Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Resumen
Se discute el papel complejo y contradictorio de la innovación al ser abordada su relación con
el desarrollo social. Se realizó un estudio cualitativo crítico-documental, caracterizándose los funda-
mentos de la innovación a partir del contraste y análisis de autores clásicos como Smith, Marx,
Schumpeter, Veblen y contemporáneos v.gr. Rostow, Freeman, Nelson, Sundbo; así como su rela-
ción con las dinámicas socio-productivas y de desarrollo, atendiendo, por ejemplo, a las tesis de
North, Bourdieu, Elster, Castells, Stiglitz. La innovacion es un impetuoso fenómeno generador de ri-
queza, pero solo para sectores sociales acotados; justo por ello es también el principal diferenciador
al interior del sistema socio-económico predominante. Se concluye sobre la urgente necesidad de
nuevos enfoques capaces de cuestionar la prevalencia de las lógicas marcadas por los mercados y el
capital, superando las perspectivas neo-clásicas y evolucionistas hoy en día preponderantes. Es me-
nester refundar los procesos sociales de producción y reproducción del conocimiento y sus aplicacio-
nes, sobre nuevas bases económicas, epistemológicas y axiológicas, aportadas por actores sociales
y económicos emergentes.
Palabras clave: Innovación, desarrollo social, economía neoclásica, economía evolucionista,
transformación social.
* Doctor en Ciencias Políticas. Magíster Scientiarum en Planificación del Desarrollo. Profesor Ti-
tular de la Universidad Simón Bolívar (USB-Caracas), adscrito al Departamento de Ciencias
Económicas y Administrativas. Investigador PPI Nivel III. Miembro del Laboratorio Estudios de
la Innovación y el Desarrollo, e-mail: jpenac@usb.ve
** Doctora en Ciencias Humanas. Magister Scientiarum en Planificación y Gerencia de Ciencia y
Tecnología. Profesora Titular de la Universidad del Zulia (LUZ-Maracaibo), adscrita a la Unidad
Académica Estudios del Desarrollo, Departamento de Ciencias Humanas, Facultad Experi-
mental de Ciencias. Investigadora PEI Nivel B. Miembro del Laboratorio Estudios de la Innova-
ción y el Desarrollo, e-mail: elsapetitluzve@gmail.com
501
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
502
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
503
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
504
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
505
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
este último caso el desarrollo social ten- pobreza; la disminución notoria de la par-
dría cabida y posibilidades de ser realiza- ticipación de los salarios en el ingreso na-
do. Eso sí, la tesis se cuida de señalar cional; la precariedad del acceso a los
que tal desarrollo que iguala en bienestar bienes públicos; la violencia política; los
social, no tiene que ir acompañado de bajos coeficientes de inversión privada;
ninguna igualdad económica (lo que im- los efectos negativos combinados en la
portaría sería el ‘enriquecimiento general’ calidad de vida de la población, en parti-
de toda la ciudadanía). cular de mujeres, niños y jóvenes; la ero-
Incluso pensada la sociedad desde sión de la calidad potencial de la mano de
esas teorías, en las condiciones de sub- obra (por la desnutrición y la crisis de la
desarrollo de la América Latina la tarea educación), etc., etc.
de construcción paulatina y secuencial de En fin, al hacer desaparecer las ba-
formación del Estado nacional, desarrollo ses materiales para acceder al bienestar
industrial, democracia y bienestar social, y, al mismo tiempo, convivir con el ejerci-
ha tenido que ser afrontada simultánea- cio mediatizado de la democracia; la cre-
mente (cuando ello se ha intentado); ape- encia neoliberal condujo a una inestabili-
lándose a muy distintos consensos socia- dad social, económica y política tan gene-
les y a muy distintas herramientas econó- ralizada, que terminaron por llevar al co-
micas y políticas. Las consecuencias de lapso a prácticamente todos los sistemas
este proceso tan distinto al supuesto para políticos de la región.
otras latitudes, han demostrado que son La experiencia latinoamericana ha
impracticables los mismos criterios teóri- dejado en evidencia que el funciona-
cos y prácticos para la transformación miento libre de los mercados jamás resol-
económica y social de nuestras socieda- verá por si solo el tema de la desigualdad
des; lección que a duras penas parece y del subdesarrollo social. Por el contra-
que recién ha sido aprendida a inicios del rio, ella sostiene la crítica a la teoría neo-
siglo XXI (luego del más reciente y desas- clásica en el sentido de que la distribución
troso intento mimético representado por del bienestar está dada exógenamente a
la noche neoliberal de finales del siglo los procesos puramente económicos; por
XX) (Ffrench Davies, 2004; Borón, 2005; tanto, el equilibrio distributivo no puede
Kliksberg, 2006). ser un resultado simple del mercado, sino
En efecto, la ‘búsqueda’ del desa- que es un tema que pertenece al campo
rrollo social por la vía secuencial marsha- de la política.
