ANO iV Madrid 27 de Enero de 1881, mm.

123

REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL

SE PUBLICA LOS JUEVES

REDACTOR EN J E F E , DIRECTOR-FUNDADOR, ADMINISTRADOR,

Don Enrique Sepülveda y P l a n t e r . S>oa . l u d r é s '%'iila! y S J i i u o n » . Don Federico Pérez Benavides.
IlEDACTORES. D . E D U A R D O M E D I N A ; D . J O S É R O D R Í G U E Z M O U R E L O ; D . J O S É E S T E B A N G Ó M E Z ; D . .JOAQUÍN M A R S I L L A C H ; D . J U A N
G O W E Z - L A N D E R O Y M O R E N O ( A G R A Z ) ; M R . C A M I L O S A I N T - S A E N S ; D . M A N U E L TOLOSA Y L A T O U R , D . J O S É M U S I Z CARRO Y D . R I C A U -
Do G O N Z Á L E Z P É R E Z .
COLABORADORES. D . J O S É CASTRO Y S E R R A N O ; D . R A M Ó N D E CAMPOAMOR; I ) . V E N T U R A R U I Z A G U I L E R A ; D . M A N U E L C A S E T E ;
D . ANTONIO ARNAO; D . EUGENIO SKLLÉS; D . J O S É V E L A R D E ; D . RICARDO SEPÚLVEDA; D . Á N G E L R . CHAVES; CONDE DE M O R P H I ; D O N
J U L I O N O M B E L A ; D . R A F A E L H E R N A N D O ; D . J O S É I N Z E N G A ; D . D A N I E L SALGADO A R A U J O ; D . A N T O N I O P E Ñ A Y G O Ñ I ; D . I L D E F O N S O
J I M E N O ; D . F E D E R I C O L A F U E N T E ; D . CONRADO S O L S O N A ; D . M I G U E L M O Y A ; D . J O S É DB F U E N T E S Y D . A D E L A R D O O R T I Z D E P I N E D O .

SUMARIO para nuestro compatriota. El eminente un coral con acompañamiento de orques-

artista tocó el tercer concierto de violin ta compuesto por Hiller para, la Ifigeníe
I.—Cartera de viaje: iVlemania á vista de músico.
—Andrés Vidal y Llimona. de Saint-Saens, que poco tiempo antes en Tauride de Goethe. La composición es
n.—El violin.—José Ortega JMunilla. habia estrenado en Hamburgo, y tres correcta y bien hecha, pero monótona y
Wl.—Suplemento y complemento á la biografía de
la música de Mr. Fétis.—A. Faigas Soler. aires españoles del mismo Sarasate, que descolorida.
IV.—Teatros líricos: El Real: Africana.—J. Muñiz tanto efecto causan siempre en Alemania.
Carro.—Apolo: Árnúr y gloria.—.'\graz. El ejércilo del Norte se'titula una over-
V.,—Correo extranjero. El tercer concierto de Saint-Saens no tura que tuve ocasión de conocer, en di-
VI.—Centenario de Calderón.
Vil.—Notas sueltas: Jladrid: Provincias. fué bien acompañado por la orquesta, cho concierto, como el día anterior habia
sin duda á causa de la dirección de Hi- conocido á su autor, Emilio Hartmaun,
Con el presente número regalamos una preciosa So- 11er. Este se encuentra hoy en un estado organista de la capilla Real de Dinamar-
Jiatina do L. Kohler y un magnifico Nocturno de
''''Lcitcrl. de decadencia como directory como com- ca y uno de los músicos más notables de
positor, aunque no falta quien diga que la Escandinavia. Hallábase este señor eu
este es su estado natural, puesto que ha- Colonia y le conocí en la fonda en que yo
biendo sido amigo de Mendelsson y de me hospedaba. Su obra está juzgada re-
ADVERTENCIA otras celebridades, á esta circun,stancia pitiendo el título de una comedia de
debe su reputación actual, más que á su Shakspeare, lincho nudo para nada, ó
La abundancia de original y el. deseo
de no demorar por más tiempo la publi- propio mérito. Yo no le encuentro des- nuestra locución vulgar Mucho ruido y
cación de Yarios interesantes trabajos, provisto de condiciones en absoluto, y pocas nioeces. Sería una obra bastante
<lue tenemos preparados, nos obligan á sobre todo, entiendo que es una persona para un principiante, pero hay que juz-
dar hoy un suplemento, aumentando el muy distinguida y apreciable; pero estoy garla con severidad tratándose de un
*exto del periódico. músico de quien se decia es el primer
muy lejos de participar de la opinión que
No por esto se altera el precio de la
^'enta. de él forma Mr. Marmontel en su obra compositor de su pais. Por lo demás,
Siluetas y Medallones. Emilio Hartmann es una persona muy
En el acompañamiento al piano de los simpática.
CARTERA DE VIAJE. aires españoles lució, como siempre, su Delante de mí se presentó el composi-
habilidad el amigo Goldschmidt, que con- tor escandinavo á Sarasate pidiéndole
ALEMANIA Á VISTA D E . . . MÚSICO. tinúa siendo én el extranjero el alemán permiso para dedicarle una obra. Nuestro
más español que conozco. compatriota le contentó con su franqueza
IV Tuve ocasión de conocer en el mismo habitual, que si la obra era buena y de
TJn conciei to de Sarasate en Colonia.—Un cora! de concierto á Fernando Hiller como com- lucimiento para el violin, la tocaría. En-
HiUer.—Una overtura escandinava.—La nieta del positor, y por cierto que me sorprendió tonces el Sr. Hartmam le presentó un vo-
general Riego.—El frac de Otto Goldschmidt. mucho verle en el camino de la trivial lumen de cantos populares escandinavos
El concierto de Sarasate á que asistí armonía de la manera anticuada. Yo me recogidos y arreglados por él, rogándole
«n Colonia constituyó un nuevo triunfo esperaba otra cosa. La obra ejecutada era que escojiera los motivos. ¡Nuevo proce-

