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INTRODUCCIÓN A LOS CONCEPTOS

FUNDAMENTALES AL PROCESO CIVIL

Dr. FRANK ACEVEDO SÁNCHEZ

UPN

2010 - II
ADVERTENCIA

Este documento es una apretada síntesis de


los elementos mínimos para la comprensión
de la Teoría General del Proceso; y está
dirigida a los alumnos que van a iniciar su
estudio.

Se ha buscado facilitar el entendimiento de


los diversos temas mediante la colocación de
ejemplos entre paréntesis.
INTRODUCCIÓN A LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA
TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

I.- ¿Qué es la Teoría General del Proceso?

La primera necesidad ante la cual nos enfrentamos al tomar contacto con una
ciencia, arte o técnica es determinar lo más exactamente posible su contenido;
dicho de otra forma, buscamos saber de primera impresión que es a lo que nos
vamos a enfrentar.

Visto así empezaremos por determinar que es el Derecho Procesal. Lo


podemos definir como el conjunto de normas jurídicas, jurisprudencia y
doctrina que establecen la forma de resolver jurisdiccionalmente un litigio.
Suele llamársele "derecho adjetivo", por contrapartida al derecho de fondo,
esto es, al que es debatido en el proceso, llamado "derecho sustantivo"

Por litigio entendemos un conflicto en el que dos personas llamadas partes se


enfrentan pretendiendo hacer valer intereses encontrados de contenido
jurídico, siendo la función del juzgador determinar cual es el que debe ser
tutelado. Todo aquel que no tiene interés en el litigio se llama tercero.

Este litigio puede ser resuelto de varias formas, y se han agrupado en tres
clasificaciones básicas:

Autodefensa, en la que una de las partes impone a la otra su decisión


personal, haciendo prevalecer su "derecho" o, mejor llamado, interés. pero
se permiten algunas formas. (legítima defensa, corte de ramas y árboles y
robo de famélico)
Autocomposición, en la que una de las partes sacrifica su posición particular
en favor de la otra (desistimiento del actor en un juicio, el allanamiento del
demandado y la transacción). A la autocomposición se puede llegar por medio
de una decisión unilateral, negociación, mediación o conciliación.

Heterocomposición, que se constituye como la forma socialmente más


avanzada, y en la que se deja la resolución del litigio a un tercero imparcial.
(a esta clasificación corresponde el proceso judicial y el arbitraje. Al que
inicia el juicio o el procedimiento arbitral se le llama "actor" o
"demandante", y en contra de quien se intenta se llama "demandado")

En el proceso se busca solucionar el conflicto mediante la intervención de un


oficial público nombrado por el Estado (llamado generalmente juez o
magistrado) con facultades legales para hacerlo, y el proceso es el camino que
se sigue hasta la solución de la controversia.

La Teoría General del Derecho Procesal, es el conjunto de instituciones y


principios que se encuentran en cualquier proceso judicial. Esto quiere decir
que lo mismo civil, el familiar o el penal, el mercantil o el constitucional
tienen en común una misma base que los une a todos, y la Teoría General del
Proceso se ocupa exactamente de estudiarla.

II.- ¿Cuales son los conceptos fundamentales de la Teoría General del


Derecho Procesal?

La Teoría General Proceso se basa, tradicionalmente, en tres conceptos, que


han sido desarrollados por muy diversos autores, existiendo así varias
doctrinas sobre los mismos.

Como nuestro objeto es presentar sólo nociones básicas, vamos a enunciarlos


de forma sencilla y general:

A) Acción

El derecho de acción es la facultad que tenemos las personas de acudir ante los
tribunales para solicitar la solución definitiva de un litigio. Aún los menores,
incapaces, personas morales y extranjeros pueden acudir a solicitar justicia
ante un juez cumpliendo las normas de representación que señalan las leyes.
Esta facultad no nace de la existencia de un derecho violado, sino que es
otorgada directamente por el artículo I del TP. Del Código Procesal Civil, por
lo que no importa si en realidad se ha presentado una afectación en contra del
actor para que nazca el derecho de accionar ante un juez.

La existencia o no de la vulneración aducida, así como la tutela o protección


solicitada es exactamente el punto de que se ocupará la sentencia (por
ejemplo, la alegación de la violación de un derecho de crédito y la
reclamación del pago coactivo).

Se ha aceptado que el derecho de acción lo ejercita el actor al demandar, pero


que también lo hace el demandado al contestar (lo que se conoce como la
"doble pertenencia de la acción"), ya que el primero plantea una serie de
pretensiones y el segundo trata de evitarlas oponiéndose y presentando
excepciones y defensas.

La pretensión es aquello que se solicita a la contraparte (pago de una cantidad,


dinero, rescisión de un contrato, entrega de una cosa, etc.). Así, cuando se
ejercita el derecho de acción este siempre va acompañado de una pretensión.

