amcnlablemente, el mundo está en contra de las sanas enseñanzas (I 11 I
10), El mundo no está con los brazos abiertos para recibir las eii-.eihiiiziis; por
el contrario, presenta una fuerte oposición, por eso lu Iglesia rema contra la
corriente de este siglo. Necesitamos unimos m.r. hasla alcanzar la unidad,
porque la lucha es difícil y marchamos rii l.i dirección contraria al mundo. Los
cristianos se volvieron un guipo minoritario. Anteriormente, las constituciones
de los países y sus ley", citaban inspiradas en la Biblia, pero actualmente están
quitando i iialquler rastro bíblico de las ordenanzas jurídicas. Países como los
I '.lado'. I luidos, declarado abiertamente como cristiano, pasan por ese pioi
<".o <le apartarse de la Biblia, porque lo políticamente correcto es < .i.ii en ai
moma con las ideologías que contradicen la Palabra del Señor.
I .1 degradación ha ganado espacio incluso entre los cristianos, que IHIM .111
lideres y pastores que solo les hablen palabras convenientes a •.ir. intereses.
Este tiempo, descrito a continuación, ya llegó: “Porque vendrá tiempo cuando
no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán
maestros conforme a sus propias concupiscencias” (2 Ti 4:3). Sin embargo, no
estamos aquí para dar comezón en los oídos de nadie. Queremos hablar la
palabra pura de Dios, porque la iglesia es la columna y la base de la verdad.
Que todos nosotros nos levantemos para ser los paladines y heraldos de la
verdad. Por tanto, debemos retener la palabra fiel, conforme a las sanas
enseñanzas (Tit 1:9), que son exactamente aquello que los apóstoles ministran
de la economía de Dios. El camino es perseverar en las enseñanzas de los
apóstoles (Hch 2:42), los cuales nos traen la revelación neotestamentaria, que
consiste en las sanas palabras (Tit 2:1) para nuestra salvación.
Las sanas palabras (1 Ti 6:3) transmiten vida a los oyentes; por tanto,
debemos guardamos de las enseñanzas diferentes que se infiltran en la iglesia.
Querido lector, ponga atención a este pasaje bíblico: “Retén la forma de las
sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús” (2 Ti
1:13). Esta es nuestra labor de amor hoy: transmitir la palabra de la verdad por
medio de las sanas enseñanzas. Estamos vacunando a cada hermano y hermana
con las sanas palabras por medio de muchas dosis, porque el tiempo final está
cerca. Hay una manera, un patrón que debemos mantener, no vamos a
relajamos. Esta es la manera de Dios, y no podemos cambiarla para aumentar
el número de miembros. Confiemos en el plan de Dios, Él sabe quién será
alcanzado. En cuanto a nosotros, vamos a mantener la manera de Dios por
medio de las sanas palabras, porque somos la columna y la base de la verdad.
Que nuestro hablar esté constituido de un lenguaje saludable (Tit 2:8),
exhibiendo una manera, un patrón de buenas obras mediante la integridad y
seriedad (v. 7). Al actuar de esa manera, vamos a transmitir salud espiritual a
las personas, haciéndolas sanas en la fe (1:13; 2:2).

Pregunta: ¿Qué son las sanas enseñanzas y por qué son indispensables en los
tiempos del fin?

Mi punto clave:
SEMANA 3 - LUNES
I rehira bíblica:
ln 6:63
I rrr con oración:
| I ti palabra de Cristo more en abundancia en vosotros (Col 3:16a). J

I A I E OBJETIVA, LA VERDAD Y LAS SANAS ENSEÑANZAS

I I Ululo del mensaje de esta semana es “La iglesia: el gran misterio de la


piedad”. Durante este tiempo hablaremos sobre la vida eterna, la piedad, la fe
subjetiva y la conciencia. Además, veremos qué es el P.i .ni misterio de la
piedad y cuál es nuestro papel en todo esto.
Ante la proximidad del final de los tiempos, la mentira y el engaño <<■
multiplicarán. Nuestra lucha hoy es por la verdad, no solo por la \ rulad bíblica,
la verdad doctrinal, sino por la verdad en su sentido esplillii.il; es decir, la
realidad. La verdad es real, no es falsa ni está i< la, lunada con la apariencia.
La verdad aquí es la realidad. La \eiilad es lo que lleva a los hermanos a buscar
la realidad de una ' id.i de justicia, de una vida correcta delante de Dios y de
una vida que i umpla Su voluntad.
tjneiido lector, frente a estos hechos, el objetivo de esta serie de mi n .ajes
es llevarlo a tener una vida de un mártir, una vida de libación, una \ lila que se
derrama por la iglesia, por la voluntad de Dios y por 'ai |ii opósito; una vida
que se sacrifica en favor del crecimiento y de la iiiiiiluiez de aquellos que están
bajo su responsabilidad.
Nir.niios —quienes ministramos la palabra hoy—sentimos un peso nuil
i;i.inde sobre nuestros hombros. Cuando el hermano Dong estaba mu nosotros,
era como si estuviéramos protegidos bajo su paraguas, ‘•u eiii Higo venía
directamente de Dios, y nosotros solo traducíamos sus pal.linas. Sin embargo,
después de que durmió en el Señor, el peso i la lesponsabilidad recayeron sobre
nosotros. Oramos para que el ‘H IIIII < umpla Su voluntad y Su propósito por
medio de esta serie de un 'usajes, a fin de suplir a los que están bajo nuestra
responsabilidad.
I n rl mensaje titulado “La iglesia: columna y base de la verdad”, pii
.cutamos siete puntos: la fe —objetiva—, la verdad, las sanas enseñanzas, la
vida eterna, la piedad, la fe —subjetiva— y la lene la Ya logramos abordar
tres puntos: la fe, la verdad y las an.r. enseñanzas.
I a le objetiva— es el contenido del evangelio completo, el
plan m.i< i<> de Dios, la economía de Dios. En griego, la palabra
‘economía’ significa la administración del hogar, la administración familiar
de Dios. Dios tiene una familia y una casa, en donde existe una administración.
A nosotros se nos encargó administrar y cuidar de la casa de Dios. La fe es el
contenido de ese evangelio completo, el contenido de la economía de Dios; es
algo objetivo, fuera de nosotros. En el diagrama, al final de la página, del lado
izquierdo tenemos un círculo grande, que representa todo lo que Dios es, todo
lo que Dios planeó, todo lo que Él hizo, la Persona y la obra del Dios Triuno.
En otras palabras, representa a Dios, a Cristo, al Espíritu, a la vida, a la iglesia,
al reino y a la nueva Jerusalén. ¡Todos esos aspectos son maravillosos! Dios
quiere dispensar esa fe hacia dentro del ser humano regenerado, aquel que
recibió Su vida. En el momento que recibimos la vida de Dios, nuestra fe
subjetiva nació en nuestro interior. De esa manera, Dios quiere poner todos
esos aspectos maravillosos dentro de nuestra fe, y lo hace por medio de Su
palabra. En el diagrama queda bastante claro: por un lado, tenemos la fe —todo
lo que Dios es— y, por otro lado, tenemos al ser humano con los tres círculos
concéntricos que representan las tres partes del hombre —el cuerpo, el alma y
el espíritu—. En el círculo más interno, en el espíritu, tenemos a la fe, que
representa la fe que está dentro de nosotros: la fe subjetiva. Lo que Dios quiere
hacer es trasladar la fe objetiva hacia dentro de nuestra fe subjetiva. Eso es
efectuado por medio de Su palabra, que en el diagrama es representada por un
camioncito.

Años atrás, en la televisión, había un programa llamado “El baúl de la


Felicidad”, que daba premios a las personas. Actualmente, para nosotros, la
palabra de Dios es el verdadero “Camión de la Felicidad”,
porque Dios es quien está transportando la fe objetiva hacia dentro de v nuestra
fe subjetiva. Dios tiene una flota de camiones que transporta hacia dentro de
nosotros todo lo que Él es y hace. ¡Esa ha sido nuestra experiencia! ¡Aleluya!
Y esa palabra, a la verdad, es el segundo de los siete aspectos que
mencionamos anteriormente. Hablamos sobre la verdad no doctrinal, pues ésta
solo aumenta nuestro conocimiento. Quien tiene mucha di id riña le gusta estar
discutiendo y debatiendo; sin embargo, la \ ei dad es la realidad de lo que Dios
es. ¡Alabado sea el Señor! Jesús leveló: “El espíritu es el que da vida; la carne
para nada aprovecha; las p.d.ibi.is que yo os he hablado son espíritu y son
vida” (Jn 6:63). ¡No i . d(>( nina! Necesitamos conocer las doctrinas, en el
sentido objetivo de l.i palabra, pero lo que Dios quiere es que tengamos la
experiencia ailip'tlva de la palabra, la realidad, que es la verdad.
I a . sanas enseñanzas son el tercer aspecto. Pablo usó muchos mi minos
semejantes: “sanas palabras”, “sanas enseñanzas”, “palabras dudables” y
también “ser sanos en la fe”. Todo eso se refiere a nuestra
i uiidli lón de vida, a nuestro estado, el cual debe ser saludable.
I‘ni tanto, esta semana terminaremos los cuatro aspectos que
ii ' iaii l.i vida, la piedad, la fe subjetiva y la conciencia. ¡Alabado rii id Señor!

l'i < ¿Cuál es la diferencia entre la fe objetiva y la fe subjetiva?

MI pinito clave: ___________________________________________________

11’< tura de apoyo:


"I Lunados a promover la fe” - cap. 5 - Dong Yu Lan.
NIK '.IUI actitud para con las verdades” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
SEMANA 3 - MARTES
Lectura bíblica:
Mt 24:40-41; Jn 3:16; 1 Ti 1:16; 2 Ti 1:10; Tit3:7
Leer con oración:
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual
asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante \^de
muchos testigos (1 Ti 6:12).J

ECHAR MANO DE LA VIDA ETERNA

Llegamos al cuarto aspecto: la vida. La vida es lo que vincula aquello que es


objetivo con lo que es subjetivo. ¿Qué vida es esa? Es la vida eterna de Dios,
la vida increada, incorruptible, indestructible, inmortal, la vida de resurrección.
Esta vida es una vida que nosotros no teníamos, pero que la recibimos.
Tenemos nuestra vida humana, pero, el día que recibimos a Jesucristo,
recibimos la vida eterna de Dios.
Amado lector, quiero resaltar que estos siete aspectos que mencionamos
componen la columna y la base de la verdad, por ser los elementos
constituyentes que mantienen a una iglesia sólida y firme hasta la venida de
nuestro Señor. Sin estos aspectos, la iglesia deja de ser una columna. Mi sentir
delante del Señor es que, a pesar de no ser un grupo grande, de no tener mucho
poder humano, político y social, recibimos una comisión de Dios. Esa comisión
que Dios nos dio —y lo digo con mucho temor, temblor y humildad— es la de
ser la columna y la base de la verdad.
Actualmente, mientras la mayoría abraza otro tipo de evangelio —como el
evangelio de la prosperidad, del inmediatismo, de lo políticamente correcto—,
Dios nos escogió para conservar nuestra posición y dar testimonio como una
columna que se puede ver de lejos, con una base sólida de las verdades, de la
palabra fundamental. Tal columna es una expresión que sustenta la verdad para
que todos la vean.
Por tanto, estos sanos aspectos son los constituyentes de la columna y de la
base de la verdad. Les mego a todos que presten mucha atención a esto. Todos
necesitamos unimos, en este tiempo de batalla final en el que el Señor está
edificando Su Cuerpo, a fin de preparar a la novia y obtener Su ejército, que luchará
la última batalla, la batalla de Armagedón. Llamo a los jóvenes a tener una vida
normal, ya sea académica, profesional o familiar. La Biblia nos dice que dos
estarán en el campo y dos estarán en el molino; es decir, llevan una vida normal
(Mt 24:40-41). Sin El embargo, mientras llevan una vida normal, ustedes están
conscientes de
n llamamiento y de su misión. Dios está llamando a los jóvenes santos a humar
parte de Su ejército.
Ahora, trataremos sobre algunos versículos con respecto a la vida.
I liia i osa es tener la vida eterna (Jn 3:16; 1 Ti 1:16); otra, es echar mano ilr
rila: “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna...” i'i I.’),
Echar mano es estar conectado con la vida eterna, teniendo un vivh gobernado
por ella. La vida eterna no es simplemente algo que ii'.ii’d recibió y dejó en un
rinconcito del cajón. ¡No! Usted vive por la \ iil.i i'h'in.i y disfruta de todos los
recursos que ella le ofrece. Cuando las l" r i mus le tocan, tocan en la vida
eterna.
I I'I 6:19 dice: “Atesorando para sí buen fundamento para lo por i enh, que
echen mano de la vida eterna”. Si tomamos el contexto del \ visli ido 17, Pablo
les habla a aquellos que confían en las riquezas y plrir.iin que tienen una vida
buena porque tienen dinero. La expresión i ' lii’U mano de la vida eterna”,
puede ser mejor traducida como “que
II lien mano de la vida que es realmente vida”. En otras palabras, se IiiHII I.I
decir que Pablo está diciendo: “Ustedes pueden considerar que la i ida en el
mundo con muchos bienes materiales es una buena vida, pi'lii r o no es la
verdadera vida. La vida que es realmente vida es la i ida ciei na, y nosotros
tenemos esa vida”.
A mil ano, leamos el siguiente versículo: “Pablo, apóstol de Jesucristo pin
la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo II'HII'.'' (.' I'i
1:1). Esta es la vida eterna, inmortal, indestructible, la vida i iipllble
manifestada por el evangelio (2 Ti 1:10; Tit 3:7): “En la
i |H i in/.i de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde anu".
del principio de los siglos” (Tit 1:2).
i Jni'ildo lector, la vida eterna —que forma parte de la columna y la lia'.r de
la verdad— es uno de los elementos de la vacuna contra la iniquidad en el
tiempo de la degradación. Todo es corruptible, dr.iim ilble y mortal; todo
desaparece. ¡Solo la vida eterna de Dios |n iiiianei e para siempre! ¡Aleluya!

i'i < ipiuta: ¿ ('.uál es la diferencia entre tener la vida eterna y echar mano de la
vlilil rlri IKI ?

Mí /imito < lave:


SEMANA 3 - MIÉRCOLES

Lectura bíblica:
1 Ti 1:9,19; 2:10; 3:16; 2 Ti 1:5
Leer con oración:
Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa \^de esta
vida presente, y de la venidera (1 Ti 4:7b-8).J

LA PIEDAD Y LA FE SUBJETIVA

En griego, la palabra ‘piedad’ —que aparece mucho en las cartas a


Timoteo— es la sustantificación de la palabra ‘Dios’. En inglés existen las
palabras God —‘Dios’—, godly —‘parecido a Dios’—y godliness —piedad—
, que en español sería “Diosdad”, aunque esta palabra no existe en nuestro
idioma. En ese sentido, el inglés es mucho más flexible que el español. La
palabra ‘piedad’, en español, tiene otros significados. Vamos a explicar estos
significados y, principalmente, lo que significa en el contexto bíblico.
En el ámbito social, las personas entienden la palabra piedad como devoción.
Además, se cree que una persona piadosa es alguien muy devota, muy religiosa,
que tiene un aire espiritual. Otro sentido de ‘piedad’ es compasión,
conmiseración, condolencia, misericordia. Por ejemplo, en Marcos 10:47b,
vemos la petición del ciego a Jesús: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia
[piedad] de mí!”. También significa que una persona es afable, que tiene
consideración por las demás personas, que cuida bien de los animales, de los
seres humanos y así sucesivamente. Veamos el siguiente ejemplo: “El
gobernador tuvo piedad de la población necesitada. Decretó algunas medidas
para ayudar a la población”. Es decir, tuvo consideración.
Sin embargo, según el sentido bíblico, en griego, la ‘piedad’ está relacionada
con Dios. En las epístolas a Timoteo y Tito, ‘piedad’ significa tener un vivir
que expresa a Dios; es decir, cuando las personas te miran ven a Dios
expresado. Eso es la piedad. Es tener a Dios en su vida, en su vivir, en su día a
día. Cuando usted habla y actúa, las personas pueden ver a Dios. Es la vida de
Dios que es vivida y expresada en la iglesia.
Leamos el siguiente versículo: “Para que vivamos quieta y reposadamente
en toda piedad y honestidad” (1 Ti 2:2b). Pablo le pidió a Timoteo que les enseñara
a las personas a orar por las autoridades, para que tengamos una vida tranquila y
reposada, a fin de expresar a Dios. En el versículo 10, nos habla de mujeres
piadosas, en otras palabras, 3 hermanas que expresan a Dios en su diario vivir.
Por tanto, la definición de piedad es Dios manifestado en carne * I Ti 3:16).
Las personas no conocen a Dios ni pueden verlo; pero, t II.indo te miran, ven a
Dios manifestado en la carne. ¡Este es el ili.ni misterio de la piedad!
I 'al >lo hace una analogía de la piedad con el ejercicio físico, cuya palabra
en griego tiene la misma raíz que “gimnasia” (1 Ti 4:7b-8). Necesitamos
i'|eidlar nuestro espíritu; es decir, necesitamos practicar una gimnasia <".pii
Itual para expresar a Dios.
I x presar a Dios no es una actitud que debemos tener solo con las personas
di' aluera, sino, en primer lugar, con los de nuestra casa: “Pero si alguna ximl.it
icne hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con MI piopla
familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno \ .i)',i.IIlable
delante de Dios” (1 Ti 5:4). ¡Muchas veces fallamos en eso! I'ini ni. IInos
expresar a Dios delante de los hermanos, en las reuniones, i'iil i (■ Ii r. amigos,
pero nos olvidamos de expresar a Dios en nuestra casa.
I r. enseñanzas, es decir, la doctrina, no son simplemente para iiiiiii ni.ir
nuestro conocimiento, sino para llevarnos a tener una vida que '■'.prese a Dios:
“Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las ..ni.i'. palabras de nuestro
Señor Jesucristo, y a la doctrina que es i miliII me a la piedad” (1 Ti 6:3).
I IIilentablemente, en el medio cristiano existen líderes que tienen i ii'iiu alie
espiritual y lo usan para atraer multitudes. Sin embargo, es tener
ganancias, lo cual es un uso errado de la piril.ul "Disputas necias de hombres
corruptos de entendimiento y pin <iilii'. de la verdad, que toman la piedad
como fuente de ganancia; upáilale de los tales. Pero gran ganancia es la piedad
acompañada de i iinii'iii.iiniento” (1 Ti 6:5-6). Digo esto con mucho temor y
temblor, pin que <".(<> es algo vergonzoso y que nosotros, como siervos de
Dios, i|< lii'imi'. rechazar. Obedezcamos la advertencia de Pablo: “Mas tú, uli
hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la le, el
amor, la paciencia, la mansedumbre” (v. 11).
I '. Interesante notar cuántas veces aparece la palabra “piedad” en esas lii".
epístolas que abordamos. En esta época del fin, vivimos en tiempos de ib
i'i.idación. El enemigo no le teme a nuestro conocimiento bíblico, loque ni.is
teme es que tengamos una vida que exprese a Dios. Podemos i'' II.II I r. p.ilabras
desde Génesis hasta Apocalipsis, hablar de muchas din tim.is y saber predicar,
pero lo que el enemigo realmente teme es a aquel que llene un vivir que
expresa a Dios.
i'.ililo continúa aconsejándole a Timoteo: “Tendrán apariencia ile piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Ti 3:5).
En este versículo vemos que hay hombres que tienen apariencia de ser
espirituales, que tienen una manera de piedad, pero que no tienen contenido. Si
queremos expresar a Dios, seremos perseguidos y sufriremos bullying en el
colegio, en la universidad e incluso en el ambiente de trabajo: “Y también todos
los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2
Ti 3:12).
Actualmente, hay cristianos que quieren lanzar sus candidaturas a cargos
políticos, afirmando que su intención es representar a los cristianos y ayudar al
país. Sin embargo, no se puede vivir piadosamente en ese medio sin ser
perseguido. En los tiempos del fin, aquellos que quieran expresar a Dios en su
vivir deben prepararse porque serán perseguidos, y la persecución final vendrá
de parte del anticristo. Es más, debemos orar por los cristianos que viven en
países de régimen totalitario. Por ejemplo, en China hace unos años hubo cierta
libertad, pero ahora hay una persecución muy fuerte contra los cristianos
genuinos. A todos ellos les han quitado privilegios sociales y económicos. Hoy
en día, es muy difícil ser cristiano en China. En nuestras oraciones, debemos
acordarnos de nuestros millones de hermanos que viven allí.
Pongamos atención al siguiente versículo: “Conforme a la fe de los
escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad” (Tit
1:1b). Como ya lo hemos dicho anteriormente, la verdad no es solo una
doctrina, antes bien, una realidad. La verdad es la palabra que, cuando llega a
nosotros y la recibimos, causa un efecto en nuestra fe y nos hace experimentar
la realidad de Dios. Cuando tenemos hambre e ingerimos una comida, tenemos
la sensación de saciedad. El alimento se hace real dentro de nosotros. Esa
verdad —realidad— es según la piedad; es decir, es para expresar a Dios.
Mientras más realidad de la verdad tenemos, expresamos más a Dios. Cuando
tenemos mucha letra, sin tener realidad de la verdad, nos volvemos orgullosos.
Pero, la verdad —la realidad de aquello que Dios nos habla— produce en
nosotros la expresión de Dios.
En este versículo, una vez más, leemos sobre un vivir real que expresa a
Dios: “Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tit 2:12). Lo que hoy
vemos en el mundo es la impiedad. No hay expresión de Dios. Existen muchas
cosas en el mundo que nosotros, los cristianos genuinos que amamos a Dios,
ni siquiera sabemos que existen. Existe un mundo totalmente tenebroso que
funciona durante la noche. Ese es el mundo que expresa a Satanás, el padre de
la mentira, el Diablo. Y todo el mundo va
ni esa dirección. Eso es la impiedad, es la iniquidad. Hoy hay muchos que |
mu I ¡can la impiedad, que niegan la expresión de Dios (1 Ti 1:9). Leamos una
. u Ivertencia en cuanto a las “profanas y vanas palabrerías, porque conducirán
ni.i , y más a la impiedad” (2 Ti 2:16).
A continuación, presentaremos el penúltimo aspecto: la fe. Nos irlcrlmos a
la fe subjetiva, es decir, a nuestra capacidad de creer. La fe i il i|el iva es todo
lo que Dios es —Su Persona— y todo lo que Dios hace
Su obra—. La fe subjetiva está en nuestro espíritu y, a medida que iri lliimos
los “camiones” de la Palabra, irán aumentando y saturando iuii".lro ser
tripartito. Esta fe es nuestra acción de creer en Dios y en Su palabra. Oímos la
palabra y reaccionamos por ella, creyendo en todo lo qur Dios hace y habla.
Es algo subjetivo, que está dentro de nosotros. \ aun>s .i leer algunos
versículos que mencionan esta fe.
Al < leer en el Señor por medio de la predicación de Pablo, Timoteo fue i
iipeiidrado por él en la fe: “A Timoteo, verdadero hijo en la fe” (1 Ti 1:2a).
Palito le dijo a Timoteo: “Pues el propósito de este mandamiento es el amor
11H ido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida” (v. 5).
I Ho'. no quiere que tengamos una fe fingida, hipócrita (2 Ti 1:5). Podemos
111| I a i los hombres, pero no a Dios. Esta fe sin fingimiento, sin hipocresía,
i . niirsira le interior; es decir, es nuestra capacidad de creer, de asimilar, de o
i il ai la palabra de Dios. Ella está asociada con una buena conciencia, y, si n i
liazanios la buena conciencia, naufragaremos en la fe (1 Ti 1:19).
Pablo habla muchas veces de este par de palabras: “fe y amor” (I ll I 14;
2:15; 6:11; 2 Ti 1:13; Tit 2:2). Mientras más amamos al ’a iloi. más
apreciamos, valoramos y creemos en Su palabra. Y mlvnli.r. más creemos en
Su palabra, más nosotros Lo amamos.
Pablo exhorta también a Timoteo a convertirse en un ejemplo de lus i
leyentes, a huir de las pasiones juveniles y a seguir de cerca ai eii’.eihinza, su
conducta, su fe y su amor, entre otros asuntos
II 11 I I2 Ti 2:22; 3:10). Estas exhortaciones personales de Pablo a I liiinlen
también son para nosotros. Hoy el Señor nos está hablando. Ni i r aíamos tener
esa fe interior y reaccionar a la palabra de Dios. I 'ai i", ri tidal para tener un
vivir que expresa al Señor.

Pii'i/iilita. Según el contexto bíblico, explique qué es la piedad.

MI punto < lave:


SEMANA 3-JUEVES
Lectura bíblica:
Mt 14:24-31; Hch 23:1; 24:16; 2 Ti 1:3; Tit 1:15; 1 Jn 1:9
Leer con oración:
¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias \^de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo? (He 9:14).j

LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA CONCIENCIA

La definición oficial de fe que la Biblia nos entrega es: “Es, pues, la fe la


certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (He 11:1). En la
experiencia, fe es recibir todo lo que Dios planeó, hizo y nos dio. Dios manda
el “camioncito” lleno de la fe — objetiva—, y nuestra fe —subjetiva— solo
necesita abrir las puertas, recibir el camión de la palabra, descargarlo y
disfrutarlo.
Una definición subjetiva de la fe es actuar o reaccionar basado en la palabra
de Dios, la cual es la verdad. Dios nos habla, nosotros creemos lo que Él dice
y damos un paso de fe. Un ejemplo, al respecto, es el pasaje donde Pedro anda
sobre las aguas (Mt 14:24-31). Pedro quiso tener una experiencia fuerte y le
dijo al Señor: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (v.
28). Pedro no fue tonto para salir andando sobre las aguas, él esperó que el
Señor le hablara. Cuando el Señor le dijo: “¡Ven!”, Pedro fue y anduvo sobre
las aguas. Pedro creyó en la palabra del Señor y actuó basado en ella.
Querido lector, Dios está esperando que usted reaccione. Dios quiere hacer
un milagro en su vida. ¿Está en medio de un mar tempestuoso? ¿Las olas y el
viento lo quieren tragar? Jesús anda sobre el mar. Usted ora para que el Señor
venga a salvarlo; entonces Él le habla, pero usted no cree ni reacciona. Jesús
dice: “¿Quieres ser salvo? ¡Ven!”. Sin embargo, se queda dentro del barco.
Recuerde que la fe es oír, creer y actuar. No es decir: “¡Yo tengo fe de que todo
va a salir bien!”. Si Dios no habla y usted actúa, tendrá problemas. ¡Fe es actuar
cuando Dios habla! Y, cuando Dios le habla, ya sea en la Palabra ministrada en
una reunión o en una transmisión, o leyendo la Biblia, usted debe responder:
“¡Señor, reconozco Tu voz! ¡En medio del ruido de este mundo, oigo Tu voz!
¡Yo creo!”. Entonces, dará un paso de fe. Esta es la fe que necesitamos en los
días actuales, en el tiempo de la degradación. Esa es la fe que es una columna.
La fe dentro de nosotros también forma parte de la columna y de la base de la
verdad.
El último de los siete aspectos es la conciencia y veremos cómo todos '• los
aspectos están conectados. La fe —objetiva— es el contenido de la economía de
Dios que, a su vez, es la administración de la casa de Dios. Él quiere transportar
todo eso hacia nuestro interior. Entonces, Él envía Su palabra, la cual es la
verdad. La verdad es el contenido, y la realidad de esa fe es la palabra que Dios
quiere transportar hacia dentro de nosotros. Esto es hecho por medio del
ministerio. Así que, esa verdad necesita ser ministrada a nosotros. Esta
ministración viene por medio de las sanas enseñanzas, las sanas palabras, la
palabra saludable que tenemos en la vida de la iglesia.
La vida eterna, por su parte, es el medio que Dios usa, es el poder para llevar
a cabo esa verdad, esa realidad divina de la fe. La vida eterna que está en
nuestro interior es la que nos da poder. Cuando esa palabra entró en nosotros,
recibimos la vida eterna, la cual nos da el poder para vivir en esa realidad, en
esa verdad. El vivir que expresa esa realidad es la piedad. Es la expresión de
Dios con todo lo que Él es y con todas Sus riquezas. La fe subjetiva es nuestra
reacción a la verdad de la fe, nuestra reacción a la palabra.
¿Y en cuanto a la conciencia? La conciencia es la prueba que mide nuestra
situación, nuestro estado. Es un chequeo que nos preserva en l.i le a fin de que
no naufraguemos. Es como el nivel de aceite de un vehículo. Si se enciende la
luz roja en el tablero, sabemos que el nivel del aceite está bajo. Siempre
necesitamos chequear el nivel del aceite; de lo contrario, el motor se puede
fundir. Dios nos dio un método para < liliquearlo: nuestra conciencia. Por esa
razón, especialmente en los días de degradación de los tiempos actuales, es
necesario mantener una conciencia sensible, la cual también forma parte de la
columna y de la base de la verdad.

