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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA

ASIGNATURA: LS-204 SOCIOLOGÍA DEL DESARROLLO II


SECCIÓN 1500

ESTUDIANTE:
FELIPE ALEXANDER ESCOBAR CACERES
CUENTA #: 20131600120

ASIGNACION: EL TRABAJO INFORMAL Y EL COVID-19

DOCENTE: JAVIER ENRIQUE SUAZO

CIUDAD UNIVERSITARIA “JOSÉ TRINIDAD REYES”


TEGUCIGALPA M.D.C. AGOSTO 2021 HONDURAS C. A

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Contenido
INTRODUCCION............................................................................................................................................3
2. DEFINICIÓN DEL TRABAJO INFORMAL............................................................................................4
3. CAUSAS DEL TRABAJO INFORMAL....................................................................................................5
4.CONCECUENCIAS DEL TRABAJO INFORMAL..................................................................................5
5. EL EJERCITO DE RESERVA Y EL TRABAJO INFORMAL..............................................................6
5. LAS MUJERES Y EL TRABAJO INFORMAL.......................................................................................8
6. EL COVID-19 Y EL TRABAJO INFORMAL EN HONDURAS............................................................9
7. PROYECCIONES......................................................................................................................................11
CONCLUSION...............................................................................................................................................12
BIBLIOGRAFIA............................................................................................................................................13

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INTRODUCCION.

En nuestro trabajo, daremos una perspectiva global de lo que es el trabajo informal, como
debe de considerar, cuales son sus dimensiones y comportamientos según la estructura
productiva de cada país, conoceremos, como está conformado el ejército de reserva y
quienes son los afectados.
También, la importancia de que las mujeres tengan el mismo trato, en el mercado laboral y
que el hombre tenga las mismas responsabilidades. Así también, conoceremos cuales son
las consecuencias del trabajo informal, porque importante contrarrestarlo.
El efecto del covid-19 en la economía hondureña y hasta donde está el límite de los efectos
de la pandemia. Así como también los efectos de la pandemia en América Latina y las
proyecciones de lo que vendrá después de la pandemia.

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2. DEFINICIÓN DEL TRABAJO INFORMAL.

El sector informal y sus elementos subyacentes se definen como el Conjunto de unidades


económicas dedicadas a la producción de bienes o servicios su finalidad principal de crear
empleos y generar ingresos para las personas que participan en esa actividad. En lo
operacional el Sector Informal, no incluye a: Empresas constituidas en sociedad,
instituciones sin fines de lucro, organismos gubernamentales, organismos internacionales.
También se excluyen las empresas de hogares que tienen contabilidad completa, casi-
sociedades. El empleo en el sector informal se define como: a todas las personas empleadas
con al menos un trabajo en empresas de hogares de mercado informales. Este tipo de
empresas se características, por ser de pequeña escala, no es posible separar factor capital y
trabajo, relaciones de trabajo sin acuerdos formales, responsabilidad ilimitada de los
propietarios.
La economía informal se define como el Conjunto de todas las actividades económicas de
los trabajadores y las unidades económicas que están en, la legislación o en la práctica, no
cubiertas o insuficientemente contempladas por sistemas formales. Los sistemas formales
incluyen leyes laborales y de seguridad social, así como leyes comerciales y obligaciones
fiscales en el país y su implementación efectiva.
Y por último el empleo informal, son todas aquellas personas ocupadas que por ley o en la
práctica, no se encuentran cubiertas por la legislación laboral nacional. Por ej. No tienen
seguridad social asociada a su trabajo. Expande el ámbito de la informalidad más allá del
sector informal creando un marco estadístico coherente. El empleo informal se puede
presentar en cualquier tipo de unidad productiva: sector formal, sector informal y hogares
como empleadores (trabajadores de servicio doméstico). Según el concepto empleo
informal es definido como el número total de empleos informales. La referencia es el
puesto de trabajo y la definición operacional está basada en las características de ese puesto
de trabajo. OIT (2019) pág. 4-6
La diferenciación de lo que significa cada uno de los conceptos, nos permite, conocer la
dimensión del trabajo laboral. Que va más allá de simplemente el hecho de no tener un
trabajo una ley o aparecer en la planilla de una empresa.
La informalidad laboral o trabajo informal abarca todas aquellas ocupaciones y formas de
producción, que son realizadas por personas o empleados que reciben ingresos cuyas
condiciones de trabajo no se encuentran reguladas por un marco legal. La naturaleza de los
trabajos informales, es que generalmente su conformación como negocio es de origen
familiar. Así, en su mayoría mantienen una gerencia o administración que no destaca por
ser muy eficiente. También, en ellas prevalecen el poco o escaso capital de trabajo, empleo
de mano de obra intensiva, poco uso o prácticamente ninguna tecnología, débil formación
jurídica, bajo niveles de productividad, entre otras más. En muchos países del mundo, se
observa que los participantes de estas actividades económicas están ligados a condiciones
infrahumanas. Se habla de pobreza, marginalidad, entre otros factores. Fortún (2019) pág. 1