La acción va dirigida al juez, pues consiste en la solicitud de que resuelva un


litigio, mientras que la pretensión se dirige al demandado (en el caso de las
excepciones y defensas, se dirige contra el actor), exigiéndole una conducta
determinada.
Vista de este modo, la acción implica dirigir un pedimento de derecho
material o sustancial a la contraparte, y otro de naturaleza procesal y
constitucional al juez, que consiste en la solicitud de que conozca y resuelva el
litigio, lo que más adelante analizaremos bajo el nombre de jurisdicción.

El derecho de excepción es la facultad que tiene el demandado de oponerse a


lo que se le exige, y es una facultad que, al igual que la acción, no se basa en
la invocación de un derecho violado, sino que es independiente. Todo
demandado tiene derecho de defenderse, lo que realiza cuando se opone al
actor y se defiende a lo largo del proceso. Este derecho tiene fundamento
constitucional .

Hay que señalar que el derecho de acción y de excepción no dan título para
exigir una sentencia a favor, sino sólo para obligar al juez a que conozca el
conflicto. Incluso cuando este no sea resuelto por alguna causa (se declare
procedente la falta de legitimidad para obrar, terminándose así el juicio
iniciado, o se presente la caducidad del proceso, esto es, su muerte por la no
realización de actos procesales), el juzgador ya se ocupó de él, y si no pudo
llegarse a sentencia no importa, pues la acción y la excepción ya fueron
ejercitadas desde que el asunto entró a conocimiento del juez.

En un principio el derecho de acción se identificó con el derecho de fondo;


esto es, que cuando se violentaba un derecho nacía la facultad de exigir su
respeto y reparación, sin embargo, este concepto fue abandonado desde el sigo
pasado, estableciendo lo que conocemos como autonomía de la acción . Si tal
idea fuera cierta, entonces el demandante debería obtener siempre una
sentencia favorable a su pretensión.

La acción puede entenderse como un forma del derecho de petición muy


particular, dado que esta es una facultad general de exigir una respuesta de la
autoridad a un planteamiento hecho por un particular, y en el caso de la
acción, no sólo se exige una respuesta, sino la realización de ciertos actos por
parte del juez para pronunciar una declaración de fondo sobre un derecho
debatido.

B) Jurisdicción

Como no puede dejarse la solución de litigios a la voluntad de las partes por


que se caería en excesos, una de las funciones primordiales del Estado es la de
impartir justicia, esto es, de resolver los conflictos jurídicos concretos. Cabe
señalar que estos se presentan:

particular----------particular
particular----------autoridad
autoridad----------autoridad

Una de las acepciones etimológicas de la palabra "jurisdicción" nos dice que


se origina del latín jus (derecho o justicia) y dicere (proclamar, declarar,
decir), así, jurisdicción significa "decir el derecho o justicia".

Acercándonos a una definición jurídica, en principio podemos decir que la


jurisdicción es la potestad concedida a un órgano del Estado para conocer y
decidir un litigio, y, eventualmente, ejecutar la sentencia que lo resuelva
cuando no se cumpla de forma voluntaria.
Cabe señalar que puede haber cumplimientos voluntarios (me condenan al
pago de una cantidad y lo realizo) o forzosos (pena de prisión), así como
sentencias que no requieran ejecución (divorcio), en materia penal, la prisión
es una sentencia de ejecución forzosa, de cuyo cumplimiento se encarga el
Juez.

Las leyes establecen un catálogo exclusivo de órganos con potestad


jurisdiccional, pero atendiendo a nuestro diseño constitucional, tenemos a la
Corte Suprema, Salas Especializadas, Juzgados Especializados, Juzgados de
Paz Letrados, Juzgados de Paz no letrados.

El ejercicio de la jurisdicción ha originado el nacimiento del llamado Poder


Judicial, que se ha entendido como un conjunto organizado y jerarquizado de
órganos públicos encargados primordialmente de resolver litigios.

Así pues, nos encontramos con un principio general, llamado "unidad de la


jurisdicción", que nos indica la necesidad de que todos las instancias
importadoras del derecho se encuentren organizadas conjuntamente en un solo
poder, y diversas excepciones que constituyen los tribunales mencionados.

Comúnmente cuando se trata de un solo juzgador se le conoce como "juez", y


"juzgado" al órgano que se le encarga, y cuando se trata de más de uno se le
nombra "magistrado", y "tribunal" al cuerpo judicial del que forma parte.

De igual forma, se suele usar el término “tribunal” para referirse a cualquier


órgano jurisdiccional.

En algunas materias y países se utiliza la institución del jurado, que es un


conjunto de personas sin conocimientos científicos en derecho que se
encargan de juzgar un litigio. El jurado sólo se encarga de determinar la
culpabilidad o no del procesado, pero no aplica pena alguna, pues esta es
determinada por un juez perito que suele también dirigir todo el proceso. A la
determinación del jurado se le llama “veredicto”.