I I enemigo quiere destruir la conciencia del ser humano. Muchas personas


ya no tienen conciencia. Un ejemplo de eso son los gobernadores de este
mundo. Todo se puede, todo se acepta; no hay niíf. tabúes, patrones ni
moralidad. En el tiempo del fin, el enemigo quiere destruir esta columna; sin
embargo, en la iglesia, podemos i ulil.ii de nuestra conciencia para mantener
esa columna de pie. Si un guardamos una conciencia buena y limpia, nuestra
fe se verá perjudicada; es decir, la columna se caerá (1 Ti 1:5, 19; 3:9).
Si no cuidamos nuestra conciencia, corre el riesgo de cauterizarse, iiinio lo
leemos en 1 Ti 4:2: “Por la hipocresía de mentirosos que, (calendo cauterizada
la conciencia”. La palabra griega para
‘cauterizar’ es “marcar con un hierro caliente”, haciendo referencia a los
criadores de ganado que hacían esto para marcar la piel de sus animales.
Después de la quemadura, cuando la piel se sana, queda una costra gruesa,
insensible, cauterizada. Si rechazamos los avisos de nuestra conciencia, es
como si el hierro caliente la quemara hasta dejarla insensible.
Pablo le dijo a Tito que la conciencia y la mente de los impuros ya están
corrompidas (Tit 1:15). Por esa razón, nosotros que cuidamos de la casa de
Dios, que es la iglesia del Dios viviente, necesitamos servir con una conciencia
pura, tanto delante de Dios, como de los hombres (2 Ti 1:3; Hch 23:1; 24:16).
¿Qué debemos hacer? Por la sangre preciosa de Cristo podemos purificar
nuestra conciencia, conforme a lo que leemos: “¿Cuánto más la sangre de
Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a
Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?” (He 9:14). Podemos confesar nuestros pecados y errores y ser limpiados
de toda maldad, manteniendo nuestra conciencia pura (1 Jn 1:9). ¡Alabado sea
el Señor!

Pregunta: En la práctica, ¿qué significa tener la conciencia cauterizada?

Mi punto clave: ____________________________________________________


SEMANA 3 - VIERNES
I ectura bíblica:
Gn 1:26-28; Mt 8:28-31; Le 2:10-14; Gá 2:20
I .eer con oración:
/.' indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles,
predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en ^gloria (1 Ti
3:16). >

EL GRAN MISTERIO DE LA PIEDAD (1)

La iglesia es la casa de Dios, la columna y la base de la verdad; también el


misterio de la piedad. La piedad no es solo tener una i levoción religiosa. Por
lo general, las personas tienen la costumbre de dai atención a las apariencias,
a lo exterior; es decir, piensan que tener tina actitud de devoción, de
religiosidad, ya es suficiente. Sin embargo, lu que Dios quiere es el misterio
de la piedad, que Su vida misma sea vivida y manifestada en la iglesia.
I )n misterio es algo que no se entiende y que necesita de una explicación.
La vida de la iglesia es un misterio para muchas personas. Indos saben lo que
es la iglesia, lo que es un culto; pero, cuando las peixonas llegan a nuestras
reuniones y ven nuestra vida de la iglesia, la relación que tenemos entre
nosotros y el espíritu de hermandad y i ompenetración que hay, no lo
entienden. Dicen: “¿Cómo es posible? , i orno funciona esto?”. Es un misterio:
el misterio de la piedad. Si l.i Iglesia fuera algo fácil de entender, no sería el
gran misterio de la piedad. Todo lo que se refiere a Dios es un misterio.
I I misterio de la piedad es el vivir de una vida adecuada de la iglesia. 11<
>v en día, eso es difícil de encontrar. La iglesia como la manifestación de Dios
en la carne es un misterio para mucha gente. Nuestra misión vil l.i Iglesia,
como columna y base de la verdad, es expresar a Dios, i liando las personas
miran a la iglesia, ven la verdad —la realidad—, pi II que ven a Dios. Por tanto,
la iglesia debe expresar a Dios.
l o que Satanás y los ángeles malignos más temen es un vivir que expresa a
Dios, pues es el vivir que va a condenarlos al lago de luego Ellos no le temen
a nuestro conocimiento, porque puede ser un i OIUM Imiento muerto y doctrinal.
Muchos cristianos discuten y debaten pnt i ansa de las doctrinas: pre-
tribulacionismo, pos-tribulacionismo, dl'ipeir.acionalismo, acerca del reino
milenario, etc. El enemigo no le irme a eso. Él no le teme a la teología, él le
teme a Theos; es decir,
le teme a Dios. No necesitamos de la teología, necesitamos de Theos,
necesitamos expresar a Dios en nuestro vivir. Ese fue el objetivo de Dios al
crear al hombre a Su imagen y semejanza (Gn 1:26-28), y tal objetivo ha sido
alcanzado hoy por medio de la iglesia. Fue por causa de la degradación que
Pablo le escribió a Timoteo sobre eso.
Cuando Jesús nació, los ángeles de Dios alababan al Señor (Le 2:10-14). En
Su vivir como hombre, Jesús expresaba a Dios. Los hombres no daban nada
por Él, le hacían bullying, Lo despreciaban, pero, cuando los demonios y los
ángeles malignos Lo vieron, ellos temblaron. El vivir de Jesús aterrorizaba a
los demonios al punto de pensar que serían lanzados al lago de fuego antes de
tiempo (Mt 8:28-31). Cuando los demonios miren nuestro vivir, éstos también
deben temer. El mundo está cada día más envuelto con el misterio de la
iniquidad, expresando a Satanás, el gran dragón escarlata. Sin embargo,
nosotros somos la iglesia, el gran misterio de la piedad; por tanto, expresamos
a Dios. Y cuando tenemos un vivir que expresa a Dios, las huestes malignas
tiemblan.
El gran temor del enemigo es la iglesia que manifiesta y vive a Dios: “Y el
Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies” (Ro 16:20a).
“Vuestros pies” hace referencia a la iglesia que expresa la vida de Dios. La
iglesia es el lugar donde Cristo nace en las personas. Cada vez que alguien nace
cuando recibe una oración del “¿Puedo orar por usted?”, los ángeles celestiales
se alegran y alaban a Dios. Y todas las veces que vivimos una vida que expresa
a Dios, el enemigo tiembla, porque su tiempo se está acabando. ¡Por eso hoy la
batalla es grande! Estamos apresurando la venida del Señor, sin embargo, el
enemigo quiere prolongar su tiempo, y para eso él nos distrae, nos ataca, intenta
destruir nuestra conciencia y multiplica la iniquidad. ¡Nuestra lucha es feroz!
Sin embargo, gracias al Señor, estamos en la era de los siete Espíritus, del
Espíritu siete veces intensificado. Entonces vamos a ejercitar cada vez más
nuestro espíritu. La iglesia que expresa a Dios es el lugar donde los ángeles
cantan y se alegran, pero los demonios y los ángeles malignos tiemblan.
Veamos el siguiente versículo: “E indiscutiblemente, grande es el misterio
de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de
los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en
gloria” (1 Ti 3:16). Este texto compone una poesía de seis líneas que, según la
tradición, era un himno muy popular y muy cantado en aquella época. Hay
pocas referencias a ese
versículo en la literatura cristiana a la luz de la revelación de Dios del gran
misterio de la piedad, de la manifestación de Dios en la carne. No obstante,
como sabemos que el deseo de Dios es que tengamos un vivir que Lo exprese
y que Lo manifieste en la carne, vamos a poner atención a lo que Él quiere
revelarnos.
La primera palabra es ‘indiscutiblemente’ que, de acuerdo con la palabra
griega, significa sin duda, evidentemente, sin controversia. (Cuando el
versículo habla de Dios manifestado en la carne, se refiere a Cristo, porque
Cristo es la manifestación de Dios en la carne. Usted se puede preguntar: “¿Por
qué la iglesia sería el gran misterio de la piedad, si aquí se refiere a Cristo?”.
Cristo, sin duda, es el misterio de la piedad. No obstante, ¡Cristo está dentro de
nosotros y eso es un misterio!
Consideremos la siguiente revelación: “A quienes Dios quiso dar a conocer
las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria” (Col 1:27). El gran misterio de la piedad es
este: Cristo —quien fue manifestado en carne— vive dentro de nosotros,
haciendo que nosotros también podamos manifestar ■i Dios en la carne (Gá
2:20). ¡He aquí el gran misterio de la piedad!
Si Él fue “manifestado”, quiere decir que antes estaba oculto, que era un
misterio. Juan, en su evangelio y en sus epístolas, nos muestra que Cristo el
Verbo de vida, que era desde el principio— se manifestó por medio de Su
encamación y Su vivir humano (Jn 1:1-2, 14; 1 Jn 1:1-2; 3:5, 8). < liando Dios
Padre se manifiesta, Él se manifiesta en la Persona del Hijo (Mt 1:23; Jn 14:9):
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” (Col 1:15).
El Señor Jesús es Dios manifestado en la carne. Esta palabra ‘carne’ no se
refiere a la carne caída del hombre, la i ame pecaminosa, sino que indica la
carne física. En la época del aposto! Juan, existía la herejía de que Jesús no vino
en carne, sino como un espíritu flotando por ahí. Por eso Juan escribió sus
epístolas, para 11 imbatir esa herejía, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios
y que Él vino en carne. ¡Alabado sea el Señor!

I'iri/unta: ¿Qué es el misterio de la piedad?

Mi punto clave: ___________________________________________________


t
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&
SEMANA 3 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Mt 3:15-17; Le 4:1,14; Ro 1:3-4; 8:3; 9:5; He 2:14; 2 Jn 1:7
Leer con oración:
Se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
{haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil 2:7-8). J

EL GRAN MISTERIO DE LA PIEDAD (2)

La verdad —la realidad para nosotros— muestra que Dios se hizo carne en
la persona de Jesús. Él era Dios y era hombre, era 100% Dios y 100 % hombre;
era un hombre-Dios. Él vino en carne y sangre (He 2:14), del linaje de David
(Ro 1:3; 9:5). Y, siendo Dios mismo, Se despojó a Sí mismo, tomando la forma
de siervo, para ser un hombre como nosotros (Fil 2:7-8). Vino en semejanza de
carne de pecado; es decir, la carne de la cual se revistió estaba sujeta a caer en
tentación, pero Jesús, como hombre, venció (Ro 8:3). Esto es un gran misterio,
es el gran misterio de la piedad: “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo
espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios” (1
Jn 4:2-3a). Aquí vemos la inmunización, la vacuna contra las herejías de
aquella época, contra las personas que decían que Jesús no vino en carne (2 Jn
1:7).
Continuemos examinando este versículo: “Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu” (1 Ti 3:16). La palabra ‘justificado’ también quiere
decir vindicado, probado y aprobado como correcto y justo. Jesús fue aprobado
como Hijo de Dios por el Espíritu (Ro 1:3-4). En Su bautismo, el hombre Jesús
dio testimonio de haber cumplido con toda la justicia de Dios y por eso fue
aprobado por el Espíritu (Mt 3:15-17). El Espíritu Lo aprobó en el bautismo y
luego Lo llevó a la próxima etapa: ser tentado. Leamos el siguiente pasaje:
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el
diablo” (4:1). Jesús vino en carne, pero vivió por el Espíritu (Le 4:1, 14a). Él
siempre hizo Su obra por el Espíritu de Dios (Mt 12:28). Incluso en Su muerte
en la cruz, Él se ofreció a Dios por el Espíritu eterno (He 9:14). La vida de
Jesús fue una vida totalmente mezclada con el Espíritu, por esa razón la Biblia
dice que Él fue vindicado, justificado en Espíritu.
En el monte de la transfiguración, Jesús también fue justificado al manifestar
Su gloria delante de Pedro, Jacobo y Juan (Mt 17:2).
Igualmente, Su resurrección fue una fuerte vindicación y señal de que Dios
aprobaba la vida y la obra de Su Hijo. En Su resurrección, Él se hizo el Espíritu
que da vida, para vivir y habitar en nosotros (1 Co 15:45; 2 Co 3:17). Por esa
razón, Dios puede ser manifestado en nuestro vivir en la carne como el gran
misterio de la piedad.
En Su encamación y vivir humano, Cristo fue “visto de los ángeles” (1 Ti
3:16; Le 2:9-14). En Su tentación, los ángeles contemplaron todo y cuando el
diablo se apartó, ellos servían a Jesús (Mt 4:11). En Su crucifixión, Jesús
estaba rodeado de ángeles caídos, contentos por ver al Hijo de Dios
crucificado. No obstante, Jesús no estaba simplemente ( lavado en la cruz; Dios
estaba ocupado, trabajando. Él despojó a lodos aquellos ángeles caídos, todos
los principados y potestades, y los exhibió públicamente al oprobio, triunfando
sobre ellos en la cruz (Col 2:14-15). Incluso en Su muerte, Jesús obtuvo la
victoria sobre los ángeles caídos. Esa también debe ser nuestra experiencia:
los angeles deben mirar a cada uno de nosotros y contemplar nuestro vivir,
porque el vivir de un ser humano que expresa a Dios tiene un gran efecto en el
universo. Durante los días que Jesús estuvo muerto, lúe al abismo y estando
allí, fue contemplado por los ángeles caídos que estaban en un lugar llamado
Tártaro (1 P 3:18-20). Si nosotros en la iglesia, como columna y base de la
verdad, expresamos a Dios y cumplimos nuestro papel como el gran misterio
de la piedad, t.imbién influiremos en todo el universo.

Asimismo, Jesús fue contemplado por los ángeles en Su resurrección,


ascensión y entronización (Mt 28:2; Le 24:4-8; Hch 1:10-11; Ap 5:6, 11-12).
l oda esta explicación es un testimonio sobre el hombre Jesús, que es I )los
manifestado en la carne. Siento que es importante explicar cada linea de esta
poesía, cuyas expresiones parecen sencillas, pero toda la Biblia habla de estos
asuntos. Ellos son el testimonio del vivir humano de lesús, ¡Dios mismo,
manifestado en la carne!

Pregunta: ¿Qué significa que el Señor fue justificado en Espíritu?

MI punto clave: ___________________________________________________

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SEMANA 3 - DOMINGO
Lectura bíblica:
Hch 1:8-11; 13:48; Ef3:8; Col 1:27; He 1:3
Leer con oración:
I Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la I l iglesia
(Ef5:32). J

EL GRAN MISTERIO: CRISTO Y LA IGLESIA

Llegamos a la conclusión de la explicación de 1 Timoteo 3:16. La secuencia


hasta ahora es la siguiente: Cristo Se manifestó en la carne, fue justificado en
Espíritu y contemplado por los ángeles en todo Su vivir. Después de Su muerte,
resurrección y ascensión, fue “predicado a los gentiles” (Mt 24:14; 28:19-20;
Hch 1:8; Ro 16:26; Ef 3:8) y “creído en el mundo” (Hch 13:48). La última
expresión de este versículo es “recibido arriba en gloria” (Mr 16:19; Hch 2:33;
1:9-11; He 1:3).
Es importante recordar la secuencia del versículo examinado: “Dios fue
manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado
a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti 3:16). Parece
que la última línea, “recibido arriba en gloria”, está fuera de secuencia. Esta
expresión se refiere a la ascensión de Cristo; por tanto, debería venir después
de ser “visto de los ángeles”. Después que el Señor ascendió, fue “predicado a
los gentiles” y “creído en el mundo”. Entonces, ¿por qué la expresión “recibido
aniba en gloria” está a lo último? Ahí está el gran misterio de la piedad. Pablo
puso esa expresión como el último asunto a propósito, porque esto también se
refiere al arrebatamiento de la iglesia. ¡Cuando el Señor venga, la iglesia será
recibida arriba en gloria! En conclusión, el gran misterio de la piedad no es
solamente Cristo, también es la iglesia. ¡Es Cristo y la iglesia! Esta es la
revelación que Dios nos da en Su palabra. Es por esta razón que Pablo escribió
tales palabras inmediatamente después del versículo 15, el cual nos habla sobre
cómo debemos conducirnos en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios
viviente, la columna y la base de la verdad. El versículo estaba hablando de la
iglesia y de repente habla con respecto al gran misterio de la piedad.
Aparentemente esta poesía es solamente sobre la persona de Cristo, pero el
último aspecto se refiere al Cristo ampliado, engrandecido. Ya no solo es el
Cristo individual, sino el Cristo corporativo. El hombre Jesús era Dios
manifestado en carne. Eso era un gran misterio que
los judíos no podían entender. Después de la ascensión, Jesús volvió 5?» como
el Espíritu vivificante y hoy Él habita dentro de nosotros. Somos el Cristo
corporativo, el Cristo engrandecido, ampliado. La iglesia es Dios manifestado en
carne. Este es el gran misterio de la piedad, que estaba oculto, pero fue revelado:
Cristo en nosotros, la esperanza de gloria (Col 1:27).
(liando la iglesia es bien cuidada por el pastoreo del obispado y del
diaconado—siguiendo las instrucciones que Pablo dio en 1 Timoteo—, la
iglesia funciona. Funciona como la casa del Dios viviente, como la columna y
base de la verdad, que es el testimonio de la realidad divina de Cristo y Su
Cuerpo. La iglesia funciona como la continuación de
< i isto, como la manifestación de Dios en la carne, que es Cristo vivido y
expresado. ¡Este es el gran misterio de la piedad!
Hoy en día, tenemos el plan de Dios, la administración familiar de Dios, y
ese gran misterio de la piedad, que es dispensar a este
< listo tan maravilloso. Él es la expresión corpórea de Dios, Él es I )íos
manifestado en carne. Y por medio de Su palabra, Dios quiere poner la fe —
objetiva— dentro de nuestra fe —subjetiva—, a fin de producir un Cuerpo para
Cristo. La iglesia hoy es el aumento de esta manifestación de Dios en la carne,
es la expresión corpórea de Dios.
Nuestra esperanza es vivir tal vida, siendo el testimonio de Dios en la Tierra,
la columna y base de la verdad. Dios va a trabajar en nosotros y cuando Él
vuelva, seremos encontrados en una condición adecuada para ser arrebatados
como vencedores, como Su novia, como Su ejército. Entonces, seremos
recibidos en la gloria: “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de
< listo y de la iglesia” (Ef 5:32).
Que Dios los bendiga a todos y que vivamos el gran misterio de l.i piedad
para actuar contra el misterio de la iniquidad, que se ha multiplicado. Nuestra
incumbencia es multiplicar el misterio de la piedad, que es Dios manifestado
en carne. ¡Alabado sea el Señor!

I’rtgunta: ¿Por qué Cristo y la iglesia son un gran misterio?

MI punto clave:
SEMANA 4-LUNES
Lectura bíblica:
Ef3:3-4
Leer con oración:
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado
a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en •^gloria (1 Ti 3:16).y

EL MISTERIO DE DIOS Y EL MISTERIO DE CRISTO

Durante las últimas semanas vimos los siete aspectos que componen la
columna y la base de la verdad. Estos siete asuntos están dispuestos así: en el
aspecto objetivo, tenemos la fe, la verdad y las sanas enseñanzas; en el aspecto
subjetivo, tenemos la piedad, la fe —la nuestra— y la conciencia. Estos dos
conjuntos tienen como vínculo la vida eterna, la cual es el medio y el poder que
nos capacitan para recibir y experimentar subjetivamente los aspectos del
ámbito objetivo.
Cuando la iglesia es bien cuidada siguiendo las instrucciones de Pablo en 1
Timoteo, de hecho, funciona como la casa de Dios, como la columna y la base
de la verdad, llega a ser un testimonio vivo, la continuidad de Cristo como la
manifestación de Dios en la carne. Hoy la iglesia es el gran misterio de la piedad
que, por un lado, es Cristo mismo y, por otro, es Cristo vivido y manifestado en
la iglesia, como la expresión de Dios en la carne. Además del asunto del gran
misterio de la piedad, esta semana también abordaremos sobre el ministerio de
oración de la iglesia y la necesidad de Dios de tener en la tierra a personas que
permitan que Su voluntad se realice.
Al hablar de misterios, no podemos dejar de pensar en el misterio del
universo y de cómo se originó. Nosotros, que amamos a Dios y Su palabra,
sabemos la respuesta: el misterio del universo es Dios. ¿Y quién es Dios? Dios
mismo es un misterio, y ese misterio estuvo oculto por siglos y edades, hasta
que un día Él se hizo carne y se manifestó. ¡Qué maravilla! El Dios invisible,
que nadie podía ver, se manifestó, se encarnó. Colosenses 2:2 (lit.) nos revela
el misterio de Dios: “Hasta alcanzar el pleno conocimiento del misterio de Dios;
es decir, de Cristo”. El misterio de Dios es Cristo.
No obstante, Cristo también es un misterio. Durante el tiempo en que Jesús
vivió como un hombre en carne, si alguien quería ver a Dios, debía tocar a Jesús,
necesitaba ver a Jesús. Hoy Cristo también
es un misterio. ¿Y cuál es el misterio de Cristo? El misterio de Cristo es la
iglesia. ¿Usted quiere ver a Cristo? Entonces necesita estar en la iglesia. No es
la iglesia física, no es un templo o una catedral. No es un edificio, es la iglesia
del Dios viviente, la iglesia orgánica que está compuesta por los miembros del
Cuerpo de Cristo. ¡Alabado sea el Señor! Y el Cuerpo de Cristo, que es la
iglesia, es Su expresión. Pablo usa el término “misterio de Cristo” (Ef 3:3-4), y
un poco más adelante, en este mismo capítulo, vemos su definición: “Y de
aclarar a lodos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos
en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en
los lugares celestiales” (vs. 9-10). Cuando el misterio de Dios es revelado,
tenemos a Cristo. ¿Y quién revela a Cristo? La iglesia es quien Lo revela.
¡Alabado sea el Señor!
Asimismo, leamos: “Orando también al mismo tiempo por nosotros, para
que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio
de Cristo, por el cual también estoy preso” (Col 4:3). En su primer
encarcelamiento, Pablo estaba encadenado. Después, alquiló una casa y tenía
cierta libertad, pero estaba preso y no podía salir de allí. Fue encadenado y preso
por causa de la iglesia: el misterio de Cristo. Por esa razón, Pablo pidió
oraciones a la iglesia en Colosas, para que Dios abriera puertas para la Palabra.
También nosotros pedimos oraciones a cada uno de los que leen este
devocional, para < ¡ue Dios nos abra puertas para proclamar Su palabra.

Pregunta: ¿Cuál es el gran misterio de la piedad?

Mi punto clave: ____________________________________________________

Lectura de apoyo:
"El manantial de aguas vivas” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
"La Palabra y la oración en la vida cristiana” - caps. 6 y 9-Dong Yu Lan.
"La oración de Ana” - cap. 2-Dong Yu Lan.

B
SEMANA 4 - MARTES
Lectura bíblica:
Ro 8:10; 1 Co 6:17; Gá 2:20; Ef 5:31-32; Col 1:26-27; 1 Ti 3:16
Leer con oración:
I Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la I l iglesia
(Ef5:32). * \

EL GRAN MISTERIO DE LA PIEDAD:


CRISTO Y LA IGLESIA

El misterio de la piedad se refiere a la iglesia, porque la iglesia es Cristo en


nosotros, Cristo viviendo en nosotros (Col 1:26-27; Ro 8:10; Gá 2:20). ¡Eso es
un gran misterio! La vida de un verdadero cristiano es un misterio para el
mundo. Lamentablemente, no todos los cristianos tienen esa vida, porque viven
como cualquier otra persona del mundo. Sin embargo, un verdadero cristiano,
que vive piadosamente y que expresa a Dios en su vivir, es un misterio porque
expresa a Dios en su vida y en su vivir.
Vimos el misterio de Dios y el misterio de Cristo. Ahora veamos el gran
misterio. Esta es la evolución que la Biblia nos muestra: el misterio de Dios —
Cristo—, el misterio de Cristo —la iglesia— y el gran misterio: “Por esto dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la
iglesia” (Ef 5:31-32). En este pasaje, desde el versículo 22, el apóstol habla
sobre el marido y la mujer que se unen en matrimonio: dos personas con
pasados diferentes que un día unen sus destinos. Así, el marido y la mujer se
unen como una sola carne. En ese punto, Pablo exclama: “Grande es este
misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”. El marido
representa a Cristo, y la esposa, a la iglesia. Este es el gran misterio de la piedad:
¡Cristo y la iglesia!
Cristo fue la expresión de Dios cuando estuvo aquí en la tierra, hace dos mil
años, y hoy la iglesia es la expresión de Dios, la manifestación de Dios en la
carne. La iglesia es el Cristo corporativo, el Cristo ampliado. Hoy somos la
continuación de Cristo, la manifestación de Dios en la carne. En ese gran
misterio de la piedad, el deseo de Dios es dispensar Cristo al hombre. Y ¿quién
es ese Cristo? Es la expresión corpórea de Dios. Su deseo es dispensar a ese
Cristo a Su pueblo escogido, tanto a nosotros, que ya creemos, como a todos
aquellos que creerán al predicarles el evangelio. Es por eso que necesitamos
predicar el evangelio, para que los escogidos de Dios puedan recibir a
Jesucristo; es decir, recibir la vida divina.
El gran misterio de la piedad es la unión del hombre redimido con Cristo:
“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Co 6:17). ¡Alabado sea
el Señor! Este es el gran misterio de la piedad: Cristo y la iglesia. Cristo y
nosotros unidos como una sola entidad para manifestar a Dios.
Así que, podemos entender la secuencia descrita en este versículo: “E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en
carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles,
creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti 3:16). Todos los eventos
aquí siguen una secuencia cronológica, excepto la última expresión, “recibido
arriba en gloria”, que aparece fuera de orden. Según los hechos, Cristo fue
primeramente recibido arriba en gloria y después fue predicado a los gentiles y
creído en el mundo. Sin embargo, al poner de último “recibido arriba en gloria”,
Pablo cambia la referencia de Cristo hacia la iglesia: ¡la que será recibida por
último en la gloria es la iglesia! Con eso, Pablo estaba mostrando que el misterio
de la piedad —Dios manifestado en la carne— es Cristo, ¡pero también es la
iglesia! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! ¡Es Cristo y la iglesia! Esta secuencia,
aparentemente fuera de orden, posee un significado: se refiere a Cristo y a la
iglesia como el misterio de la piedad. Cristo ya fue recibido arriba en gloria, y
hoy participamos de la gloria que existe en el Dios Triuno. Desde el momento
que creimos en el Señor, comenzamos a participar de ese proceso de
glorificación. Y, cuando el Señor vuelva, la iglesia vencedora será arrebatada y
recibida en gloria. Eso es lo que nos alienta, eso es lo que nos da esperanza.