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3. CAUSAS DEL TRABAJO INFORMAL.

La informalidad como concepto apareció en los 70’s. El primero en utilizarlo fue el


investigador Keith Hart para explicar el empleo urbano en las ciudades del África. En 1972,
la OIT promueve una investigación sobre el empleo en Kenia, y también utiliza el mismo
concepto. Como resultado de esta investigación, se descubrió que las causas de la
informalidad estaban directamente vinculadas a la incapacidad del sector formal de la
economía en generar suficientes empleos que atiendan a la creciente población de los países
en desarrollo. En estos países, tanto jóvenes como adultos que ingresaban al mercado
laboral y al no encontrar un puesto de trabajo que les pagara un salario adecuado, se vieron
obligados a “inventar” su propio puesto de trabajo en el sector informal. Esta escuela de
pensamiento se le llego a conocer con el nombre de “estructuralista”
Las actividades más características del sector informal son los vendedores ambulantes, que
abarrotan las ciudades del tercer mundo, los trabajadores independientes (cuidadores y
limpiadores de autos, heladeros, lustradores de zapato, zapateros, gasfiteros, entre otros),
microempresas urbanas, y pequeños productores agrarios. Todas ellas se caracterizan por su
baja productividad y por atender mercados de bajos ingresos. Ese tipo usan tecnologías
tradicionales u obsoletas, carecen de gestión moderna, atienden mercados de bajos ingresos
y no tienen acceso a crédito formal. Esta baja productividad es la causa de los bajos
ingresos de sus conductores y sus trabajadores, y por ello, muchos de ellos se encuentran
debajo de la línea de la pobreza.
En la década de 1980 apareció una corriente de opinión que ve el fenómeno informal de
una manera diferente. La informalidad tendría como causa los altos costos de la formalidad,
los trámites engorrosos que el Estado impone, los elevados impuestos, la ineficiencia y
corrupción de las instituciones públicas. Por ello, las personas de a pie, en una decisión
racional, optaban por abandonar la formalidad e ingresar a la informalidad. Esta escuela era
conocida como legalista y su principal promotor era Hernando De Soto, quien con sus tesis
coincidía con su tesis con las políticas económicas neoliberales que buscaban la reducción
del Estado, Es tiempo de retomar las políticas y propuestas de la OIT, que tienen dos
objetivos centrales: diversificar la estructura productiva del sector formal para generar
mayor empleo decente, y aumentar la productividad de las actividades informales para
elevar sus ingresos y salir de la pobreza. Villarán (2019) pág. 1

4. CONCECUENCIAS DEL TRABAJO INFORMAL.


La informalidad es la realidad más común en América latina. Los trabajos, los servicios
financieros y la propiedad de los hogares de millones de ciudadanos en América Latina son
informales, decir que no son regulados por el Estado. La informalidad condena a muchos
trabajadores a ingresos bajos y precarios con una mínima seguridad social, evita que los
pobres tengan acceso a los préstamos e instrumentos de ahorro que tanto necesitan, y
disminuye la prosperidad general de la sociedad al proliferar la ineficiencia económica. La
su prevalencia debilita la vida organizacional, desalienta la participación política, aleja a los
votantes de los partidos y empuja a los pobres hacia la derecha en sus actitudes políticas y

