De viaje en Francia, el criminal y malvado Ciappelletto enferma de gravedad y
realiza una confesión falsa de la que el fraile confesor deduce que el hombre es un santo varón. Cuando muere, la historia se propaga y ante el asombro de los que conocen al delincuente, es adorado por las gentes y beatificado por la Iglesia.
2 Los motivos de Abraham (Neifile)
Para adoptar la religión cristiana, el judío Abraham pone ante su amigo la condición de visitar la Santa Sede, lo que al cristiano hace suponer que finalmente desistirá de unirse a sus filas, ya que considera que no hay peor ejemplo que la corrupta Roma. En la ciudad santa, el judío encuentra un panorama desolador de corrupción y lujuria desbordante. Sorprendentemente, cuando el judío regresa, afirma que se ha convertido al cristianismo precisamente porque considera que una fe que soporta sin sucumbir unos dirigentes como los romanos tiene por fuerza que ser la verdadera.
3 Historia de los tres anillos (Filomena)
Con intención de sacarle dinero de alguna forma, el sultán Saladino pregunta al judío Melquisedec cuál de las tres religiones es la verdadera. Éste cuenta la historia de un padre que, en lugar de elegir a cuál de sus tres hijos dejarle el valioso anillo que poseía, hizo dos copias y repartió un anillo a cada uno, de manera que siempre se preguntaban y nunca sabían cuál era el original.
4 El abad de Lunigiana (Dioneo)
El abad de un convento sorprende a uno de los frailes acostado en la celda con una jovencita. Pero el fraile se las arregla para dejar que su superior quede a solas con la chica para que caiga en el mismo pecado y se convierta en su cómplice.
5 El convite de las gallinas (Fiammetta)
La discreta marquesa de Monferrato, viendo las intenciones pecaminosas que alberga el rey contra ella, le da una lección sirviéndole un convite en el que todos los platos son gallinas condimentadas de diferente forma, para que el invitado se pregunte dónde está el gallo del lugar.
6 El ciento por uno (Emilia)
Un comerciante, rigurosamente multado por los eclesiásticos por haber dicho que su vino era tan bueno que gustaría a Cristo, se burla de los que le sancionaron diciendo que si en el Cielo se aplica de verdad lo del ciento por uno, los frailes iban a quedar hartos de la sopa asquerosa que repartían entre los pobres.
7 Primasso y el abad de Cluny (Filóstrato)
Un invitado mal tratado consigue que su anfitrión rectifique narrando la historia de un famoso escritor que en cierta ocasión fue invitado por un abad.
8 Las pinturas de Grimaldi (Lauretta)
Cuando un avaro se acerca a un pintor para pedirle que le pinte algo que él nunca haya visto, el artista responde que entonces le pintará la Cortesía.
9 La gascona y el rey de Chipre (Elissa)
Una dama, que acaba de ser ultrajada en un reino en el que el rey es el hazmerreír de todos por su falta de carácter, consigue que el monarca reaccione y cambie de actitud al decirle: no pido que castiguéis mi afrenta sino que me enseñeis cómo se hace para sufrir tantas afrentas sin reaccionar.
10 Las razones de maestro Alberto (Pampinea)
Un viejo maestro persiste en su amor hacia una bella viuda, a pesar de que ella pica más alto, y le afea su comportamiento argumentando que pensaba que por una vez dejaría de comportarse como el que desecha lo maduro para coger lo verde. 11 El fingido paralítico (Neifile) Para evitar guardar cola para ver a un santo, un cómico florentino se finge paralítico, pero es reconocido y la gente le ataca indignada.
12 Rinaldo d’Asti -d'Esti- (Filóstrato)
Unos bandidos se unen disimuladamente al viaje del comerciante Rinaldo y le preguntan si suele rezar, y él les habla de su gran devoción por San Julián, lo que los otros escuchan con ironía. Los bandidos asaltan al viajero y le dejan en camisa, tiritando de frío. El hombre va a dar a la casa de una viuda que estaba esperando a su amante, con el baño caliente preparado, y acaba de recibir el aviso de que no puede acudir. Llevada por el apetito de la concupiscencia, la mujer da cobijo a Rinaldo, le ofrece el baño, se acuesta con él y finalmente le restituirá sus ropas y hasta su dinero.