Pregunta: ¿Cuál es el significado de la secuencia descrita en 1 Timoteo 3:16?

Mi punto clave: ____________________________________________________


SEMANA 4 - MIÉRCOLES

Lectura bíblica:
1 Ti 2:1-4; 3:15
Leer con oración:
I Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa I l
conforme a su voluntad, él nos oye (1 Jn 5:14). J

LA IMPORTANCIA DEL MINISTERIO DE


ORACIÓN DE LA IGLESIA

Luego de presentar un resumen de su encargo a Timoteo en el primer


capítulo de Primera de Timoteo, Pablo comienza a tratar un asunto vital que
debe preceder a nuestro servicio. En nuestro servicio a Dios, apenas recibimos
un encargo, a todos nos gusta salir por ahí haciendo lo que creemos que se debe
hacer. Sin embargo, Pablo nos muestra que, antes de hacer cualquier cosa, antes
de todo, debemos orar: “Exhorto ante todo, a que se hagan peticiones,
oraciones, intercesiones y acciones de gracias, por todos los hombres (1 Ti 2:1
- lit.). En resumen: ante todo, oración.
A la mayoría de nosotros nos gusta oír palabras que contengan metodologías
y respuestas a nuestras preguntas: “¿Qué debemos hacer? ¿Cómo hacerlo?”. Al
leer la epístola a Timoteo, suponemos que recibiremos instrucciones o un
manual de cómo debemos conducirnos en la casa de Dios (1 Ti 3:15). No
obstante, Pablo estaba preocupado no solo por Timoteo, sino también por usted
y por mí. Él se preocupaba por la posibilidad de que sus palabras fueran
tomadas solo como una metodología. Lamentablemente, muchas iglesias se
han transformado en centros administrativos, con muchas metodologías y
técnicas modernas de administración. No estoy diciendo que eso no sea bueno.
Sí lo es. Pues necesitamos administrar y saber gestionar en la iglesia; sin
embargo, muchas veces, vemos iglesias donde hay mucha organización, donde
todo es muy bonito y se atraen a muchas personas, pero no vemos la presencia
del Espíritu Santo ni de la vida.
Una iglesia sin vida no tiene vitalidad. Puede tener toda la apariencia de
piedad, pero le falta el poder, no tiene contenido. La oración es vida. No es
metodología. Una iglesia puede hacer todo muy correctamente pero, si no está
vinculada con la vida eterna, que es Dios, si no tiene esa vitalidad, cualquier
daño que ella sufra dentro de sí puede “partirla” como una rama seca. La
oración es la iglesia vinculándose con Dios, con la vida eterna. Cuando oramos,
estamos vinculados con Dios, la
vida fluye hacia nosotros y tenemos comunión con Él. ¡Alabado sea el V
Señor! Queridos hermanos, una vida de la iglesia adecuada requiere de una vida
de oración.
En los días actuales, la iglesia debe asumir la responsabilidad de una nueva
modalidad de oración. Ya no podemos orar más de la manera tradicional, de
la manera que acostumbramos a orar. Necesitamos asumir el papel del
ministerio de oración de la iglesia. Así como Dios nos ha confiado la
revelación y la misión de ser la columna y la base de la verdad, Dios también
está, en este momento, entregándonos el encargo del ministerio de oración de
la iglesia de los tiempos finales. Debemos tener una oración que influya en el
destino de la humanidad, que afecte a toda la situación actual. No vamos a
involucrarnos en la política. Somos la iglesia en Filadelfia: con poca fuerza
física, política, social y económica. Somos despreciados; no obstante, nuestra
fuerza debe estar en la oración. Debemos ser aquellos que mueven la mano de
Dios. Necesitamos tener la visión de la oración que cambia el rumbo de las
cosas que están ocurriendo hoy; es decir, una oración que acelera el proceso
de traer al Señor de regreso.
Veamos la exhortación de Pablo: “Exhorto ante todo, a que se hagan
peticiones, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, por todos los
hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
llevemos una vida tranquila y sosegada en toda piedad y dignidad” (1 Ti 2:1-
2 - lit.). Esta oración tiene como objetivo el evangelio. La vida tranquila y
sosegada no tiene como objetivo nuestra comodidad, sino la predicación del
evangelio.
Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno
conocimiento de la verdad (1 Ti 2:3-4). ¡Esto es el evangelio! Nuestra oración
es para que el evangelio prevalezca en este tiempo del fin. Dios quiere formar
Su ejército con jóvenes santos.
Es por esa razón que debemos orar por la situación mundial. Necesitamos
intervenir con nuestra oración y mover la mano de Dios para que el evangelio
sea propagado.

Pregunta: A la luz de la lectura de hoy, ¿qué es la oración y cuál es su finalidad?

Mi punto clave:
SEMANA 4 - JUEVES
Lectura bíblica:
Ef6:18;Fil 4:6
Leer con oración:

L Exhorto ante todo, a que se hagan peticiones, oraciones, intercesiones I


y acciones de gracias, por todos los hombres (1 Ti 2:1 - lit.). J

ANTE TODO, ORACIÓN

Una vida de la iglesia adecuada requiere de una vida de oración,


y el liderazgo de la iglesia debe tomar la delantera en este asunto.
La oración sobre la cual hablamos es una oración diferente. No
es solamente la oración personal, sino el ministerio de oración de
la iglesia.
Al oír noticias sobre los hermanos, sobre problemas, o incluso
noticias sobre el mundo secular, ¿qué hacemos por lo general?
Normalmente nos gusta mucho discutir, criticar y chismear. Todo eso
está bajo el principio de las profanas y vanas palabrerías. En lugar de
eso, lo que Pablo le dice a Timoteo es que debemos orar. Siempre que
oímos noticias, debemos llenarnos de temor y de temblor del Señor
y orar. Debemos orar ante toda y cualquier noticia al respecto de
personas o hechos.
Hermanos, en realidad, para nuestra vergüenza, muchas veces
hablamos demasiado. Hablamos mucho, hacemos mucho, pero
oramos muy poco. Por ejemplo, si oímos que un hermano está débil
y se fue al mundo, nuestra reacción inmediata es hablar y criticar;
si tenemos una buena intención, decidimos visitarlo. En realidad,
queridos hermanos, no debemos hablar, criticar ni visitar. En primer
lugar debemos orar. Ante todo, orar. ¿Por qué debemos orar? Para |
seguir la dirección del Señor; de lo contrario, vamos a cometer el I
pecado de presumir, tomando el lugar de Dios y considerando que
podemos solucionar los problemas de aquel hermano. ¡La iniciativa
debe ser del Señor! Debemos preguntarnos: ¿El Señor quiere que
yo vaya o prefiere que otro hermano vaya? Cuando oímos hablar de I
problemas entre hermanos, también somos presumidos y pensamos:
“¡Yo tengo la solución! ¡Yo tengo experiencia, en el pasado solucioné
un problema igual a este! Yo sé cómo solucionar el problema”. ¡No!
¡Primeramente vamos a orar!
Cuando cuidan de la iglesia, lo primero que los líderes deben hacer |
es orar. Todos nosotros enfrentamos problemas cuando estamos en el
servicio de la iglesia. Ante estas circunstancias, nuestro pensamiento
inmediato es: “¡Vamos a actuar!”. ¡No! ¡Vamos a orar! Aunque tengamos que
actuar de modo urgente, mientras actuamos, oramos. No tomemos ninguna
decisión sin orar, porque eso ofende a Dios. Debemos orar cabalmente y no
superficialmente.
Las enseñanzas son uno de los elementos-clave en 1 Timoteo. Sin embargo,
aún con las enseñanzas, la oración debe ser lo primero, y no lo contrario. En
todo lo que hagamos, a partir de ahora, en estos tiempos del fin, primero vamos
a orar. Es por eso que, al hablar con los discípulos sobre Su venida, Jesús los
exhortó: “Velad y orad”. La oración debe venir antes de todo.
Pablo presenta cuatro asuntos relacionados con la oración: “Exhorto ante
todo, a que se hagan peticiones, oraciones, intercesiones y acciones de gracias,
por todos los hombres (1 Ti 2:1 - lit.). Las oraciones son algo más amplio,
general, enfocado en nuestra adoración a Dios, en nuestra comunión con ÉL
La petición o súplica, es algo más específico, para una necesidad especial:
familia, enfermedad, trabajo, etc. Necesitamos de las oraciones y de las
súplicas (Ef 6:18; Fil 4:6).
Y ¿qué es la intercesión? En griego, la palabra ‘intercesión’ es un término
técnico para indicar una audiencia especial, una conversación < onfidencial
con el rey. Nuestro rey es Dios y cuando nos dirigimos ■i Él de modo personal
y confidencial para intervenir e interferir en Livor de otros, hacemos una
intercesión. Para eso, necesitamos estar en el espíritu.
Y, por último, la acción de gracias, que consiste en agradecer al Señor por
haber atendido a nuestra oración, petición o intercesión. I sto puede suceder
antes o después de haber sido atendidos.

Pregunta: ¿Cuáles son los diferentes aspectos de la oración registrados en 1


Timoteo 2:1 y cuál es la finalidad de cada uno?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 4-VIERNES
Lectura bíblica:
Ro 13:1; 1 Ti 1:1; 2:1-6; 4:10; Tit3:4; 1 P 2:13-14
Leer con oración:
Exhorto ante todo, a que se hagan peticiones, oraciones, intercesiones y
acciones de gracias, por todos los hombres [...]. Porque esto es bueno y
aceptable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad

^(1 Ti 2:1, 3-4 - lit.). J NUESTRA ORACIÓN TRAE SALVACIÓN A LOS

HOMBRES

Orar es más importante que hacer cosas para Dios. La oración es más
importante que la obra. Es cierto que la obra es muy importante y debemos
hacerla pero, ante todo, debe haber oración. Ministrar la palabra es muy
importante, pero necesitamos orar más para que la palabra ministrada alcance
a las personas. En el Antiguo Testamento, tenemos el ejemplo de Moisés, que
intercedió mucho por el pueblo de Israel, y en el Nuevo Testamento, tenemos
el ejemplo de Jesús, que oraba siempre para que la voluntad del Padre se hiciera
(Mr 1:35; 6:46; Le 6:12-13).
Debemos orar en favor de todos los hombres porque Dios “desea que todos
los hombres sean salvos (1 Ti 2:4). Debemos orar “por los reyes y por todos los
que están en eminencia, para que llevemos una vida tranquila y sosegada en
toda piedad y dignidad” (v. 2 - lit.). ¡Esta es una oración de autoridad! No
participamos en la política, pero vamos a intervenir con nuestra oración.
Muchas veces oramos por las autoridades basados en nuestras preferencias. No
obstante, recuerde que, cuando Pablo escribió esa recomendación, el emperador
que estaba en el poder era César Nerón. No había nadie más maligno que él, y
aun así Pablo recomendó orar por los gobernantes. Frente a eso, tenemos que
saber que toda autoridad fue establecida por Dios. La Biblia nos enseña que
toda autoridad fue instituida por Dios y que debemos sujetamos a ella por causa
del Señor (Ro 13:1; 1P 2:13-14).
No estamos hablando de lo políticamente correcto o de ideologías; antes
bien, estamos hablando de la palabra pura de Dios. No debemos “descontarle”
nada como muchos hoy quieren hacer. Hay pastores que quieren “actualizar”
las Escrituras para ser políticamente correctos, intentan encajar la palabra de
Dios en el siglo XXI, en el posmodemismo. ¡No! La Palabra de Dios es
intocable. No podemos modificarla.
Pablo también ordena: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y
autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena
obra” (Tit 3:1). Pablo fue preso injustamente y, después del segundo
encarcelamiento, fue martirizado. Y se sujetó a las autoridades, cuando apeló a
César en su juicio en Cesárea.
En su primer encarcelamiento, Pablo vivió en una prisión domiciliaria y, a
pesar de estar bajo restricción, pudo escribir con calma las epístolas a los
Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses y a Filemón, que, juntamente con la
epístola a los Gálatas, constituyen el corazón de la Biblia. Dios sabe todas las
cosas. Incluso bajo un gobierno totalitario, que nos traiga sufrimientos, nosotros
creceremos y maduraremos. Demos gracias al Señor por eso. Que de nuestra
boca salgan menos reclamos. Vamos a alabar más al Señor y ser agradecidos
con Él. ¿La situación política de Brasil es buena? No diría que es buena, pero
de hecho, no tenemos de qué reclamar. Todavía podemos invocar el nombre del
Señor sin ser tomados presos. ¡Alabado sea el Señor! Vamos a aprovechar el
tiempo de hoy para buscar al Señor y predicar el evangelio. Vamos a orar por
nuestros dirigentes. Dios no quiere saber si usted es el presidente o si vive en
un barrio pobre; todos tienen el derecho a oír el evangelio, todos tienen el
derecho a invocar el nombre del Señor, todos tienen el derecho a tener acceso a
esta columna y base de la verdad, y tener una vida que manifieste a Dios en la
carne.
Primera de Timoteo también nos habla de llevar una vida tranquila y
sosegada en toda piedad y dignidad (2:2). Eso significa tener una vida digna de
reverencia. Significa que, cuando miren nuestra vida, las personas nos darán
reverencia, reconocerán que tenemos una vida que inspira respeto. ¿Por qué?
Porque es una vida que expresa a Dios, es una vida digna, noble y honorable
para con los hombres.
En las cartas de Pablo a Timoteo y Tito, Dios es presentado principalmente
como el Dios Salvador (1 Ti 1:1; 2:3; 4:10; Tit 3:4), lo cual indica,
evidentemente, que en tiempos de degradación, Dios quiere salvar a las
personas. Que tengamos el mismo corazón y oremos para poder predicar el
evangelio libremente y que los hombres sean salvos por medio de él.

Pregunta: ¿Por qué debemos orar por las autoridades y por los hombres en
general?

Mi punto clave:
SEMANA 4 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Ex 17:9-12; Mt 18:15-17
Leer con oración:
De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo ^(Mt 18:18).~J
LA FINALIDAD DEL MINISTERIO DE ORACIÓN
DE LA IGLESIA

Actualmente, vivimos en tiempos de urgencia. Nunca estuvimos tan


conscientes de la venida del Señor, de la importancia de la preparación del
ejército del Señor y de Su Novia. Nunca estuvimos tan conscientes de la
multiplicación de la iniquidad y del fuerte ataque del enemigo. Una generación
completa está siendo afectada. Hoy, hablaremos un poco con respecto a la
oración de la autoridad de la iglesia.
En el capítulo sexto de Mateo, el Señor nos enseñó a orar: “Vosotros, pues,
oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”
(vs. 9-10). Esta oración señala que Dios quiere traer Su reino a la tierra, y que
la voluntad de Dios ya es hecha en el cielo. Jesús oró para que la voluntad de
Dios también fuera hecha aquí en la tierra.
En Mateo 18:15-17, Jesús nos da instrucciones sobre cómo solucionar el
asunto de la ofensa entre los hermanos. Luego, el versículo siguiente contiene
una gran revelación: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, habrá
sido atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, habrá sido desatado
en el cielo” (v. 18 VR). En esta porción, la palabra ‘atado’ es ‘amarrado’, y la
palabra ‘desatado’ es ‘suelto’, ‘liberado’. Por tanto, la iglesia tiene autoridad
para atar y para desatar, para amarrar todas las cosas negativas, que nos
impiden avanzar, y para liberar todo lo que concuerda con la voluntad de Dios.
El tiempo verbal usado en el versículo es muy importante para entender el
papel de la iglesia en la oración: “Todo lo que atéis en la tierra, habrá sido atado
en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, habrá sido desatado en el cielo.
Gramaticalmente, el tiempo verbal de las expresiones “habrá sido atado” y
“habrá sido desatado” está en el futuro pretérito pasivo del modo indicativo.
Eso significa que Dios ya ató o liberó en los cielos y está esperando que la
iglesia ore para que Su voluntad sea efectuada aquí en la tierra. Los versículos
nos muestran que Dios tiene una voluntad que
ejecutar, y esa voluntad de Dios ya fue hecha en los cielos, Él solo está -
esperando que la iglesia ore con poder para liberar o atar aquí en la tierra Esa
es la función del ministerio de oración de la iglesia.
Aquí queremos hacer una afirmación osada: Dios no podrá hacer lo que
quiere, si el hombre no lo quiere. Dios está limitado al hombre hoy. Dios quiere
hacer algo, pero, si el hombre no quiere, Dios no puede hacerlo. Esa es la
historia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento. No podemos forzar a
Dios a hacer lo que Él no quiere, pero ciertamente podemos impedir que Dios
haga lo que Él quiere hacer. En el cielo, Dios es quien decide, pero, en la tierra,
quien decide es el hombre.
Los cielos solo se mueven cuando la tierra se mueve. Cuando nosotros nos
movemos en la tierra, Dios Se mueve en los cielos. Hoy Dios está “preso”
dentro de nosotros, en el tiempo y en el espacio, entre las dos eternidades, y en
el libre albedrío del hombre. Cuando la voluntad del hombre en la tierra —
representada por la iglesia— está alineada con la voluntad de Dios en los cielos,
Él actúa. La oración de la iglesia es alinear la voluntad de la tierra con la
voluntad del cielo. Por esa razón, Jesús oró así: “Hágase tu voluntad, como en
el cielo, así también en la tierra”.
El ministerio de oración de la iglesia es decirle a Dios que hoy existe una
voluntad en la tierra que está alineada con Su voluntad en los cielos. Hermanos,
el ministerio de la iglesia no es solamente predicar el evangelio. Ciertamente,
predicar el evangelio es una gran parte del ministerio de la iglesia, pero hoy el
principal ministerio de la iglesia —que incluye el evangelio— es traer la
voluntad de Dios —que está en los cielos— a la tierra. Y eso ocurre por medio
de la oración.
Repito, orar es alinear la voluntad de la tierra con la voluntad del cielo. Es
activar la voluntad y la acción de Dios aquí en la tierra. La oración es un
ministerio, es una obra. No es algo común, hecho de vez en cuando, sino que
debe ser algo constante. La obra más importante de Dios que debemos hacer en
la tierra es la oración de la iglesia. Vamos a declarar: “¡Dios, nosotros queremos
hacer Tu voluntad aquí en la tierra!”.

Pregunta: ¿Cuál es la finalidad del ministerio de la oración de la iglesia?

Mi punto clave: ____________________________________________________

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SEMANA 4 - DOMINGO
Lectura bíblica:
Ef3:20
Leer con oración:
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que
está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos (Mt 18:19-20).
ASUMIR LA ORACIÓN DE LA IGLESIA COMO UN
MINISTERIO

Vimos que la iglesia necesita cambiar la manera de orar y debe asumir la


oración como un ministerio. Debemos tener una oración de poder, una oración
que alinea la voluntad en la tierra con la voluntad de Dios en el cielo. No
debemos esperar pasivamente que las cosas simplemente sucedan, con una
actitud fatalista, pensando que las cosas son como son y no hay solución. Hay
cosas que cambiaron en la historia de la humanidad por causa de las oraciones.
Moisés cambió el destino del pueblo de Israel por causa de su oración. Es más,
él hizo que Dios cambiara de idea varias veces.
Necesitamos hacer una oración de poder. Si hay algo de origen satánico, la
iglesia debe unirse y orar para atarlo. Si hay algo de la voluntad de Dios pero
está trabado por alguna razón, debemos orar para que sea desatado. Por
ejemplo, si no estamos de acuerdo con la introducción de las ideologías en el
sistema educacional, no vamos a reclamar en contra del gobierno ni discutirlo
en las redes sociales. Por el contrario, ¡vamos a orar! Debemos orar para que
nuestros hijos reciban una educación adecuada, para que crezcan saludables,
para sean siervos de Dios y para que formen parte del ejército de Dios.
Al tomar conocimiento de la voluntad de Dios por medio de Su palabra, la
iglesia ora para darle voz a esa voluntad. No es solo hacer una petición, es hacer
una declaración. La oración de la iglesia significa ponernos del lado de Dios y
declarar que nosotros, los hombres en la tierra, queremos lo que Dios quiere.
El gran problema de Dios hoy es que, además de Su voluntad, existe otra
voluntad aquí en la tierra, que interfiere con la Suya: la voluntad del hombre.
Al crear al hombre, Dios le dio el Ubre albedrío; es decir, existe la voluntad de
Dios y la voluntad humana. Cuando esas dos voluntades entran en conflicto,
Dios no puede hacer nada. Dios respeta el Ubre albedrío del hombre. Entonces,
la necesidad de Dios hoy es que un grupo de personas se
alinee aquí en la tierra a Su voluntad en el cielo. Hoy, Dios y Su poder están
limitados a la iglesia. Es como un depósito lleno de agua, lista para fluir, pero
sus cañerías tienen un ancho de vía insuficiente o el grifo está cerrado.
Necesitamos orar para abrir el grifo. Mientras más oramos, más grande será la
capacidad del tubo, y más agua podrá fluir.
En los tribunales de justicia hay miles y montones de demandas que esperan
ser despachadas. En los cielos ocurre algo semejante. Hay muchas cosas que
Dios quiere hacer, pero todas están detenidas. ¿Por qué? Porque no existe
alguien aquí en la tierra que las “despache”. La iglesia debe ser el
“despachador”. Dios quiere hacer muchas cosas, y la iglesia debe indicar
“APROBADO” en cada una de ellas por medio de la oración.
La iglesia es el canal de salida de la voluntad de Dios, por eso su oración
debe ser un ministerio. No puede ser algo temporal, ocasional, fragmentario.
¡No! Tiene que ser algo constante. Vamos a aprender a “orar en grande y alto”.
No nos achiquemos ni seamos mezquinos en nuestra oración: “Y a Aquel que
es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Ef 3:20). Dios
puede hacer infinitamente más. ¡Aleluya!
Necesitamos prestar atención a nuestras reuniones de oración. A pesar de
estar pasando por este periodo de aislamiento social, los líderes deben buscar
la manera de asegurar que las reuniones de oración se efectúen, aunque sea de
manera virtual. Recordemos que la oración de la iglesia no solo es un asunto
de frecuencia, de número de personas o de duración; antes bien,
principalmente es un asunto de peso espiritual y de visión. Todos los que están
en la reunión de oración deben comprometerse a orar y no ser simples
espectadores.
Los acontecimientos mundiales no serán los que van a dictar la velocidad de
la venida del Señor, sino por el contrario. Es la oración de la iglesia la que va
a dictar el ritmo del avance de los eventos mundiales. Amados hermanos,
nuestra oración puede apresurar la venida del Señor.

Pregunta: ¿Qué significa tener la oración de la iglesia como un ministerio? ¿Cuál


es el resultado de ello?

Mi punto clave:
SEMANA 5-LUNES
Lectura bíblica:
Mt 20:6-9,16; Le 12:32; Jn 8:44; Ap 3:10-11
Leer con oración:
I Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas I l que
hemos oído, no sea que nos deslicemos (He 2:1). I

VALORAR LA VERDAD

En el mensaje de esta semana, veremos la importancia de valorar la palabra


profética, pues ella nos prepara para vivir en los tiempos finales y nos ayuda a
amar y apresurar la venida del Señor. Además, veremos la acción del Espíritu
como aquel que administra la casa de Dios, la necesidad de ser sensibles y de
someternos a Su dirección, practicando la empatia y la unanimidad con
aquellos que fueron puestos delante de nosotros, porque éste es el camino de la
bendición.
Este mensaje forma parte de la nueva serie del Alimento Diario: “La iglesia:
la columna y la base de la verdad”, y tiene como título: “El destinatario:
Timoteo (1)”. Sin embargo, vamos a considerar el contexto que originó el tema
de esta nueva serie. Creemos que, de acuerdo con la revelación bíblica y los
hechos actuales, estamos en los tiempos de los obreros de la última hora y
formamos parte de la generación que traerá al Señor de regreso (Mt 20:6-9, 16).
Somos la manada pequeña a la que al Padre Le plació darle Su reino (Le 12:32).
Por tanto, debemos buscar en primer lugar el reino de Dios y no andar ansiosos
por los afanes de esta vida. Esta generación final necesita velar, cuidar de los
intereses del Señor y ser hallada alimentando a sus consiervos con la Palabra.
De esa manera, cuando el Señor regrese, seremos hallados haciendo así. Por
consiguiente, las palabras que veremos en este semestre están íntimamente
relacionadas con la venida del Señor y tienen como propósito prepararnos para
ese día.
La iglesia se fue degradando con el paso del tiempo pero, a partir del siglo
XVIII, el Señor comenzó a restaurarla con un grupo de hermanos en Moravia
—actual República Checa—. Allí, el Señor inició su obra de restauración
retirando la jerarquía; es decir, la práctica del nicolaísmo. En el siglo siguiente,
en Inglaterra, el grupo de los Hermanos Unidos comenzó a practicar de manera
intensa el amor fraternal. Luego, al comienzo del siglo XX, en China, por
medio del hermano Watchman Nee, el Señor restauró la visión y la práctica de
la unidad de la iglesia en cada ciudad. Luego, por medio del hermano
Witness Lee, muchas otras verdades fueron restauradas. Después de tales
hermanos, el hermano Dong Yu Lan fue muy usado para ayudar a las iglesias
a regresar a la sencillez y a servir al Señor, invocando Su nombre, viviendo en
el espíritu y negando el ego.
En el siglo XXI, después de recibir la preciosa contribución de los hermanos
que mencionamos, debemos tener la actitud de guardar lo que tenemos y no
retroceder a la situación de donde el Señor nos sacó. Creo que la condición de
la iglesia en Filadelfia ha sido consolidada (Ap 3:10-11). Podemos decir que,
hace algunos años hasta el día de hoy, el Señor también ha restaurado el
entusiasmo entre nosotros, y eso puede ser percibido en las reuniones de la
iglesia. Gracias a Dios, porque muchos jóvenes están involucrados en diversos
servicios en la iglesia, lo cual nos alegra mucho. No solo se restauró el
entusiasmo, sino que también se han incluido a muchos hermanos y hermanas
en el servicio al Señor, lo que ha traído excelencia y orden en los diversos
servicios.
En el año 2017, mientras estudiábamos el libro de Filipenses, fuimos muy
iluminados en cuanto al esplancno de Cristo, que se refiere a Su afecto
entrañable hacia nosotros. Siguiendo el ejemplo de Cristo, con esa palabra,
aprendimos a tener más empatia, más misericordia y más compasión en vez de
dar lugar a la envidia, al chisme, la crítica y la maledicencia. Gracias a Dios,
hoy hemos sido llevados a orar, a apoyarnos los unos a los otros y a practicar
el amor fraternal. Esa es la condición apropiada para los que aman la venida
del Señor.
Asimismo, fuimos ayudados cuando estudiamos los capítulos del 13 al 17
del Evangelio de Juan. En esos capítulos vimos que, si queremos ser
vencedores, debemos subir algunos peldaños en nuestro nivel de unidad.
Necesitamos de más justicia, más realidad, más verdad, más gloria y vivir más
en el espíritu. Todas esas revelaciones nos han sido dadas por medio de la
palabra profética y nos han hecho avanzar espiritualmente.
Recientemente, una hermana comentó cuánto agradece a Dios por vivir en
los días actuales y recibir tantas revelaciones. Y ¿en cuanto a nosotros?
¿estamos agradecidos por todo lo que el Señor nos ha revelado? Necesitamos
valorar lo que tenemos, no retroceder y proseguir, día a día, hacia la perfección,
siendo perfeccionados cada vez más.