lliana en lo socio-político y neoclásica en Es en ese marco de dinámica so-
lo económico, que en apariencia fue la cial no lineal, contradictoria y conflictiva,
que condujo al desarrollo en los países in- no necesariamente ‘progresiva’; que se
dustrializados, se plasmó en los años no- proponen las políticas públicas reales en
venta en los países de Latinoamérica en economía, en derechos democráticos, en
costos representados por una profunda derechos sociales. Allí también es que se
crisis distributiva y de bienestar; el mayor da el debate sobre cómo la innovación
empobrecimiento de la población en tér- contribuye o no a tales procesos de desa-
minos de aumento de la desigualdad y la rrollo social.
506
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
507
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
508
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
509
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
plazo (por ello, luego se expondrán y dis- cos a lo sumo lo que podrían estar esta-
cutirán críticamente las tesis evolutivas y bleciendo es un amplio campo de posibili-
de aprendizaje que más recientemente dades, dentro del cual los actores socia-
intentan explicar el fenómeno, rompiendo les están en capacidad de experimentar
definitivamente con estas visiones toda- arreglos diversos para competir o coope-
vía clásicas). rar. En ese sentido, las opciones tecno-e-
Las interpretaciones de esta natu- conómicas no derivan en una receta o so-
raleza han llegado al punto de señalar lución única, a pesar de que insistente-
que son los procesos de despliegue de mente así se haya tratado de ‘vender’ la
nuevos paradigmas tecno-económicos historia del desarrollo de las sociedades
los que explican desde la conducta opor- (véase al respecto las muy diversas rutas
tunista individual de los agentes econó- seguidas por los Estados Unidos, Fran-
micos aislados, hasta el comportamiento cia, Japón o China, para mencionar sólo
de las ondas largas de Kondratiev; esto algunos ejemplos, en sus respectivos y
es, el fenómeno de la innovación debería muy diferentes caminos hacia niveles su-
ser considerado crucial para poder expli- periores de calidad de vida, puestas en
car tanto los fenómenos de competencia evidencia por los estudios de North,
directa entre agentes económicos, como 1984; Mokyr, 1990; Maddison, 1998; Lan-
los fenómenos de transformación estruc- des, 1999).
tural del sistema económico mundial. De igual manera, debe señalarse
Aquí se corre el peligro de entregarle to- que las sociedades no son sólo resultado
dos los argumentos a lo que se denomina de la transformación tecnológica y econó-
determinismo tecnológico. mica. En el planeta permanentemente
El determinismo tecnológico supo- surgen vigorosos movimientos sociales
ne que la lógica del cambio estrictamente que propugnan maneras de hacer socie-
técnico arrastra, conduce y moldea el res- dad que no se subordinan a imperativos
to de los fenómenos sociales. Un deriva- tecno-económicos, sino que por el con-
do de esta tesis es que debe esperarse trario hasta aparecen para enfrentarse a
un progreso socio-económico sostenido, ellos (verbi gratia, los movimientos que
inevitable, neutral y con tendencia a ge- provocaron la detención súbita que sufrió
neralizarse. Para el caso de los países en su momento el desarrollo y uso de la
subdesarrollados (Rodríguez, 1993; energía atómica, la oposición de impor-
Sampedro, 1996), el determinismo tecno- tantes sectores a lo que se ha denomina-
lógico implicaba el seguimiento de la vía do ‘la sociedad de consumo’ o el desplie-
trazada por los países occidentales in- gue vigoroso de las corrientes que impul-
dustrializados, sin mayores consideracio- san el desarrollo sustentable).