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preferencias electorales. La informalidad laboral es una característica fundamental de la
vida económica en América Latina. Se ha identificado que los trabajadores informales
votan con menor frecuencia que los formales. Las diferencias en las tasas de participación
electoral son pequeñas, de tan solo un dígito, pero no son despreciables, teniendo en cuenta
que el nivel promedio de participación electoral es alto en la región. Estas pequeñas
diferencias en el nivel de participación electoral entre grupos de votantes son importantes
cuando se dan elecciones cerrados. También encontramos que los trabajadores informales
apoyan ligeramente más la ayuda gubernamental a los pobres que los trabajadores formales,
pero las diferencias entre los dos grupos son pequeñas, es decir que ambos sectores
consideran, la asistencia social que dan los Estados. Baker (2020) pág. 1 y 10

5. EL EJERCITO DE RESERVA Y EL TRABAJO INFORMAL.

Los economistas prefieren utilizar los indicadores de desempleo, para medir el desempeño
económico. Mientras para las familias esto es angustioso, para los empresarios en cierta
medida es beneficiosos. La ecuación es la siguiente, a mayor es la tasa de desempleo,
menores resultan las pretensiones salariales, porque el desempleo agrava la competencia
“entre” los trabajadores por las insuficientes fuentes de empleo, lo que también decanta en
una menor conflictividad sindical. La masa de desempleados es una fuente de trabajadores
a los que la empresa puede recurrir para aumentar su personal de forma transitoria, si que
este presione. Marx fue quien mejor lo definió, lo llamo ejercito industrial de reserva, lo
que se consideraba como recursos de población que sobrepasaba lo necesario, para
enfrentar las alteraciones de la demanda empresarial de trabajo.
En comparación con el contexto latinoamericano Marx, se quedo corto, pues cualquiera que
observe podría pensar que en nuestra región los trabajadores desempleados en nuestra
región son pocos, ya que, al no existir un Estado de Bienestar, los trabajadores por el puro
motivo de sobrevivencia, se ven obligados a ingresar al mercado laboral informal. Las
tasas máximas de desempleo que pueden alcanzarse sin estallidos sociales en los países
desarrollados son mayores a las que podríamos soportar los países latinoamericanos, porque
en nuestra región no existen las redes de contención que garantizan los Estados de
Bienestar de los países desarrollados. Es por esto que, si un país latinoamericano
experimenta mas de un 10% en la tasa de desempleo, son transitorias ya que los Estados
buscan solucionar porque esto amenaza la estabilidad social. En contraposición en Europa
es común ver países con tasas de desempleo persistente muy superiores, incluso al 20%,
como son los casos de Grecia y España. Marx, habría deseado hablar del ejercito informal
de reserva porque en nuestra región, el desempleo es un lujo que solo se pueden brindar
aquellos pocos que disfrutan un mínimo de seguridad, acceso al capital financiero o redes
de contención familiar.
No solo el indicador de desempleo se debe de considerar, nuestro ejército de reserva no
solo está formado por los desempleados sino, especialmente, por los trabajadores en
condiciones de informalidad. Tanto los desempleados como los trabajadores en condiciones
de informalidad desearían ingresar al sector formal de la economía y, por lo tanto, la