En esta nueva serie basada en las cartas de Pablo a Timoteo, percibiremos el


escenario de lo que estamos hablando. Veremos que
Satanás es el padre de la mentira, y Dios es la única verdad en el universo. Dios
creó todas las cosas; Él es la realidad. Cuando Lucifer se ensoberbeció y la
iniquidad entró en su corazón, quiso ser igual a Dios. Por tanto, fue arrojado a
la tierra y se apartó, desconectándose completamente de Dios, que es la verdad
misma. Queridos hermanos, cuando nos apartamos de Dios, nos apartamos de
la verdad y solo nos resta la mentira. Satanás, el enemigo de Dios, es el padre
de la mentira (Jn 8:44).
Por último, no nos dejemos engañar por este mundo de colores, porque, por
detrás de tantos colores, hay un enemigo cuya intención es hurtar, matar y
destruir. Sus acciones contra nosotros son mentirosas, pero él no suele dejar
eso en evidencia. La acción de Satanás ocurre por medio del engaño, así como
ocurrió con Eva, que fue seducida y llevada por él a desobedecer a Dios. Lo
mismo sucedió con Caín, que fue inducido a matar a Abel. En el tiempo actual,
Satanás ha engañado a las personas por medio de la acción de la iniquidad,
invirtiendo el valor de las cosas. Así es como actúa el misterio de la iniquidad.
Hasta la venida del Señor, conviviremos en este mundo lleno de engaños, cuyo
objetivo es el deterioro de la verdad. No se puede impedir este proceso, pero
podemos librarnos de él. ¿Cómo? Atendiendo con más diligencia a las
verdades que hemos oído, para que jamás nos deslicemos.

Pregunta: ¿Qué significa atender con más diligencia a las verdades oídas?

Mi punto clave: ___________________________________________________

Lectura de apoyo:
“Andar conforme a la voluntad de Dios” - caps. 6y 7 - Dong Yu Lan.
“El siervo fiel y prudente” - cap. 4 - Dong Yu Lan.
“Consagración ” - caps. 2 y 3- Dong Yu Lan.
SEMANA 5 - MARTES
Lectura bíblica:
Gn 24:1-4; 1 Ti 1:3
Leer con oración:
I Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo I l esposo,
para presentaros como una virgen pura a Cristo (2 Co 11:2). J

LA PALABRA PROFÉTICA PARA LA IGLESIA


EN LOS TIEMPOS FINALES

Es un hecho que Satanás ha actuado a lo largo de las eras propagando el


engaño por todo el mundo. Asimismo, en los tiempos finales, hemos visto que
ha intentado introducir la mentira en la iglesia. Es por ello que Pablo orientó a
Timoteo, al escribirle su primera carta, para que reprendiera a algunos que,
desde ese entonces, ya enseñaban cosas diferentes (1 Ti 1:3).
Necesitamos estar atentos a los ataques de Satanás, que intentan infiltrar el
engaño en la iglesia. En este momento no nos referimos a las ideologías que
traen un deterioro moral, sino específicamente a las enseñanzas diferentes, que
son muy sutiles. En el tiempo de Pablo, algunos ya cuestionaban la dirección
dada a las iglesias. El hombre natural es ambicioso y procura juntar seguidores.
Aunque haya una buena intención, siempre debemos tener cuidado, porque
nuestro corazón es ambicioso y corrupto. Todos nosotros, incluso aquellos que
son más espirituales, debemos limpiar nuestra conciencia todos los días. Si
queremos avanzar, estemos atentos a las acciones de Satanás y no permitamos
que las enseñanzas diferentes entren en la iglesia y nos impidan avanzar.
La manera práctica de ser inmunizado contra las enseñanzas diferentes es
seguir de cerca la palabra profética. En la medida que la oigamos y
practiquemos, la realidad de Dios, que es la verdad, se constituirá en nosotros.
Cuando hacemos esto colectivamente, como la iglesia, con un corazón puro,
nos volvemos la columna y base de la verdad. Ahora, para alcanzar esa
condición, debemos saber cómo funcionan las cosas tanto en la casa de Dios,
como en Su obra. Bajo ese ángulo, hablaremos sobre las epístolas a Timoteo.
Leamos Salmos 110: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta
que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” (v. 1). Como Novio, el Señor
Jesús ya cumplió la parte que Le correspondía. El se encarnó, habitó entre los
hombres lleno de gracia y de verdad, vivió
en total obediencia a Dios Padre y, en la víspera de Su muerte, dijo: “Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como
tú” (Mt 26:39b). Así partió Jesús rumbo a la cruz, creyendo que Dios Lo
resucitaría. Y, el día de la resurrección, Dios declaró: “Mi hijo eres tú, yo te he
engendrado hoy” (Hch 13:33b). Ahora que el Hijo —el Novio— cumplió Su
misión, está esperando que Su novia —la iglesia— esté preparada. Hoy el
Espíritu está preparando a la novia para que se case con Cristo.
La historia del matrimonio de Isaac, el hijo de Abraham, ilustra bien lo que
estamos diciendo. Abraham le pidió a su criado más viejo de su casa —quien
administraba todos sus bienes— que preparara a una novia para su hijo (Gn
24:1-4). Abraham prefigura a Dios Padre; Isaac representa al Hijo, y el criado,
al Espíritu, quien ha trabajado en nosotros, preparándonos para el matrimonio.
Cuando disfrutábamos de las cartas de Pablo a los tesalonicenses, el Señor
nos despertó con respecto a la proximidad de Su venida, lo cual nos impactó
profundamente. A partir de ese sentir, buscamos la comunión con el Señor, y
Él nos indicó que los libros más adecuados para los próximos estudios serían
1 y 2 Timoteo. Después, ese sentir fue confirmado por otros hermanos que
colaboran con nosotros en la obra del Señor; así que, acordamos que esa era la
dirección del Espíritu para las iglesias en estos tiempos finales. La comisión
que el Espíritu nos dio es preparar a la iglesia para el encuentro con el Señor,
es preparar a la novia para casarse con el Novio, es ayudar a los hermanos a
ser vencedores. Pero, de manera práctica, ¿qué significa preparar a la iglesia
para la venida del Señor? Mañana hablaremos al respecto.

Pregunta: ¿Cuál es la importancia de la palabra profética en los tiempos finales?

Mi punto clave: ___________________________________________________

B
SEMANA 5 - MIÉRCOLES
Lectura bíblica:
Sal 110:3; Mt 24:45-46; Le 12:41; 2 Ti 4:6-7; Ap 3:11
Leer con oración:
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos \^los que
aman su venida (2 Ti 4:8).J
AMAR LA VENIDA DEL SEÑOR

Al volver a leer la historia acerca de Pablo y Timoteo, se enciende la


advertencia de reavivar el fuego del espíritu en nuestro interior. Somos
animados a dedicarnos a la pureza, a sacrificarnos en favor del evangelio y del
reino de Dios, a practicar el trabajo de amor y a ofrecer nuestra vida como
sacrificio.
Después de su conversión, la vida de Pablo cambió radicalmente, e incluso
llegó a ser un verdadero sacrificio. Pablo no vivió para sí mismo, no buscó sus
propios intereses, fama o dinero. Por el contrario, se dedicó completamente a
Dios, por amor al Señor y a los hermanos. Nuestro deseo es tener el mismo
espíritu de Pablo. Puesto que ese es el deseo de cada uno de nosotros, habrá un
gran giro en el vivir de la iglesia.
Podemos decir que Pablo fue uno de los poquísimos hermanos que
alcanzaron una etapa bastante elevada de crecimiento en la vida espiritual. Él
alcanzó la madurez y la perfección. Y fue en tal estado de madurez que declaró
que la corona de justicia no estaba guardada solo para él, sino para todos
aquellos que aman la venida del Señor (2 Ti 4:6-8). Tal vez no alcancemos la
etapa de madurez de Pablo, pero creemos que somos la generación final, los
obreros de la última hora, el pequeño rebaño a quien el Padre desea entregar
Su reino. Tal vez no haya tiempo para que alcancemos el mismo nivel que
Pablo, pero hoy podemos amar la venida del Señor, lo cual nos califica para
ser vencedores y ser coronados cuando Él venga.
Amar la venida del Señor se evidencia por la práctica de predicar el
evangelio. Este es nuestro encargo este año: predicar el evangelio, no de forma
parcial, sino completa. Esa predicación implica no solo presentar a Jesús como
el Salvador de las personas, sino introducirlas en la iglesia a fin de que reciban
un cuidado, crezcan y maduren.
Gracias a Dios, actualmente podemos decir que tenemos un ejército de
soldados valientes en las calles luchando en favor del
evangelio. Entre ellos, podemos citar la importante actuación de los colportores
dinámicos, que salen diariamente a orar por las personas, presentándoles los
libros espirituales que promueven la fe y ayudan al crecimiento espiritual.
Por causa de la pandemia que asola al mundo, hemos recomendado a los
hermanos que salgan a predicar el evangelio tomando las medidas necesarias
para resguardar su salud y la de los demás. Por medio de la acción de ese
ejército, hemos entregado cerca de dos millones de libros al año y se ha orado
por alrededor de 22 millones de personas, lo cual es ¡tremendo!
Además de la acción de los colportores dinámicos, últimamente el Señor
despertó a un ejército de jóvenes santos en todo Brasil, quienes están
involucrados en el proyecto “¡Avanza, Joven!”. A pesar de estar viviendo en
una época en que los jóvenes están tan conectados con el entretenimiento
mundano, milagrosamente un grupo de jóvenes escogió ser activos, dejar la
apatía y la pasividad para ser parte del ejército de vencedores que se unirá a
Cristo en el cielo, cuando Él regrese. Eso es el milagro del rocío de la aurora
que está surgiendo, próximo al regreso del Señor (Sal 110:3).
Como la iglesia en Filadelfia, debemos guardar lo que ya alcanzamos para
que nadie tome nuestra corona (Ap 3:11). No perdamos lo que el Señor ya nos
confió, no retrocedamos.
Hermanos, en la base correcta de la unidad, hemos recibido la palabra
profética y tenemos la obligación de replicarla a todos los hijos de Dios (Le
12:41). Por un lado, Dios desea que todos los hombres sean salvos y vengan al
pleno conocimiento de la verdad; por otro lado, nuestra responsabilidad es para
con aquellos que el Señor nos confíe. La Palabra es para todos, pero no todos
vendrán al pleno conocimiento de la verdad. No obstante, nosotros debemos
cuidar de todos aquellos que sí lo logren. ¿Cómo lo haremos? Dando a nuestros
consiervos, que el Señor nos confió, el alimento a su tiempo (Mt 24:45-46).

Pregunta: De acuerdo con 2 Timoteo 4:8, ¿cuál es el criterio que nos calificará para
ser vencedores ?

Mi punto clave:
SEMANA 5 - JUEVES
Lectura bíblica:
Hch 13:1-3,13-16; 14:1,15
Leer con oración:
I Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme I
( a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado (Hch 13:2). J

LA OBRA DEL ESPÍRITU

Tomando como figura la historia de Génesis 24, vemos que el Espíritu es


como el criado más viejo de la casa de Abraham, encargado de administrar
todas las cosas y preparar a la novia para Isaac. De igual manera, el Padre le
dijo al Hijo que esperara y, mientras tanto, envió al Espíritu para preparar a la
iglesia, Su novia. Eso significa que todo lo que sucede en la iglesia procede de
la operación del Espíritu. El libro de los Hechos cuenta la historia de la iglesia
y la operación del Espíritu.
El apóstol Pablo fue uno de los instrumentos escogidos por Dios y usados
por el Espíritu para cuidar de las iglesias en el primer siglo. Saulo —como aún
era llamado en aquella época— vivía en Tarso cuando surgió la saludable y
maravillosa iglesia en Antioquía, una iglesia compuesta solo por griegos. Por
esa razón, Bernabé —un hermano notable en Jerusalén— fue enviado a esa
ciudad. Esa fue la acción del Espíritu para un movimiento importante que
ocurriría allí. Bernabé fue a Tarso para buscar a Saulo, para cooperar en el
cuidado de los hermanos gentiles en Antioquía. Allí, Pablo y Bernabé sirvieron
juntos durante un año, tiempo en el que Pablo aprendió a cooperar con los
demás hermanos. Todo eso fue la obra del Espíritu.
Después de ese período, el evangelio debía expandirse, y otras iglesias
debían ser engendradas en tierras gentiles. Fue entonces que una vez más el
Espíritu actuó, apartando a Bernabé y Saulo para esa misión (Hch 13:2).
Amados hermanos, todo eso refuerza la función del Espíritu de administrar la
casa de Dios. Es como si Él dijera: “Tengo una obra y necesito gente para
realizarla. Voy a llamar a Bernabé y a Saulo”.
En ese momento, Bernabé era quien estaba al frente de la obra. Bernabé y
Saulo formaban una buena dupla. Sin embargo, cuando llegaron a Chipre, el
Espíritu mostró que Pablo tenía la Palabra, pues le había sido revelado el
contenido de la economía de Dios. De Chipre fueron a Pafos, después a Perge,
y, en ese entretiempo, el joven Juan Marcos —sobrino de Bernabé, invitado por
él, para acompañarlos— no soportó la presión impuesta por las adversidades y
regresó a Jerusalén, donde vivía su madre (Hch 13:13-14,16).
Notemos que, en esas circunstancias, el Espíritu ya estaba mostrando que
Pablo sería el principal ministro de la Palabra. El sería el canal de la Palabra
profética. Al comienzo de la misión, el Espíritu puso a Pablo bajo el liderazgo
de Bernabé, lo cual fue muy útil para que aprendiera lecciones de sumisión. A
partir de Antioquía de Pisidia, el Espíritu Santo invierte el orden de los
nombres, como podemos ver: “En Iconio, Pablo y Bernabé entraron juntos en
la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos creyeron, tanto
judíos como no judíos” (Hch 14:1 - DHH). Por causa de un tumulto promovido
por los judíos, ellos tuvieron que abandonar la ciudad y se fueron a Listra,
donde vivía la familia de Timoteo.
En Listra, Pablo sanó a un cojo de nacimiento. Ese milagro debió haber
impresionado a la madre y la abuela de Timoteo, que hizo que fueran salvas y
se convirtieran al Señor. El lisiado que había sido curado también fue salvo, y
los griegos, que eran muy místicos, empezaron a llamar a Bernabé, Júpiter y a
Pablo, Mercurio, porque él era el principal portador de la Palabra. Los
habitantes de la ciudad incluso llevaron animales para ofrecerlos en sacrificio
frente a ellos. No obstante, Pablo y Bernabé, pidieron que dejaran de hacerlo.
Veamos lo que Pablo dijo: “Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también
somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas
vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo
lo que en ellos hay” (Hch 14:15).
Hermanos, cuando predicamos el evangelio, de nada sirve discutir con las
personas. Algunos pueden querer discutir con nosotros sobre alguna filosofía
o línea doctrinal. Sin embargo, no podemos caer en la trampa de las
discusiones. Al predicar el evangelio, tan solo debemos presentar al Dios vivo,
al creador del cielo, de la tierra y de todo lo que en ella existe. Debemos hablar
de las maravillas que Dios hizo y puede hacer en la vida de las personas.
Nuestra función es apenas presentar al Dios vivo y verdadero. Por tanto, no
discutamos; sino más bien, prediquemos el evangelio.

Pregunta: ¿Cuál es la función del Espíritu en la obra del Señor?

Mi punto clave: ___________________________________________________

B -------------------------------
SEMANA 5-VIERNES
Lectura bíblica:
Hch 3:1-10; 4:16-23; 14:19; 17:23-24; Gá 1:15-16; Col 1:25; Ap 10:7
Leer con oración:
I El viento sopla de donde quiere,y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde I l
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Jn 3:8). J

SER SENSIBLE A LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU

En Hechos 3, vemos que los apóstoles Pedro y Juan habían hecho un milagro,
por el cual todos glorificaron a Dios (vs. 1-10). Inmediatamente después,
fueron juzgados por el sanedrín, que quería prohibirles hablar del nombre de
Jesús (4:17). Al no tener las condiciones propicias para castigarlos, por la
admiración del pueblo, Pedro y Juan fueron liberados y buscaron a los
hermanos para contarles lo que había ocurrido (v. 21). Veamos cuál fue la
reacción de los hermanos al oírlos: “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron
unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste
el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” (v. 24). Amados hermanos,
no existe un segundo dios que haya hecho el cielo, la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay, no existe otro Dios. ¡Solo hay un Dios verdadero!
En otra ocasión registrada en el libro de los Hechos, se nos recuerda que hay
un único Dios. Pablo estaba en Atenas, un lugar muy idólatra y politeísta,
donde al pasar observó varios objetos de culto y de entre los cuales había un
altar a un dios desconocido (17:23). Pablo aprovechó la situación para decir
que aquel Dios desconocido es, en realidad, el verdadero y único Dios (v. 24).
En Apocalipsis también leemos: “Y juró por el que vive por los siglos de los
siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que
están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más”
(10:6). Este es el ángel cuyos pies están sobre el mar y la tierra como señal de
posesión, indicando que todo es del Señor. Asimismo, anuncia que el séptimo
ángel tocará la trompeta, y el misterio de Dios se consumará (v. 7). En
Apocalipsis 14:7, vemos lo mismo. Amados hermanos, esta es una palabra
entre paréntesis, cuya intención es llamar nuestra atención en cuanto al hecho
de que hay un único Dios, responsable de toda la creación. Debemos alabarlo
y adorarlo por eso todos los días.
Al volver al libro de los Hechos, leemos sobre el paso de Pablo por Iconio
(14:19). (...) No obstante, cuando los discípulos lo encontraron, Pablo se
levantó, se sacudió el polvo y continuó predicando el evangelio. Ese es el
espíritu que Pablo tenía y que también nos debe contagiar. No nos dejemos
abatir por las circunstancias; antes bien, levantémonos y prosigamos.
Finalmente, Pablo llegó a la ciudad de Listra (Hch 16:1-3). Antes de eso,
Pablo y Bernabé habían tenido una fuerte discusión por causa de Juan Marcos,
quien desertó en el primer viaje. Por causa de la fuerte relación afectiva que
tenía con Marcos, Bernabé quería llevarlo en el segundo viaje, dándole una
nueva oportunidad. Sin embargo, Pablo no estuvo de acuerdo. Aquí no estamos
haciendo ningún juicio sobre quien tenía la razón. Por el contrario, queremos
aprender a seguir lo que el Espíritu está haciendo y ser sensibles a Su dirección.
Pablo, por su parte, escogió a Silas —uno de los hermanos principales de
Jerusalén— para acompañarlo en su viaje. Silas había sido enviado por los
hermanos de Jerusalén a Antioquía, a fin de testificar la decisión de una
comunión que hubo entre Pablo, Bernabé y los apóstoles de Jerusalén. Silas, a
su vez, decidió acompañar a Pablo, porque percibió la dirección y el liderazgo
de Pablo. A pesar de que también había apóstoles en Jerusalén, Silas se dio
cuenta de que a Pablo le había sido confiado el contenido de la economía de
Dios. Por tanto, la enseñanza de los apóstoles, fue ministrada principalmente
por medio de Pablo.
En Jerusalén, el Espíritu usó grandemente a Pedro y Juan para dar testimonio
de que Jesús es el Cristo, que fue muerto, pero a quien Dios resucitó. Así que,
concluimos que la principal acción de los doce apóstoles en Jerusalén fue la de
dar testimonio. Por ser judíos, los apóstoles testificaron ante los judíos que
Jesús, a quien ellos habían matado, era el Cristo que Dios les envió y a quien
Dios mismo resucitó. Este era el encargo de los doce apóstoles.
Por último, en mensajes anteriores vimos que Pablo fue quien completó la
palabra de Dios. Él completó la revelación del misterio que hay en la Palabra,
por eso entendemos que su palabra completó la revelación que define la
enseñanza de los apóstoles. A Dios le plació revelar directamente a Pablo Su
economía, Su plan y Sus misterios (Gá 1:15-16; Col 1:25). Este es el contenido
de las palabras de Pablo.

Pregunta: ¿Por qué Silas decidió permanecer con Pablo?

Mi punto clave:
SEMANA 5- SÁBADO
Lectura bíblica:
Hch 15:40; 16:1-3; Gá 2:1-3
Leer con oración:
I Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación I
l (Fil4:14). J

LA IMPORTANCIA DE LA COMPLICIDAD
EN LA OBRA DEL SEÑOR

Seguir la enseñanza de los apóstoles es seguir aquello que fue determinado


por el Espíritu. Por tanto, es necesario reconocer a quién está usando el Espíritu
como canal para dirigir a las iglesias. Como vimos ayer, a pesar de vivir en
Jerusalén y estar cerca de los doce apóstoles, Silas tuvo la sensibilidad de percibir
ese cambio de dirección. Al percibir que Pablo tenía la dirección profética, Silas
decidió permanecer con él (Hch 15:40). Lo mismo ocurrió con Timoteo, que fue
llamado aun siendo muy joven para acompañar a Pablo (16:1-3). Por ser hijo de
padre griego y madre judía, Pablo quiso que fuera circuncidado por causa de los
judíos, a fin de que nadie lo discriminara por eso e impidiera la predicación del
evangelio.
Sin embargo, en Gálatas tenemos otra ocasión en la que Tito —otro
colaborador de Pablo— no fue obligado a circuncidarse (2:1-3). ¿Cuál es la
diferencia entre los casos de Timoteo y Tito? En la región donde Timoteo vivía,
era muy conocido. Su padre era griego, y su madre y abuela eran judías y muy
temerosas de Dios. Si Timoteo no se hubiera circuncidado, los creyentes judíos
podrían haberse resistido a que él cooperase en la obra misionera. En el caso de
Tito, los judaizantes habían levantado la premisa de que, para que alguien fuera
salvo, debía ser circuncidado. Pablo no estuvo de acuerdo con eso. Si Pablo
hubiera circuncidado a Tito, habría consentido tal premisa. Con eso percibimos
la importancia de aprender a discernir el ambiente y las circunstancias antes de
tomar cualquier decisión.
Volviendo al contexto que involucra a Bernabé y a Pablo, podemos damos
cuenta que Bernabé era un excelente compañero de Pablo. Él tenía una cualidad
muy importante: sabía perfeccionar a los jóvenes y no desistía de ellos. Él vio un
gran potencial en Saulo y por eso fue a buscarlo a Tarso. Cuando los dos fueron
enviados por el Espíritu Santo para realizar la obra, Bernabé estaba liderando,
pero después el mismo Espíritu invirtió el orden, y no existe registro de que hubo
un resentimiento o insatisfacción de parte de Bernabé. Esto es un ejemplo para
nosotros.
Hermanos, el Espíritu es quien ordena, Él es quien da la dirección y sabe qué
hacer. Recordemos que Dios Le entregó al Espíritu la administración de todos
Sus bienes. Cuando el Espíritu define algo de una determinada forma, a
nosotros nos corresponde decir “amén”. Bernabé fue un ejemplo de humildad
y aceptación de la dirección del Espíritu. El motivo de la discusión entre él y
Pablo no fue por el liderazgo de la obra, sino por si llevarían o no a Juan
Marcos. El mismo Bernabé tenía claro que Pablo había sido escogido como un
canal de la palabra de Dios. Con su salida, Pablo perdió la comunión con
Bernabé.
Por conocer la necesidad de Pablo de tener un nuevo compañero, el Espíritu
también había apartado, en la ciudad de Listra, a Timoteo, quien llegaría a ser
su colaborador más fiel hasta el fin de su vida. Timoteo siguió de cerca a Pablo,
lo vio sufrir y sufrió con él. Él conoció el corazón del apóstol y en ningún
momento buscó estar en su lugar. Pablo nunca buscó para sí mismo fama,
dinero o cualquier beneficio por servir al Señor, y Timoteo aprendió a seguir
los mismos pasos; de hecho, él era un joven colaborador que empalizaba con
Pablo.
Podemos decir que había una fuerte complicidad de Timoteo con Pablo.
Complicidad es empatia, es confianza total. Gracias a Dios, hoy entre los
colaboradores hay mucha complicidad con el liderazgo de la obra. Tales
hermanos son compañeros que tienen el mismo corazón y alma.
Durante su ministerio, Pablo tuvo a su lado a algunos colaboradores
oportunistas que lo abandonaron en los momentos más difíciles y cada uno
tomó su propio camino, espacio y obra. Veremos eso cuando comencemos a
leer la segunda carta a Timoteo. No obstante, Timoteo era un colaborador que
tenía una fe no fingida y una buena conciencia. Nosotros, que servimos al
Señor, necesitamos tener una fe sin fingimiento, servir sin segundas
intenciones y con una conciencia pura. En la iglesia solo hay lugar para el
Espíritu, solo caben las acciones del Espíritu. ¡Amén!

Pregunta: ¿Qué significa tener complicidad con los apóstoles?