dimiento de ofrecer una obra non nata!
Sarasate le contestó o p o r t u n a m e n t e que
si él h a b l a de elejir los motivos, él m i s m o
h a r í a la fantasía, puesto q u e n o era p a r a
él lo m á s difícil el a r r e g l a r con efecto y
brillantez p a r a s u i n s t r u m e n t o y p a r a
s u s facultades. Sarasate es en todas p a r -
tes el m i s m o n i ñ o m i m a d o que n o se
m u e r d e la l e n g u a p a r a h a b l a r con fran-
queza á todo el m u n d o .
La p a r t e m á s lastimosa del concierto
fué la de canto que estuvo á c a r g o de u n a
señorita que lleva u n apellido español,
Amalia Riego, nieta del célebre a u t o r del
p r o n u n c i a m i e n t o de las Cabezas de San
J u a n , vive en Colonia y aprovecha todas
las ocasiones que puede p a r a cantar.
Las consideraciones que merece u n a
señorita, descendiente de u n compatriota
n u e s t r o , me obliga á prescindir de todo
juicio que h a b r í a de ser m u y desfavora-
ble. Cantó la cavatina del Barbero de Se-
villa, u n o s lkder-^w\a, m a z u r k a de Cho-
pin a r r e g l a d a por la Sra. Viardot-García.
*»
Antes de salir de Colonia estuve en pe-
ligro de v e s t i r m e de prestado p a r a ir á
i m concierto e n casa de la emperatriz de
Alemania que se h a l l a b a en Coblenza. El
g e n e r a l Beyer se presentó en la fonda el
m i s m o día del concierto q u e dejo a p u n t a -
do, á invitar í Sarasate, en n o m b r e de la
emperatriz, á u n concierto de corte q u e
se h a b í a de verificar en Coblenza.
¡Cuál sería m i sorpresa al e n t r a r en m i
c u a r t o y e n c o n t r a r m e con u n a invitación
á n o m b r e de la emperatriz! ¿Por dónde
se h a b í a sabido m i n o m b r e , m í estancia
en Colonia, y sobre todo, m i amistad con
Sarasate, á la q u e se debía indudable-
m e n t e la invitación? N o lo p u d e averi-
g u a r ; pero el caso fué q u e y o deseaba ir
al concierto, y n o podía hacerlo por n o
h a b e r tenido la precaución de llevar t r a -
j e de etiqueta, ni h a b e r t i e m p o b a s t a n t e
p a r a m a n d a r l o h a c e r . El a m i g o Otto
Goldschmídt me sacó del a p u r o , p r e s t á n -
dome u n frac s u y o , que m e probé sesen-
t a veces, y y a estaba p r e p a r a d o p a r a ves-
t i r m e de a g e n o , c u a n d o se recibió la no-
ticia de h a b e r s e suspendido el concierto,
á c a u s a de u n luto de corte; por la m u e r -
te casi r e p e n t i n a del célebre g e n e r a l von
Gelen, g o b e r n a d o r de Coblenza.
Casi m e a l e g r é de la noticia, a u n q u e
sentí lo que la motivaba. H u b i e r a temido
que el frac del simpático Otto me hubiese
puesto en el compromiso de p r i v a r m e de
a p l a u d i r , p u e s teniendo Otto m e n o s h u -
m a n i d a d que y o , n o h u b i e r a podido, pro-
b a b l e m e n t e , r e u n i r las m a n o s sin peligro
de q u e se abriese el frac por la espalda.
¡Terrible lance, q u e m e colocaba e n la
a l t e r n a t i v a de n o aplaudir ó de h a c e r q u e
d€ m i e n t u s i a s m o se riese el frac!
ANDRKS V I D A L T LI.IMONA.
CRÓNICA DE LA MÚSICA
Del nuevo libro del Sr; Ortega y Munilla,
titulado El Salterio que han editado los seño-
res F. Alvarez y Compañía de Sevilla, hacien-
do de él una edición lujosa y elegante, toma-
mos el siguiente artículo.
Creemos que nuestros suscritores le leerán
con gusto, y les recomendamos eficazmente
que una vez hecho esto adquieran el libro en
cuestión, que es bueno, considerado literaria
y tipográficamente.
EL VIOLIN
Voy á hablar de una injasticia de los hom-
bres; de la que relegó al olvido al instrumen-
to más espiritual de todos; al violin, que
duerme en su caja esperando una mano que
escriba su apología y decrete su apoteosis.
El motivo de esa injusticia de los hombres
es bien claro. Voy á revelároslo: el violin no
es instrumento popular, no es, como la gui-
tarra, la síntesis de las emociones que espe-
rimenta el alma de los españoles tierna y apa-
sionada junto á la reja que la separa del
amor, enérgica y sublime en las barricadas de
Zaragoza cuando abrasa con el fuego de su
patriotismo el águila bicípite de Napoleón; no
es como el arpa, el instrumento bíblico de
metálicas vibraciones que subieron al cielo
confundidas con los lamentos del rey poeta,
y cuya música parece evocar y dar cuerpo á
las luctuosas imágenes de los salmos; no es
piano por cuyo teclado se deslizan los linos
dedos de una mano hermosa que se creería
hecha únicamente para tocar el marfil con
que compite, si no supiéramos que Dios la
creó para ser besada como reliquia; no repre-
senta, en fin, los recuerdos del amor á Dios,
del amor á la patria y del amor á la mujer
que hacen al hombre, santo, héroe y dichoso.
El violin no tiene otra aureola que la del arte,
y el literato ha preferido siempre aquellos
asuntos que pudieran ser evocación y com-
pendio de la historia y tradiciones de la h u -
manidad.
Yo arrostraré la dificultad déla materia ver-
tiendo sobre las cuartillas las discordantes
ideas que acuden á mi desierta imaginación
ahora.
* á la miseria y al hambre. ¡Pobrecitos! casi
No voy á hablaros del violin de aquel tira-
no bárbaro, cuyas cuerdas eran los retorcidos
intestinos de sus víctimas, y al que arrancaba
con su despiadado arco ayes desgarradores
que en el silencio de la noche traspasaban al
aire y helaban de espanto á los que le oian;
ni del violin de oro del mágico que adormecia
con sus notas; voy á acuparme del violin con
que Farinelli acompañaba sus canciones á la
puerta del camarín de la reina doña Bárbara
y le prestaba omnímodo poder en la corte del
rey Fernando el Sexto; del violin que servía
á Paganini de almohada en sus horas de sue-
ño febril y agitado, y al día siguiente parecía
recordar entre sus melancólicas escalas las
visiones nocturnas que habían pasado por la
augusta frente de su amo; voy á escribir del
violin de Monasterio, que llora y gime como
un alma á la que Dios hubiese puesto cuer-
das vibradoras...Sí; no sonarían más triste-
mente aquellas oprimidas por el arco impasi-
ble del dolor... Son sus notas como fibras
arrancadas del corazón por la desventura y la
desgracia...
El violin es un instrumento destinado á in-
terpretar las emociones de una alma enferma
y envenenada por la ponzoña del desengaño.
La guerra, la pasión violenta y desordenada
y el ímpetu furioso, no se avienen con la me-
liflua voz y humilde concierto del violin que,
cuando le piden una nota enérgica, briosa,
que sea la protesta del castigo, el grito de ven-
ganza, responde con un hondo lamento im-
pregnado de llanto. No es el instrumento de
los héroes, sino el de los tristes: no sirve para
conducir á los guerreros á la victoria, sino
para desahogar el dolor de un alma que se
sumerjo en el mar del infortunio, y, cansada
de luchar con las furiosas ondas, se dispone á
morir cantando su último pensamiento.
NÜM. 123
En una de las muchas guerras que España
sostuvo con Francia, cierto caudillo francés
se apoderó de Lérida al frente de una banda
de violínes hábilmente tocados; pero esto no
indica lo contrario de lo que decimos, antes
bien, manifiesta cuan grande fué la afrenta
que se hizo al orgullo español, venciéndole y
hollándole con el símbolo de la debilidad. No
sería menos vergonzoso para Lérida que si la
hubiera conquistado una compañía de muje-
res armadas de ruecas.
No estoy conforme con quien piensa que el
violin es un instrumento inventado por el
diablo para atormentar al hombre; creo que
Dios fué quien sugirió su invención para con-
suelo de algún desesperado.
¡Cruel destino sería el del hombre si sintie-
ra y no pudiese llorar!
y el violin es el plañidero del arte.
De entre todos los instrumentos que for-
man la música ninguno afecta otra forma tan
elegante como el violin. Sus curvas arábigas,
su menudo mástil, la enclavijada cabeza, el
alzado puentecillo, las eses de la caja forman
un conjunto misterioso y simpático que fija
las miradas del curioso ignorante, primero
que el cornetín y que la flauta.
Guárdase en un estuohe cuyo aspecto es el
mismo que el del ataúd de un niño. Todos
saben, en este momento lo recuerdo, el hecho
de aquel violinista italiano que fué detenido
en un pueblo de Aragón por cierto alcalde
celoso en demasía de sus deberes, á quien
avisó el hospedero del artista de que éste lle-
vaba consigo una «pequeña caja de muerto.»
¡Ignoraban que era la caja de un violin! Obli-
gado el violinista por el alcalde, abrió la caja,
sacando ante los atónitos ojos de algunos al-
deanos el violin, en cuyas cuerdas ejecutó
varios arpegios. «Todos creiamos que lleva-
bais ahí iiu niño muerto, dijo el alcalde. Aho-
ra sabemos que lleváis un ángel.» Tanto les
encantó la dulce música.
Pero si aún no hubiera logrado aficionaros
al violin y engendrar en vuestro pecho cierto
cariño hacía el, como el que á mí me inspira,
seguro estoy de conseguir mi intento cuando
os recuerde que es el maná de muchos pobres
y el único amparo de mil niños, abandonados
todos son saboyanos; el vendabal de la des-
gracia los arrancó del patrio suelo para arro-
jarlos entre nosotros. Con sus caras pálidas y
delgadas, sus ojos tristes y hundidos, su dé-
bil y enfermiza salud, causan lástima y hacen
dudar de que haya una Providencia amiga de
los hombres. Nunca supieron lo que es una
madre... íbamos á decir que nunca supieron
lo que es un beso... La edad de la niñez no
fué para ellos la de los juegos y la risa, la del
regazo materno y las golosinas, sino la de la
debilidad.
Acaso un hombre sin entrañas los recogió
algún dia del umbral de una puerta donde se
durmieron, y convírtiéndolos en objeto de vil
explotación, los lanzó á la calle con un violin
en una mano y el arco en la otra, y por ahí
andan ¡mendigos del arte! tocando algunos
compases de Donnizzetti, que son el pretexto
para pediros dos cuartos. ¡Quién se los niega!
Ciertamente que estos infantiles músicos
no aprecian el valor del violin, como no mi-
den el abismo de su desgracia. Así no es ex-
traño que tañaft con tan poca habilidad, y
que á veces se rian cual si fueran felices.
Con su vocecílla atiplada acompañan el
inarmónico son, especie de balbuceo musical,
y murmurando coplas italianas llegan á for-
mar en torno suyo un círculo de muchachos
desocupados que los miran entre serios y
burlones, no sabiendo si decidirse por envi-
diar sus conocimientos artísticos ó por com-
padecerse de su desnudez.
Tocando aires saboyanos un dia les sor-
prende otro del Guadarrama y los infelices
entran en el hospital... ¡Cuántas deudas tie-
ne la sociedad para con ellos!...
Mueren. ¡Dios los favorece llevándoselos á
su seno! Si hubieran vivido, habrían termi-
nado su existencia en el presidio 6 la habría»
 NÚM. 123
arrastrado entre miseria y hambre. El acaso,
Dios algo más sabio que el mundo, acortó sus
•-eigraeias y les deparó por fin la cama de un
hospital...
Su violin... se vende en el Rastro y da en
manos de un aficionado pobre ó vuelve á po-
nerse al servicio de otro mendigo, como un
soldado fiel que cuando su batallón queda en
cuadro ante las balas enemigas se agrega al
otro inmediato.
Pero ¿á qué entristecerse? ¿No hemos h a -
llado asila humanidad? Dejémosla seguir su
camino arrastrando á los que no son bastante
íuertes para ir á su cabeza y guiarla. La h u -
manidad, como las revoluciones, no transije
con los desgraciados; no quiere seres lastimo-
sos, quiere jefes; no tolera lágrimas, quiere
órdenes. El dilema es, pues, bien claro: ó
mandar ó ser esclavos, ó matar ó morir.
Además, jqué tiene que ver esto con el
violin?
Ahora mismo escucho un wals que ejecutan
varios de ellos y á su armonía se agitan en
confuso torbellino más de treinta parejas ele-
gantes. Esto sí que cabe dentro del plan de
mí artículo.
Si el fandango se ba escrito para la guitar-
ra, el wals, esa música del siglo xix sublima-
ba por Strauss, se ha escrito para el violin; y
este, al engendrar el wals, ha sufrido la des-
gracia de esos padres desventurados á quienes
Sus hijos desprecian al verse encumbrados
Sobre su origen humilde. ¿Quién se acuerda
<Jel violin mientras está bailando?
JOSÉ ORTEGA MUNILLA.
_ SUPLEMENTO Y COMPLEMENTO
Á LA BIOGRAFÍA UNIVERSAL DE LOS MÚSI-
COS DE M R . F . J . F I Í T I S , P U B L I C A D A P O R
M R . ARTURO P O U G I N .
La grande obra que llevó á cabo el sabio,
erudito y laboriosísimo Mr. Fétis, quince años
hace, titulada Biogrophie Universelle des Mu-
¡iciens ¿ Bioyrapkie genérale de la musigm,
<iespues de tanto tiempo de su publicación,
reclamaba ya un suplemento , atendido el
gran número de músicos di-tinguidos que
desde entonces han ¡do floreciendo en todos
los países. Este arduo y delicado trabajo fué
confiado cinco años hace por el editor F . D i -
doty compañía, de París, á Mr. Arturo Pou-
f in, uno de los escritores musicólogos hoy
ia más reputados de Francia, quien ya antes
aabia dado á luz muchas monografías de mú-
sicos célebres. No cabe duda de que Mr. Pou-
gin ha desempeñado el encargo que se le con-
fió con una actividad muy laudable, publi-
cando en el espacio de tres años dos tomos de
Bioffra/ias, cuyo segundo ha salido á luz hace
poco, que contienen juntos cerca de 1.20U pá-
ginas, con noticias interesantes en muchas
^ ellas. Pero si bien queremos creer que
*'^r. Pougin, en la redacción de los infinitos
artículos biográficos del indicado Suplemento,
habrá hecho un trabajo concienzudo en gene-
ral, merced á la colaboración que le han pres-
'•ado otros biógrafos, debemos lamentarnos,
*08 españoles, de (jue aquél haya sido tan
parco con respecto a los músicos de nuestra
patria, procediendo con la ligereza y poca
Consideración que suelen muchos escritores
5® la nación vecina cuando se ocupan de las
«osas de España.
j°-Qtes de que Mr. Pougin emprendiese la
eaaccion del suplemento consabido, el que
«scribe tuvo la honra de que este escritor le
Piuiese los tres tomos de las Biografías de los
hn^"^ í«<M distinguidos, qn9 á la sazón se
^ D i a n publicado en el folletín de La España
^**^a,l, que vio la luz pública en esta ciudad
J^Hüe llegaban hasta la letra L inclusive. E n -
de M ^ me apresuré á hacer llegar á poder
Cont"^" ^°'^g*'^ los tres indicados tomos, que
utienen un buen número de biografías de
i df'S°^ españoles. Al mismo tiempo prometí
bin-P ,.®®°"**"^" preparando muchas otras
^ g ^ ^ f t a s que tenía inéditas, las que antes
remitirlas a aquél creí prudente aguardar
CRÓNICA DE LA MÚSICA
la publicación del primer tomo de su Suple-
mento, para ver qué uso había hecho de la
primera remesa.
Hace más de dos años que salió á luz dicho
primer tomo, en cuyo prólogo, Mr. Pougin
cita las obras y escritores que consultó para
la redacción de su Suplemento, y no quedé
poco sorprendido al ver que haciendo men-
ción de los tres tomos de mis Biografías, etc.
los califica de obra de segunda mano, aseve-
rando que «difícilmente se hallaría en ella
una sola noticia nueva y un sólo hecho inte-
resante.)) La primera calificación que hace
Mr. Pougin de mi trabajo, hubiera podido
suprimirla por ociosa, puesto que en el pró-
logo que puse al primer tomo, ya declare
francamente que la mayor parte de las bio-
grafías las había copiado, arreglado ó extrac-
tado de los que publicó Mr. Fetis en la se-
gunda edición de su obaa. Mas Mr. Pougin,
en su segunda aseveración, menos lisonjera
aún que la primera, ha faltado á la verdad á
sabiendas, si es que se hubiese tomado el tra-
bajo de leer todas mis Biografías, de lo que
hay motivo para dudarlo. Para probar m i
aserto bastará consignar que he contado en
los tres tomos de aquéllos las de cincuenta
músicos españoles, á lo menos, que no están
contenidas ni en la obra de Fetis ni el Su-
plemento de Mr. Pougin, conteniendo todas
noticias más ó menos interesantes. Sería pro-
lijo per demás el citar todas las indicadas
omisiones que tengo apuntadas una por una,
pero bastará dar alguna muestra de ellas.
Tales son: Carrion, Cabrero (Paulina), Casa-
mitxana, Castell de Pons, conocido en el tea-
tro por Palma, Ducasó, Manuel, Dalmau,
Eusebio, Espin y Pérez, Julia, Fernandez Ca-
ballero, Ferrater, conocido por Walter, 6 a r -
cilaso rie la Vega, Genovés, Gironella, Grassi,
Isern, .i i íme y Carlos, etc. ¿Será que Mr. Pou-
gin no icnga por nuevas ni nada interesantes
las noticias detalladas que consigné de estos
y otros muchos compatricios que no se dignó
copiarlas?
Pero hay más aún. Mr. Pougin en carta
que conservo me suplicó le enviase noticias
biográficas mías, para redactar con ellas un
articulo á mí referente, que se proponía con-
tinuar en su Siiplemento; á lo que no accedí,
porque no me consideré digno de semejante
distinción. Sin embargo, Mr. Pougin creyó
tal vez hacerme un obsequio en cumplir su
propósito; pero lo verificó con tal hidalguía
que me hubiera hecho un verdadero obsequio
en no ocuparse de mí, ya que tampoco quise
elogios suyos.
En primer lugar, me increpa aquel biógrafo
porque acorté muchas de las biografías que
continué en los tres tomos de ellos, cuando
yo advertí en el prólogo del primero, que me
proponía tan sólo estractar los de Mr. Fetis,
al paso que en los extractos nada omití de in-
teresante. Pero este cargo se lo devuelvo de
rechazo á Mr. Pougin, porque de mis Biogra-
fías de músicos españoles, que copió en su
Supleriiento, muchas de ellas las acortó y m u -
tiló á su albedrío de un modo tan increíble
como sin conciencia; y de estas sólo citaré
unos pocos ejemplos de los muchos que tengo
apuntados, tales son: las de Andrevi Clave',
Cuyas y no Cutas como se lee en el suplemen-
to, Ferrer (Mateo), que tienen en mi obra de
dos á seis páginas, y las redujo Mr. Pougin
la que más á 25 líneas, aparte de las equivo-
caciones en que incurrió.
Echa también de menos aq[uel biógrafo en
inis biografías la parte bibliográfica, que si
bien no fué mi propósito ocuparme de ella por
no creerla necesaria, tampoco prescindí del
todo de la misma. Asegura luego que es casi
nulo el interés que ofrece mi trabajo en cuan-
to á historia del arte y de los músicos españo-
les; cargo también gratuito, tanto más en
cuanto Mr. Pougin rebajó muy mucho dicho
interés con las mutilaciones que se permitió
hacer de mis Biografías en su Suplemento. Así
mismo asegura aquel que las pocas noticias
que di, y sin valor, de los músicos españoles,
no pueden servir de punto de partida para in-
dagaciones inteligentes y concienzudas, sobre
los que se hayan distinguido más ó menos,
porque mis noticias, dice, son la mayor parte
erróneas.
Y pues Mr. Pougin no dice en qué funda
estas suposiciones, que son por cierto defectos
muy graves para achacarlos á un biógrafo,
trabajo tendría aquel para probar sus asertos.
Y mientras no lo haga, me creo con derecho
para echarle en cara su ligereza y la inconsi-
derada é infundada crítica de defectos que me
supone y de que ni él mismo se ha librado
tratando de músicos españoles.
Para que se vea cuan verídicas son las n o -
ticias que tuvo Mr. Pougin de alguno de los
que continúa en su SupUramto citaremos un
sólo ejemplo que valdrá por todos.
En la página 349 del primer tomo de dicho
Suplemento á las Biografías, segunda columna,
se halla contenido el nombre de una perso-
na que ya no existe, y que omitimos por cier-
tas consideraciones, a la que califica Mr. Pou-
gin de compositor español. De seguro que no
le hubiera dado-semejante título este biógra-
fo sí hubiese sabido que el tal-compositor era
un melomaníatico como pocos se hallarían,
muy conocido en Barcelona, quien sin saber
siquiera las notas musicales ni tener la menor
ñor noción del arte, durante muchos años le
dominó la manía de componer mi'isica. Su
procedimiento consistía en tararear melodías,
que veía inventar y llamaba sus creaciones,
las hacia notar por algún compositor pagán-
dole tanto por hora, y luego el amanuense,
como él le apellidaba, arreglaba el canto para
las voces, poniéndolas la armonía y la instru-
mentación. Estos malos enjendros artísticos
fueron explotados durante algunos años por
cierto maestro de capilla de esta ciudad, que
los hacia ejecutar en las iglesias, mediante nn
buen escote que pagaba el creador melomanía-
tico, en desdoro del arte y del mismo maestro.
A'este seudomúsico dio Mr. Pougin el título
de compositor, cuando sus paisanos le llama-
ban el Don Quijote déla música. ¿Podía su
biógrafo caer en mayor renuncio?
véase, pues, si acertó en precaverme al no
remitir á Mr. Pu igin un centenar á lo menos
de biografías de músicos españoles que le t e -
nia preparadas, hasta haber visto el uso que
hiciera de las que contenían los tres tomos
por mí publicados, y de los que tan mala apli-
cación hizo aquel biógrafo en su Siiptemenio.
Kazon tuve para creer, en vista de los ejem-
plos que me ofreció Mr. Pougin, que las pocas
de aquellas que hubiese aprovechado, las h a -
bía de dejar tan mal paradas con sus cercena-
mientos y mutilaciones, que hubieran tenido
poco interés para honra del arte español y de
los músicos de nuestra nación.
ANTONIO FARGAS Y SOLEE.
Barcelona 1.° de Enero de 1881.
TEATROS LÍRICOS
REAL
LA AFRICANA
La primera representación de La Africana
tuvo de particular muchas cosas. La prime-
ra, fué el haberse verificado el mismo dia en
que se anunció; cosa poco común, desde que
la actual empresa dirige los desatinos que en
el Teatro Real se cometen. Las demás cosas
dignas de mención, ya' las irá sabiendo el lec-
tor, á medida que vaya leyendo.
Nadie esperaba que la ópera ofreciese un
conjunto perfecto, ni aún regular; pero sí se
creía que, siquiera por la larguísima serie de
ensayos de coro y orquesta, podríamos oir,
pasaderamente interpretados, los pasajes más
culminantes de la obra postuma de Meyer-
beer. La empresa, la dirección artística y va-
rios cantantes, lo dispusieron de otro modo,
y no hubo más remedio que resignarse á pre-
senciar el asesinato de La Africana, con las
circunstencias agravantes de premeditación,
alevosía y ensañamiento.
Sí fuéramos á reseñar una por una todas
las cosas dignas de censura, en la representa»

