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Amerika
Mémoires, identités, territoires
11 | 2014
Diego Fernando Guerra
https://doi.org/10.4000/amerika.5716
Résumés
Español English
En la formación de la Argentina moderna, las referencias a lo monstruoso se articularon
frecuentemente con la concepción positivista del progreso como una guerra de larga duración entre
la civilización y la barbarie. Desde el último tercio del siglo XIX, y a medida que el discurso médico
higienista ganaba preponderancia como criterio para las políticas estatales de control social, el
desarrollo de prácticas funerarias que conjuraran todo riesgo sanitario se volvió una preocupación
fundamental. La cremación de cadáveres fue impulsada por un sector creciente de médicos,
intelectuales y funcionarios que, sumándose a un vasto movimiento internacional, entendieron la
defensa de esta práctica como un paso fundamental en la construcción de una sociedad civilizada.
En ese contexto, la exhibición de las miserias y peligros de la descomposición de los cadáveres
humanos se convirtió en un tópico central de la argumentación cremacionista, que apeló con
frecuencia al imaginario de lo monstruoso para concientizar a sus lectores sobre el horror invisible y
las amenazas que encerraban los ritos funerarios tradicionales. El presente trabajo se ocupará de
algunos aspectos de este proceso, tan ligado a las transformaciones del estatuto de la imagen a partir
de su inserción en la prensa ilustrada de masas como a los miedos colectivos y tabúes inspirados por
cadáveres, bacterias, gusanos y revenants en la industria cultural del siglo XX.
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Within the foundation of modern Argentina, the dialectic between « monstrous » and « normal »
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confrontation. politique
From 1870 decadedetheconfidentialité
development of « hygienic » funerary (mise
practices like cremation was
à jour le 25 juin 2018).
a central component of the
sanitarian public policies and the emergence of social control devices. In that context, the exhibition
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of the cremationist rhetoric, which appealed to the imaginary of monstrous in order to create a
public consciousness on the sanitary risks derived from funerary tradition of inhumation. This paper
will focus on some aspects of this process, part of the Fermer
historical transformations of the visual and its
insertion on the XXth century mass culture, but also linked to the collective fears and taboos
inspired by corpses, bacteria, worms and revenants within the cultural industry.
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Entrées d’index
Keywords: cremation, monster, photography, technical reproducibility, zombie
Palabras claves: cremación, monstruo, fotografía, reproductibilidad técnica, zombie
Géographique : Argentina, Francia, Europa, Latinoamérica
Texte intégral
La tumba encierra el carcomido esqueleto de la Rutina.
Boletín de la Asociación Argentina de Cremación, 1928
José Penna :
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azul, verde, lívido, amarillo el rostro y las carnes de los miembros deformados y hasta
en actitudes ridículas por la desigual descomposición de los músculos ; el rostro antes
apacible y bello de un anciano de fisonomía dulcísima y amable, hinchado y
brutalmente desfigurado por el edema final deFermerla descomposición, la cara y el
cuerpecito blanco y transparente de un niño querido con la carne perfumada por ese
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olor peculiar a las carnes lozanas de los niños, abultado como una vejiga, arrojando
por la boca líquidos inmundos e inspirando la más atroz repugnancia al padre
mismo. (Ramos Mejía in Penna, 1889 : XIX-XX)
6 De un lenguaje tan explícito como afín a la tónica científica del trabajo prologado, el
texto de Ramos Mejía es ilustrativo de la clase de impacto que los defensores de la
cremación buscaban producir en el público. Como he señalado en otra parte, las
preocupaciones sanitarias y sociológicas del autor de Las multitudes argentinas confluyen
en un escrito que interpela en sus lectores el temor a una pérdida de identidad de los
cuerpos –propios o de sus seres queridos– inscripta en la descomposición de las
fisonomías, y con ella, la de las barreras protectoras de la diferencia de clase, abolidas en
« el desprecio y el escarnio inconsciente » con que los trabajadores del cementerio
manipulan el cuerpo de « la más bella mujer, como el más encumbrado personaje »
(Ibidem : XIX ; Guerra 2013).