Mi punto clave:
SEMANA 5 - DOMINGO
Lectura bíblica:
1 Ti 1:5

Leer con oración:


I Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, I l y
seréis prosperados (2 Cr 20:20b). J

EL CAMINO DE LA BENDICIÓN

Como hemos visto a lo largo del mensaje de esta semana, el Espíritu es el


encargado de los bienes que Le fueron confiados por el Padre. Tal
responsabilidad Le da la autoridad y la libertad de actuar como bien Le parezca,
de usar a uno u a otro de acuerdo con Su dirección. Entre los cristianos no
debería haber disputas, pues éstas nos hacen retroceder. Necesitamos ser puros
en el servicio al Señor. Somos solo instrumentos que Dios puede usar, y si
alguien quizá de entre nosotros partiera con el Señor, el Espíritu pasará y
contará con otro canal, porque la obra del Señor no se puede detener. Por esa
razón, mantengamos nuestro corazón puro y sin ambición. Tengamos la
sensibilidad espiritual para percibir la dirección del Espíritu y sujetarnos a ella.
Este es el camino de la bendición.
Gracias a Dios, en la obra del Señor contamos con hermanos que son
colaboradores preciosos que han sido unánimes en el liderazgo de Su obra. Tal
condición ha sido esencial para que el Espíritu actúe en medio nuestro y
promover grandes hechos. Tales hermanos son sinceros y no son
aprovechadores. Por el contrario, son hermanos fieles que se entregan en
obediencia a la dirección del Espíritu. Con ese amplio apoyo, ciertamente el
Espíritu encontrará en medio nuestro un camino para bendecirnos.
Debemos mantener tal ambiente de pureza y sencillez para poder avanzar
aún más. Por un lado, somos agradecidos por todo lo que el Señor ha hecho
entre nosotros; por otro, sentimos que podemos avanzar aún más. No podemos
acomodarnos, no podemos parar. Siguiendo el ejemplo de Timoteo, que
podamos servir al Señor con una fe no fingida, un corazón puro y una buena
conciencia (1 Ti 1:5). Esperamos que el Señor continúe preparando a Su iglesia
como la columna y la base de la verdad para evitar que Satanás nos engañe por
medio de nuestro ego y abramos una brecha para el declive de la iglesia. No
queremos retroceder, sino proseguir hasta que el Señor venga; queremos
cooperar con Su venida. Este era el fuego que ardía
en el interior de Pablo y que lo movía a servir a Dios. Nuestro ruego al Señor
es que este mismo fuego también arda en nuestro interior y que contagie a todos
en la iglesia, a fin de que todos sean despertados a predicar el evangelio y a
cooperar con la venida del Señor.
Para finalizar, oremos: “Señor, oramos por todos los hermanos que leen este
mensaje. Oramos por la salud de cada hermano y hermana que ha salido a
predicar el evangelio. Guarda sus vidas. Acuérdate de los colportores que
diariamente están en las calles predicando el evangelio, cuida la salud de todos
ellos. También oramos para que Tú, Señor, continúes usando al ejército de
jóvenes santos que despertaste. Que este ejército sea usado por Ti para
cooperar con Tu venida. Aclara nuestra visión, daños un espíritu recto, una fe
no fingida, una buena conciencia para no degradarnos ni retroceder. Queremos
proseguir, avanzar hacia Tu reino. Guarda a cada uno de nosotros. En el
nombre de Jesús, nuestro querido Señor. ¡Amén!”.

Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con la dirección del Espíritu?

Mi punto clave: _______________________________________

B
SEMANA 6 - LUNES
Lectura bíblica:
Hch 1:4; 2:1-4; Ef 1:20-21
Leer con oración:
Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la yenvié (Is
55:11). )
LA FUNCIÓN DE LA PALABRA PROFÉTICA
Y LA OPERACIÓN DEL ESPÍRITU

El título del mensaje de esta semana es “El destinatario: Timoteo (2)”.


Durante este tiempo, veremos la preparación del joven Timoteo y las
experiencias que vivió junto al apóstol Pablo, así como la importancia de la
complicidad adquirida entre los dos en la obra del Señor.
No es fácil transmitir el encargo de las dos epístolas a Timoteo, pues su
contenido es muy denso. En ellas, el apóstol Pablo habló sobre la fe objetiva,
la economía de Dios y la Palabra saludable. Además, en contrapartida, habló
de las fábulas, de las genealogías interminables y de las enseñanzas diferentes.
Dios nos indicó las dos epístolas a Timoteo para el tiempo de hoy, porque Su
encargo es prepararnos para el ñnal de los tiempos. Eso nos dará una visión
panorámica del motivo por el cual estas epístolas fueron escritas y también de
la situación de la iglesia. Este contexto nos ayudará a entender mejor lo que
hay por detrás de cada versículo.
No pretendemos hacer una explicación de cada libro de la Biblia, tampoco
somos especialistas en hacer comentarios versículo por versículo. ¡Esa no es
nuestra intención! Nuestra carga es exponer a la iglesia la palabra profética, la
palabra que el Señor habla a Su iglesia en el momento presente.
Querido lector, ¿usted sabe exactamente qué es la palabra profética y cuál es
su función? Voy a dar un ejemplo: actualmente tengo un problema en mi mano
derecha. No puede moverse adecuadamente porque perdió, en parte, el contacto
con el cerebro, que ocurre por medio del sistema nervioso. Eso nos da una idea
de cuán importante es la relación de los miembros con la cabeza a ñn de recibir
los impulsos eléctricos. Espiritualmente hablando, los impulsos espirituales
para que el Cuerpo se mueva vienen de la palabra profética. Cuando Dios nos
da Su palabra, no es simplemente para aumentar nuestro
conocimiento bíblico ni para que podamos entender y hablar de una buena
doctrina. La palabra profética es para que Dios opere en favor de la iglesia.
Cuando mi cuerpo necesita agua, el cerebro envía una orden. La mano debe
entender que la cabeza quiere que tome el vaso y así lleve el agua a la boca
para bebería. Es así como se efectúa una operación en beneficio del cuerpo.
Por tanto, la palabra profética es para que Dios opere hoy de acuerdo con Su
voluntad. Es decir, esta es la función de la palabra profética, además de
fundamentarnos en las Escrituras y llevarnos al pleno conocimiento de la
verdad.
Otro punto muy importante es la operación del Espíritu Santo. Dios envió a
Su Hijo en carne para vivir como un hombre. Jesús fue obediente al Padre hasta
el fin, muriendo en la cruz y realizando, de esa manera, la redención por las
personas. Cristo fue aprobado por Dios, y fue confirmado al ser resucitado.
Entonces, el hombre Jesús fue engendrado como el Hijo primogénito de Dios.
Y Él Lo exaltó hasta lo sumo y Lo puso por sobre todo principado, autoridad,
poder, señorío y por sobre todo nombre que se nombra en todos los siglos (Ef
1:20-21).
Jesús, el Hijo de Dios, está sentado a la diestra del Padre: “Jehová dice a mi
Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies” (Sal 110:1 - lit.). Cristo, nuestro Señor, el segundo de la Trinidad, está
objetivamente sentado a la diestra de Dios, esperando que el Padre ponga a
todos Sus enemigos debajo de Sus pies. ¿Y cómo hará eso el Padre? Él necesita
de la cooperación de la iglesia. No obstante, la iglesia sin el Espíritu nada es.
Cuando el Hijo ascendió a la diestra de Dios, el Espíritu Santo fue enviado. Por
esa razón, Jesús dijo a Sus discípulos que permanecieran en Jerusalén y
esperaran la promesa del Padre (Hch 1:4). Esa promesa sería el derramamiento
del Espíritu, que ocurrió el día de Pentecostés, cuando el espíritu descendió
sobre los discípulos.
Inmediatamente después de Su resurrección, Jesús apareció a los discípulos,
“y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Jn 20:22).
¡Nosotros Lo recibimos en el momento que creimos en el Señor Jesús! El día
de Pentecostés, el Espíritu de poder fue derramado sobre cada uno de ellos
como lenguas de fuego, y comenzaron a hablar en dialectos que desconocían
(Hch 2:1-4). Ese fue el comienzo de la operación del Espíritu.
Hoy el Espíritu es el que opera sobre toda la tierra y en todas las
circunstancias. Por ejemplo, un colportor dinámico, que es movido por
el Espíritu Santo, sale a la calle, contacta a una persona y le escucha decir lo
siguiente: “Hoy tuve un presentimiento de que Dios me diría algo diferente”.
¿Quién operó eso? ¡El Espíritu! El colportor no tiene la capacidad de trabajar
en la mente ni en la vida de las personas. Amado lector, estamos en la era de la
operación del Espíritu. Él trabaja en todas las personas, ¡incluso en nosotros!
Estamos hablando sobre esto para mostrar que la preparación del joven
Timoteo fue totalmente obra de la acción del Espíritu; esto también está
ocurriendo con usted que lee este mensaje. Sin embargo, el ser humano necesita
dar su consentimiento, porque tiene libre albedrío y puede escoger entre la
bendición y la maldición. ¡Gracias a Dios, nosotros siempre escogemos la
bendición!

Pregunta: ¿Qué es la palabra proféticay cuál es su función?

Mi punto clave: ____________________________________________________

Lectura de apoyo:
“La gloria del ministerio del nuevo pacto” - caps. 3 y 4- Pedro Dong.
“Aprendiendo con los apóstoles” - cap. 1 - Dong Yu Lan.

B
SEMANA 6 - MARTES
Lectura bíblica:
Hch 11:25-26; 13:13,16; 14:1-18
Leer con oración:
Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que
permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de \jnuchas
tribulaciones entremos en el reino de Dios (Hch 14:22).
LOS PRINCIPIOS IMPORTANTES
PARA LA OBRA DEL SEÑOR

Leamos el siguiente versículo: “Había entonces en la iglesia que estaba en


Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio
de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y
Saulo” (Hch 13:1). El último nombre de esta lista es el de Saulo. Bernabé fue
a buscarlo a Tarso, y él sirvió en Antioquía durante un año junto con los
hermanos (11:25- 26). Sin embargo, el Espíritu tenía prisa, porque necesitaba
realizar una obra: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”
(13:2). ¿Cómo el Espíritu Santo lo dijo? El Espíritu Santo habló al espíritu de
cada uno de estos cinco líderes que tuvieron la percepción de lo que se les
hablaba. El Espíritu Santo actúa en nuestro interior, principalmente en los
líderes de la iglesia, que tienen más sensibilidad a Su hablar.
Prosiguiendo con la lectura: “Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo,
descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre” (Hch 13:4). ¡Ellos
fueron apartados y enviados por el Espíritu Santo! El Espíritu mandó apartar
al primero y al último de entre esos cinco líderes de Antioquía. Entonces, ellos
fueron a Chipre y en ese lapso pasaron por muchas dificultades en el mar. En
Perge, Juan Marcos no soportó las dificultades de la obra y regresó a Jerusalén
(v. 13).
Con respecto a eso, hay un principio importante que necesitamos aprender:
siempre debemos incluir a los jóvenes en el servicio al Señor. Siempre
debemos perfeccionar a alguien más joven que nosotros. Más tarde, Juan
Marcos se volvió útil tanto para Pedro como para Pablo. Aunque un joven no
soporte las dificultades, no debemos desistir de él.
Aun en el primer viaje, cuando llegaron a Antioquía de Pisidia, Pablo se
levantó para hablar a los judíos (Hch 13:16). Desde ese momento en adelante,
el Espíritu Santo comenzó a usar a Pablo como el canal
de la palabra profética. A partir de allí, el orden entre los dos cambió: al
principio era Bernabé y Sanio; pero, en Antioquía de Pisidia, el Espíritu Santo
ya estaba manifestando los dones de Pablo.
Por parte de Bernabé, no vemos ningún resentimiento o respuesta en cuanto
a eso. Él no dijo: “Ya que me pusieron en segundo lugar, no voy a cooperar con
tanto esmero”. Aquí podemos aprender un segundo principio: no debe haber el
concepto de posición en la obra del Señor. Debemos obedecer al orden
establecido por el Espíritu, y así seremos bendecidos. Es sencillo: si la obra es
del Espíritu, Él es el responsable. No debemos resentirnos, sino decir: “¡Sí y
amén!”. El concepto de posición es humano. Lo importante es que todos
seamos usados por el Señor para hacer la obra conforme a la voluntad del Padre.
Después de Antioquía de Pisidia, partieron a Iconio, donde enfrentaron
persecución y alboroto. Por eso ellos huyeron a Listra y Derbe (Hch 14:1-7).
La familia de Timoteo era de Listra. Allí Pablo sanó a un hombre cojo de
nacimiento y, al ver eso, el pueblo quería convertirlos en dioses (vs. 8-18).
Entonces, “vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a
la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad,
pensando que estaba muerto” (v. 19). Aquellas piedras no eran piedrecitas de
honda; eran mucho más grandes. Si algunas hubieran alcanzado un
determinado lugar de la cabeza, podría resultar en un traumatismo craneano y
una muerte segura. ¡Pero el Señor guardó a Pablo!
En el tiempo del ñn el Señor necesita revestirnos de este Espíritu. Somos los
obreros de la última hora, somos la manada pequeña y no tenemos mucha
fuerza. En dificultad, persecución y sufrimiento, ¡nos levantamos y seguimos
adelante! Nosotros no tenemos miedo, pues esa obra es del Espíritu.
Estoy relatando esas experiencias fuertes de Pablo en su paso por Iconio,
Listra y Derbe porque la familia de Timoteo fue salva allí —su abuela Loida,
su madre Eunice y Timoteo mismo—. Por los relatos históricos, estimamos que
Timoteo tenía cerca de 15 años de edad en la época de ese primer viaje. Por
tanto, cuidemos bien a nuestros niños. Desde la infancia, vamos a sembrar la
palabra de Dios como una semilla en ellos. Asimismo, vamos a invertir en
nuestros adolescentes, porque Timoteo se convirtió en esa etapa.
Después de haber sido apedreado y dado por muerto, Pablo “se levantó y
entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. Y después
de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de
hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen
en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios” (Hch 14:20-22). Tanto Pablo como Bernabé
fueron modelos, pues dieron el ejemplo de que no temían a las tribulaciones,
ya que por medio de muchas luchas lograremos entrar en el reino de Dios. Eso
marcó fuertemente a Loida, a Eunice y al adolescente Timoteo .
La educación de Timoteo en las Escrituras fue dada por su madre y su
abuela. Él creció en un ambiente donde había la palabra de Dios y de la fe.
Aquellos que cuidan de los adolescentes y de los jóvenes tienen una gran
responsabilidad. Ustedes pueden tener en las manos a los futuros “Timoteos”.
Al preparar a las personas, primeramente debemos llevarlas a recibir la palabra
profética. Timoteo recibió la Palabra tanto de su familia, como del apóstol
Pablo, por eso fue educado de esa manera y así obtuvo mucha bendición.
Aquí está el secreto: si usted quiere tener una vida bendecida, permanezca
cerca de la palabra que el Señor está hablando. Si está alineado a la palabra
profética, ¡todo fluirá como un río del Espíritu en su vida! Hasta su profesión
secular andará bien, porque usted está bajo la dirección del Espíritu, alineado
con la palabra de Dios. ¡Digo esto por experiencia propia! ¡Seamos como un
Timoteo en preparación!

Pregunta: ¿Cuáles son los principios vistos en el texto de hoy para el servicio en la
obra del Señor?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 6 - MIÉRCOLES
Lectura bíblica:
Hch 14:23; 16:1-3, 9-32; 1 Ts 3:1-2
Leer con oración:

L Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de I


amor y de dominio propio (2 Ti
1:7).

LA PREPARACIÓN DEL JOVEN TIMOTEO


Pablo Y Bernabé pasaron por Antioquía de Pisidia, Iconio,
Listra y Derbe, y volvieron confirmando y constituyendo ancianos
en esas iglesias (Hch 14:23). Eso fue importante, porque, en su
segundo viaje, Pablo decidió llevar a Timoteo, no solo por las
buenas referencias que él tenía de los hermanos de Listra e Iconio,
sino también por el motivo que veremos hoy.
En el siguiente versículo hay una pepita de oro escondida: “Este
mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las
profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la
buena milicia” (1 Ti 1:18). De acuerdo con este versículo, hubo
profecías con respecto a Timoteo. Eran profecías verdaderamente
del Espíritu. Ese fue uno de los motivos para que el apóstol llevara
a Timoteo. Además, el versículo dice: “Milites por ellas la buena
milicia”. Si Dios le dio una palabra, milite, luche basado en ella. ¡No
tenga miedo, el Espíritu está con usted!
En seguida leemos: “Manteniendo la fe y buena conciencia,
desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos” (1 Ti 1:19).
Timoteo era un joven puro. Él aprendió de Pablo y mantuvo una fe
sincera, sin segundas intenciones. No estamos en la iglesia porque
hay oportunidades de hacer buenos negocios o de tener un buen
matrimonio. Además de la fe pura y sincera, mantengamos también
una conciencia sensible. Si practicamos acciones que entristecen al
Espíritu, nuestra conciencia se cauterizará y el Espíritu no habla más
con nosotros. Timoteo, por el contrario, mantenía una sensibilidad
espiritual.
Muchos comentaristas de la Biblia dicen que el defecto principal
de Timoteo sería su timidez. Por esa razón, Pablo le dijo: “Porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía” (2 Ti 1:7). De hecho, Timoteo
era tímido, tal como muchos de nosotros. Sin embargo, percibimos
que fue llamado a la obra siendo muy joven. En el segundo viaje,
cuando Pablo pasó por Listra, Timoteo tenía aproximadamente 18
años de edad. Con esa edad permaneció en la región de Tesalónica para ayudar
a cuidar de las iglesias (1 Ts 3:1-2).
¿Se imagina a un joven de 18 años hablando con ancianos de 40, 50 años de
edad? Por eso Pablo le dijo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé
ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1
Ti 4:12). Él incentivó a Timoteo a usar la autoridad del Espíritu, a ser genuino,
a ser un canal para que el Espíritu actuara. Guardó eso durante toda su vida,
manteniéndose puro. En los últimos tiempos, Dios necesita una iglesia formada
por los vencedores, los cuales tienen un corazón puro.
Asimismo, leamos el siguiente versículo: “Entre tanto que voy, ocúpate en
la lectura, la exhortación y la enseñanza” (1 Ti 4:13). Así como Timoteo,
debemos oír la palabra profética y rumiarla; debemos ocuparnos en la lectura
de la Biblia y conocer la voluntad de Dios. Un ministro de la Palabra está
alineado con el hablar actual del Señor: “No descuides el don que hay en ti,
que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del
presbiterio” (v. 14). En el período que comprende entre el primer y el segundo
viaje de Pablo, el presbiterio impuso las manos a Timoteo, y hubo una profecía.
En esa ocasión le fue transmitido el don de la Palabra. Todo eso estaba
escondido en estos versículos, pero ahora el Espíritu nos lo ha revelado. Por
eso es tan importante conocer el contexto de la Palabra para tener una visión
más amplia y entender lo que el Espíritu estaba haciendo.
Vemos la elección del apóstol al llevar a Timoteo en su segundo viaje (Hch
16:1-3). Como ya vimos, Pablo lo escogió para que lo acompañara, basado no
solo en su buen testimonio, sino también en la profecía de la cual fue objeto.
El Espíritu ya estaba preparando a ese joven colaborador.
Luego, el texto relata: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les
fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron
a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió” (Hch 16:6-
7). Aquí vemos al Espíritu guiando la vida de Pablo y Silas. La noche que Pablo
tuvo la visión de un varón macedonio que lo llamaba para que los ayudara.
Entonces, él concluyó que Dios los había llamado para anunciar el evangelio
en Europa, al otro lado del mar Egeo, para donde fueron (vs. 9-10). Llegaron a
la primera ciudad de Macedonia, Filipos,
donde predicaron el evangelio a las mujeres que estaban en un lugar * de
oración, a la orilla del río. Esa fue la ocasión en la que Lidia se convirtió (vs. 11-
15).
Al dirigirse al lugar de oración, una muchacha poseída por un espíritu de
adivinación salió al encuentro de Pablo. Esta muchacha daba mucha ganancia
a sus amos. Ella siguió a Pablo durante varios días, diciendo: “Estos hombres
son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación”
(Hch 16:17). Esto parece algo positivo, pero, si Pablo no hubiera intervenido,
habrían asociado el evangelio con los demonios. Entonces, Pablo le dijo al
espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en
aquella misma hora” (v. 18b). Los amos que ganaban dinero con la muchacha
adivinadora perdieron su fuente de ganancia, así que provocaron un tumulto
contra los apóstoles, quienes fueron azotados y presos (vs. 23-24). A pesar de
todo, Pablo y Silas no se lamentaron; por el contrario, estaban alegres, orando
y alabando al Señor en la cárcel. Ellos recibieron muchos azotes, pero no
estaban tristes y los demás compañeros de prisión los escuchaban (v. 25).
Alrededor de la media noche, un terremoto sacudió los cimientos de la
prisión, y todas las puertas y cadenas se abrieron. Pensando que los presos
habían huido, el carcelero quiso matarse, pero Pablo intervino diciéndole que
todos aún estaban allí. Esa circunstancia resultó en la salvación del carcelero y
de su casa (Hch 16:26-32). Timoteo testificó todo eso. Él ya estaba siendo
preparado para no temer a las tribulaciones, a los azotes ni a las prisiones.

Pregunta: ¿Por qué Pablo decidió llevar a Timoteo en su segundo viaje?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 6 - JUEVES
I .rehira bíblica:
Hch 17:1-31; 18:1-5; 1 Ts 2:1-2
Leer con oración:
Nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también
en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles
fuimos entre vosotros por amor de ^vosotros (1 Ts 1:5).y

APRENDIENDO DEL MODELO DE PABLO

En Hechos 17 vemos que Pablo y Silas fueron a Tesalónica y predicaron el


evangelio. Allí, algunos judíos de la sinagoga, una numerosa multitud de
griegos piadosos y muchas mujeres nobles creyeron. La iglesia en Tesalónica
era prometedora y presentaba condiciones favorables para seguir el mover del
Espíritu, pero luego vino la persecución. Por esa razón, Pablo no pudo
permanecer por mucho tiempo en Tesalónica y tuvo que dejar rápidamente esa
ciudad (vs. 1-10).
Luego de Tesalónica fueron a Berea. Sin embargo, los judíos de Tesalónica
también causaron un alboroto en Berea. Entonces, los hermanos llevaron a
Pablo a Atenas. No obstante, Silas y el joven Timoteo permanecieron allí (Hch
17:13-15). En Atenas, Pablo se encontró con la idolatría predominante en la
ciudad y aun así predicó sobre el Dios desconocido, el Dios único que creó los
cielos y la tierra, y que estableció un día en el cual juzgará al mundo por medio
de un varón, Jesucristo, después de haberlo resucitado de entre los muertos (vs.
16-31). Desde Atenas, el apóstol fue a Corinto, donde encontró a Aquila, el
marido de Priscila, y juntos trabajaron haciendo tiendas hasta la llegada de
Silas y Timoteo (18:1-5).
Pablo al escribir a los tesalonicenses les mostró cuánto habían sido
maltratados y ultrajados (1 Ts 2:1-2). Ese era el espíritu de los apóstoles. Ellos
permanecieron poco tiempo en Tesalónica; pero, aun así, tuvieron mucho fruto. A
pesar de las luchas, no tenían miedo, pues ellos sabían que el imperio de las
tinieblas resistiría con todas las fuerzas, que levantaría persecuciones y
tribulaciones; no obstante, ellos estaban del lado de Dios. ¡Dios está con nosotros!
Ese mismo espíritu debe motivamos, porque cada uno de nosotros es un guerrero
del evangelio del Señor. No tenemos miedo a la tribulación y a la acción del
enemigo. El Señor nos guarda y está con nosotros, porque estamos haciendo la obra
del Espíritu. Timoteo aprendió todo eso en la práctica. Así pues, la Q mejor manera
de aprender es practicando.
Pablo era un modelo de pureza, entrega y sacrificio. Debemos aprender de
tal modelo. No debemos amar la fama ni anhelar escalar posiciones en la obra
del Señor para obtener poder y regalías. ¡Nada de eso! Estamos aquí para
sacrificarnos en favor de la obra del Señor. ¡Tenemos que tener ese espíritu!
Leamos el siguiente pasaje: “Porque nuestra exhortación no procedió de
error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por
Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar
a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1 Ts 2:3-4).
Podemos engañar a los hombres con nuestra elocuencia, dando la impresión de
que sabemos hacer las cosas. Sin embargo, a Dios no lo podemos engañar. Si
Dios no aprueba su procedimiento y su corazón, Él no va a usarlo, y usted no
tendrá la unción del Espíritu. No tendrá el respaldo del Señor para lo que usted
haga y diga.
Todo lo que Pablo hacía era respaldado por el Espíritu, porque él era
aprobado por Dios. Por consiguiente, amado lector, no busque la gloria de los
hombres ni busque ser aprobado por ellos, sino por Dios. Si Dios retira Su
unción de usted, no hay nada más que hacer.
Leamos 1 Tesalonicenses 2:5: “Porque nunca usamos de palabras lisonjeras,
como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo”. Algunos pueden querer
estar en la iglesia para obtener algún tipo de ventaja o beneficio. Eso es algo
muy feo. El Señor necesita de personas puras. No estamos aquí para buscar
algo para nosotros mismos, sino para llevar a cabo la voluntad del Padre.
Continuemos con la lectura: “Ni buscamos gloria de los hombres; ni de
vosotros, ni de otros” (1 Ts 2:6). El apóstol Pablo no buscaba la gloria de los
hombres; antes bien, como una madre, cuidaba de los tesalonicenses, de noche
y de día, con mucha dedicación y lágrimas. A pesar de no sentirse bien, una
madre cuida a sus hijos con amor. Una madre no tiene vacaciones, no tiene un
salario y, aunque esté enferma, se preocupa del cuidado de sus hijos. Así era
Pablo con los tesalonicenses y con todas las demás iglesias. Este es el espíritu
que debemos tener.

Pregunta: ¿Qué debemos aprender del modelo de Pablo?