En ocasiones existe un juez que se ocupa del desarrollo del proceso


(planteamiento del litigio, pruebas) y otro que dicta la resolución del asunto,
conociéndose al primero como "juez instructor" y al segundo como "juez de
sentencia o decisor".
El papel del juez dentro del proceso ha ido cambiando a lo largo del tiempo,
pues ha variado de una intervención total en la que es juez, acusador y
defensor (la inquisición), tipo llamado "juez inquisidor", a un simple
observador de los actos de las partes con una participación mínima, conocido
como "juez espectador"; hasta la posición actual, en la que sin suplantar a
ninguna de las partes si puede ir en algunos casos más allá de lo actuado o
propuesto por las mismas para conocer la realidad del litigio, lo que constituye
el "juez director del proceso". Sin embargo, esto no autoriza al juez a llevar al
litigio hechos no planteados por las partes.

Este juez director tiene facultades para ordenar la realización de actos o el


desahogo de pruebas que no han sido solicitados, siempre que sean necesarios
para que la realidad del litigio surja ante el. Incluso, a partir de los hechos
manifestados por las partes puede suplir las deficiencias de sus
argumentaciones cuando, tratándose de personas en una condición que supone
la ley de inferioridad (menores, incapaces, trabajadores, ejidatarios o
comuneros, etc.), existan violaciones evidentes a sus derechos, que no han
invocado.

La jurisdicción de un órgano o juez determinado tiene limites, que se derivan


de la ley, por la materia del derecho sustantivo o por alguna otra cuestión. Este
límite es llamado competencia, así, decimos que un juez civil es competente
para conocer de un asunto derivado de un contrato de arrendamiento, pero
incompetente para ocuparse de un robo.

Suele dividirse a la jurisdicción en voluntaria y contenciosa

Voluntaria: No nos encontramos ante un litigio, esto es, ante un real


conflicto entre partes. Ejemplos claros son los procesos no contenciosos
regulados por la ley . Lo que sucede es que la ley exige la intervención de
un juzgador para ocuparse de ciertos asuntos de interés público (adopción,
rectificación de partida, autorización de viaje de menor) que no pueden
dejarse a la mera voluntad de los particulares, y en estos casos en realidad
tampoco es voluntaria, sino que es necesaria su intervención para realizar
los actos o cambios deseados.
Contenciosa: Esta es la auténtica jurisdicción, pues se trata de la
intervención de un juzgador para resolver un litigio (rescisión de contrato,
divorcio contencioso, Obligación de dar suma de dinero, etc.)
Al lado de la jurisdicción encontramos a los árbitros. Estos son particulares
imparciales que intervienen en un litigio para buscar su solución, misma que
se obtiene por medio de un procedimiento. Respecto a la naturaleza del
arbitraje, existen dos corrientes: La contractualista señala que la posibilidad
del arbitraje surge de la libertad que tienen los ciudadanos de resolver como
mejor les parezca sus diferencias; por su parte, las posturas jurisdiccionalistas
señalan que el arbitraje nace de una concesión del Estado a los particulares
para que puedan resolver sus conflictos por medio de un tercero que no es juez
público.

El árbitro, a diferencia del juez, no puede ejecutar coactivamente su sentencia


(que se llama "laudo arbitral"); para que esta pueda ser materializada en contra
del perdidoso, se debe homologar (analizar su regularidad legal y aprobarse)
ante un juez para que, hecho esto, ordene y lleve a cabo su ejecución, en la
que ya no interviene para nada el árbitro.

Aunque la actividad primordial de los órganos judiciales sea, por lógica, la


jurisdiccional, no obstante realizan un importante cúmulo de actividades de
naturaleza legislativa (reglamentos internos) o administrativa (contratos con
proveedores, control de su presupuesto).

C) Proceso

Existiendo un conflicto y habiendo un órgano jurisdiccional competente debe


haber también una serie de pasos para que aquel sea resuelto por éste.

Podemos decir que proceso es el conjunto ordenado de actos realizados por el


juzgador, las partes y terceros que tienen como finalidad la resolución de un
litigio.

Es un conjunto ordenado por que la ley señala los pasos a seguir, quien debe
realizarlos y el momento en que deben suceder. Actos que realiza el juez son,
por ejemplo, el dictado de resoluciones o el desahogo de pruebas; actos
realizados por las partes lo son la demanda, la contestación o el ofrecimiento
de pruebas, entre muchos otros.

Pero también existen actos de terceros, esto es, de personas que no tienen un
interés directo en el asunto controvertido, ejemplo de terceros que intervienen
en un proceso lo son la Policía Judicial ; los peritos; los testigos; el personal
del juzgado; etc.

El proceso tiene diversas etapas:

Postulatoria: La constituyen la demanda y su contestación


Probatoria: Integrada por el ofrecimiento y desahogo de pruebas
Decisoria: Sentencia
Inpugnatoria
Ejecutiva

Punto muy importante es el de la prueba. Puede concebirse, en un sentido


amplio, como el conjunto de actos y medios (del juez, de las partes y de
terceros) por los cuales se busca obtener el convencimiento del juzgador sobre
los hechos aducidos por las partes. Lo que el juez obtiene es una certeza, esto
es, se convence de que un hecho no presenciado por el sucedió o no (por
ejemplo, los testigos de un homicidio, o el documento mediante el cual se
formaliza una compraventa).