13 Un abad que no es abad (Pampinea)
En una fonda, Alejandro se ve obligado a compartir habitación con un abad que en mitad de la noche le invita a acostarse con él y comienza a acariciarle. Alejandro cree que se trata de una tentativa de deshonesto amor, pero el supuesto abad se descubre para que vea que tiene pechos y le confiesa que en realidad es la hija del rey inglés, que se ha enamorado de él.
14 Historia del corsario Landolfo Rúfolo (Lauretta)
Rúfolo, comerciante varias veces arruinado y que también ha sido corsario, se salva de un naufragio agarrándose a un cofre que encuentra en medio del caos y que resulta contener una fortuna, con la que rehace su vida.
15 La buena fortuna de Andreuccio de Perugia (Fiammetta)
Llegado a Nápoles para una feria, el comerciante Andreuccio es engañado por un siciliana, que le dice que es su hermana desconocida y le invita a su casa para luego hacerle caer en un asqueroso vertedero y dejarle en la calle sin ropas ni dinero. En mitad de la noche, es reclutado por dos ladrones que se dirigen a robar el precioso anillo con el que se acaba de enterrar a un obispo fallecido. Los ladrones obligan a Andreuccio a saltar al sarcófago para quitar el anillo del dedo del cadáver y, como no quiere colaborar y finge no encontrarlo, le dejan allí encerrado. Poco después, otros ladrones abre el sarcófago y él les da un susto de muerte y consigue salir mientras ellos huyen despavoridos.
16 Los hijos de madonna Berítola (Emilia)
Una mujer queda sola en una isla, después de que los piratas se lleven a su bebé y su hijo mayor, y da de mamar a unos cabritillos abandonados con la leche que ahora le sobra. Casi veinte años después, tras diversas peripecias, la mujer se reúne con sus hijos y su marido.
17 La hija del sultán de Babilonia (Pánfilo)
La bellísima y virginal hija del sultán de Babilonia, de viaje para reunirse con el que va a ser su marido, sufre varios naufragios y secuestros, de manera que un marino la desvirga después de emborracharla y otros, hasta un total de nueve, van siguiendo la estela para regocijo de la mujer. Finalmente es entregada a su destino como si fuera virgen y el narrador concluye con un refrán: boca besada no pierde ventura, antes se renueva como hace la luna.
18 Historia del conde de Amberes -Anversa- (Elissa)
El conde de Amberes tiene que huir del país cuando la esposa del hijo del rey responde a su negativa a satisfacerla con una falsa denuncia por intento de violación. Dieciocho años después, el hombre vuelve de incógnito y trabaja como mozo de cuerda en casa de sus propios hijos, hasta ser reconocido.
19 La mujer de Bernabó (Filomena)
Ambiogiulo apuesta con Bernabó a que es capaz de quebrar la cacareada fidelidad de la esposa de éste, y gana, aunque haciendo trampa. Bernabó manda a un criado que asesina a su esposa, pero ella huye. Años después, vestida de hombre y tras trabajar de marinero, la mujer consigue que Ambiogiulo cuente la verdad y éste es ejecutado mientras que elmarido pide perdón y la acoge de nuevo en el hogar.
20 Historia de Paganino y la mujer de Ricciardo (Dioneo)
El juez Ricciardo se casa con la joven y ardiente Bartolomea y, como no es muy dado a la diversión carnal, utiliza muy a menudo como excusa la necesidad de guardar una multitud de conmemoraciones religiosas para no acostarse con ella. El corsario Paganino rapta a la mujer y la satisface tanto que cuando Ricciardo viene para pagar su rescate, ella se niega a volver. Filomena entrega a Neífile la corona de laurel y ésta decide posponer hasta el domingo la siguiente sesión de cuentos para respetar la significación cristiana de las noches del viernes y el sábado, y establece que el tema al que todos menos Dioneo deberán ceñirse es el de las estratagemas que usan las personas para lograr lo deseado o recuperar lo perdido.