nes sobre las lógicas que les son particu- Por supuesto, las transformacio-
lares como organizaciones sociales dife- nes estructurales planteadas por estos
rentes (Lander, 1994; Ramos, 1999). cambios paradigmáticos, no ocurren sin
Es por ello que, para superar ese conflictos. Frente al despliegue de las
determinismo, se hace necesario recal- nuevas opciones, el desarreglo inicial
car que los paradigmas tecno-económi- que se produce en las instituciones socia-
510
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
les y el marco socio-económico prevale- dos financieros y los grupos sociales que
ciente, obliga a que los cambios vayan los aprovechan (Touraine, 1998; Stiglitz,
más allá del ámbito puramente técnico y 2002) sobre todas las demás oportunida-
económico. Usualmente todo el entrama- des de inversión. La movilidad del capital
do socio-institucional debe ser recons- y la interconexión de la producción crean
truido, en un proceso conflictivo que no es las condiciones para que la inversión se
de corto plazo. La capacidad de los gru- traslade instantáneamente y a bajo costo
pos humanos para resolver estos perío- por el mundo entero, atraída por zonas de
dos turbulentos y la correlación de fuer- costos económicos inferiores. Las nue-
zas socio-políticas, los proyectos y con- vas tecnologías de la información condu-
cepciones de sociedad que resultan do- cen este torbellino global de acumulación
minantes, dictan el derrotero que seguirá de riqueza y difusión de pobreza, y no es
el paradigma asimilado. de extrañar que en torno a su despliegue
En ese sentido, la dinámica predo- se hayan estado formando los agujeros
minante del proceso estructurador que negros del capitalismo informacional ac-
hoy se despliega ha conducido a resulta- tual (Castells, 1996-1998).
dos poco halagadores en la mayor parte Es importante destacar que los pe-
del mundo: aumento de la desigualdad, ríodos de transición tecnológica proveen
mayor polarización social, incremento de también a las sociedades relativamente
la pobreza y la miseria. El despliegue del atrasadas una opción para la modificación
paradigma tecnológico informacional ha de la productividad de su sistema econó-
estado creando o remarcando, según sea mico, con su correspondiente impacto tan-
el caso, una aguda línea divisoria entre to en la estructuración de los diversos gru-
pueblos y localidades; con un pequeño pos o actores sociales, como en la posi-
conjunto que es considerado valioso, en ción relativa que pueda tener un país en la
tanto se deja de lado una inmensa mayo- distribución de la riqueza mundial.
ría que es considerada como prescindible. En circunstancias de turbulencia se
En la base de esta situación se en- abren espacios para la búsqueda de nue-
cuentra el hecho de que el paradigma tec- vas maneras de aprovechar el despliegue
nológico ha sido cabalgado por un con- del nuevo paradigma, intentando evitar las
junto de fuerzas sociales que han privile- variantes perversas que hoy en día predo-
giado la globalización financiera y han minan. Por supuesto, el despliegue de
avanzado en las transformaciones de for- esas nuevas posibilidades, se encuentra
ma selectiva, incluyendo y excluyendo a mediado por las restricciones que impo-
segmentos completos de economías y nen las diferentes historias y las muy dis-
sociedades de la participación y el disfru- tintas realidades socio-económicas de
te de las redes de información, de la ri- partida que encara cada sociedad. De
queza y del poder que caracterizan el igual manera, hay lógicas tecnológicas
nuevo sistema que se despliega. asociadas muy fuertemente a determina-
No se está en presencia de un gran dos modelos de vida (por ejemplo, el con-
proceso especulativo, sino ante una lógi- sumista o el depredador del ambiente) que
ca de poder: la del dominio de los merca- pueden ser contradictorias con los nuevos
511
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
512
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
513
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
un esquema útil para la comprensión de adelantado todas las cosas que deberían
asuntos parciales o de corto plazo, pero conocer (o acceden al conocimiento sin
es menos adecuado para el análisis del ninguna barrera) y que los innovadores
desarrollo económico, y menos aún para conocen anticipadamente todos los posi-
estudiar el desarrollo social. bles resultados de los procesos de inno-
En este orden de ideas, no se dice vación.
nada nuevo cuando se afirma que el neo- Por lo demás, los estudios sobre la
clasicismo económico está en su elemen- innovación han revelado un fenómeno
to cuando se enfrenta con medios estáti- complejo que envuelve múltiples actores
cos. Es por ello que extender dichas tesis e influencias, con actividades que se or-
al problema dinámico de la innovación es ganizan y nutren dentro de un sistema di-
problemático (Elster, 1992; Bryant, námico de múltiples niveles (desde el ni-
2001). La ortodoxia neoclásica tiende a vel global hasta diferentes categorías de
explicar el cambio tecnológico como sim- niveles locales, comunitarios y empresa-
plemente otro caso de maximización bajo riales) y, por tanto, no existe una ‘mejor’
limitaciones, centrándose en conceptos manera de gerenciar esos procesos de
idealizados acerca de los mercados e in- innovación, ni una conducta particular
troduciendo elementos como las fallas de que maximizar.