cien á que nos referimos, tendríamos necesi-
dad de gastar tanto tiempo, tinta y papel que
sería un verdadero despilfarro; pero como la
memoria no puede retener tantos desaciertos,
ni el ánimo puede sufrir tranquilamente tal
recuerdo, nos limitaremos á decir que, sin el
cuarto acto, cantado por Gayarre y la señori-
ta de Keszké, la representación habría sido
digna del teatro de Alcorcen, y en esto somos
algo benévolos.
El terceto del primer acto, fué la primera
ocasión que encontró Ponsini para desafinar,
y la aprovechó; Kasclimann quiso demostrar
que sabe gritar y que es capaz de dormirse
en las fermatas, y lo hizo; Gayarre se empeñó
en decir bien pfr la gloria delta patria, y con-
siguió algunos brabos, como consiguió Kasch-
mann chicheos; la de Eeszké no quiso hacer
nada malo, y no lo hizo; Masanet se empeñó
en hacer que echásemos de menos al vetera-
no Santés y al ilustre Bieletto, y su empeño
se realizó; los coros tomaron á su cargo el re-
presentar fielmente un desconcierto espanto-
so, y se salieron con la suya: el metal se pro-
puso sacar sonido rasgado y desagradable, y
no lo dejó en toda la noche; pero, para colmo
de desdichas, se le puso en la cabeza al maes-
tro Goula llevarlo todo con desesperante len-
titud, haciendo perder completamente su ca-
rácter á todas las escenas, y logró ver reali-
zados sus designios. Todos hicieron lo que
peor les pareció.
Cantantes y orquesta consiguieron hacer
prevalecer su voluntad, contra la del público,
que manifestó su desagrado, bien prudente-
mente, por cierto.
La Srta. de Reszké cantó su balada flglio
del Sol bastante bien. Nelusko dio muestras
de poco precavido, pues al manifestar su de-
cisión de matar á Vasco y su aborrecimiento
á los europeos lo declaró con tales gritos y
tal exageración, que hubiera despertado al
marino portugués, á no hallarse éste tan pro-
fundamente dormido, que sólo los aplausos
alabarderiles pudieron hacerle volver en sí.
La sentida plegaria debió llegar, por lo grita-
da, más arriba del cielo y si Brahma no la
oyó no fué culpa del barítono. El público dio
muestras de desaprobación y esto bastó para
que la claque, apoyada, sin duda por varios
sordos, c[ue se hallaban en bastante número,
aplaudió é hizo salir á escena al Sr. Kasch-
man, que se presentó con gran desenvoltura.
¿Quiere creernos el Sr. Kaschmann? No
haga caso de aplausos de alabarderos ni de
amigos imprudentes, ni de sordos del oído,
al par que del entendimiento; siga el buen
ejemplo que le dá algún artista de la compa-
ñía y ganará el terreno que ha perdido en el
concepto del público.
Hablar del resto del segundo acto, es-
pecialmente del septeto, y añadir que en el
tercero siguió el barítono dando voces como
un desesperado, con gran satisfacción de los
alabarderos, que el coro su, su marinari fué
atrozmente ejecutado y que la decoración es
un conjunto de trapos viejos y seis cuerdas,
es decir, lo que todo el mundo sabe. Lo que
merece lugar aparte y reflexión detenida es el
modo de reirse del barítono, sin dejar de gri-
tar ni desafinar: amen de unos movimientos
de lo más notable que se ha conocido. Lo de-
claramos; jamás hemos oido cantar tan mal
la canción de Adamastor, y eso que no faltó
quien tuviera el atrevimiento de recordar á
Bonelié al escuchar á Kaschman.
El acto terminó con una invasión de indios
de diversos colores, fuegos artificiales y fuga
de la orquesta que, sin duda, temió la fe-
rocidad de los salvajes, y se fué cada instru-
mento por donde bien le pareció.
La oración al Qrand'. San Domfnico fué lo
único que se pudo oír en el tercer acto.
Nadie hizo caso de toda la preciosa parte
CRÓNICA DE LA MÜSIGA
del cuarto acto que precede al aria de tenor,
tales eran los deseos que el público tenía de
escuchar el magnífico andante en que Ga-
yarre lució siempre sus facultades naturales,
su delicado fraseo y su correcta escuela de
canto. Intentar describir el efecto que cada
una de las frases producía en el público, es,
á más de inútil, imposible. El público hizo
repetir el andante entre atronadores y espon-
táneos aplausos, que interrumpieron largo
rato la representación; es verdad que hacía
ya tiempo que no se había oido cantar de
aquella manera.
Sí el andante del aria de tenor había alcan-
zado digna interpretación, no le fué en zaga
el gran dúo en que Gayarre y la de Reszké pa-
recían sostener una contienda sobre cuál de
los dos había de cantar mejor y obtener más
aplausos. Si Gayarre decía bien una frase, la
de Reszké decía otra con lamisma perfección;
así es que el público repartió por igual sus
aplausos entre los dos artistas, únicos que le
hicieron gozar aquella noche. Los únicos con-
currentes al teatro que no se entusiasmaron
fueron los alabarderos y los cofrades de la
hermandad del grito.
El preludio del quinto acto fué repetido.
¿No le parece al maestro Goula que dicho pre-
ludio debe tocarse más ligado? En el teatro
opinaban muchos que así debia ser.
El quinto acto, que aquí se reduce á una
sola escena, proporcionó á la Srta. de Reszké
aplausos y llamadas á la escena.
* era preciso que así se hubiera dado á conocer,
Reasumir en pocas ó muchas palabras el
éxito de la primera representación de La Afri-
cana, no es difícil, porque exceptuando á
Gayarre, á la de Reszké y algunas veces á
la Srta. Lumley, todos estuvieron á cual
peor. El barítono estuvo mal; los partiqui-
nos mal; la dirección de escena mal; la or-
questa desigual; una parte del piiblieo bas-
tante mal; los alabarderos muy mal (como
siempre); la banda que toca en el escenario á
la altura de los alabarderos; el coro poco me-
nos, y la empresa y la dirección artística peor
que todos juntos.
J. MuÑiz OAEKO.
23 de Enero, 1881.
APOLO
Amor y Oloria-, zarzuela de los Sres. Tormo y
Nieto.
En los pasillos.
—¿Qué ha oido V. de esto?
—Hombre, hasta ahora no he oido nada,
porque no ha empezado.
—No es eso, ¿digo que si ha oido V, hablar
bien de la obra?
—Imparcialmente no, porque la pasión cie-
ga á los actores, y más cuando estos actores
son tenores cómicos, y más aun cuando los
tenores cómicos son padres.
—¿Lo dice "V. por Nieto.
—No lo digo por el hijo.
—¿Pues no es de Nieto?
—Sí, pero es del hijo...
—¿Del hijo de Nieto?
—No hombre, el autor es Nieto...
—iDe quién?
—De apellido. Pero el otro es hijo.
—¿De apellido también?
—No hombre, de veras, pero como es su
primera producion.
—¿Del padre?
—La primera producion del hijo.
—¡Ah!
—Se guarda el secreto menos para el padre.
—Es claro el padre lo tiene que saber, pues
creo desempeña un papel muy importante.
—¡Naturalmente!
Si bastasen la carencia del bigote, y la bue-
na intención para ser autor dramático, el se-
NUM. 123
ñor Tormo ¿fils), sería reputado como tal, pues
Amor y Gloria es una candidez que demues-
tra los buenos sentimientos de su autor. Pero
como las condiciones literarias no se aprecian
or las morales y es muy compatible ser buen
E ijo y mal poeta, y en las obras dramáticas
se prefiere la buena forma al bu^n fondo, resul-
ta que la zarzuela Amor y Gloria no es más
que un juguete (en la verdadera acepción de
la palabra), del Sr. Tormo (//í), pasado por
música por el maestro Petit Jlls (Nieto.)
La consabida huérfana que hace partícipe á
la orquesta de su desgracia y su amor hacia
Pablo, amor tan^ísro como un coracero de 10
céntimos. El eterno capitán de zarzuela, que,
enamorado de la huérfana, no vacila en de-
clarar su pasión en voz alta y al mismo tiem-
po que se la declara el apuntador en voz baja.
Se exhiben en esta obra todos esos perso-
najes que han servido de figurines á la zar-
zuela antigua, y que, no siendo figuras verda-
deras sino maniquís con voces de tiple, tenor
y bajo, no pueden interesar un momento, pues
parecen muñecos sin peana, que mueve el
autor á su antojo colocándolos en diferentes
posiciones, segan lo que han de cantar.
Inútil es decir que la huérfana se casa con
su Pablo después de haber salvado á su pa-
dre, terminando todo satisfactoriamente para
regocijo de las personas honradas, ya que no
de las musas, que no se ocupan de estas
cosas.
La música del maestro Petit-fils «s agrada-
ble, y aunque no se hará popular ni se oirá
por las calles, pues para oirse de este modo
no deja mostrar en ella su autor que está
obligado á hacer más que reunir temas sin
novedad, que entrando por un oido salen por
el otro en busca de su primitivo autor .
El Sr. Nieto, que tegió La Tela de araña,
debe demostrar al público que \z, partitura de
Amor y glorio es un paréntesis lleno de Jotas
sin importancia alguna.
Y me alegro que los aplausos hayan que-
dado intactos para el final, porque todos se
los merecen los actores que tomaron parte
en la interpretación de la obra. Todos estu-
vieron muy bien en sus respectivos papeles,
pero hay que hacer mención especial de la
Srta. Soler Di-Franco, que dijo su parte con
un gusto y una delicadeza digna de elogio,
así como el Sr. Dalmau. El Sr. Ferrer cantó
con mucho arte, y el señor Tormo (Pére) des-
empeñó mejor su papel que elSr, Tormo (Fils)
La orquesta, bien.
Al salir, decía un espectador, lleno de v i -
vísimo interés:
—Diga Vd., ¿y tendrá buena voz el autor
del libro?
—No sé si tendrá la voz mejor que la letra.
Al pasar por San José, iba pensando en la
zarzuela, y creí oír cantar:
Oloria al padre, gloria, al hijo, gloria al
Nieto.
AGRAZ.
CORREO EXTRANJERO
PARÍS.—La Sociedad de Conciertos del
Conservatorio ha dado á conocer una oda sin-
fónica de Victorino Joncieres, titulada La
mar. Si C". autor hubiera firmado con el nom-
bre de un maestro clásico, se le hubiese pro-
clamado autor de una obra maestra; ha fir-
mado con su nombre y tiene que contentarse
con ti juicio ce que es músico de tempera-
mento vigoroso, hábil en la instrumentación
y abundante en la inspiración. Hé aquí otro
maestro notable de los que necesitan para
brillar la creación del teatro lírico de París.
La Grande Opera no ba3ta ni aun sirve para
las necesidades de los compositores m o -
dernos.
En los conciertos del Chatelet continúa eje-
cutándose la trilogía de Berlioz, La Infancia
di Cristo, de que me ocupé en la carta ante-
rior.
 JíÚM. i ¿ S
. Eü la sccísdad nacional ha tenido un éxito
inmenso Camilo S: int-Saens con su nuevo
septuor. Es una obra de grandísima impor-
tancia de la que no puedo hablar en detalle
porque no la he cido todavía.
, Mr. Emile Pichoz acaba de fundar una aso-
ciación coral para el estudio de los clásicos
franceses y extranjeros, á fin de dotará París
de una gran sociedad coral como existen en
casi todas las ciudades importantes de Ingla-
terra, Alemania y Suiza,
Ya se ha anunciado el concurso de la Villa
'le París para la composición de una gran sin-
fonía con coros y solos. La elección del asun-
to es completamente libre. Se admitirán los
manuscritos hasta el 27 de Diciembre de este
íiSo. El píemio es de lO.OUÜ francos.
La casa de Brandus ha publicado magní-
ficas ediciones de Lis b'atitudes, de Ctísar
Eranck, Caprickos é interm'dios, de Brahms,
y Mdodías, de María Jaell.
César Franck es un contrapuntista muy
notdjle. Los Caprichos é intermedios de
üralims son encantadores, por el estilo de las
romanzas sin palabras de Alendelssohn. Las
melodías de la señora Jaell son muy ele-
gantes.
« un Ave María de Gombert, un Benedichis del
Do3 concursos se han resuelto estos días,
el de Cressent y el de Kossini. En el primero
ha vencido una ópera en un acto titulada Les
PnntiM, de Mr. Hue, pensionado en Eoma, y
en el segundo una cantata y escena dramática
llamada PM?»ÍÍÍW encadenado, üa M. Camilo
Üu Lóele.
Continúan con gran actividad en la Grande
Opera k s ensayos del Tributo da Zamora, de
Counod. Hay el propósito de que no fe de-
more ni un día su estreno, fijado para prin-
cipios de Marzo.
Ha llegado á París el compositor italiano
Denza, conocido y reputado, no sólo en Italia,
sino también en Rusia é Inglaterra. Pasará
el invernó en la capital de h'rancia y dará á
conocer sus obras de salón.
Carlos Beriút lía dado á conocer, en un
concierto verificado en la sala Grard, su poe-
ma sinfónico IPrnan Corles, que es una obra
importante y bien tratada bajo el doble as-
pecto de la armonía y de la instrumentación.
Carlos Beriot es un pianista bastante nota-
ble y ejecutó muchas de sus composiciones.
BRUSELAS.—En el teatro de la Moneda
se está preparando para Febrero el estreno de
Una ópera cómica en tres -actos, música de los
Sres. Coveliers y Colyns titulada El Capitán
Raimundo.
«
»»
La capilla de la gran Colegiata de San P e -
'1ro ds Lovaina, ha ejecutado en las últimas
fiestas un Magnijicat para coro y orquesta del
comendador Cazamorata, director del Conser-
"íatorio de Florencia, y un Laiidats y una
Smdicion del maestro Cayetano Gaspari, di-
rector de la capilla de Santa Catalina de Bolo-
nia. Estas obras, estrenadas pocos días antes
en la fiesta de Santa Cecilia de Lovaina, han
sido acogidas con gran éxito.
* páginas.
»»
En el Círculo Artístico y literario, han dado
"OS conciertos unas niñas de las llamadas
Vrodiijios, que son ya notables pianistas á pe-
sar de no tener más que ocho y diez años. Se
llaman Luisa y Juana Douste, La primera ha
tocado una fuga de Bach, un minueto de
«aydn, una marcha de Gretry y La Fileuse
de Mend^lssohn. La segunda ha tocado una
CRÓNICA. DE LA MÚSICA
romanza sin palabras de Mendelssohn, el es-
tudio en la m iiir de Chopin, ye 1 minueto de
Raff. Ambas se distinguen por la seguridad
de ejecución v' por su buen estilo.
Uno de los empresarios del teatro de Co-
vent-Garden de Londres, M. Gye que actual-
mente se halla en Bruselas con su esposa la
célebre cantante Sra. Albani, ha contratado á
Joseph Dupont, director del teatro de'la Mo-
neda para dirigir la orquesta de Covent-Gar-
rien en la temporada de verano, que es la prin-
cipal temporada de Inglaterra.
Ha sido nombrado Director de la Escuela
de Música de Lovaina, Mr. Emile Mathieu,
autor de las óperas ¿''Í/ÍÍ,//«(?•* de Kiff, Geor-
ije Dandin, La Bernois' y otras. Es uno de los
artistas belgas más notables.
El primero de los Conciertos anuales del
Conservatorio se verificará el día 30, ejecu-
tándose la Nov'iía sinfonía de Beethoven con
coros. El segundo concierto se verificará en
Febrero, interpretándose la sinfonía heroica
de Beethoven y la oda á Santa Cecilia de
Haendel. El tercero en Marzo, se destina á
una ejecución de la Armida de Gluck. Y el
cuarto que será el domingo de Ramos, será
un concierto sacro en el cual se ejecutará un
salmo de Marcello, motetes del siglo xvi,
siglo XVI y diferentes fragmentos de Buys,
Bach y Mendelssohn.
GANTE.—Se ha puesto en escena el Tdiin-
liav.ser de Ricardo Wagn«r, con un éxito in-
menso, aplaudiéndose con entusiasmo laover-
tura, la gran marcha y el coro de los peregri-
nos, la romanza de la estrella de Wolíram en
el último acto y otros varios número-. El sep-
tuor final del primer acto es de una dificultad
inmensa de ejecución, pero ha salido bastan-
te bien.
VIENA.—En el teatro imperal de la Opera
se está preparando una serie de representa-
ciones de todas las operas de Meyerbeer, de la
misma manera que no hace mucho se pusie-
ron las de Mozart.
Lady de Grelna-Greeii, se titula una ópera
cómica en tres actos que se ha extrenado con
buen éxito en Salzburgo, la ciudad natal de
Mozart. El autor de la nueva partitura es el
barón Uschiderer.
FLORENCIA.—El maestro Serpieri de Bo-
lonia ha llegado á esta ciudad y ha encomen-
dado á la Urban la creación de su ópera nueva
La slava que hace tie.upo tenia en cartera es-
perando encontrar una interprete que le agra-
dara
MILÁN.—Dícese que la cantante española
Elisa Yolpini abandona la escena en la que ha
recosido tantos triunfos.
Bottesini prepara una revancha al mediano
éxito de La reini dA Nepal. Ahora t rabaja en
una nueva ópera que se titulará Zf caida de
im Ángel.
*»
Ha empezado á publicarse en Casalmoníer-
rato un nuevo periódico da música, literatura,
y arte titulado La gara musicale.^ A cada nú-
mero acompaña una pieza de música de ocho
»«
Ha tenido buen éxito en el teatro de la Sea-
la el baile dei maestro Marenco Excelsior.
ROMA.—El ministro de Méjico en esta ca-
pital que es gran aficionado á la música, ha
tenido una reunión en su casa para hacer o«r
varios trozos de una ópera nueva del maestro
Antoniní titulada Almmuor. Dicen los asisten •
tes que la obra tiene grandes bellezas y gus-
tará mucho. El maestro Antoniní, añaden, ha
sabido vencer una gran dificultad, la de dar
á su música el carácter árabe que requiere el
asunto de la obra.
*
Ha fallecido el maestro Nini uno délos com-
positores italianos más conocidos y apreciados
por sus obras religiosas.
AMERICA.—En la Habana ha disgustado
altamente, en el teatro Payret, la represe nta-
ciojí de II Oimrany, desempeñada por la com-
pañía lírica del Sr. Azula.
Apesar de los estrepitosas bombos de la
prensa habanera en pro de aquellos artistas:
no ha n logrado atraer al público de la Haba-
na que deja casi vacio el referido teatro en las
noches de representación.
*
f *
La brillante composición de Rubinstein, La
Torre de Babel, ha sido ejecutada por vez pri-
mera en América, por el Club Apolo, de
Chicago, el dia 7 de Diciembre último, bajo
^a dirección de Mr. N. L. Tomlins.
LONDRES.—Se ha publicado una edición
musical é histórica del íohcngrin por Mr. John
P. Jackson, la cual contiene una larga intro-
ducción histórica, el libreto en su totalidad
traducido al inglés, y tal como la cantó la
compañía de Cari Rosa y más treinta y cinco
páginas de música para canto y piano," inclu-
yendo lo más notable de la ópera, acompaña-
da de excelentes ilustraciones.
RIGA (Polonia).—Sarasate ha obtenido un
inmenso triunfo en el concierto que acaba de
dar. El tiempo me falta para dar á Vds. deta-
lles de la función, pero no puedo resistir al de-
seo de enviarle una traducción de una poesía
que le han dedicado y que es digna de fijarse
en ella siquiera por los detalles de expresión
que contiene. Hé aquí la traducción:
A Pablo Sarasa!e.—Homenaje al gran ar-
tista, al mago á quien la naturaleza ha entre-
gado sus tesoros. Los cantores de los bosques
le prestan sus melodías; las ondas espumosas
de la cascada le pagan el tributo de sus argen-
tinos sonidos; las selvas tenebrosas le dan el
murmurio de sus pinos: la noche serena le
imprime la majestuosa armonía del brillo de
la luna; el espíritu de las naciones sostiene en
él la potencia misteriosa de la inspiración, del
encanto, de la melancolía y de los sueños.
Con un movimiento de su mano hace la-
tir millares de corazones al compás de sus
cantos. ¿Cómo conoce los misterios de nues-
tros coraz ones? ¿Porqué en cada uno de sus
sonidos se revela toda nuestra alma? Es un
huésped que llega muy lejos; ¿Quién ha po-
dido revelarle el secreto encantador de nues-
tras melodías, y darle la suficiente fuerza para
hacer extremecer nuestros pechos?
El espíritu de Chopin flota soWe él. En sus
manos vibra su cítara de oro; el canto de Cho-
pin prorrumpe en lúgubres sollozos; su melo-
día se ensancha en un canto expresivo y soña-
dor que suplica y llora como una huérfana.
Hé íiquí por qué su arco produce los ecos de
nuestros campos, los rumores de nuestros
bosques, las voces de nuestras melodías cam-
pestres, lo mismo que el murmumurio del
Vístula, el encanto de los sueños de nuestras'
vírgenes, nuestras alegrías, nuestras penas,
nuestros dolores,
Salud, gran artista, que suspendes nuestras
almas, con el encanto de tu arco. J-,os sonidos
de tu violín van derechos al corazón, y por tu
arte sublime nos has comprendido. Y puesto
que tan bien sabes pfirticipar de nuestros sen-
timientos, acuérdate en toda ocasión que un
suelo hospitalario te espera siempre aquí. Que
Dios te guie en tu peregrinación, pero que
V uelvas á nuestro lado.
STANISLAS GRUDZINEKI,