7 En ese sentido, y acorde con los alcances sociales de la prédica higienista de fin de siglo,
no es exagerado decir que la campaña por la difusión de la cremación –emprendida en el
marco de un extendido avance internacional de los debates sobre el tema (Davies & Mates
2010)– asumió en nuestro país los rasgos de una verdadera batalla cultural contra las
creencias y prácticas tradicionales relativas a la inhumación, inserta, a su vez, en el no
menos conflictivo proceso de conformación de un Estado liberal y laico. Así, si la creación
del Registro Civil y la sanción de la Ley 1420 de educación pública laica contribuyeron a
precipitar en 1884 la ruptura diplomática con el Vaticano, vale la pena recordar la
contemporaneidad de estos hechos con el desarrollo de políticas estatales que incluyeron
la modernización de los cementerios de Buenos Aires, la construcción de cinco
crematorios en esa ciudad y uno en La Plata, la incineración de un inmigrante muerto de
fiebre amarilla en 1884 (decidida por Penna, responsable de la Casa de Aislamiento, y
avalada por Ramos Mejía como director de la Asistencia Pública) y el establecimiento, en
1887, de la cremación obligatoria de cadáveres no reclamados en hospitales o que
implicaran un riesgo infecto-contagioso, acción en la que Buenos Aires fue pionera a nivel
mundial ; todo ello, simultáneo a la proscripción de la cremación por la Iglesia Católica en
1886, situación que se prolongaría por las siguientes ocho décadas (Davies & Mates 2010).
8 En ese contexto –consecuencia última de la actitud ilustrada ante la muerte,
caracterizada por Philippe Ariès (1977)–, el movimiento cremacionista argentino cobraría
un fuerte impulso en la década de 1920, cuando se fundó la Asociación Argentina de
Cremación, formada por un grupo de médicos, científicos, escritores y referentes políticos
cuya cercanía a las altas esferas del Estado se evidenció en hechos como el cambio de
legislación que desde 1921 agilizó los trámites para las cremaciones voluntarias, o el
nombramiento de uno de sus secretarios, Eduardo Baca, como director del Crematorio
Municipal de Buenos Aires en 1923.
9 Precisamente Baca fue también director del Boletín de la Asociación (en adelante
BAAC), publicado desde 1923 con el fin de estimular el debate sobre la cremación y su
conocimiento por parte del público. Heredero asumido de Penna, Eduardo Wilde y otros
padres fundadores cuya obra contribuyó a difundir, el Boletín emprendió una entusiasta
campaña de difusión a través de artículos, transcripciones de conferencias, estadísticas y
otros materiales que apuntaban no sólo a demostrar las múltiples bondades –de sanitarias
y económicas a espirituales y estéticas–1 de la incineración cadavérica, sino también
evidenciar su aval por una larga lista de personalidades, desde los médicos e intelectuales
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Isadora Duncan.
10 En el marco del protagonismo ganado(miseporà jour le 25 en
la imagen juinlos2018).
modernos dispositivos de
comunicación masiva (Guerra 2010), los editores del Boletín entendieron
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al máximo el poder persuasivo de lo visual. Así, desde el primer número sus artículos se
ilustraron profusamente con fotograbados de modernos crematorios europeos, así como
Fermer de los ritos funerarios de otras
cementerios y columbarios de todo el mundo y documentos
culturas, como las Torres del Silencio indias o las momias egipcias ; a lo que se agregan
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… fue mi padre quien me hizo cremacionista, fue la visión de su ataúd, cuando lo abrí
para reducir sus restos… (BAAC 4-5 : 7)
… si a todos les fuera dado ver lo que allí [dentro de un cajón de plomo] pasa a partir
del tercer día del fallecimiento, nadie querría para sí ni para los suyos un fin
semejante. (BAAC 11 : 11)
¿ Quién es aquel que recordando con tristeza a sus queridos extintos no prefiera
imaginarlos reducidos a un puñado de cenizas blancas más bien que a un monstruoso
y horrible receptáculo de gusanos ? ¿ Quién no prefiere pensar que el ser por él
amado, la madre, el padre, la esposa, el hijo, el amigo han alcanzado al fin su forma
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Fig. 1
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(mise à jour le 25 juin 2018).