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competencia entre trabajadores presiona a la baja los salarios. En Latinoamérica los
desempleados apenas representan un 13% del total de trabajadores que integran el ejército
informal de reserva compuesto por desempleados y trabajadores en situación de
informalidad.
La desigualdad y la pobreza que caracterizan a nuestra región se explica son las fuentes de
desigualdad. Existe una enorme cantidad de trabajadores en la informalidad que, al igual
que los desempleados, están esperando una oportunidad para ingresar al sector formal de la
economía, que brinda mayores beneficios y seguridad. Se podría considerar la hipótesis de
que la participación del trabajo en el ingreso sea baja en Latinoamérica, por la alta
informalidad que presiona hacia abajo los ingresos de los trabajadores, esto no quiere decir
que los salarios sean bajos a causa de que los trabajadores se dedican al sector informal,
sino todo lo contrario, es causa de la alta informalidad, los salarios son bajos. Instituciones
como el Banco Mundial y el FMI, en varias ocasiones de que la productividad mejorara el
ingreso de los trabajadores, pero, la realidad es otra, porque la mejora de la productividad,
no mejora ni cambia ni para la desigualdad ni para la informalidad, puesto que los
beneficios se concentran solo manos del capital, debido, a que tanto trabajadores
informales, como trabajadores formales, forman parte de una alta oferta de mano de obra, a
la cual no se le ha creado el espacio para ocuparla y así pagar salarios dignos, por lo tanto
atacar la informalidad es lo que permitirá mejorar directamente los salarios y la distribución
primaria del ingreso.
Todos los países tienen un ejército de reserva y el tamaño del mismo depende de la
estructura productiva de cada país. A pesar de que los economistas latinoamericanos tratan
de interpretar nuestra realidad empleando las mismas teorías que utilizan en el primer
mundo para interpretar la suya, nuestra estructura productiva es diferente, al igual que el
tamaño de nuestro ejército de reserva. Hacemos mal en concentrarnos en el indicador del
desempleo cuando la población desempleada en nuestra región es apenas una fracción de la
población con trabajos informales. En otras palabras, se ha estado ignorando al verdadero
ejercito de reserva. La informalidad afecta a mas de la mitad de los trabajadores de
Latinoamérica. Es, tan común, que ya es una norma y no una excepción. La informalidad
ya es propia de cada país, pero a diferencia de los países desarrollados, en estos países el
impacto es menor y casi siempre es por decisión de los trabajadores. En América latina no
puede darse ese lujo, lo preocupante de la informalidad que se vive en la región, es los
trabajadores no pueden acceder a un empleo formal, no cuentan con seguros y coberturas
que les permiten a los trabajadores del primer mundo mantenerse por un período duradero
en el desempleo.
Es necesario señalar que no se puede aspirar a la desaparición absoluta de la informalidad o
reducir a un 0% la tasa de desempleo, de la misma forma que siempre existirán tasas de
desempleo superiores a cero, como consecuencia del tiempo de búsqueda entre empleos o
porque en el tránsito hacia un nuevo trabajo muchos trabajadores prefieren mantenerse sin
empleo antes que resignarse a cualquier salario, también podemos arriesgar que existe algo
así como una tasa “natural” de informalidad. Para muestra de ello están los países donde su
tasa es menor del 10%.
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Mientras en los países del primer mundo, existe un Estado de Bienestar que protege al
trabajador, en América Latina, el trabajo informal se ha convertido en ese seguro contra el
desempleo. La tasa de informalidad es el resultado, del subdesarrollo estructural de la
economía y, también, de la situación coyuntural del mercado de trabajo, ya que sirve de
refugio a los desempleados. Es por eso que los registros, de informalidad, no presentan
grandes cambios, excepto en aquellos casos coyunturales, como la pandemia, por ejemplo.
Oglietti (2018) pág. 1-3

5. LAS MUJERES Y EL TRABAJO INFORMAL.


La situación de trabajo para las mujeres es sumamente preocupante, la tasa de desocupación
se elevó dos décimas y llegó al 10,2% en comparación con la de los hombres que se
mantuvo sin cambios con un 7,3%, en el 2019. La OIT señalo que países como, Santa
Lucía, Costa Rica, Brasil y Colombia son los países de Latinoamérica y el Caribe con
mayor desocupación femenina, con tasas que van 18%, 15% y 14%, respectivamente. A la
vez resaltó el caso de Guatemala, donde la participación laboral masculina es de casi el 85
% mientras que la femenina no alcanza a llegar al 40%.
También asevero que uno de cada cinco jóvenes en América Latina y el Caribe,
aproximadamente 23 millones de jóvenes no estudian ni trabajan. Aproximadamente 7 de
cada 10 jóvenes que no están ni estudiando ni trabajando son mujeres, la mayoría de ellas
dedica su tiempo a actividades domésticas y más de la mitad al cuidado de menores y
familiares. A esto se suma que, pese a que las mujeres son poco más de la mitad de la
población, no son ni el 40% de los trabajadores, según la OIT, a la vez que reitera que la
segregación según género aún es prevalente.
Este trato hacia las mujeres en cuanto al trabajo, mientras no se tomen cartas en el asunto,
el resultado será, menos acceso para las mujeres al empleo, menos capacidad de ingresos,
que si lo juntamos con el tema cultural de que hay mujeres cabezas de familia esto se a su
vez generará hogares vulnerables con una mayor proporción a los problemas económicos y
sociales, con mayores indicios de pobreza. También hay que considerar la brecha salarial,
según la OIT por cada hora trabajada, las mujeres reciben ingresos laborales que son en
promedio un 17% inferiores a los de los hombres con la misma edad, educación, presencia
de niños en sus hogares, otros generadores de ingresos, condición de ruralidad y tipo de
trabajo. Ya, aunque las mujeres han tenido más presencia en el mundo laboral, la mayoría
han sido trabajos flexibles de medio tiempo, de una sola jornada, autoempleo o trabajo
informal. Otro gran problema que enfrentan las mujeres, según el informe de la OITM, es el
reparto por género de las tareas domésticas es excesivamente desigual. Las mujeres se
encargan del 80% de las labores del hogar, lo cual restringe su participación activa en el
mercado laboral.
Aunque los hombres y mujeres participan del mercado laboral en la misma proporción, las
mujeres utilizan mucho más de su tiempo en actividades en el hogar, eso hace que cuando
buscan empleo, también buscan tener una flexibilidad que les ofrezca el equilibrio entre las
actividades del hogar y las actividades del trabajo, y si el mercado no ofrece esa posibilidad
o flexibilidad es ahí cuando permanecen desempleadas. Hay que sumarle, además, la
maternidad, pues en este periodo las mujeres no solo deben salir del mercado laboral por un