Respecto de las pruebas debemos atender a su desarrollo en cuatro momentos:


ofrecimiento de las pruebas; admisión; preparación (en la prueba testimonial,
envío de citatorios a los testigos); desahogo y valoración, que se realiza en la
sentencia.

Además de las cuatro etapas básicas del proceso, pueden presentarse diversas
situaciones que, teniendo su nacimiento en el proceso, no atienden al fondo
del litigio, y que requieren un tratamiento especial. Estas situaciones son
llamadas incidentes, y no tienen relación directa con el derecho debatido, sino
con cuestiones que atañen sólo al proceso (el cuaderno de excepciones, el
levantamiento de embargo por haberse realizado sobre bienes de un tercero,
etc.); así, cuando se resuelve un incidente, aún suponiendo que con el mismo
acabe el proceso (procedencia de la excepción de falta de legitimidad para
obrar), no resuelve el conflicto.

Por otra parte, pueden presentarse impugnaciones. Una impugnación es el


cuestionamiento de una resolución judicial, ya sea la sentencia o cualquier
otra, y se divide en recursos (apelación, revocación y reposición); reclamación
de medidas precautorias; juicio de nulidad y juicio de amparo.
Cuando un litigante impugna quiere que se modifique o revoque el auto o
sentencia del juez que considera está mal hecho y lo afecta, pero el resultado
de su impugnación también puede ser que se confirme, esto es, que se declare
que esta apegado a la ley y no le causa daño alguno.

La forma natural de terminación de un proceso es la sentencia. Sin embargo,


puede suceder que acabe antes, entre otras causas, por que se presente alguna
de las figuras de la autocomposición señaladas al principio, por muerte de
alguna de las partes cuando se trate de derechos personalísimos (un divorcio),
o por que transcurra un tiempo sin que se realicen actos dentro del proceso, lo
que se conoce como caducidad o perención.

La caducidad por si misma no importa la pérdida del derecho de fondo, pues


puede este volver a plantearse en una nueva demanda. Sin embargo, el tiempo
que transcurrió desde el inicio del primer proceso hasta el advenimiento de la
caducidad del mismo puede producir la prescripción negativa (pérdida del
derecho de fondo), pues esta no se interrumpe por la presentación de la
demanda del proceso caduco.

Existe una división doble del proceso:

Proceso de conocimiento o cognición: Es aquel que se ocupa de establecer


el derecho violado y de dictar las medidas pertinentes para su restauración.

Proceso de ejecución: Es el que se encarga de materializar lo mandado en el


proceso de conocimiento.

Hay algunos procesos de conocimiento que no necesitan de un proceso de


ejecución, como la declaración de paternidad; pero en muchos casos si se
necesita una ejecución de lo mandado en sentencia, como cuando se ordena el
pago de una cantidad; en este caso puede suceder que se presente el pago
espontáneamente, o que no se realice, por lo que será necesario realizar un
cobro coactivo.

Atendiendo a los principios que se siguen en un proceso, podemos


clasificarlos también en orales o concentrados y escritos:
ORAL O CONCENTRADO ESCRITO
Se privilegia la oralidad en los actos Se privilegia la escritura en los
procesales actos procesales
El proceso se desarrolla en una o El proceso se desarrolla en varias
dos audiencias, concentrando las audiencias
actuaciones (pruebas, alegatos,
dictado de sentencia)
Se limitan las posibilidades de Existe gran libertad en cuanto a
impugnación impugnar las decisiones del juez
Los incidentes se resuelven en la Las cuestiones incidentales se
misma audiencia en que se resuelven mediante un
presentan procedimiento especial
La duración total del proceso es El proceso tiene una duración larga
muy corta

La oralidad implica los siguientes principios:

1. Inmediación o cercanía física del juez y las partes

2. Concentración, consistente en la realización de todos los actos del proceso


en un número reducido de audiencias

3. Publicidad, esto es, la libre asistencia de quien quiera a la realización de


actos procesales

4. Identidad física del juez, lo que se traduce en el hecho de que el juez que
recibe las pruebas y los alegatos es el que dictará la resolución de fondo

5. Libre convicción en la valoración de las pruebas, o que el juez no se


encuentre sujeto a tarifas rígidas para estimar la convicción de las pruebas

La escritura se utiliza o se recomienda cuando es necesaria la fijación y


conservación exacta de los datos (por ejemplo, en la formulación de
pretensiones o demanda y su contestación), y la oralidad cuando se busca la
espontaneidad, la inmediación y la simplicidad.