Fermer
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levantaremos la tapa de ese rico ataúd como levantamos esta hoja y un cuadro
desagradable se presentará a vuestra vista –imaginaos por un momento a vuestros
seres queridos en ese estado de descomposición y luego os preguntamos : ¿qué es
preferible ? lo que ve o la cremación inmediata que evita la descomposición
como así también toda profanación. CONTÉSTENOS ! ! ! (BAAC 6 : s/n ;
énfasis, mayúsculas y subrayado en el original)
Fig. 2
23 Dos o tres parecen bebés, el resto, adultos. La mayoría tiene la boca abierta, por la que
han expulsado los líquidos que bañan algunos de los rostros, en su mayoría hinchados y
deformados. Un hombre, diez días de fallecido, ya no tiene ojos. Otro, con dos meses,
conserva cabello, cejas y bigote. Un cuerpo con cinco meses de muerto exhibe una calavera
casi limpia, rodeada de la escoria producto del proceso, mientras en la mujer de al lado,
que lleva tres años, todavía son reconocibles el cabello largo y suelto, los ojos y buena
parte del rostro. Anónimas, todas las imágenes llevan un escueto pie de foto con el tiempo
pasado desde el deceso –de dos días a tres años– y su causa.
24 Tan shockeante como indudablemente persuasiva para sus autores, esta publicación
estaba lejos de constituir una práctica aislada. Así lo demuestran otros ejemplos, no sólo
del mismo Boletín –como la página del número anterior que comparaba las imágenes de
una momia antigua, un cadáver moderno exhumado y una urna con cenizas (BAAC 4-5 :
s/n)–, sino también de publicaciones extranjeras anteriores, como el Bulletin de la Societé
pour la Propagation de la Crémation, editado anualmente en París desde 1882 y cuyo
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número de 1893 presenta un desplegable similar con siete fotografías de ataúdes abiertos
Pour plus deenprécisions,
exhumados el cementerionous vousNazare.
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las imágenes, politique
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es la misma
(mise4-5
que se exhibe en el tríptico del número à jour le 25 juin
del Boletín, 2018).
20)–, ellas tuvieron asimismo alcances en la incipiente industria cinematográfica, que por
entonces se volcaba frecuentemente sobre estas áreas temáticas.
31 En ese sentido, el anuncio de la iniciativa del director del Crematorio Municipal, en
1924, de producir una película documental sobre la cremación –de la que no hemos
hallado copias pero que pareciera haberse concretado, pues seis años más tarde el Boletín
anuncia su proyección (BAAC 7 : 5 y 13-14 : 15)– se inserta en la historia de un género de
vasto desarrollo y difusión, dentro y fuera de la Argentina, de películas de temática
científica destinadas a un público amplio y cuyo lenguaje involucraba grandes dosis de
sensacionalismo y ficción.
32 Es el caso del film La mosca y sus peligros, de 1920, que, mediante impactantes
ampliaciones de los miles de larvas que una mosca produce en una hora, así como
imágenes de bebés y niños desfigurados por enfermedades infecciosas, buscaba
concientizar al público sobre la necesidad de prevenir los riesgos sanitarios generados por
este insecto doméstico (Fig. 3). Producida por los mismos autores de Nobleza gaucha,
notoria ficción criollista de 1915, La mosca... se insertaba en una exitosa tradición
internacional de películas de este tipo, pero también en un importante corpus de
producciones nacionales, como las que los mismos autores dedicaran posteriormente al
cáncer, los mosquitos y el paludismo (Félix-Didier 2012).