mercado que obstaculizan que éstos al- Se requiere una perspectiva que re-
cancen el estado de equilibrio. conozca como natural la existencia de las
Una dificultad fundamental para el asimetrías y la falta de información, las limi-
desarrollo adecuado de esta perspectiva taciones del comportamiento racional ante
surge del hecho de que, si bien la innova- las restricciones que las instituciones impo-
ción en cualquier momento dado se en- nen, lo crucial de los comportamientos
cuentra limitada por lo que es técnica- adaptativos y de búsqueda activa del
mente posible (entre muchas otras co- aprendizaje, la importancia del conoci-
sas), estas limitaciones no pueden entrar miento (y su creciente expresión como una
en la explicación de la innovación a no ser forma del capital) y la coexistencia de fenó-
que sean conocidas por anticipado por el menos de cooperación en estrecho contac-
innovador. Por tanto, aunque se suponga to con los de competencia. Estas caracte-
que el empresario innovador maximiza rísticas calzan difícilmente dentro de los es-
ganancias, no se le imputa el conocimien- quemas económicos neoclásicos.
to del conjunto factible de innovaciones
que permitiría explicar su conducta con 7. La propuesta no ortodoxa:
basamento en el modelo estándar de la instituciones y evolución
racionalidad paramétrica.
En definitiva, no es razonable anali- La teoría de la evolución por varia-
zar los procesos de aprendizaje y de in- ción casual y por selección natural es in-
novación sin considerar la incertidumbre mensamente atractiva ya que es a la vez
fundamental del fenómeno. No tomarla simple y poderosa, de allí que haya sido
en cuenta llevaría a la contradictoria con- utilizada en innumerables ocasiones en
clusión de que los agentes conocen por las ciencias sociales como metáfora ex-
514
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
plicativa útil. En ese sentido, la noción ge- competitivos. Esas mismas ideas enfati-
neral de que el avance tecnológico proce- zan el papel que juegan los procesos de
de a través de un proceso evolutivo ha interacción y coordinación en la econo-
sido desarrollada independientemente mía, bien sea a través de los mercados o
por estudiosos del tema en variedad de los sistemas de innovación, y subrayan
disciplinas (en sociología, historia de la que se está en presencia de una dinámi-
tecnología, economía, artes militares, ge- ca de cambio turbulenta que no necesa-
rencia empresarial, entre otros). riamente conduce hacia un ‘óptimo’. Las
Ahora bien, de entrada debe aten- imperfecciones, brechas, ineficiencias y
derse a que en el terreno de la economía ausencia de lazos dentro de los sistemas,
las tesis evolucionistas sólo comparten son características usuales que están en
un parentesco débil con la evolución bio- permanente evolución, no existiendo
lógica y de ninguna manera se asumen realmente un estado de equilibrio privile-
todas sus derivaciones. Así, por ejemplo, giado, ni atractores de estabilidad que
la evolución económica necesariamente produzcan ciertos procesos convergen-
tiene que incluir la intencionalidad huma- tes. Para el pensamiento económico es-
na como uno de sus elementos, lo que tándar estás afirmaciones constituyen
afecta seriamente la suposición de que herejía y no es de extrañar que las posi-
toda la variabilidad es casual y obliga a ciones evolucionistas sean en economía
hacer consideraciones explícitas acerca una contra-cultura anti-ortodoxia.
de las características materiales y socio- Los sistemas económicos son
culturales de estos fenómenos. abiertos y necesariamente dinámicos. Si
El asunto central en cualquier teoría adicionalmente se consideran sistemas
evolucionista no es el ser sino el devenir, evolutivos, deben cambiar de acuerdo a
resolver el problema de por qué el mundo procesos de características muy peculia-
cambia y la manera en que lo hace, inclu- res: el desarrollo de variedad y la selec-
yendo a qué velocidad y en qué dirección. ción de la misma. Se trata de fenómenos
Es aquí donde la perspectiva evolucionis- por naturaleza dinámicos que se desplie-
ta en economía resulta sumamente útil en gan en múltiples niveles y presentan re-
virtud de que sugiere que aquellos ele- troalimentación positiva (reforzante), con
mentos que para los neoclásicos son asi- todo lo que esto implica en términos de lo
metrías e imperfecciones, realmente que se denomina path dependency o his-
constituyen el combustible que impulsa la toria propiamente dicha.