21 Las aventuras de Massetto de Lamporecchio (Filóstrato)
Tras comentar que ni las monjas viven ajenas al contacto carnal ni los campesinos son tan tontos como se piensa, se narra la historia del labrador Massetto que, visto que el trabajador del convento de monjas del lugar se marcha descontento con la paga, toma su lugar fingiéndose mudo para que las religiosas bajen la guardia, con la intención de divertirse con ellas. La empresa tiene un completo éxito y una a una, todas, incluida la abadesa, caen en sus brazos, hasta el punto de que Massetto tiene que abandonar su mudez para decir que un solo hombre no puede satisfacer a tantas mujeres. La abadesa decide hacer pasar aquello por una milagrosa recuperación del habla y organizar las cosas con cuidado para que todas puedan seguir disfrutando del hombre.
22 La tonsura del palafrenero (Pampinea)
El palafrenero, enamorado de su reina, toma una noche el lugar del rey, imitando la mecánica que sigue para visitar el lecho de su esposa, y se acuesta con ella. Pero minutos después el rey lo descubre, le sigue hasta su camareta y a oscuras, para identificarle al día siguiente, le corta un mechón de pelo mientras cree que duerme. El criado se da cuenta y hace el mismo corte en todos sus compañeros, de manera que por la mañana el rey los encuentra a todos tonsurados.
23 La tercería involuntaria (Filomena)
Una insatisfecha casada, atraída por un hombre que no la conoce, utiliza un curioso método para captar su atención: le cuenta al cura que ese hombre la está rondando y que, como no desea que sus hermanos y marido lo sepan y hagan una barbaridad, le parece más acertado que el propio sacerdote le haga una advertencia discreta. De esa manera, el hombre objeto de sus deseos conoce su capricho y, en sucesivas e hilarantes advertencias del cura, va obteniendo detalles sobre el momento y la forma en que puede acceder a la alcoba de la mujer.
24 Historia de fray Puccio y don Felice -Felipe- (Pánfilo)
Un fraile idea para uno de sus más beatos feligreses una extravagante penitencia, con el único fin de acostarse mientras tanto con su insatisfecha esposa.
25 La acertada respuesta de Zima (Elissa)
Un avaricioso casado acepta como precio para el caballo que anhela una simple conversación del dueño con su esposa. Aparentando que no sucede nada importante, en la conversación el hombre y la mujer acuerdan detalles para iniciar amores.
26 Historia de Ricciardo Minutolo (Fiammetta)
Para conseguir estar a solas con la casada a la que ama, el también casado Ricciardo la engaña diciéndole que su marido tiene una cita con su esposa en los baños y que si se presenta a ella en el día y la hora que han fijado, le pillará con las manos en la masa. Ella sigue el consejo y naturalmente a quien encuentra y con quien se acabará acostando es con el propio Riccardo.
27 Tedaldo degli Elisei (Emilia)
Tedaldo se ausenta durante siete años de Florencia cuando su amante le abandona. Al regresar, encuentra que el marido de aquella mujer está acusado de haberle asesinado, tras haberse encontrado el cadáver de un hombre que se parecía mucho a él. Tedaldo deshace la confusión y libra al detenido.
28 El purgatorio de Ferondo (Lauretta)
Para poder tener libre acceso a una casada, un fraile da unos polvos narcóticos al marido y le encierra en un calabozo, donde él mismo se dedica a golpearla e insultarle diciéndole que ha muerto y que se encuentra en el purgatorio.
29 Los remedios de Giletta (Neifile)
Giletta de Carbona, hija de médico y conocedora de esta profesión, consigue curar al rey de Francia de una rara enfermedad y a cambio, pide que la case con el caballero del que ella está enamorada. Así lo hace el rey, pero el caballero la considera demasiado poco para él y huye. En Florencia, el caballero seduce y tiene hijos con una mujer disfrazada que resulta ser Giletta.