También suele dividirse al proceso en ordinario, sumario y especial. El


primero es el proceso diseñado para la "generalidad de los asuntos", el
segundo para aquellos casos que requieren una mayor celeridad, y el tercero
atiende a la naturaleza propia del derecho debatido o a la complejidad de las
relaciones en juego (quiebras y suspensión de pagos).

Aunque en el lenguaje usual de los abogados se utilizan como sinónimos los


términos "proceso" y "procedimiento" se ha establecido doctrinalmente que no
son iguales. De entre muchas opiniones, la principal nos señala la diferencia
entre uno y otro en que la finalidad del "proceso" es siempre la resolución del
litigio, y el "procedimiento" es una coordinación de actos que buscan un
efecto jurídico final, y se puede presentar fuera del proceso (procedimiento
legislativo), o dentro del mismo (incidentes).

Otra opinión señala que el "procedimiento" es la materialización en la realidad


del "proceso", que es el camino señalado por la ley para la resolución de una
controversia.

De igual forma se suele utilizar como sinónimo "proceso" y "juicio", aunque


en exactitud terminológica el segundo se refiere a la actividad reflejada en la
sentencia. Existe una palabra más cercana al significado de "proceso", que es
"enjuiciamiento", utilizada en el Derecho Español ("Ley de Enjuiciamiento
Civil").

A NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN

La problemática más severa de esta cuestión es determinar la relación entre la


acción y el derecho sustancial. La naturaleza jurídica de la acción ha tenido
profunda evolución en la historia del pensamiento procesal, partiendo desde la
concepción romana que la comprendía dentro del derecho material, hasta las
modernas corrientes doctrinarias que la tienen como un derecho autónomo e
independiente, desligado del derecho privado de la persona en particular.

La teoría tradicional, la identifica en el derecho material protegido, que es el


criterio que se sostiene al considerarla como un medio que se da al titular de
un derecho para su debida protección que toma la misma naturaleza que el
derecho que protege, y para conocer la de aquella es menester precisar éste.
La primera concepción, es decir, la latina, tiene su génesis en el derecho
romano inspirado en la definición del jurisconsulto CELSO y las instituciones
de GAYO, que conceptúan la acción como el jus persequendi quo sibit
debetur; o como se afirma el medio legítimo para reclamar en juicio los
derechos que nos pertenecen.

SAVIGNY, ha señalado que cuando se examina el derecho bajo la relación


especial de su violación, aparece un nuevo estado, el estado de defensa, y así
la violación de igual manera que las instituciones establecidas para
combatirlas recobran sobre el contenido y la esencia del derecho mismo, y así
el conjunto de modificaciones operadas en el derecho por aquella causa, se
designa con el nombre de acción.

Los elementos de la acción según SAVIGNY, son dos: el derecho protegido y


su violación. Si no hay derecho, no cabe violación y sin ésta, no puede tomar
la forma la acción.

La violación del derecho establece una relación jurídica entre el titular y el


causante de la lesión, que los coloca en una situación idéntica a la del acreedor
y del deudor. Estando constituido el contenido de tal relación por la reparación
de la violación y según SAVIGNY la relación que de la violación resulta, es
decir, el derecho conferido a la parte lesionada, se llama derecho de acción o
acción.

La acción va indisoluble mente unida al derecho protegido, por lo tanto, no


puede ser enajenada, hipotecada, gravada o sumada, transmitida
independientemente de aquel derecho de donde brota.

La mayoría de los autores seguidores de la trayectoria latina, o sea, la línea


tradicional, funda la acción en el derecho que se reclama y es pretendido en el
juicio, bien sea de mera declaración, conservación o ejecución.

CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN

Las características de la acción, las podemos enunciar así:

La acción es un derecho subjetivo que genera obligación

El derecho potestad se concreta a solicitar del Estado la prestación de la


actividad jurisdiccional, y ésta se encuentra obligada a brindar la misma
mediante el proceso.
La acción es de carácter público

Es público en el sentido que su finalidad es la satisfacción del interés general


sobre el particular, mediante la composición de los pleitos y el mantenimiento
del orden y paz social, evitando la justicia por la propia mano del hombre.

La acción es autónoma

La acción va dirigida a que nazca o se inicie el proceso, no habrá este último


sin el ejercicio del primero, y se diferencia con el concepto de pretensión que
se verá más adelante.

La acción tiene por objeto que se realice el proceso

La acción busca que el Estado brinde su jurisdicción mediante un proceso, y


como se dijo, no habrá tal proceso sin una previa acción ejercida por el
ciudadano que busque la tutela que brinda el Estado.

La acción a diferencia de la pretensión como se verá, busca que se emita algún


pronunciamiento, que se dicte sentencia, bien sea favorable o desfavorable.

La acción es un derecho de toda persona, bien sea natural o jurídica.

SUJETOS DE LA ACCIÓN

Los sujetos de la acción son el accionante o actor, quien es el elemento activo,


y el juez, quien representa al Estado como sujeto o elemento pasivo a quien va
dirigida la acción.