CENTENARIO DE CALDERÓN.
Durante la última semana ha habido varias
juntas y reuniones, en las que se han discuti-
do proyectos encaminados á que la festividad
sea verdaderamente notable y fastuosa.
Sentimos que la absoluta falta de espacio
nos impida dar cuenta de todos los acuerdos
tomados, y nos limitamos á dar los siguientes:
Mañana quedarán instaladas definitivamen-
te las oficinas de la junta ejecutiva en el Circu-
lo de la Union mercantil, donde habrá cons-
tantemente una persona encargada de recibir
á, cuantos lo soliciten, permaneciendo también
allí el secretario, desde las nueve á las once
de la mañana.
El secretario de la junta ejecutiva de la
prensa queda encargado de conferenciar con
el director de La Ilustración Española y Ame-
ricana para tratar de la publicación de un pe-
riódico dedicado exclusivamente á la memoria
del eminente autor de Bl Alcalde de Zalar/iea,
j cuyo producto se destinará & las fiestas.
««»..~a«a a-^g-c c - ^ - w
NOTAS SUELTAS
MADRID
El primer concierto del eminente pianista
Mr. Rubinstein, se verificará probablemente
el dia31 del actual.
Ese día publicaremos un número extraor-
dinario, dedicado á este célebre artista, que
contendrá el retrato, la biografía, una Silv.Ha
aríistica y otros varios trabajos.
Este número será gratis páralos suscritores,
y se venderá en las calles y puestos de café, á
15 céntimos.
Mucha escasez de noticias, propias para es-
ta sección encontramos en ía semana. Los
teatros apenas si ofrecen novedades con que
saciar la voracidad del pxíblico.
Los próximos conciertos de Rubinstein, son
hoy objeto de las conversaciones en los circu-
ios dedilettanti.
También se habla mucho sobre El Loen-
grhin de Wagner, que Dios y Rovira median-
tes, se ha de representar en breve, en nuestro
regio coliseo.
Apolo, después del estreno de Amor y glo-
ria, se apresta á nuevos combates y ensaya
las zarzuelas que ya anunciamos en el último
número.
El Teatro Español abandona el terrenoJa-
dicial en que entró sólo una noche, y repi-
tiendo obras de repertorio, va ganando tiem-
po para disponer los estrenos que se preparan,
que son: el drama Bajo el Cristo del Perdón^
y otros tres, originales respectivamente de los
Sres. Echegaray, Nuñez de Arce y Caves-
tany.
Mario tan¿)ien va trampeando. Ahora r e -
presentan en su teatro la preciosa comedia Lo
que vale el talento, y pronto se estrenarán dos
obras nuevas, tituladas Solitos, del Sr. Campo
Arana, y Las vecinas del segundo, de los se-
ñores Arana y de otro joven escritor, hijo de
un distinguido literato.
Eusebio Blasco, terminará en breve con
destino á este mismo teatro, una comedia
nueva, titulada La posada del lio Lúeas.
En la Zarzuela, se confirma lo de que «un
loco hace ciento,» y el activo empresario lo-
gra con las locuras hace perder el juicio al
público madrileño, que llena el teatro todas
las noches. La troupe Barreta Dar^'tses nuy
notable.
En los teatros pequeños, mucha gente y po-
cas obras buenas.
La revista ¡Eh, á ¿a plaza, estrenada el sá-
bada en Eslava, tiene gracia, entretiene y
dará dinero. Zamacois está en su centro, re-
presenta un torero.
El Circo de Price, esta muy tronadillo.
Mr, Paris, no consigue hacer entrar por el
firo á los espectadores, y la más espantosa
CRÓNICA 1)E LA MÚSICA KÚM. 123.
soledad reina allí casi todas ¡as noche?. Los Al terminar el último concierto de Antonio
bailes de máscaras tampoco se ven muy con- Rubinstein, en Moscow, las bellas patricias
curridos, exceptuando los jueves (dias de mo- de esa aristocrática ciudad tomaron al asalto
da) en que alfombras, trajes, orquest.i, ambi- ol estrado y cubrieron de besos las manos del
gú, etc., son de lo más escogido. célebre pianista.»
Los dos Panoramas (el del Prado y el de la
Castellana) siguen viéndose muy concurridos. Apropósito de estas demostraciones de afec-
Sin embargo la competencia será ruinosa pa- to, aun podemos citar otras dos anécdotas
ra ambos, mucho antes de los seis meses du- interesantes.
rante los cuales han de estar expuestos los Una noche él hermoso tenor Capoul aca-
lienzos de la Batalla de Tetuan. baba de lavarse las manos. Algunas de sus
Y nada más ocurre de particular (y es bien admiradoras, puestas al corriente de este ac-
poco en verdad.) to importante, invadieron su gabinete de t o -
cador, y arrojando el contenido de sus rocia-
dores, fos llenaron con el agua jabonada en
que el cantante acababa de humedecerse los
El célebre pianista Rubinstein dará en Ma- dedos.
drid dos conciertos, que se verificarán en el El tenor Salvi, á fines del reinado de Nico-
teatro de Apolo, por la noche. lás, fué el héroe de un incidente análogo. Su
Los pedidos de localidades para estos dos contrato con la Opera de Moscow terminaba.
acontecimientos musicales, pueden dirigirse Dejábala ciudad, cuando de improviso se vio
á la Redacción de L A CRÓNICA DE LA MÚSICA rodeado en la estación por un enjambre de lin-
Peligros, 10 y 12, principal. das mujeres, cargadas de rosas y coronas. Le
suplicaron que les dejara un recuerdo, por pe-
queño que fuese, antes de su partida. Sorpren-
dido al principio, Salvi les ofreció sonriendo
Parece cosa resuelta la marcha del eminen- administrar á cada una un ligero peUizco de
te maestro-director Bretón á Roma. adiós en recuerdo suyo.
Va á ocupar la plaza pensionada, que antes Con gran extrañtza, Salvi vio que la pro-
obtuvo el Sr. Chapí. posición habia sido aceptada con placer. Al-
La sociedad ütiion Artístico Masical, dará gunas le rogaron que las pellizcara lo más
antes de la marcha de su director, uno ó dos fuerte posible, «á fiu de que les quedara por
conciertos, ejecutando en ellos lo más escogi- algunos dias un bonito cardenal.»
do de su repertorio , y quizá alguna obra
nueva. «""•v*^ 9-6S-t>-t^ ""•
PROVINCIAS,
Los Sres. Zapata y Fernandez Caballero,
están escribiendo el libro y la música respec- CAKTA DE ALCOV
tivamente, de una nueva zarzuela que se es- Sr. Director d'i la CRÓNICA DE LA MÚSICA.
trenará pronto en el teatro de Apolo. Muy señor mío y querido amigo: Dias pa-
sados ejecutóse por primera vez en nuestro
teatro, la última obra conocida de nuestro
distinguido paisano el maestro D. José Espí
Nuestro compatriota Tragó está obteniendo ülrich, intitulada, Cá¡iti,ga. Un publico nume-
en París grandes ovaciones. roso y escogido llenaba por completo el coli-
En un concierto verificado el último domin- seo, el que oyó con religioso silencio esta tier-
go, después de cantar el eminente Faure se na y delicada producción,—que VV. ya cono-
presentó Tragó á ejecutar en el piano el con- cen— rica en lietalles de instrumentación, 3-
cierto en re nienorúQ Mendelsson. sostenida por una armonía vigorosa y que por
Desde el primer momento hizo al público su inspiración y sentimiento pertenece al gé-
suyo, que le correspondía entusiasmado con noro puramente religioso.
una salva de aplausos á cada trozo. La acertada interpretación de la orquesta,
Cuando concluyó se le obligó á salir al es- contribuyó al éxito de la obra, la que estuvo
trado por tres veces, demostrándole el públi- admirable en su desempeiio, repitiéndose esta
con repetidos bravos la satisfacción con que á instancias de un público entusiasmado.
había recibido al debutante español. Felicito sinceramente á ¿luestro amigo y
paisano Sr. Espí, aguardando con impaciencia
el que se me presente pronto otra ocasión
En la próxima samana se pondrá á la venta como esta, para poder saludarle y prodigar
en ei almacén de música del Sr. Martín, Cor- justos y merecidos aplausos.
reo, i, la meditación ¡O/i clcst' dulzura, letra Durante, algunos dias, hemos tenido entre
de D. Adelardo L. Ayala, puesta en música nosotros al acreditado profesor de guitarra,
por D. Emilio Arrieta y cantada en las hon- Sr. Tarraga.
ras de cabo de año de aquel insigne poeta, por Este apreciabilísimo é inteligente joven ar-
el Sr. Gayarre. tista, ha demostrado relevantes dotes para to-
car tan difícil instrumento, ejecütan(lo en cin-
co conciertos que ha tomado parte, un comple-
Ha sahdo de Madrid el Sr. Dalíau, dueño de to repertorio de piezas de reconocido mérito,
un almacén de pianos y armoniums de Va- pero tocadas con precisión, con gusto y sin
lencia. Este señor ha firmado un contrato con omitir los más pequeños detalles de las obras
el seño.' Lumley, en virtud del cual queda circunstancia que no hemos visco en otros
como único representante de la casa Kaps y afamados guitarristas, y por lo cual, le hace
de la fábrica de órganos de Masón y Hamiin aun más recomendable."
(Boston y Nueva York),' para los reinos de Tengo el gusto de participarle la solemne
Valencia y Murcia. inauguración de la sociedad artístico-recrea-
* tiva titulada «El Iris.» A este acto invitaron á
» » todas las autoridades, centros de .reunión y
La sociedad artística que está al frente del personas de representación, pero muy parti-
teatro de Apolo no cesa de dar variedad á los cularmente, á los profesores y competentes en
espectáculos. Últimamente ha puesto en es- música, que es uno de los fines que la socie-
cena la preciosa zarzuela de Arrieta El Domi- dad se propone cultivar.
nó azul, con muy buen éxito por su esmerada Durante el discurso inaugural y lectura de
ejecución. poesías, la orquesta ejecutó las piezas siguien-
tes: !."• Anim la coquHtf overtura, 2." Ador,i¡-
op'ra 20 de Beethoven, ,3." Serenata de Sciiu-
Ahora que está próximo el día en que el cá- bert, para canto con acompañamiento de or-
lebre Rubinstein, llegue á Madrid, tieneopor- questa, i." Horas felices, tanda de walses <Je
tunidad el siguiente suelto que tomamos de Kaulich.
n colega de provin n p . Laorquosta interpretó con gusto todas es-
'(Parece ser que en punto á entusiasmo, no tas piezas, y al darse por terminado el acto,
hf:y quiea se las apueste con las rusas. hicimos votos en pro de esta sociedad, si e^
 NÚM. 123.
•que el fin que se propone es el de estender y
«ultivar el arte, hermanándole en lazos indi-
solubles de compañerismo y religión.
La rara y caprichosa polka de Satias n o -
minada Tcket ha hecho f aror en el teatro, ha-
biéndose de tocar y repetir muchas noches á
instancias de los abonados. Es probable se
ejecuten muy pronto las últimas piezas publi-
cadas y que hemos ya recibido.
Prepáranse para la próxima cuaresma gran-
diosos conciertos sacros, de que á su tiempo
ya tendré el gusto de darle cuenta.
Ha llegado á esta ciudad para reponerse de
su quebrantada salud, el joven inteligente vio-
linista D. Quintín Mata, el cual tomará parte
«n algunas veladas artístico-musicales, una
vez que consiga su restablecimiento.
Y como V. dispone de poco espacio, he pro-
curado estenderme poco en mis noticias ó dar-
las en extracto, despidiéndose de V. afectí-
simo y S. S. el corresponsal.
J. MIRA CARBONELL.
BARCELONA.—La empresa del Principal
«stá haciendo las debidas gestiones á fin de
contratar una compañía de ópera para la pró-
xima temporada de primavera, en la que figu-
rarán los aplaudidos artistas señora de Reszké
y los señores Gayarre, Uetam y Eoudil. Ape-
sar de su buen deseo no creemos consiga sus
propósitos.
« tirarle las suscriciones.
**
En el próximo concierto que dará la «Aso-
ciación musical catalanista» se ejecutará, en-
tre otras piezas, la gran sinfonía en / « , para
septimino, del maestro Sr. Martínez Imbert.
Se estrenará también un cuarteto del joven
profesor Sr. Goberna.
La Junta de Gobierno del teatro del Liceo,
en vista de una petición suscrita por unos 120
abonados de los palcos de tercer piso, ha de-
jado sin efecto la orden que diera para que se
•cerraran dichos paicos las noches de bailes de
máscaras.
* sos á la bsneficiada. Dice un periódico de d e D . F. A .
»»
El sábado salió de esta ciudad para Madrid
el empresario del teatro Principal, D. Adolfo
Bragada, para ocuparse en combinar los es-
pectáculos que trata de ofrecer al piiblico en
la próxima temporada de primavera.
También emprendió ayer un viaje á la corte
el empresario del teatro i?spañol y gerente de
la empresa del t,eatra.E,omea, D. Miguel Ga-
sset, para ocuparse en la formación de la com-
pañía que funcionará en el primero de dichos
teatros durante el verano próximo.
El jueves se verifico en el teatro Romea la
función á beneficio del reputado autor dramá-
tico, D. Federico Soler (Pitarra,) con motivo
de darse la vigésima representación de su co-
media Lo dir de la geiit.
El Sr. Soler fué llamado á la escena, como
de costumbre, repetidas veces, recibiendo en
el palco escénico, al terminarse la representa-
•cion de la obra, los regalos siguientes:
Un medallón de ébano en ftuyo anverso hay
una alegoría de la comedia Lo dir de la gent y
en el reverso las iniciales del Sr. Soler, una y
otra s de plata incrustada, recuerdo del escri-
tor D. Juan Molas y Casas, una copa azuca-
rera con su platíto, de plata, obsequio de la
«Sociedad Latorre;» un tarjetero de cristal con
pié de plata, regalo de la empresa del teatro,
y un elegante estuche de terciopelo encerran-
do recado de escribir de plata, de un parti-
cular.
* bía dedicado el beneficio.»
»»
Ls compañía de declamación que actúa en
el Gran Teatro del Liceo, alternando con la de
^pera, ha representado últimamente con buen
éxito, el drama de Echegaray La nmerte en los
labios.
VIQO.—Se ha repartido al público el pros-
pecto-progama de la compañía de zarzuela
^ae, del 25 al 26, actuará en Vigo con un abo-
no de diez únicas funciones, cuya, lista de per-
sonal y repertorio es como sigue:
CRÓNICA: DE LA MÚSICA
LISTA DEL PERSONAL. de un Certá)nen al genio é inspiración de t o -
dos los que rinden culto al divino arte de la
Director de la compañía, D. Federico Gar- música, con cuyo entusiasta concurso á t a n
cía Marin; maestro director y concertador, nobles lides siempre ha sido favorecido el Li-
D. Cosme Bauza; primera tiple absoluta, d o - ceo, recibiendo en ello, á la par que gran
ña Dolores Trillo; otra primera y tiple cómica, honra, la inmensa satisfacción de estimular
doña Adelina Dupuy; segunda tiple y tiple có- el amor á las bellas artes y contribuir en algo
mica doña Filomena Galí; tiple característica, á que Galicia no quede rezagada en la aspi-
doña María Barreda; partiquinas, Aurora Ra- ración al perfeccionamiento en todas las esfe-
mos y Felipa Gimeno; primer tenor, D. José ras de la vida que distingue la época actual.
Ruiz Madrid; primer barítono, D. Salvador En el programa del Certamen figuran tres
Grajales; primer tenor cómico, D. Federico premios de composición y dos de ejecución.
García Marín; primer bajo, D. Gabriel Riva; La falta de e.spacio nos impide detallarlos,
bajo cómico, D. Antonio Vello; segundo barí- así como dar cuenta de las bases del Certa-
tono, D. José Muñez; segundo bajo, D. José men. Procuraremos hacerlo otro día.
Rodrigo.
*
El repertorio de la compañía es numeroso,
pues además de las obras más acreditadas y CORRESPONDENCIA.
conocidas, ofrece las siguientes:
Un Esludiante en Sdamanca, El Anillo de
Hiirro, El Molinero de SubtM, La Marsellesa, D, P. L. S.—Mula.=Servida suscricion por
Los Comediantes de Antaño, Él Dominó Azul, un año y recibido su importe.
Los Magyares, La Conquista d? Madrid, Campa- D. R. G.—Barcelona. =Remitido el número
non% Mis dos mujeres. Los Oarloneros, El luce- que reclama.
ro del Alba, Picio, Adán y Compañía, La Tela D. I. M.—Coruña.—Remitidos los números
de Araña, La noz pública. El proceso del can- que reclama. La culpa de los retrasos que ha.
can; las de gran espectáculo: El Salto del Pa- sufrido, ya sabe es del Sr. G. A. de ésa, el
siego, La Guerra, Santa, Dos Huérfanas, Las que aún está en descubierto con esta Admi-
Dos Princesas, j la ópera española Gttzman el nistración á pesar de sus buenas palabras,
Bueno. por cuyo motivo he tenido necesidad de r e -
D. J . O.—Almería.—Remitidos los núme-
BILBAO.—Se van á colocar en el teatro de ros que pedia.
esta capital, excelentes butacas cuyo modelo D. P . A.—Recibido importe de suscricion
ha sido hecho en Madrid. Con una fácil é in- por tres meses.
geniosa trasformacion, servirán para verano D.'^M. B. de C—Caldas de Reyes.—Reci-
é invierno, como sucede con las de algunas bido importe de suscricion por un año.
délos teatros principales de la corte. D. J . P.—Logroño.—Recibido importe de
sus tres suscriciones por un trimestre en que
está incluida la de Burgos.
D. F . F.—Dénia.—Id. id. hasta fin de
COHUÑA.—El beneficio de la prim'i donna
absoluta, señora Herrera, verificado última- Marzo próximo. Atenderemos en cuanto sea
mente en el teatro de esta ciudad, estuvo posible sus indicaciones.
muy concurrido, y el público colmó de aplau- D. B. R.—Vitoria.—Variada la dirección
la localidad: D. S. A.—Arechevaleta.—Remitido el n ú -
«En verdad que la señora Herrera, era mero que pide.
acreedora á la afectuosa expresión de simpa» D. J. O. V.—Corcubion.-Servida la sus-
tía que el público la demostró. Artista infa- cricion que pide.
tigable, con un repertorio extensísimo, pode- D. J. U. y C*—Recibida tarjeta y paquete
mos decir que sobre ella y sobre e! tenor se- y cumplimentado lo que en aquella encarga.
ñor Baeci, recayó el peso del trabajo, espe- El Administrador,
cialmente en las primeras cuarenta funciones.
La señora Herrera, en los dos meses y medio F. PÉREZ BENAVIDES.
que van de temporada teatral, ha cantado
cinco veces el Trovidjr, cuatro Lncrecvi, cua-
tro Bailo in Maschera, cinco Pollmto, seis Hr-
nani, cuatro Nahnco, y dos Linda, que forman PREIOS DE SUSRICION
un total de 7 óperas y 30 representaciones de
las 13 y 56 respectivamente que lleva dadas EN ESPASA 24 r s . t r i m . , 43 sem. y 84 a ñ o .
la actual compañía, y constantemente la he- EMPOETuaAi, 30 . • 56 . 108 .
mos visto trabajar con afán. Por eso, y por IIXTBANJBHO 3fi . . 68 » 132 .
las demás buenas condiciones de artista, de E N LA ISLA DB CCBA 5 pesos sem. y 8 a l año (oro).
que en d terentes ocasiones nos hemos ocu- E N MEJIOO. 2 ' / s reales semanales.
pado, encontramos justificada la concurrencia
que hemos visto en el teatro la noche á que KÜMERO SUELTO CON MÜSICA DE REGALO
nos referimos y la ovación de que fué objeto 2 REALES
la beneficiada al terminar de cantar su aria
en el segundo acto. Profusión de flores, mul-
titud de flores y algunos versos, salieron de
las galerías y de los palcos inmediatos al es-
cenario, que en un momento se convirtió en
un hermoso jardín, en el que la artista daba CUPÓN
gracias pisando una alfombra de bellísimas
flores, mientras dependientes del teatro le
ofrecían ricos presentes, bonitos ramos y una
Los Reyes en el destierro
HAGNÍFIOA NOVEU DE
elegantísima corona ofrecida por el cuerpo de
Administración militar, al que la artista h a - AtiIT'OiVSO r>A.tjr>ET
Los señores suscritores á la CEÓ-
UiCA DE LA MÚSICA pueden comprar
este libro por 6 rs. en lugar de 8 que
El Liceo Briíjantino anuncia un Certamen cuesta, presentando el adjunto Cupón
mwsical para, el dia 2 de Julio de 1881. en la librería de Fé (Carrera de San
Constante esta Sociedad en su jDropósito de Jerónimo), ó en la administración de
protejer j coadyuvar, en la medida de sus este periódico.
tuerzas a los progresos artísticos de nuestro
país, y fiel á la misión que voluntariamente
se ha impuesto de conmemorar las glorias del
pueblo coruñés y de su heroína Mario, Pila,
abre, una vez más, el honorífico palenque de Imp. de E L LIBERAL, á cargo de L. Polo. Almudena, 2 .
 CRÓNICA D E LA MÚSICA NÜM. 123