30 El infierno de Alibech (Dioneo)
Alibech, noble adolescente pagana, atraida por la doctrina de Cristo acude a un desierto poblado de anacoretas para aprender cómo servir a Dios. Un santo ermitaño la acoge en su cabaña e, incapaz de resistirse a la lozanía de la muchacha, decide aprovechar su ingenuidad contándole que lo que más place a Dios es meter el soberbio e indómito diablo que él tiene entre las piernas en el infierno que ella tiene en el mismo lugar, a lo cual ella se presta encantada. Y tanto le gusta repetirlo que llega un momento en que el anacoreta se niega a hacerlo, agotado. Filóstrato recibe el laurel de rey y establece que el tema de la siguiente jornada será el de las historias de amor que acaban mal, como dice que es su sino en la vida
31 Guiscardo y Gismonda (Fiammetta)
Un príncipe descubre que su hija mantiene relaciones con un paje y mata a éste y le enseña el corazón a su hija, que responde con una entereza que le asombra y con un discurso que hace que su padre se arrepienta de la acción. Luego, la muchacha se envenena después de pedir que la entierren con el corazón de su amante.
32 El castigo de fray Alberto (Pampinea)
Un fraile convence a una bella y coqueta dama de que el arcángel Gabriel está enamorado de ella y desea encarnarse en él para yacer con ella. La dama acepta y el fraile se aprovecha de la situación. Pero se ve obligado a salir desnudo a la calle, cuando alguien se presenta de improviso en la casa, y un vecino aprovechará para hacer escarnio de él ante todos.
33 Los tres amantes de Marsella (Lauretta)
Tres jóvenes nobles huyen del país con tres hermanas de las que están enamorados. La mayor asesina por celos a su amante e inicia una rueda trágica, puesto que para salvarla de la pena de muerte una de sus hermanas se acuesta con el duque de la región y por esta causa será asesinada por su novio, que tendrá que huir con los demás y ninguno encontrará nunca la felicidad.
34 Gerbino -Gervino- y la princesa de Túnez (Elissa)
Contra la promesa dada a su abuelo rey, Gerbino ataca la nave tunecina en la que viaja la princesa de la que está enamorado. Los tripulantes, para no dejársela capturar, matan a la muchacha y él hace una matanza entre ellos como represalia. Su abuelo le condenará a muerte por incumplir sus órdenes.
35 Lisabetta y Lorenzo (Filomena)
Los hermanos de Lisabetta asesinan a Lorenzo, tras enterarse de que es amante de su hermana. Ella, que no sabe qué le ha ocurrido, recibe en sueños una aparición del muchacho que le informa de lo sucedido y del lugar donde está enterrado. Lisabetta acude a ese sitio y se lleva la cabeza del joven y la entierra en un tiesto de albahaca, del que se obsesiona. Al tratar de separarla de ese objeto, la mujer muere de pena y los hermanos descubren lo que contiene.
36 Gabriotto y Andreuola (Pánfilo)
Andreuola tiene extraños sueños sobre su novio Gabriotto, que considera de mal augurio, y aunque él le dice que los sueños no significan nada, el muchacho muere repentinamente. Cuando la chica va a llevar el cadáver a sus padres, es detenida como sospechosa de haberle matado. Ella, no obstante, consigue demostrar su inocencia y evita también los intentos de seducción del juez.
37 Simona y Pasquino (Emilia)
La humilde cardadora de lana Simona inicia amores con el joven que trae el material a su taller, Paquino.n la huerta donde se acuestan, el muchacho se limpia los dientes con una mata de salvia y cae muerto. Acusada de su envenenamiento, Simona se defiende imitando ante el juez lo que vio hacer a su novio y muere de la misma forma. Se descubre entonces que el cuerpo de un sapo muerto está enterrado debajo de la mata y la ha envenenado.
38 Girolamo y Salvestra (Neifile)
El rico Girolamo se enamora de la hija de un modesto sastre, Salvestra, y como la familia quiere algo mejor para él, le manda a París. Cuando regresa, ella está casada. Él la ronda y entra en su casa de noche, pero ella le despide diciendo que quiere olvidar lo que tuvieron y dedicarse a su matrimonio, a lo cual él responde conteniendo la respiración hasta suicidarse. En el funeral, Salvestra sale de su frialdad y se echa sobre el féretro y muere de dolor, "de manera —como concluye la historia— que aquellos a quienes el amor no había podido unir en vida, yacían en inseparable compañía unidos por la muerte".