Mi punto clave:
SEMANA 6 - VIERNES
Lectura bíblica:
1 Cr 11:18-19; 2 Co 1:1; Fil 1:1; Col 1:1; Flm 1
Leer con oración:
Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el
Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera y^gue enseño
en todas partes y en todas las iglesias (1 Co 4:17).J

LA COMPLICIDAD ENTRE PABLO Y TIMOTEO

Por causa de la persecución, Pablo tuvo que huir de Tesalónica con el


corazón en la mano, pues él quería tener más tiempo para cuidar y cultivar esa
iglesia: “Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos
en Atenas, y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y
colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros
respecto a vuestra fe” (1 Ts 3:1-2). Pablo envió a Timoteo para cuidar de
Tesalónica solo. ¡Imagínese a un joven de aproximadamente 18 años de edad
cuidando solo de una iglesia recién levantada! Todo eso formaba parte de la
preparación del joven colaborador.
Pablo sabía que estaba puesto para el sufrimiento: “Afin de que nadie se
inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto
estamos puestos” (1 Ts 3:3). El día que fue llamado, de camino a Damasco, el
Señor le dijo: “Yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre”
(Hch 9:16). Pablo, que persiguió a otros por causa del nombre de Jesús, ahora
sufriría por Su nombre.
Querido lector, debemos seguir siempre al Espíritu, principalmente al
escoger a un joven para que nos acompañe. Muchas veces somos demasiado
perfeccionistas. Puede ser que, por ya tener cierta edad, experiencia, madurez
y por saber hacer las cosas, miremos con desconfianza a un joven que aún no
tiene tanta experiencia y no sabe cómo hacer las cosas. Pero, si es así, nos
quedaremos solos hasta el final de nuestra vida. Debemos aprender a preparar
a los jóvenes. Pablo envió a Timoteo a Tesalónica solo. Es una situación muy
difícil para un joven que acababa de unirse a la obra. ¿Qué madurez tendría él
para ayudar a la iglesia en Tesalónica? Sin embargo, Pablo confiaba en él,
porque ya lo estaba perfeccionando.
Tres años después, en el tercer viaje, en el año 54 d. C., Timoteo tenía
aproximadamente 21 años. Pablo permaneció en Éfeso un total de tres años
(Hch 20:31). Allí, él escuchó que había problemas en
Corinto. Fue entonces que Pablo escribió la Primera Epístola a los Corintios. Él
envió a Timoteo a Corinto alrededor del año 59 d. C.
Pablo confiaba tanto en Timoteo, que le dijo a los Corintios: “Por esto mismo
os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en
todas las iglesias” (1 Co 4:17). Timoteo, a pesar de ser joven, aprendió todo eso.
Por tanto, vamos a confiar en nuestros jóvenes. Aunque al principio todavía
cometan algún error o sean inmaduros, no sea tan perfeccionista al punto de no
poder trabajar con nadie. No haga las cosas solo, dele a otros la oportunidad de
equivocarse y de aprender. Con timidez o inmadurez, madurarán y aprenderán
con usted.
Algunos años atrás, recibimos el encargo del hermano Dong y hablábamos
mucho sobre cómo practicarlo. Nuestras reuniones eran muy buenas, pero a
pesar de eso, en algunas iglesias, en la práctica, ocurría poco. A partir del 2017,
percibimos que algo diferente tenía que ocurrir para poder avanzar. Gracias al
Señor, el Espíritu comenzó a hablar sobre el entusiasmo, la inclusión y la
excelencia. A partir de ahí, el Señor restauró en esas iglesias el entusiasmo por
el vivir de la iglesia y por las reuniones; asimismo, restauró la excelencia en el
servicio. También hubo una gran inclusión, principalmente de jóvenes. Con tal
encargo, llamé a dos hermanos a almorzar —a un anciano y a un joven más
maduro— y les dije que necesitábamos cambiar un poco el perfil de nuestro
servicio. Para ello, necesitábamos de la energía de los jóvenes, de otra dinámica
en la iglesia, pero siempre siendo guiados por el Espíritu.
Necesitamos tener una complicidad entre nosotros. La complicidad incluye
confianza, intimidad y empatia. Un ejemplo, para ilustrarlo mejor, es el pasaje
donde el rey David suspiró y dijo: “¡Quién me diera de beber de las aguas del
pozo de Belén, que está a la puerta!” (1 Cr 11:17). Él solo lo dijo, no le pidió
nada a nadie. Los tres valientes de David fueron allí, traspasaron todas las
resistencias, tomaron el agua y se la llevaron al rey. David no osó beber el agua
porque había sido conseguida con precio de sangre, y sus valientes podrían
haber muerto. Entonces, ofreció el agua como libación al SEÑOR (vs. 18- 19).
Esto retrata la complicidad que debe haber entre nosotros.
Los valientes de David podrían haber criticado y cuestionado al rey: “¿Por
qué nuestro líder pide algo así? Eso es demasiado lujo”. No obstante, ellos no
lo cuestionaron. ¡Nosotros tampoco debemos
i IH IIOIMI .1 lie. luli’ii' J Eso es tener complicidad. Hay personas que liiililiin y
i Hili un mucho. ¡Vamos a ser unánimes! ¿El Espíritu está ir..iiidii .1 un i .mal?
¡No lo cuestione! De esa manera tendremos la li<mili ion del Espíritu.
Podemos ver esa complicidad entre Pablo y Timoteo: “Y si llega I imoteo,
mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor
así como yo” (1 Co 16:10). Pablo siempre ponía a Timoteo a su lado; estaban
unidos, parecían la misma persona. Por causa de la diferencia de edad y de su
juventud, Timoteo necesitaba ser osado e intrépido al hablar por el Señor.
Pablo, incluso, advirtió a los Corintios: “Por tanto, nadie le tenga en poco, sino
encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos”
(v. 11). La Segunda Epístola a los Corintios fue escrita por Pablo en coautoría
con Timoteo (2 Co 1:1). Ese era el espíritu que había entre ellos.
Pablo pasó un período en una prisión domiciliaria en Roma, en su primer
encarcelamiento. Allá disfrutó de ciertas regalías. A pesar de estar preso, podía
alquilar una casa, recibir a los hermanos y predicar el evangelio a las personas.
Casi todos los de la guardia pretoriana fueron salvos. Pablo no perdía el tiempo,
predicaba el evangelio y hablaba la palabra de Dios.
En la prisión en Roma, Pablo escribió las cartas a los Efesios, a los
Colosenses, a los Filipenses y a Filemón. De esas cuatro, Timoteo fue coautor
de tres (Fil 1:1; Col 1:1; Flm 1). Esas cuatro cartas forman el “corazón de la
Biblia”. Pablo escribió sus principales cartas al lado de Timoteo. ¡Vea la
importancia de ese joven!

Pregunta: ¿Cómo debe ser la complicidad en la obra del Señor?


Columna y base de la verdad

Mi punto clave: ____________________________________________________


SEMANA 6 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Fil 1:25; 2:19, 24; 1 Ti 1:3-5; 2 Ti 2:17; Flm 22
Leer con oración:

L Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón I


limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida (1 Ti
1:5).

J
UN CORAZÓN LIMPIO, UNA BUENA CONCIENCIA
Y UNA FE NO FINGIDA

En su primer encarcelamiento en Roma, Pablo envió a Timoteo a


Filipos (Fil 2:19). El motivo por el cual envió a Timoteo y no a otro
colaborador fue porque: “A ninguno tengo del mismo ánimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo
suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los
méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el
evangelio” (vs. 20-22). Había una complicidad entre Pablo y Timoteo,
lo que les daba el mismo sentir. Timoteo sabía exactamente lo que
Pablo tenía en su corazón, lo que él sentía y cómo pensaba. Ellos
estuvieron juntos por tanto tiempo que eran como una sola alma.
Esto es lo que necesitamos entre nosotros, en vez de mirar a los
demás como si fueran nuestros oponentes. Las disputas son parte de
la estrategia de Satanás para degradar a la iglesia. Debemos tener el
mismo sentir que tenía el apóstol y hablar las mismas palabras que
el Espíritu está hablando, porque estamos en la misma obra. Hubo
un tiempo en que había mucho regionalismo entre nosotros. Pero
¡Gracias a Dios, eso ya se está acabando! Estamos en la misma obra
y somos uno entre nosotros y con quien nos está liderando. Tenemos
un solo sentir, pensamos una misma cosa y hay mucha complicidad
entre nosotros. De esa manera, el Señor nos bendecirá. Estas palabras
deben servirnos como vacuna para inmunizarnos contra todo virus de
insatisfacción y división.
Mientras Pablo esperaba su juicio, permaneció en una prisión
domiciliaria. Los judíos lo denunciaron acusándolo de sedición, que es
perturbar al pueblo por asuntos religiosos. En aquel tiempo, la justicia
era lenta, y las cosas no se desarrollaban satisfactoriamente. Entonces,
desde el año 62 al 64 d. C., Pablo fue preso y, alrededor del año 64 d.
C., fue temporalmente liberado. En sus escritos, nos muestra que ya
tenía cierta expectativa de que eso sucedería al decir a los filipenses
que permanecería con ellos (Fil 1:25; 2:24; Flm 22).
Cuando Pablo fue liberado, se dirigió a Macedonia. Al pasar por Efeso, se
dio cuenta de que la situación de la iglesia no era buena. Algunos hermanos
promovían enseñanzas diferentes a las de Pablo y se ocupaban con ciertas
fábulas y genealogías (1 Ti 1:3). Por eso dejó a Timoteo en aquella ciudad, a
fin de exhortar a aquellos hermanos a que hablen la palabra profética, con el
objetivo de traer a la iglesia nuevamente a la línea de la economía divina. Esa
era una tarea muy pesada para Timoteo.
No debemos enseñar nada diferente de la palabra profética, de la línea de la
economía de Dios y de la sana enseñanza. Esa enseñanza diferente no viene de
Dios, sino de Satanás y solo genera discusiones, divisiones y degradación en la
iglesia. Todo lo que hacemos en la iglesia debe tener como fin el amor que
procede de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida;
es decir, sin hipocresía (1 Ti 1:4-5).
Debemos tener una fe pura y sincera, manteniendo siempre una conciencia
sensible al Señor, “desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos”
(1 Ti 1:19). Algunos de los que estaban del lado de Pablo trabajaron por el
mismo evangelio, pero no mantuvieron una buena conciencia: “De los cuales
son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a
no blasfemar” (v. 20). Esto indica que ellos estaban en el camino conecto, pero
se desviaron.
Himeneo fue un maestro que comenzó una enseñanza herética. Él decía que
la resurrección ya había ocurrido (2 Ti 2:17). Ellos estaban en la línea de la
verdad, pero “se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se
efectuó, y trastornan la fe de algunos” (v. 18). Algunas personas que
anduvieron con Pablo, en cierto momento, también se desviaron. No queremos
que nadie se desvíe de la verdad. Vamos a mantener la fe sin fingimiento y
tener una buena conciencia, para que eso no ocurra en nuestro medio.
Alejandro fue mencionado también en esta porción: “Alejandro el calderero
me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.
Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras
palabras” (2 Ti 4:14-15). Él era un calderero empresario—trabajaba con latas
de bronce— que le causó muchos males a Pablo. Alejandro también estaba en
la línea de la verdad, pero causó problemas al desviarse. Sobre él, Pablo
también dijo lo siguiente: “en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras”.
Quien
se opone a la palabra profética termina siendo usado por Satanás, '“por eso
debemos guardarnos de aquellos que se oponen a la palabra profética.
Puesto que se preocupaba por Timoteo, Pablo le hizo una importante
advertencia: “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores” (1 Ti 6:10). En esta porción, parece que Pablo les estaba hablando a
personas que ejercían una actividad secular, empresarios, etc.; sin embargo, él le
hablaba esto a Timoteo. En la iglesia puede haber personas que decidan
aprovecharse de los hermanos y hermanas que tienen posesiones, adulándolos
con intenciones codiciosas. ¡Esa actitud es reprobable en la iglesia y en la obra
del Señor! Por eso Pablo le advirtió a Timoteo: “Mas tú, oh hombre de Dios,
huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la
mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la
cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de
muchos testigos” (vs. 11-12). Esta debe ser nuestra conducta en la iglesia y en la
obra de Dios.

Pregunta: ¿Por qué Pablo envió a Timoteo a Éfeso?

Mi punto clave: ____________________________________________________

0
SEMANA 6 - DOMINGO
Lectura bíblica:
2 Ti 1:15; 4:16,21
Leer con oración:
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a ytodos los que
aman su venida (2 Ti 4:7-8).y

PELEAR LA BUENA BATALLA,


ACABAR LA CARRERA Y GUARDAR LA FE

El segundo encarcelamiento de Pablo fue por orden del emperador Nerón,


que ya estaba persiguiendo a los cristianos hace algunos años. Él provocó un
incendio en Roma, el cual se salió de su control, llevándolo a perder popularidad
entre el pueblo. Entonces, el emperador culpó a los cristianos por el incendio y
comenzó a matarlos para agradar a los romanos. En esa época mandó a arrestar
a Pablo. Ese encarcelamiento no fue como el primero, donde Pablo tenía ciertas
prerrogativas, como mantener una casa alquilada para recibir a las personas.
Esta vez, el apóstol fue enviado a un calabozo de piedras, un lugar frió, húmedo
y sucio.
En su primera defensa, nadie testificó a favor de él; todos lo abandonaron, y
Pablo quedó solo (2 Ti 4:16; 1:15). No hubo ni siquiera un testimonio positivo
a su favor. La segunda audiencia fue agendada rápidamente, donde lo
condenarían y ejecutarían. Él sabía eso, por lo que le dijo a Timoteo: “Procura
venir pronto a verme” (4:9). Antes de morir, Pablo quería estar y hablar con
Timoteo, su colaborador más íntimo.
Continuemos con la lectura: “Porque Demas me ha abandonado, amando
este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, y Tito a Dalmacia.
Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil
para el ministerio” (2 Ti 4:10-11 - lit.). ¿Qué significa amar a este siglo? Amado
lector, amar a este siglo es amar al dinero. Pablo le advirtió a Timoteo, pero
Demas, por amor al dinero, fue a Tesalónica, donde había hombres ricos. Lucas
—a quien Pablo menciona aquí— es el médico. Pablo se acordó además del
joven Juan Marcos. Al final, él quería ver a los dos jóvenes: a Timoteo y a Juan
Marcos, que, por su parte, también fue perfeccionado y se volvió útil para Pablo
en el ministerio.
Leamos el siguiente pasaje: “A Tíquico lo envié a Efeso. Trae, cuando
vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente
los pergaminos” (2 Ti 4:12-13). Aquí Pablo le pide a Timoteo un tipo de capa
y, en el versículo 21, le pide que fuera antes del invierno. Él hizo esas
peticiones porque la prisión romana en aquella época era muy fría. Ese fue el
final de la vida del apóstol Pablo. Finalmente le dijo a Timoteo: “Porque yo ya
estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me
está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en
aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (vs. 6-
8).
Necesitamos tener un espíritu como el de Pablo, porque somos la manada
pequeña, la iglesia en Filadelfia, los obreros de la hora undécima. Amado
lector, somos los vencedores que el Señor está preparando, somos aquellos que
lucharán a Su lado, somos la novia que se casará con el Señor en los aires, en
las bodas del Cordero. Somos aquellos que ejecutarán el juicio contra el
gobierno de este mundo, que está en oposición a Dios. ¡Somos aquellos que
terminarán con toda la usurpación de la autoridad de Dios aquí en la tierra en
la batalla de Armagedón! ¡Somos parte de todo eso! ¡Es hora de pelear la buena
batalla!

Que el Señor nos bendiga a todos. ¡Vamos a vencer esta guerra! En medio
de los sufrimientos y dificultades, recuerde esta palabra: Pablo debe ser nuestro
modelo. El mismo Espíritu que actuó en Pablo está hoy en nosotros. Podemos
tener la misma osadía, la misma entrega y el mismo sacrificio. ¡Que nuestra
vida sea una libación para la iglesia! ¡Y que Dios nos bendiga a todos, para que
todos estemos juntos en el reino! ¡Jesús es el Señor!

Pregunta: ¿Cómo debe ser nuestro espíritu en los tiempos finales?

Mi punto clave: ___________________________________________________

i
SEMANA 7 - LUNES
I .rctura bíblica:
Hch 28:16-30

Leer con oración:


I A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios I l
nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor (1 Ti 1:2). J

SER FIEL A LA COMISIÓN

Gracias al Señor, comenzamos una semana más del Alimento Diario, cuyo
título es “El autor: el apóstol Pablo (1)”. Pablo es el autor de las Epístolas a
Timoteo, un joven y fiel colaborador totalmente alineado con el ministerio del
apóstol, lo cual permitió que él fuera grandemente usado por Dios. Timoteo era
compañero de Pablo en la obra del Señor y permaneció con él durante su primer
encarcelamiento, a fin de serle útil. Considerando estos ejemplos, seamos
aquellos que colaboran con el Espíritu para concluir el plan de Dios aquí en la
tierra. Aunque seamos limitados, el Espíritu nos capacita para cumplir esa
misión. Por esa razón, aceptemos el llamado del Señor para luchar a Su lado
como la novia guerrera, a fin de poner a todos los enemigos debajo de Sus pies.
Nuestra intención no es solo hacer un simple estudio de las cartas de Pablo a
Timoteo. Por el contrario, deseamos recibir la revelación al respecto del
propósito de Dios, por medio de esas epístolas. Sabemos que Dios tiene un plan;
no obstante, para ejecutarlo en la tierra, Él necesita de siervos que estén
alineados a Su voluntad. El Padre está listo para realizar Su propósito, pero no
Lo hará si la iglesia no se presenta para realizarlo. Esto demuestra el privilegio
que tiene la iglesia de participar del proceso de ejecución de la voluntad de Dios
en la tierra.
Para cumplir el plan de Dios, necesitamos ser sencillos y puros de corazón.
El comienzo de la historia del pueblo de Israel fue muy sencillo: Dios le dio la
ley a los israelitas para que su vida sirviera como un testimonio de quién era Él
y de cómo actúa en la tierra. Sin embargo, a lo largo de los siglos, la ley llegó
a ser la religión judía, con sus ritos y sus tradiciones. De esa manera, se perdió
la sencillez. Asimismo, vemos que la situación se repitió en la era de la iglesia
primitiva: Dios llamó a un pequeño grupo de apóstoles y a ciento veinte galileos
que, después de la muerte, resurrección y ascensión del Señor Jesús,
permanecieron en Jerusalén esperando a que el Padre
derramara Su Espíritu. Tras ese acontecimiento, los doce apóstoles comenzaron
a predicar el evangelio con pureza y así, se convirtieron multitudes. No
obstante, al final del primer siglo, la degradación entró en la iglesia a través de
las disputas religiosas, filosóficas y teológicas, surgiendo, así, un sistema
religioso en el medio cristiano, el cual persiste hasta nuestros días.
No obstante, nosotros no estamos aquí para vivir una religión. Por ese
motivo, nuestra intención no es hacer un estudio teológico, presentando muchas
doctrinas sobre las epístolas de 1 y 2 Timoteo. ¡Nuestro deseo es volver a la
pureza del evangelio de Cristo!
Por tanto, pídale al Señor la gracia de salir de toda atmósfera religiosa,
teológica y doctrinal, para entrar en Su corazón y conocer Su voluntad. De esa
manera, usted será un canal adecuado para que Dios actúe en la tierra,
principalmente, en estos tiempos finales.
Las epístolas de 1 y 2 Timoteo registran que Dios le proveyó a Pablo un
colaborador muy valioso. El joven Timoteo era íntimo del apóstol y totalmente
alineado con su ministerio. Por esa razón, Dios pudo usarlo grandemente.
Mediante las dificultades de la obra, Timoteo, a pesar de ser muy joven,
aprendió con el apóstol a soportar los sufrimientos y a no perder el enfoque de
la voluntad de Dios. Ambos eran cómplices en la obra del Señor. Por la
misericordia del Señor, actualmente tenemos varios jóvenes colaboradores, que
también son cómplices en el cumplimiento de la voluntad de Dios.
El apóstol Pablo es el autor de las dos cartas a Timoteo. La primera de ellas
fue escrita alrededor del año 65 d. C., después de su primer encarcelamiento.
El libro de los Hechos nos muestra que Pablo casi murió en Jerusalén, por causa
de la acusación de los judíos. Sin embargo, el comandante Lisias intervino y le
salvó la vida, llevándolo con seguridad a Cesárea, donde el apóstol permaneció
preso durante dos años. Antes de eso, los judíos que habían juramentado
matarlo, pidieron que volviera a Jerusalén para ser juzgado. Sin embargo, eso
no fue más que un plan para quitarle la vida al apóstol. Pablo lo supo, apeló a
César y fue llevado a Roma, donde fue preso por primera vez, conforme a la
acusación de los judíos (Hch 28:17-20).
A pesar de estar en aquella situación, él tuvo algunos privilegios, como
alquilar una casa con la libertad de recibir a los colaboradores y a otras personas
a las cuales les predicaba el evangelio (Hch 28:16). Muchos fueron salvos:
integrantes de la guardia pretoriana y Onésimo, un esclavo forajido, que
posteriormente llegó a ser un colaborador
Importante en la obra del Señor. Eso nos revela que el apóstol Pablo era un
evangelista fiel a su misión en cualquier circunstancia, a tiempo y a fuera de
tiempo. Así como Pablo, podemos aprovechar todas las ocasiones para predicar
el evangelio.
El apóstol también aprovechó el periodo de su encarcelamiento para escribir
cuatro maravillosas cartas: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. Las tres
últimas fueron escritas en conjunto con su joven colaborador Timoteo, que
permaneció a disposición del apóstol durante todo ese tiempo, es decir, dos
años (Hch 28:30). El año 64 d. C., Pablo fue liberado temporalmente, porque
la presión de los judíos en Roma había disminuido y el proceso fue suspendido
hasta que alguien lo activara nuevamente.
Esto nos muestra que las situaciones adversas no pueden ser obstáculos para
hacer la voluntad del Señor. Tal vez las tribulaciones por las cuales pasamos
nos hagan sentir encarcelados. Pese a ello, aun así podemos orar al Señor para
que Él nos muestre cómo podemos hacer Su voluntad en aquella circunstancia.
Incluso bajo presión podemos ser fieles a nuestra comisión.
Para el apóstol no fue una sorpresa haber sido liberado, ya que era lo que
esperaba. El libro de Filipenses nos muestra que él predijo que saldría y se
encontraría con los hermanos (Fil 1:25; 2:24). En Filemón también vemos su
expectativa de salir de la prisión: “Prepárame también alojamiento; porque
espero que por vuestras oraciones os seré concedido” (Flm 22).
Después de salir de la prisión, Pablo visitó Éfeso. Dejando a Timoteo allí,
partió a Macedonia, donde escribió su primera carta a Timoteo.

Pregunta: ¿Cuál fue la conducta de Pablo durante su encarcelamiento ?

Mi punto clave: ___________________________________________________

Lectura de apoyo:
“Aprendiendo con los apóstoles” - cap. 1-3-Dong Yu Lan.
“Los grandes diamantes de la Biblia ” - cap. 27 - Dong Yu Lan.
“Las inescrutables riquezas de Cristo” - cap. 1 - Dong Yu Lan.
SEMANA 7 - MARTES
Lectura bíblica:
Ro 8:9-11; 2 Ti 2:9; 4:10-11, 20; Tit 1:5; 3:12
Leer con oración:
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo \^que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir (Jn 16:13).y

EL MISTERIO DE LA TRINIDAD

La segunda carta de Pablo a Timoteo fue escrita durante el segundo


encarcelamiento del apóstol. Después de haber sido liberado, Pablo dejó a
Timoteo en Éfeso y partió a Macedonia. Luego, fue a Creta (Tit 1:5) y de ahí
partió a Nicópolis (3:12) y a Troas (2 Ti 4:13). Finalmente, fue a Mileto (2 Ti
4:20).
Sin embargo, después de visitar todas esas ciudades, el apóstol fue
nuevamente apresado por orden del emperador Nerón, en esa oportunidad
como un prisionero común. En el primer encarcelamiento, el comandante
Lisias dio órdenes para que Pablo fuera llevado con seguridad a Cesárea. Pablo
fue bien tratado por la guardia e incluso gozaba del privilegio de alquilar una
casa, donde permaneció en una prisión domiciliaria. Pero, la segunda vez fue
preso como un malhechor (2 Ti 2:9). Pablo pasó por muchos sufrimientos; sin
embargo, predicaba la Palabra pues ésta no estaba presa. Él lo hacía con pureza,
porque amaba el evangelio. Nuestro corazón también debe arder por esta
misma razón. Incluso estando en dificultades, prosigamos haciendo la voluntad
del Señor.
Durante el segundo encarcelamiento, Pablo no tenía la libertad de reunirse
con sus colaboradores u otras personas; se quedó solo y expresó su sentir que
está registrado en 2 Timoteo 4:10-11. Algunos colaboradores lo habían
abandonado, otros estaban en el campo trabajando, y solo Lucas permaneció
con Pablo en su segundo encarcelamiento. Fue en esa época que él escribió la
segunda carta a Timoteo, alrededor del año 67 d. C., cerca de su martirio. Aun
así, fue fiel a la comisión que recibió del Espíritu.
Hay algunos cristianos que les cuesta aceptar que Cristo vive en nosotros.
Según ellos, solo el Espíritu Santo es quien mora en los creyentes en desmedro
de Cristo y del Padre. La porción de Romanos 8:9-11 nos muestra claramente
que el Espíritu de Dios —que se refiere al Padre— mora en nosotros. Esto, sin
duda, es un hecho y una verdad:
El Espíritu de Dios mora en nosotros. Aunque Dios está en el cielo de los
cielos, Su Espíritu mora en nosotros.
Pablo usa las siguientes expresiones: “El Espíritu de Cristo” y “Cristo está
en vosotros”. Por eso, podemos decir que, tanto el Espíritu de Cristo como
Cristo mismo moran en nosotros. En otras palabras, el Espíritu de Cristo es
Cristo mismo y, por tanto, mora en nosotros.
La frase “el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús” se refiere
al Padre, pues fue Él quien resucitó a Jesús. Además, el “Espíritu” al que ese
pasaje se refiere es el tercero de la Trinidad. En resumen, tenemos al Espíritu
del Padre, al Espíritu de Cristo, al Espíritu Santo y a Cristo mismo morando en
nosotros. ¡Cuán privilegiados somos! ¡Aleluya!
Aunque ya hemos abordado este tema en otras series del Alimento Diario,
me gustaría consolidar el sentir acerca de la verdad del Dios Triuno. Después
de la resurrección y ascensión de Cristo, el Espíritu fue enviado para hacer la
obra de Dios. Aunque algunos cristianos conocen esta verdad doctrinalmente,
hoy necesitamos percibir que, de hecho, el Espíritu Santo es quien hace Su
obra.
Después de la resurrección, el hombre Jesús fue engendrado como el Hijo
primogénito de Dios. Hoy Él está a la diestra del Padre, en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo
nombre que se nombra. Además, en Salmos 110:1 (lit.), Dios Padre Le dijo:
“Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”,
por este versículo inferimos que el Hijo espera y el Espíritu es quien está
actuando.
La lectura de Romanos 8:9-11 y del Salmo 110:1 puede generar la siguiente
duda: ¿Cristo está en los cielos o está en nosotros? Sin embargo, Dios, en Su
sabiduría, nos dio una ilustración en Deuteronomio 8:7 para aclarar este asunto:
“Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de
aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes”.
Esta tierra tan rica ¡tipifica a Cristo! Tiene vegas y montes, es decir, hay
tierra para cultivar y para producir riquezas. Sin embargo, para que eso suceda,
se necesita de agua. Dios es el suministro de agua para esa tierra; Él es el
manantial. No obstante, ese manantial es inaccesible para el hombre. En 1
Timoteo 6:16, leemos: “El único que tiene inmortalidad, que habita en luz
inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea
la honra y el imperio sempiterno. Amén”. Consecuentemente, ningún hombre
podría acercarse a Dios, porque Él habita en la eternidad. Pero, para alcanzar
al hombre con Sus riquezas, el Padre vino hasta nosotros. Jesús es el canal que
une el manantial con la superficie del agua. Él es la fuente que trae a la
superficie todas las riquezas de Dios para el hombre.
Jesús murió, resucitó y hoy espera en los cielos que la iglesia finalice la
ejecución de la voluntad de Dios. ¡Dios depende de usted! Por tanto, no pierda
tiempo con asuntos doctrinales, antes bien, practique la palabra de Dios.
Estamos conscientes de que la iglesia sola no puede cumplir el propósito
de Dios y, por esa razón, fue enviado el Espíritu. En Deuteronomio 8:7, vemos
que los arroyos tipifican al Espíritu. Asimismo, el Espíritu es el otro
Consolador enviado por el Padre cuando Jesús fue llevado a los cielos; es el
Espíritu de realidad, cuya misión es llenar a Su iglesia con toda la realidad
divina.
Dios no quiere darnos solo verdades bíblicas como una enseñanza teológica.
Él quiere llenarnos de Su realidad misma. Dios es la única verdad en el
universo; todo lo demás es falsedad, es un ambiente creado por Satanás, el
padre de la mentira. Gracias a Dios, estamos en la iglesia y el Espíritu trae toda
la realidad divina hasta nosotros.