SECCIÓN DE ANUNCIOS
ALMACÉN DE MÚSICA, PIANOS Y ARMONIÜNS NICOLÁS TOLEDO
DE
En el almacén de música y píanos del editor y profesor Nicolás

CARLOS SACO DEL VALLE 37, J a c o n a e t r e z o , 3 0

Toledo, Fuencarral, 11, se acaba de recibir un gran surtido de los
inmejorables pianos de
ERARD,
de los elegantes de
MADRIB
Depósito de los pianos de la fábrica de los Sres. Bernareggi Gassó BORD,
y Compañía. cuya baratura, unida á sus hermosas voces y gran solidez, los ha-
Gran surtido de los de Erard, Kaps, Herz, Boisselot, etc., etc. cen recomendables á todas las fortunas.
Mediante un contrato especial que esta casa acaba de hacer con De los magníficos de cuerdas cruzadas y resonador de
dichos señores fabricantes, ofrece al público de Madrid j provincias KAPS,
la facilidad de adquirir cualquier modelo de estos magníficos instru-
mentos desde y de los de grandes voces y modelos nuevos de
LINDNER.
D i e z d u r o s al m e s ' Tengo la satisfacción de poner en conocimiento del público que
sin aumentar los precios de almacén. todos los pianos que recibo son escojidos entre los mejores por los
Novedades musicales españolas y extranjeras con grandes des- señores fabricantes, á lo que estoy sumamente reconocido por este
cuentos. honor que me dispensan y el gran crédito que esto me proporciona.
Siendo al contado los pagos, grandes descuentos. A plazos de 6
37, Jacometrezo, 3 9 á 20 duros mensuales.