39 El corazón de Guillermo Guardastagno (Filóstrato)
El caballero Guillermo Guardastagno inicia amores con la esposa de su amigo Rosiglione, el cual lo descubre. Furioso y vengativo, Rosiglione mata a Guillermo, le arranca el corazón y ordena a su cocinero que lo ase y lo sirva en la mesa, diciendo que es de un jabalí. La mujer encuentra exquisito el manjar. Entonces él le descubre qué es lo que ha comido, a lo que ella responde arrojándose por la ventana.
40 El arcón del médico (Dioneo)
La esposa de un médico recibe en casa a un amante. Éste confunde con un vaso de simple agua un narcótico preparado para una operación y lo bebe y queda profundamente dormido. Creyendo que ha muerto, la mujer pide ayuda a su criada y ambas lo sacan de la casa en un arcón, que unos vecinos meterán en su casa sin saber qué contiene. El hombre despierta sin saber dónde está y es acusado de haber entrado a robar y sometido a tortura. Filóstrato entrega la corona de laurel a la rubia Fiammetta y pide perdón por haberles obligado a relatar historias tan trágicas. Con afán de contrastar, la nueva reina establece como tema el de los amoríos que tuvieron un buen fin después de múltiples peripecias.
41 El doble rapto de Ifigenia (Pánfilo)
El joven Cimón se hace una persona sabia y sensible a partir del momento en que sorprende a la bella Ifigenia durmiendo en el bosque casi desnuda, y se enamora de ella a pesar de que está destinada al matrimonio con otro hombre. Después de raptarla, perderla y volverla a raptar, los dos viven felices hasta la vejez.
42 Las penas de amor de Martuccio y Constanza (Pampinea)
La La diferencia de categoría social impide los amores de Martuccio y Constanza, y él se va del país, y comienza a rumorearse que ha muerto. Decidida a acabar también con su vida, Constanza se embarca en un bote confiando en que los elementos acaben con ella, pero recala en una tranquila playa turca. Algún tiempo después, se enterará de que Martuccio se ha convertido en una persona notable en ese país, al asesorar con éxito al sultan en cuestiones militares, y se reúne con él para ser ambos muy felices.
43 Amor y desventuras de Pietro y Agnolella (Elissa)
Pietro y Agnolella deciden huir de Roma y alejarse de sus familias, que no aprueban su amor, y se pierden, se separan y son atacados por bandidos, aunque después de varias peripecias sucede el reencuentro feliz.
44 Catalina y el ruiseñor (Filóstrato)
Quejándose del mucho calor y diciendo que le gusta oír cantar a los ruiseñores, una jovencita consigue que sus padres le permitan dormir en la azotea y se cita allí con su amante para pasar la noche juntos.
45 Giannolo y Minguino (Neifile)
Los dos amigos Giannolo y Minguino se pelean por el amor de una hermosa joven. Pero el tutor de la muchacha les relata cómo fue recogida después de un incendio y así Giannolo descubre que se trata de una hermana suya, por lo que será Minguino quien se case con ella.
46 La amada del rey Federico (Pampinea)
Raptada por unos marinos, la joven Restituta es entregada como regalo al rey de Sicilia. Gianni, su enamorado, llega tras su pista hasta Palermo, se cuela en la casa donde vive y se acuesta con ella. El rey los sorprende y ordena que sean expuestos en la plaza, desnudos como están, y quemados vivos. Pero el legendario héroe Roger de Lauria aparece en el lugar y convence al rey de que son hijos de personajes influyentes y debe soltarlos.
47 Teodoro y Violante (Lauretta)
El criado Teodoro deja embarazada a la joven dama Violante. Ella es condenada a elegir entre el veneno y el puñal y él conducido a azotes por toda la ciudad para ser ahorcado. Pero en ese camino un noble forastero reconoce en él a su hijo perdido, y la pareja puede casarse y ser feliz.