innovación (Nelson, 1995). Desde un plano ligeramente dife-
El desarrollo del pensamiento evoluti- rente, aparece aquí el tema crucial de la
vo en el campo económico ha permitido auto-organización como una dimensión
identificar muchas ideas que le dan sentido de la evolución en economía. El compor-
al término innovación, tanto desde una pers- tamiento evolutivo auto-organizado pue-
pectiva social, como técnica y organizacio- de considerarse como un patrón de com-
nal; enlazando el fenómeno innovador con portamiento que surge de la interacción
temas cruciales como el crecimiento econó- (típicamente localizada) entre los compo-
mico, el cambio estructural y los procesos nentes de un sistema. Ese patrón no ne-
515
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
516
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
sicos entre otros, North (1984), (1995); pero con otras terminologías, Marx
Elster (1991); Fukuyama, (1998). (1867) y Smith (1776)- señalaban que las
Igualmente, a la luz del plantea- mismas instituciones son sujetos de se-
miento institucionalista cabría diferenciar lección, así que no pueden ser asumidas
dos tipos de evoluciones: la northiana, que como dadas exógenamente. Más aún,
trata de la evolución institucional en el las instituciones pueden llegar a ser mo-
marco de una economía nacional o supra- dificadas e incluso creadas por las unida-
nacional; y la schumpeteriana, que se re- des que se supone ellas deben seleccio-
fiere a las instituciones al interior de las or- nar: ¡en buena medida, la innovación tra-
ganizaciones; reconociéndose las interre- ta con la anticipación y creación de las fu-
laciones inevitables entre los dos niveles. turas condiciones de selección!
En el campo macro aparecen como En definitiva, el evolucionismo y el
elementos institucionales relevantes las institucionalismo en economía coinciden
tradiciones de cooperación, los derechos en reconocer un conjunto de fuerzas, acto-
de propiedad, las leyes antimonopolio, res e influencias que usualmente son ex-
los proyectos ideológicos nacionales, la cluidas del análisis económico estándar; y,
formación general de recursos humanos, en particular, la tecnología y las institucio-
la provisión de infraestructura; elementos nes deben ser consideradas como co-evo-
todos que constriñen los ensayos innova- lucionando en un fenómeno que deviene
dores que en el nivel meso y micro serán en la principal fuerza subyacente al proce-
realizados. Por su lado, en estos últimos so de crecimiento y desarrollo económico.
niveles las empresas y otros tipos de or- Pero lo cierto es que estas posicio-
ganizaciones ponen de relieve la modifi- nes no pueden negar su origen: se trata de
cación de hábitos, las capacidades de in- visiones que intentan entender en profun-
fluenciar legisladores, los valores que se didad el funcionamiento del sistema capi-
comparten, entre otros, haciendo énfasis talista globalizado, con el fin de mejorar los
en el desarrollo de estrategias de interac- esquemas de aprovechamiento de la in-
ción micro que demuestran tener capaci- novación, sin poner en cuestionamiento
dad para orientar la evolución de la inno- las consecuencias perversas que tienen
vación en un nivel más general. estos fenómenos para grandes cuerpos
Pero no se trata de una incidencia sociales (usualmente ubicados en espa-
unilateral de las instituciones sobre el cios ajenos a los países desarrollados).
cambio técnico. Aquéllas también están
fuertemente condicionadas por la mane- 8. Más allá de la teoría:
ra como las nuevas tecnologías son de- ¿ha producido la innovación
sarrolladas, aceptadas y absorbidas desarrollo social?
dentro del sistema socio-económico, así
como por el camino tecnológico que Decía Nietzsche (1973 [1886]: 23)
efectivamente se transita (Dosi, 1982; que “es destino de todo mito irse desli-
Elster, 1992). zando a rastras, poco a poco, en la estre-
Llevado el argumento a su extre- chez de una presunta realidad, para ser
mo, ya Veblen en 1898 -y antes que él tratado por un tiempo posterior cualquie-
517
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
ra como un hecho ocurrido una vez, con armónica y equitativa; así igualmente se
pretensiones históricas”. Y sabido es que depositaba hacia finales de siglo toda la
resulta vergonzoso para el hombre actual confianza en la acción suprema del Mer-
admitir que su accionar está orientado cado, ya que éste –se decía- busca siem-
por móviles de orden mítico. Sin embar- pre optimizar las ganancias y los benefi-
go, el mito no es ajeno a las relaciones so- cios. Así, mediante un juego de libre inter-
ciales supuestamente avanzadas: se ins- cambio, se produciría el bienestar de to-
tala silenciosamente en la sociedad occi- dos, librándose al individuo del hambre y
dental como respuesta a frustraciones, de la pobreza. Smith dixit.