DE BARCELONA.

PASTA PECTORAL DKl DR, ANDREU, PIANOS Y ARMONIUMS.

REMEDIO SEGURO Y EFICAZ Los que visitan mi almacén se sorprenden al ver la baratura
CONTRA TODA CLASE DE T O S , POR FUERTE É INCÓMODA QUE SEA. increíble en que se venden.
Clasificación de los virtudes de esta2i(ista Continuamente se están recibiendo nuevas remesas de los
en lasjirincipales variedtdcs qv,epresenta aqiMlla enferraedad. incomparables pianos resonadores Kaps, de Alemania; de los

M niACI Ronca y fatigosa, que es síntoma casi siempre de tí-

I l l \ ^'^ í' '^^ catarros pulmonares, disminuye muchísimo
1 " Í J con" este medicamento, rebajando por completo los
accesos violentos de tos, que contribuyen en gran
magníficos de Herz, Erard, Bord, de París; de los armoniums
de teclado y manubrio con cuatro cilindros, de Gavioli, etc.,
B A R A Y B A R
parte al decaimento del enfermo.
Hileras, 8 , Madrid.
M niACI Ferina ó de coqueluche, que ataca con tanta pertina
I IIV cíaá los niños, causándoles vómitos, desgana y has-
1 v U ta esputos sanguíneos, se cura con esta pasta, y
mássi á estele acompaña algún cocimiento pecto-
ral y analéptico.
Ü W A f l S^*'*! entrecortada por convulsiva sofocación que
I i l \ P8'¿ecen losasmáticos y personas excesivamente ner-
1 " U viesas, por efecto á veces de una gran debilidad, se
combate perfectamente á las primeras tomas de es-
FRANZ RÍES
ta pasta. Editor de Música de la corte de Sajonia
Ll Continua y pertinaz producida por u n gran cosqui-
lleo en la garganta, y veces de carácter herpético, se
corrige instantáneamente con esta pasta, y desapa- DRESDE.
rece con el auxilio de un depurativo. Esta respetable casa editorial publica constan-
M n r A C I Catarral ó constipado, y la llamada vulgarmente de
I l i V sangre, sea reciente ó crónica, se cura siempre con temente las obras más importantes de los autores
1 v U este precioso medicamento. Muchísimas personas modernos.
han curado con él una de esas toses antiguas tan in-
cómodas y pertinaces Al propio tiempo que las obras de su catálogo
que al menor resfriado se"reproducen de una manera insoportable. general, ofrece á los señores almacenistas y profe-
Este gran medicamento es, pues, siempre seguro para combatir
7 curar la terrible enfermedad de la tos, de cuyos funestos resulta- sores españoles remitirles, á vuelta de correo todas
dos se ven diariamente ejemplos. VALE 8 RS. CAJA EN TODA las obras que necesiten de las publicadas en Ale-
ESPAÑA.
mania, á precios ventajosos.
Alivio y curación del asma riLslSícol^Ki' Dirigirse directamente á la casa para catálogos
PELES AZOADOS del mismo autor. y detalles.
HEMEDIO PRONTO QUE PENETRA DIRECTAMENTE EN FORMA DE HUMO
DENTRO DEL APARATO RESPIRATORIO.
Fumando un soló cigarrillo, aun en los ataques más fuertes de¡
asma, se siente al instante un gran alivio. La expectoración se pro-
COMISIÓN. EXPORTACIÓN.
duce más fácilmente, la tos se alivia, el pecho late con más regulari-
dad y el enfermo respira luego libremente. Estos CIGARROS lle- NO MAS ENVENENAMIENTOS NI INCENDIOS CON FÓSFOROS
van una boquilla tan cómoda, que no ensucia los dedos y se aspira
el humo con gran suavidad, pudiendo fumarlos las señoras y per- SE EVITAN EMPLEANDO LAS CERILLAS
sonas delicadas.
l i O S a t a q u e s e l e a s m a te con ios pápeles azoados, que-
mando uno dentro de la habitación: de modo que el enfermo que se
AMORFO LIZARBE
Te privado de descansar siente luego un agradable bienestar que VIUDA DE LIZARBE É HIJOS.—TARAZONA, ARAGÓN
se convierte en el más apacible sueño. SUCURSAL EN MADRID NAVAS DE TüLOSA 9
Depósito central de estos medicamentos: Farmacia del D R ANDREU
Barcelona, donde deben dirigirse los pedidos, y se encontrarán
también de venta en las principales farmacias de todas las poblacio-
nes de España y sus Antillas, asícomo en Portugal, Italia y Francia.
CORONAS PARA BENEFICIOS
PIANOS KAPS.
Acaba de llegar otra nueva remesa de estos incomparables pianos
P L A N T A S DE S A L Ó N
A D O R N O S PAA . BAILE
resonadores, de cola, verticales, cruzados, engrabados en oro, etcé-
tera. También se han recibido, los magníficos de Herz, y se esperan A l m a c é n especial, V a l v e r d e , 6
nuevas remesas de Bord, Mauprety y Bernareggi, etc. Garantía
positiva. Sigue siendo este almacén el más barato que se conoce en
España. Baraybar, profesor, fabricante y almacenista. Hileras, 8. DE GUALTERIO KÜHN
 NÜM. 123 CRÓNICA DE LA MÚSICA

ALMACÉN DE MÚSICA u Ll \¡
PIANOS, ÓRGANOS EXPRESIVOS É INSTRUMENTOS PARA
ORQUESTA Y BANDA MILITAR OBRAS SIMPLIFICADAS Y ARREGLADAS PARA MANOS PEQUEÑAS
DE roB

FEDERICO MARTÍNEZ. W. LENZ.

Libertad, 18, Yalladolid. Los editores de esta colección, se lian propuesto iniciar á los dis-
cípulos, desde el principio de sus estudios, en las obras maestra»
clásicas del arte musical, ayudando de este modo á formar el gusta
y el estilo. Para obtener este resultado, era necesario poner dichas
DURAND, SCHOENEWERK Y COMPAÑÍA obras al alcance de las modestas fortunas, y así se ha conseguido.
(ANTIGUA CASA FLAXLAND) Los arreglos, confiados al sabio profesor W. Lenz, son tan fáci-
EDITORES DE MÚSICA les, que los niños pueden interpretar, al mismo tiempo que las lec-
ciones del método, obras que en la forma original no estarían á su
P A R Í S . — 4, P L A C E DE LA M A D E L E I N E , 4 . — P A R Í S alcance, sino después de varios años de estudios.
Zos clásicos de Id infancia son, pues, la preparación lógica para
las obras originales de'los grandes maestros.
SUCCÉS DE PIANO PIANO SOLO
«I. S . Baeli.—30 trozos célebres 2 francos.

AUG. DURAND Beethoven.—ídem, id

llaendel.—Idsm, id
Haydn.—ídem, id
2
2
2
—
—
—
Meadcissohn.—ídem, id 2 —
Frs. Cm. Slozart.—ídem, id 2 —
Op, 62. Chacone 5 » íichnbert.—ídem, id 2 —
* 70. Nuit étoilée. Réverie 6 » Tl'ober.—ídem, id 2 —
Ciiopin, Oiissek, Field, llnmiiiul.—ídem, id. 2 —
» 71. Kermesse » • < • 7 50
» 75. Meuuet de Bergame., 6 » PIANO A CUATRO MANOS
» 76. Gai Printemps. liylle 6 »
Beetiioren.—20 trozos célebres. . 2'50 francos.
» 77. Air de BaUet , 5 »
Mozarl.—ídem, id 2'50 —
» 78. Sous les Bois. Caprice 5 »
» 79. Annette et liubin. Gavottepastorale. . . . 5 »
» 80. Pomponnette. Airádaiiser StyleLouis XV 5 » Enoch Fréres et Costallat, Editores
» 81. Babillage. Esquisse 5 » Boülevard des Italiens, 9 7 , l*aris.
» 8 3 . Valse 6 »
» 8 4 . Gavotte 5 » Pueden adquirirse estas obras en los principales almacenes de
Estas obras se venden en Madrid en casi de los almacenis- música de España, ó dirigiéndose á los editores en París.
tas y editores de música Eomero, Martin, t^^co del Valle, To- Los suscritores de la ÜHÓNICA DE LA MÚSICA, pueden dirigirse
ledo, Zozaya, Campo, etc., y en Barcelona en los estableci- á los expresados editores, en París, con un recibo de suscricion, y
mientos de Vidal y RogJr, Jarch, Guardia Budó y Haas. obtendrán el importante beneficio de recibir las obras al mismo pre-
cio de París, sin recargo alguno y francas de porte, y además po-
derlas pagar en sellos de correos españoles.

DEPOSITO DE PIANOS DE JI. DAITAN. GRAN ALMACÉN Y FÁBRICA DE INSTRUMENTOS MÜSIGOS

Abadía de San Martin, 14, Valencia. BE
Representación exclusiva en esta provincia, y las de Alicante, EIVFtlQTJE MAIVZO
f u r c i a y Cartagena, délos incomparables pianos delvaps, de Dres- Condecorado con varias cruces de distinción, premiado en varias
^ , J de los magníficos órganos-armoniuns de Masón & Hamlin, de exposiciones, músico mayor rc'iíado, ex-profesor de la orquesta del
Boston. Teatro Real y socio fundador ie la sociedad de conciertos.
Pianos de Erard, Pleyel, Bord y de Bernareggi Gassó y Com- CASA FUNDADA EN 1854
pañía. POR
Precios económicos y garantía completa. I>. AIVTOIVIO RO»I3E3IlO Y AlVX»rA.
Este acreditado establecimiento, primero en su clase en España,

ALMACÉN DE MÚSICA se halla constantemente surtido de intrumentos de todas clases pa-

ra orquesta y bandas militares, de las principales fábricas de Ale-
mania y Francia.
DE J. CAMPO Y CASTRO Pitos de mando y de órdenes, en los que se ejecutan los toques da
OALiicEi r>E E S r » o z Y MiiVA, IVÚM:, 9. ordenanza y de guerrilla, y otras combinaciones.
Cornetas de guerra y clarines de caballería.
MADRID Accesorios para toda clase de instrumentos, taller especial para
Violines. arcos, clavijas y toda clase de accesorios muy baratos. composturas.

GRAN FABRICA DE PIANOS

DE BERNAREGGI, GAS SO Y COMPAÑÍA
Poniente, 9 9 , Barcelona
Esta grau fábrica, que ocupa un edificio inmenso j dá trabajo á gran número de operarios, está premiada coa
*2 medallas de oro y plata en otras tantas exposiciones.
Sus productos, que aumentan diariamente en cantidad de una manera prodigiosa, iian recibido también importantes
"Mejoras y perfeccionamientos, aun después de los premios que han acrecentado naturalmente el justo crédito que go-
zaban en España y en el extranjero.
Hay pianos de nueve modelos, todos artísticos y de excelentes condiciones, y sus precios son lo» más baratos que
^ conoce en igualdad de circunstancias.
El estado de desahogo y prosperidad en que se halla la fábrica, permite dar grandes facilidades al comercio en los
pagos.
Hay bang[ueta8, zócalos, musiqueros, cubre-teclados, elegantes fundas, adornos y armoniums de todas clases.
En Madrid: almacenes de Saco del Valle, Jacometrezo, 37 y 39.—Romero y Marzo, Preciados, 1.—Viuda de Hazen^.
^uencarral, 2.—Toledo, Fuencarral, 11.—Ramírez, Leganitos, I.—Albiñana, Atocha, 35.—J. Campo, Espoz y Mina»
^•—•Pablo Martin, Correo, 4.—José Martin, Valverde, 22 y otros.
Para informes pueden dirigirse á la Administración de la CRÓNICA, DB LA MÚSICA.
 10 CRÓNICA DE LA MÚSICA NÚM. 123

¡¡Diez años de garaníial!

Fabricante de pianos de miembro del Jurado en las^

la corte del rey de Sajonia, Exposiciones de Ohemnitz
Caballero de primera clase y Dusseldorf, declarado sin
de la Orden real de Alberto competencia {Hors Con-
deSajonia, condecorado con curs) en la Exposición Uni-
la gran medalla de oro de versal de Viena en 1873, et-
Suecia «Litteris et artibus,» cétera, etc., etc.
Miembro efectivo de la Aca- Inventor del piano reso-
demia real de Suecia, Me- nador, con privilegio exclu--
dalla de honor concedida sivo, adquirido por las cor-
por la belleza del sonido, la tes de Sajonia, de Suecia,.
ligereza del juego, el triple 'e Rusia, Inglaterra, Gre-
cruzamiento de las cuerdas •B
'cia, Eumanía, etc., etc., y
y, en general, por la solidez los principales eonservato'-
del trabajo en sus pianos en rios.
la Exposición de Filadelfla
de 1876, gran Medalla en Riie (lu Scuiinaire, tí, 15,16,
las Exposiciones de Mos-
cou, Santiago (América), DRESDE

Esta célebre casa fabrica pianos de todas clases: de g r a n cola con resonador p a r a con-
cierto, de cola con resonador p a r a salen, pianinos de varios modelos y dimensiones, to-
dos con resonador y con las cuerdas triple cru-
zadas. Se hallan de venta en los principales al-
macenes de pianos y casas editoriales de músi-
ca de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Coruña,
Sevilla, C á d i z , M á l a g a , Valencia, Lisboa y
Oporto, y en las principales capitales de E u r o -
pa y América.
L a casa remite g r a t i s catálogos y modelos
de pianos á todos los señores almacenistas que
los pidan.
 lóiici i 11 nsici
ANO I V Madrid, Enero de 1 8 8 1 Precio, 15 céntimos.

SUPLEMENTO AL NÚM. 123

REDACCIÓN Y A D M I N I S T R A C I Ó N : PELIGROS, lO Y 12, PRINCIPAL, MADRID.

REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL

S E P U B L I C A l_OS J U E V E S

REDACTOR EN JEFE DIRECTOR-FUNDADOR, ADMINISTRADOR,

Bon Enrique Sepúlveda y P l a n t e r . D o n Andrés %'idal y Lliiuona. Don Federico Pérez Benavides.
R E D A C T O R E S . D. EDUARDO MEDINA; D . JOSÉ EODBIGUEZ MOURELO; D . JOSÉ ESTEBAN GÓMEZ; D . JOAQUÍN MARSILLACH; D . JUAN
GOMEZ-LANDERO Y MORENO (AGRAZ); M E . CAMILO SAINT-SAEÑS; D . MANUEL TOLOSA Y LATOUR, D . JOSÉ MUÑIZ CARRO Y D . RICAR-
DO GONZÁLEZ PÉREZ. (ADEMÁS CUENTA CON LA COLABORACIÓN DE REPUTADOS ESCRITORES.)