48 Nastagio degli Onesti (Filomeno)
Tras descartar suicidarse por amor, Nastagio se retira a un bosque. Entre los árboles ve a una mujer que corre desnuda y perseguida por dos feroces mastines y un furioso jinete que la insulta y amenaza con su cuchillo. Cuando trata de defender a la dama, descubre que son espectros condenados a ese perpetuo ritual por la maldad de la dama.
49 Federigo -Federico- y el halcón (Fiammetta)
Federigo pierde su fortuna en el desorden que le provoca el rechazo de la honesta casada Giovanna a sus pretensiones hacia ella. Cuando la mujer queda viuda se convierte casualmente en vecina de Federigo, y su hijo se encapricha del halcón perfectamente adiestrado que tiene el hombre. Como el muchacho enferma y dice que sólo se ve capaz de sanar si le regalan el halcón, la mujer va a visitar a Federigo y éste, empobrecido y sin manjares con los que atenderla, decide matar a su querido halcón y servírselo como comida. En la sobremesa, la mujer le cuenta lo que venía a pedirle y él tiene que decirle que se lo acaban de comer.
50 El cesto de las gallinas (Dioneo)
Un hombre, que mantiene insatisfecha a su esposa a causa de sus inclinaciones poco viriles, descubre bajo el cesto de las gallinas al guapo muchacho con el que ella pretendía acostarse. Después de una leve reprimenda, el hombre pide a la mujer que prepare cena para tres y le promete que va a disponer las cosas de tal manera que ninguno tenga que lamentarse. Elissa recibe la corona de laurel y elija como tema el de las agudezas y ocurrencias que salvan situaciones y peligros. Ordena cantar a Dionero y éste empieza a entonar canciones pícaras que enfadan a la reina, aunque finalmente acepta cantar una balada de amor.
51 a buen entendedor (Filomena)
A la ocurrente dama Oretta la invita a subir a su caballo un caballero que parece tener pretensiones sobre ella pero que se expresa de manera torpe y repetitiva. Aunque al principio acepta, harta de su charla la mujer le dice con segundas que la deje continuar a pie porque su caballo tiene el trote algo duro.
52 La respuesta del hornero (Pampinea)
Un discreto hornero, famoso por su sensatez, se niega con una frase sutil a enviarle a un noble una muestra de su excelente vino porque el criado encargado de llevar el pedido ha elegido para ello un grosero garrafón, con la intención de quedarse algo para él.
53 Madonna Nonna y el obispo (Lauretta)
En una ocasión, un ávaro acepta que su esposa se acueste con un caballero catalán a cambio de una cantidad de dinero y lo que recibe son monedas falsas. Un obispo, emparentado con aquella mujer, pregunta una vez a una dama en tono desagradable si cree que ella se resistiría a tal caballero. Ella responde que tal vez no, pero en todo caso exigiría moneda buena.
54 Las patas de la grulla (Neifile)
Un señor caza una grulla y la manda guisar a su cocinero. Éste no se resiste a los ruegos de su amante y acepta darle una pata. Cuando la sirve y el amo le pregunta por la pata que falta, él insiste en que las grullas sólo tienen una. Al día siguiente, el señor lleva el criado al lago y, como están apoyadas en una pata, el hombre sigue insistiendo en su historia. El señor grita ¡ah! y las grullas sacan la otra pata echando a volar. El cocinero se defiende: "si ayer hubieráis gritado lo mismo, también la otra grulla habría sacado la otra pata".
55 Giotto y el jurisconsulto (Pánfilo)
Con muy poco tacto, el feo jurista Rabatta dice al feo e insigne pintor Giotto, al ver que los harapos de campesino que se ha puesto para resguardarse de un chaparrón aumentan su triste imagen, que quien le viera no podría decir que se trata del mejor pintor del mundo. Giotto responde que sólo podría decirlo quien "al veros a vos adivinara que sabéis el ABC".
56 Los bocetos de Dios (Fiammetta)
Un joven dice probar que la familia Baronci, famosa por su fealdad, es la más noble, con el siguiente razonamiento: cuanto más antiguos son los hombres, más nobles son, y no hay duda de que los Baronci son los más antiguos porque tienen los rostros desproporcionados como diseñados por niños que todavía no han aprendido todavía a dibujar, es decir, Dios los hizo cuando todavía estaba aprendiendo a pintar.