desencantos e incertidumbres. Gracias a En el ámbito que aquí atañe, tam-
ellos se asientan proyectos de mundo, se bién se ha convivido con un mito equiva-
reduce la ansiedad y se hace manejable lente. ¿No es acaso claro que también la
el temor. innovación ha sido considerada en cier-
Evidentemente, se está ampliando tos discursos como una palanca funda-
el sentido usual que se le asigna al térmi- mental para lograr el crecimiento econó-
no, según el cual: “los mitos son historias mico que las sociedades requieren para
sagradas elaboradas por el hombre pri- su progreso y para, con ello, alcanzar el
mitivo para explicar su realidad, el origen mejor bienestar de todos?
del mundo, animales, plantas y el hom- Ciertamente, se trata de la reitera-
bre, transmitidas de generación en gene- ción de lo planteado en épocas pasadas
ración, en donde los protagonistas son cuando se hablaba de la ciencia como pa-
seres divinos” (Escamilla, [2003: s/p]). Se nacea. Y así como el mito no era fundado
enfatiza más bien que “el mito cuenta en este último caso, existen suficientes
cómo, gracias a las hazañas de seres so- evidencias de que tampoco lo es en ma-
brenaturales, una realidad ha venido a la teria de innovación.
existencia, convirtiéndose en el modelo Lo cierto es que es creciente el des-
ejemplar de todas las actividades huma- creimiento de grandes grupos sociales
nas significativas […] El mito no habla de frente al estilo de desarrollo dominante a
lo que ha sucedido realmente” (Eliade, nivel global, ampliamente anclado en el
[2003: s/p]). fenómeno de la innovación y en la explo-
Pero el mundo occidental no ha es- tación económica del desarrollo tecnoló-
tado exento de producir y convivir con sus gico en ambientes dominados por las ló-
propios mitos. Así como la Modernidad gicas de los mercados; estilo de desarro-
desarrolló el mito de la ‘Edad de Oro’: la llo que se ha revelado ecológicamente
supuesta existencia de una sociedad sin predatorio, socialmente perverso y políti-
conflictos ni tensiones sociales, futuro de camente injusto.
orden y progreso al que llegaría toda la Junto con ello, el paro estructural,
humanidad a través de la racionalidad la degradación de la calidad de las rela-
científica; así como en gran parte del siglo ciones de trabajo de las mayorías y la ex-
XX se creyó que el Estado de Bienestar clusión socio-económica generalizada,
promovería el desarrollo, viviéndose la son el trasfondo de ese discurso apologé-
ilusión de que se llegaría a una sociedad tico acerca de la innovación y el desarro-
518
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
519
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
cias iniciales del cambio técnico son, sin De hecho, las políticas de la inno-
duda alguna, violentas y destructoras; en vación más populares son sólo aquellas
particular por sus efectos en el empleo, que favorecen el desplazamiento hacia
en la obsolescencia de las profesiones y adelante de la frontera tecnológica; es
de los capitales tradicionales; pero, por decir, aquellas que promueven la innova-
otro lado, consideran demostrado que se ción radical. Se obvian, entonces, las po-
generan nuevas funciones profesionales líticas de carácter integral, sustentadas
y financieras, así como nuevos productos sobre las características ciertas del terri-
y servicios. La escuela de Freeman con- torio, únicas que permitirían al mayor nú-
cluye que su análisis del balance del em- mero de actores sociales y a los distintos
pleo es positivo, siempre y cuando se Estados y a las diversas regiones de un
esté hablando de high-tech. mismo Estado, correr a la misma veloci-
Es claro que tal no es la situación en dad o de un modo menos deficiente.
el conjunto del mundo, sometido, en el jue- Aquí es pertinente recalcar la con-
go político y económico mundial, a la gene- cepción de desarrollo social que se en-
ralización interesada de esas visiones es- cuentra en juego: un proceso que, en el
trechas y solo parcialmente válidas en los transcurso del tiempo, conduce al mejo-
contextos de las sociedades desarrolladas. ramiento de las condiciones de vida de
Se hace imprescindible recapitular: toda la población en diferentes ámbitos:
la innovación no es sólo la aplicación de salud, educación, nutrición, vivienda, vul-
los resultados de investigación y desarro- nerabilidad, seguridad social, empleo,
llo de alto nivel, sino que también es el re- salarios. Implica también la reducción de
sultado del estado de la situación en las la pobreza y la desigualdad en el ingreso
relaciones sociales, de las capacidades (Midgley, 1995). Por tanto, muy lejos se
emprendedoras existentes, de las pautas está de equiparar desarrollo social con
estratégicas en curso, del juego de poder crecimiento económico; tampoco se trata
prevaleciente y de las capacidades para de su más reciente mimetización con al-
tomar decisiones en los niveles micro y gunas formas de capital (capital social,
macro en el seno de la sociedad. capital humano, entre otros) (Putnam,
Vinculado con lo anterior, recuérde- 2000; Sala-i-Martin, 2000).