Pregunta: ¿Qué tipifica la figura de la buena tierra descrita en Deuteronomio 8:7y


cuáles son los otros atributos dados al Espíritu?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 7 - MIÉRCOLES

Lectura bíblica:
Dt 8:7; Jn 14:16; 1 Ti 3:15
Leer con oración:
El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni
le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, \^y estará en
vosotros (Jn 14:17).J
EL ESPÍRITU: ASPECTO ECONÓMICO Y ESENCIAL

El Espíritu de verdad quiere llenar a la iglesia con la realidad de Dios. Así,


la iglesia se convertirá en la columna y la base para sustentar la verdad (1 Ti
3:15).
Como vimos ayer, Dios es el manantial de riquezas inmensurables. Sin
embargo, e] manantial está debajo de la tierra. Por tanto, el hombre —que vive
en la superficie— no tiene acceso a la abundancia de las aguas. Pero, un día,
Dios Se hizo hombre y trajo todas las riquezas del manantial hasta nosotros.
Jesús es el canal que nos permitió tener acceso al Padre. Así que, Dios —el
Padre— es el manantial y Cristo —el Hijo—es la fuente. Después de Su muerte
y resurrección, Dios Lo llevó al tercer cielo y nos envió el Espíritu. El Espíritu
es el arroyo de aguas.
Este es el misterio de la Trinidad: Dios es uno solo; no hay tres dioses. No
obstante, como Él habita en luz inaccesible, es necesario que haya un canal
para que Dios opere, haciendo que Sus riquezas lleguen al hombre. El hijo es
ese canal, la fuente que trae a la superficie el manantial profundo. Y el Espíritu
fluye como un arroyo para alimentar a todos los seres humanos.
En resumen, la Trinidad es para operar la economía de Dios. Ese es el
aspecto económico del Dios Triuno. Tal vez usted relacione “economía” con
ahorrar dinero y evitar gastos innecesarios. Sin embargo, en la Biblia, el
término “economía” se refiere al plan de Dios para Su casa. Eso significa que
el Dios Triuno —Padre, Hijo y Espíritu— actúa de manera que pueda traer las
riquezas de Dios al hombre.
Por otro lado, la Trinidad posee un aspecto esencial. La figura de
Deuteronomio 8:7 manifiesta que el agua del manantial, de la fuente y del
arroyo es la misma, revelando que Dios es uno solo en esencia. Cuando usted
bebe el agua del arroyo, está bebiendo del agua de la fuente y del manantial.
Cuando disfruta de las riquezas de Dios, usted disfruta de las riquezas del Dios
Triuno. ¡Aleluya!
Cerca de Su muerte, Jesús abrió Su corazón a los discípulos más íntimos,
diciéndoles: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os
lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis” (Jn 14:2-3). Cuando dijo que volvería, Jesús se
refería al Espíritu. Él moriría como el Hijo, pero sería recibido por el Padre y
volvería como el Espíritu, para recibirnos dentro de Él. Hoy nosotros, que
recibimos el Espíritu, estamos en Dios.
En Juan 14:16, Jesús dijo que rogaría al Padre y Él nos daría otro
Consolador, para que estuviera para siempre con los discípulos. Ese Consolador
es el Espíritu de Realidad (v. 17). En ese mismo momento, Jesús dijo que el
mundo no conocía el Espíritu de verdad, por eso no lo podía recibir. Sin
embargo, añadió que los discípulos Lo conocían, porque el Espíritu moraba con
ellos, revelando que Él era el Espíritu que vendría.
Y usted ¿ya recibió el Espíritu? Si todavía no lo recibe, aparte un tiempo
para orar ahora. Dígale al Señor: “Señor Jesús, Te entrego mi vida. Declaro que
ya no soy más el dueño de mi vida; Tú eres mi Señor. Reconozco que soy un
pecador, pero, a partir de ahora, quiero pertenecerte. Creo en Ti; creo que Dios
Te resucitó de entre los muertos”.
Si hace esto, el Espíritu entrará en usted. Y ese Espíritu también es Cristo;
Él también es Dios y el Espíritu de Dios; ¡Él es el Espíritu de Cristo y también
es Cristo! ¡Alabado sea el Señor! ¡Hoy podemos tener acceso a todas las
riquezas de Dios, por la obra del Hijo y la operación del Espíritu!

Pregunta: ¿Qué es el aspecto económico y el aspecto esencial del Espíritu?

Mi punto clave: ____________________________________________________


SEMANA 7 - JUEVES
Lectura bíblica:
Mt 28:18; Jn 20:21-22; Hch 1:4-5; 2:1-4; 1 Co 12:12
Leer con oración:
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría, \^y hasta lo
último de la tierra (Hch 1:8).J
EL ESPÍRITU NOS CAPACITA PARA CUMPLIR LA MISIÓN

De acuerdo con el Salmo 110:1, Cristo está sentado a la diestra del Padre,
esperando que Dios ponga a Sus enemigos como estrado de Sus pies. Pero,
¿quién ejecutará esa obra? La iglesia. No obstante, la iglesia, por sí misma, no
tiene las condiciones de realizarla. Por esa razón, Dios envió al Espíritu.
En griego, la palabra ‘soplo’ es la misma utilizada para ‘espíritu’. Luego de
haber muerto y resucitado, Jesús se hizo el Espíritu cuando se le apareció a los
discípulos y sopló en ellos al Espíritu Santo (Jn 20:21-22). Entonces, ellos
recibieron al Espíritu en su interior, de primera fuente. Sin embargo, ese no fue
un privilegio solo de los discípulos. Ese mismo Espíritu entró en nosotros
cuando creimos en Jesús, llenándonos de la vida y naturaleza de Dios. ¡Cuánta
gracia!
En aquella ocasión, Jesús le dijo a los discípulos que toda potestad le había
sido dada en el cielo y en la tierra (Mt 28:18). Y en los versículos 19 y 20, Él
ordenó: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Esta es la misión de la iglesia.
Necesitamos tener claridad de que estamos aquí para predicar el evangelio del
reino. Nuestro objetivo no es solo salvar a las personas del lago de fuego, sino
llevarlas a vivir la vida de la iglesia, donde se les enseñará a guardar todo lo
que el Señor nos ha mandado.
En el pasaje mencionado, Jesús prometió que estaría con nosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Por otro lado, vimos en el Salmo 110, que Él está
a la diestra del Padre. Eso nos muestra que esencialmente Dios es uno solo. Él
está con nosotros mientras cumplimos nuestra misión. De nuestra parte,
necesitamos alinearnos a Su voluntad. Por eso, busquemos ser aquellos que
están en armonía con el propósito del Señor. Así, Él nos usará para hacer Su
obra.
Después de comisionar a los discípulos, Jesús fue ascendido al cielo. Pero
ellos no se quedaron quietos. Por el contrario, partieron a predicar el evangelio
por todas partes, colaborando con el Señor. Cuando el Señor revela la palabra
profética a la iglesia y le da una misión, no puede quedarse parada. ¡La iglesia
necesita actuar y tener una actitud inmediata! Por eso insistimos una vez más:
no recibamos la Palabra como un simple estudio doctrinal. Antes bien,
¡practiquémosla! Salgamos a predicar en todos los lugares. De hecho, eso ya
ocurre entre nosotros. A pesar de ser un grupo pequeño y de estar en una
situación de pandemia, el Señor nos ha bendecido, y el evangelio está siendo
llevado a las multitudes. Los colportores dinámicos están en las calles todos
los días para orar por las personas. Estimamos que 22 millones de brasileños
recibieron una oración el último año y fueron conectados con Dios. ¡Esto es
algo grandioso! Además, tenemos el proyecto “¡Avanza, joven!”, el Expolibro,
el Bookafé, el GFCM —Grupo Familiar de Cuidado y Multiplicación—. De
esa manera, todos los días más y más personas son alcanzadas por estos
instrumentos que el Señor nos dio. Esa es una señal de que el Señor está
confirmando la palabra profética que recibimos. Por tanto, valoremos todo lo
que el Señor está haciendo entre nosotros.
Antes de Su ascensión, el Señor determinó que los discípulos no salieran de
Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre (Hch 1:4-5). Esa promesa
era el Espíritu. Jesús les había dicho que no los dejaría huérfanos, sino que les
enviaría otro Consolador, que es el Espíritu Santo. Y eso efectivamente se
cumplió, como se describe en el fibra de los Hechos 2:1-4.
Al enviar al Espíritu Santo, Dios cumplió Su promesa. Además, Él bautizó
a Su iglesia, la cual estaba formada, primeramente, por los creyentes judíos. El
bautismo del Espíritu Santo nos hizo un solo cuerpo y bebimos de un mismo
Espíritu. Si ese bautismo no hubiera ocurrido, solo seríamos personas salvas,
individualmente. Sin embargo, gracias al Señor, fuimos bautizados y
abrazados por el Espíritu Santo; por consiguiente, constituimos un solo
Cuerpo, aunque seamos muchos miembros (1 Co 12:12). Este Espíritu nos está
saturando hoy por dentro y por fuera, a fin de hacemos uno con Él.

Pregunta: ¿Cuál es la misión de la iglesia?

Mi punto clave:
SEMANA 7 - VIERNES
Lectura bíblica:
Hch 2:32-33; Gá 3:27
Leer con oración:
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio
de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete
cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus \ de Dios enviados por
toda la tierra (Ap 5:6).y
LOS COLABORADORES DEL ESPÍRITU

Vimos ayer que la iglesia fue conformada inicialmente por creyentes judíos.
Muchos de ellos fueron bautizados después de la predicación de Pedro, en
Hechos 2. Luego, en el capítulo 10, leemos que los primeros gentiles fueron
bautizados en la casa de Comelio e introducidos en la iglesia: “Mientras aún
hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del
Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a
Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para
que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como
nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le
rogaron que se quedase por algunos días” (Hch 10:44-48). Por tanto, Pedro
abrió la puerta para que los judíos y los gentiles formaran parte de la iglesia.
Hoy, independientemente de nuestra nacionalidad, cultura y costumbres, somos
miembros de un solo Cuerpo, porque todos fuimos bautizados por el Espíritu
Santo. Ese Espíritu nos revistió, haciéndonos miembros del Cuerpo de Cristo
(Gá 3:27).
En el transcurso de esta semana, leimos que Dios resucitó a Jesús, quien fue
exaltado a la diestra del Padre (Hch 2:32-33). Después de Su muerte,
resurrección y ascensión, ocurrió el derramamiento del Espíritu en el día de
Pentecostés. Ese mismo Espíritu continúa operando entre nosotros en los días
actuales, para cumplir la voluntad del Señor en la tierra.
Hacer la voluntad de Dios es una misión grandiosa para el hombre tan
limitado. No obstante, el Espíritu es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Es
capaz de llevar a cabo el propósito de Dios. Y ese Espíritu está en nosotros, opera
por medio de nosotros y nos capacita para colaborar con Él en la obra del Padre. A
la hora de contactar a las personas, debemos § tener eso en mente y ser obedientes
cuando el Espíritu nos conduce a orar
por ellas y hablarles de la Palabra. Muchos ya han tenido la experiencia Me orar
por alguien que después les dijo que había presentido que Dios le diría algo ese
día. Cuando abordamos a alguien, desconocemos su situación y sus conflictos;
así que, no logramos profundizar en lo que pasa en su corazón. Sin embargo, el
Espíritu sabe todas las cosas y nos dirige a llevar la salvación e incluso la
liberación. ¡Esa es la obra del Espíritu!
El Espíritu es el encargado de ejecutar la obra del Padre. Él es quien nos
envía y separa como sus colaboradores, como sucedió con Pablo y Bernabé, en
Hechos 13:1-2: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas
y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén
el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos
al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a que los he llamado”.
Hoy estamos en la era de los siete Espíritus descrita en el libro de
Apocalipsis. La venida del Señor está muy cerca y tanto la maldad como la
iniquidad se están multiplicando rápidamente. Por consiguiente, el Espíritu
también debe intensificarse para cumplir lo que Dios determinó. Por eso el
colportaje ahora es dinámico; los colportores, por la acción de los siete
Espíritus, han llegado a distribuir hasta cien libros al día cada uno. Asimismo,
durante la pandemia la palabra está siendo transmitida por el Instituto Vida para
Todos y muchos han sido alcanzados, personas de diferentes lugares que, en
otras circunstancias, no habríamos sido capaces de contactar. Todo eso es la
acción del Espíritu siete veces intensificado.
Como dijimos, el papel de la iglesia es colaborar con el Espíritu. Por tanto,
¡no se acomode! Aunque para usted sea imposible salir a predicar el evangelio,
no se quede pasivo en su casa, sentado solo en el sofá escuchando las
predicaciones. Comparta la palabra en las redes sociales y en los grupos de
WhatsApp. Ofrézcase para orar por las personas. Use todos los mecanismos que
estén a su disposición para contactar a las personas llevándoles la palabra
profética. Sea un colaborador del Espíritu en estos días finales. Esto es lo que
Dios espera de nosotros. ¡Amén!

Pregunta: ¿Cómo ser un colaborador del Espíritu en la práctica?

Mi punto clave: ____________________________________________________

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SEMANA 7 - SÁBADO
Lectura bíblica:
Gn 24:1-2, 5-6,15-16, 60; Sal 110:3; Ef 5:25-27
Leer con oración:
I Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo I l esposo,
para presentaros como una virgen pura a Cristo (2Coll :2). J
LA IGLESIA: LA NOVIA Y GUERRERA
En otras ocasiones, vimos que el capítulo 24 del libro de Génesis —que narra
la historia de la unión de Isaac y Rebeca— es en realidad una figura del
matrimonio entre Cristo y la iglesia. Dios Padre, — prefigurado por
Abraham— busca una esposa para su hijo Isaac —que prefigura a Cristo, el
Hijo de Dios—. Con el fin de alcanzar su objetivo, Abraham envió al siervo
más viejo de su casa —el Espíritu— a buscar a Rebeca, la novia —que es la
iglesia—.
Así como el siervo de Abraham gobernaba todo lo que él poseía (Gn 24:1-
2), el Espíritu administra todos los bienes del Padre. Para terminar la obra que
le fue ordenada por Dios, hoy el Espíritu Se intensificó siete veces más. Así, la
iglesia debe apropiarse de el Espíritu para ejecutar la voluntad de Dios. No hay
más tiempo para indolencia o pasividad.
La responsabilidad del siervo era buscar a la novia y prepararla para el
matrimonio. Entonces, él le dijo a Abraham: “Quizá la mujer no querrá venir
en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y
Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá” (Gn 24:5-6). Aquí
vemos que el Espíritu es Cristo mismo; Él es el novio que fue enviado por Dios
para buscarnos. El Hijo ya hizo la obra, venció todas las cosas y está a la diestra
del Padre. Por esa razón, Él no puede volver. Ahora, es el turno de el Espíritu.
Rebeca era una novia hermosa y virgen (Gn 24:15-16), que solo tenía ojos
para Isaac. Nosotros, como la novia de Cristo, también debemos mirarlo solo a
Columna y base de la verdad

Él. No perdamos nuestra sencillez, permitiendo que cosas como la búsqueda


por la posición o la riqueza ocupen nuestro corazón. Cristo debe ser nuestro
único objetivo de vida.
El Espíritu está preparando a la iglesia para el matrimonio con Cristo. En
Efesios, leemos que Cristo amó a la iglesia y se entregó a Sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado por la palabra, a fin de presentársela a
Sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga (Ef 5:25-27).
Esta iglesia gloriosa será
presentada a Cristo para casarse. Sin embargo, la historia no termina con la
unión entre Cristo y la iglesia. La novia aún deberá luchar contra los enemigos,
en la guerra de Armagedón, para poner fin a la rebeldía en la tierra, al igual que
al gobierno humano que se opone a Dios. Leemos sobre esto en Génesis 24:60:
“Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares
de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos”. La iglesia
está formada por mucha gente. La iglesia está aquí para derrotar y poseer la
puerta de sus enemigos. Ahora estamos siendo convocados para alistarnos a fin
de participar de esta guerra. Especialmente los jóvenes son llamados a
presentarse voluntariamente como gotas de rocío, como el milagro de la aurora
(Sal 110:3). Infelizmente, muchos jóvenes se están perdiendo en el mundo;
pero, en la iglesia, muchos se están consagrando al Señor. ¡Alabado sea Dios!
El apóstol Pablo también fue alguien consagrado a Dios y recibió muchas
revelaciones. Fue uno de los hombres más usados por el Señor en toda la
historia de la iglesia. El plan de Dios siempre fue un misterio para el hombre,
que no logra comprenderlo con su mente cartesiana, limitada al tiempo y al
espacio. Sin embargo, Pablo recibió la revelación acerca del propósito de Dios
directamente de Él. Aunque las enseñanzas de los apóstoles no se resumen a
las enseñanzas de Pablo, él recibió la revelación de prácticamente todo el
contenido principal del plan de Dios; lo que Él desea ejecutar en la tierra, los
misterios de Su salvación, todo fue revelado por medio del apóstol Pablo, cuya
vida y obra son descritas con detalles en la Biblia. En los primeros capítulos
del libro de los Hechos, se menciona mucho a Pedro y en algunas ocasiones a
Juan. No obstante, a excepción de sus epístolas y del Evangelio de Juan, no
vemos más registros sobre ellos. A diferencia de eso, la Biblia relata el origen
del apóstol Pablo, su persecución a la iglesia, su conversión, su servicio a Dios
y su muerte.
Aunque recibió grandes revelaciones, Pablo no se enorgullecía, por el
contrario, se sentía en deuda con Dios. Él registró ese sentir en el libro de 1
Timoteo cuando dijo: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro
Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido
antes blasfemo, perseguidor e injuriador” (1 Ti l:12-13a).
El apóstol siempre fue fiel a Dios, pese a que blasfemó contra Jesús, dudando
de Su divinidad, antes de convertirse al Señor. Él también era perseguidor de
la iglesia e injuriador, comportándose irrespetuosamente
con lo que Dios hacía en la tierra. Por eso se consideraba el primero de los
pecadores. Pese a ello, él alcanzó misericordia porque todo lo que había hecho
fue por ignorancia e incredulidad. Él reconocía que había recibido una gracia
abundante del Señor, así como la fe y el amor, y testificaba que la palabra de
Dios es fiel y digna de ser recibida (ITi l:13b-15). Esta visión mantenía a Pablo
humilde, porque sabía que había sido recibido a misericordia para que en él, el
primero de los pecadores, Jesucristo mostrara Su completa longanimidad y lo
usara como modelo a todos los que creyeran en Él (1 Ti 1:16).
El apóstol Pablo es nuestro modelo. Él no tenía ambición y no buscaba
beneficios para sí mismo. No utilizaba la obra para enriquecerse; por el
contrario, trabajaba con sus propias manos para sustentarse y servir a las
iglesias. Por tanto, tomemos su pureza, su dedicación y su entrega al servicio
para Dios como nuestro ejemplo. Así, aumentará nuestro nivel de madurez y
seremos capaces de cumplir lo que aún resta del plan de Dios y el Señor
volverá.

Pregunta: ¿Cuáles son los aspectos de la iglesia que fueron mencionados en el


texto?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 7 - DOMINGO
Lectura bíblica:
Hch 22:28; Ro 11:1
Leer con oración:
I Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como I ( pérdida
por amor de Cristo (FU 3:7). )

EL ORIGEN, LA CRIANZA Y LA FORMACIÓN


DEL APÓSTOL PABLO
Con respecto al origen del apóstol Pablo, sabemos que él era israelita, de la
descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín (Ro 11:1). Él venía de un linaje
puro, porque tanto su padre como su madre eran hebreos. Fue circuncidado al
octavo día, lo cual ocurría solo con judíos legítimos que seguían la ley de Dios.
Asimismo, Pablo era fariseo, es decir, era de una secta muy rigurosa, y en cuanto a
la justicia de la ley, era irreprensible. Entonces, podemos comprobar que el apóstol
tenía altas calificaciones. Eso es lo que leemos en Filipenses: “Aunque yo tengo
también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la
carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de
Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley. fariseo; en cuanto a celo,
perseguidor de la iglesia; en cuanto a la )i r.ll< la que es en la ley, irreprensible”
(Fil 3:4-6).
El apóstol Pablo nació en Tarso, como lo vemos en Hechos l “Yo de cierto soy
judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero i dado en esta ciudad, instruido a los pies de
Gamaliel, estrictamente con l < ii 11 te a I a l< \ de nuestros padres, celoso de Dios,
como hoy lo sois todos vosolms' Tarso era una ciudad griega dominada por el
imperio romano l'm ■ . razón, Pablo poseía la ciudadanía romana (Hch 22:28). I ,a
< Ilutad ría la capital de Cilicia, famosa por su intenso comercio, su llteiatuia \ n
cultura. Curiosamente los tutores de los emperadores Augusto y I lliei lo eran de
Tarso. Allí fue donde Pablo aprendió a hacer tienda', slguli mi. > la costumbre de
los judíos de aprender algún oficio de sus padti l o le fue útil en Corinto, cuando
necesitó ganar dinero paia sustenlui <

hacer la obra de Dios.


En su edad escolar, Pablo fue educado en Jerusalén pot el letii imhi id.. maestro
del judaismo, Gamaliel. La historia señala a < .amalii I .................................
uno de los más eminentes doctores de la ley. Las J'.MI lima o I a m . él era
moderado en sus opiniones y poseedor de una gt ai i sahld m i a \ m i así, Pablo
fue criado como un radical extremista. El
El fundador del Estado de Israel, David Ben-Gurion, se refirió al apóstol
Pablo como el mayor asimilador de la cultura judía, es decir, alguien que
promovió la integración de razas y culturas diferentes para evitar conflictos en
la convivencia (El Despertar de un Pueblo [1948]). Según el autor, Pablo
transformó las enseñanzas y la vida de un modesto judío de Nazaret,
refiriéndose a Jesús, como un símbolo divino y fundador de la religión
cristiana, que conquistó toda Europa en un corto periodo de tiempo. Por tanto,
vemos el reconocimiento a la obra de Pablo por parte de un judío, fundador del
Estado de Israel.

Nosotros estamos incluidos en este emprendimiento para concretar la obra


que los primeros apóstoles empezaron. Por tanto, el momento exige que
avancemos, no que retrocedamos. Así que, sigamos el ejemplo de sacrificio y
abnegación del apóstol Pablo, ofreciendo nuestra vida al Señor para llevar el
evangelio, a fin de que Él complete Su Plan. No seamos engañados, dejando
nuestra pureza y sencillez de lado, porque el tiempo es corto. Pongámonos al
lado del Espíritu como la novia y guerrera de Cristo, para poner fin a la rebeldía
en la tierra y entregar el reino de regreso a Dios Padre. Que el Señor nos
bendiga a todos. ¡Amén!

Pregunta: ¿Cuáles eran las calificaciones del apóstol Pablo y qué beneficios nos
trajo eso?

Mi punto clave: ___________________________________________________


I

SEMANA 8 - LUNES
Lectura bíblica:
Hch 9:1-19; Gá 1:15
Leer con oración:
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el
vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria
^(Is49:l).)

APARTADO ANTES DE NACER

Gracias al Señor, pues somos bendecidos con una semana más del Alimento
Diario, cuyo tema es “El autor: el apóstol Pablo (2)”. El apóstol Pablo fue
apartado por Dios antes de su nacimiento (Gá 1:15), y su vida cambió
totalmente después de encontrarse con Jesús en el camino a Damasco. Alabado
sea el Señor, pues fue obediente a la visión celestial que recibió de parte de
Dios y consideró todas las cosas como basura para ganar a Cristo. Pablo fue
fiel al Señor y predicaba el evangelio sin ninguna intención de obtener algún
beneficio propio. Él defendió la verdad del evangelio y soportaba todas las
cosas para cooperar con el evangelio. Por esa razón, al final de su vida, tuvo la
convicción de que la corona de justicia le estaba guardada.
Siempre es bueno recordar que las palabras presentadas aquí no están
destinadas a traernos solo más conocimiento bíblico. Nuestra finalidad es
practicar la palabra de Dios para que, en los tiempos finales, el Señor encuentre
una iglesia que esté a disposición del Espíritu, el cual llevará a cabo el
propósito de Dios en la tierra.
Amados, hoy vivimos en la era del Espíritu. La Biblia nos muestra que
Jesucristo habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad. Al morir en la cruz,
realizó la redención, limpiándonos con Su sangre preciosa y redimiéndonos
para Dios. Una vez ascendido a la diestra del Padre, el Señor espera que Sus
enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Él nos envió el Espíritu de
verdad que hoy, juntamente con la iglesia, ejecuta la obra de Dios.
El Espíritu apartó al apóstol Pablo para Dios, antes de nacer. Por la
misericordia del Señor, con nosotros pasó lo mismo. Antes de nuestro
nacimiento, el Espíritu —que es omnisciente— ya conocía todo nuestro futuro
y en el tiempo nos llamó, apartándonos para Dios. ¡Cuánta misericordia!
El llamamiento de Pablo ocurrió cuando iba a Damasco, a fin de encarcelar
a los cristianos. El libro de los Hechos nos dice que él
respiraba amenazas y muerte contra los discípulos del Señor; además, pidió
cartas a las sinagogas de Damasco para llevarlos a prisión.
Hechos 9:3-9 es un relato interesante, porque nos muestra que Saulo —un
hombre con convicciones de su creencia y celo por el judaismo— se quedó
como ciego frente a la fuerte luz que brilló a su alrededor.
Después de la visión de Saulo, el Señor ordenó que Ananías — un discípulo
de la ciudad de Damasco— lo buscara para imponerle las manos, a fin de que
recuperara la vista. Dios le reveló a aquel discípulo cuál sería la misión de
Saulo: testificar de Jesús ante los gentiles y los reyes; él, que hizo padecer a
muchos hombres y mujeres que invocaban el nombre de Jesús, sufriría
grandemente por ese nombre. Por tanto, Ananías obedeció, fue hasta Saulo y
oró por él (Hch 9:17). Saulo fue lleno del Espíritu Santo para cumplir su
comisión. De igual manera nosotros, que queremos hacer la obra del Señor
necesitamos ser llenos del Espíritu.
Al testificar acerca de su conversión, conforme al relato en Hechos 22, Pablo
dijo que, en aquella ocasión, Ananías le habló las siguientes palabras: “El Dios
de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al
Justo, y oigas la voz de su boca” (v. 14).
Pablo fue como un bebé prematuro; es decir, a pesar de no haber visto a Jesús
físicamente, Lo vio camino a Damasco. A partir de ese momento el Señor
continuó apareciéndole para mostrarle cuál era Su voluntad, revelándole Sus
misterios: Cristo y la iglesia.