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tiempo, sino que se ven obligadas a buscar trabajos con horarios flexibles. Según resalta el
experto, durante la maternidad las mujeres se ven obligadas a salir del mercado laboral por
un tiempo y cuando intentan volver a este se encuentran con una brecha de experiencia o
desconexión del mercado llevándolas a aceptar trabajos menor remuneración.
Entre las recomendaciones de la organización se encuentran que las empresas reduzcan el
impacto de la maternidad. El papá también puede tomar un tiempo y ayudar a la madre en
las tareas del hogar de modo que ella pueda regresar al mercado laboral más rápido.
También se recomienda para mejorar la condición de las mujeres como el reparto de las
labores domésticas, cuotas de empleo femenino y políticas de desarrollo productivo, urbano
y rural. Vélez (2020) pág. 1

6. EL COVID-19 Y EL TRABAJO INFORMAL EN HONDURAS.

Honduras se ha caracterizado por tener una de las economías más dinámicas de


Centroamérica, sin embargo, con la llegada la pandemia del COVID-19, se encuentra en un
momento de desaceleración económica. Según cifras preliminares, el país cerró 2019 con
un crecimiento económico cercano al 2.7%, una cifra muy por debajo a lo observado en
años anteriores. Proyecciones recientes de CEPAL, Banco Mundial y el FMI, estimaron
estas variaciones negativas en el orden del -6.1%, -5.8% y -2.4% del PIB en 2020
respectivamente.
La situación económica antes de la crisis no solo determino el tipo y la magnitud del efecto
de derivados de la misma, también tuvo incidencia en la capacidad de respuesta del país.
Las respuestas de política a la atención de la crisis en el corto plazo, alivio, protección y
reparación, y las medidas para la recuperación a mediano plazo, requerirán de un
importante esfuerzo fiscal por el lado del gasto. En años recientes, Honduras ha
fundamentado la sostenibilidad de las finanzas desde una lógica de austeridad fiscal, esto ha
provocado que el gasto público se reduzca en áreas como la educación y la salud. En el año
2019, el déficit fiscal del sector público no financiero fue de un 1%, sin embargo, la deuda
pública llegó al 47.7% del PIB, ubicándose en un valor superior al recomendado por las
Instituciones Financieras Internacionales (40% del PIB). La economía hondureña, tiene un
alto grado de integración comercial y financiera con la economía internacional, ello la
expone a los efectos económicos globales del coronavirus.
La crisis económica a causa del coronavirus en el mundo del trabajo, tendrás sus efectos en
tres dimensiones: 1) la cantidad de empleo disponible, 2) la calidad del trabajo y, 3) los
efectos en los grupos específicos en condición de vulnerabilidad frente a las consecuencias
negativas del mercado laboral. Una estimación preliminar de los empleos actuales en riesgo
desde un enfoque sectorial para Honduras (ver cuadro a continuación), indica que el 40.2%
del total de empleo están en riesgo alto, es decir, alrededor de 1,600,000 empleos ubicados
en los sectores económicos que se prevé sean los más afectados por la crisis económica.