57 La virtud de hablar a tiempo (Filóstrato)
Sorprendida en brazos de su amante, en una ciudad donde el adulterio se castiga con la hoguera, una dama se libra de la condena e incluso hace que cambien la ley, a pesar de que reconoce su culpa, gracias al siguiente argumento: la ley no la hacen las mujeres y ni siquiera se hace pensando en ellas; una mujer se basta para satisfacer a varios hombres; su marido no tiene queja de que ella le sirve en el lecho cuanto quiere; así que: "¿qué debo hacer con lo que me sobra?, ¿no es mejor dárselo a un caballero que me ama más que a sí mismo, antes que dejarlo perder o estropear?"
58 El espejo inútil (Emilia)
Una arrogante joven regresa precipitadamente de su paseo porque no le gusta la gente, le molestan sus olores y dice que no soporta estar entre personas antipáticas. Su tío le responde que entonces no se mire al espejo, pero ella no entiende lo que quiere decirle y sigue tan soberbia y estúpida como siempre.
59 Una respuesta de Guido Cavalcanti (Elissa)
Cuando unos jóvenes le preguntan con ironía sobre su supuesto empeño en demostrar a toda costa la inexistencia de Dios, el filósofo Cavalcanti responde que pueden decir lo que quieran puesto que se encuentran en su casa, lo que deja a los muchachos desconcertados porque en realidad se encuentran en la calle, al lado de un cementerio. Otro hombre les aclara que les ha querido decir que son tan ignorantes como un muerto.
60 La pluma del Arcángel (Dioneo)
Un fraile promete a sus feligreses que al día siguiente les mostrará una valiosa reliquia que tiene guardada y que es nada menos que una pluma que se le cayó al Arcángel San Gabriel en el momento de la Anunciación. Unos bromistas registran su casa y encuentran una pluma de papagayo en un estuche y la sustituyen por unos carbones. Cuando el fraile va a abrir la caja ante sus fieles y ve los carbones, no se le ocurre otra cosa que decir que ha confundido el estuche de la pluma del Arcángel con unos carbones que tiene que sobraron de la parrilla de San Lorenzo, y que también tiene poderes milagrosos. Y los feligreses reciben la estafa con todo entusiasmo. La reina traslada su laurel al pícaro Dioneo, que comenta que encontrarán en el ajedrez a mejores reyes que él y fija como tema para la siguiente jornada el de las burlas que las esposas hacen a sus maridos.
61 Gianni Lotteringhi y el fantasma (Emilia)
El regreso inesperado de un marido arruina la velada que la esposa tenía preparada para con su amante. Cuando éste se presenta y llama a la puerta, la mujer convence al marido de que los golpes los provoca un fantasma y, para conjurarlo, recita en voz alta lo que en realidad son las instrucciones para que el astuto galán vaya al patio y se coma la cena que ella le tenía preparada.
62 La venta del tonel (Filóstrato)
Al ser sorprendida en casa por la llegada del marido cuando está con su amante, la napolitana Peronella simula que el mozo es un comprador de una gran tinaja que tienen. Siguiendo la corriente, el amante dice que la tinaja no está lo suficientemente limpia y el marido se mete dentro a limpiarla. Y mientras está frotando, el amante tiene relaciones con Peronella, que lo celebra al tiempo que da instrucciones al marido para que siga limpiando.
63 El fraile compadre (Elissa)
Un fraile enamorado de una casada ahuyenta los últimos escrúpulos de ésta por el hecho de ser padrino de su hijo, o sea, casi hermano de ella, razonando que "si vuestro marido, que es más pariente de vuestro hijo que yo, se acuesta con vos, yo que lo soy menos podré hacer lo mismo o más".
64 La piedra del pozo (Lauretta)
Tras comprobar que viene de casa de su amante, Tofano impide la entrada en casa de su esposa Ghita. Ella le ruega y finalmente amenaza con echarse a un pozo si no abre, pero lo que hace es arrojar una pieza a las aguas para que crea que se ha tirado y luego hace creer al vecindario que el infiel es él.