Pregunta: ¿Cuál fue la misión a la que el apóstol Pablo fue llamado a cumplir?

Mi punto clave: ____________________________________________________

Lectura de apoyo:
“Cómo pastorear el rebaño de Dios” - Pedro Dong.
“¡Ven, ahora,y Yo te enviaré!” - cap. 5-Miguel Ma.
“El vivir cristiano en los tiempos finales ” - cap. 8 - Miguel Ma.
SEMANA 8 - MARTES
Lectura bíblica:
2 Co 12:1-4; Gá 1:17; Col 2:2-3
Leer con oración:
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada
esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las [^inescrutables
riquezas de Cristo (Ef3:8).J
SER OBEDIENTE A LA VISIÓN CELESTIAL

Después de su conversión, la vida de Pablo nunca más fue la misma. Vemos


tal transformación en 1 Corintios 15: “Porque yo soy el más pequeño de los
apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia
de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en
vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la
gracia de Dios conmigo” (9-10).
Cuando vemos la condición anterior del apóstol Pablo y la persona en la que
se convirtió, nuestro corazón debe llenarse de gozo. ¡Hay esperanza para
nosotros! Por tanto, no nos desanimemos por causa de nuestra situación.
Prosigamos corriendo la carrera cristiana, siendo siempre obedientes a la
dirección del Espíritu.
Como vimos anteriormente, el Señor se le apareció a Pablo en el camino a
Damasco y continuó haciéndolo a lo largo del tiempo. En Hechos 26, vemos
que él fue llevado a la presencia del rey Agripa, a quien dio testimonio de su
conversión. En aquella ocasión, Pablo relató su celo por el judaismo y por las
tradiciones de sus antepasados. Todo eso hacía que él luchara con todas sus
fuerzas contra el nombre de Jesús el nazareno. Sin embargo, cuando vio al
Señor, toda su vida cambió. Leamos el siguiente pasaje: “Cuando a mediodía,
oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor
del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos
nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. ”
(vs. 13-14). El aguijón era una vara con una punta de hierro afilada que se usaba
para conducir a los bueyes para arar la tierra. Al decir que dura cosa le era dar
coces contra el aguijón, Jesús le estaba preguntando al apóstol el motivo por el
cuál no cedía ni obedecía a lo que Dios había determinado para él. Era como si
el Señor le dijera: “Deja de resistirte a esa punta afilada. Eso te va a herir.
Obedece y cálmate en Mi presencia”.
Después de la aparición del Señor camino a Damasco, Pablo entendió que
Jesús lo había llamado para el ministerio y que sería una necedad continuar
luchando contra la conducción de Dios. En aquel momento, recibió una visión
celestial que lo gobernó durante toda su vida. De ahí en adelante, nunca más
dio coces contra el aguijón; por el contrario, se volvió obediente a la visión que
recibió. Se convirtió en un ministro y testigo de las cosas que vio y que aún
vería, a fin de librar a los gentiles y abrirles los ojos, convirtiéndolos de las
tinieblas a la luz, para que recibieran la remisión de pecados y la herencia entre
los santificados por la fe. Pablo no fue rebelde a la visión celestial.
Amados, así como Pablo, seamos fieles a las palabras que hemos recibido
de parte del Señor. Cuando Él nos diga algo, no nos resistamos; antes bien,
rindámonos a Su voluntad.
Pablo recibió directamente del Señor todas las revelaciones del misterio de
Dios (Col 2:2-3). En Gálatas 1:17, vemos que él partió a las regiones de Arabia,
donde tuvo la visión descrita en 2 Corintios 12:1-4. Pablo fue arrebatado al
tercer cielo —y también al paraíso— donde oyó palabras inefables “que no le
es dado al hombre expresar” (v. 4b). Por causa de la grandiosidad de la visión,
Dios no le permitió gloriarse o ensoberbecerse. Este es el perfil del apóstol
Pablo, a quien debemos elegir como un modelo, conforme a lo que leemos:
“Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí
el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él
para vida eterna” (1 Ti 1:16).
El Señor Jesús fue nuestro primer modelo. Mientras estuvo en la tierra, Él se
compadecía de las multitudes, porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tenían pastor. Es por esa razón que Jesús iba de ciudad en ciudad
predicando el evangelio del reino. Jesús no media esfuerzos para salvar a los
hombres. El apóstol Pablo siguió las mismas huellas. Hoy es nuestra
oportunidad. Estamos aquí para hacer la voluntad del Padre, colaborando con
la obra del Espíritu. Ese es nuestro llamamiento.
Por tanto, no nos quedemos pensando en nuestra comodidad o posición en
la iglesia. Apenas sea posible, preparémonos para salir a predicar el evangelio
del reino de ciudad en ciudad y de barrio en barrio. Vamos a introducir a las
personas en la maravillosa vida de la iglesia, cuidándolas y enseñándoles para
que puedan ser halladas perfectas
en Cristo. Necesitamos darles la oportunidad de ser vencedoras y Arrebatadas
cuando Cristo venga. Seamos los gestores de las riquezas de Cristo, así como
Pablo, que escribió en Efesios: “Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo
Jesús por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la administración de la
gracia de Dios que me fue dada para con vosotros” (Ef 3:1-2).
Dios tiene una casa, cuyo administrador es el Espíritu. Sin embargo, Él
necesita de hombres que colaboren con el Espíritu en la gestión de las riquezas
de Cristo. Pablo, en su época, fue el principal mayordomo de las riquezas de
Dios. Hoy el Padre cuenta con nosotros para que seamos Sus administradores
en la tierra. ¡Alabado sea el Señor!

Pregunta: ¿Cómo ser un gestor de las riquezas de Cristo aquí en la tierra?

Mi punto clave:
SEMANA 8 - MIÉRCOLES

Lectura bíblica:
Ef 3:3-11; FU 3:4-9; Col 1:24-25
Leer con oración:
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he {^perdido
todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo (Fil 3:8).
CONSIDERAR TODO COMO PÉRDIDA
PARA GANAR A CRISTO

El apóstol Pablo recibió la revelación sobre el misterio de Dios, en el Espíritu


(Ef 3:3-11). Por esa razón, no estamos en oscuridad, sino que caminamos por
la palabra profética, siguiendo la revelación de Dios.
Ayer vimos que Pablo colaboraba con el Espíritu como gestor de las riquezas
de Cristo. Él fue hecho ministro, según la administración de Dios que le fue
dada, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios; es decir, para
completar la palabra de Dios (Col 1:25).
En el Nuevo Testamento, Dios tuvo diversos apóstoles. No obstante, el punto
central de Su plan le fue revelado a Pablo. Él fue el único apóstol del cual hay
registros de su vida, desde su conversión hasta su muerte. Todo eso fue para
que tuviéramos acceso a sus revelaciones. El relato de la Biblia con respecto a
él, debe hacer que lo adoptemos como un ejemplo de vida de alguien que desea
servir al Señor.
La Epístola a los Filipenses nos muestra que Pablo era un hombre perfecto
según los patrones del judaismo (3:4-9). Con todas esas características,
posiblemente tendría un futuro brillante en el judaismo. Sin embargo, cuando
tuvo la visión en el camino a Damasco, Pablo pasó a considerar todo como
pérdida, como basura, por causa de la excelencia del conocimiento de Cristo.
El encuentro con el Señor cambió la vida de Pablo que, por amor a Él,
consideró todo como pérdida, tales como la admiración y el amor al pueblo
judío. Así, Pablo fue considerado el enemigo número uno de los judíos.
Querido lector, usted también necesita tener un encuentro con Jesús que
cambie su vida. Pídaselo ahora: “Señor, así como Pablo, quiero tener un
encuentro Contigo. Revélame quién eres Tú y cambia el rumbo de mi historia.
Quiero dejar todas las cosas por amor a Ti”.
El llamamiento de Saulo ocurrió alrededor del año 36, cuando él tenía
aproximadamente 30 años de edad. Desde su primer viaje, Pablo fue
grandemente perseguido, siendo apedreado y considerado muerto en
„ Listra. Tal vez, en esa ciudad, él contactó a la familia de Timoteo —a su
abuela Loida y a su madre Eunice—. En esa época, Timoteo debió haber tenido
cerca de 15 años de edad. Luego, en el segundo viaje, cuando Pablo pasó
nuevamente por Iconio y Listra, los hermanos le dieron buen testimonio de
aquel joven, quien comenzó a acompañar a Pablo. Timoteo atestiguó las
persecuciones sufridas por Pablo por donde quiera que pasaba. Después de su
conversión, el apóstol ya no tuvo tranquilidad ni comodidad por causa del
nombre de Jesús. Él sufrió mucho por causa de ese nombre.
Cuando Pablo y Bernabé pasaron por Jerusalén, al final del primer viaje,
fueron perseguidos por los judíos que luchaban contra los cristianos. Además,
los creyentes judíos de Jerusalén también lo importunaban, porque no querían
que Pablo hablara contra la ley de Moisés. Es importante observar que Pablo
no hacía ese tipo de predicación. En realidad, él predicaba a Cristo, cuya venida
había puesto fin a la ley. Sin embargo, el concepto del judaismo aún estaba
muy arraigado, incluso en los creyentes judíos. Un ejemplo de ello es que Pedro
tuvo prejuicios para ir a la casa de Comelio, a fin de llevar la Palabra para que
los gentiles se convirtieran. Él también fue reprendido por Pablo en Antioquía,
porque comía con los creyentes gentiles, pero se apartó de ellos cuando los
judíos de Jerusalén llegaron a la ciudad.
Tales hechos nos revelan que el judaismo estaba enraizado en los creyentes
judíos y que ese concepto era una fuerte barrera contra la predicación del
evangelio. Pablo fue levantado por Dios porque los judíos que creyeron en
Jesús no lograron dejar completamente sus tradiciones. Los judaizantes incluso
fueron a la región de Galacia a decir a los gentiles que no era suficiente creer
en Jesús para ser salvo, sino que también necesitaban guardar la ley de Moisés
y ser circuncidados. No obstante, Pablo les advirtió a los gálatas que, en caso
de realizar tales prácticas, anularían todo lo que Dios hizo por medio de Cristo.
Ese contexto nos revela que Pablo no sufría persecución solo de los judíos,
sino también de los creyentes judíos de Jerusalén y de Judea, que predicaban
otra enseñanza entre las iglesias gentiles. El apóstol sufría no por haber
cometido errores, sino por causa del Cuerpo de Cristo (Col 1:24).

Pregunta: ¿De parte de quién sufrió persecuciones Pablo y por qué motivos?

Mi punto clave:
SEMANA 8 - JUEVES
Lectura bíblica:
Gá 2:1-10; 4:13-14,17
Leer con oración:
| Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que I l Cristo
sea formado en vosotros (Gá 4:19). J
DEFENDER LA VERDAD DEL EVANGELIO
A pesar de sufrir persecuciones, el apóstol Pablo no permitió que la verdad
del evangelio fuera destruida. Él no negociaba la verdad del evangelio. Los de
Jerusalén terminaron reconociendo que se le había sido confiado el ministerio
de la incircuncisión, así como a Pedro el de la circuncisión. Jacobo, Pedro y
Juan extendieron a Pablo y Bernabé la diestra de la comunión,
recomendándoles que se acordaran de los pobres, lo que Pablo se esforzó por
hacer, aunque su encargo central era la economía de Dios (Gá 2:1-10).
Las palabras de los creyentes judíos terminaron confundiendo a los gálatas,
que eran un pueblo de origen celta. Los celtas eran impulsivos, inconstantes y
precipitados. Por causa de una enfermedad física, Pablo permaneció en Galacia
y predicó el evangelio allí (Gá 4:13). En esa ocasión, su apariencia no era de
las mejores; pero, a pesar de eso, los gálatas no lo despreciaron ni lo
rechazaron, por el contrario, lo recibieron como a Cristo Jesús mismo (v. 14).
Aunque le tenían una gran consideración a Pablo, cuando aparecieron los
judaizantes, ellos lo dejaron de lado. Realmente, los gálatas eran inconstantes.
Por esa razón, Pablo los amonestó: “Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os
La complicidad en la obra del Señor

anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (1:6-9).
¡Cuánto sufrimiento! Pablo iba de ciudad en ciudad, levantando iglesias,
enseñando la verdad y transmitiendo la revelación del misterio de Dios con
sudor, lágrimas y fatiga. Sin embargo, rápidamente los judaizantes
influenciaron a las iglesias de los gentiles, que comenzaron a tratar a Pablo
como un enemigo. Los creyentes judíos cautivaron a
los gálatas para obtener su favor, no de manera sincera, sino con la intención
de apartarlos de Pablo (Gá 4:17).
Aun así, en medio de las persecuciones, Pablo no comerciaba con la palabra
de Dios, conforme a lo que leemos: “Pues no somos como muchos, que
comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de
Dios y delante de Dios hablamos en Cristo” (2 Co 2:17 - LBLA).
En griego, la palabra ‘comerciar’ hace alusión a los vendedores ambulantes,
a los comerciantes que salían de ciudad en ciudad para vender sus productos,
muchas veces con propaganda engañosa. Pablo atraía a muchos seguidores, y
muchas personas eran salvas por medio de su predicación. Por esa razón había
algunos que le tenían mucha envidia y celos, e intentaban imitarlo, pero
comerciaban con la palabra. Sin embargo, Pablo predicaba la palabra pura de
Cristo.
Querido lector, no haga de la palabra de Dios un negocio para ganar fama o
dinero. Así como el apóstol Pablo, predique el evangelio sin intenciones de
beneficiarse a sí mismo. De lo contrario, usted perderá la presencia de Dios.
Sin la presencia de Dios, ¡perdemos todo! Por tanto, necesitamos considerar
este asunto con mucha seriedad.
Nuestra predicación debe ser en Cristo. Si perdemos la presencia del Señor,
perdemos la unción. Hoy vivimos en la era del Espíritu. En caso de que Él
retire de nosotros Su unción, estaremos perdidos. Por esa razón, no
prediquemos la palabra de Dios con otras intenciones; antes bien, prediquemos
el evangelio puro, con sinceridad. Que nuestra predicación venga de Dios
mismo y que no sea solo una transmisión de un conocimiento.

Pregunta: ¿Cuál era la actitud del apóstol Pablo al sufrir persecuciones?

Mi punto clave: ____________________________________________________


SEMANA 8-VIERNES
Lectura bíblica:
1 Co 9:7-19; 1 Ts 1:5; 2:3-6
Leer con oración:

L Todo lo hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de I


él (1 Co 9:23 -
lit.).

SOPORTAR TODAS LAS COSAS


POR CAUSA DEL EVANGELIO

Como vimos anteriormente, aunque el apóstol Pablo sufría


persecuciones, no se dejaba abatir y defendía la verdad del evangelio,
sin buscar un beneficio personal. En 1 Corintios, leemos que él
hasta pudo haber reclamado algún favor económico de aquellos que
lo oían, pero no lo hizo para no crear obstáculos para el evangelio.
Pablo no se tomaba el derecho que el evangelio le daba ni se permitía
ser una carga para nadie, incluso al pasar por privaciones (9:7-15).
Eso nos revela la pureza de su corazón. Amados hermanos, sigamos
este modelo. Al anunciar el evangelio, no busquemos fama, gloria o
dinero, sino el galardón. Cumplamos con nuestra responsabilidad de
administradores, haciendo todo para ganar el mayor número posible
de personas (vs. 16-19).
En la época de Pablo, había falsos maestros que usaban el engaño
y la manipulación para convencer a su público sobre sus creencias,
con el objetivo de conquistar a un grupo de patrocinadores para
sus proyectos personales. Sin embargo, esa no era la conducta
del apóstol, conforme a lo que leemos: “Antes bien renunciamos
a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando
la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad
recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios”
(2 Co 4:2). En este versículo, la palabra ‘adulterar’ significa
poner una trampa, corromper. La palabra que Pablo predicaba
era la verdad misma, la revelación pura de la palabra de Dios.
Su exhortación no procedía del error, impureza ni engaño. Antes
bien, como un ministro aprobado, Dios le confió el evangelio, y
lo que él hablaba no tenía el objetivo de agradar a los hombres,
sino al Señor, que escudriña los corazones (1 Ts 2:3-4).
Nosotros tampoco estamos aquí para ponerles trampas a las personas,
a fin de que ellas suplan nuestras necesidades o nos proporcionen
una predicación vacía, sino llena de realidad y poder, en el Espíritu 'Santo (1
Ts 1:5).
Tampoco hacemos acepción de personas, tratándolas de manera diferente
por causa de sus posesiones. En Tesalónica, había griegos de una buena
posición social, individuos ricos de la alta sociedad. Al ser así, sería fácil para
un obrero fraudulento aprovecharse de la iglesia para obtener ventajas. No
obstante, el apóstol Pablo no trataba a nadie de manera distinta; Él no usaba
palabras lisonjeras ni encubría avaricia (1 Ts 2:5). Él es nuestro ejemplo de
servicio a Dios. Por tanto, acordémonos que el Señor no hace acepción de
personas, porque para Él todos son importantes.
Amados hermanos, en la vida de la iglesia no buscamos la gloria de los
hombres (1 Ts 2:6). Estamos aquí como siervos de Jesucristo, siguiendo Su
ejemplo de tomar el camino de la cruz. La segunda carta a los Corintios nos
muestra que el trabajo de un ministro de Dios requiere de longanimidad, de
paciencia, de bondad y de amor: “Antes bien, nos recomendamos en todo como
ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en
angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en
ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu
Santo, en amor sincero” (6:4-6). Es un cuidado como el de un padre o una
madre, el cual muchas veces es fatigoso y exhaustivo, pero totalmente
necesario para cuidar de aquellos a quienes el Señor nos confió. Al hacer eso,
seremos considerados como vasos útiles en las manos de Dios.

Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra conducta como ministros de Dios?

Mi punto clave: ___________________________________________________


SEMANA 8 - SÁBADO
1 <•< tura bíblica:
2 Co 6:7-10; 1 Ti 1:3-4; 2 Ti 1:15; 4:9-16
Leer con oración:
I Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús I l
padecerán persecución (2 Ti 3:12). J

LA PARTIDA DEL APÓSTOL

El corazón del apóstol Pablo transmitía la palabra de Dios con toda pureza.
Lamentablemente, hoy muchos siervos de Dios carecen de tal pureza. Que el
Señor nos conceda un corazón puro para servirlo por amor, sin buscar fama,
aplausos o elogios para nosotros mismos. Nuestra función es llevar a las
personas la palabra de la verdad, enriqueciéndolas con la realidad de Dios (2
Co 6:7-10).
En su primera carta a Timoteo, Pablo le advirtió sobre la degradación que
estaba entrando en la iglesia (1:3-4). Incluso algunos de sus colaboradores se
desviaron de la verdad y fueron detrás de enseñanzas diferentes — filosofías,
gnosticismo, mitos judíos y ascetismo—.
Por la gracia del Señor, vivimos un buen momento en la vida de la iglesia.
En medio nuestro no hay luchas por el poder o disputas por la posición, porque
el Señor ha trabajado en nosotros, fuimos llevados a la unidad y a la
unanimidad. Somos cómplices los unos de los otros. Todo eso no es mérito
nuestro, sino fruto de la obra del Espíritu Santo. Por tanto, amados hermanos,
estemos atentos y no nos permitamos corromper por las enseñanzas diferentes.
Por la misericordia del Señor, las iglesias han sido fieles en seguir la palabra
profética, que nos ha llevado a estar unidos en alma y de corazón. Tenemos
poca fuerza, pero Dios ha hecho grandes cosas por causa de nuestra pureza. Por
esa razón, no nos descuidemos con la palabra profética, antes bien, sigamos su
dirección hasta la venida del Señor, que cada vez está más cerca. El día está
naciendo y el milagro de la aurora está surgiendo.
El segundo encarcelamiento de Pablo ocurrió al rededor del año 67 d. C. Fue
liberado en el año 64 d. C., pero en el año 67 d. C. fue nuevamente encarcelado
a raíz de la persecución del emperador Nerón. El contexto de su prisión está
relacionado con el gran incendio que ocurrió en Roma. En julio del año 64 d.
C., la ciudad ardió durante seis días y siete noches, y solo 4 de sus 14 áreas
permanecieron intactas. Todos los palacios, los templos y los monumentos
fueron destruidos por el fuego. El incendio causó un gran sufrimiento al pueblo
romano,
que fue afectado por enfermedades y la miseria. En ese entonces, la sensación era
de desamparo.
Se cree que fue Nerón mismo quien dio las órdenes para incendiar Roma con el
objetivo de reconstruir la ciudad con gran esplendor para ponerle su nombre. Sin
embargo, la situación se volvió caótica, lo cual hizo que cayera su popularidad. Para
redimirse de su fracaso, Nerón aprovechó la falta de popularidad de los cristianos
entre los judíos y los griegos no convertidos, culpándolos por el incendio y
eximiéndose de su responsabilidad. Los cristianos fueron sacrificados para aplacar
la furia popular y apaciguar a las divinidades ofendidas. De esa manera, se dio inicio
a la persecución oficial de los cristianos con una elaborada crueldad. Muchos fueron
vestidos con pieles de animales salvajes y lanzados a los perros para ser
despedazados. Otros eran vestidos con telas empapadas de material inflamable, al
que le ponían fuego y eran usados como antorchas vivas en las plazas para la
iluminación nocturna. Pablo, por el hecho de ser un prominente líder cristiano, fue
preso como un criminal común, aunque era inocente.
En medio de todo ese sufrimiento, el apóstol Pablo se quedó solo (2 Ti 1:15).
Durante su encarcelamiento, solo Lucas estaba con él. Por esa razón, Pablo le rogó
a Timoteo, su colaborador más íntimo, que fuera a verlo pronto y que llevara
consigo a Juan Marcos, porque éste le sería útil para el ministerio (4:9, 11). Incluso
en aquella situación, Pablo aún se preocupaba por el ministerio.
Por el hecho de ser un ciudadano romano, Pablo no podía ser azotado antes de
ser condenado. Sin embargo, fue puesto en el calabozo, en un lugar húmedo, frío y
sucio. Previendo que pasaría por frío en el invierno allí, le pidió a Timoteo que le
llevara su capa (2 Ti 4:13). En su primera defensa ante el tribunal, nadie estuvo con
él (v. 16).
Cuando vemos la situación en la que Pablo se encontraba al final de su vida,
nuestro corazón se conmueve. A pesar de todo, él fue fiel a la visión celestial que
recibió hasta el fin. Por tanto, aunque suframos persecuciones, seamos fieles a la
comisión que el Sefloi nos dio de llevar el evangelio del reino a toda la tierra
habitada.

Pregunta: ¿Cuál es su sentir al leer el relato de los últimos días del (i/tosiol Pablo ’
--------------------------------- — 1
--------------------------------- M I I LL]

Mi punto clave:
SEMANA 8 - DOMINGO
Lectura bíblica:
2 Ti 1:17; 4:16-22
Leer con oración:
Porque yo ya estoy siendo derramado en libación, y el tiempo de mi partida
está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la ^carrera, he
guardado la fe (2 Ti 4:6-7- lit.).j

PELEAR LA BUENA BATALLA,


ACABAR LA CARRERA Y GUARDAR LA FE

Durante su segundo encarcelamiento, Pablo estuvo solo, pues había sido


abandonado por sus colaboradores. Después de haber sido acusado de causar
el incendio en Roma juntamente con otros cristianos, nadie salió en su defensa.
Probablemente hubo testigos falsos que relataron que él había participado u
ordenado el incendio, sin que hubiera testigos a su favor. No obstante, Dios no
lo abandonó. El Señor le dio fuerzas para que, por medio de él, la predicación
del evangelio se cumpliera y los gentiles la oyeran (2 Ti 4:17). Delante de un
tribunal, en una situación adversa, Pablo predicó el evangelio. Tal vez, hasta
el emperador estaba allí con sus oficiales. En aquel momento, él fue librado de
la boca del león, es decir, no fue condenado en la primera audiencia. Eso
ocurriría posteriormente.
Pablo le rogó a Timoteo que se apresurara y fuera a verlo antes del invierno
(2 Ti 4:21). Ciertamente él ansiaba ver a Timoteo para recibir consuelo. Eso
nos revela cuán solitario estaba Pablo en sus últimos días. Sin embargo, Dios
lo confortó. Leamos el siguiente versículo: “Tenga el Señor misericordia de la
casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de
mis cadenas” (1:16). Muchos colaboradores deben haberlo abandonado por
temor a las cadenas. En una época donde los cristianos eran perseguidos, se
corría un riesgo muy grande al intentar visitar a Pablo en la prisión. No
obstante, Onesíforo no temió ser preso y buscó al apóstol hasta encontrarlo (v.
17). Onesíforo fue una verdadera providencia de Dios para confortar a Su fiel
ministro.
Pablo estaba solo y su única compañía era Lucas: “Porque Demas me ha
desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a
Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele
contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso. Trae,
cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros,
mayormente los pergaminos.
Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague
conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha
opuesto a nuestras palabras” (2 Ti 4:10-15). Alejandro, el calderero, trabajaba
con bronce. Tal vez, él fue uno de aquellos que denunciaron a Pablo al
emperador Nerón. Sin embargo, en ese escenario desfavorable, el Señor preparó
a Onesíforo para confortar el corazón de Pablo. ¡Cuán misericordioso es nuestro
Dios!
Pablo reconocía que el momento de su partida había llegado (2 Ti 4:6 - lit).
Su sangre sería derramada en libación. Aun así, sus declaraciones nos llenan de
aliento: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida” (vs. 7-8).
Al final, el injusto tribunal de Nerón fue usado por el Señor para terminar la
larga y cansadora jornada de Pablo, dándole el merecido descanso. Su misión
había terminado. No obstante, Pablo dejó un maravilloso legado: las
revelaciones de los misterios de Dios, que tenemos la honra de disfrutar por la
palabra profética. El evangelio se expandió por toda la tierra a través de su
ministerio: Cilicia, Galacia, Asia, Macedonia, Acaya, Roma e incluso España.
¡Hoy, en Brasil somos fruto de este ministerio! El evangelio llegó hasta
nosotros. ¡Alabado sea el Señor por la vida de este apóstol!
Querido lector, tome a Pablo como su modelo. Pídale al Señor que le dé el
mismo deseo que tuvo el apóstol, de vivir para el evangelio. Estamos en la tierra
para colaborar con Dios, poniéndonos a disposición del Espíritu para que Él nos
use a fin de alcanzar a las personas. Tenemos el colportaje dinámico, el
Expolibro, el Bookafé, la red de cuidado entre las mujeres, entre otros. Hay
muchas herramientas. ¡Que seamos canales de bendición para alimentar a
aquellos que el Señor nos confíe! De esa manera seremos aprobados y, en aquel
Día, entraremos en el reino. ¡Ese es nuestro destino!

Pregunta: ¿Cuál es el legado del apóstol Pablo?

Mi punto clave:

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