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Los empleos de las mujeres se verán particularmente afectados por la alta participación
femenina en los sectores de más alto riesgo ante la crisis: los hogares como empleadores y
hoteles y restaurantes (91.4% y 75.5% respectivamente).
En cuanto a la cantidad de empleo disponible la tasa de desempleo en Honduras se ha
mantenido en los últimos 5 años relativamente estable (5.7% en el año 2019), con la
pandemia del COVID-19 habrá un aumento significativo en la cantidad de personas
desempleadas. La diversidad del desempleo entre distintos grupos poblacionales es algo
importante que debemos temar en cuenta, pues el impacto en este indicador, como lo
demostró la crisis económica mundial del 2008-09, tenderá a ser diferenciado y se ensañará
con aquellas personas en condición más vulnerable. En el año 2019, la tasa de desempleo
de las mujeres (8.1%) sobrepasó en 4 puntos la tasa de desempleo de los hombres (4.2%),
brecha que en los últimos años ha crecido de manera importante. Los jóvenes 15 a 24 años,
por su parte, registraron una tasa de desempleo del 11.3% frente a una tasa de 4.1% para los
de 25 años y más. Al igual que en el caso de hombres y mujeres, la brecha en el desempleo
entre jóvenes y adultos se ha venido ampliando de manera consistente y se espera que se
profundice aún más con la crisis generada por la pandemia. Frente a una contracción
económica, son las personas jóvenes, quienes enfrentarán más dificultades para encontrar
un empleo.
En cuanto a la calidad del empleo, se puede decir que En Honduras, cerca de la totalidad de
la población ocupada (81.4%) tiene un empleo informal. Ésta se verá afectada en el plazo
inmediato por alto del consumo que implican las restricciones de movilidad a las personas
como parte de las medidas sanitarias implementadas por el país, en particular, aquellos
trabajadores que están dentro del sector informal (representan el 67% del empleo informal).
la informalidad es un rasgo importante del mercado laboral hondureño, por lo tanto, la
proyección del impacto de la crisis no se reflejó únicamente en el incremento del
desempleo y la informalidad, sino también en los ingresos laborales, especialmente de los
ocupados menos calificados y en la economía informal. Los efectos de la pobreza laboral,
particularmente en aquellos que actualmente no alcanzan a generar ni siquiera el salario
mínimo mensual en sus actividades económicas tendrá un impacto adverso. Teniendo en
cuenta que los ingresos laborales representaron más del 68.8% de los ingresos totales en los
hogares, no puede obviarse el efecto que la crisis tendrá en materia de igualdad en ingresos,
el cual puede ser mitigado o profundizado dependiendo de la forma en que las políticas de
recuperación y estímulo al mercado laboral se implementen, es decir que, según las
disposiciones del Estado hondureño, así será nuestra recuperación la cual no da mucha
confianza.
Entre los sectores mal vulnerables se encuentran los jóvenes por el elevado índice de
desempleo, las personas con más edad, por condición de salud, las mujeres por realizar
actividades de riesgo como ser enfermera o trabajos de limpieza y por ultimo los
trabajadores sin protección social, sobre todo aquellos que trabajan por cuenta propia.
Aunque estas fueron solamente proyecciones, estas han sido superadas hasta la fecha, tanto
por la negligencia del Estado en sus pésimas políticas para contrarrestar la pandemia, así

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como la necesidad de las personas de llevar alimentos para sus familias. OIT (2020) pág. 1-
8