Fig. 3
personnelles vous
referencias al « espectáculo » de la corrupción dan un elocuente tono debordiano a la
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relación entre imagen y realidad tal como se planteaba en los medios ilustrados de
(mise à jour le 25 juin 2018).
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aterrada de précisions,
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40 Susan Sontag (2003) explicitó la conexión
(mise à entre
jour estas
le 25obras y la publicación, durante el
juin 2018).
mismo período, de álbumes como Krieg dem Kriege ! (« ¡Guerra a la guerra ! ») del
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pacifista Ernst Friedrich, que divulgaban las fotografías censuradas durante el conflicto.
Iglesias y castillos destruidos, pueblos incendiados y bosques arrasados coexistían en el
álbum con « objetores de conciencia ahorcados, (...) tropas agonizantes después de un
Fermer
ataque con gas tóxico, niños armenios esqueléticos » y una sección aparte con
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« veinticuatro primeros planos de soldados con enormes heridas en la cara » (2003 : 23).
En sintonía con otros ejemplos de la época –como el Antikriegsmuseum fundado por
Friedrich en Berlín en 1925, o las fotografías de una maternidad bombardeada publicadas
en Témoignages en 1933, que incluían bebés calcinados y la mitad de una mujer con las
vísceras fuera (Capdevila & Voldman 2002 : 36-37)– el libro de Friedrich fue objeto de
una intensa polémica que marcó su carácter influyente en la conciencia de la época.
41 En este contexto de exhibición de horrores funcionaron ambos films de Gance, en cuya
secuencia final un veterano de la primera guerra invoca a los soldados de todas las
nacionalidades caídos en la Gran Guerra para que se presenten ante los vivos como un
recordatorio macabro de la empresa bélica. « Colmad los ojos con este horror y las armas
caerán de vuestras manos », grita el loco a la multitud ante la que desfila, invadiendo
campos, caminos y aldeas con paso lento, una horda de soldados desfigurados,
harapientos y a medio pudrir (Fig. 4). Si en la versión silente de 1919 el montaje y los
intertítulos explicitaban la contraposición entre el desharrapado andar de la multitud de
cadáveres y el desfile triunfal de las tropas de sobrevivientes bajo el Arco de Triunfo, la
segunda recupera otro elemento igualmente central a la evocación funeraria de posguerra :
el monumento a los caídos de Verdún, construido pocos años antes, donde se inicia la
secuencia. Pero en ambas, el retorno de los muertos sirve a un mismo propósito : el de
constituirse como el garante último de la memoria y de la perdurabilidad de la paz. Y ese
garante es, fundamentalmente, visual. Si los vivos vieran, parece ser su mensaje de fondo,
la guerra se detendría.
Fig. 4
sancionadas
sustraen normalmente a nuestra vista, para torcer positivamente el rumbo de nuestras
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decisiones.
(mise à jour le 25 juin 2018).
Conclusión
Fermer
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Pour
Ferro,plus deBarbarie
Gabo, précisions, nous vous
y Civilización : Sangre,invitons
monstruosà consulter notre politique
y vampiros durante de confidentialité
el segundo gobierno
de Rosas. Buenos Aires : Marea, 2008. (mise à jour le 25 juin 2018).
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Notes
1 Para Wenceslao Tello, médico y autor del Código Sanitario Argentino de 1890, la cremación
« sanea el suelo, el aire, el ambiente social ; es económica. Se oponen a ella los pobres de espíritu, los
esclavos de la rutina. El cementerio del porvenir serán salones con casillas en sus muros, para los
muertos cuyas acciones sean dignas de imitarse, servir de ejemplo. Las malas acciones se perdonan y
olvidan. Es la herencia biológica saneada así para la evolución de la vida humana » (BAAC 7 : 9).