7. LA PRETENSIÓN. CONCEPTO. DIFERENCIA CON LA ACCIÓN Y


LA DEMANDA

Los conceptos de acción, pretensión y excepción, con frecuencia, tienden a


confundirse, pero realmente obedecen elementos distintos.

De esta manera, siguiendo a VÉSCOVI, y como se señaló anteriormente, la


acción es el poder jurídico de reclamar la prestación de la función
jurisdiccional; es un derecho subjetivo procesal, y, por consiguiente,
autónomo e instrumental, dirigido al juez (como órgano del Estado) para
solicitar la puesta en movimiento de la actividad judicial y obtener un
pronunciamiento (sentencia).
La pretensión es la declaración de voluntad hecho ante el juez y frente al
adversario; es el acto por el cual se busca que el juez reconozca algo con
respecto a una cierta relación jurídica. En realidad, se está frente a una
afirmación de derecho y a la reclamación de la tutela para el mismo.

La pretensión nace como una institución propia en el derecho procesal en


virtud del desarrollo doctrinal de la acción, y etimológicamente proviene de
pretender, que significa querer o desear.

AZULA CAMACHO, define la pretensión como el acto de voluntad de una


persona, en virtud del cual reclama del Estado, por conducto de la
jurisdicción, un derecho frente, o a cargo de otra persona.

RENGEL ROMBERG, la define como el acto por el cual un sujeto se afirma


titular de un interés jurídico frente a otro y pide al juez que dicte una
resolución con autoridad de cosa juzgada que lo reconozca.

El ciudadano tiene derecho de exigir su derecho (pretensión) mediante el


ejercicio de la acción, que pone en funcionamiento la maquinaria
jurisdiccional (jurisdicción) para obtener un pronunciamiento a través del
proceso.

La pretensión es la declaración de voluntad de lo que se quiere o lo que se


exige a otro sujeto.

CARNELUTTI, citado por ROMBERG, la define como la exigencia de la


subordinación de un interés de otro a un interés propio..

En definitiva, la pretensión es la manifestación de voluntad contenida en la


demanda que busca imponer al demandado la obligación o vinculación con la
obligación; el fin o interés concreto o que se busca en el proceso, para que se
dicte una sentencia que acoja el petitorio o reclamación..

Características de la pretensión

Se dirige a una persona distinta a quien la reclama.

Es decidida por una persona distinta de quien la solicita, ya que quien en


definitiva reconocerá su procedencia es el Estado a través del órgano
jurisdiccional.
Jurídicamente, como expresa COUTURE, sólo requiere la autoatribución de
un derecho, o la afirmación de tenerlo, lo que presupone una situación de
hecho que lo origina.

Es un acto de voluntad y no un poder o un derecho como lo es la acción.

Elementos de la pretensión

Los sujetos: representados por el demandante, accionante o pretensionante


(sujeto activo) y el demandado, accionado o pretensionado (sujeto pasivo),
siendo el Estado (órgano jurisdiccional) un tercero imparcial, a quien
corresponde el pronunciamiento de acoger o no la pretensión.

El objeto: está constituido por el determinado efecto jurídico perseguido (el


derecho o la relación jurídica que se pretende o la responsabilidad del
sindicado), y por consiguiente la tutela jurídica que se reclama; es lo que se
persigue con el ejercicio de la acción.

El objeto de la pretensión, será la materia sobre la cual recae, conformado por


uno inmediato, representado por la relación material o sustancial, y el otro
mediato, constituido por el bien de la vida que tutela la reclamación.

La razón: Es el fundamento que se le otorga a la pretensión, es decir, que lo


reclamado se deduce de ciertos hechos que coinciden con los presupuestos
fácticos de la norma jurídica, cuya actuación es solicitada para obtener los
efectos jurídicos.

La razón de la pretensión puede ser de hecho, contentiva de los fundamentos


fácticos en que se fundamenta la misma, los cuales encuadrarán el supuesto
abstracto de la norma para producir el efecto jurídico deseado; y de derecho,
que viene dado por la afirmación de su conformidad con el derecho en virtud
de determinadas normas de derecho material o sustancial.

La razón de la pretensión, dice ECHANDÍA, se identifica con la causa petendi


de la demanda, y los hechos en que se basa la imputación formulada al
sindicado, es decir, la causa imputandi.

De esta manera, el juez al momento de tomar su decisión, bien para acoger la


pretensión o rechazarla, observará si existe conformidad entre los hechos
invocados, los preceptos jurídicos y el objeto pretendido.
La causa petendi o el título: Es el motivo que determina su proposición, y lo
constituyen los hechos sobre los cuales se estructura la relación jurídica.

El fin: Es la decisión o sentencia que acoja la pretensión invocada por el


accionante. En el ámbito civil, el fin será la pretensión o reclamación; en el
ámbito penal, será la responsabilidad del sindicato o procesado.