7. PROYECCIONES

Debido a las acciones de contención aplicadas por los países, ha dejado graves
consecuencias colaterales en la región, incluyendo, por ejemplo, las caídas en el Producto
Interno Bruto (PIB) de 7.4 por ciento en 2020 según las proyecciones del Fondo Monetario
Internacional (IMF, 2021) – con valores que oscilan entre 1.6 por ciento en Paraguay y
hasta 12.9 por ciento en Perú (CEPAL, 2020). La Organización Internacional del Trabajo
estima por su parte que en 2020 aproximadamente 3 9 millones de personas en AL
perdieron su empleo (ILO, 2021). antes de la pandemia, América latina se caracterizaba por
sus altos niveles de informalidad laboral por encima de 50% en promedio, lo cual implica
que amplios sectores de la población se encontraban expuestos sin protección a
fluctuaciones inesperadas en el mercado de trabajo, los cuales ya Vivian una crisis latente
antes de la pandemia. Por este motivo, se espera que la crisis de la pandemia genere altos
costos de bienestar en la región.
Los empleos se verán afectados por la crisis por varios motivos, 1) las actividades
informales de prestación de servicios personales, las cuales representan una
proporción considerable de la informalidad, llevan consigo riesgos de contagio de salud
más altos ya que implican interacciones con otros individuos para los que no es posible
verificar la magnitud de su exposición al virus, 2) la informalidad se caracteriza
precisamente por la falta de aseguramiento de servicios de salud, por lo que la atención a

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los riesgos de contagio puede ser más precaria, llevando a mayores tiempos de
recuperación, (es decir inactividad laboral) o atención menos efectiva debido a la saturación
de los servicios públicos, 3) incluso en los casos en donde las autoridades gubernamentales
implementaron mecanismos de apoyo económico para amortiguar los efectos de la caída en
los empleos, la población informal, que por naturaleza se encuentra fuera de los registros de
las autoridades fiscales u otros registros gubernamentales, fueron más difícil de identificar
y localizar, y por lo tanto de hacer llegar mecanismos de activación y por ultimo 5) en el
caso de las empresas formales existen costos de despido, y en un contexto de
incertidumbre que complica la estimación de los costos y beneficios de alterar la planta
productiva, hacen que exista un grado de inflexibilidad mayor para hacer ajustes.
Esto nos da una perspectiva global de donde nos encontramos y hacia dónde vamos, cuáles
son los elementos a considerar para un constante crecimiento en la región, la importancia
de los Estados, al momento de tomar decisiones. Y cuáles serán sus efectos tanto positivos
como negativos, según las decisiones que van a tomar las personas al frente del gobierno.
Acevedo et al (2021) pág. 1-2

CONCLUSION

A modo de conclusión, se puede ver que el panorama que arguye tanto para la región en
general, como para Honduras, no es la más positiva, las crisis preexistentes, eran una olla
de presión que se destapo con la pandemia, la cual ha dejado estragos y también grandes
lecciones. Entre ellas la importancia de tener un plan de contingencia, así como la inversión
en la salud, para no vivir una crisis en medio de la crisis.
También es importante reconocer como el trabajo informal tiene dimensiones y efectos
distintos, en los países del centro como en los países de la periferia que la mayoría se
encuentran en la región de Latinoamérica, mientras allá es una decisión de los trabajadores
seguir, cambiar o dejar un empleo, en nuestra región es la crónica de una muerte anunciada.
Y eso lo hemos visto en estos días de la pandemia, como los que se encontraban en el

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sector informal, como los que no tenían algún empleo. Y los grupos vulnerables tendrán
que enfrentarse, a la falta de empleo, la mala calidad, y la alta demanda de fuerza de trabajo
que competirá por conseguir un espacio.
Ya se están registrando las recuperaciones en algunos países de la región, pero aun falta
mucho camino por recorrer, sobretodo, nos hace falta recorrerlo como sociedad donde no se
quede nadie en el camino.

BIBLIOGRAFIA.
1. Estándares internacionales para medición de informalidad. OIT 2019.
2. Fortún M. (2019). Informalidad laboral. Economipedia.com
3. Villarán F. (2019) Las Causas de la Informalidad. Publica RPP Noticias.
4. Baker A. (2020) Informalidad laboral y sus consecuencias políticas en
América Latina. Publica LAPOP.
5. Oglietti G. (2018) Cuando la informalidad es la norma, el desempleo es un
lujo. Publica CELAG.
6. Vélez F. (2020) El preocupante panorama laboral para las mujeres en
América Latina y el Caribe. Publica Agencia Analou.
7. COVID – 19 y el Mundo del Trabajo: Punto de partida, respuesta y desafíos en
Honduras. OIT 2020.
8. Acevedo et al (2021) Informalidad en los tiempos del COVID - 19
en América Latina: implicaciones y opciones de amortiguamiento.
Publica Banco Mundial
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