se que la relación tecnología-empleo se Por ello, afrontar el carácter disfun-
funda en un paradigma cultural del siglo pa- cional y el poder disruptivo intrínseco a la
sado: el de la eficiencia productiva basada tecnología en el marco del capitalismo,
en el ahorro de tiempo y de esfuerzo; por lo parece pasar por el cuestionamiento de
tanto, es intrínseco a su contenido el hecho las lógicas de acumulación dominantes
de que la tecnología actual presente rendi- en estas sociedades, si es que efectiva-
mientos decrecientes en términos del em- mente se quieren superar las desigualda-
pleo global. Es evidente entonces la para- des que produce la innovación; particu-
doja tecnológica que contrapone a quien larmente en contextos en donde las dife-
trabaja demasiado con quien no puede ha- rencias sociales y económicas de partida
cerlo, a los centros de excelencia con las son muy profundas entre sus distintos es-
áreas de pobreza creciente. tratos. De lo contrario, en estos espacios
520
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
ampliamente desestructurados se está innovativas; solo con esa ruptura será po-
propiciando que los fenómenos de cam- sible que ellas se orienten a contribuir al
bio técnico sometidos a las lógicas de los bienestar social de sus conciudadanos,
mercados y el capital sigan siendo un im- privilegiando en esa nueva lógica el tra-
pedimento y no una herramienta para el bajo y no el capital.
logro de objetivos de desarrollo social. Dagnino deja en claro que se trata
¿Será posible, entonces, replan- de un desafío a la vez científico, político e
tear la apertura de la caja negra del pro- ideológico: un reto para la construcción
ceso innovador en una clave que no sea de la perspectiva social que debe entrete-
la típica lectura mimetizadora de lo que jer los conceptos de ciencia, tecnología e
proviene de las economías industrializa- innovación. En fin, se identifica como
das? Más todavía, ¿será posible plan- principio básico para la construcción del
tearse el tema de la sus relaciones con el bienestar social latinoamericano, la reso-
desarrollo social en un marco que deje de lución adecuada y estratégica (en múlti-
privilegiar, por fin, el mito propagado por ples dimensiones y en función del largo
Smith acerca de la prevalencia de los plazo) de las relaciones entre innovación
mercados y el capital? y desarrollo social.
En esta dirección vale la pena citar Tal perspectiva hoy en día se inte-
a Varsavsky (1974), quien en sus estu- gra a la concepción de desarrollo que
dios sobre los estilos tecnológicos y los emerge en el continente: un desarrollo in-
estilos de desarrollo, señaló que los lati- tegral que abarca como ejes centrales
noamericanos al plantearse sus propios concurrentes la preservación de los eco-
objetivos productivos, encuentran que la sistemas, el impulso al crecimiento eco-
tecnología y la innovación no tienen res- nómico desde y hacia adentro, y la pro-
puesta para muchísimos de los proble- moción del desarrollo humano (Peña Ce-
mas prácticos que esos objetivos obligan dillo, 2006; Urdaneta y Petit, 2008; Carre-
a resolver. Postula entonces que se ro y Petit, 2011).
adopte una decidida ‘actitud creativa y Mas expresamente, la construc-
transformadora’ para construir sus pro- ción de cohesión social, el desarrollo or-
pios estilos de desarrollo y sus propios ganizacional innovador, la promoción de
modelos innovativos. la colaboración y la reciprocidad, la co-
Décadas después, Dagnino (1996) creación, el trabajo en red, y el empode-
igualmente concluye que la innovación, ramiento popular; surgen como los funda-
para que se convierta en práctica efectiva mentos cohesivos de ambos fenómenos.
y eficaz de cualquier nación de Latinoa- Todo lo dicho hace perfectamente
mérica, obliga a promover una cultura transparente que la interfaz compleja en-
tecnológica apropiada a las necesidades tre innovación y desarrollo social es alta-
y características de los pueblos de la re- mente ideológica y política. Y es ilusorio
gión. Ello lo asocia directamente con la no enfrentarse a ello. Más aún, en ese
superación de la lógica capitalista que im- cuestionamiento se insiste que el proble-
pide a los sectores productivos naciona- ma no se reduce a la creación de interac-
les desarrollar sus propias capacidades ciones distintas entre ambas esferas,
521
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
522
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
523
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
Elster, Jon (1992). El cambio tecnológico: in- Maddison, Angus (1998). Historia del desa-
vestigaciones sobre la racionali- rrollo capitalista: sus fuerzas diná-
dad y la transformación social. Bar- micas. Barcelona, Ariel.
celona, Gedisa. Mandel, Ernest (1975). Late capitalism. Lon-
Escamilla, Soledad [2003]. Sentido común. don, New Left Books.