Diferencia entre la pretensión y la acción

En la acción los sujetos son el actor (sujeto activo), y el juez quien encarna al
Estado (sujeto pasivo); en tanto que en la pretensión, el sujeto es el actor o
pretensionante (sujeto activo) y el demandado o pretensionado (sujeto pasivo).

En la acción se busca una decisión, bien sea ésta favorable o no; en tanto que
en la pretensión se busca una decisión favorable, que acoja el petitorio
reclamado.

La demanda

En cuanto a la demanda, BELLO LOZANO MÁRQUEZ, la define como el


acto iniciatorio o introductorio del proceso, acto exclusivo de parte (actora),
sin el cual no puede iniciarse el mismo.

De esta manera, el artículo 339 del Código de Procedimiento Civil, dispone:


El procedimiento ordinario comienza por la demanda que se propondrá por
escrito, en cualquier día y hora ante el Secretario del Tribunal o ante el Juez.

El procedimiento ordinario comienza por la demanda que se propondrá por


escrito, en cualquier día y hora ante el Secretario del Tribunal o ante el Juez.

Con la demanda se ejerce la acción y se deduce la pretensión, es decir, que la


demanda contiene la, acción que despierta la actividad jurisdiccional, para
darle paso al proceso, y contiene a su vez la pretensión o reclamación del
solicitante de la tutela por parte del Estado.

De esta manera, la acción es un derecho o potestad; la pretensión, una


declaración de voluntad, y la demanda un acto procesal.
EL DERECHO DE CONTRADICCIÓN. LA EXCEPCIÓN

Podríamos decir que el derecho de contradicción es el mismo derecho de


acción en negativo, es decir, otorgada al demandado.

El derecho de contradicción es aquel que pertenece a todo sujeto, bien sea


persona natural o jurídica, por el simple hecho de ser accionado o demandado,
o bien por el hecho de ser imputado o sindicato por la comisión de un hecho
punible, mediante el cual, se defiende de las pretensiones o imputaciones
(excepción). Este derecho es una emanación del derecho constitucional de la
defensa que debe reinar en todo proceso legal.

De esta manera, el derecho de contradicción al igual que el derecho de acción,


se fundamenta en un interés general, dado que no mira en específico la
defensa del demandado o imputado, sino el interés público del respeto a los
principios constitucionales de no poder ser juzgado sin antes ser oído, sin
darle los medios adecuados para su defensa, en el plano de igualdad de
oportunidades y derechos, y el que niega el derecho de hacer justicia por su
propia mano.

DEVIS ECHANDÍA, define el derecho de contradicción, como aquel derecho


de obtener una decisión justa del litigio que se le plantea al demandado o
acerca de la imputación que se le sigue al procesado, mediante la sentencia
que debe dictarse en ese proceso, luego de tener la oportunidad de ser oído en
igualdad de circunstancias, para defenderse, alegar, probar e interponer
recursos que la ley consagre.

Ugo Rocco, citado por AZULA CAMACHO, define el derecho de


contradicción como aquel que tiene el demandado o sindicado con base en el
principio constitucional para intervenir en el proceso y poder ejercer su
derecho de defensa.

Objeto del derecho de contradicción

En cuanto al objeto de este derecho de contradicción, encontramos que el


mismo no es perseguir una tutela concreta mediante una sentencia favorable al
demandado o imputado (excepción), sino la tutela abstracta por una sentencia
justa y legal, cualquiera que sea, y la oportunidad de ser oído en el proceso
para el ejercicio del derecho a la defensa en igualdad de condiciones,
facultades y cargas (acción en sentido negativo).
Finalidad del derecho de contradicción

En cuanto al fin, persigue por una parte la satisfacción del interés público en la
buena justicia; y por la otra, la tutela del derecho constitucional de la defensa
y libertad individual.

Sujetos del derecho de contradicción

Así como en la acción el sujeto es el actor (sujeto activo) y el Estado (sujeto


pasivo); en la pretensión, el sujeto activo es el actor y el pasivo el demandado;
en el derecho de contradicción, el sujeto activo será el demandado o el sujeto
pasivo el Estado.

Derechos que emanan de la contradicción

Del derecho de contradicción, dimanan ciertos derechos que ostenta el


demandado, es decir, puede asumir con respecto a la pretensión del accionante
varias posiciones que pueden concretarse en las siguientes:

Pasiva: El demandado se limita a recibir la citación, " notificación o


intimación y espera el resultado del proceso sin tomar ninguna defensa.

Oposición: Aquella que ejerce el demandado con el objeto de dejar sin efecto
la pretensión del accionante, y puede tomar la forma de objeción u excepción.
En la primera, el demandado se limita a contradecir las pretensiones en que se
fundamenta la demanda del accionante; en tanto que en la segunda, es decir,
en la excepción, como se verá más adelante, el demandado invoca otros
hechos distintos en los que se fundamenta la pretensión del accionante, para
fundamentar su , defensa.

Allanamiento: Se produce cuando el demandado conviene o acepta toda la


pretensión del accionante, tanto en los hechos como en el derecho invocado.