PRIMER CONCIERTO

DE

ANTONIO RUBINSTEIN
EN EL

TEATRO DE APOLO

PROGRAMA
L° Concierto (re menor) para piano con
acompañamiento de orquesta Hubinsteija.
Allegro.
Andante.
Finale.
2.0 /»; Nocturno Field.
{l>) Le Eoi des Aulnes. Schubert-Listz.
[cj Marcha de las ruinas de Atenas.. Beethovea.
^rf; Nocturno ^ Chopin.
Polonesa V
»•

DESCANSO DE QUINCE MINUTOS

3." Concierto (sol mayor) para piano con

acompañamiento de orquesta, con
las cadencias (ad Uiiiíum) de Anto-
nio Rubinstein Beethoven,
4.» Melodía.
Capricho K _ ,. , .
_ ^ , / Rnbmstein.
Barcarola
"Valse-Capriae

El maestro %'aaquez dirigirá la orquesta.

El gran piano de cola de EKAUD es del almacén de Zozaya.
A las nueve en punto princijfíiará el concierto.
Se reciben encargos de localidades para el segundo concierto, en la Ad-
ministración del periódico Cronied de ia Música, calle de Peligros, 10 y 12
l>rir,eipa!, y en todos los a'raaoenes de música.
 CRÓNICA D E Lk MÚSICA
Á ANTONIO RUBINSTEIN
La redacción de la CRÓNICA DE LA MÚSICA, tiene la honra de di-
rigir su etítusiasta saludo al primer pianista del mundo, al artista
umversalmente reputado y aplaudido; al célebre compositor Rübins-
tein, que se encuentra hoy entre nosotros para dar á conocer en
Madrid, y más tarde en otras capitales de Kspaña, sus asombrosas
condiciones que le han valido el justo renombre de que goza.
Antonio Eubinstein, viene ahora á ser juzgado por nuestros di-
lettantis, que deseaban ya conocer al gran artista.
Bien venido sea, pues, el compositor ruso, y que al marchar de
España lleve consigo el homenaje de todos los amantes de la músi-
ca, y el recuerdo imperecedero de nuestra Patria.
LA REDACCIÓN.
ANTONIO RUBINSTEIN
APUNTES BIOGRÁFICOS
La impaciencia nos devoraba por oir á Rubinstein, y porfinva-
mos á satisfacer nuestros deseos.
La fama de su nombre, extendida por las publicaciones del mun-
do entero y las descripciones de sus conciertos, que leíamos diaria-
mente, no hacían más que avivar nuestra impaciencia.
Las personas que le habían oido en Alemania, en Rusia ó en Ho-
landa nos contaban maravillas.
Ahora vamos á juzgarle.
Antonio Rubinstein ha llegado á Madrid para dar dos conciertos,
v el primero de ellos se verifica hoy.
Ya vamos conociendo personalmente en España á las grandes
celebridades artísticas. Después de Sarasate, Saint-Saens; después
de Saint-Saens, Rubinstein.
Rubinstein es el rey del piano, y empuña este cetro hoy en el mun-
do con la fuerza, con la razón que lo empuñaba antes Liszt.
Rubinstein es un gran artista. Su fama y su gloria han llegado
á la mayor altura que puede sonarse sin un reclamo, sin una recla-
mación; solo por la virtualidad de su maravilloso genio.
Le oiremos y le juzgaremos, pero mientras tanto vamos á comu-
nicar á nuestros lectores las noticias que tenemos de la vida del
gran artista. A. V. Ll.
*«
Antonio Rubinstein, nació el ^ de Noviembre de 1830 en el pe-
queño pueblo de Vichvotynetz, situado en la frontera de Moldavia.
Muy niño se trasladó á Moscou con su familia, y recibió primera-
mente de su excelente madre, que vive todavía, ydespues de Ale-
jandro Villoing, las primeras lecciones de piano.
A ia edad de ocho anos se hizo oír Rubinstein en público, dando
su primer concierto en Moscou. La sorpresa del público fué inmen-
sa al encontrarse con un artista en miniatura, pero artista com-
pleto. Entonces se le llamó el segundo Mozart.
Dos años después fué enviado por su familia á París en compa-
ñía de Villoing. En la capital de Francia tocó delante de Liszt, y
este gran artista, que fué el genio de su época, le dirigió en alta voz
las siguientes palabras:
—No te enorgullezcas, pero llegarás á ser más grande que yo.
Las lecciones que entonces tomó de Liszt, tuvieron gran influen-
cia en su desarrollo musical. Después Rubinstein ha excedido en
mucho al gran maestro.
Durante más de un mes no se habló en París sino-» del pequeño
artista. Kl eco de aquel concierto se estendió rápidamente por el
mundo y entonces empezó la reputación universal de Rubinstein.
Después de una estancia de 18 meses en la capital de Fraucia,
emprendió su primer viaje artístico que duró cerca de tres años, y
durante el cual recorrió Inglaterra, los Países Bajos, Alemania,
Suecia, Holanda, Bélgica, etc. etc.
Pasó enseguida un año en el seno de su familia; y después se
trasladó con su madre y su hermano Nicolás á Berlín donde estudió
la composición con Dehn, y donde tocó frecuentemente ante la
corte.
La muerte de su padre obligó á su madre y á su hermano á vol-
ver á Rusia en 1846, y Antonio Rubinstein se quedó sólo en Berlín
entregado á sus estudios de composición.
El piano no bastaba ya á supoderosa imaginación y empezó á com-
poner desde luego con la misma perfección con que tocó el piano
desde el principio.
Llamado á viena para dirigir la Sociedad filarmónica, vivió al-
gún tiempo en la capital de Austria dedicado á las tareas dé su nue-
vo cargo y á dar algunas lecciones.
En 1848 volvió a Rusia y se hizo oír en San Petersburgo, donde
fué nombrado maestro de cámara de la Gran Duquesa Elena.
Fundó varios Conservatorios en Rusia y fué nombrado por de-
creto del Czar, jefe supremo de todos los establecimientos de ense-
ñanza musical del Imperio.
Después de 1854 realizó diferentes viajes á Alemania, Francia é
Inglaterra, y otro muy largo á América, que le proporcionó una
gran fortuna y con ella los medios de constru ir una magnífica villa
en Peterhof, cerca de San Petersburgo.
En esta posesión pasa Rubinstein todos los veranos trabajando-
en sus grandes obras. En invierno viaja constantemence, siempre
estudiando, siempre dando conciertos en las principales capitales
de Europa, y siempre obteniendo los más ruidosos y legítimos
triunfos que se conocen.
*
Antonio Rubinstein es hoy el primero y más notable de los pia-
nistas que se han conocido.
En la actualidad se halla en la plenitud de sus facultades, de s u
talento y de su suerte; en la mejor época de su vida.
Como compositor figura también en primera línea. Sus óperas
rusas Dimitri Dmskoi, FA eazidor de Siberia, La venganza y Turas el
loco, son muy notables. Sus óperas alemanas Los nims de la Bfuyere
y Feramors son del repertorio y se ponen en escena con grandísimo
éxito. Sus grandes óperas. Los Macaheos, El de.nonio y Nerón; sus
oratorios La Torre de Babel y El-paraísoperdido; su famosa sinfonía
El Océano; sus overturas, cuartetos, tríos sonatas, melodías, etc.,
le colocan entre los primeros compositores del siglo.
El liei alemán no ha tenido su verdadero desarrollo hasta que se
le han dado Brahms y Rubinstein. Las melodías persas de este últi-
mo son verdaderos prodigios de vigor, de exhuberancia, de anima-
ción; dos de ellas especialmente son de una belleza celestial, según
la frase de Luis Ehlert; otras resuenan como los bramidos del Océa-
no ó los ecos de ia tempestad.
No ha faltado quien haga la observación de que Antonio Rubins-
tein, se parece mucho á Beethoven. Juzguen nuestros lectores por el
retrato que publicamos en este número.
* **
Rubinstein tiene un hermano que se llama Nicolás. Este nació
en Moscou en 1838, y estudió el piano con Villoing y después con
Kullac en Berlín. Es director de un Conservatorio ruso y ha publi-
cado bastantes obras.
HERMÁN W O L F F .
NEJRON
Era hermoso, apasionado de lo bello, hasta el extremo de man-
dar quemar á Roma para recitar sobre sus restos unos versos de Ho-
mero sobre las ruinas de Troya; era maestro consumado en el arte
del canto y tenia una voz de tenor como la de Gayarre unida á un
talento como el de mi amigo Tamberlick. En nuegtros tiempos h u -
biera cantado todas las óperas, desde El ma'rimonio sxreto, de C í -
marosa, á Los Híigomtes, de Meyerbeer; desde 6^o»;{/»*»;« hasta El
anillo de los Mebelungeii, y los más rabiosos aficionados del paraíso
no encontrarían con quien compararle. ¡Ellos que son capaces de
inventar un nombre terminado en iiii para oponer á los de todos los
actuales cantantes!
Volveremos al asunto. Nerón, aparte de algún delito que otro,
era un buen protector de aquellos artistas que no le superaban, y
digno de un argumento para componer una ópera, contando, por
supuesto, con un buen libretista.
Yo no sé si Rubinstein concibió antes que Julio Barbier la idea
de un drama lírico cuyo asunto fuese el personaje que reunía las tres
condiciones de gran cantante, asesino y emperador; pero lo cierto es
que la ópera se escribió, con letra del segundo y música del pri-
mero. Rubinstein, como buen artista, necesitaba dos asuntos: la l i -
bertad y la belleza; pero como luchaba, al contemplar la figura de
Nerón, entre el horror que inspiran los vicios de los tiranos y el le-
nitivo del amor al arte, decidió lo que decide todo gran artista: pin-
tar las dos cosas, y escribió una ópera.
Habia exaltado hasta el cuarto cielo la libertad en su ópera Los
Macabcos, y necesitaba ensalzar el arte hasta el quinto cielo. Eso fué
lo que hizo en la gran ópera iVsra». Adorar los grandes ideales es
propio de los guardadores del fuego sagrado de la inspiración que
arrebata.
¿Quién es capaz de enumerar las hermcfeas páginas que abun-
dan en la obra de Rubinstein?
El que se atreva á describir bien, sin omitir un solo detalle, las
óperas de Meyerbeer, desde Rob?rto á La Africana, y á señalar uno
á uno los desatinos de los versos p?ntacrósiicos.
El epitalamio del acto primero, que merece ser cantado por Ver-
ger; el aria de Popea, del segundo acto, que la señorita de Reszké can-
taría muy bien, y todo el tercer acto, especialmente el dúo de barí-
tono y la marcha triunfal con coros y tiple, que es acaso ló mejor
de tan magnifica ópera, son muestras que, aisladas, bastarían para
formar colosal reputacion^de compositor á Rubinstein, casi desco-
nocido de nuestro público, que solo ha oido su sinfonía, titulada
Océano, donde está retratada la majestuosa serenidad del mar agi-
tado por ondulantes olas, que no se quiebran en la playa, desha-
ciéndose en hirviente espuma, sino que devoran silenciosamente al
audaz que desafía su solemne cólera.
Los músicos prefieren, entre los cuatro actos de Nerón, el terce-
ro; mas JO {acaso sea mal gusto), estimo en más el cuarto, porque
en él la idea del poeta y la música de Rubinstein, marchan tan uni-
das, que sería¡j fieles reflejos de las páginas de Tácito, si éste fuese
susceptible de ser imitado. Nerón ve desfilar ante sus ojos las som-
 CRÓNICA DE LA MÚSICA