[Documento electrónico] [http://www. Marx, Karl (1977 [1867-1894]). El capital: crí-
monografias.com/trabajos15/senti- tica de la economía política. México,
do-comun/sentido-comun.shtml] [Sin Fondo de Cultura Económica.
524
_______________________ Revista Venezolana de Gerencia, Año 18, No. 63, 2013
Midgley, James (1995). Social Development: Ramos, Mauricio (1999). Modern technology
The Developmental Perspective in and technological determinism: the
Social Welfare. London, Sage. Empire strikes again. Bulletin of
Mokyr, Joel (1990). Lever of riches: techno- Science, Technology & Society,
logical creativity and economic Vol. 19(5), pp. 403-410.
progress. New York, Oxford Univer- Robinson, Joan (1933). The economics of
sity Press. imperfect competition. London,
Nelson, Richard (1995). Recent evolutionary Macmillan.
theorizing about economic change. Rodríguez, Octavio (1993). La Teoría Del
Journal of Economic Literature. Subdesarrollo de la Cepal. Madrid,
March, pp. 48-90. Siglo XXI.
Nietzsche, Friedrich (1973 [1886]). El naci- Rosenberg, Nathan (1979). Economía del
miento de la tragedia. Madrid, Alian- cambio tecnológico. México, Fondo
za. de Cultura Económica.
North, Douglass (1984). Estructura y cambio Rostow, Walt (1978). The World economy.
en la historia económica. Madrid, London, Macmillan.
Alianza. Sala-i-Martin, Xavier (2000). Apuntes de cre-
North, Douglass (1995). Instituciones, cam- cimiento económico. Barcelona,
bio institucional y desempeño eco- Antoni Bosch.
nómico. México, Fondo de Cultura Sampedro, José Luis (1996). Conciencia del
Económica. subdesarrollo veinticinco años
Nweihed, Kaldone (1999). Globalización: después. Barcelona, Taurus.
dos rostros y una máscara. Cara- Sargent, Thomas (1976). Rational expecta-
cas, Instituto de Altos Estudios de tions and the term structure of interest
América Latina. rates. Journal of Political Economy,
Pavitt, Keith (1984). Sectoral patterns of te- Vol. 84(2), pp. 207-237.
chnical change: towards a taxonomy Schumpeter, Joseph (1934 [1911]). The
and a theory. Research Policy, Vol. theory of economic development.
13, pp. 343-373. Cambridge, Mass, Harvard University
Peña-Cedillo, Jesús (2006). Redes de Inno- Press.
vación Productiva: un análisis eco- Schumpeter, Joseph (1939). Business Cy-
nómico y político en la perspectiva cles: a theoretical, historical and
del Socialismo del Siglo XXI. Cara- statistical analysis of the capitalist
cas, MCT. process. New York, McGraw-Hill.
Pérez, Carlota (1985). Microelectronics, long Wa- Smith, Adam (1997 [1759]). Teoría de los sen-
ves and Structural Change: new pers- timientos morales. México, Fondo
pectives for developing countries. World de Cultura Económica.
Development, Vol. 13(3), pp. 441-463.
Smith, Adam (1997 [1776]). Investigación so-
Pérez, Carlota (1986). Las nuevas tecnolo- bre la naturaleza y causas de la ri-
gías: una visión de conjunto. San- queza de las naciones. México, Fon-
tiago de Chile, PREALC. do de Cultura Económica.
Putnam, Robert (2000). Bowling Alone: The Stiglitz, Joseph (2002). El malestar en la glo-
Collapse and Revival of American balización. Madrid, Taurus.
Community. New York, Simon &
Sundbo, Jon (1998). The theory of innova-
Schuster.
tion: entrepreneurs, technology
525
Innovación y desarrollo social: ¿es posible la construcción de una relación estratégica?
Peña Cedillo, Jesús y Petit, Elsa Emilia _____________________________________
526
Copyright of Utopia y Praxis Latinoamericana is the property of Revista de Filosofia-
Universidad del Zulia and its content may not be copied or emailed to multiple sites or posted
to a listserv without the copyright holder's express written permission. However, users may
print, download, or email articles for individual use.