2 Cfr. por ejemplo los números de Caras y Caretas del 28 de octubre de 1899, 10 de enero de 1903,
1° de julio de 1905 y 1° de marzo de 1913, entre muchos otros. Cabe destacar, además, que el estilo de
paginación de textos e imágenes, la tipografía y el tipo de papel utilizados por el Boletín –
visiblemente distintos del formato no ilustrado de los boletines europeos contemporáneos, de
producción mucho más modesta y austera– responden en un todo al modelo estándar de revista
ilustrada instalado por la aparición de este semanario en 1898.
3 En un editorial que comparaba críticamente al Boletín con sus pares europeas se señala que éstas,
reducidas a « una simple memoria de las actividades societarias [...] no pueden llenar su verdadera
finalidad de propaganda, pues las memorias de por sí pesadas, no se leen o dicen muy poco [...] los
temas deben desarrollarse en forma sencilla, utilizando palabras fáciles y usuales y tratando de hacer
interesantes tópicos que para muchos resultan no sólo áridos, sino fuera de lugar » (BAAC 13/14 :
46).
4 De hecho, la existencia de esa red internacional era recurrentemente invocada por el propio
Boletín en las listas de publicaciones y cartas recibidas y en la reproducción de fotografías de todo el
mundo, así como de artículos de importantes referentes extranjeros ; pero también se deja ver en la
presencia de datos actualizados sobre cremación en la Argentina en revistas europeas
contemporáneas, como La flamme purificatrice.
5 En nuestro caso, ocho de las doce fotografías pertenecen a cadáveres de un mes o menos de
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sugieren que en su mayoría se trataría de cuerpos enviados desde los hospitales (la mitad de las
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que los más antiguos podrían ser cuerpos exhumados para su
(mise à jour le 25 juin 2018).
cremación en circunstancias
excepcionales pero frecuentes, como el desalojo de una tumba. Ninguno de los retratos parece
provenir de Enuna poursuivant votrelonavigation,
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es coherente con la intención del Boletín de asociar el horror de las imágenes con las consecuencias a
largo plazo de la inhumación y el ulterior abandono.
6 Jorge Salessi (1995 : 165) destaca hasta qué puntoFermer
Cantón y otros pioneros de la medicina legal
argentina « pusieron bajo su control y articularon los espacios en los que se realizaba la observación,
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interrogación y clasificación de personas arrestadas y detenidas, separados de los cuerpos de
personas muertas sobre las que se practicaban autopsias, es decir, también se observaba e
interrogaba los cuerpos muertos ». Sobre la condición intrínseca de la morgue como un dispositivo
de exhibición, observación y control, cfr. Bertherat 2002.
7 En Francia, por ejemplo, Bruno Bertherat (2002) señala la existencia de películas documentales y
recreaciones fílmicas de casos reales (como Histoire d’un crime de Ferdinand Zecca, 1901), rodadas
en la Morgue de París, y en 1947 La Flamme Purificatrice, órgano de posguerra de la ya mencionada
Société pour la Propagation de l’Incinération, anuncia el estreno del film suizo Memento mori,
dedicado a la cremación (La Flamme Purificatrice 2 : 3).
8 Me refiero al modo en que historiadores como Sandra Szir o Richard Ohmann han definido,
siguiendo al Guy Débord de La société du spectacle, a la proliferación de imágenes impresas en la
prensa ilustrada de circulación masiva de comienzos del siglo XX como « una visión del mundo
materialmente traducida, objetivada » en términos de espectáculo, y donde « el espectáculo tiende a
hacer ver por diferentes mediaciones especializadas y el mundo que no puede ser más directamente
alcanzado encuentra en la vista el sentido humano privilegiado de percepción de ese mundo
espectacularizado » (Szir 2012 : 84).
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