65 El celoso confesor (Fiammetta)
Un marido toma el lugar del confesor de la mujer y ésta, que se da cuenta de quién es, le dice que todas las noches recibe la visita de un cura. El marido pasa entonces las noches en la puerta esperando al ficticio cura mientras ella hace entrar por otro lugar a su verdadero amante. 66 Los tres hombres de Isabella (Pampinea) Cuando Isabella está acostada con su joven amante, aparece un antipático pretendiente y, para que no se ponga agresivo, le hace pasar a la alcoba mientras esconde al primero. Llega entonces de manera inesperada el marido e Isabella salva la situación diciendo al pretendiente que finja que está persiguiendo a alguien. Así lo hace delante del marido. Cuando se va, la mujer saca a su amante y éste finge que se ha tenido que refugiar allí para librarse del furioso ataque del otro. El marido se lo cree todo.
67 Cornudo y apaleado (Filomena)
El joven Ludovico entra en la alcoba de la dama Beatrice, tal como ambos habían planeado, pero encuentra que el marido está acostado al lado de ella, dormido. La dama le agarra la mano para que no escape y dice al marido que Ludovico ha tenido esa tarde la desfachatez de citarla para esa misma noche en el patio. El marido baja a comprobarlo y los amantes aprovechan para solazarse. Luego, siguiendo las instrucciones de Beatrice, Ludovico va al encuentro de su amo y lo apalea simulando que cree que se trata de Beatrice y llamándole mujer infiel e indecente. Así, aunque cornudo sin saberlo y además apaleado, el hombre se muestra satisfecho de tener un criado y una esposa tan ejemplares.
68 El hilo de Sismonda (Neifile)
El rico pero plebeyo Arriguccio descubre que su noble mujer Sismonda duerme con un hilo de bramante atado al pie. Siguiendo el hilo, é descubre que le sirve para comunicarse con su amante e inicia una pelea con éste en la oscuridad, aunque el joven se escapa y la mujer se las arregla -intercambiándose con una criada a la que luego paga- para que todos le crean borracho que ni siquiera sabe dónde está.
69 El árbol encantado (Pánfilo)
Sin saber cómo burlar la vigilancia del marido, una mujer se pone de acuerdo con su amante para que simule que al subirse en un peral se ve lo que no ocurre. Y aprovechan el momento en que el marido se sube en él para solazarse delante de él y decir luego que es producto del encantamiento del árbol.
70 Las comadres en el Purgatorio (Dioneo)
Tingoccio y Meuccio tienen el pacto de que el que primero muera regresará a decirle a otro lo que sucede en el más allá. Tingoccio muere y se aparece al otro dicendo que está en el Purgatorio por otros pecados pero que allí no tienen en cuenta lo de acostarse con comadres.
71 Los dineros prestados
72 El préstamo del tabardo 73 Calandrino, Bruno y Buffalmacco 74 El párroco -preboste- burlado 75 Los bragas -calzones- del juez 76 El robo del cerdo -puerco- 77 El estudiante y la viuda 78 Juego de cuatro 79 El encantamiento de maese -maestro- Simón 80 Jancofiore y Salabetto
81 Los muertos de madonna Francesca
82 Isabetta y la abadesa 83 El parto de Calandrino 84 El juego de Fortarrigo 85 Calandrino y el conjuro amoroso 86 Noche de equivocaciones 87 El sueño de Talano 88 La burla vengada 89 Los dos consejos de Salomón 90 La yegua encantada
91 El rey de Castilla y la fortuna
92 Generosidad del abad de Cluny 93 Mitridanes y Natan 94 Historia de Gentil de Carisendi 95 El jardín encantado de Dianora 96 El rasgo del rey Carlos 97 Lisa y el rey Pedro 98 Historia de Tito y Gisippo 99 Historia de Torello y el sultán 100 Historia de Griselda
Acuerdo por el cual se informa a los docentes a quienes se ha Instaurado el procedimiento previsto en el artículo 75 de la Ley General del Servicio Profesional Docente, que se amplía el término para que justifiquen sus respectivas inasistencias