ííras desús víctimas. Agripina, Germánico, Séneca, Burrho y los como pesado cortinaje miran fija y atentamente cuando el pianista
«nstianos le visitan, amenazadores y sangrientos, en su última se halla ante la severa sombra de un gran maestro, interpretando
npra. Dados el asunto y el autor de la música, dígase si cabe me- sus obras,_pero lanzan llamaradas de pasión, cuando su batuta, como
dianía. la vara mágica de Moisés, guia y arrastra las masas de sonidos ha-
Quisiéramos tener el gusto de oír en Madrid la obra del maestro cia la brillante región de la armonía.
ruso; pero considerando que hay un Rovira que hace de empresario, La nariz gruesa, corta y dilatable inicia el correcto y marcado
renunciamos generosa y expontán'am'nt: á tal satisfacción; mas si en surco que carona el labio superior, labio grueso que reve;a pasión,
compensación quisiera el ilustre Rubínstein ejecutar, en uno de sus en tanto que el inferior es lo bastante fino para no ser sensual é im-
•conciertos, algo de su Nerón, se lo agradecería mucho el público. pregnar en ocasiones de una sonrisa apacible todo el rostro cuando
fiO que tocará es la March% á las ramu di Atenas, de Beethoven, que la amistad consigue descorrer ese inexpresivo y severo velo que cu-
interpretada por Rubinstein, será digna de oii-se. .bre las facciones mórbidas y robustas á la par del insigne artista.
J. MuÑiz CAREO. Semi-oculto por cabellos lacios y ondulados en la fiebre de la in.s-
Enero 30 de 1881. píracion, se advierte el pabellón amplio que anuncia su oído delica-
do. Las manos toscas pero bien moldeadas poseen unos dedos movi-
bles como serpientes, y revelan, en cierto modo, esa fuerza é impe-
tuosidad que caracterizaban la ejecución de Listz, unidas á la gracia
CARTA A RUBINSTEIN. y delicadeza de pulsaciones pl-opias de Chopin, cualidades que críti-
cos eminentes, han asignado á Rubinstein.
Muy señor mío: me dijo y lo que usted vale sé;
don Andrés Vidal ayer, yo, que hago en mi viejo piano
que viene usléd á esta Villa escursiones de placer, Los que oyen ejecutar sin esfuerzo ni exagerad a mímica las obras
(y me parece muy lúen) porque es el único amigo más difíciles, desean ver cómo desliza sus dedos por las sonoras te-
á to(;ar el piano forte que conservo siempre fiel, clas del piano, para convencerse de que no hiere otro instrumento.
como no lo tocan tres. y me atrevo con Gottschalk, Ergnido, severo, casi inmóvil, tiene la clasica tiesura de aquellos
Tratindose de un maestro y con Liszt, y con Saint-Saens, romanos que conducían impasibles las fogosas cuadrigas; me]or di-
que se llama Rubinstein y hasta con usted (y le pido cho, parece un cosaco, uno de esos seres de bronce que sin conmo-
el éxito es indudable perdón por mi avilantez);
pero debe usted saber yo, que después de admirar
verse, saben hacer que corra por las heladas estepas siberianas el
que en lo losante á íocar la inspiración y el valer trineo arrastrado por caballos del Don, nerviosos, espantadizos, po-
se foca hasta con los pies de las obras que usted toca, tentes y sólo refreuables por un héroe de músculos de acero.
en esta Corte; de un modo compuestas por usarcé, Al oírle tocar en una ocasión la soberbia marcha de Beethoven
que le va á usté á sorprender. sé que es el primer pianista Las ruiíi'is de At'-nas, xauchoa i}specta.doTes flemáticos y tranquilos
-\qui se íoean el bomijo de la Europa (no el papel no pudieron contener su curiosidad y corrieron á cerciorarse de si
la guitarra y el rabel, que ha empezado á pubUcarse realmente surgía del piano aquella especie de orquesta, rica en efec-
el violón, á toda orquesta á fines del actual mes),
y el violin alguna vez; que tiene usted unas manos
tos instrumentales, maravillosos ruidos salvajes é impensadas é in-
se toea hasta con las manos que valen lo menos seis, descriptibles armonías.
el cielo azul que usté vé y que desde el otro mundo *
y se tocitn... resultados le oyen y aplauden con fé
y los extremos también; las sombras de Bach y Thalberg, Se repite diariamente que nna voluntad tenaz y un cerebro duro
Niñas que tocan el piano y de Gottschalk y Chopin, como el granito, pero dotado de inteligencia y sentimiento, puede
(por supuesto, de alquiler) declaro aquí y aseguro dominar ese instrumento, tan difícil de poseer, el cual gusta ridicu-
hay en muchas casas cinco (y nunca me equivoqué) lizar á los que le pulsan sin sentir el latido del talento artístico cu el
y en algUHas otras diez... el éxito soberano alma. Por eso añaden muchos que Alemania, y en general los países
y se toc»n ferozmente, que de fijo va á tener del Norte, abundan en pianistas de inmenso mérito, dóciles á la
pero qué le hemos de hacer; cuando se aprecie en Madrid menor indicación de la pauta, donde estamparon los genios sus n o -
aquí los lutos de viudas el gusto y la brillantez
son íocas de la viudez tas, y dispuestos á afrontar y vencer las mayores dificultades con
del maestro que viene á darnos , imperturbable sangre fria.
y por íocar hasta un médico su mérito á conocer...,
se llama Toca, con qué y escuso decir lo mucho El compositor necesita más, mucho más. Es preciso experimente
me parece que en la Corte que de ello me alegraré.— el escalofrío de la fiebre creadora y conozca todos los recursos del
donde hoy entra su merced, Con que, á tecar sin descanso; arte. Es imprescindible tenga ademas constancia, actividad, pasión
se (oca; lo que le aviso haya aplausos á granel y ciencia suma. ¡Qué difícil es reunir todo esto!
para gobierno de usté. y sea usted bienvenido Rubinstein ha logrado brillar con igual éxito durante su carrera
y reciba el parabién como ejecutante y como verdadero maestro.
de quien le estrecha las manos,
Pero aunque se toque mucho, que no se las besa á usté. En el margen de una oscura silueta, como la presente, no caben
y por tocados que estén A. N. DANTB. una crítica, ni siquiera una exposición de las obras de ese genio ori-
ñus paisanos, yo. que aprecio, 30 Enero 81. ginal, autor de partituras cuyos títulos solos Torre de Bahel, El
Océano, Los Macaheos, etc., bastan para dar una i^dea de la valentía de
sq vuelo.

SILUETAS ARTÍSTICAS. Como director, es admirable. Saint Saéns lo recordará perfecta-

ANTONIO RUBINSTEIN.
Alto y robusto como buen hijo del Norte, apasionado como un
meridional, afable en su trato y de bruscos arranques, hoy aparece
«ntre nosotros el célebre Eubin.stein, cansado de ovaciones, pero
J:Vido de conocer la hermosa tierra donde hay una Alhambra, un Don
Quijote y muchas mujeres hermosas.
Viene, como siempre, de prisa y al pisar nuestro suelo exclamó
lanzando un suspiro de satisfaccio'n:
—-¡Al^fin lleguél
^Si, al nn puede satisfacer la constante pasión de su vida: Ver Es-
?«M... Ver la patria del sublime loco, desfacedor de agravios, que
ha inspirado á Rubinstein una preciosa obra cómica la cual dará á
«onocer, en la próxima primavera, la Sociedad de Conciertos.
Don Qui'Jhotte, es una página musical donde se compenetran y
<íonfunden sonidos mil llenos de ideas poéticamente originales; es
una escena de realismo sinfónico, llena de luz y colorido local, don-
óle se presiente á Rocinante y Rucio y se vé como entre sueños cru-
zar por breñales y áridas llanuras á Sancho y su señor.
» »
Rossiní decía, al saludar con entraSable abrazo á una célebre diva
^"^6 el genio no tiene sexo. Las bellas damas moscovitas que han
cubierto de calurosos besos el rostro barbilimpio de Rubinstein, en-
tusiasmadas después de un concierto, pensaban sin duda del mismo
"lodo que el inmortal maestro.
Su cara tiene algo que recuerda el plácido continente de un s a -
^ r d o t e . La frente Beethoviana y la cabellera á lo Listz, revelan al
momento el artista. Las cejas, suavemente señaladas en unos robus-
Jos arcos óseos bajo los cuales albergan los frenólogos el ingenio,
*an adquirido el pliegue de la meditación. Los ojos pequeños azules
J*eapresivos, semi-ocultos por unos párpados que, caen sobre ellos
mente. Era hacia el año 1866, dábase un concierto en la Sala Pleyel
de París, que debía ser dirigido por Rubinstein. La orquesta estaba
por elementos heterogéneos y desconocidos; los profesores abunda-
ban, pero eran muy escasos los buenos instrumentistas. Todos Te-
celaron, mirándose unos á otros, u n / a í s o , pues consideraban difí-
cil encender el entusiasmo del público con un montón de chispas.
Rubinstein, que habia llegado horas antes del concierto, pasó, como
se dice entre atriles, sólo una vez las obras, entre ellas la preciosa
composición de Mendelshon, Za Gr%ta de Fingaln. Oontalmolavo
el temor no se disipaba; pero bastó á los asustados artistas ver la
serenidad del maestro para cobrar aliento; los grandes se sintieron
secundados, los pequeños, protegidos, experimentaron al unísono
el mareo de lo sublime, y el público conmovido y los críticos des-
orientados preguntaban de dónde procedía tan soberbia orquesta.
* 7
Raro, y como decíamos, brusco, tiene en su vida privada rasgos
Beethovianos, como su fisonomía. ;
Gusta grandemente del trato femenino y de la amistad de artis-
tas y gente de talento, no pudiendo resistir las imposiciones d^ la
etiqueta, ni las impertinencias de los tontos. ;_
Dígalo sino cierto opulento lord que le invitó á su mesa, sin
duda con la misma fruición con que atestaba sus salones de obj^ios
de arte. Los comensales eran personas muy distinguidas, pero en
su inmensa mayoría interesadas en los negocios de haciendaj de
suerte que la conversación giró pesadamente alrededor de asui|tos
financieros. |
Rubinstein sufrió con heroica paciencia cerca de media hqra;
pero al fin Beethoven protestó é hizo que se levantara, lanzando'-un
iNop%';do más! y abandonando el comedor, lo cual conmovió, h ^ t a
cierto punto, á los graves y sesudos millonarios. Corrieron tra^^ él
apresuradamente á enterarse de su salud; pero el supuesto enferi|io,
una vez recobrada la calma, decía con ruda franqueza, respirai^da^
 CRÓNICA DE LA MÚSICA

ruidosamente y sacudiendo la melena, mientras se envolvía en sa
abrigo:
—La vmlad; me aburría demasiado... Además, comidas como ésta, se
me indigestan siemp'c.
L'n detalle ignorado, y concluyo.
No recuerdo en qué ciudad de Alemania ocurrió; pero no hace
"muchos años, mientras descansaba por breves horas en plena ex-
pedición artística, en el cuarto de una fonda, percibió, como entre
sueños, los lejanos acordes de un piano que entonaba la linda Pfe-
garia de su composición. Despertóse, y á su lado oyó entonces pro-
longados y tristísimos gemidos. En la habitación próxima estaba
la familia de un pobre músico, sin recursos y gravemente enfermo -
del corazón, guien se veia en la precisión de suspender un concierto
donde el infeliz era á la par el beneficiado y el ejecutante.
Rubinsteiu, que oyó el relato de tantas desgracias, de los propios
labios del mozo del hotel; recapacitó un momento, y se dirigió sin
vacilar ú visitar su modestísimo compañero, olvidando preguntar
por el dueño del piano que le despertó, y sobre todo, enterarse con
exactitud de la hora de salida de los trenes.
* del libreto quiso decir, lo hace más enérgico, más amenazador, y,
En otra ciudad de Alemania, tenia que dar Eubinstein, la no-
che siguiente á este episodio, un concierto en toda regla.
El teatro estaba atestado; los músicos en sus puestos; el empre-
sario intranquilo. Empezaban á notarse murmullos de mal conteni-
da impaciencia, que no bastaban á disipar los zumbidos del contra-
bajo y los agudos quejidos de los violines que simulaban con los
demás instrumentos acordes de afinación, cuando apareció Eubins-
tein sofocado, sin los clásicos guantes blancos, con la corbata medio
deshecha y los cabellos más desordenados que nunca. » virtud amparo contra aquel peligro, pero todo es inútil. Una infame
Empuñó la batuta; dio la señal; sonó la orquesta como un solo
instrumento, y conmovióse el salón con los aplausos que siguieron
•á la brillante ejecución de la primera pieza del concierto.
Mientras se enjugaba el rostro, saludando al público, el director
del teatro se acercó á felicitarle, preguntándole, al propio tiempo, la
•causa de su retraso.
—He estado jugando ?» **—exclamó, haciendo un verdadero jue-
go de palabras en francés, idioma que posee admirablemente, y si-
guió imperturbable secando el sudor de la ovación, mezclado al
polvo del camino.
Hubo quien atribuyó al juego, ese veneno de los corazones apa-
sionados, el desordenadísimo continente de su artista favorito, sin
saber que algunas leguas más allá, lloraba de gratitud una pobre
familia, socorrida por el soñoliento autor de una sentida plegaria
que, como poética coincidencia, seguía tocando diariamente la in-
cógnita señorita cuyas ventanas estaban fronteras al hotel de aque-
lla ciudad de Alemania, de cuyo nombre no puedo acordarme.
DOCTOH E A D S T O .
Enero W de 1881.
KALASCHNIKOFF
El genio portentoso de Antonio Eubmstein, ha cieado mucho y
bueno.—Todas sus obras llevan impreso el sello del verdadero ta-
lento, y en todas campean por igual la inspiración más fecunda y la
originalidad y brillantez mas sorprendentes.
Su última ópera estrenada en San Petersburgo en 1880, lleva por
t í t u l o Kdíischmikoff.
Imp- d8 E L LÍBBBAÍ:.. J eargro da L. Polo, Almudana. 9,
El argumento de esta ópera está tomado de la historia rusa, y á
poco de estrenarse, el gobierno prohibió sus representaciones, á cau-
sa de las muchas alusiones políticas que hay en su libreto.
El libro de la ópera en cue.?tion, ha sido traducido por el repu-
tado critico de Berlin, Mr. Wolf y está tomado—como ya he d i -
cho—de un poema ruso, muy dramático y muy interesante.
* *
• En la partitura hay niimeros bellísimos, y la instrumentación es
tan perfecta, tan vigorosa y tan hermosa, que el auditorio que asis-
tió al estreno, aplaudía frenético las apasionadas frases de los can-
tantes, y se sentía electrizado y subyugado por el genio del célebre
compositor.
Sobresalen en la ópera los coros del pueblo, algunos de ellos
aterradores, por lo desgarrador de sus cantos y por la valentía y
brío de sus pasajes culminantes.
Una de las arias de tiple, es también un número tan magistral-
mente desarrollado, que por sí solo basta á labrar una reputación.
Además, toda la partitura está tan identificada con el libro, que
las alusiones en él contenidas se notan también en la música, que,
en ocasiones, va más allá que la letra, y marca mejor lo que el autor
sobre todo, más del dominio del público, que al escuchar aquella
música está á punto de repetir á voces las alusiones citadas.
Nada mejor puede decirse en elogio de esta obra.
* *
El asunto As Kalaschnikoff es como sigue: La mujer del prota-
gonista (un comerciante de Moscow, que tiene el nombre que sirve
de título á la obra) es requerida de amores por \m, dignatario de la
corte de Ivan el Terrible. Ella se defiende, y busca en el asilo de su
trama la hace presa del amante, que logra seducirla, abandonán-
dola después.
Kalaschmikoff, convencido—en medio de su horrible desgracia—
de la inocencia ás Alma, procura consolarla, y busca ocasión de
encontrar al infame que le ha robado la honra de su hogar. Un dia
lo consigue, lo desafía, y se baten 6, puñetazos (duelo muy en boga
en Eusía en el siglo xiii.) Del lance, resulta herido el seductor, pero
como esta clase de desafíos, en que siempre moría alguno de los
contrincantes, estaba prohibida, el comerciante es hecho prisionero
y condenado á morir.
Entonces el Czar señala una pensión á la viuda y eleva á los hi -
jos álos más altos puestos del Estado.
*
» *
Esta ópera es admirable bajo el punto de vista de su color local,
y si en algunos de sus pasajes, por lo minucioso de los detalles^
parece un lienzo de Teniers, en otro lo vigoroso de sus toques y
lo magnífico de sus efectos, la asemejan á un acabado cuadro do
Eembrant.
EsK.
1881.
ADVERTENCIA
E n el n ú m e r o (también extraordinario), que repartiremos
el dia del s e g u n d o concierto, publicaremos dos artículos de
los Sres. E s t e b a n Gómez y Landero y Moreno, que por falta
de espacio no h e m o s podido incluir b o y .

CRÓNICA DE LA MÚSICA
REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN, PFLIGROS, 10 Y 12, PRINCIPAL

Este periódico se publica los jueves, inserta articules de nuestros primeros escrito-
r e s y contiene noticias del extranjero, Madrid y provincias.
A d e m á s regala en todos los mañeros ocho g r a n d e s p á g i n a s de música de los mejores
autores extranjeros, impresos en l a casa R o e d e r (Leipzig), y propiedad del de F . Ries
(Dresde, Sajonia).
Lios precios de suscricion son los siguientes:
En E s p a ñ a 2 4 reales trimestre, 4 5 semestre 8 4 año.
En P o r t u g a l 30 » » 56 > 108 »
Extranjero 36 » » 86 * 132 »
En l a Isla de Cuba, 5 pesos semestre y 8 al año (oro).
En M^ico, 2 'Á reales semanales.
NÚMEBO SUELTO GON MÚSICA 2 R E A L E S
m^mmmS^SSSmmmiiiimiimiiiiiS^^