Impedimentos procesales: Consiste en que el demandado opone defensas


tendientes a depurar el proceso o impedir su continuación, tal como lo son las
cuestiones previas a que se refiere el artículo 346 del Código de
Procedimiento Civil.
La excepción o defensa

Es aquella que puede formular el demandado a la pretensión del accionante,


mediante la cual le solicita al juez desestime o declare la improcedencia de la
reclamación del accionante; es el derecho de contradicción en específico.

No puede confundirse el derecho de contradicción (la causa) con la defensa o


excepción (el efecto), ya que aquel existe siempre aun cuando éste no se
formule. La excepción es la pretensión en negativo.

La excepción, señala CARNElUTTI, citado por AZULA CAMACHO, es la


propia razón del demandado que la opone a la invocada por el demandante; es
una especie de contraprestación por constituir argumentos propios, basados en
hechos diferentes que tienden a dejar sin fundamento la pretensión del
demandante.

Clasificación de las excepciones

Las excepciones, según nuestro Código de Procedimiento Civil, pueden


clasificarse de la siguiente manera:

Previas o dilatorias: Son aquellas tendientes a limpiar o depurar el proceso de


defectos o vicios que puedan entorpecer su ulterior desarrollo, tales como las
cuestiones precias a que se refieren los ordinales 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 6° del
artículo 346 del Código de Procedimiento Civil.

De inadmisibilidad: Son aquellas que rechazan al procedimiento e impiden


que se forme el juicio o se le de entrada, sirven para destruir la acción, tales
como las cuestiones previas a que se refiere los ordinales 9°, 10 y 11 del
Artículo 346 del Código de Procedimiento Civil.

Perentorias o definitivas: Son aquellas que sirven para destruir la pretensión,


para evitar que ésta se reconozca en la sentencia, fundamentada en
circunstancias de hecho y de derecho. Estas excepciones presentan tres
modalidades:

Impeditivas o invalidativas: Que son aquellas dirigidas a desconocer la


existencia del derecho material por hechos que atañen el nacimiento de éste,
como el caso de contratos suscritos por menores de edad o incapacitados;
Modificativas: Que son aquellas que le atribuyen al derecho o relación jurídica
una modalidad distinta a la otorgada por el accionante, como es el caso de que
la parte reclame la existencia de un contrato de arrendamiento y el demandado
opone que lo que existe es un comodato; o bien, el demandante reclame una
cantidad dineraria y el demandado opone que dicha cantidad fue donada; y

Extintiva: Aquella que se presenta cuando reconociendo el demandado la


obligación, alega un hecho que implica su extinción, tal como es el caso del
pago, la compensación, la prescripción, la confusión, entre otros.

CLASIFICACIÓN DE LAS ACCIONES

Las acciones, atendiendo a la clase de jurisdicción y al tipo de proceso pueden


clasificarse en ordinaria y especial.. Las primeras son llevadas ante los
órganos jurisdiccionales ordinarios y mediante los procedimientos de esta
índole, tales como las llevadas en sede civil, mercantil y penal; en tanto que en
las segundas, son llevadas ante tribunales de jurisdicción especial, bien
mediante procedimientos ordinarios o especiales, tales como los tramitados en
sede contencioso administrativo, tránsito, laboral, bancario, de protección del
niño y del adolescente, entre otros.

Ahora, dependiendo del tipo de derecho que se haga valer en el proceso, las
acciones pueden clasificarse en reales, personales o mixtas, mobiliarios e
inmobiliarias, estas últimas tomando en consideración el tipo de bien que se
encuentre en litigio.

Atendiendo a la naturaleza del fallo que llegue a dictarse en el proceso, las


acciones pueden clasificarse en declarativas, que son aquellas que logran la
afirmación de la existencia o inexistencia de un derecho, las cuales no
requieren ejecución, ya que ellas mismas son la ejecución del fallo;
constitutivas, que son aquellas que crean, modifican o extinguen una
determinada relación jurídica; y las de condena, que son aquellas que
presuponen la existencia de voluntad de la ley que impone al demandado la
obligación de una prestación que puede ser de dar, hacer, o no hacer,
conforme a la obligación, cuyo cumplimiento es reclamado en el proceso.

Existen otros tipos de acciones, tales como las ejecutivas, que son aquellas
fundamentadas en títulos de carácter ejecutivo, y mediante la cual se solicita el
cumplimiento de una obligación; cautelares, que son aquellas constituidas por
las medidas provisionales que dictan los jueces para el aseguramiento de un
derecho o de una defensa; singulares, las que se intentan contra bienes del
deudor para obtener el pago completo del crédito de un solo ejecutante;
concúrsales, que son aquellas en las cuales existen diversos ejecutantes con
sus respectivos créditos, quienes ejercitan una acción conjunta para liquidar el
patrimonio del deudor y obtener la cancelación de su acreencia (concurso de
acreedores en materia civil o quiebra en materia mercantil).

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